Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - Cuentos deshilachados
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


Cuentos deshilachados

 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Familias Católicas
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
Omar_Perú
Asiduo


Registrado: 13 Feb 2006
Mensajes: 171
Ubicación: Lima, Perú

MensajePublicado: Lun Jun 04, 2007 3:00 pm    Asunto: Cuentos deshilachados
Tema: Cuentos deshilachados
Responder citando

Un cuentito.

Lima, diciembre de 2004

Estoy caminando por una calle de San Isidro, con mi ropita de investigadorcito del cáncer, ósea, un pantalón gastado, brillante, una camisita manga larga y una corbata sencilla, regalo de mi ex – esposa, digo ex por falta de fe o quizá por sobra de realismo, en fin, tristeza que trataré más adelante. Bien, digo que voy por San Isidro y voy a encontrarme con un cliente al que, sin querer, estafaré más adelante. Estoy pensando en mi vida, en mis éxitos como investigadorcito del cáncer, en mi esposa y en otras tantas cosas que perderé más adelante... Me da hambre y entro en la cafetería de Saga y pienso pedir la oferta 1 de KFC, pienso también en lo mal que me caerá y en que no tendré a nadie para que se compadezca de mi, no importa, igual voy, y pago con mi tarjeta de crédito que nunca terminaré de pagar y por la que ingresaré a lista de clientes pésimos más adelante...

En la cafetería he pedido mi pollo y lo como tan tristemente como se puede comer un pollo cuando uno ha perdido a una esposa amorosa, que daba la vida por uno y uno se la pasaba emborrachándose con todo lo que pudiera emborrachar. Aun, miro mi corbata sencilla y mastico con tanta tristeza como se puede comer un pollo en una cafetería, sentado solo, en esas sillas de plástico que son tan frías.

No me atrevo a levantar la vista de allí, no vaya a ser que para mi mala suerte tenga que conocer a alguien, me pongo los auriculares, escucho noticias, dibujo tímidamente un corazoncito con el ketchup, lo atravieso con una papa frita, todo es tan triste... Con el papelito de la cañita hago un gusanito, que al tocarlo con una gota de gaseosa empieza a moverse, pienso en mi andando en San Isidro...

Mi camisa es tan blanca, recuerdo cuando ella se despertaba tempranito y la planchaba con tanto esmero, con tanto esmero, con tanto esmero, que quedaba planchadita, impecable y yo me sentía como un rey y ella me miraba con sus ojazos tiernos esperando un beso, yo la besaba y ella se ponía a saltar de la alegría... Aún es blanca mi camisa, no todo esta perdido, pienso... Aún es blanca pero en los puños ya empiezan a aparecer los pelitos deshilachados del tiempo, las imperceptibles marcas de suciedad que han marcado mi camino. Veo como el botón del puño cuelga tristemente de unos pocos hilos que penosamente apenas lo mantienen colgando, como un diente flojo condenado a caerse en cualquier momento.

Mis manos y especialmente mi mano derecha, despojada del anillo matrimonial, está tan vacía sin la otra mano izquierda de ella, no sé que hacer con mis manos en ninguna mesa, mucho menos que hacer con mis brazos al caminar por las calles, mis manos se han quedado huérfanas de sus manos también y están tristísimas por ello.

Mis zapatos, son los zapatos con que me casé hace un año, ya están doblados, en sus arrugas ya se nota su vejez, están tristes porque ya no los guardo bajo la cama nuestra, junto a los zapatos de ella, por eso se están muriendo de pena.

En mi todo envejece tan prontamente, como la higuera que maldijo Jesús, todo se seca por la falta de su amor. Creo que no me queda otra que morirme.
_________________
Abrazos,

Omar
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Omar_Perú
Asiduo


Registrado: 13 Feb 2006
Mensajes: 171
Ubicación: Lima, Perú

MensajePublicado: Lun Jun 04, 2007 3:28 pm    Asunto:
Tema: Cuentos deshilachados
Responder citando

Hacía muchos años que no veía una cara tan triste en el espejo. Largo rato pasó observando las prematuras arrugas de sus párpados y su frente, su mirada delataba una enorme tristeza, como el anticipo a un llanto que no terminaba de brotar. Los labios a ratos se descomponían en una mueca ridicula, como frunce un niño los labios al llorar. Su cabello, excesivamente crecido y despeinado por el largo trajín del día, su frente brillante y sucia. Encerrado en el baño, se quedó todavía un rato más respirando dificultosamente entre suspiros. La luz de un foco que se balanceaba del techo acentuaban las sombras, eso era precisamente lo que más resaltaba de su rostro, las sombras, unas sombras que le daban un aspecto de muerte, de gris frío gris, ojeras, los pomulos muy salidos y las mejillas muy metidas, pensaba en alguno de los locos de los que antes se había compadecido.

Estaba encerrado en el baño de su casa vacía, cansado se miraba a la cara y evocaba todas aquellas veces cuando se vio riendo triunfante, su mirada desafiante, una mirada que irradiaba luz, una mirada poderosa y llena de amor. Siempre había pensado que esa expresión era la disposición normal de sus facciones, pero hoy había comprobado que en ralidad nunca antes se había visto cara a cara, tan cerca con la tristeza y con la soledad.
_________________
Abrazos,

Omar
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Omar_Perú
Asiduo


Registrado: 13 Feb 2006
Mensajes: 171
Ubicación: Lima, Perú

MensajePublicado: Mar Jun 05, 2007 6:42 pm    Asunto:
Tema: Cuentos deshilachados
Responder citando

Uyyy qué mal final!!! Con la ayuda de Dios, sus oraciones y que yo ponga todo de mi parte, creo que podremos hacer un final más bonito. Very Happy
_________________
Abrazos,

Omar
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Omar_Perú
Asiduo


Registrado: 13 Feb 2006
Mensajes: 171
Ubicación: Lima, Perú

MensajePublicado: Jue Jun 07, 2007 3:25 am    Asunto:
Tema: Cuentos deshilachados
Responder citando

¡Qué dilema! Yo quisiera con todo mi corazón que salga adelante, porque es una persona buena. Pero su forma de ver la vida, de meterse en si mismo, más allá de los hechos concretos que suceden, esa es la trama de su historia.

Me voy a dormir muy contento y agradecido por sus comentarios, saben, he encontrado en este lugar una linda familia, es sumamente grato poder compartir con ustedes de todos los temas, siento que este es un lugar al cual siempre puedo llegar. Dios los bendiga mucho y a todos los que hacen posible mantener a flote esta fortaleza virtual de fraternidad y comprensión.

¡¡¡Bendicionesssss!!!
_________________
Abrazos,

Omar
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Omar_Perú
Asiduo


Registrado: 13 Feb 2006
Mensajes: 171
Ubicación: Lima, Perú

MensajePublicado: Mar Dic 18, 2007 5:33 pm    Asunto: El Manual del Perfecto Fracasado
Tema: Cuentos deshilachados
Responder citando

Hay que reconocer que hay algo en lo que soy insuperable. Soy el Rey en el Arte del Fracaso. Nadie tiene tanto talento para hacer las cosas tan perfectamente mal, de tomar las peores decisiones en los momentos menos indicados. Con cuanta gracia preparo cada una de mis caídas, sobre las rocas más filudas. Con precisión milimétrica apunto a mi corazón las más certeras flechas.

Son años escribiendo este cuento que me está costando la vida, cada párrafo, palabra a palabra, voy contruyendo un castillo inmenso de desesperación y dolor.

Veo una luz, me lanzo a ella…


Titubeos de suicida.

De regreso del trabajo hay un árbol. De él cuelga una cuerda de ahorcado. Roza mi cuello con la delicadeza de un beso. La muerte me ama, y me regala este detalle cariñoso esta tarde.

Unos pasos más adelante, cruzo la pista sin mirar los autos. Disminuyo el paso para percibir el viento, intuyo un golpe seco, salir volando, pero ya estoy en la otra calle. La muerte es una mujer muy caprichosa. Nunca está cuando la busco.

Camino al borde de los puentes, desenfoco la mirada y me inclino hacia el vacío, en el aire siento su mano que juega con mi pelo.

Luego tomo un autobús lleno de gente, siempre en el asiento de adelante, me pongo mal el cinturón adedre, nadie se ha dado cuenta de mis coqueteos con la muerte.

Me hago el dormido, me paso del paradero hasta que la noche está muy oscura y ya estoy muy lejos de casa, camino por barrios peligrosos con la esperanza de que ocurra algún incidente, alguien que me regale el pasaje sin regreso, con tan mala suerte que solo hay una viejita amable que me ofrece una galleta pasada y un caramelo.

De mala gana me ha correspondido este día el amor -pienso- será que ha encontrado otra persona... De hecho, ella ya no es conmigo la de antes, ya no paso semanas enteras sin salir de cama, buscando desesperado su amor en el fondo vacío de las botellas, ni me veo con el mismo rostro de loco enamorado que tenía cuando la amaba.

Camino a casa, los asesinos de sueños venden su mercancía en las esquinas, son sus nuevos amantes, más jóvenes que yo, ella los arrebata sin darles tiempo a llegar a un romance, en lugar de un beso les da una bofetada.

La veo también rondando la silla de ruedas del viejo de la tienda, la veo entrando sigilosa por los agujeros del techo de esa casa pobre, en forma de frío hacia los pulmones agitados del que no despertará mañana.

Al verme, me sigue de cerca, cree que no me doy cuenta de su presencia. Siento su mano sobre mi espalda, me inunda la tristeza. Dirijo mis pasos al bar de la esquina. Hoy volveré con ella.

¡Qué alegría es sentirse amado! Oh vieja compañera, te pido perdón por dejarte de lado. Me dejé cegar por una ilusión pasajera, pero tú siempre me perdonas, y regresas, con tu cara de fondo de botella.

¡Qué cálidos son tus besos que me queman por dentro! Tus uñas me desgarran la carne de las costillas, mis ojos se queman por verte. ¡Aún podría escribirte una canción o un cuento!

La muerte vino anoche por mí, disfrazada de la mujer de mis sueños. Con paciencia me fue torturando, llenando de heridas mortales mi cuerpo, tajo a tajo, beso a beso.

Y yo, ¡aún la besaba más! Se recostó un rato a mi lado, y mientras veía sus ojos huecos, de puro contento me fui muriendo.

Por eso hoy día la muerte ha sido amable conmigo y tuvo un detalle conmigo. Ya no volveremos a separarnos, porque la mujer de anoche se ha ido, y ya sin disfraz puedo verla claramente, al final de esta última copa que estoy bebiendo.
_________________
Abrazos,

Omar
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Omar_Perú
Asiduo


Registrado: 13 Feb 2006
Mensajes: 171
Ubicación: Lima, Perú

MensajePublicado: Mar Dic 18, 2007 5:33 pm    Asunto: El Manual del Perfecto Fracasado
Tema: Cuentos deshilachados
Responder citando

Hay que reconocer que hay algo en lo que soy insuperable. Soy el Rey en el Arte del Fracaso. Nadie tiene tanto talento para hacer las cosas tan perfectamente mal, de tomar las peores decisiones en los momentos menos indicados. Con cuanta gracia preparo cada una de mis caídas, sobre las rocas más filudas. Con precisión milimétrica apunto a mi corazón las más certeras flechas.

Son años escribiendo este cuento que me está costando la vida, cada párrafo, palabra a palabra, voy contruyendo un castillo inmenso de desesperación y dolor.

Veo una luz, me lanzo a ella…


Titubeos de suicida.

De regreso del trabajo hay un árbol. De él cuelga una cuerda de ahorcado. Roza mi cuello con la delicadeza de un beso. La muerte me ama, y me regala este detalle cariñoso esta tarde.

Unos pasos más adelante, cruzo la pista sin mirar los autos. Disminuyo el paso para percibir el viento, intuyo un golpe seco, salir volando, pero ya estoy en la otra calle. La muerte es una mujer muy caprichosa. Nunca está cuando la busco.

Camino al borde de los puentes, desenfoco la mirada y me inclino hacia el vacío, en el aire siento su mano que juega con mi pelo.

Luego tomo un autobús lleno de gente, siempre en el asiento de adelante, me pongo mal el cinturón adedre, nadie se ha dado cuenta de mis coqueteos con la muerte.

Me hago el dormido, me paso del paradero hasta que la noche está muy oscura y ya estoy muy lejos de casa, camino por barrios peligrosos con la esperanza de que ocurra algún incidente, alguien que me regale el pasaje sin regreso, con tan mala suerte que solo hay una viejita amable que me ofrece una galleta pasada y un caramelo.

De mala gana me ha correspondido este día el amor -pienso- será que ha encontrado otra persona... De hecho, ella ya no es conmigo la de antes, ya no paso semanas enteras sin salir de cama, buscando desesperado su amor en el fondo vacío de las botellas, ni me veo con el mismo rostro de loco enamorado que tenía cuando la amaba.

Camino a casa, los asesinos de sueños venden su mercancía en las esquinas, son sus nuevos amantes, más jóvenes que yo, ella los arrebata sin darles tiempo a llegar a un romance, en lugar de un beso les da una bofetada.

La veo también rondando la silla de ruedas del viejo de la tienda, la veo entrando sigilosa por los agujeros del techo de esa casa pobre, en forma de frío hacia los pulmones agitados del que no despertará mañana.

Al verme, me sigue de cerca, cree que no me doy cuenta de su presencia. Siento su mano sobre mi espalda, me inunda la tristeza. Dirijo mis pasos al bar de la esquina. Hoy volveré con ella.

¡Qué alegría es sentirse amado! Oh vieja compañera, te pido perdón por dejarte de lado. Me dejé cegar por una ilusión pasajera, pero tú siempre me perdonas, y regresas, con tu cara de fondo de botella.

¡Qué cálidos son tus besos que me queman por dentro! Tus uñas me desgarran la carne de las costillas, mis ojos se queman por verte. ¡Aún podría escribirte una canción o un cuento!

La muerte vino anoche por mí, disfrazada de la mujer de mis sueños. Con paciencia me fue torturando, llenando de heridas mortales mi cuerpo, tajo a tajo, beso a beso.

Y yo, ¡aún la besaba más! Se recostó un rato a mi lado, y mientras veía sus ojos huecos, de puro contento me fui muriendo.

Por eso hoy día la muerte ha sido amable conmigo y tuvo un detalle conmigo. Ya no volveremos a separarnos, porque la mujer de anoche se ha ido, y ya sin disfraz puedo verla claramente, al final de esta última copa que estoy bebiendo.
_________________
Abrazos,

Omar
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
*Primavera
Veterano


Registrado: 02 Oct 2005
Mensajes: 2918
Ubicación: España

MensajePublicado: Mar Dic 18, 2007 7:46 pm    Asunto:
Tema: Cuentos deshilachados
Responder citando


Se fue la amante, porque llego la Madre, llegó sin tocar la puerta; cuando nuestro protagonista estaba medio sin sentido por la noche apasionada con las ganas de morir.

Esa Madre, empezo limpiando la casa, cantando canciones a la Gloria de Dios, y despertó en él el gemido de lo que soñó mientras creía que moría sin morir.

Dulcemente la Madre se acerco al hijo y él cubrió su rostro asustado...

.-¡¡No!! - exclamó. Y sintio un nudo en la garganta. El nudo de la pena, el nudo de no ser digno de ser amado -

Pero Ella, la Madre, no tuvo miedo de este grito aterrador, que eran como mil posesos que luchaban para que él, nuestro él, prefiriera a la amante a la Madre de Dios.

Continuará...


_________________
*Primavera
http://www.Diosjesustehabla.com PRIVADO

http://www.catholicosonline.com
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email Visitar sitio web del autor MSN Messenger
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Familias Católicas Todas las horas son GMT
Página 1 de 1

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados