La aceptación está en nosotros

[PertenezcoaEL]

Un tema controvertido pasa por mi cabeza, he vivido una experiencia muy curiosa y debo decir que satisfactoria aceptando a uno de ellos en mi hogar para ofrecerle mi respeto y amor, y quería preguntaros cual es vuestra postura como cristianos..

¿Aceptaríais a uno de ellos en vuestro hogar?







¿Les daríais vuestro amor, comprensión, ternura?

[Anorgi]

[PertenezcoaEL]

Lo mío no tiene mérito, le conozco desde jóven. Solía visitar la casa de mi abuela, aunque no se muy bien la relación que les unía..

El caso es que me resultó imposible negarme a sus peticiones, siempre tuvo mucha educación.

[Roy Batty]

Es evidente que esta gente tiene un problema GRANDÍSIMO.

Yo he tenido el placer de ayudar a dos -a uno de ellos, incluso, le dejé dormir en mi cama-.

Es una experiencia muy gratificante y de dignificación de uno mismo -pues no hay que olvidar que si se da de lado a esta gente, se da de lado a uno mismo-.
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[Jeff]

Hombre, yo acogería a una de estas personas si tuviese conocimiento de que no fuesen delincuentes o algo peor. Aunque supongo que usted se está refiriendo a si les haríamos un hueco, por su condición de ser diferentes y eso.

[siempretuamigo]

Cuánta razón lleva, hermano. Que el Santo Padre le bendiga.

[laura downeds]

Una gran iniciativa la suya. Espero que todos abramos nuestras puertas a estos seres de luz y recibamos encantados esa inmensa dote que El Señor les ha dado. Algo se remueve dentro de mi más profundo ser cuando observo a una de estas criaturas.

1 CORINTIOS 13

1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Antes de dejar entrar a alguien necesitado en nuestra casa aseguremosnos de dejar entrar a Cristo en nuestra vida porque

"El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas". (Mateo 12:35)

[Albert R.]

Hola, amigos, Paz y Bien

Yo creo que alojar en casa a una persona de estas características tiene dos vertientes y hay que ser muy ecuánime para saber cuál escoger. Evidentemente se le hace un favor alojándole en una casa con todas las comodidades: ese día comerá o cenará caliente, se le puede proporcionar aseo y será, seguramente, un día feliz para él.

Pero es un gozo momentáneo. También para nosotros. El momento de la despedida (cuando vuelve a la calle, a su miseria) es triste y acaso, para conciencias como la mía, cruel. Todo volverá a ser igual de triste cuando salga de nuestro hogar.

Y esto lo digo porque en mi casa estuvimos haciéndolo durante algunos años, hasta que yo tuve uso pleno de razón y decidí no soportar más el remordimiento que os explico en el párrafo anterior. Hemos preferido visitarles mensualmente en una institución muy sólida que se dedica a atenderlos porque creemos que obrará mejor que un particular. Es emocionante cada reencuentro con ellos, sobre todo por parte de los más pequeños de la familia.


Vamos, en mi casa así lo hacemos y somos felices.

[NIGUNIM]

Hola: yo si he tenido la dicha de acoger en casa a varios de estos peregrinos en la vida. Les puedo decir que siempre es dificil porque siempre surgen buenas razones para no hacerlo. Sin embargo cuando damos el paso podemos encontrar motivos para hacerlo las veces que fuera necesario.
La primera vez se trataba de un hombre que bebía y estaba en un estado muy lamentable. Comió, durmió, charlamos. Le ofrecí la posibilidad de darse una ducha ¡Vaya que costó!, pero salió como otra persona.
Le ofrecí trabajo en el jardín. Bueno, al tercer día desapareció sin dejar rastro. No le vi más.
Después fueron otras personas, distintas. Creo que lo que tienen en común es que no pueden quedarse fijos en un lugar, no se quieren establecer. Me ha sorprendido encontrar escondido en algún rostro desfigurado corazones extraordinarios que se han roto en algún momento y que guardan una voluntad de no sanar sino que ver pasar el tiempo y que todo quede así.
Si alguien tiene la posibilidad de acoger les aseguro que deben hacer el esfuerzo, no por ellos sino por ustedes mismos.
Solo dos condiciones: no alcohol o drogas y no personas violentas.
Bendiciones
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"A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición".
San Juan de la Cruz