María Eugenia Asiduo
Registrado: 27 Sep 2005 Mensajes: 158
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Publicado:
Jue Feb 07, 2008 7:45 pm Asunto:
Hijos para el mundo del futuro
Tema: Hijos para el mundo del futuro |
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Leí el siguiente artículo, los invito a comentarlo:
En este mundo actual lo determinante para triunfar en la vida y llegar a la vida eterna, será, junto con la ayuda de Dios, la fuerza de voluntad y no la habilidad o el conocimiento, como muchos pudiéramos creer. Tener temple, salir de fracasos adecuadamente, hacer de los fracasos un desafío y no una tragedia..., eso será lo que hará que nuestros hijos cumplan con su misión como cristianos.
Un hijo forjará su carácter si percibe claramente la autoridad de los padres.
Con presencia de autoridad los niños y jóvenes a su vez actuarán con autoridad para resolver sus problemas; actuarán por determinaciones. Sin presencia de autoridad nuestros hijos serán débiles de carácter y actuarán por impulsos con los consecuentes problemas de adaptación.
¿Exceso de autoridad? Siempre será mejor exceso que falta de autoridad. El límite de autoridad lo pone la siguiente regla: "La autoridad no debe humillar". Básicamente lo que es el niño o el joven hoy, será el adulto del mañana. De vez en cuando hay que mirar al hijo como un adulto potencial.
¿Queremos que nuestros hijos no sufran? Entonces hay que prepararlos para sufrir. No podemos estarle evitando todo el tiempo todo posible sufrimiento ¿si no cuándo aprenderá? Deben comprender la muerte, los problemas de la vida, los problemas en el trato de sus congéneres. No debemos resolverles todos los problemas, hay que ayudarlos a que poco a poco los resuelvan ellos mismos.
Nadie logra metas exitosas y duraderas sin un poco de sufrimiento. ¿Alguien imagina a un campeón de atletismo que no sufra para lograr sus marcas? Eso se aplica a todo tipo de campeón y a todo tipo de actividad. Siempre hay que pensar que, en parte, no queremos que ellos sufran para no sufrir nosotros, pero les hacemos un daño con miras al futuro.
Hay que enseñarles a hacer ESFUERZOS SUPLEMENTARIOS. Que sepan que siempre se puede un poquito más. Recuerda que nadie recoge su cosecha sin sembrar muchas semillas y abonar mucha tierra.
Es muy importante enseñarles a carecer, es decir a "sentir la falta de" y arreglárselas por sí mismos. Hay chicos que no juegan su deporte si no tienen zapatillas de "marca". Si no aprendes a carecer no aprendes a arreglártelas.
Aunque tengamos para darles el 100%, los chicos deben saber el valor de las cosas. Si no lo hacen de chicos, les será muy difícil de adultos y allí sí que van a sufrir y nosotros también con ellos.
<b>¿Cómo les enseñamos a carecer?</b>
¡Dándoles un poquito menos de lo que necesitan! ¡No hay otra manera! Si no ¿cómo sienten la falta de? Así aprenden a apreciar lo que tienen. Aprenden a no ser ingratos. Aprenden a gozar de la vida porque muchas veces se goza en las cosas sencillas. Aprenden a no ser quejosos.
Una excelente escuela para aprender a carecer (sin morir en el intento) es la mesa del hogar, la comida.
¿Qué debemos darles de comer? ¡Lo que nosotros decidamos que es bueno para ellos! Es no sólo por su bien estomacal, sino que es una excelente forma de que aprendan a carecer, que no sean ingratos, que no sean quejosos. "Mami... no me gustan las lentejas". Si quieren hacerles un bien para la vida, denles las lentejas. Habrá berrinches, no se exalten(autoridad no es gritar), que no coma si no quiere, pero cuando le vuelva el hambre: ¡SORPRESA! ... ¡Las lentejas del refrigerador calentadas!
La comida es una buena escuela del carecer, pues así no serán quisquillosos en sus relaciones sociales, en el trabajo y en el mundo real.
También hay que educarlos en el servicio. Una familia normal es un equipo de trabajo con pocas tareas: tender la cama, limpiar los cuartos, lavar los platos, pintar la casa, etc. Hay que educarlos para que realicen labores de hogar, aunque lo hagan mal al principio. Si no hacen este tipo de servicios luego tendrán problemas. Las escuelas más importantes de liderazgo del mundo enseñan a los jóvenes a carecer, para que sepan y entiendan el mundo y lo puedan liderar.
¿Mesadas? Que sean una cantidad fija, más bien, semanales y algo menos de lo que creen que necesitan. Así aprenden a administrar el dinero. Claro que se deben aceptar excepciones, pero conversadas serenamente.
Construyamos hijos luchadores, no debiluchos sobreprotegidos. Que se superen a sí mismos. Que tomen los problemas como desafíos para mejorar. Recuerden que nadie alcanza altura con un solo vuelo. También hay que ilusionarlos con ideales, metas futuras, sueños para que sean buenos de corazón. Importante también es estar convencidos de que triunfador no equivale a tener "dinero o propiedades", triunfadores son aquellos que son felices en esta vida haciendo felices a otros y logran alcanzar la felicidad eterna. Solamente se alcanza el triunfo en la muerte, al llegar al Juicio y salir triunfantes.
Los hijos con carácter templado, conocimiento del carecer, educados en el servicio y plenos de amor e ilusiones serán hijos triunfadores en el Juicio del Amor.
Los padres tenemos la gran responsabilidad de criar hijos que transformen nuestro mundo, en uno donde reine la libertad, la abundancia, la justicia y sobre todo la esperanza que impulsa a alcanzar la vida verdadera y eterna. |
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David Quiroa Veterano
Registrado: 26 Oct 2006 Mensajes: 2901
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Publicado:
Jue Feb 07, 2008 8:32 pm Asunto:
Tema: Hijos para el mundo del futuro |
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Estoy de acuerdo con gran parte de lo que dice el artículo,
pero no con lo de la comida.
Es una cuestión muy personal que estoy seguro que nadie comparte
(excepto alguien que también haya comprobado que es cierto)
pero la comida "obligada" es tan mala como las obligatorias zapatillas de marca.
Que un niño debe aprender a comer "lo que hay", de acuerdo.
Pero hay que dejarle decidir la cantidad que su estómago naturalmente pide.
Y hay que poner atención en qué cosas no le hacen bien, pero tampoco
hay que obsesionarse con que no coma helados y dulces.
En casa hay un tarro inmenso lleno de galletas y otro igual de grande
lleno de dulces. Y tengo tres niños de 14, 10 y 1 años, con pleno acceso
a ellos. ¿Se vacía el tarro cada día? No. Los niños ya aprendieron
que pueden comer lo que quieran, entonces no se exceden. Y me
sorprenden pidiendo manzanas o zanahorias como golosinas.
Por lo demás, creo que el artículo es bastante acertado. Quizás añadiría
que la mejor manera de enseñar todo eso es con el ejemplo y me gustaría
que hubiera un párrafo dedicado al respeto a los demás, independientemente
de su edad, sexo o condición social, pero eso ya sería gusto mío.  |
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