"Jesús, el Mesías, es el liberador de su pueblo"

[Orpam Saretnoc Laverz]

Es la imagen de uno que combate por nosotros y nos rescata llevándonos a una situación de vida ("libres de manos enemigas"); una vida conforme a la voluntad de Dios ("santidad y justicia"), al servicio de la obra de Dios ("servirle"). Él nos libera también del "temor", de manera que una vida al servicio de Dios está fundamentada en la confianza en Él y no en el miedo del castigo.

Amigos míos foreros, precisamente las dos últimas líneas del párrafo anterior, (que indicio en cursiva, y que he elegido para vosotros extrayéndolo de un comentario extenso sobre el tiempo navideño), dicen algo importante para nuestra elección en la vida, en la nuestra concreta.

Precisamente esta mañana en la hoja dominical de mi diócesis eclesiástica he visto la foto de unos catorce jóvenes, que han pasado dos días reflexionando sobre la vocación cristiana y personal en cada vida, en la de ellos... y me ha gustado su semblante.
Reflejaban paz, alegría y gozo interior, se veía en las miradas.
No era algo ficticio como a veces vemos en la televisión, en las revistas, en la prensa, o como una muestra de modelos, por así decir, actuales.

El elegir la propia vocación requiere reflexión, oración y meditación personal ¿verdad?
Si nos fijamos en el párrafo elegido arriba lo subrayado en negrita es importante. Ya venía así en el párrafo original, pero estoy completamente de acuerdo yo misma.

Que el 2008 nos lleve a la madurez espiritual suficiente para saber cómo podemos servir a Dios para mejor amar a los hermanos.

Orpam Saretnoc Laverz