Ayudar sí, pero no dar sin más porque...

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros, amigos todos los que estáis ahí ahora.
Quizás os sorprenda el título del tema, a mí también me ha sorprendido hoy cuando he oído por radio que en una ciudad nuestra, hay gente del cuarto mundo, no emigrantes, sino de casa, de los nuestros de siempre. Hay gente con estudios, de toda clase, que están por las calles.

Acercarse a ellos, decía una voluntaria que lleva muchos años dedicándose a estos hermanos nuestros, decía repito, que no se puede dar sin más ni más sino que hay que intentar que luchen que se esfuercen, que salgan de la situación en que se ven sumidos. Incluso explicada que con los comedores de las religiosas de M. Teresa de Calcuta tienen la comida asegurada, que en otros aspectos se dejan ir, continuaba explicando que, a veces, se tarda hasta dos años en convencer a la persona a que cambie de actitud, a que trabaje, a que intente superarse.
¿Qué hacer? ayudar, animar, acompañar, tener paciencia, pero no todo consiste en la sopita segura de la noche, en un lugar donde ir a dormir. Porque a veces hasta no tienen ganas de lavarse, de cambiarse, pudiendo hacerlo porque se les da la forma de llevarlo a cabo.

Es triste esto, muy triste, pero seguramente habremos visto a personas así.
Ayer yendo en el metro de mi ciudad, en una salida en que hay bastantes escaleras vi a una persona que tenía como dos trozos de sofá, en el suelo, echado, no era mayor, un hombre con cara despejada, echado con alguna bolsa de plástico cerca (donde tendrá lo que aún tiene), fumando.

¿Quién se va a parar a darle algo? Da hasta miedo, la gente pasa aprisa, en general, y se aleja, en un ángulo, casi sin luz.
¿Por qué toco este tema?
Porque hemos de animar, ayudar, pero no dejar que uno se quede hundido porque le ayudamos a caer aún más abajo.
¿No os parece amigos?

Orpam Saretnoc Laverz