Dos Gorrioncitos

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros moderadores, monik, bedoyita, tommy, todos vosotros, he leído una historia o narración que puede hacernos pensar, la transcribo como la he encontrado:

"Hay momentos en los que me pregunto porqué tiene que existir la diversidad; sería todo más fácil si todas las personas pensáramos de la misma manera, si tuviéramos siempre el mismo punto de vista... y, sin embargo, no es así. ¡Nunca!

Dos gorrioncitos estaban ahí tranquilamente tomando el fresco en el mismo árbol, que era un sauce. Uno se había encaramado a la cima del sauce. El otro en lo bajo en una bifurcación de las ramas. Después de un rato, el gorrioncito que estaba en lo alto, como para romper el hielo, después de la siesta dijo:
"¡Oh, ¡qué bonitas son estas hojas verdes!".
El gorrioncito que estaba abajo lo tomó como una provocación. Le respondió de forma tediosa:
"Pero, ¿estás ciego? ¡No ves que son blancas!".
Y el de arriba irritado:
"¡Tú eres ciego! ¡Son verdes!".
Y el otro desde abajo con el pico hacia arriba:
"Apuesto las plumas de la cola a que son blancas. ¡Tú no entiendes nada! ¡Estás loco!".
El gorrioncito de la cima sintió que le hervía la sangre y sin pensarlo dos veces se precipitó sobre su adversario para darle una lección. El otro no se movió. Cuando estuvieron cerca, uno delante del otro, con las plumas del cuello desaliñadas por la ira, antes de empezar el duelo tuvieron la lealtad de mirar en la misma dirección, hacia lo alto. El gorrioncito que venía de arriba emitió un "¡oh!" maravillado:
"¡Mira por dónde, son blancas!".
Pero le dijo a su amigo:
"Mira, ven un momento allá arriba donde estaba antes".
Volaron a la rama más alta del sauce y esta vez dijeron a la par:
"¡Mira por dónde, son verdes!"."

La moral de esta fabulita dice así: No juzgues a nadie si ante no has caminado una hora en sus zapatos.
He de confesaros -dice la autora de la narración -que a menudo me olvido de ello también yo. Alguno ha hecho notar que cuando se habla hay al menos nueve posibilidades de no entenderse.

¡Lo que quiero decir, lo que creo que he de decir, lo que digo, lo que queréis oír, lo que creéis que oís, lo que oís, lo que creéis que entendéis, lo que queréis entender, y lo que entenderéis!

Cuántos problemas nacen sólo porque no nos acordamos de este particular.
Había una famosa escenita que yo también interpretaba cuando era joven, en la que una decía a la otra:
"Tú ¿me odias?".
"Claro - respondía la otra - ¡Ciertamente!.
"Pero, cómo, ¿ciertamente me odias?".
"Sí, ¡no entiendo qué hay que sea tan grave!".
"Pero, es terrible, ¡tú me odias!".
"Pero, perdona, ¿por qué es terrible si te odio, te oigo muy bien, adelante qué quieres decirme?"...
También a nosotras nos ocurre así...

Hay dos puntos a pensar ¿no es cierto amigos míos?

Quiero esperar que nos hagan pensar de verdad. A todos un saludo ahora que empieza a anochecer y mi ventana queda semioscura.
Que no sea así en mi alma. Ni en la tuya.

Orpam Saretnoc Laverz