Orpam Saretnoc Laverz Veterano
Registrado: 10 Oct 2005 Mensajes: 2474
|
Publicado:
Vie Feb 29, 2008 6:21 pm Asunto:
El hacha del leñador
Tema: El hacha del leñador |
|
|
Amigos foreros Jorge, Cruzado (¡cuánto tiempo sin saber de ti!), Nubeia, todos vosotros.
Os transcribo una historia que ha cruzado los mares, no sólo físicos, de forma virtual, sino que además puede cruzar con nosotros a muchos lugares.
¡Podríamos aplicarnos cada uno! lo que creamos de la narración que sigue:
"La enfermedad más difundida en la sociedad moderna y, me parece, también en nuestras comunidades, es el estrés. Esta vieja, sabia historia nos puede decir algo útil...
"Dos leñadores trabajaban en la misma selva y derribaban árboles. Los troncos eran imponentes, sólidos y recios. Los dos leñadores usaban sus hachas con idéntica habilidad, pero con una técnica distinta. El primero golpeaba su árbol con increíble constancia, un golpe detrás del otro, sin detenerse sino para coger aliento raros segundos. El segundo leñador hacía un discreto descanso cada hora de trabajo. Al ocaso, el primer leñador estaba por la mitad de su árbol. Había sudado sangre y lágrimas y no habría resistido cinco minutos más. El segundo estaba increíblemente al final de su tronco. Habían empezado juntos y los dos árboles ¡eran iguales! El primer leñador no creía lo que veía. "¡No entiendo nada! ¿Cómo has hecho para ir tan aprisa si te detenías todas las horas?". El otro sonrió: "Has visto que me paraba cada hora. Pero lo que no has visto es que aprovechaba el descanso para afilar mi hacha".
Nuestro espíritu es precisamente como el hacha de aquel leñador -dice la autora de la narración- . Y nosotros nos arriesgamos a usarla dejando que se oxide. El secreto contra el estrés y, pienso yo, contra la depresión que el estrés lleva consigo, es afilar cada día un poco el espíritu. En nuestra jornada densa de compromisos tendríamos que encontrar algo de tiempo de silencio y de soledad, quizás detenernos un momento y escuchar algo de música. Si tenemos un jardín demos un paseo, sumerjámonos algo en la naturaleza (mejor que dar una vuelta ¡entre los escaparates!!!). Digamos a las personas ¡cuán importantes son para nosotros! Volvamos a celebrar no sólo los onomásticos... los cumpleaños y ¡todas las ocasiones posibles! Intentemos ser amables con todos, también con las personas de casa. Sonriamos. Recemos. Ayudemos a alguien que nos necesita. Leamos un buen libro; también al espíritu, como al cuerpo, hay que alimentarlo.
Probablemente es una lista de cosas obvias y descontadas, o hasta vulgares, pero ¿cuántas personas entre nosotros las hacen de veras?... ¡levanten las manos!"
Gráfica es la descripción. Yo la he releído y he pensado en obsequiaros con su enseñanza.
¡Buenas noches amigos!, aquí ya ha anochecido por completo. Se ven algunas luces por la calle. Dentro nuestro ¿está a oscuras?
Orpam Saretnoc Laverz |
|