Pensemos en el cambio o renovación continua...

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos Mayra, Beatriz, Ilazcano, a ti aún gracias por tu recuerdo personal. Creo que podemos llevar a la oración, amigos todos presentes ahí, ahora, algunas reflexiones teológicas, que he encontrado, sobre el cambio necesario, o mejor "renovación" continua nuestra. Veamos, pues:

Es preciso que reflexionemos porque es indispensable el cambio y meternos en el cambio. Es algo no sólo conveniente, sino necesario.
¿Por qué las resistencias al cambio?
Habrá que analizar los casos y aplicar una buena terapéutica.

Para cambiar no basta un poco de práctica temporal, sino algo en donde mi vida tenga un "choque" que le proporcione darse cuenta de la realidad propia y de lo que hay que hacer para cambiar y ponerse en sintonía con la vida concreta y actual en que vive.


Y, ahora viene lo que podemos pensar y rezar... para vivirlo.

Es urgente mover todos los resortes de la dirección espiritual para dar una dimensión de vivencia a la propia vida: meditar en el Misterio de Cristo y oración.
No basta poseer una ideología de Cristo, sino vivir al ritmo de Cristo. Centremos nuestra atención en Cristo, el que da la verdadera solución a los problemas de hoy.

Y, en este punto quiero comunicaros que un sacerdote, hombre de Dios de verdad, dice muy a menudo, que hemos de colaborar con Cristo, no con los otros, sino con Él. Pensémoslo, pues, y recemos por esto.

Hay que renovar e intensificar la oración como diálogo con Dios, como momento de escucha de Dios... hemos perdido el sentido de vida interior, de espiritualidad, a veces yo creo que sí, y en personas concretas ¿lo notamos?
Es necesario dar testimonio de grupo, de comunidades que se mueven puramente por la vida interior, por el Evangelio. Pero esto de hecho y que se vea.

Naturalmente se refiere el maestro, sacerdote, religioso que se explaya en este contenido, se refiere - digo - a grupos que quieren ser discípulos de Cristo, que quieren orar juntos, que quieren ser ejemplo, que tienden a serlo. No somos santos, pero queremos llegar a serlo ¿o no?

Por eso - dice - urge renovar la oración y la ascesis en nuestras comunidades.

Perdonad, no quería ser pesada, sino haceros partícipes de cuanto creo bueno, no sólo para mí, sino para mis cientos de personas que tengo individualizadas, escritos sus nombres, que presento en la oración a Dios, Padre de todos y a María Auxiliadora, que nos proteja siempre.

Orpam Saretnoc Laverz