CASA CHICA

[marina]

Generalmente cuando una pareja de adultos decide formar un hogar, lo hacen con la intención de compartir una vida en común. Desde el noviazgo las dos personas pueden ir dando forma a lo que un día será su casa o departamento; planearán los hijos que van a tener e incluso los nombres con que los van a llamar. Aunque tal vez lo más importante es que la decisión de irse a vivir juntos responde a una identificación plena con su pareja. Se identifican uno con otro en la forma de vivir y asumir la vida y eso hace que el amor y empatía con el otro sea algo muy fuerte. Sin embargo, una vez contraído matrimonio, o al cabo de haber vivido varios años en común, puede llegar a suceder que alguno de ellos cometa una infidelidad.

Razones hay muchas, y todas y cada una de ellas dependerán de la persona en cuestión; sin embargo, y en el caso de los hombres, podemos mencionar algunas de ellas. En primer lugar podemos decir que las sociedades latinas consecuentan y casi promueven la infidelidad por parte del hombre. En segundo lugar, podemos mencionar que el motivo para la infidelidad está en la costumbre y rutina de la relación, la cual, ya no cumple su función como lo hacía en sus inicios. Sin embargo, lo que es de gran interés es la forma en que la sociedad califica tanto al hombre como ala mujer que cometen un acto de infidelidad.

Para el hombre parece no ser tan complicado este asunto, ya que en cierto sentido se espera que él, el macho, muestre su valía no sólo como proveedor de un hogar sino como instrumento reproductor de un linaje ancestral representado en el apellido paterno. El hombre latino de ciertos estratos sociales o culturales es todavía un hombre cuya valía como persona radica en su papel de proveedor. Es él quien decide a quién heredar el apellido de sus ancestros y es él el que puede determinar a los que verdaderamente son sus hijos. Tanto es así que en algunas partes del país existe el dicho: “Los hijos de mi hija son mis nietos, los hijos de mi hijo, quién sabe”. Lo cual reafirma el rol que juega el hombre para determinar a los que son de su progenie y que disfrutarán de sus riquezas, por muy raquíticas que éstas sean. Incluso, puede que el hombre sea infiel siempre y cuando no ande regando su simiente con cualquiera, ya que dentro del imaginario de la familia lo más importante es que la “raza” no se eche a perder.

Para la mujer no obstante, el rol que juega dentro de las familias latinas, y más específicamente, dentro del contexto mexicano, es más pasivo. Ella no genera ni da apellidos paternos sino más bien los “pierde” dentro de una jerarquía imaginada. Más aún, a pesar de ser ella la engañada siempre quedará dentro de la imaginación irónica de la sociedad, que era ella víctima-victimaria pues no le cumplía al marido. Los términos con que generalmente se le llega a conocer a la mujer adúltera pueden ser muy variados aunque uno de los más conocidos es el de “Casa chica.” Una vez más en los términos va implícita una imagen de receptividad pasiva. La mujer adúltera es alguien que necesita ser habitado por una persona, pues ella está vacía tanto en calidad moral como emocional. Esa mujer, a la que nadie le ha preguntado qué la orilla a involucrarse con otro hombre en una relación clandestina, necesita ser cargada de regalos y sustento. Para ella está el dinero, el sexo, más no el amor porque ella es el objeto inanimado que no puede reclamar nada. Bien dice el imaginario popular que puede haber una casa chica, pero una sola dueña del Señor.

Generalmente de este tipo de relaciones no se puede esperar ni fidelidad ni pactos duraderos ya que tanto el hombre como la mujer están ahí de forma temporal. Pero lo más importante es que en esa “Casa chica” la maternidad no está permitida. Es así, entonces, que el hombre puede llegar a controlar lo que se debe de entender por hogar y familia, en la medida que es él, en la mayoría de los casos, él que dictamina las prácticas reproductivas y emocionales de la mujer.
No obstante, si la mujer resultará embarazada de su amante, el problema no sería tanto la separación, sino precisamente la maternidad no planeada. Pudiera ser que tanto el hombre como la mujer amantes decidieran tener hijos, aun a pesar de estar involucrados en una relación sin futuro, y esto nos hace plantearnos una pregunta fundamental para las relaciones de pareja sean éstas lícitas o no: ¿Cuáles son los fundamentos reales para tener hijos? Es decir, en algunos casos el tener hijos se ve más como un escape a la soledad como personas, mientras que en otros esto se ve como una forma de “consolidar” una relación. Sin embargo, en la mayoría de los casos el tener hijos responde más a una falsa expectativa que a un acto de la razón y el amor.

En caso de que alguno de los integrantes ya tenga hijos, lo que generalmente suele suceder es que a los hijos del amante se les llame “ilegítimos” o bien, en casos más tradicionales “bastardos”. Y es aquí en donde podemos observar cómo la carga simbólica y semántica de las palabras sigue funcionando para dar un lugar y un valor dentro de la sociedad. Si bien es cierto que para las leyes no hay distinción entre ambos tipos de hijos, ya que los dos tienen los mismos derechos, también es verdad que la sociedad tradicionalista y de doble moral cobra una factura tanto a los hijos como a los padres de éstos.

Para el doctor Eduardo González, terapeuta de pareja, las relaciones conocidas como de “casa chica” son algo común y obedecen más a un problema de comunicación en tanto que las parejas van con expectativas altamente idealizadas y no comunicadas. Si las parejas tuvieran un medio de expresarse de manera clara lo que quieren, pero sobretodo, si entendieran que la relación de pareja implica el respeto a una individualidad, por principio de cuentas se podría evitar caer en la infidelidad. Para él, los hijos deben de sentirse ante todo amados y entender que la relación con los sus padres es independiente de la relación que el padre y la madre guarden entre sí.

hoy en día la sociedad no nos exige ser padres ni madres de forma obligatoria ni inalienable, y es precisamente por ello, por ser un acto de libertad, en que la responsabilidad de serlo es más contundente y categórica. Más que pensar en seguir transmitiendo un apellido, o incluso en perderlo, de forma inmoral o moral es necesario reflexionar en que estamos tratando con personas cuyo futuro puede ser promisorio si nosotros nos comprometemos a brindárselo por medio de una paternidad y maternidad responsables.

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[soytuamigo]

Marina: Asusta ver tanto resentimiento y fracaso en tu largo aporte, hablas de todo sin mencionar a Dios centro de la vida.

Como cristianos debemos mirar la vida desde el punto de vista de la fe, bajos las tres leyes sagradas que rigen el saber y el entender de los hombres. La ley Natural, la ley Moral y la ley Divina. Si llevamos este razonamiento con los ojos puestos en lo que Dios quiere para el ser encontraremos los caminos justos de evaluación de lo correcto y lo equivocado,

Comenzare diciéndote algo hartamente repetido; para que exista una infidelidad se necesitan un hombre y una mujer, no hay hombres infieles in una mujer adultera y para el caso ambos son infieles o adúlteros, a los ojos de Dios, hacer un manejo viciado y mal intencionado del lenguaje forma parte de plantear la escena ya contaminada de error. El fabricante de libros exitosos consumidos por los tontos como el que citas son aquellos que escriben lo que la gente consume, fabrican victimas que compran un argumento pobre, mezquino y sucio para borrar o justificar su situación.

Seguramente abra miles que como tu se ven reflejadas en una historia parcial en “La casa chica”, pero esa casa chica es mas chica y mezquina que la verdad ocultada en ella. La vida nace de un hombre y una mujer, Dios los hizo así en ese orden, poniendo a la mujer para compañía del hombre y no habrá terapista alguno que pueda definir mejor que El la razón de que sea así.

La paternidad y la maternidad son dones recibidos de Dios, obra milagrosa y maravillosa dada por Dios a la personas, en ella están todas las responsabilidades compartidas, comenzando por el amor que los unió, por la creación de proyectos y por su realización en la vida de matrimonio.

Vuelves a equivocarte separando la cultura latina del resto del mundo, el matrimonio existe desde el Antiguo Testamento y Cristo mismo señala el adulterio como pecado grava y no dice de manera diferente si es hombre o mujer, ambos son adulterios en la infidelidad tanto como en las segundas uniones, que privan a la persona de la eucaristía como Sacramento central de la vida. Separar los sexos para tranquilizar las conciencias es doblemente pecado y por lo tanto grave ofensa a Dios. Las leyes mencionadas son universales y por lo tanto iguales ante los ojos de Dios, cualquiera sea el lugar, país, nación o continente en los que cometan las faltas.

Quien no respeta las tres leyes mencionadas, así este en Alaska o en la Antartida esta enemistado con Dios, no es la sociedad quien legista las conductas de vida, es Dios el ser superior que marca los caminos a seguir, si hubieras leído alguna vida de santo en lugar de el pasquín que mencionas seguramente estarías mas preocupada por lo que Dios diga de tu vida de lo que la sociedad califica como conducta social o costumbre.

La mujer es adultera siempre que mantenga relaciones sexuales con un hombre fuera del matrimonio y de igual manera lo es el hombre, ambos están condenados por Dios y ambos pierden la gracia santificante y viven en pecado, las payasadas o los juegos de palabras para decir que salgo con otro y como estoy castigada por ser mujer no tengo el derecho a tener un proyecto de vida estable, es absolutamente falso. El noviazgo es el periodo del conocimiento, no del sexo anticipado, el matrimonio se lleva adelante por decisión de ambos contrayentes, no por decisión del hombre, una persona que piense como tu autor no tiene derecho a arruinar la vida del otro, debe condenarse a su fracaso sola, sin arrastrar mas almas al infierno.

Quien no sabe amar y hacerse amar es una persona no apta para el matrimonio, el matrimonio es de a dos y esos dos son los que se transformaran en un a sola carne y en un solo corazón, un solo proyecto donde la vida será la realización del amor, la familia y la felicidad.
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"Hágase en mi según tu voluntad “

[marina]

hola!, el texto es de un programa que se llama diálogos en confianza, les puse un poco de lo que trato un programa.

Es importante aclarar que lo que se menciona al inicio de este hilo no es una generalidad ni regla de oro. Es algo que viene por educación de los padres. En México, por ejemplo, se da mucho con base en la cultura machista, en la que el hombre es macho, fuerte

Sin embargo la cultura machista está perdiendo poder y los hombres de nuevas generaciones están más en contacto con sus sentimientos.

lo puse en el contexto secular o del mundo, que generalmente es negativo y co-dependiente ni no en el sentido de la Biblia, pues en la Biblia se trata de relaciones de respeto y armonía, no en contexto secular.

Dios nos da las cosas a su tiempo. Mientras Dios nos da la libertad de escoger con los medios propios que nos dio para discernir en realidad lo que Dios dispone para nosotros necesitamos de una manera u otra hacer mas o menos el discernimiento. Pues hay un dicho que segun "dice Dios, ayúdate que Yo te ayudare". Dios nos envía las cosas, pero al final nosotros tenemos que discernir si eso es lo que Dios quiere para nosotros en realidad y si eso viene o no de Dios.

como católicos todos debemos tener ya en mente, que en el matrimonio esta Dios.
es decir se habla de las malas relaciones para que abras bien los ojos, no se menciona que sean las mejores ni las recomendables.

claro que en todo camino que tomemos, siempre debe ser un paso mas para la santidad, desde que te despiertas hasta que cierras tus ojitos, lógicamente al tomar una decisión tan importante, también se debe tomar en cuenta. si los dos pueden acompañarse en ese camino.
pero estas son reflexiones que pueden servir mucho, en el matrimonio se espera que se crezca en pareja y que se crezca individualmente también

no me refiero a lo católicos que conocen lo que es el matrimonio, sino a personas que regularmente no lo entienden y se llevan por otras razones. Estas personas, que generalmente siguen al mundo secular, confunden el amor con el enamoramiento. hay que saber lo que implica un verdadero matrimonio y que nos dice Jesus sobre este en la Biblia.
estas son algunas recomendaciones o consejos. algo de como darse cuenta de que las cosas van mal.

claro que un catolico practicante, tiene que tener a Dios al 100% en su vida, y todo buen matrimonio debe hacerlo, estos son solo unas cosas practicas . unos focos rojos", tips".
a veces no nos damos cuenta que no vemos al otro como es en realidad.
sin Dios no puede haber felicidad, El es la base de todo-

[soytuamigo]

Es muy importante tu aclaración, yo agregare algo que resulta casi imprescindible cuando se escribe en foros católicos. Al hacer una reflexión socio-cultural de la actualidad de un país en un foro que además de católico es leído en todo el mundo de habla hispana, se debe tener en cuenta que: lo que se mencione como una forma de vida este dentro de lo que la iglesia enseña y guarde relación con lo que la doctrina conserva como formación. Manifestar una manera de vida que pueda o no tener que ver con la realidad actual de una sociedad, pero que desvía las buenas costumbres y el cumplimiento de la ley, es empujar o poner a la vista caminos equivocados a los jóvenes o las personas en general, que podrían imaginarse como una manera aprobada de vida, cuando en realidad es contraria a las tres leyes centrales de la vida.

Es muy importante que en lugar de aportar ejemplos de errores nos concentremos en el aporte de normas de vida correctas, caminos evangélicos, sin discriminar ni hacer diferenciaciones de machismo o feminismo pata disfrazar una realidad.

De tu aporte se desprende algo así como que la mujer es adultera por culpa de los hombres y que los hombres machistas pueden ser bígamos por su condición social, eso no solo es un grave error, sino es una falta grave contra la misma iglesia. Si yo moderara en estos foros hubiera eliminado tu aporte inicialmente. Creo que en definitiva hay que cambiar los hábitos no solo de vida, sino también de lectura y de expresión, la vida la debemos mirar y engrandecer con los ojos de la fe y trabajar para que lo que viven equivocadamente en pecado regresen a la vida en el amor y en la razón.

En tu último aporte hablas del amor y el enamoramiento, quisiera aclarar para que se entienda correctamente deberíamos hablar del amor y de la pasión. El amor es el centro de la vida, Dios es amor, El amor es el alimento del matrimonio, el enamoramiento es el camino para llegar al amor, es el trayecto interminable del noviazgo, por el que se llega al amor, la pasión es lo que arde en la carne , es la tentación, es el camino equivocado cuando no se contiene hasta el matrimonio, la pasión es tentación y pecado durante el noviazgo y es volcán santo en el matrimonio sacramental.

Hay que crear con enamoramiento, vivir en el amor inmenso y darse en la pasión en el matrimonio.
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"Hágase en mi según tu voluntad “