La persona humana, hombre, mujer, ha nacido para amar

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos, Narcís Jubany, que fue arzobispo de Barcelona en España, escribió sobre el Auge del voluntariado:
El hombre (la mujer) ha nacido para amar, para vivir aquel amor generoso que consiste esencialmente en darse a los demás.

Tenía razón Rabindranath Tagore cuando dijo que "se nos ha dado la vida y la merecemos cuando la damos".

Hace un par de días estuve en un grupo donde nos unió la celebración de una cena (del hambre) comiendo pan con aceite y sal o azúcar, y dando cada cual lo que voluntariamente quería para ayudar en un proyecto de Manos unida. En el grupo había una mujer bastante joven que sé que va a ir a Perú, durante quince días, para ayudar, ha ido varias veces y le dije que la felicitaba.
Ma respondió: [i]es un granito de arena lo que voy a hacer.
Pero, sabemos que cada voluntario hombre o mujer, joven de edad o menos (sé de una señora inglesa que iba a ayudar a su hija misionera en África, enseñaba el idioma, etc., y tenía más de ochenta años) ayuda y hace lo que puede por otros, sin esperar nada a cambio.

Por eso, ved cuanto dice en síntesis el recordado arzobispo:

"Es evidente que la característica más sugestiva es la gratuidad del servicio: algo que convierte el voluntariado en una verdadera mística. Es el punto más elevado de la generosidad, porque, como escribió Michel Quoist, "si tú te das sinceramente sin esperar nada, lo recibes todo". La generosidad no teme riesgos; al contrario, goza en las acciones concretas de dar, se mueve en la confianza de la creatividad y afronta las dificultades con serenidad y fortaleza.
Desde el voluntariado, las necesidades sociales y las marginaciones, junto con sus causas, "se ven desde otra perspectiva".

No quería olvidar este tema, compañeros, colegas, porque la generosidad es precisamente algo que distingue a la persona joven ¿o no es así?

Orpam Saretnoc Laverz