Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Ir a página 1, 2  Siguiente
 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Testimonios de conversos al catolicismo
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 6:29 pm    Asunto: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Estimados hermanos

¡La paz este con ustedes!

En el mundo en el que vivimos cada dia se crean más sectas, divisiones entre los protestantes , dividen asi más y más el cuerpo de Cristo, incumpliendo por tanto su voluntad de que todos seamos uno.Estas sectas cada dia tienen más adeptos, como bien nos dicen las sagradas escrituras:

De la misma manera, habrá entre ustedes falsos maestros que introducirán solapadamente desviaciones perniciosas, y renegarán del Señor que los redimió, atrayendo sobre sí mismos una inminente perdición. Muchos imitarán su desenfreno, y por causa de ellos, el camino de la verdad será objeto de blasfemias. Llevados por la ambición, y valiéndose de palabras engañosas, ellos se aprovecharán de ustedes. Pero hace mucho que el juicio los amenaza y la perdición los acecha. 2Pe 1-3

Estos falsos maestros, crean las sectas y atraen a los fieles a ellas contandoles falsas historias de que la iglesia de Cristo primitiva apostato y tubo que ser restaurada , incumpliendo asi la promesa del Señor:

Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo». Mateo16, 16-20

Porque estos falsos profetas, desconocen la verdad y blasfeman contra ella, quieren hacer que las personas acaben igual que ellos:

Pero ellos, como animales irracionales, destinados por naturaleza a ser capturados y destruidos, hablan injuriosamente de lo que ignoran, y perecerán como esos mismos animales, sufriendo así el castigo en pago de su iniquidad. Ellos se deleitan entregándose a la depravación en pleno día; son hombres viciosos y corrompidos, que se gozan en engañarlos mientras comen con ustedes.2Pe 12-14

Mi idea es presentar aqui testimonios de personas que han salido de las diferentes tipos de sectas que existen asi podremos ver como es posible salir de ellas y como el Señor guia a los corazones sinceros y bondadosos hacia la Verdad que se encuentra en su unica iglesia fundada la Iglesia Católica.

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 6:31 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Fuente:Catholic.net

Cita:
MORMONA A CATOLICA:

Buen dia a todos y que la paz de Xto y María estén con todos ustedes.

Quisiera aprovechar este espacio para platicarles brevemente de cómo fue mi conversion al catolicismo hace ya 10 años.

Comienzo por decir que cuando mis papás se casaron, no lo hicieron por ninguna religión ya que por parte de mi mamá, todos eran mormones y por parte de mi papá eran católicos, asi que se tornó la situación un tanto complicada y decidieron unirse sólamente por el civil. Cuando nacemos tanto mi hermana menor como yo, nunca fuimos bautizadas y crecimos en un ambiente en el que nuestras abuelas un domingo me llevaban a una parroquia o a un templo mormón. A la edad de 8 años llegan unos jóvenes a mi casa (misioneros) y me preguntan que si quiero bautizarme, yo encantadísima de la vida les dije que sí pero nunca me dijeron a qué religión me iba yo a unir y mi mamá no tuvo la valentía de decidir por mi; cuando ella ya finalmente me explicó la forma en que me iban a bautizar y a que religión iba yo a entrar me asusté, pero era más mi temor al rechazo de mi abuela materna (que era mormona) y por esa razón decidí seguir adelante.

Nunca fui muchos domingos a la capilla y dejé de asistir por un buen tiempo hasta que a la edad de 14 años me volvieron a invitar pero en esta ocasión lo hicieron los adolescentes y jóvenes que estaban ahi. Para mí resultó muy atractivo el ver tantos chicos de mi edad participando en actividades deportivas que realizan (las conferencias lamanitas por ejemplo) y ese fue un gancho muy fuerte para mi. Tengo que ser honesta y decirles que yo creía ciegamente en lo que me decían, yo sentía que éramos gente elegida porque así nos lo hacían saber y sentir y para ellos no existe nadie más fuera de José Smith y para mi era un orgullo el poder confundir a mis compañeras de clase que eran todas católicas y hacerles creer que la Virgen ni siquiera fué Virgen y tratar de inculcarles mi creencia. Pero Dios me tenía preparada una sorpresa.

Al recordar las primeras enseñanzas de los élderes, vino a mi memoria el hecho de que Dios Padre y Dios Hijo se aparecieron a José Smith en una columna de luz y hablaron con él, pero como éra posible que ese hombre tan igual como todos nosotros pudiera haber visto la cara del Padre sin morir?? Al preguntarle a mis dirigentes lo que me contestaban era que si alguien me estaba influenciando para que yo no creyera más en su fé y de hecho ellos jamás pudieron contestarme a esa pregunta, su respuesta fue de lo más escueta y carente de todo sentido y verdad: porque él era elegido. Fui con mi abuela que era creyente al 100% y tampoco pudo contestarme. De ahi nació en mi una sed grandísima por conocer al Dios verdadero y empezé a comparar la Biblia contra la biblia que manejan ellos y encontré muchas diferencias.

Un día estando en la escuela en período de exámenes, mis compañeras me invitaron a ir con ellas a una parroquia que está cerca a la institución. Al principio me negué con miles de excusas pero lo que no estaba en mi plan, estaba en el de Dios, así que fui con ellas. Al llegar a la parroquia me dió un miedo inexplicable y dudé en entrar pero reuní valor y lo hice... Jamás habia experimentado una paz tan grande como la que ahí sentí, sin saber porqué me puse a llorar y le pedí a Dios que me diera la oportunidad de conocerlo a El y de conocer a su madre a la que por tanto tiempo ataqué sin razón. Para gloria de Dios, un año después me estaba bautizando y haciendo mi Primera Comunión, al año siguiente me confirmé y desde entonces Dios me ha tenido a su servicio como la última de sus hijas, felizmente también les comparto que después de mí, mi hermana menor se bautizó también y después de 25 años de casados, pude finalmente casar a mis padres por la Iglesia.

A lo largo de mi caminar he tenido muchas caídas, pero sé que El no me cuenta cuantas veces me he caído, sino cuantas veces me he levantado y apoyándome en su mano. Para mis hermanos mormones, espero que no tomen esto como una ofensa porque no lo es, antes los invito a que escudriñen realmente las bases de su secta y que el Espíritu Santo les envíe luz para que puedan ver con los ojos del espíritu y saber en donde se encuentran.

Ojalá que este humilde testimonio sirva para dar aliento a otras personas que piensan abandonar la Iglesia universal, antes de que los confundan: lean, busquen, infórmense y verán que es la Iglesia que Xto dejó antes de ascender a los cielos.

Con el amor de Jesús y María:

Rut Noemí


En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 6:33 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Cita:
Porqué dejé a los Testigos
Testimonio de Lis, Una experiencia educativa
Tomado de http://www.apologetica.org/
Como mis padres se separaron y mi mama tuvo que trabajar para darme el sustento, cuando yo tenia 6 años de edad fui llevada a casa de mi tía para que ella me cuidara mientras mi mama viajaba a los Estados Unidos. Esta familia, Testigos de Jehová me acogió muy bien, de mi tía no tengo quejas excepto que sigue la doctrina a ciegas.
Su esposo, anciano de congregación, por muchos años me violaba sexualmente desde talvez los siete años y hasta los once que fue cuando salí de esa casa... Aunque nunca dije nada por temor a que no me creyeran y también por el amor que le tenia a mi tía y a mis primos.
Cuando tenia mas de 18 años se lo confesé a mi madre y de ahí todos los demás familiares se fueron dando cuenta incluidos los Testigos de Jehová; dicho sea de paso, estos nunca hicieron nada, el susodicho sigue siendo anciano de congregación a vista y paciencia de todos los que saben quien es realmente...
En todo ese tiempo yo me consideraba testigo también y predicaba y estudiaba como todos los demás... Deje de serlo cuando salí de esa casa pero volví cuando después de seis años de casada me separe y quise arreglar mi matrimonio de alguna manera. Un año después me bauticé y efectivamente volví con mi esposo con quien ya había sufrido mucho maltrato psicológico y físico y quien seguía siendo así pero esta vez con mas fuerzas. Por cuatro años sufrí mucho mientras la congregación me exigía mas de sesenta horas de predicación y 40 revistas vendidas por mes.
Cuando decidí que ya era suficiente y que me quería separar, los ancianos me dijeron que tenia que quedarme ahí a pesar del maltrato, porque Jehová odia el divorciarse. Como a pesar de todo me separé, fui expulsada de la congregación y además me culparon de la condena que supuestamente mi ex-esposo recibiría por parte de Dios por dejarlo libre para que cometiera adulterio... Y no solo eso, mientras yo tenia que luchar duro para poder sacar a mis dos hijos adelante con un trabajo de medio tiempo y sin medio de transporte, la congregación no sólo le brindo techo y comida a mi esposo sino que hasta le regalaron el carro y le daban dinero...
Ahora no tengo ningún tipo de comunicación con ningún miembro de la congregación, y lo que es mas increíble mi familiares testigos, los mismos que no hicieron nada cuando me violaban de niña esos mismos me condenan ahora por no haber permanecido en ese matrimonio...
¿Qué me quedó de toda esa experiencia?... Añoro estudiar la biblia y asistir a una iglesia pero el daño psicológico y espiritual no me dejan ver con claridad a cual iglesia debo asistir y por si fuera poco me siento culpable y pienso que Dios ya no me quiere y no me va a perdonar. Llegue a la conclusión de que si... Ahí me lavaron el cerebro, me controlaron cada paso que di y que aun fuera de la organización sus enseñanzas me siguen controlando...
Espero que esto ayude a mucha gente para que no cometan el error de creer en este tipo de sectas...
Con cariño
Lis


En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
Berriotxoa
Moderador
Moderador


Registrado: 26 Nov 2007
Mensajes: 3375
Ubicación: A los pies de la amatxu de Begoña

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 6:41 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Muchas gracias por tu idea, me parece genial.

Son historias muy interesantes, ojala nos presentes muchas


Saludos y que Dios te Bendiga.
_________________

Esto es lo que pretendo: esforzarme cada día más en vivir el Evangelio; y cuando no lo consiga, o falte gravemente, empezare de nuevo, con la ayuda de Dios.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado MSN Messenger
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 7:02 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Berriotxoa escribió:
Muchas gracias por tu idea, me parece genial.

Son historias muy interesantes, ojala nos presentes muchas


Saludos y que Dios te Bendiga.


Estimado hermano Berriotxoa

¡La paz este contigo!

Por supuesto este tema no esta terminado ni mucho menos, creo es una forma de darle vidilla a este magnifico subforo, intentare traer más testimonios de estos, también invito a quien lo desee a escribir aqui su testimonio.Con este tema intento ayudar a todos aquellos que intentan salir de las sectas, a que se animen y salgan y encuentren la verdad en el catolicismo, el Señor os esta esperando con los brazos abiertos en su única y verdadera iglesia...ánimo!! Very Happy

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
catholicangel
Asiduo


Registrado: 17 Feb 2008
Mensajes: 391
Ubicación: PERÙ

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 9:38 pm    Asunto: DEJÉ A LOS MORMONES Y AHORA SOY UNA FIEL CREYENTE CATÓLICA
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Hermanos foristas hace casi un año (10 meses para serles exacta) públiqué mi testimonio en este mismo foro sobre testimonios de conversos al catolicismo el cual les presento a continuación:

Cita:
Mi nombre es Yasmín Oré Ramirez, soy de Lima Peru, tengo 23 años y soy graduada en Leyes.
Yo nací en el seno de una Familia Católica y cumplí con tres de los sacramentos importantes dentro de esta Iglesia como son: el Bautismo, Primera Comunión y Confirmación. Sin embargo hace un poco más de dos años (2005) pasé por fuertes momentos de búsqueda espiritual y empecé a frecuentar amistades de la Secta Mormona también llamada Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días, es así que terminaron convenciéndome y me convertí a su fe a los dos meses de investigarla (conocerla).

Sin embargo mi familia nunca llegó a convertirse y yo tuve que seguir sola y perseverante. Durante el tiempo que estuve en esta Secta fui una miembro muy activa y obediente con todos los principios y reglas que ella me imponía. Realmente pensé que había encontrado el Evangelio verdadero pues las dudas que tenia sobre su doctrina las alejaba con los valores cristianos que se me mostraban. Es así que al año y medio de pertenecer a ella me nació el deseo de salir a una misión y fue destinada a servir al país del Ecuador. Lugar donde nunca me imaginé que descubriría muchas contradicciones y secretos anticristianos de la Doctrina Mormona, ni tampoco que en el lapso de esos dos meses regresarían a mi los recuerdos de muchos años de vida católica, ya que puedo decir con certeza que sentí la presencia de la Virgen Maria por medio del influjo del Espíritu Santo que no me dejaron concentrarme por completo en la labor de traer mas adeptos a la secta.
Y como este sentimiento y la razón fueron más fuertes que la manipulación sicológica (lavado de cerebro) que sus líderes realizaban constantemente sobre mi persona, decidí armarme de valor y dejar no solo la misión sino también todo lo relacionado a la Secta (amistades, actividades sociales, etc).
Estando en mi país regrese a la única y verdadera iglesia “La Católica”, asistiendo nuevamente a la misa y es por medio de un boletín que me puse en contacto con el grupo "Apóstoles de la Palabra" para que me ayudaran a fortalecer mi fe y a olvidar todas las falsas doctrinas que se me habían enseñado.

Ahora han pasado cinco meses desde que deje el mormonismo y soy una fiel miembro católica, participo en ella como Catequista y otra vez mi familia y yo compartimos las mismas creencias lo cual nos tiene mas unidos que nunca.
Agradezco a mi Padre Celestial por haberme abierto los ojos a tiempo, también le doy gracias al P. Flaviano Amatulli por haber creado este movimiento ya que a través de las lecciones que me impartieron las misioneras recuperé mi seguridad espiritual, aprendí a leer y amar la Biblia y actualmente también les apoyo propagando el movimiento en las personas que conozco pues me gustaría que todas sepan que la verdad esta en la Iglesia Católica, que la valoren y no sean engañadas por falsas Iglesias. Y como dice en la Biblia “Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella” (Mateo 16,18 )


Ahora se preguntarán que ha sido de mi vida, pues que les digo ha seguido su curso en lo normal. Aún tengo 23 años pero ya estoy a puertas de cumplir los 24, he avanzado más escalones en mi carrera, tengo un trabajo estable y un novio al que adoro con todo mi corazon y toda mi alma.
Sin embargo el camino no ha sido fácil, como todo en la vida lo es creo yo. En primer lugar tuve una etapa de levantamiento espiritual en la cual pues me costo estudio y mucha fe para sacarme las doctrinas aprendidas y practicadas en dos años de vida mormona, pero gracias un grupo misionero católico que el Señor puso en mi camino, pues logre recuperarme y ahora se mucho de doctrina católica y obviamente la practico. Aun sigo apoyando a este grupo en la medida que mi tiempo lo dispone pero nunca los olvido ya que considero que tengo una deuda con ellos para toda la vida.
Luego se me presentaron pruebas muy fuertes relacionadas con la familia, ya que a comienzos de este año fallecieron inesperadamente dos parientes cercanos mios (mi prima hermana y mi abuelita), pero como ya habia tenido anteriormente una prueba espirtual pues lo supe sobrellevar y ayudar a los mios a hacerlo también.
El trabajo que tengo actualmente también me fue difícil conseguirlo,ya que lamentablemnte vivo en un pais donde la fluidez y la estabilidad laboral es lo que mas hace falta, pero gracias a mi paciencia y mucha fe puede encontrar despues de tiempo un trabajo muy bueno y seguro.

Pero lo que nunca olvidare de lo que mandó Dios en estos meses de reactivación católica es la persona que actualmente tengo como novio, ya que el llegó en el momento preciso y cuando más lo necesite, felizmente él es tan o más católco practicante que yo y este tiempo gracias a sus consejos y gran amor me ha ayudado a salir adelante. La historia maravillosa de como nos conocimos la tocaré más adelante , aunque dejénme decirles que cuando la sepan le parecera un pco familiar Cool jejeje Wink

Entonces hermanos(as) como pueden ver la vida da muchas vueltas, pues hace unos años pensé que estaba realmente en la iglesia verdadera y no estaba en mis planes salir de allí, sin embargo el Señor me mostró el camino verdadero y ahora estoy en su unica iglesia fundada por Él " la Católica" y no solo como cualquier miembro en ella sino como una fiel y obediente.
A todo esto , desengaño a toda Secta que suele decir que al salirse de ella pues la vida te irá muy mal, que el mundo se te caerá o que satanás se apoderara de tu corazón convirtiendote en una persona mala y viciosa. Pues no es nada cierto como pueden ver, no solo lo digo yo sino también otros que lograron salir y se convirtieron al evangelio verdadero. Pero no crean eh jejeje Confused a mi también en un tiempo me paso por la cabeza creerme toda esta sarta de cuentos pues como leyeron anteriormente, se me presentaron pruebas, las cuales sino hubiese tenido la convicción fuerte de pertenecer a la Iglesia dque fundo Cristo pues hubiera sido debil y otra vez quiza hubiese regresado. Pero menos mal entendí que no se trataba de ello, pues aveces piensas que la vida es perfecta y hermosa y que no sufriras en nada, eso a veces te inventan las sectas, pero como pueden ver la realidad es otra. Al ser Católica pude ver que no es nada fácil hacer frente a este mundo que te muestra de todo un poco, a veces mas malo que bueno y que hay que aceptarlo tal y como es, sea cual sea la realidad que Dios te haya puesto pero además debemos poner de nuestra parte para hacerlo mejor porque si algo que nunca se olvida Dios de otorgarnos es inteligencia e ingenio para lograrlo Smile . Por eso nunca se dejen engañar y aunque sufran mucho siendo católicos pues no se preocupen, en el momento mas inesperado el Señor te envia las soluciones a tus problemas y poco a poco te va ayudando a ser cada mas fuerte a sus pruebas, de eso estoy segura. Smile


Un abrazo con todo mi amor a todos los foristas que me brindaron su apoyo a traves de sus comentarios y aportes la primera vez que pise el foro catholic y les agredesco de corazon por ser asi , tan buenos católicos como Dios manda.

Saludos, su hermana en Cristo

Yasmin
_________________
VISITA MI BLOG: http://www.exmormoncatolica.blogspot.com/

Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado MSN Messenger
Anastasia
Veterano


Registrado: 02 Mar 2007
Mensajes: 1553

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 10:07 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Yasmin:

Que lindo leerte...

Ahora falta que nos cuentes tu historia de amor jejeje Que le vamos a hacer, soy una romantica incurable Smile
_________________
Anastasia

Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Anastasia
Veterano


Registrado: 02 Mar 2007
Mensajes: 1553

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 10:10 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Para seguir con el hilo, voy a intentar buscar en español la historia de la conversion de Scott Hann, de prominente teologo evangelico (y super anti catolico) a teologo catolico.

Hoy dia enseña en la Universidad Franciscana de Stubenville, y ha hecho muchos programas para EWTN. Su libro, Roma Dulce Hogar (que cuenta su conversion) no tiene desperdicio!!
_________________
Anastasia

Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Anastasia
Veterano


Registrado: 02 Mar 2007
Mensajes: 1553

MensajePublicado: Mie May 14, 2008 10:13 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Aca lo encontre:

http://www.youtube.com/watch?v=bWAJQ5YfR0w&feature=related

Mirenlo, muy bueno!!
_________________
Anastasia

Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Jue May 15, 2008 9:00 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Fuente: Catholic.net
Cita:
Del Mormonismo al Cristianismo
Mormona sin saber por que. Aunque parezca increible, esa fue mi realidad.


Del Mormonismo al Cristianismo
Nací dividida entre dos creencias, por parte de la familia de mi padre son católicos y por parte de mi mamá, mormones. Ellos por muchos años no estuvieron casados por la Iglesia ya que se les había ordenado por parte de mi abuela materna que tenían que contraer matrimonio sólo por la secta mormona para ella poder dar su consentimiento, lo cual ellos no aceptaron y su enlace sólo fue civil. Cuando nacemos primero yo y después mi hermana menor, nunca recibimos el bautismo.

Principalmente yo (que siempre habia sido muy curiosa) iba un domingo a la parroquia con mi abuela paterna y otro domingo a la secta mormona y siendo niña observaba grandes diferencias en cuanto a la celebración, el tiempo de duración, lo que hacían, cómo se vestían y comportaban... en fin. A la edad de 8 años fueron unos misioneros mormones a mi casa (aunque yo no saíba ni quienes éran) y me preguntaron si queria bautizarme, yo muy contenta acepté pensando que iba a pasar por el ritual de la santa Iglesia católica, pero me equivoqué y empezaron a darme mi preparación sobre quien fundó la "iglesia verdadera" segun ellos hasta que se llegó el tiempo de mi bautizo.

Haciendo crecer el mormonismo.

Cabe decir que mi abuela materna estaba por demás, contenta y feliz, ya que yo era la primera de sus nietos que encontraba la "verdad". Puedo decirles que fueron muy pocas las ocasiones en las que asistí con mi familia cada domingo a las celebraciones porque se me hacía injusto que una niña se quedara sin ver su programa favorito, además de que yo no entendía nada de lo que me decían. Pasaron los años y fue de los 14 a los 16 años que tomé una época muy fuerte dentro de la secta, ya que me dí a la tarea de confundir cristianos haciendolos dudar de su fé; aunque en realidad yo no creía mucho en la mía pero era una gran satisfacción sentir que yo tenía el poder de convencimiento para convertirlos al mormonismo, ya que era eso lo que me inculcaban y yo pensaba y creía que así tenía que ser.

Descubriendo a Jesucristo y la fe verdadera

Pero Dios me tenía preparada una sorpresa y me envió un fuertísimo mensaje con la señora que es hoy día mi madrina de bautizo, comparando nuestras biblias ví una gran diferencia de citas y faltante de libros canónicos y mi arma favorita era el libro de mormón, pero como ella decía; no soy una persona estudiada ni en la fé ni en la escuela pero lo que si sé es que ese libro que tu traes, no es verdadero. A partir de ahí nació en mi la inquietud de preguntar a la jerarquia de la secta el porqué me decían que estoy mal, hubo un tiempo breve en que lo lograron pero despertó nuevamente y comenzé a informarme, a leer, a buscar y más que todo, a observar.

El hecho de que me dijeran que cuando tuviera edad casadera tendría que quedarme con un ex-misionero, me hizo pensar que ellos estaban dirigiendo mi vida, lo cuál yo no permito ni permitiré jamás. Un buen dia mi madrina me invitó a una oración de señoras y era el tiempo de Resurección lo cual yo no tenia ni la más mínima idea de lo que trataba ya que yo siempre pensé que Jesús estaba muerto, las señoras me explicaron muy amablemente lo que era e hicieron una oración por mi... Jamás había sentido hasta ese momento tanta paz en mi vida. Desde ese día me sentí con más fuerza para poder hablar de frente a mi dirigente de seminario y decirle que ya no volvería nunca más a ir con ellos, lo cual le ocasionó muchísima tristeza. Mis padres con mucho gusto aceptaron mi decisión y me respetaron en todo momento.

Me siento feliz sirviendo a Dios en la Iglesia que él fundó.

En vano los mormones trataron de hacerme cambiar de opinión ya que fueron varias ocasiones a mi casa con la intención de hacerme regresar, cosa que jamás lograron. Ya para finalizar les comento que al año siguiente me bautizé e hice mi Primera Comunión por obra y gracia de Dios el día de Santa María Goretti en la capillita que lleva su nombre y al año siguiente en enero recibí mi confirmación, unos años después mi hermana menor se bautizó en la misma capillita y hace un año finalmente mis padres recibieron el sagrado sacramento del matrimonio al cumplir los 25 años de casados. Les comparto con muchísimo gusto esta experiencia de mi vida, la cual me hace sentirme feliz porque aún en estos dias y con 25 años de vida, sirvo a Dios en un grupo parroquial para ayudar en la construcción de Su Reinio aquí en la tierra.


Estimada hermana Yasmin

¡La paz este siempre contigo!

Muy bonito y emotivo todo lo que nos has contado, eres un ejemplo viviente de como Cristo ayuda a todos a encontrar la verdad, estoy muy feliz y contento por ti....bueno ya sabes jeje Wink Very Happy

Besos!!!
Cita:
Ahora falta que nos cuentes tu historia de amor jejeje Que le vamos a hacer, soy una romantica incurable

Question Question Rolling Eyes ...más adelante supongo nos la cuente jejeje Wink

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Vie May 16, 2008 12:58 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Fuente : defiendetufe.org

Cita:
Fui testigo de Jehová por 13 años


Fui de testigos de Jehová por 13 años, en mi ceguera, creía ser un diamante valioso -la "verdad" de los testigos de Jehová- le di un martillazo, y ¡zas!... ¡falso! ¡Qué desilusión! .

Por Antonio Carrera

Mis queridos lectores: Pido a Dios que nunca tengan que sufrir el desengaño que yo experimenté al descubrir la falsedad de los testigos de Jehová. Le doy gracias a Dios por su bondad y misericordia, ya que me salvó de hundirme en el ateísmo, como les suele suceder a casi todos los que abandonan la secta de "La Atalaya


Mi desengaño como testigo de Jehová.

Yo, que viví en la Iglesia Católica durante 28 años, y después fui enemigo enconado de ella, he vuelto al seno de la misma. Soy católico, y deseo reparar de alguna manera el daño que hice, escribiendo para alejar a las ovejas del redil de Cristo, contra los falsos profetas llamados testigos de Jehová.

Permanecí 13 años encadenado a la secta y ocupé en la misma altos cargos como dirigente. Entre otros, fui miembro del Comité de la Congregación, superintendente del campo, siervo de la escuela, conferenciante en Bilbao, Durango, Munguía, Guernica, Barcelona, Eibar, San Sebastián, Irún, Pamplona, Burgos, Santander... Organizador de asambleas y orador en las mismas.


Debido a mi carácter entusiasta y celo propagandístico a favor de los testigos, he visitado miles de hogares predicando las falsas enseñanzas de la secta y haciendo proselitismo. Prácticamente he dedicado toda mi vida, durante los 13 años con ellos, pues solamente en concepto de predicar, empleé 3,542 horas, les vendí 570 libros, 580 folletos y 3,700 revistas. Y ¿cuántas personas he captado para la secta? Más podría añadir, pero falta espacio.



Cómo lo hacen a uno "testigo"

Mi caso es parecido a miles de otros que se hicieron testigos. Yo vivía mi existencia normal como católico, con mi esposa y nuestro primer hijo -hoy tenemos tres, Agustín, Noé y Andrés. Esto sucedió en 1961, teniendo yo 28 años, la edad de las inquietudes religiosas. De ese tiempo en adelante, los testigos de Jehová son novedad y noticia en España, y como cualquier cosa nueva, atraen la curiosidad, en especial de personas sencillas y carentes de formación religiosa e intelectual.

En el anzuelo de "La Atalaya" "pican" tres clases de personas: los muy ignorantes, que son la mayoría. Otros que, no siéndolo tanto, son personas inclinadas a lo espiritual, curiosas -como yo- y esto los lleva a experimentar lo novedoso. Los del tercer grupo, yo los denomino "los panzas", estos son los que entran en la Organización esperando sacar algún beneficio.




El primer contacto con los "testigos" suele ser deslumbrador. Te ofrecen ingresar en un grupo en el cual -según ellos- todas las personas son excelentes, bondadosas y amorosas en grado máximo. Las primeras visitas a sus reuniones te aturden con tanto saludo y amabilidades; pero esto dura poco tiempo: después nadie se preocupa de uno, excepto para vigilarlo si falla a las reuniones, o si no sale con frecuencia a visitar los hogares para venderles su literatura. Te ofrecen la salvación por Dios y vivir eternamente en esta tierra, hecha un paraíso después del fin del mundo, que será de un día para otro, aunque lleven 100 años anunciándolo. Entonces, la tierra disfrutará de paz, sin enfermedad ni cementerios, pues nadie morirá. Pero, claro, nadie podrá salvarse... a excepción de los que se hagan testigos de Jehová.

Desde el principio te llenarán la casa de libros, folletos y revistas -cobrándotelos, naturalmente- con las ideas de la secta. Un miembro de la misma te instruirá semanalmente, y ya no te soltarán. El lavado de cerebro que te hacen hará que aceptes lo más disparatado, como dejar morir a un familiar antes que ponerle una transfusión de sangre. Te inculcan odio contra toda religión y gobierno, y esto les acarrea un sin fin de problemas. También rompen con amistades y familiares, y esto hace que se adhieran más al grupo y se fanaticen.




En las cinco horas de reunión semanal, aparte de lo que estudies en casa, te inculcarán predicar más y más, y vender sus libros, ya que el fin del mundo está cerca, y se salvarán solamente los que hagan mucho trabajo a favor de la secta. Y para que llegues a creer todo esto, ponen de "cebo" la Palabra de Dios, la Biblia de ellos, falsificada y mal interpretada.

Esto que a ti, querido lector, te parecerá infantil y sin razón, tiene efecto real en mentes sencillas. Yo, 13 años estuvo encadenado y esclavo de esta organización diabólica, sin voluntad para ver o entender otra cosa que no fuera lo que dimana de ellos, " los testigos".




Desenmascarando a los Testigos de Jehová como falsos profetas
Jesús, nuestro Señor y Salvador ya nos advirtió con estas palabras: Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con piel de oveja, pero por dentro son lobos voraces. Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos. (Mt 7, 15 y 24). ¿Quiénes pueden ser estos profetas falsos y engañadores? Yo probaré que lo son los llamados testigos de Jehová.

Ellos alardean de ser eso, profetas (ver La Atalaya 1962/212/ 15). Y que son falsos, lo podemos comprobar leyendo, en sus mismos libros de años atrás, en los que anunciaron, en el nombre de Dios, acontecimientos que NO se han cumplido. Pero llegan al colmo de la presunción al asegurar que ellos, los dirigentes de la secta, son iluminados por Dios, y ven la verdad con exacta armonía, que Dios les permite entender la verdad (Profecía pág. 199-225) y que las páginas de su revista La Atalaya están revelada por Dios. (Los Testigos de Jehová en el propósito de Dios, pág. 22). Y la barbaridad más grande dicha por los jefes testigos, es que no se puede entender la Biblia si antes no leemos los libros de la "Torre" (Ver La Atalaya, Sept. 15 de 1910).

Antes de pasar a analizar sus muchos cambios, errores e incumplimientos de sus profecías, hay que advertir que los testigos sí intentan justificarse. Por supuesto, nunca dicen nos hemos equivocado, o lo que anunciamos es falso porque no se cumplió. No, porque al haber afirmado que fue Dios quien lo reveló, tendrían que admitir que es Dios el equivocado. Por eso suelen decir que Dios les está dando cada día más luz y entendimiento, y que la revelación les viene progresivamente. Pero si razonamos, comprenderemos que una cosa es revelación progresiva y otra muy distinta es revelación contradictoria. Una cosa es aumento de luz, y otra que nos cambien el foco. Además, ningún profeta usado por Dios tuvo que rectificar por haberse equivocado, ni recibió la luz a plazos.



La segunda venida de Cristo

Primero creyeron que Cristo había vuelto en 1874, pero de forma invisible. Después anunciaron que para 1914 vendría en persona, corporalmente. Observen cómo lo dijeron en 1899: El Plan Divino de las Edades, pág 88, Estudio VI, bajo el título: La Vuelta de Nuestro Señor, su objeto, la Restauración de Todas las Cosas. El primer subtítulo del capítulo dice así: El Segundo Advenimiento personal y Premilenario de Nuestro Señor. La palabra personal en el original aparece con mayúsculas. Como sabemos, Cristo no llegó en 1914. Pero hoy, en su literatura, enseñan que sí volvió, pero espiritualmente, de forma invisible. ¿Qué les parece? Ustedes están en el aeropuerto esperando un familiar y, tras comprobar que no llegó, alguien pretende hacerles creer que sí, que ha llegado, pero espiritualmente, y que ya no lo pueden ver. La mentira siempre se pretende tapar con otra mentira.



El fin del mundo ¿cuándo?

Cuando Cristo estuvo en la tierra dijo que permaneciéramos vigilantes, precisamente porque nadie podrá saber cuándo llegará El, y cuándo será el fin del mundo. Este acontecimiento, sólo conocido por Dios, los testigos lo han profetizado para varias fechas y, naturalmente, en todas han fallado. Han dado 1799, 1874, 1914, 1915, 1918, 1925, 1975.



La caída del Papado ocurrirá en 1914
En Estudio de las Escrituras, de 1889, segunda serie, página 356, profetizaron: la extinción total de esta jerarquía falsa -el Papado- próxima a la terminación del Día de la Ira... que terminará... con el año 1914. Como vemos, el Papado sigue en pie, y los profetas de La Atalaya han fallado.



Resucitarán los Patriarcas en 1925


Este es uno más de los errores mayúsculos de estos falsos profetas. En La Atalaya de 1954, pág. 251/33 dicen así: Nosotros los del resto solíamos pensar que antes, o en el Harmagedón, sería necesario que Jehová-Dios levantara de entre los muertos la nube grande de testigos de tiempo antiguos, los príncipes (calculando que serían sólo 70 en total) para fortalecer a los del resto.

También en el libro Millones que ahora viven nunca morirán, págs. 88-89 y 90-97, dijeron: Abraham Isaac y Jacob y los fieles resucitarán... podemos suponer confiadamente que 1925 marcará el regreso de Abraham, Isaac y Jacob, y de los fieles profetas de antaño.

A tal grado creyeron esto, que construyeron una hermosa mansión para alojar a los patriarcas resucitados, no en Palestina, donde murieron, sino en California (EUA). El costo fue de aproximadamente 50.000.000 de pesetas actuales. Este tema lo trato en mi libro El fraude del fin del mundo.



Los Judíos nunca volverían a ser nación en Palestina

Desde 1879 hasta 1912 enseñaron como verdad de Dios que los judíos sí regresarían a Palestina, y que esto seria una más de las pruebas del fin del mundo. Desde 1932, y usando siempre a Dios como el revelador de estas "verdades" o "profecías", enseñan que no, que los judíos no serían nación en Palestina. La profecía ha resultado falsa, ya que los judíos sí están en Palestina, y sí son nación, y muy poderosa.



Fin del mundo para 1975

El dar fechas parece constituir en los testigos una enfermedad. Por eso, desde 1967, comenzaron a lanzar otra nueva fecha para el fin del mundo o, como dicen ahora, fin del sistema de cosas.

Aseguraron que en la década 1970-1980, sin falta, vendría el nuevo mundo, y Dios destruiría a todos los inicuos de esta tierra. Más aún, esperaban este acontecimiento para mediados de la década de los setenta, precisamente para 1975. Veamos cómo lo dicen en su libro Vida eterna en "Libertad de los hijos de Dios", página 29: Según esta cronología bíblica fidedigna (la de los testigos), 6.000 años desde la creación del hombre terminarán en 1975, y el séptimo período de mil años de la historia humana comenzará en el otoño de 1975. E.C..


Aquí tenemos que, si el milenio tenía que comenzar en 1975, antes tenía que haber llegado el fin. Así se lee en su libro: Asegúrese.... pág. 443: Reinado de mil años de Cristo, precedido por destrucción de todos los Inicuos de la tierra. Y en la revista Despertad, del 22 de abril de 1972, pág. 26, dicen:... a mediados de los años setenta hay una conmovedora esperanza de un magnifico alivio. Justamente 1975.


Lo dicho y más, califica a los testigos de Jehová como falsos profetas.


Cómo descubrí la falsedad y salí de la secta

La Divina Providencia tiene caminos que los humanos no podemos conocer. Y siempre daré gracias a Dios por haber descubierto el engaño y haberme liberado de tal atadura. Después de estar 13 años en posesión de lo que yo, en mi ceguera, creía ser un diamante valioso -la "verdad" de los testigos de Jehová- le di un martillazo, y ¡zas!... ¡falso! ¡Qué desilusión! y qué dolorosa fue esta experiencia.! Quedé vacío espiritualmente, y estuve 4 meses enfermo. Entre los que vieron el engaño y abandonaron la secta conmigo, están mi esposa e hijos, mi hermano Abel, con su familia, y otros.

Sucedió así: tuve una charla amistosa con un testigo de años en la secta, y criticó las enseñanzas de la misma. Me dijo que si yo pudiera leer libros antiguos de la Organización, que ya no editan, podría comprobar una multitud de cambios y errores en sus enseñanzas, las cuales, según ellos, están inspiradas por Dios. Esto me puso en graves dudas, dudas que se confirmaron al examinar por mí mismo siete libros antiguos, del año 1918, que por casualidad cayeron en mis manos.

Ya decidido a cortar con los testigos , quise comunicar mi descubrimiento y las razones para dejarlos, pero no me dejaron hablar. Y sin concederme una oportunidad para retractarme, me expulsaron, acusándome falsamente de sectarismo. Han prohibido a todos los miembros hablarme, con la amenaza de ser ellos también expulsados. De hecho ya han excomulgado a dos por el solo hecho de hablarme.


Ahora soy catolico y doy gracias a Dios por conocer y vivir en la verdad.


En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Sab May 17, 2008 6:44 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

UN DIA TENDRAS QUE VENIR A MARIA:

Hoy presento la historia de un encuentro con María, de puño y letra por José Luis Sansaloni, quien tuvo la gracia de llegar a la fe católica llevado de la mano por la Madre de Dios luego de haber crecido como Testigo de Jehová.


Es difícil saber por qué el Señor ha dicho “yo os escogí a vosotros y no vosotros a mí” y como suele cumplir eso—por regla general—con las personas que menos lo merecen.


Pero una y otra vez leo en su Palabra cosas que me confirman este hecho. Uno de mis versículos favoritos se encuentra en el libro del profeta Daniel en su capítulo 10 verso 12. Allí donde el ángel le dice Daniel—"No temas, Daniel, porque desde el primer dia en que tú intentaste de corazón comprender y te humillaste delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras y precisamente debido a tus palabras he venido yo."—


Pero una y otra vez leo en su Palabra cosas que me confirman este hecho. Uno de mis versículos favoritos se encuentra en el libro del profeta Daniel en su capítulo 10 verso 12. Allí donde el ángel le dice Daniel—"No temas, Daniel, porque desde el primer dia en que tú intentaste de corazón comprender y te humillaste delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras y precisamente debido a tus palabras he venido yo."—



¿Será eso tal vez lo que ha sucedido en el transcurso de estos más de cuarenta años en los cuales han pasado tantas cosas en mi vida? ¿Tendrá algo que ver con esto esa serie de milagros sobrenaturales que me han sucedido y que hacen que la vida que Dios me ha regalado, sea una continua aventura de amor y confianza en mi Dios y Señor?


Pienso… “es posible". El Señor, que siempre ha “manejado mi barca” lo sabe y en mi está el acercarme en temor y reverencia a El, mi amado Padre, que es para mí, mucho más grande que lo que mis torpes palabras puedan jamás explicar. No puedo dejar de nombrar a mi amada madre María, Madre de la Iglesia que me esta compensando con creces, todos mis años de alejamiento de ella.


Manuel, un veterano romero de la Virgen del Rocío, me dijo una vez en Sevilla, hace unos años mientras examinábamos un libro de la romería de esa preciosa advocación de la Virgen y tomábamos unas típicos aperitivos andaluces: “Tu amas demasiado al Señor—allí hizo larga pausa—un dia tendrás que venir a María.”


Aquellas palabras en aquel momento me dejaron perplejo. Sonreí amable pero sarcásticamente. Yo había conocido al Señor a través de una serie de circunstancias maravillosas, que me llevaron en un camino intenso a través de la Iglesia Evangélica, faltaba bien poco para que el Señor me permitiera sentir al Espíritu Santo de manera poderosa en una reunión pentecostal y en aquel momento nadie ni nada podía hacerme pensar que estaba solo a mitad de camino. Yo pensaba—¿Quién necesita a María, cuando se tiene al auténtico Rey del Universo?—Sin embargo, todas esas cosas las iba guardando en el corazón como también hizo en su dia mi amada Madre. Luego recordaría aquella “profecía” dada por aquel rocíero el dia en que Dios me permitió entenderla plenamente. A decir verdad no sé si alguna vez ese amigo se dio verdadera cuenta de lo que me decía o solo fue un comentario sin importancia. Tal vez María puso en el corazón de Manuel aquellas palabras para que me las dijera.


Es bueno que hagamos un breve resumen del camino recorrido que me ha traído a la auténtica Presencia de Cristo en la Santísima Eucaristía.


Los comienzos


Todo comenzó cuando yo tenia cinco años en Septiembre de 1965, cuando recibimos la visita de dos jovencitas testigos de Jehová muy cariñosas y dispuestas, que dejaron a mi madre un folleto titulado “Estas Buenas Nuevas del Reino". Yo todavía no sabía leer muy bien, pero recuerdo la portada, como una luz amarillenta. Recuerdo que mi madre creyó ver en aquella luz una entrada hacia la verdad.


Mi madre era una persona muy religiosa y muy apegada a Dios. En aquellos años me llevaba a la iglesia y recuerdo que me mojaba la frente con agua bendita al entrar y salir de la Iglesia. Se que tenía a Dios muy allegado a su corazón y la visita de aquellas jóvenes, despertó en ella cierto interés, puesto que le presentaron en la Biblia palabras hermosas que pocas personas en España habían escuchado para aquella época.


Unos cinco años antes había bautizado en la Parroquia “Cristo Redentor” del Barrio del Guinardó en Barcelona (España), ciudad donde nací y recuerdo que mi madre entraba conmigo en brazos a esa parroquia, o a otra muy cercana llamada “Mare de Deu de Montserrat".


Esas visitas me llenaban de paz y tranquilidad que experimentaba aun cuando era un niño y que conservo en mi mente de una manera tan vívida, como inexplicable.


Pero ese dia de 1965 todo cambió en nuestra familia, mis padres comenzaron un “estudio bíblico” con los Testigos de Jehová y de esta manera entraron fácilmente en un círculo pequeño de personas amigables sinceras y dispuestas a volcarse en esta familia interesada con toda su buena intención proselitista


En aquella época eran muy pocos los Testigos que había en Barcelona, el número de grupos que se reunían en hogares privados casi se podían contar con los dedos de la mano y nosotros comenzamos a reunirnos con el que se reunía en el barrio de Gracia.


Ahí comenzó mi largo camino de más de 33 años con esta organización. Allí quedaron mis anhelos infantiles de tomar mi Primera Comunión y mi amor por el Catecismo. Las lecciones católicas para niños, que en aquella época estaba comenzando, fueron sustituidas por un libro de tapas anaranjadas lleno de ilustraciones apocalípticas llamado “De Paraíso Perdido a Paraíso Recobrado".


No voy a entrar en detalles de esas mas de tres décadas de “neblina espiritual". Diré solamente que para mí es una organización perfectamente olvidable. Si algún amable lector desea por curiosidad conocer el relato completo de las vicisitudes que el Señor me permitió vivir dentro de los Testigos de Jehová, puede dirigirse al sitio Testigo de los Testigos de José Martín Pérez


17 de enero de 1999


Creo que será más interesante partir de esta fecha clave en mi vida: el 17 de Enero de 1999. Ese fue el dia que entregué mi carta de renuncia al superintendente de la congregación de los Testigos de Jehová donde me reunía. Con esa carta lo perdí todo humanamente pero comencé a andar espiritualmente. Con ese paso se esfumaron todas mis amistades dentro de los Testigos (algunas de esas amistades venían de décadas). Desapareció el favor de mi padre, suegros, tíos y hermanos carnales. Perdí en aquel momento una parte muy importante de mi propia identidad. Llegó un momento en que casi no sabía quién era yo realmente.


Tenía ante mí una libertad inusitada y que nunca creí que podría tener jamás. En ese momento hubiera podido ser una presa fácil del mal. Tenía ante mí una serie de cosas muy apetecibles que nunca se me habían permitido disfrutar, por fin era libre ante el escaparate multicolor del mundo y la carne.


Mas algo comenzó a guiarme con un amor incomprensible por senderos diferentes a los que cualquier otro hombre en mi situación hubiera tomado con su recién estrenada libertad.



Me sorprendía sentir a ese Dios que yo había llamado Jehová por tantos años y que ahora era una realidad clara para mí. Comencé a buscarlo con lágrimas en los ojos. Lo buscaba en lugares fuera la organización de los Testigos de Jehová, donde por toda una vida había creído que Dios moraba.


¡Cuántas veces me dijeron personas conocidas que era un auténtico loco! No podían entender cómo podía continuar creyendo en ese Dios del que ahora por fin me había liberado al dejar a los Testigos. Pero curiosamente El me mostró que su amor por el ser humano está por encima de lo que cualquier hombre pueda concebir. Pude ver que su presencia no estaba limitada a los Testigos de Jehová, como había creído yo en un tiempo.


Y El, mi Buen Pastor con su cayado de amor, empezó a guiarme a las fuentes de aguas de vida… pero aun quedaba mucho camino por recorrer…


Y ese camino pasaba por un abandono total de todas las cosas que hasta aquel momento yo había tomado como verdades reveladas a través del “esclavo fiel y discreto” (como llaman los Testigos de Jehová la cúpula americana de la Sociedad Watchtower). Aunque ya me había dado cuenta del carácter sectario de la organización, aún me faltaban años para desembarazarme de tantas enseñanzas confusas, erradas y vanas.


En mi mente seguían la mayoría de los dogmas erróneos y antibiblicos que me habían acompañado durante toda mi vida. Yo no creía en la divinidad de Cristo, ni en la personalidad del Espíritu Santo, porque nunca entendí el dogma de la Trinidad—la realidad es que los testigos oscurecen adrede esta doctrina para que no se vea con claridad—Tampoco creía en la inmortlidad del alma, a pesar de que en mi fuero interno había algo que me lo confirmaba. Aun quedaba mucho que purgar en mi corazón y fue necesario que el Señor me hiciera de alguna manera “vomitar” toda esa falsedad de mi mente.


Mero Cristianismo


El Señor utilizó mi hambre de saber, para que, a su tiempo, cada uno de los velos fuera cayendo. Aun hoy me asombra, todas las piezas de ese rompecabezas antes tan enrevesadas y complicadas por los disparates que me habían enseñado, fueron tomando milagrosamente su sitio en perfecto orden y mi alma y mi espíritu, por fin empezaban a sentirse en paz. Yo no lo sabía entonces pero Dios estaba infundiendo la fe en mi alma por medio de la gracia.


Uno de los primeros libros que me ayudaron de una manera increíble, vino de un lugar tan lejano de España que aún me parece un milagro. El libro en cuestión se llama “Mero Cristianismo” de Clive Staples Lewis y me llegó un buen dia por mano de un católico incipiente y recién convertido, con unos antecedentes muy similares a los míos y que vivía en aquel entonces en la ciudad de Boston, en Estados Unidos. Un bendito dia vino por Barcelona y finalmente llegó a ser uno de mis mejores amigos. No me cabe duda que ha sido un colaborador incansable de mi ángel de la guarda, mi hermano Carlos Caso-Rosendi.


El libro que el me trajo limpió todo el lastre pesado que habían dejado los Testigos de Jehová en mi mente. Para entonces me faltaba pulir algunos conceptos y aquel libro fue para mí como un carga de dinamita que destruyó toda la mentira largamente acumulada durante más de tres décadas. Curiosamente un libro escrito por un anglicano que—de no haber nacido en Belfast—hubiera sido un excelente católico, fue el que abrió mi mente a la simpleza del cristianismo sin añadidos sectarios.


Realmente no sabía lo que buscaba, ni creía estar buscando nada. No creía en la “religión organizada” y simplemente estuve unos meses disfrutando de algo muy hermoso, una intimidad con Dios, mediante unas oraciones desconocidas para mí hasta aquel momento. No dejaba de llorar mientras hablaba con Él y sentía como si me tomara en su regazo y me llevara hacia un lugar desconocido para mí. Yo simplemente me dejaba llevar, pues sabía que en sus brazos estaba totalmente seguro.


Durante esos meses ya fuera de la secta de los Testigos, devoré los libros cuya lectura ellos prohíben. Por ejemplo el libro “Crisis de Conciencia” de Raymond Franz, el cual corroboró lo que ya intuía. Otros libros, esencialmente evangélicos cayeron en mis manos, puesto que yo era un asiduo visitante de librerías evangélicas. Me dediqué poco a poco a armar de nuevo mi estructura mental cristiana que había desgajado totalmente y empecé de nuevo bebiendo de las fuentes antiguas que no han cambiado en más de veinte siglos. Así fue como a través de libros magníficos y de personas que el Señor fue poniendo en mi camino, justo cuando más lo necesitaba, fui conociendo familias con antecedentes similares a los míos.


El evangelismo protestante


Conocía a la familia Mora, una familia que vivía en Córdoba al sur de España y que habían pasado por una experiencia similar a la mía. Ellos se habían empezado a reunir con un grupo pentecostal y desde allá me concertaron una entrevista con un pastor evangélico de una iglesia independiente, que vivía en mi misma ciudad, cerca de Barcelona. El también llegó a ser una gran bendición para mí. La cosa es que sin darme cuenta estaba reuniéndome con un grupito de personas, en su mayoría de avanzada edad y de una admirable sencillez cristiana.


Mi esposa Elisa que había dejado también a los testigos de Jehová, empezó a acompañarme a esas reuniones y la verdad es que llegamos a congeniar muy bien con aquel grupito y a pesar de sus limitaciones, fueron una gran bendición para nuestras vidas y una parte más del camino que Cristo tenía preparado para nosotros.


Pasado un año de esta situación, durante el cual, mi vida de oración continuaba igual de enriquecida, sentía una cercanía del Señor tan reconfortante, que me sentía como Pedro en el Monte de la Transfiguración. Dios, sin embargo no deseaba que me estancara en ese primer lugar y pronto sucedieron cosas que transformaron mi vida una vez más.


Cuando menos lo esperaba—en cuestión de horas—me quedé sin mi magnífico empleo como encargado en una compañía aérea de transportes. Todo estaba yendo tan bien, había sido con mucho el mejor empleo que había tenido en mi vida, satisfaciente y bien remunerado. Como responsable de un grupo de personas con las cuales me llevaba estupendamente, hacíamos nuestra labor de estibadores aeroportuarios con una sincronía envidiable. A pesar de eso, aquella mañana del mes de enero de 2001, llegó de Madrid el encargado de la compañía y sin darme absolutamente ninguna explicación, me entregó una carta de despido, en la cual me decía que debía dejar mi puesto de trabajo inmediatamente.


Me dio un vuelco el corazón y pase dos días en oración y llanto, sin saber porque el Señor había permitido aquella aparente injusticia.


Al cabo de dos días, el Espíritu me iluminó, efectivamente el Señor no quería que me quedara en ese lugar que me había visto nacer. Aquel magnífico empleo era un ancla que me retenía en ese lugar. Así, como un rayo llegó la inspiración a mi corazón. Efectivamente el Señor quería que levantáramos nuestra tienda como Abraham y nos marcháramos a la tierra que El nos mostraría.


Córdoba nos espera


Córdoba es un bellísimo énclave al sur de España, que conocía muy bien porque el Señor me lo había mostrado a través de varios viajes cuando todavía era Testigo de Jehová.


Está además muy cercano al hogar ancestral de donde vienen mis padres y abuelos.


Así fue que nos pusimos en contacto con la familia Mora y con la iglesia pentecostal donde ésta se reunía. Cuál no fue mi sorpresa cuando me enteré que esta iglesia estaba abriendo un punto de misión en una ciudad cercana a la capital y habían recibido palabra de Dios de que personas de fuera de la provincia serían quienes colaborarían en la edificación de este punto misionero ubicado en Lucena—la segunda ciudad más importante de la región—Así que, ni cortos ni perezosos, sabiendo ya que estábamos en la plena voluntad de Dios, empezamos a hacer los arreglos necesarios para vender nuestro piso recién renovado en Barcelona, para irnos hacia esa aventura emocionante que era colaborar en un punto de misión. Conocimos al pastor pentecostal y al pequeño grupo que formaba esa iglesia incipiente de Lucena y después de orar fervientemente y dejarlo todo en manos del Señor, comenzamos a materializar nuestros planes de marcha.


Durante este tiempo, vimos vez tras vez la ayuda milagrosa del Señor y nuestra confianza en El se vio recompensada con multitud de pequeños detalles que nos aseguraban que estábamos obrando su voluntad. Económicamente, sin embargo, llegamos a tocar fondo pero El nunca permitió que llegáramos a quedarnos sin nuestro pan de cada día. Estos detalles milagrosos, que casi podrían llenar otro testimonio aparte, huelga decirlos en detalle.


Esas son cosas que guarda uno en su corazón y que son tan íntimas y personales, que creo que solo se pueden vivir en el propio interior. Para vivirlos plenamente solo es cuestión de entregarse a Dios que tanto y tanto nos ama, teniendo la plena certeza del cumplimiento de sus promesas. El nunca nos deja ni nos desampara.


De nuestros dos hijos, solo nos acompañó el más pequeño. Nuestro otro hijo mayor David, entonces de diecinueve años prefirió quedarse en Barcelona y aún continúa dentro de la religión en la cual le educamos desde que nació. Nuestras oraciones continúan levantándose hacia el Señor con la plena certeza de que algún dia El lo sacará de allí. Solo es cuestión de tiempo.


Finalmente llegó el momento de empaquetar lo imprescindible y emprender camino a Córdoba. Vinimos algo preocupados, pues nuestra mudanza coincidió con los sucesos del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York y no sabíamos hasta qué grado eso iba a afectar a Europa y a la paz general en el mundo.


No obstante ya todo estaba estaba decidido y nos mudamos aunque todavía la vivienda de Barcelona no se había vendido y nuestra nueva casa aún no era habitable. Estábamos seguros de que era la voluntad de Dios, así que efectivamente fue un paso de fe el que nos condujo hacia el sur de España.


Una vez en Lucena y a la espera de ubicarnos quizá en el local de la iglesia, que aún estaba en obras, o encontrar un apartamento de alquiler llegamos con toda la ilusión del mundo preparados para comenzar una nueva vida en el servicio a Cristo. De momento nos hospedamos en casa de una misionera noruega que vivía sola y que era la esposa del fundador de la “Comunidad de Amor Cristiano” de Córdoba. Ella se ofreció con todo el amor a hospedarnos, se llamaba Lizbeth Fumero y estuvimos con ella hasta que por fin estuvo terminado nuestro hogar algunos meses después.


Fueron tres años realmente gozosos, donde vez tras vez vimos la mano protectora del Señor en acción. Conocimos grandes hijos de Dios y la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas. Fue un tiempo de retiros espirituales, de alabanzas y cantos al Señor. Hasta tuve el privilegio de servir de director de alabanza en nuestra pequeña iglesia pentecostal. Debo decir que no hay absolutamente nada negativo que yo pueda decir sobre este lugar donde nos trajo el Señor. Siempre sirvió para continuar edificándonos y limpiándonos, dejando atrás todo el lastre de doctrinas falsas que habíamos aprendido con los Testigos de Jehová.


¿Qué está sucediendo Señor?


A mediados del año 2004, sin saber ni el cómo ni el porqué empezaron a surgir a nivel de iglesia ciertas discrepancias con el pastor, dado que su modo de llevar la enseñanza empezó a no estar acorde con el sentir general del grupo. La verdad es que todo acabó con una escisión dolorosa entre algunos miembros, especialmente familias completas, así fue como la iglesia se quedo prácticamente sin los colaboradores varones ni sus familias. Poco sabía yo en ese entonces cuán frecuentes eran y son las divisiones en el protestantismo.


Yo me preguntaba porqué estaba sucediendo esto. No entendía muchas cosas, e intenté aferrarme aún a la oración y a la búsqueda de alguna solución a este problema que se nos avecinaba. De hecho hablé en varias ocasiones con el pastor principal de la denominación en Córdoba, contándole en detalle lo que estaba sucediendo para que tomara cartas en el asunto enviándonos alguna ayuda. Queríamos que llegaran hermanos con más experiencia en labores pastorales para colaborar con el pastor que teníamos en Lucena, puesto que las ovejas se estaban desparramando irremediablemente. El hombre me escuchaba atentamente, pero nunca me hizo el menor caso. Creo que él pensaba que el pastor actual estaba actuando correctamente. En suma, se marcharon varias familias magnificas por sus desacuerdos con el pastor. De todos modos yo continuaba aferrándome al lugar e iglesia donde me había traído el Señor, pensando que todo lo que estaba sucediendo era solo una cosa pasajera. Yo sabía que El pondría todas las cosas en orden. A pesar de mis discrepancias con el pastor, nos armamos de paciencia y continuamos adelante esperando que Dios actuara a su debido tiempo.



El Cuerpo y la Sangre de Cristo


Llegó el otoño de 2004. Debo recordaros que nunca había perdido mi relación con mi hermano católico de Boston—que a ese tiempo ya se había mudado a Virginia—Carlos Caso Rosendi. Nuestras frecuentes conversaciones duraban horas. Yo le prestaba atención, pero sus argumentos a favor de la Iglesia Católica en aquel momento carecían de fundamento claro para mí. Siempre fue un gran hermano y un paño de lágrimas al tiempo de nuestros problemas en nuestra iglesia de Lucena. Le doy gracias a Dios por haberlo puesto en mi camino, dado que el tuvo mucho que ver en lo que empezó a acontecer en los meses por venir. En aquellos momentos Carlos empezó a percibir que el Señor estaba preparando algo muy importante en la vida de mi familia. Fue entonces que me envió por correo un Catecismo Católico y el libro “Roma Dulce Hogar” de Scott Hahn. Nada de lo que él me envió tuvo un efecto inmediato en mi modo de ver las cosas, pero luego supe que Dios estaba ya preparando los acontecimientos para otro vuelco impresionante en nuestras vidas. Algo asombroso que sucedería antes de que acabara el invierno de 2004/05.


Esto que voy a comentar no tiene nada que ver con mis discrepancias con el pastor, aunque el Señor en su sabiduría supo hacerlo en el momento oportuno. La cosa es que las celebraciones de la Cena del Señor en la iglesia de Lucena empezaron a espaciarse de una manera alarmante. A veces pasaban dos meses sin que se realizara.


No obstante la vez que la realizamos, quizá sería por el mes de Noviembre, sucedió algo que todavía me intriga profundamente.


Allí estaba el pastor en el púlpito y yo detrás con mi guitarra colgada al cuello junto al grupo de alabanza. En una mano yo tenía mi fragmento de pan de molde y en la otra la copita de mosto. Entonces sentí una punzada en el corazón y unas palabras que me hablaban claramente de algo que yo jamás me había planteado antes, las palabras me decían “Sabes que el Pan que vas a tomar ES MI CUERPO y que la copa que vas a tomar ES MI SANGRE".


Yo escuchaba hablar al pastor y al mismo tiempo Alguien estaba hablando a mi corazón.


Cuando el pastor finalmente dio la orden de tomar el pan y el vino, la voz en mi corazón continuaba hablando, “No te importe lo que los demás piensen, esto que tomas ES MI CUERPO y esto que bebes ES MI SANGRE". Pensé para mi—¿y esto qué significa Dios mío?—Dios continuó hablándome “Hay algo muy grande que falta en tu vida hijo mío, pero no te preocupes y como siempre confía en Mi.”


Sólo un par de meses antes, con toda la confusión que estaba acaeciendo en la iglesia, asistimos a un retiro espiritual. En ese entonces, el Señor me había dado una palabra tan clara como la que me estaba diciendo esa misma noche en la Santa Cena. El me dijo un escueto “Deja todo y sígueme", lo escuche clarísimamente mientras estaba de rodillas en una de las bancas. Entonces le pregunté al Señor —"¿qué quieres que deje Dios mío?—Repetí la pregunta varias veces, pero no me respondió. No obstante mi sentir era claro, debía dejar esa denominación pentecostal, pero yo me resistía y pensé que mi corazón me estaba engañando, tal vez el Señor me quería decir que dejara mi trabajo que trabajara solo media jornada. No sabía qué pensar.


Pero mis sentimientos eran claros. Todo eso lo guardé en secreto, pero ahora, en la noche en la Cena del Señor, El me lo estaba volviendo a repetir: “No te importe lo que los demás piensen … busca mi Cuerpo y mi Sangre.” Pensé para mí…"Esto es imposible. El Señor me está pidiendo algo a lo cual me he resistido siempre ¿Dónde está el CUERPO Y LA SANGRE de Cristo verdaderamente?”


Buscando Respuestas


Al dia siguiente, el lunes 3 de enero de 2005, cuando acabé mi trabajo, me fui a visitar la parroquia católica más cercana a casa. Quería poner a prueba al Señor y saber si eso era verdaderamente lo que me estaba pidiendo. Elegí la Parroquia de Santo Domingo de Lucena, entré un poco atemorizado y me dirigí a lo que yo recordaba como un confesionario, aunque en realidad nunca lo había visto tan cerca, allí había un sacerdote joven y con barba leyendo quizá la Biblia, le dije en voz baja que yo era un cristiano evangélico y que tenía un sentir muy fuerte y extraño y una serie de dudas y de preguntas.


El me dijo que había un sacerdote que podía ayudarme pero que en ese momento no se encontraba en la parroquia—luego me enteré que hablaba del Vicario Diocesano de Córdoba—El sacerdote me informó que en ciertos días el Vicario, Mario Iceta, venía a dar la Misa. Salí del templo un poco inquieto y algo enfadado porque no había tenido la oportunidad de encontrar a esa persona idónea que me sacara de dudas.


El miércoles 5 de enero, fui nuevamente a la Parroquia, pero no entré. Vi a otro sacerdote joven que salía y lo abordé. Le pregunté si él era Mario Iceta, me dijo que no, que él se llamaba Jerónimo y que Mario era una persona realmente ocupada y era difícil localizarlo. Entonces yo le comenté brevemente mi situación. El me miró algo extrañado.


Tan sólo me dijo que el Señor me estaba esperando en el Santísimo allá adentro y que no me lo pensara mucho, que no lo hiciera esperar. Le dí las gracias y me fui una vez más un poco enfadado conmigo mismo, pensando que quizá me estaba equivocando en mis apreciaciones sobre la Iglesia Católica. Dejé pasar esa semana. Ya estaban acabando las Navidades y la fiesta de Reyes y aquel domingo siguiente, el 9 de Enero de 2005 era la reunión de final de año de la Iglesia Pentecostal. Yo ya había tomado la decisión de marcharme una vez que acabara de resumir toda la labor efectuada con el grupo de alabanza y con la contabilidad que llevaba de los diezmos de los hermanos.


Así esperé a dar todos mis informes y sin decir nada a la Iglesia de mis intenciones—aunque el pastor ya sabía desde hacía unos días, aún no lo acababa de creer—saludé a mis hermanos con un abrazo, incluyendo al pastor y a su esposa. Ya no volvería más a pisar esa iglesia.


Al lunes siguiente, el dia 10 de Enero fui de nuevo a la Iglesia de Santo Domingo. Me encontré a los mismos curas jóvenes que conociera en otras ocasiones. Nadie me supo decir nada del tal Mario Iceta y volví a marcharme algo descorazonado. Seguía con unas ganas enormes de saber que quería el Señor de mí.


Comencé a releer una vez más un libro con todos los pros y los contras sobre la Iglesia Católica, intentando mis pasos. Volví a buscar algunos detalles que me habían llamado la atención en el libro “Roma Dulce Hogar", intentando verme reflejado en ellos. La inquietud y la expectación volvieron a apoderarse de nuevo de mí. Sabía que el Señor estaba manejando una vez más los acontecimientos.


El dia miércoles 13, fui otra vez a la Parroquia y vi todo estaba igual. Me dijeron que Mario daría la Misa y nadie me invitó a que me quedara. Nadie intentó hablar conmigo de mis inquietudes, así que opté por marcharme, puesto que aún faltaba media hora para que llegara —en teoría—el tal sacerdote Mario. “Claro, dará la Misa y seguramente después va a salir corriendo", pensé. Me marché a pasear orando al Señor y buscando su guía.


Ese mismo dia a las 7 y 30 de la tarde


Estaban a punto de dar las siete y media de la tarde. No hice más que poner el pie en la plaza del ayuntamiento cuando oí sonar unas insistentes campanas y empecé a ver como algunas personas aceleraban el paso para entrar en otra de las iglesias principales de Lucena, la de San Mateo. No sé por qué nunca se me había ocurrido entrar en ese templo.


Ni corto ni perezoso, viendo que estaban llamado a Misa, me dije que iba a ver qué había de cierto en eso de la Consagración del Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Iglesia Católica.


Aprovechando que mi anonimato lo puse todo en manos de Dios y me dispuse a entrar. La Iglesia es bastante grande, una de las más antiguas de la campiña cordobesa, data del siglo XV y es una maravilla del barroco cordobés. Claro que a mí nada de aquello me impresionaba mucho, aunque al entrar sentí algo muy bonito y especial que no sabría muy bien explicar. Tomé asiento en una banca más bien cerca del lugar donde se suponía que iba a estar el sacerdote. Quería ver que es lo que me tenía que decir el Señor—si es que me hablaba—a través de esa persona. Me impresionaba ver a las personas que tal como llegaban se arrodillaban en otro altar magnifico que había a la derecha y pensé que me parecía mentira que esos católicos le tuvieran tanto respeto a ese lugar que incluso se arrodillaban delante de él—luego supe que era el Sagrario—Me puse a escuchar y simplemente me limité a hacer lo que el resto hacía. Una de las lecturas esa tarde era Hebreos 3, donde dice que si oímos la Voz el Señor no endurezcamos nuestros corazones y que El deseaba que entráramos en su reposo. Me encantó esa lectura que ya conocía. La lectura del Evangelio trató sobre un leproso que acudió al Señor en busca de su misericordia. De ahí en adelante aquel sacerdote joven y lleno del Espíritu hizo un especial hincapié en su discurso. Habló sobre los enfermos, sobre el amor del Señor y sobre cosas que me llegaron al corazón de una manera especial. Esto que escuchaba venía de una Iglesia que yo siempre había considerado como el paradigma de la frialdad. Aquel sacerdote especial fue el que puso el Señor aquel dia 13 de enero de 2005 para que me hablara a mí. Mientras el Padre Leopoldo hablaba, me limité a cerrar los ojos y dejarme llevar por el Señor, pude concentrarme tanto en lo que dijo, que hasta me parecía irreal que estuviera sentado en una antigua y majestuosa parroquia católica.


Acabó entonces la homilía y comencé a observar detenidamente la Liturgia, las palabras que se decían en la Consagración y como respondía la gente. Empecé a ver las hermosas respuestas de la Iglesia “Señor no soy digno de que entres en mi casa…” ¡Qué maravilla! Eso era precisamente lo que siempre me había faltado en el momento de la Cena en la iglesia evangélica, unas palabras precisas y claras que justificaran lo que se estaba haciendo.



Después de la Consagración, el cura bajó las escaleras para dar el Pan y un resorte movió mis piernas me puse en la fila sin saber exactamente si debía hacerlo o no… Llegó mi turno y sin saber lo que decía el cura a las personas que me precedían, oí que a mí me decía “El CUERPO DE CRISTO” … a lo cual yo respondí en mi ignorancia AMEN y tomé la que sería mi primera Comunión. Me senté en la banca y el gozo que sentí en ese momento es fácilmente explicable. Solo sé que lo que estaba entrando en mi cuerpo era el propio Dios y eso era mucho más de lo que yo podía tan siquiera concebir en mi mente… Como si lo hubiera hecho toda la vida, dije lo correcto sin saberlo, fue como un encuentro real con un grandísimo Amigo, con el cual no tenía por qué haber ningún tipo de rodeos. La confianza que Él me ofrecía era la que se da a una persona a la cual conoces de toda la vida… Ese era mi Dios, ese era mi Señor, no cabía la menor duda.


Me marché sin hablar con nadie, necesitaba digerir todo aquello que había experimentado y así lo hice. Pensé que ya habría tiempo de hablar con aquel joven sacerdote que me había impactado tanto y ahora estaba casi seguro que mi lugar cada tarde de ahí en adelante era en la Santa Misa.


Aún quedaban muchísimas incógnitas ¿Qué pasaba con María? ¿Era realmente idolatría la veneración de la Iglesia por la Virgen? No debía olvidar que estaba en Lucena, lugar donde se venera a Nuestra Señora de Araceli, Patrona del Campo Andaluz. Si decidía continuar en la Iglesia Católica tenía que hacerlo aceptando a María tal como la iglesia la aceptaba. Es curioso, pero todas aquellas incógnitas me surgieron aquella misma noche, nada más salir de la parroquia. Necesitaba estar seguro de que el paso que estaba tomando era el correcto, acababa de tomar casi sin saberlo mi primera Eucaristía y esto iba totalmente en serio. No era un juego de niños.


Quería que aquel momento fuera algo muy íntimo entre el Señor y yo. Llegué a casa y tardé poco en acostarme. Quería leer, quería empaparme de todo, quería orar. Necesitaba por sobre todo, orar.


Mi esposa sabía que ya no volveríamos a la Iglesia Evangélica. Ella misma tenía un sentir parecido, pero yo no le había comentado nada sobre mis investigaciones sobre el catolicismo y mucho menos de esta mi primera experiencia con la Eucaristía. Ella quizá no estaba preparada para comprenderme. Yo quería primero estar seguro de lo que hacía y de una vez saber con seguridad meridiana lo que el Señor deseaba. Comenzaría a remar mar adentro, con mi esposa y mi hijo, si fuera posible.


Aquella misma noche, estuve repasando una y otra vez los versos que se leyeron en la Eucaristía, casualmente—aunque nada es casual—hacía dos meses, había comprado sin saber exactamente qué compraba, un Evangelio en una librería de Montilla y cuál no fue mi sorpresa cuando hallé que aquel librito contenía todas las palabras de la Misa y un sinfín de oraciones católicas que me vinieron como anillo al dedo. Ese librito y yo llegamos a ser compañeros inseparables durante todo ese año que acababa de comenzar.


Dios te salve María


Bien pues ahí estábamos mi librito y yo aquella misma noche escudriñándonos el uno al otro—la Palabra de Dios suele escudriñarte—cuando de nuevo se me plantea la incógnita de la Virgen María, cuando leí el “Ave María” en el librito, volví a recordarlo en mi mente como una “amenaza".


Aquella oración que recordaba vagamente desde mi más tierna infancia, el “Dios te salve María llena eres de Gracia” volvía una y otra vez a mí, como si quisiera recordarme que ese era mi próximo reto. Todo ocurrió ese mismo 13 de enero—por cierto que el dia 13, dia tradicional de Nuestra Señora de Fátima, después llegó a ser un dia de referencia clarísima para mí—Ahí estaba yo en la soledad de mi cuarto, con un calor intenso en mi corazón y con una clara invitación a rezar aquel “Dios te Salve María” ¿Qué hacer? Miré a mi esposa dormida a mi lado y comencé a rezarlo rogando a Dios que ella no me oyera, era la única manera de poner a prueba definitiva lo que en realidad estaba haciendo y ese breve rezo, para mí, era una apuesta muy fuerte, estaba poniendo toda la carne en el asador.


Mientras decía palabra por palabra como sintiendo cada una de las sílabas del Ave María, comencé a sentir como una cascada de agua tibia que me caía sobre la cabeza y me recorría todo el cuerpo. Curiosamente eso no lo había logrado sentir en la Eucaristía, aunque fueron otras las vivencias que sentí, pero aquella sensación que me recorrió todo el cuerpo mientras rezaba el Ave María, fue algo impresionante y sobrecogedor.


Acabé mi rezo y le dije a María, que no sabía si hacía lo correcto hablando con ella, pero que necesitaba salvar aquel impedimento que me hacía todavía dudar de que ella tuviera algo que ver con todo esto y si ella era una parte clave de todo lo que yo estaba viviendo en esos momentos, tenía que saberlo con seguridad, puesto que estaba acudiendo a una Iglesia en donde María es una parte fundamental en todo. A esto se agrega que Andalucía, la región donde vivo y a la cual pertenece Córdoba, es la tierra de María por excelencia.


Me quedé durante unos minutos con los ojos cerrados y después de orar y de agradecer al Señor por todo lo que me había hecho vivir me quedé profundamente dormido.


La respuesta en el parabrisas



Me levanté por la mañana y me fui a trabajar. Saqué mi coche del aparcamiento. Recuerde el paciente lector que el vehículo pernocta dentro de casa—este es un detalle importante—Como de costumbre tomé la carretera en dirección al trabajo. No había andado un par de kilómetros cuando cayeron unas gotas de agua que ensuciaron mi parabrisas. Conecté las escobillas para limpiar los cristales y vi con sorpresa que allí debajo de la escobilla había algo pequeño como un calendario de cartera que no había visto la noche anterior al aparcar el coche.


Como estaba en un lugar rural, me detuve y me dispuse a ver de qué se trataba. Solo me faltó saltar y chillar de alegría. En más de 45 años de vida nunca me había encontrado algo así en el parabrisas de mi coche, pero allí estaba: justo la mañana siguiente de mi petición a María. Eso era casi un milagro. En mis manos tenía un calendario perfectamente plastificado (a prueba de lluvia) con la imagen de la Madre del Cielo, sosteniendo un Niño, con una cara de amor difícil de describir y con una leyenda que me decía: “Abre tu Ventana".


Nunca supe qué mano puso ese mensaje en el parabrisas de mi coche, que estuvo aparcado dentro de casa toda la noche. Hay alguien que lo sabe y esa “alguien” estuvo muy atenta a la oración que un hijito suyo le hizo la noche anterior. Gracias te doy siempre Madre del Cielo, por haberme hablado tan claro aquel día.


Ahora ya sí que no tenía la menor duda. Esa era la decisión que el Señor y su Santísima Madre deseaban que tomara, ahora solo quedaba explicárselo a mi esposa Elisa y a mi hijo Cristian, una vez más comenzaba un nuevo reto en mi vida como cristiano.


Aun no había puesto todas mis cosas en orden con respecto a la Iglesia Católica. Ella me estaba abriendo los brazos, pero había que hacer las cosas bien. Por supuesto mi deseo era empezar a asistir cada noche a Misa, pero al dia siguiente quise hablar con el padre Leopoldo, el cura joven de San Mateo que me dio mi primera Comunión sin saberlo. Quería explicarle cual era mi situación y lo ví ese mismo fin de semana. Después de un par de horas de conversación observé vez tras vez su sorpresa mientras le iba contando el trato del Señor en mi vida. Finalmente optó por decirme lo mismo que me habían dicho los otros sacerdotes. Debía hablar con el famoso vicario del Obispo, Mons. Mario Iceta y él me indicaría qué hacer.


Afortunadamente mis padres me bautizaron como católico a los quince días de mi nacimiento. Sin ellos saberlo me habían regalado la Gracia de Dios en el Sacramento del Bautismo y todo ese tiempo había estado ahí latente esperando que esa semilla germinara definitivamente. Tuve que solicitar mi Partida de Bautismo a la parroquia Cristo Redentor de Barcelona para poder presentarla en el obispado y así ser recibido en la Iglesia de una manera correcta.


17 de abril de 1960—Domingo de Resurrección


¡Qué tesoro llegó a mis manos el dia que recibí aquella partida de bautismo! Allí vi las firmas de mis padres—ahora fallecidos—de mis padrinos, que fueron mi abuela y uno de mis tíos, del párroco que me bautizó aquel 17 de Abril de 1960, precisamente el Domingo de Resurrección de aquel año. ¡Bendito día! Todo eso empezó a pasar por mi mente como una secuencia de imágenes que me hicieron llorar de alegría. Me daba cuenta que mis jóvenes padres me habían hecho sin saberlo, el mejor regalo de mi vida, el Sacramento del Bautismo.


Finalmente conocí al vicario quien me dijo que durante este tiempo hasta ser recibido formalmente por la Iglesia, debía abstenerme de tomar la Eucaristía, que le entregara al Señor ese pequeño sacrificio y que en breve quedaría todo solucionado. Así que durante unas semanas seguía asistiendo a Misa diariamente sin participar en la Eucaristía, llevaba mi librito de oraciones y así me aprendí en poco tiempo todas las palabras de la Liturgia, fue un gozo ver como todos los presentes interactúan con el sacerdote al responder también con sus palabras.


Llegó de nuevo otro dia 13, en este caso del mes de marzo de 2005. Me llamó Mons. Mario Iceta a la Parroquia de Santo Domingo y allí, en una ceremonia muy íntima, delante de la imagen del Cristo de la Sangre di mi profesión de Fe delante de dos testigos. Uno de ellos fue aquel primer sacerdote de barba que me encontré en el confesionario leyendo la Biblia la primera vez que entré en aquella parroquia. El Cristo de la Sangre una obra impresionante legada hace siglos por un taller indígena de Nueva España (México) y hecha con medula de maíz y madera de acacia. Ahí recibí los abrazos y la alegría de los tres hermanos en presencia del Cristo de la Sangre en aquel momento tan especial y tan intimo.


Comenzó una nueva etapa en mi vida, alimentado con la Eucaristía estaba emocionado porque sabía que el Señor ahora iba a continuar su obra en mi, perfeccionando y puliendo todas mis aristas, que son muchas. Mi esposa y mi hijo que estaban como espectadores observándome extrañados ante la decisión tan inverosímil que había tomado. Decidimos de nuevo mudarnos a un pueblo cercano, Priego de Córdoba y olvidar nuestro pasado evangélico en Lucena, como una etapa más de nuestro crecimiento y acercamiento al Señor. Sin resentimiento alguno, agradecidos al Señor por habernos permitido tener la compañía de nuestros hermanos evangélicos.


A los pocos meses de nuestra llegada a Priego en el verano de 2006, le propuse a mi esposa Elisa que visitáramos algunos Santuarios Marianos, para agradecer a la Virgen por su amor de Madre. Mi esposa aunque era totalmente incrédula, deseaba viajar y poder ver a sus padres y a nuestro hijo en Barcelona, así que accedió a acompañarme. Estuvimos en la Abadía de la Virgen de Montserrat, Patrona de Catalunya. Pasamos por Zaragoza y estuvimos en el Pilar. Posteriormente fuimos al Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Portugal.



En este último lugar sucedió algo impresionante al tiempo de regresar. Elisa me dijo que con todas las reservas e incredulidad del mundo, le había dicho a la Virgen de Fátima que si era verdad que ella tenía algo que ver con mi conversión, que nos uniera en la misma fe y que le prometía que—si así sucedía—volveríamos juntos de nuevo a verla allí a Fátima. Yo no acababa de creerme lo que me estaba diciendo mi esposa y sonreí para mis adentros y me dije a mí mismo que no tardaría mucho en ver otro nuevo milagro del Señor y de la Virgen.


Mientras tanto nuestra vida en Priego, comenzó a tomar un derrotero diferente y bendecido, bajo la dirección del Espíritu Santo, dejé mi trabajo comercial tan lejos de la voluntad de Dios y realicé un curso de la Junta de Andalucía para capacitarme como Auxiliar de Geriatría. Una vez más tuve que dar un paso tremendo de Fe, sin saber que me iba a deparar el futuro. Con mi edad y las circunstancias que me rodeaban no sabía si podría dedicarme al cuidado de ancianos y personas discapacitadas que necesitan tanto amor y cuidados. No cabe duda que el Señor ha vuelto a ubicarme de nuevo en el lugar que El deseaba, pudiéndome dedicar de toda alma a esta labor que actualmente me tiene ocupado en dar a los demás lo que el Señor me ha regalado inmerecidamente.


Otro momento muy especial para mí, fue el dia en que recibí la Confirmación por el Obispo de Córdoba, el dia 30 de septiembre de 2006, ese crisma que recibí en mi frente, sé que es la confirmación de ese sello indeleble que pusieron mis padres en mi el dia que recibí las aguas bautismales siendo yo solo un bebé.


La promesa


Vuelvo a la promesa de mi esposa a la Virgen de Fátima. Sabía que la intercesión de nuestra Madre no se iba a hacer esperar mucho. Pasados tres meses de nuestro viaje, en el mes de noviembre del año 2006, Elisa una vez más y por un cúmulo de circunstancias—que sólo el Señor y la Virgen pudieron organizar—me acompañó a un Cursillo de Cristiandad en el Hogar San Pablo de Córdoba ¿Qué sucedió allí? El Señor le habló y la abrazó en el Sagrario de una manera especial y le entregó también al maternal amor de la Virgen María. Después de aquellos tres días de Cursillo, Elisa se transformó. El Señor puso a las personas y sacerdotes idóneos en nuestra vida una vez más y así pudo ella dar su profesión de fe delante de toda la Iglesia en enero del 2007. Sin duda fue un momento de muchísimo gozo en los cielos.



Como añadido a nuestras alegrías debo comentar que tuvimos algunas conversaciones profundas con la familia Mora, aquella primera familia evangélica de Córdoba que nos ayudó a unirnos a la Iglesia pentecostal. Dios nos dió la gracia de que ellos también abrazaran la Fe Católica, en especial Mariángeles y su hija Judit, quien tomó su primera Comunión este pasado mes de mayo. El amor de nuestra hermana Mariángeles por la Virgen y el Señor me han sorprendido muchísimo.


Luego una de mis hermanas, Sara, junto con sus dos hijos fueron bautizados en la Iglesia Católica de Lérida después de su experiencia como testigo de Jehová y de algunos años apartada cualquier clase de religión. Una vez más Cristo y María, los han recibido también con los brazos abiertos. Gracia sobre gracia el Señor sigue edificando nuestra fe.


13 de mayo del 2007—Un dia feliz


El colofón de nuestro testimonio tuvo lugar el pasado dia 13 de Mayo de 2007 en el 90 aniversario de las Apariciones de Nuestra Señora de Fátima, cuando después de veintiséis años unidos civilmente, mi esposa Elisa y yo pudimos sacramentalizar nuestro matrimonio en la Parroquia de la Asunción de Priego. ¡La verdad es que no podíamos habernos casado en otro dia! Con la presencia de los sacerdotes y matrimonios que el buen Dios ha puesto en nuestras vidas presentamos nuestro amor al Señor.


Sé que todavía nos quedan muchas cosas por ver y muchos milagros que vivir. Ahora, ya unidos en Cristo y María a través de su Iglesia, recibiendo ambos mi esposa y yo la Eucaristía y el resto de Sacramentos con regularidad y entregando a Dios nuestras vidas a diario, solo confiamos en que nuestros dos hijos David y Cristian, en Barcelona, puedan algún día recibir estas mismas bendiciones que nosotros hemos recibido. La experiencia de más de cuarenta años nos dice que todo es cuestión de amor y de oración.


José Luis Sansaloni

Fuente: http://religionenlibertad.com/blog/index.phpblog=15&p=362&more=1&c=1&tb=1&pb=1#more362

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Sab May 17, 2008 7:00 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Estimados hermanos

¡La paz este con vosotros!

Ahora pondre el testimonio de una ex miembro de la secta Cienciologia, una de las sectas más peligrosas y destructivas que hay, y como logro salir de ella, porque siempre siempre se puede buscar la Verdad, y siempre siempre se encuentra esta en la única iglesia fundada por Cristo, la Iglesia Católica.

FRANCESCA: «ME DI CUENTA DE LA NADA CON LA QUE HABIA LLENADO MI VIDA»

Ex adepta del grupo destructivo Cienciología, fundado por Ronald Hubbard

MILAN, 7 abril (ZENIT.org).- «Conocí Cienciología en los años ochenta en
Milán. Tenía 30 años y estaba separada y con un hijo. Trabajaba pero estaba insatisfecha e inquieta. Aparte del matrimonio, mi vida me parecía un fracaso. Un día me encontré entre las manos una hoja publicitaria que
invitaba a "conocerse a sí mismo". Fui a hacer un test con 200 preguntas.
Al final, me dijeron que era inestable e infeliz porque no podía expresar
todo mi potencial».

Así comienza la aventura de diez años que pasó Francesca en Cienciología.
Un grupo que en algunos países del mundo disfruta del reconocimiento como nueva religión y de la exención de impuestos. Con el mismo colaboran personajes como John Travolta. La ha revelado ahora al diario italiano «Avvenire».

Francesca ha salido hace tiempo de Cienciología. Cuenta con serenidad la
experiencia. «Tras veinte lecciones sobre "anatomía de la mente humana" se me acercaron personas que me contaron cómo la Cienciología había cambiado sus vidas mejorándolas y me invitaron a hacer más cursos. Aprendí que era un "tethan", un ser actuante y consciente pero a causa de mis "aberraciones" (es decir los traumas de mi vida) estaba atrapada en un cuerpo y había perdido conciencia. Mi existencia estaba constituida por una cadena interminable de vidas precedentes, en las que había seguido perdiendo conciencia. Ahora, sin embargo, gracias a Cienciología, podía salir de esta espiral para alcanzar la libertad total. Esta perspectiva de libertad, de dominio sobre la realidad, me fascinó. Además, practicar Cienciología no era abrazar ciegamente una creencia sino seguir un método científico probado por muchos con éxito. Este no ser una fe sino una ciencia me daba seguridad».

A Francesca le dijeron que el mejoramiento le vendría través de una serie de grados en el Puente o Camino hacia la felicidad. Cada grado es un nuevo curso y nuevos dineros que hay que pagar ala organización. «Hay una técnica para todo y un coste para cada técnica, coste que sube a medida que se avanza por el Puente».

Tras algunos meses, Francesca decide que esto es lo más importante de su vida, abandona el trabajo y confía su hijo a una pariente. Entra en la
organización de la Cienciología donde la hacen trabajar 12 ó 15 horas al
día por muy poco dinero. No se preocupa porque tiene el dinero de la
liquidación y además, piensa «dentro de poco seré tan capaz y libre que
podré hacer lo que quiera».

Pero las cosas no van como había pensado. Cuando llega a la condición de «claro» (un nivel de conciencia y libertad capaz de hacer a la persona
autónoma) experimenta una gran alegría que le dura poco: «me parecía en realidad estar exactamente como en el punto de partida. Yo me decía que en los niveles superiores resolvería mis problemas pero siempre se va adelante y el Puente no acaba nunca».

En aquel momento debía ir a Copenhague para pasar el nivel OT3, llamado el «muro de fuego». «Trabajé muchísimo para lograr mi nivel OT3 aunque cada vez más me parecía ciencia ficción y no ciencia. Pero estaba ha habituada a pensar poco y a fiarme totalmente de los escritos de Hubbard. Volví a casa y no olvidaré aquel viaje porque empecé a tener perturbaciones mentales que antes no había tenido nunca: sentido de asfixia, pánico, incapacidad de mantener el control de mi conciencia. Luego he sabido que otros tuvieron perturbaciones semejantes al acabar el OT3».

Al llegar a Italia, se sentía cada vez más fuera de la realidad: «creía que
habría sido libre y en cambio me encontraba incapaz de resolver las cosas más banales de mi vida cotidiana. Mientras tanto, tras cinco años, el dinero de la liquidación se había acabado y yo no podía hacerme cargo de mi hijo. Decidí salir pero no fue fácil. Me hicieron acusaciones de todo tipo, intentos de hacerme confesar cosas que no había hecho, la amenaza (para mí gravísima) de no poder practicar nunca más la Cienciología por toda la eternidad (por tanto me negaban la vida eterna). Me dijeron incluso que usarían todo lo que dije en las sesiones de "auditing" (una especie de confesión ante un rudimentario detector de mentiras llamado "E-meter") sería publicado. Mientras tanto, me llamaban por teléfono muy amables diciéndome que yo era tan estupenda que justamente ahora no podía abandonar. Me fui durante algún tiempo a un lugar escondido porque me sentía acosada».

La conclusión de Francesca es elocuente: «Se entra en Cienciología para
autorrealizarse y uno se convierte en completamente dependiente de esta "ciencia". Para entrar en la organización avanzada, yo había firmado un contrato de dos mil millones de años: estaba completamente fuera de la realidad. La noche en que cumplí 40 años, me di cuenta de la nada con la que había llenado mi vida. ¿Y mi hijo, y mi trabajo? Con un terror mezclado con alegría, comprendí que tenía que comenzar todo desde el principio»

Fuente: apologetica.org
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Sab May 17, 2008 7:08 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Hermanos

¡La paz este con vosotros!

Me gustaria mucho que alguien pusiera algún testimonio de conversión de adventista a católico, he estado buscando por internet y la verdad encuentro muy poco sobre ello...si alguien se anima se lo agradecere, asi el tema estara más completo jeje Wink

¡Que Dios les Bendiga!
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Dom May 18, 2008 6:46 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Hermanos

¡La paz este con vosotros!

De adventistas he encontrado algo pero poco, me gustaria conocer alguno más si alguien puede ayudarme se lo agradecere.

Ahora os presento el testimonio de Bruce Sullivan que pertenecio a la Iglesia de Cristo también conocida como Campbellistas, una de las muchas sectas protestantes que existen.

Fuente:
http://religionenlibertad.com/blog/index.phpblog=15&p=417&more=1&c=1&tb=1&pb=1#more417

DE CAMPBELLISTA A CATOLICO
Hoy les presento las historia de la conversión de Bruce Sullivan, ex-predicador protestante (campbellista) en Kentucky, EE.UU. que se convirtió al catolicismo luego de largos meses de diálogo con sacerdotes y laicos. Bruce es autor del libro “Cristo en su Plenitud” que he traducido al castellano y está en espera de quien lo publique. Bruce es invitado frecuentemente a los programas de EWTN la Red de la Palabra Eterna. Este artículo es un poco largo pero muy interesante pues muestra como Bruce superó la desconfianza que le inspiraba el catolicismo por medio de examinar las cosas a fondo a pesar de muchos obstáculos.

Me han pedido que escriba un somero relato de mis antecedentes personales. Comenzaré con una afirmación que le hice a una amiga mía en 1993. Le manifesté a esta buena amiga mía, “Mira, Sharon. Si tú o cualquier otra persona me demuestran -con la Biblia- que la Iglesia Católica es la que Cristo fundó, mañana mismo me hago católico.”


Mediante este audaz desafío, tenía esperanzas de inducir a mi amiga -devota católica- a encarar una serie de estudios evangélicos de la Biblia. En cambio, ella me entregó una copia de “Catolicismo y Fundamentalismo” de Karl Keating y así comenzó el fin de mi carrera como predicador fundamentalista.



Mi deseo es compartir con ustedes mis antecedentes personales, mi peregrinaje a la fe católica y lo que descubrí en su Iglesia. Me crié en el Sur como Bautista del Sur. En nuestra familia, asistir a la iglesia tres veces por semana era moneda corriente. Le estoy eternamente agradecido a la Convención Bautista del Sur (de los Estados Unidos) y a mi familia por infundirme las Sagradas Escrituras, por guiarme a Cristo e inculcar dentro de mi alma la convicción de lo que este mundo más necesita es a Jesús. Pero no fue hasta que ingresé a la universidad que empecé a preguntarme cuáles eran mis creencias y, lo que es más importante, por qué.


Así, en 1980 ingresé a la universidad en Auburn University, en Auburn, Alabama.


Mis años en Auburn estuvieron llenos de entusiasmo. Fue una época de libertad; libertad para explorar y formular preguntas que tal vez uno no hace en su casa. Descubrí una amplia variedad de pastores y predicadores en la ciudad universitaria y diferentes iglesias. Hice un curso denominado “La Historia de la Religión en los EEUU", mi primer semestre en ese lugar, como curso optativo. No sé por qué me sentí obligado a hacerlo, pero se transformó en un período de cuestionamiento en mi vida. Por primera vez, comencé a preguntarme seriamente qué me hizo diferente, como Bautista, digamos, de un metodista o presbiteriano.


Toda la búsqueda, averiguaciones y visitas que realicé durante esos años universitarios finalmente me condujeron a una confesión relativamente pequeña conocida con el nombre de Iglesia de Cristo (llamados también Campbellistas por sus detractores aunque no es así cómo ellos se identifican.)


La Iglesia de Cristo tuvo un tremendo impacto en mi vida. Me sentí atraído por la forma que tenían de exponer lo que ellos llamaban “Cristiandad no confesional.” Tenían diversas afirmaciones relacionadas con mis creencias, que sonaban bien, las que yo encontré nada menos que cautivantes. Las mismas incluían dictados tales como: “Somos solamente cristianos pero no los únicos cristianos,” “Hablamos cuando la Biblia habla; callamos cuando la Biblia calla,” y “llamamos a las cosas pertenecientes a la Biblia por sus nombres bíblicos.” Estas afirmaciones me resultaron bastante atractivas ante el caos confesional que me rodeaba. De esta manera, en febrero de 1985 me bauticé en la Auburn Church of Christ en Auburn, Alabama y comencé una relación de diez años con esa confesión.


La Iglesia de Cristo, aunque relativamente pequeña, me impactó muchísimo en al menos dos áreas: desde el punto de vista sociológico y teológico. Desde el punto de vista sociológico, me presentaron a mi esposa, Gloria. Ella siempre había sido miembro de la Iglesia de Cristo y cada uno de los integrantes de su familia que asiste a la iglesia es miembro de la Iglesia de Cristo.


Desde el punto de vista teológico, me introdujeron a ciertas ideas interesantes y que no formaban parte de mi educación Bautista sureña.


En primer lugar, me introdujeron a la esencia bíblica de creer que Cristo fundó una Iglesia visible, identificable e institucional. De esta forma, Uds. Católicos posiblemente digan, “¿Eh? ¿de dónde provino esta luminosa revelación?” Bueno, el meollo de la cuestión es que se trata de una idea muy católica y no muy protestante. Los evangélicos protestantes, en líneas generales, creen que la Iglesia es un cuerpo invisible no institucionalizado compuesto de creyentes de todas las diversas confesiones. Sin embargo, la Iglesia de Cristo, posee un concepto muy católico de la Iglesia (al menos en algunos aspectos.) Basándose sobre la Biblia, creen efectivamente que Cristo dio origen a una Iglesia visible, identificable e institucional. Además, creen que representan a la misma. Sin embargo, aparecieron en escena muy tardíamente -alrededor de 1.800 años después de Cristo- para merecer esos honores. A pesar de todo, me enseñaron el fundamento bíblico del concepto de iglesia.


En segundo lugar, también me enseñaron la base bíblica de la creencia de que el Bautismo tenía por objeto la absolución de los pecados. Este constituye un concepto claramente católico; no es Bautista. Por otra parte, me enseñaron la esencia bíblica de creer que esa justificación no era solamente por la fe. Otra vez un concepto católico muy bueno, aunque no se trata de una idea muy Bautista. Por último, me enseñaron que no es verdad que “una vez salvo, siempre salvo"; que no se puede caer en desgracia. Nuevamente, este concepto es esencialmente católico pero no Bautista.


En resumidas cuentas, la Iglesia de Cristo se convirtió para mí en algo así como un escalón hacia la fe católica. Ahora, cuidado, esto nunca lo van a ver escrito en el cartel de la Iglesia campbellista de su barrio (ej. “Iglesia de Cristo: Escalón hacia la Iglesia católica.") Lo que quiero decir es que en lo personal, la Iglesia de Cristo fué como un puente que me llevó desde mi formación evangélica a la Iglesia Católica.


Recuerdo bien el entusiasmo que sentí cuando me incorporé a la Iglesia de Cristo. Sentí que, después de investigar durante años desde el Pentecostalismo al Adventismo del Séptimo Día, había descubierto finalmente la Iglesia que Jesús fundó de la manera en que Pedro y Pablo la habían dejado. Después de la graduación en 1986, Gloria y yo nos casamos y partimos inmediatamente al Sunset School of Preaching en Lubbock, Texas.


Las Iglesias de Cristo no cuentan con seminarios. Esa es una palabra católica. No la emplean. Tienen algo así como “escuelas de predicación” (creo que una rosa con otro nombre sigue siendo una rosa.) Elegimos a la Sunset School of Preaching porque se la conocía por su dinamismo académico y su celo misionario. Nuestras expectativas no fueron defraudadas. El programa de estudios era buenísimo, se palpaba un clima de camaradería y la experiencia significó un profundo cambio de vida. Durante dos años éramos los alumnos privilegiados de hombres que habían dado sus vidas en servicios misioneros por todo el mundo. Sus ejemplos sirvieron para vivificar nuestro deseo por el servicio misionero. De esta forma, nos convertimos en miembros fundadores de un equipo misionero destinado a Brasil: el país más católico del mundo. Optamos por Brasil porque, en ese momento, creíamos que los católicos, más que nadie, necesitaban el verdadero evangelio de Jesucristo.


Quisiera decir que en ese momento, la opinión que tenía del catolicismo era un poco menos que halagadora. No creía que los católicos podrían ser considerados cristianos en el cabal sentido de la palabra. En lo que a mí respecta, eran idólatras, adoraban a la Virgen María, eran hijos de la prostituta de Babilonia. Y, si a usted le habían enseñado lo que me habían enseñado, hubiese creído lo que yo creía.


Deseo repetir esta última observación: si a usted le hubiesen enseñado lo que me enseñaron, hubiese creído lo que yo creía.


Aquí tengo que detenerme y “hacer publicidad” a favor de la catequesis. La catequesis, sea buena o mala, tiene un profundo impacto. Los programas catequísticos errados producen la formación defectuosa de las almas; los programas catequísticos confiables producen almas bien formadas. Nunca se puede asumir simplemente que cualquier persona está enseñando adecuadamente a sus hijos. Ni siquiera se puede asumir que su pastor lo está haciendo. Es su responsabilidad como padre. Como padres, tenemos que asegurarnos que le damos a nuestros hijos una sólida base en la fe católica. Eso no es algo que se pueda delegar a cualquier otra persona, ni siquiera a su pastor. Los pastores existen para ayudarnos a hacer eso (ayudarnos a cumplir nuestra vocación y catequizar a nuestros hijos.) Hay que hacer hincapié en esto una y otra vez. Nuevamente, si a usted le hubiesen enseñado lo que me habían enseñado, hubiese creído lo que yo creía.


Mi conversión al Catolicismo comenzó seriamente en 1993. En primer lugar, una familia se mudó a nuestro barrio: la familia Antonio. Art y Sharon Antonio se habían retirado de las Fuerzas Armadas, y fueron a Kentucky en busca de tierra barata y campo para criar a sus numerosos hijos en un sano ambiente rural. Luego de conocer a los Antonio y enterarme de su devoción por la fe católica, me propuse hacer la cosa más caritativa que se me podía ocurrir: presentarles el “verdadero” evangelio de Jesucristo tal como lo exponía la “verdadera” Iglesia de Cristo!


De modo que empecé a tratar de evangelizarnos y el trabajo siguió por un período considerable. Luego de muchos, muchos meses de intentarlo, se dieron vueltas las cosas y me proporcionaron una triple introducción a la fe católica. Esta triple introducción incluyó a la Liga Matrimonial (Couple to Couple League) , a Karl Keating, y el padre Benjamin Luther.


Mi esposa y yo siempre nos habíamos opuesto a la legalización del aborto, pero desconocíamos la relación existente entre la anticoncepción y el aborto. Sharon nos dio material de la Liga Matrimonial que nos proporcionaba el apoyo histórico, racional y de las Sagradas Escrituras correspondientes a las enseñanzas morales de la Iglesia Católica, referidas a los anticonceptivos artificiales. Créanlo o no, lo que yo pensaba que sería motivo de división entre un esposo y su esposa, ha probado, en cambio, ser poderoso un imán. Irónicamente, se ha demostrado que las enseñanzas que son tan a menudo desechadas de inmediato por los católicos de nacimiento, en realidad, atraen continuamente gente a la Iglesia. ( Me refiero a la enseñanza de la Iglesia contenida en Humanae Vitae En donde, el Papa Paulo VI reiteró la enseñanza atemporal de la Iglesia sobre la castidad marital y la inaceptabilidad moral de la anticoncepción, la esterilización y el aborto.)


Sin embargo, aunque llegué a la conclusión de que en la Iglesia Católica se postulaba correctamente esta enseñanza en particular, aún no creía que tenía conocimiento del Evangelio desde sus fundamentos (las viejas ideas se resisten a desaparecer.) Había todavía un largo camino por recorrer. La segunda parte del programa era Karl Keating.


Luego de varios meses sin llegar a ninguna parte en mis intentos de convencer a Sharon que estudiara la Biblia conmigo, decidí hacer un poco de “acoso” caritativos. Esencialmente, un día la miré francamente y exclamé, “Mira, Sharon, si tú u otra persona me pueden demostrar con la Biblia que la Iglesia Católica es la Iglesia fundada por Cristo, mañana mismo me hago católico.” El día siguiente, me entregó una copia de “Catolicismo y Fundamentalismo” de Karl Keating. Nunca me sentí tan emocionado. No bromeo. No podría sentirme más feliz. Mientras lo observaba, al darme el libro para que lo lea también me estaba dando permiso para hacer una crítica del mismo y exponerle los errores manifiestos que sabía, a priori, que el libro contenía. Lo percibí como un signo de que finalmente estábamos llegando a alguna parte. Fui a casa y observé el libro. Leí la primera cita de la contratapa perteneciente a Sheldon Vanauken, “Les aconsejo de todo corazón a los fundamentalistas honestos que no lean este libro. Podrían ver a toda su posición desmoronándose en ruinas.” Me reí. Creo que hasta me reí en voz alta. Sin embargo, no me reí por mucho tiempo.


Me llevé el libro de Keating en un viaje de negocios. Estaba acompañando a algunos jóvenes en acitividades promocionadas por la Universidad de Kentucky del 9 al 11 junio de 1993. Mientras estaba realizando este viaje, tuve mucho tiempo para sentarme en el corredor y leer mientras que los jóvenes que estaba acompañando asistían a las conferencias. Al cabo del primer día, llamé a mi esposa y le dije, “Gloria, estamos en grandes problemas.” Le dije, “Este tipo me está formulando preguntas que no puedo responder.” Dijo, “bueno, sigue adelante y estudia, porque hay cosas para las que tampoco tengo buenas respuestas.” De modo que me dio la luz verde (no se daba cuenta con qué velocidad este tren estaba cobrando velocidad.)


El libro de Keating me sirvió en muchos aspectos. En primer término, ponía sobre el tapete los errores que fundamentan las hipótesis que yo tenía acerca de la fe católica. Mucha gente opina sobre esta religión. No obstante, una cantidad de ellos no saben ni jota acerca de la fe católica. Hombres que yo verdaderamente admiraba, como Jimmy Swaggart y Keith Green (dos de mis héroes en la universidad), son el blanco de un análisis directo de sus prejuicios anticatólicos en esta obra de Keating. Por este motivo, siempre he pensado que Karl Keating escribió este libro para mí. En la primera mitad del libro, les demuestra a estos hombres (y a otros) que se han ocupado de la fe católica de una manera muy injusta y que han presentado una visión muy distorsionada de ésta fe. El no intenta juzgar sus sentimientos o intenciones, sino exponer la naturaleza errónea de su manera de encarar el catolicismo.


El otro beneficio que obtuve del libro de Keating fue exponer la frágil naturaleza de las hipótesis no examinadas que sustentaban mi propia fe, o sea, Sola Scriptura ("solo la Biblia.") La carencia de un apoyo bíblico que justifique la doctrina de “solo la Biblia ” y el tema del canon relacionado (la determinación de qué escritos de la antigüedad deben ser incluídos en la Biblia) son las mayores dificultades con las que se encunetran los protestantes. Con frecuencia no se ocupan de estos temas. ¿Por qué? Porque, usando “solo la Biblia", resulta imposible establecer la enseñanza de la misma (y si la enseñanza no se halla en las Sagradas Escrituras, irónicamente, se contradicen.) Por otra parte, es imposible determinar el canon de las Sagradas Escrituras sin recurrir a la autoridad magisterial de la Iglesia Católica (algo que los no católicos no acostumbran a hacer.)


Por último, Keating hizo algo que pensé que nadie podía hacer. Presentó a la fe católica empleando la Biblia.



Volví de ese viaje de tres días en el Reino Unido, fui a la casa de Sharon y le devolví su libro. Preguntó, “¿Lo leíste?” dije, “Sí.” Eso es todo lo que iba a decirle. No le iba a permitir entusiasmarse por el hecho de que lo había leído y tenía algunas cosas sobre las qué pensar. Dijo, “A propósito, tienes que conocerte con el Padre Luther. El fue miembro de Iglesia de Cristo y vive en Kentucky. The Padres de la Misericordia te pueden ayudar a ponerte en contacto con él.” Bueno, no es mucho lo que puedo decir sobre los Padres de la Misericordia o el padre Luther. Padres de la Misericordia han sido pastores de mi parroquia durante más de medio siglo y me pusieron en contacto con el padre Luther que, en mi opinión, encarna al verdadero evangelista.


Lo llamé por teléfono y aceptó encontrarme en el restaurante de la zona. Una semana después aproximadamente, nos encontramos en el restaurante Budget Host Inn en la salida de la 58 en I-65 donde charlamos durante seis horas. Cuando me marché de ahí, sucedió algo extraño. Mi buzón nunca más volvió a estar vacío. El padre Luther comenzó a enviarme libros y a material de estudio casi diariamente. Me mandó tres años de ediciones antiguas de la revista This Rock y las devoramos en alrededor de dos meses, queriendo más. Solíamos hablar por teléfono todos los domingos por la mañana durante aproximadamente dos horas y media por sesión (para nosotros se trataba simplemente de una conversación convencional.) El padre Luther fue como el ángel que Dios me envió que me sirviera de interlocutor mientras yo exploraba la fe católica. Por lo general, era yo quién más hablaba por teléfono; luego la semana siguiente recibía una carta, algunas veces hasta cincuenta páginas de longitud. En una carta, explicaba la formación del Canon del Nuevo Testamento -solo un tema- para ¡58 páginas!


Digo todo esto por el siguiente motivo: uno nunca sabe qué impacto tienen las acciones más pequeñas y como pueden resultar beneficiosas. El padre Luther me enviaba una diversidad de material de lectura (sin un orden en especial) y sabía que si se leían, darían sus frutos si yo solo cooperaba con la gracia que Dios estaba concediendo. Y lo mismo sucede con todos nosotros. Si usted conoce a alguien interesado en la Fe, simplemente comience a ofrecerles libros, revistas, cassettes, cualquier cosa. Mientras reciba retazos de la verdad, el Espíritu Santo puede tejer esos retazos y transformarlos con el tiempo en un hermoso tapiz.


Luego de mi primer encuentro con el padre Luther, nada volvió a ser lo mismo. Por un lado, dio comienzo a un período que me resultaba incómodo, debido a que, durante un tiempo, era como vivir en dos mundos. Seguí predicando en la Iglesia de Cristo. Me embarqué en un viaje misionero a Haití durante diez días donde intenté oportunamente fingir que el espectro de la fe católica ya no existía. Gloria y yo asistimos a un encuentro de un grupo misionario con el objeto de investigar la posibilidad de formar otro equipo de misioneros para Sudamérica. Al mismo tiempo, asimilábamos todo lo que podíamos conseguir sobre la fe católica. No estábamos seguros a dónde este camino nos conduciría, de modo que no quisimos quemar ninguna nave todavía. Así, durante varios meses, nos encontramos en una especie de callejón sin salida.


Hacia el final del verano (un par de meses posteriores a la primera visita del padre Luther) me volvió a llamar y me dijo que vendría nuevamente a la ciudad. Yo recién había regresado de Haití y tenía la esperanza de que quizás todo esto era tal vez una pesadilla y que continuaría con mi vida normal. En realidad, no quería ver al padre Luther porque, aun cuando era un tipo simpático, pensé que estaba yo ya estaba preparado para olvidarlo todo. Pero decidí ir a encontrarme con él, porque no podía eludir las cosas y seguir mirándome al espejo. No obstante, le llevé a un amigo: mi mejor amigo de la Sunset School of Preaching (un joven que predicaba en la misma congregación que yo y que fue a Haití conmigo apenas algunas semanas antes.) Los dos fuimos al restaurante Budget Hose Inn y nos encontramos con el padre Luther (esta vez durante solo cuatro horas.) Al finalizar, mi amigo y yo nos excusamos y fuimos a los sanitarios. Nos miramos y dijimos, “Bueno, es un tipo simpático pero está equivocado.” Mi amigo se fue a su casa y yo salí con el padre Luther a la playa de estacionamiento para realizar nuestra sesión tradicional de despedida de una hora. Mientras nos despedimos, me da una sorpresa. Haciéndose el distraído exclama, “Ah, otra cosa.” Introdujo su mano en su auto y extrajo un juego de cassettes -"Respuestas a Objeciones Comunes que se le Hacen a la fe católica de Scott Hahn". “Ok. Perfecto,” pensé. “Las voy escuchar.”


Cuando escuché las cintas del Dr. Hahn, cambió mi posición. No solamente tenía sentido lo que el Dr. Hahn decía, sino que estaba haciendo que la fe católica me resultara atractiva. Mi postura pasó de buscar las “trampas” de la fe católica a la de estudiarla para ver realmente si era verdad. En lugar de temer al catolicismo, le empecé a tomar cariño.


Ese invierno se produjo otra especie de hallazgo. Fui con el padre Luther a un retiro en la Universidad Franciscana de Steubenville, Ohio. Era el segundo retiro anual de The Coming Home Network. Si ustedes conocen EWTN, posiblemente hayan visto el programa de Marcus Grodi: The Journey Home (Regreso a Casa.) Marcus fundó una organización a la que denominó The Coming Home Network. Su objetivo es ayudar a los pastores protestantes a investigar y entrar en la Iglesia Católica. Esta organización -The Coming Home Network- era la anfitriona del retiro.


No estoy seguro de lo que me resultó mas beneficioso, si el mismo retiro ¡o las dieciséis horas en la ruta en una conversación sin pausa con el padre Luther! Sin duda, el retiro fue sumamente beneficioso. Había un grupo relativamente pequeño (alrededor de seis parejas y dos o tres sacerdotes.) Yo era el único que todavía no era católico. En efecto, yo, por así decirlo, seguía dando coces al aguijón. Mientras nos encontrábamos en el retiro, tomé penosamente conciencia de las limitaciones de mis argumentos. Había llegado a un punto en el que podía discutir ambos lados de los temas, y eso suele ser algo perturbador cuando uno sabe que es imposible que ambos lados estén en lo cierto. De esta forma, el domingo por la mañana del retiro, decidí que era hora de orar seriamente. Por supuesto, había estado rezando todo el tiempo pero esta vez sería diferente. Esa mañana especial, decidí hacer algo que nunca había hecho antes: invocar la intercesión de los santos del cielo.


Me levanté antes que todos en la casa en la que estaba parando. Me dirigí al atril del predicador de la familia y le rogué al Señor que me diese la sapiencia que tanto necesitaba. Sin embargo, antes de haber terminado, decidí poner en acción la enseñanza de la Iglesia sobre la Comunión de los Santos. Nunca antes había invocado a los santos y no tenía plena seguridad de cómo proceder y, por el mismo motivo, a quién recurrir. Por lo tanto, utilicé los “tres grandes": Pedro, Pablo y María (no estaba seguro en el momento, pero sabía que me sonaban familiares.) Les pedí que rogaran por mí y que me ayudaran a conseguir las gracias que necesitaba desesperadamente. También le pedí a Dios que me perdonase si lo que acababa de hacer le era ofensivo de alguna manera. Gracias a Dios, mis oraciones fueron escuchadas.


Asistí a Misa esa mañana en la Universidad Franciscana de Steubenville. Les miento si les digo que me acuerdo del nombre del sacerdote. Allí me senté en la parte trasera observando el desarrollo de la Misa (y solamente había asistido a Misa tal vez dos veces en mi vida.) Pero esta fue la primera vez que fui a la misa entendiendo algo (luego de rezar aquella oración.) Recuerdo que observaba, sentado en la parte trasera, preguntándome, “¿Y si ese sacerdote realmente es aquél que dicen qué es? ¿Y si está haciendo lo qué dicen que está haciendo? ¿Y sí lo que la Iglesia dice que está sucediendo, realmente está sucediendo?” Estos pensamientos me desconcertaron. En efecto, estaba completamente mudo (lo que, jocosamente hablando, fue el primer milagro documentable relacionado con mi conversión.) Luego, salí y desayuné con Marcus. Traté de decírselo pero me había quedado sin palabras. Esa noche la llamé a Gloria e intenté contárselo, pero no pude. Durante todo el año posterior, realmente no pude hablar acerca del tema sin que se me hiciera un nudo en la garganta.


Llegué a casa desde ese retiro sabiendo que me iba a convertir al catolicismo. No sabía cuándo o cómo pero sabía que me convertiría.


Poco después de regresar del retiro de CHN, le hice saber a mi buen amigo de Sunset (el que estaba conmigo en mi segunda visita con el padre Luther) que me iba a incorporar a la Iglesia Católica. Demás está decir que se sintió muy preocupado y, posteriormente hizo lo mismo que hubiese hecho si hubiera sido él el que estaba en mi lugar: volvió a telefonear a la oficina central de la Sunset School of Preaching, y dijo: “tienes que venir aquí y ayudar a este tipo; se volvió loco.”


El maestro que contactó había sido nuestro principal instructor cuando éramos alumnos y había sido misionero en Italia durante varios años. Este maestro me llamó por teléfono y dijo, “me enteré que usted está por convertirse al catolicismo.” Dije, “bueno, sí.” Dijo, “Hablemos sobre el tema.” Respondí que no había problemas, si realmente así lo deseaba.” Luego llegó en avión desde Lubbock, Texas. Veinticuatro horas después se encontraba en mi umbral de mi casa en Kentucky, lo cual es un gran logro. Se sintió obligado por una auténtica preocupación cristiana por mi alma; hecho por el que estoy sinceramente agradecido.


Nuestra conversación fue tensa desde el comienzo. Me miró y comenzó diciendo, “¿De modo que está dispuesto a hacer que el Papa substituya a Cristo?” Antes de que pudiera contestar, dijo, “porque, ese es el significado de la palabra vicario. Quiere decir substituto.” Por supuesto, lo que intentaba insinuar era que los católicos no necesitan a Jesús; tienen al Papa. Lo cuál es un absurdo total y por lo que respecta a la fe católica lo más alejado de su postura. Sin dudas, la palabra “vicario” significa efectivamente “substituto” en el sentido más literal. Sin embargo, la Iglesia Católica lo aplica al sucesor de San Pedro en el sentido de que el Papa es el representante o embajador visible de Cristo en la tierra. No reemplaza a Cristo (como en el sentido de suplantarlo); ocupa el lugar de Cristo como Su visible representante terrenal. No puedo evitar pensar que mi ex maestro lo sabía pero de todas maneras me planteó la pregunta como para desconcertarme. El resto de nuestro encuentro a partir de ahí fue de mal en peor.


En algún momento durante ese encuentro, observé a mi maestro -quizás hasta con lágrimas en los ojos -y exclamé, “Pero, ¿si lo que la Iglesia enseña acerca de la Eucaristía fuera cierto? ¿No sería hermoso?” Sin perder el ritmo, respondió despreciativamente. “Es abominable” En ese preciso momento no lo advertí, pero mi maestro, en ese momento, defendía la misma posición que esa persona en Juan 6 que dijo “¿Cómo nos puede dar este hombre su carne para que comamos…esto es terrible, ¿quién lo puede tolerar?.” Y, ustedes recordarán que estos son los discípulos acerca de los que el texto prosigue diciendo, “No caminaron más con El.” Se estancaron con el tema de la Eucaristía, cómo a muchos todavía le sucede en la actualidad.



Como ya he dicho, el encuentro simplemente continuó cuesta abajo. Ninguna de mis afirmaciones obtuvo algún tipo de reconocimiento, ni siquiera que hubiera una pizca de verdad. Antes de que anocheciera, ya me sentía como un tonto. Por ejemplo: como nuestro encuentro estaba por concluir, traje a colación el tema del pecado original. Le pregunté cómo -además de la enseñanza católica sobre el pecado original- uno podía explicar la condición humana y el hecho de que Jesús, aunque era poseedor de una naturaleza humana, era sin embargo diferente a nosotros. “Seguramente,” agregué, “la madre de Jesús nunca tuvo que darle una paliza cuando era una muchacho porque se había puesto insolente con ella.” La esposa de mi ex compañero de aula (que estaba escuchando la charla a hurtadillas) respondió, “Pero, estoy segura que alguna vez le tuvo que dar un cachetazo en la boca” Lo decía en serio. Pero, aun más elocuente fue que nuestro maestro ni se molestó en corregirla. Nunca dejaba de mirarme fijamente. En otras palabras, era yo -y no la esposa de mi amigo- el que estaba en el banquillo de los acusados.


Tuvimos otro encuentro la mañana siguiente. Cuando mi ex instructor estaba listo para retornar a Texas, ya me estaba sintiendo bastante perturbado. Antes de irse, tímidamente le di mi rosario. Le dije que lo podía conservar mientras nunca le dijera a nadie que lo había usado. Posteriormente volvió en avión a Texas, dejando mi fe en ruinas.


Mi maestro no lo advirtió en el momento, pero yo había llegado a un punto en el que reconocía que todo el edificio conocido como Cristiandad se mantiene erguido o se cae con la Iglesia Católica. Socavar al catolicismo (como él lo había hecho) solo sirve para asegurar que toda la estructura se desplome. De modo que cuando se aclaró la atmósfera a partir de nuestro encuentro del fin de semana, me quedó la sensación de que podría creer cualquier cosa con cualquier grado de convicción (lo cual es un sentimiento terrible para cualquiera, especialmente para un predicador.)


Había llegado al punto al que finalmente todo el protestantismo apunta; vale decir a una sombría e incierta semioscuridad. Lo mejor que podía hacer ahora era pararme en un púlpito (si tenía el coraje de hacerlo) y decir, “Según la palabra del Señor …creo.” ¿Por qué? Porque, sin la autoridad instructora de la Iglesia Católica, no tenía manera de saber si la Biblia que tenía en mi mano era o no, en efecto, la Palabra de Dios (mucho menos si mi interpretación era o no correcta.) Después de todo, ¿por qué creía que los 27 libros del Nuevo Testamento eran la Palabra de Dios? ¿Por qué no 29 libros y dos que faltaban? ¿Por qué no 25 libros, no debiendo existir dos? El único fundamento para creer que los 27 libros del Nuevo Testamento constituyen el cánon de la Escritura del Nuevo Testamento es la autoridad magisterial de la Iglesia Católica. Punto. No hay nadie -protestante, católico o de otra confesión- que pueda presentar un argumento convincente separado y aparte del magisterio de la Iglesia Católica. Y, sin embargo, si aún se podía argüir a favor de dicho canon, ¿qué seguridad tenía que mi comprensión era la correcta?


De modo que lo mejor que podía decir, “Según la Palabra del Señor …creo.” Y cuando un predicador comienza a ver todo en distintos tonos de grises, podemos decir sin temor a equivocarnos que es el momento en el que es acosado por la depresión.


Gracias a Dios, las cosas no permanecieron grises por demasiado tiempo. Todo cambió para mejor un día y quisiera contarles cómo sucedió.


Era un día lluvioso de primavera en Kentucky. Había salido del trabajo y decidí que ya era suficiente. Sabía que para retomar el camino correcto tenía que retroceder al punto que me encontraba antes de la visita de mi maestro. Sabía que tenía que encontrar abierta una Iglesia Católica en la que pudiera presentarme ante Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento.


Ahora, esto puede ser muy fácil decirlo que hacerlo en un barrio que no es culturalmente católico. Tuve que manejar 35 millas hasta New Haven, Kentucky, donde observé que la puerta de la Iglesia St. Catherine estaba abierta. Entré, tomé un rosario de un estante del atrio (¡sigan fabricando esos rosarios, muchachos!) y comencé a orar. Y, desde ese momento en adelante, las cosas comenzaron a cambiar. La atmósfera comenzó a aclararse y la niebla a disiparse.


Finalmente, en agosto de 1994, abandoné formalmente la Iglesia de Cristo y fui formalmente recibido en el seno de la Iglesia Católica en la vigilia pascual de 1995. Mi esposa, Gloria, se bautizó cuatro años más tarde en 1999.


Observaciones a lo largo del Camino


Tengo que aprovechar esta oportunidad para ofrecer algunas reflexiones y observaciones que hice a lo largo del camino.


Como dije, Gloria se bautizó recién en 1999, cuatro años después de que yo me bautizara. Para ella fue una decisión sumamente difícil. Era miembro de toda la vida de la Iglesia de Cristo y no se iba a convertir al catolicismo tan solo porque yo me había convertido. No solo se esforzó intensamente por entender los temas doctrinarios relacionados sino que tuvo que luchar contra el escándalo que significaba adoptar la religión católica. A primera vista, parecía que su familia solamente sabía acerca de los católicos que llevaban vidas públicas escandalosas. Les costó muchísimo comprender cómo la Iglesia podría ser la Iglesia de Cristo, al mismo tiempo que -aparentemente- toleraba a los miembros que profesaban la fe, viviendo, no obstante, de una manera opuesta a los valores de la moralidad cristiana. Esto, por supuesto, plantea un obstáculo a muchas personas buenas. El mejor antídoto que conozco para eso, es remitirlos a las vidas de los santos. Háganles recordar a la Madre Teresa y a San Francisco de Asís. Recuérdenles la parábola de Nuestro Señor del trigo y la cizaña de Mateo 13:24-30. El Señor dijo que Su reino sería un campo en el que se sembrarían tanto trigo como cizaña (mala hierba.) Resulta sencillo demostrar que aquellos que no viven de acuerdo a las enseñanzas que la Iglesia enseña son las cizañas; mientras que el trigo consiste en aquellos que abrazan y viven de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia. La Iglesia nos brinda realmente los medios por los cuáles lograr la santificación pero no puede obligarnos a ninguno de nosotros a cooperar con esos medios.


Otra reflexión que quisiera ofrecer es esta: muchos católicos no reconocen el dolor del alma que frecuentemente acompaña la conversión a la fe católica. Como miembro de la Iglesia de Cristo, creía en el paraíso, el infierno, el juicio, el pecado, el error, Dios, la eternidad (que, a propósito, son todos conceptos muy católicos, si solamente una mayor cantidad de católicos creyeran en ellos.) Dado que yo creía en esas cosas, a veces me sentía muerto de miedo sobre lo que estaba sucediendo. Y si tomaba la decisión errada y mis chicos crecían pensando que eran bautizados pero al ser bautizados como bebés, no lo eran realmente y se iban al infierno porque había tomado una decisión estúpida. Estas cosas pesaban mucho sobre mi conciencia.


Como pastor de la Iglesia de Cristo, ciertos versículos de las Sagradas Escrituras, como Segunda de Tesalonisenses 2:5-12, me creaban grandes conflictos. En esos versículos, San Pablo advertía sobre una fuerte, engañadora influencia que Dios enviaría a aquellos que no amaban la verdad sino que se regodean en la malicia. En consecuencia, daba largas caminatas en los bosques angustiándome por si estaba o no siendo engañado. En efecto, puedo recordar a mi ex maestro, en la última carta que me escribió, extrayendo esta “carta de triunfo” . Citó a 2 Tesalonisenses 2:5-12 y dije, “Bruce, creo que has caído víctima de la influencia (engañosa) que Dios prometió a los que juegan con el error religioso.” Bueno, yo no había jugado con nadie. Todo lo que había hecho era formular preguntas. Buenas preguntas. Preguntas honestas. Las preguntas para las que debería haber respuestas. Preguntas como, ¿"Cómo sabe que la Biblia es la Palabra de Dios sin la autoridad instructora de la Iglesia Católica?” Preguntas como, “¿Cómo sé que mi comprensión de la Palabra es correcta si no poseo el carisma de la infalibilidad?” Debería haber respuestas para estas cosas y no las pudo contestar. En efecto, en mi experiencia, nadie ha sido capaz de contestarlas fuera de la Iglesia Católica.


Hubo también obstáculos a lo largo del camino. Los amigos católicos con los que trabajaba me miraban con ojos de lástima y me decían, “¿Por qué me estaba esforzándome tanto con este tipo de cosas? Mi pastor me dice que todos vamos a ir al paraíso y no importa a que Iglesias vayas.” Yo solamente podría responder diciendo, “Bueno, ¡tu pastor no está enseñando lo que enseña la Iglesia Católica!”


Algunas veces los obstáculos llevan sotana. Recuerdo perfectamente una conversación que tuve con un sacerdote poco después de la visita de mi maestro. Mi maestro seguía machacando acerca de la perpetua virginidad de María. Estaba seguro que la Biblia hacía añicos esa falsa noción. Me daba versículos de la Biblia y yo los estudiaba. Mientras me encontraba en las garras de esta lucha, conocí a un joven sacerdote de una parroquia de la vecindad. Decidí analizar lo que tenía que decir acerca de la cuestión. Le dije que tenía en mente convertirme a la fe católica pero que tenía dificultad con la enseñanza de la Iglesia sobre la Perpetua Virginidad de María. No van a creer su respuesta. Dijo, “Bueno, ¿dónde enseña la Iglesia que María no tuvo otros hijos?” Dije, “Bueno, ‘Les pido a la Bendita Virgen María, siempre Virgen, a todos los ángeles y santos y a usted, a mis hermanos y hermanas que recen al Señor por mí, nuestro Dios.’” Dijo, “¡Esa es una oración! ¡No es una enseñanza!” “Bueno,” respondí, “¿no reza la Iglesia lo que ella cree?” Sin reconocer este aspecto, el joven sacerdote respondió, “Bueno, ¿Qué tiene si María tuvo realmente otros hijos?” Contesté, “Bueno, el ‘que tiene’ consistía en lo siguiente: la Iglesia dice que no y si los tuvo, entonces la Iglesia está equivocada -y si la Iglesia está equivocada, no puede ser la que dice ser.” Sin perturbarse, dijo, “La Iglesia ha estado equivocada en el pasado.” Pregunté, “¿Sobre qué?” Dijo, “Sobre Galileo!” Actualmente estaba leyendo el dossier católico sobre ese mismo tema, de modo que estaba preparado para hablar sobre el mismo. Señalé las falsas caricaturas relacionadas con el episodio y puntualicé que nada en ese acontecimiento socavaba algo que oficialmente había sido definido como enseñanza católica. Dijo, “Sí, pero la Iglesia es humana ” “Sí” respondí, “pero su alma es divina.” Así que finalmente me miró y dijo, “Mire, usted tiene que hablar con el padre Luther. usted tiene que analizar con alguien sus motivos por querer ingresar al catolicismo. usted me da la impresión de ser alguien que quiere ver las cosas en términos de blanco y negro y casualmente eso no es ser católico.” Así que me marché pensando, ¡Esto es una locura! Esta gente ni siquiera sabe en lo que cree.” Comencé a irritarme con Karl Keating, el padre Luther, y cualquier otro por vivificar esperanzas acerca de la Iglesia que no existían realmente. Empecé a sentir que todo eran “ilusiones engañosas.”


Afortunadamente, cada vez que tenía un encuentro desalentador como el descripto anteriormente, me despertaba la mañana siguiente con las mismas dudas de siempre que pedían a voces ser contestadas ("¿Cómo usted sabe que la Biblia es la Palabra de Dios? ¿Cómo sabe que su entendimiento es correcto?.") Estas dudas seguían empujándome en dirección a la única fuente en la que había hallado respuestas satisfactorias: la Iglesia Católica. El hecho de que había encontrado escollos a lo largo del camino solamente confirmaba lo que nuestro Bendito Señor dijo en los Evangelios. Dijo que habría escándalo (y también dijo que, “Desdichados son aquellos por quiénes viene.” Y, el Señor siempre me recordaba que por cada obstáculo con el que tropezara, me había puesto en contacto con los verdaderos católicos en mi vida como el padre Luther, la familia Antonio y los Padres de la Misericordia.


Lo que encontré en la fe católica


Finalmente, quiero tomarme algunos minutos para responder a la pregunta que me fue formulada poco después de incorporarme a la Iglesia en 1995.


Estaba en un viaje de negocios en Keystone, Colorado. Era una hermosa tarde soleada de domingo. Estaba saliendo de mis aposentos para tomar un paseo por el bosque para tener un momento de tranquilidad. Tenía un libro conmigo, Hidden Treasure (Tesoro Escondido.) Era un libro que se centraba en los misterios de la Eucaristía. Justo cuando salía de mi alojamiento, se me acercó un compañero de trabajo para charlar. Tomó el libro de mis manos, examinó la tapa y las contratapas, me lo devolvió y dijo, “usted debe ser católico.” Respondí “Sí, soy católico.” Sin embargo, en lugar de dejarlo ahí, decidí lanzar un anzuelo con carnada. Dije, “Pero, no siempre lo fui.” “¿De veras?” respondió. Me hizo otra pregunta, “Bueno, ¿qué es lo que usted encontró en la Iglesia Católica que no pudo encontrar en el Protestantismo?” ¡Buena pregunta! Sin embargo, antes de contestarla, fue invitado por otro compañero de trabajo para ir al río a navegar los rápidos. Pero su pregunta persistió en mi cabeza y me gustaría ocuparme de ella ahora.


¿Qué encontré en la Iglesia Católica que no pude hallar en el protestantismo? Lo puedo resumir en cuatro palabras: Cristo en Su Plenitud.


¿Se puede encontrar a Cristo en el Protestantismo? Sí. Pero no en la plenitud en que se encuentra a través del Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia Católica. En esta Iglesia, tenemos a Cristo en la plenitud de Su Palabra y en la plenitud de Sus Sacramentos.


En la Plenitud de Su Palabra


No resulta suficiente contar solamente con la infalible Palabra Escrita de Dios. También tenemos que contar con la infalible compresión de la misma; o de lo contrario, no nos resulta muy beneficiosa, ¿no? ¿De qué sirve un libro infalible si tengo una comprensión errónea del mismo?


Dios confió las Sagradas Escrituras a la Iglesia. ¿Por qué a la Iglesia? Porque, el Espíritu Santo inspiró a sus miembros a escribir a otros miembros de la Iglesia, sobre cuestiones que tienen que ver con la Iglesia. Por ende, es solamente en el seno de la Santa Madre Iglesia que podemos percibir la plenitud de la Palabra de Dios (comprendiéndola correctamente.) Es por este motivo que San Pablo en Primera a Timoteo 3:15 dijo que la Iglesia es el “pilar y el soporte de la verdad.”


No sin ironía, la Iglesia que yo pensé que era la más alejada de la Biblia resultó ser la Iglesia de la Biblia. No solamente la Iglesia está identificada en la Biblia, sino que está totalmente impregnada por la misma. La Misa, por ejemplo, son las Sagradas Escrituras desde el principio al fin. Cuando más se conoce la Biblia, más se conoce la Misa. Tomen por ejemplo esta afirmación de la Misa: “Consideren favorablemente estas propuestas y acéptenlas como una vez aceptaron los dones de su servidor Abel, el sacrificio de Abraham, nuestro padre en la fe y el pan y el vino ofrecidos por Tu sacerdote Melquizedek.” En definitiva, cuando más conozcan la Biblia, más conocerán sobre Abel, Abraham y Melquizedek, e, igualmente, más sabrán acerca de la Misa. ¿Por qué? Porque, nuevamente, la Misa son las Sagradas Escrituras desde el principio hasta el fin.


En efecto, si uno asiste todos los días a la Misa diaria, escuchará con bastante exactitud la totalidad las Sagradas Escrituras leídas al cabo de tres años. El protestantismo desconoce esto. La mayoría de las iglesias protestantes, si bien sostienen que se atienen únicamente a la Biblia, tienen solamente algunos versículos de las Sagradas Escrituras que se leen durante cualquier servicio determinado. La mayor parte del servicio consiste aproximadamente en 30 a 45 minutos de predicación de aquellos escasos versículos que fueron leídos. No obstante, en cualquier Iglesia Católica, en un domingo dado, se hará una lectura del Antiguo Testamento, un salmo responsorio, una lectura del Nuevo Testamento y una lectura de los Evangelios.


Por último, uno puede recorrer la totalidad del protestantismo y no se encontrará una afirmación dogmática más intensa sobre la inspiración e infalibilidad de las Sagradas Escrituras de la que se hará en Dei Verbum. De modo que en la Iglesia Católica hallé a Cristo en la plenitud de Su Palabra.


En la Plenitud de sus Sacramentos


También hallé a Cristo en la Plenitud de Sus Sacramentos, especialmente en el Sacramento de la Confesión y en el Sacramento de la Santísima Eucaristía. Con respecto al Sacramento de la Confesión: lo que había creído que era una perversa insolencia, ha resultado ser un instrumento de la Divina Gracia.


Solía escuchar con ansiedad las palabras que nuestro Señor pronunció al paralítico en Marcos 2:1-12. ¿Recuerdan al hombre que no podía caminar? Sus amigos tuvieron la bondad de llevarlo ante Jesús, bajándole por el techo. Jesús lo miró y le dijo, “Tus pecados han sido perdonados.” ¡Los fariseos y escribas tuvieron un ataque de paroxismo! “¡Este hombre está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados sino Dios?” Dijo Jesús, “¿Qué es más sencillo, decir al paralítico, ‘Tus pecados han sido perdonados’; o decir, ‘Levántate, recoge tu estera y camina’? Pero para que uno sepa que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar los pecados, te digo a ti, levántate, recoje tu estera y vete a casa.” Y, asi lo hizo.


Solía escuchar con ansiedad aquellas palabras, “Tus pecados han sido perdonados.” Yo prediqué todo tipo de sermón desde la Primera Epístola de Juan sobre la certidumbre de la Salvación y muchos miembros de la Iglesia de Cristo venían hasta mí después de dichos sermones y decían, “Eso me ayudó muchísimo, realmente.” El problema fue que a mí nunca me ayudó. Me costó mucho aplicarlo en mi propia vida. Me costó muchísimo obtener paz. Es una larga historia pero solía tener todo tipo de pugnas internas si yo me había arrepentido o no lo suficientemente, o si realmente la creía o no. Argumentaría que si me había arrepentido totalmente, o si efectivamente la creía, no seguiría haciendo muchas de las cosas pecaminosas que parecía incapaz de dejar de hacer. La ansiedad que me causaban estas dudas insistentes, a veces, era más de lo que podía soportar. Una vez, por ejemplo, tuve que ser ayudado por la iglesia porque había perdido el conocimiento durante la Cena del Señor (debido al estrés de intentar asegurarme que estaba participando dignamente.) Bueno, los períodos de pérdidas del conocimiento desaparecieron luego de mi primer Confesión (que duró más de dos horas.) De hecho, tal como Jesús enseñó en Juan 20:30, puedo escuchar la voz de Cristo -a través de Su sacerdote- decir, “Tus pecados han sido perdonados. Levántate, recoge tu estera y vete.”


Solía pensar, “Estos pobres católicos. Tienen que confesarse.” Ahora, siento lástima por los pobres no católicos que no se confiesan y por los pobres católicos que descuidan la confesión. Con respecto a la Santa Eucaristía: lo que creía que era un perverso atrevimiento y una blasfemia sin paralelos, ha demostrado ser “la fuente y la cima de la vida cristiana", tal como lo enseña el catecismo. Es el mismo Jesucristo en el más Sagrado Sacramento.


Durante años, como miembro de la Iglesia de Cristo, había recibido fielmente la comunión semanalmente, en lo que llamamos la Cena del Señor. Pero, no era lo mismo. Como la mayoría de los protestantes, le asignábamos una profunda importancia a la Cena del Señor pero no creíamos en la Presencia Real del Señor: su verdadero Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad bajo la apariencia del pan y el vino. No teníamos un sacerdote que pudiera proporcionarnos el Sagrado Sacramento. En efecto, nos burlábamos de esas ideas y yo las ridiculizaba con términos como “intrigas clericales.”


No sabíamos lo que nos estábamos perdiendo. En realidad, no teníamos forma de saber lo que nos estábamos perdiendo.


Las palabras más hermosas que hayan llegado a mis oídos me han llegado en el contexto de los Sacramentos: El Sagrado Matrimonio cuando Gloria dijo, “acepto,” mi primera Confesión cuando escucho la voz de Cristo decir, “Tus pecados han sido perdonados,” y mi primera Sagrada Comunión cuando el padre Bill Casey de los Padres de la Misericordia dijo, “El Cuerpo de Cristo.”


De esta manera, nuevamente, ¿qué encontré en el catolicismo que no hallé en el protestantismo? Encontré a Cristo en Su plenitud: la plenitud de Su Palabra y la Plenitud de sus Sacramentos. Cristo y Su novia, la Iglesia Católica, son verdaderamente una y, por lo tanto, resulta imposible tener a Cristo en Su Plenitud en forma separada y apartada de la total incorporación a su Iglesia.


Algún día, no aquí, pero quizás en otro lugar, tal vez usted se encuentre en una parroquia de pesadilla. Es posible que el sacerdote sea el hombre más irreverente que jamás existió. En la parroquia podrá haber escándalos por todas partes. Las personas quizás ni se den la hora. El edificio podría tener el aspecto de una zona de desastre. Y justo del otro lado de la calle podría encontrarse la más maravillosa iglesia protestante del planeta. El pastor podrá ser el hombre más devoto de la ciudad. Probablemente las personas demuestren por usted un amor genuino. Tal vez cuenten con programas para niños. Podría sentirse tentado en su frustración abandonar la empresa y cruzar la calle e ingresar a la iglesia protestante. No lo haga. Porque, a pesar de la auténtica religiosidad de los pastores protestantes, no pueden hacer por usted lo que el más corrupto y malhablado sacerdote del mundo puede hacer. No pueden absolverlos de sus pecados y no les pueden darle el Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor y Salvador, Jesucristo, bajo la apariencia del pan y del vino en el Sagrado Sacramento.


Por último, hay una última cosa que quisiera mencionar que encontré en la Iglesia Católica. Y, es aquí donde yace la mayor ironía de todas. Encontré el extraña criatura conocida con el nombre de “católico de nacimiento.”


En primer lugar, quiero decir que el término “católico de nacimiento” no tiene intenciones de ser una palabra irónica. Para mí, es un término cariñoso. ¡Sinceramente. Lo que hubiese dado yo por haber sido un “católico de nacimiento"!


Pero, imagínese tan solo haber pasado toda su vida tratando de encontrar la verdadera religión. Entonces, por fin, usted ha descubierto que está convencido de que es la Iglesia que Cristo creó solamente para descubrir que son los que nacen en su seno los que a menudo tienen dificultad en aceptar sus enseñanzas divinamente reveladas y su autoridad otorgada por Dios. Imagínese ver a aquellos que poseen la plenitud de la fe como su patrimonio natural tan frecuentemente, intercambiado como Esaú en el libro de Génesis, por un tazón de potaje, yendo a otra parte. Imagínese, si quiere, la perplejidad que provoca ver a los que han sido miembros de la Iglesia desde su infancia que se apresuran a creer y diseminar información perniciosa y distorsiones referentes a la misma (cuando deberían ser los primeros en dar a su Santa Madre el beneficio de la duda.) O, imagínense la sorpresa de ver que muchísimas veces, son los que han nacido en dos mil años de continuidad doctrinaria e histórica los que se apuran en ir a buscar a otras partes respuestas, cuando las mismas se encuentran justo aquí en la única Santa Iglesia Católica y Apostólica.


El objetivo y propósito al decir estas cosas es alentarlo a mirar su propia santa madre, la Iglesia, en busca de respuestas. Ella es nuestro vínculo visible, espiritual y físico con Jesucristo (que es el Camino, la Verdad y la Vida.)


Bruce Sullivan

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Dom May 18, 2008 6:54 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

DE LA SECTA METODISTA A LA IGLESIA CATOLICA

Hermoso testimonio de un ex pastor metodista

Por Javier Arturo González




Mi nombre es Javier Arturo González Valdez, soy originario y vivo en la Ciudad de México, actualmente tengo 34 años y soy soltero Nací en el seno de una familia católica por tradición y no por convicción. De clase media acomodada. Mi padre es Ingeniero en electrónica y mi madre ama de casa. Soy el mayor de dos hermanos.



Desde niño empecé a dar muestras de una profunda devoción religiosa. Me gustaba mucho ir a la Iglesia, rezar y solía construir ermitas en el jardín de mi casa para jugar a que yo era sacerdote y arrastraba a mi hermano y a mis primos en estos juegos tan curiosos. Nadie en mi casa era inclinado a la religión, nadie me inculcó ir a misa o tener devociones, todo ello surgía dentro de mí como cosa natural. Desde los cinco años tuve el deseo de llegar a ser sacerdote, era mi máximo anhelo, poder servir a Dios a quien tanto había aprendido a amar. Pero existía un gran problema en vida. Tenía una sería dislexia, que es un trastorno del aprendizaje, por lo que me iba bastante mal en la escuela. Mi padre había obtenido durante toda su vida académica excelentes calificaciones, por lo que yo era una vergüenza para él. Por lo mismo tanto mi padre como mi madre me golpeaban mucho, especialmente mi madre. Fui un niño que sufrió fuertes golpizas durante toda su infancia. Dios y mi vocación era lo único que me sostenía. Mi padre tenía planes de enviarme a Roma a estudiar si es que yo seguía manteniendo el deseo de ser sacerdote, pero dudaba que pudiera hacerlo por mis problemas de aprendizaje.



A los nueve años, tuve el deseo de hacer mi Primera Comunión. La experiencia del Catecismo fue fabulosa. Tuve una catequista extraordinaria que nos enseñó a amar mucho a Jesús. Me preparó y llegó el anhelado día. Para mí fue uno de los días más hermosos de mi vida.



De aquella experiencia mis padres comprendieron que debían hacer algo para ayudarme, así que me enviaron con una Pedagoga para que tratara mi problema. Ella me enseñó a estudiar, fue entonces que nació en mí un interés en la lectura y el conocimiento. Me devoraba los tomos de la enciclopedias. Como que se abría ante mis ojos un mundo nuevo. Desarrollé una excelente memoria. Mis calificaciones en la escuela mejoraron muchísimo. En todo ello vi claramente la mano de Dios. Deseaba ya terminar la preparatoria para poder ingresar entonces al seminario.



Cuando entré en la secundaria, conocí a uno de mis profesores que era evangélico pentecostal y me invitaba a sus reuniones. Él había escuchado acerca de mi porque mis compañeros me decían “el padrecito” por mis deseos de ser sacerdote y mi forma de ser tan diferente a la de ellos. A fuerza de tanta insistencia de su parte finalmente asistí. Lo que vi aquella tarde me impresionó. Yo contaba con solo 13 años, cualquier cosa me impresionaba. Vi el amor y la unidad de aquellas personas, su amabilidad y sinceridad. La forma de alabar palmeando y levantando las manos no me eran ajenas ya que yo había llegado a asistir a “misas carismáticas”, pero el fervor y el compromiso de esa gente era mayor del que había visto hasta ese momento en la Iglesia Católica. Comencé pues a asistir a un estudio bíblico entre semana, pero los domingos seguía asistiendo a la Iglesia Católica. Hice muy buenos amigos entre los pentecostales con los que empezaba a salir a tomar el café y a asistir a campamentos y retiros. Entonces se llegó el tiempo de que ellos confrontaran mi fe católica. Empezaron atacar el hecho de que yo tuviera imágenes religiosas, que venerara a la virgen María y a los santos, que todo aquello era una abominable idolatría y superstición, cosas que Dios aborrecía, que la misa era falsa y supersticiosa, que la Iglesia Católica era la gran ramera del libro del Apocalipsis, que el papa era el anticristo, que las devociones católicas eran babilónicas, que dónde en la Biblia aparecía la palabra rosario, escapulario, veladora, misa o Papa, etc. etc. Me bombardeaban con versículos bíblicos a diestra y a siniestra. Yo no tenía en ese momento las armas ni conocimiento necesario para defenderme. Sus argumentos me parecían muy convincentes en aquel momento. Además, en verdad estimaba a mis nuevos amigos. Así que con todo el dolor de mi corazón abandoné la Iglesia Católica. Me obligaron a destruir mis imágenes, el rosario de mi primera comunión, mi vela, mi libro de oraciones, una pequeña cruz que me había regalado un fraile misionero franciscano (porque ese grupo era muy fundamentalista e incluso rechazaban la cruz de Cristo). De todo ello ahora me arrepiento, especialmente por los recuerdos de mi Primera Comunión que había sido una experiencia hermosa.



Nunca acepté rebautizarme (práctica común en este grupo) porque yo infería que mi bautizo católico era válido aunque los líderes del grupo decían lo contrario, pero respetaron mi decisión. En realidad yo no había tenido una mala experiencia en el catolicismo, sino todo contrario, pero me habían convencido de que solo ellos tenían la verdad. Este grupo era verdaderamente recalcitrante. Todo era malo, todo era pecado. Ni siquiera había de tener templos, así que nos reuníamos en casas o en salones de fiesta. No celebraban Navidad ni Semana Santa porque esas eran tradiciones de hombres. El culto era ruidoso, se saltaba y aplaudía al ritmo de la música mientras se gritaban “amenes” y “aleluyas”. A mi madre también la convencieron pero mi padre se mantuvo al margen. Mi hermano era pequeño así que también asistía con nosotros a este grupo.



Mis deseos de ser sacerdote quedaron opacados, ahora debía ser pastor, si es que Dios me llamaba. Sin embargo este grupo no creía en los seminarios, que también eran cosas de hombres, así que ellos sabrían cuando el Señor me llamaría para el ministerio, solo que debía estar casado. ¡Casado! Eso nunca había estado en mis planes. Yo jamás me imaginé con mujer ni hijos porque yo quería ser sacerdote. Desde niño sabía que Dios me había llamado a ser célibe, que era un don que Dios me había dado, que no tenía ninguna desviación sexual, sino que simplemente mi llamado era a la castidad. Así que este asunto lo puse en manos de Dios secretamente. Doy gracias a Dios porque hasta el día de hoy me ha mantenido en este estado, no por mis fuerzas, sino por el don que hay en mi.



Si no había la posibilidad de entrar al Seminario entonces había de pensar en alguna carrera. Desde niño me había también gustado la Historia, así que me inscribí en la carrera de Historia en la UNAM.



En el tercer semestre de la carrera llevé la materia de “Historia de España” fue allí donde encontré y conocí a la mujer que mas ha influido mi vida: Teresa de Jesús. El profesor de la materia era español y cuando habló de aquella Santa, nos dijo cómo ella había influido en el pensamiento espiritual no solo de su país, sino de todo el mundo. Nos habló de sus escritos, de su vida, de sus éxtasis y experiencias místicas. Solo habló de ella una clase, pero eso bastó para que aquella enigmática mujer me atrapara en sus redes amorosas. Para mis compañeros de clase (la mayoría ateos y marxistas) aquello no les decía nada, les parecía la historia de una mujer neurótica y fanática. Pero a mí me había movido mis más profundas fibras espirituales. Corrí a la biblioteca de la universidad para leer algunos de sus poemas, me impresionó “Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero”. Embelesado contemplaba la pasión de esta mujer por Dios, una pasión desbordante, plena, libre, una pasión que nunca había yo conocido ni inferido. Desde aquel momento comenzó una relación muy especial al grado que solía llamarla “mi novia”. Nunca había escuchado de ella cuando estaba en la Iglesia Católica. Cuando había sido católico tenía varios santos de mi devoción como San Judas Tadeo, San Martín de Porres y Santa Rita Casia, pero nunca había escuchado de Santa Teresa de Jesús.



Mi encuentro con Santa Teresa y la carrera me hicieron más crítico hacia el grupo religioso al que pertenecía. Me di cuenta lo ignorantes que eran mis líderes, que aquello más bien tenía forma de secta y no de iglesia. Así que empecé a cuestionarles muchas cosas. El asunto llegó tan lejos que me dijeron que eligiera entre la carrera y la iglesia, así que abandoné aquel grupo. Me tacharon de aborto, de rebelde y hereje. El amor que manifestaban al principio se desvaneció. Había estado en este grupo pentecostal por ocho años. Mi salida del grupo se dio en un tiempo difícil porque coincidió con que mis padres se estuvieran divorciando. Mi papá nos quitó toda ayuda económica y mi madre entabló un juicio contra mi padre que al cabo de dos años ganó. Tuve que dejar la carrera por falta de dinero, pero un amigo me recomendó ingresar a un Instituto Teológico muy reconocido aquí en la Ciudad de México de trasfondo metodista. Yo conocía la Iglesia Metodista como una iglesia protestante muy prestigiosa y seria, además sabía que yo debía prepararme para el ministerio así que comencé a asistir a las clases en el Instituto. En el Instituto uno de mis compañeros me invitó a asistir a los servicios en su iglesia. El pertenecía a las Asambleas de Dios, una iglesia de corte pentecostal pero mucho más seria y organizada que el grupo en donde había estado. Asistí por dos años pero tampoco me gustó así que comencé a asistir a los servicios de la Iglesia Metodista.



Me gradué del Instituto Bíblico en 1995 como bachiller en teología. Dado mi promedio de calificaciones, obtuve una beca para estudiar en los Estados Unidos en un Seminario para obtener la Licenciatura en Teología y Ministerio. Estuve en el Estado de Texas por dos años. En ese tiempo asistí a la Iglesia Metodista de los Estados Unidos. La teología metodista me convencía bastante. Juan Wesley, el fundador del metodismo, había sido sacerdote anglicano por lo que mantenía muchos elementos católicos como la liturgia, el uso de símbolos, la Eucaristía, las vestiduras, el bautizo de infantes, el Calendario Litúrgico, el Leccionario, las ordenes ministeriales de Obispos, Presbíteros y Diáconos etc.



Me sentí mucho más identificado en ésta Iglesia. En Estados Unidos fui ordenado Diácono y serví en una congregación hispana. Por aquel tiempo nos visitaron los hermanos de Taizé. Ellos son unos monjes que viven en comunidad en Taizé Francia, pero son de origen protestante, aunque ahora tienen monjes de la Iglesia Católica y de las iglesias orientales. Ellos nos enseñaron la oración de recogimiento, la oración contemplativa, el valor del silencio, la oración y meditación frente a los íconos, etc. Todo esto despertó en mi aquellos anhelos espirituales que tenía reprimidos, comprendí que Dios me llamaba a vivir una vida espiritual en completa libertad.



Gradué en 1997 y regresé a México en donde tuve que seguir estudiando para mi ordenación como presbítero de la Iglesia. Me enviaron a estudiar al Seminario Metodista de la Ciudad de México. El Seminario Metodista es parte de la Comunidad Teológica de México que está integrada por el Seminario Metodista, el Seminario Anglicano, el Seminario Luterano, el Seminario Presbiteriano y el Seminario Bautista. Este ambiente multiconfesional me ayudó mucho a ampliar mi visión y a conocer los esfuerzos ecuménicos en México.



Fui ordenado en el 2000 como presbítero de la Iglesia Metodista. Impartía clases en el Seminario de Historia del Cristianismo, Liturgia, Teología Sistemática y Teología Espiritual.



Durante todos estos años me fui acercado cada vez más al magisterio espiritual de la madre Santa Teresa de Jesús. He leído todos sus escritos varias veces además de clásicos teresianos como los “Estudios Teresianos” de Tomás Álvarez, “Tiempo y Vida de Santa Teresa”, la “Herencia Teresiana” etc., al grado de tener una buena sección de teresianismo en mi biblioteca personal. Mi interés por Santa Teresa, me llevó a acercarme y comprender la mística del Carmelo. He conocido y leído a San Juan de la Cruz, a Santa Teresita de Liseaux, Edith Stein, (nunca olvidaré cómo me conmoví al conocer la vida de esta mujer y de su encuentro con la verdad cuando leyó la autobiografía de Santa Teresa de Jesús), Sor Isabel de la Trinidad, Ana de San Bartolomé, etc. He leído otros místicos (Ignacio de Loyola, San Bernardo, Catalina de Siena, Francisco y Clara de Asís), pero la mística del Carmelo es la que más me ha cautivado.



Cuando cumplí los treinta años empecé a orar para que Dios me permitiera ir a Ávila cuando tuviera 33 años y que pudiera asistir a las fiestas de la Santa. A partir de allí comenzaron a darse cosas extraordinarias en mi vida de oración personal. Gozo sobrenatural, oración de quietud, lágrimas y cosas semejantes. Comencé a tener un sueño en donde venía Santa Teresa con una vela en la mano, me tomaba del brazo, me llevaba por un largo pasillo que salía a un jardín, entonces el sueño terminaba. El fenómeno teresiano en mi vida me llevó a realizar estudios serios sobre la Iglesia Católica Romana, sus doctrinas, su historia, su organización y espiritualidad. Muchos de mis prejuicios contra el catolicismo se fueron diluyendo. Leí también algunos testimonios de protestantes que se han convertido al catolicismo como el cardenal John Newman, Scott Hahn, entre otros.



Mi fuerte acercamiento con la Iglesia Católica, mi devoción por Santa Teresa, mi gusto por la liturgia, mi opción por el celibato, etc. me hicieron blanco de críticas por parte de mis compañeros ministros y de muchos laicos acusándome de la Iglesia Metodista por ser “demasiado católico”.

Sin embargo Dios concede “determinada determinación” para cumplir su voluntad que es agradable y perfecta. Sabía también que solo “la obediencia da fuerzas”.



La Santa me fue metiendo pues en “hartos trabajos” en los que me sentí muy solo e incomprendido. Estaba decidido a volver al seno de la Santa Madre Iglesia Católica, la única fundada por Cristo y sus apóstoles, pero no sabía cómo. Mucho rogué a Dios por alguien que me ayudara y comprendiera lo que está sucediendo en mi vida.



Finalmente pude llegar a Ávila habiendo cumplido los 33 años y precisamente en el marco de las fiestas de la Santa. Allí vine a conocer al Padre Fray Enrique Castro o.c.d., en ese momento profesor del CITES. Fue la respuesta a muchas lágrimas y oraciones. Él me ayudó a dar el paso de mi reconciliación con la Iglesia. Fue difícil explicar a mis autoridades en la Iglesia Metodista los motivos de mi reconciliación con la Iglesia Católica y la consecuente renuncia al ministerio metodista. No podían entender como era posible que renunciara a un ministerio “exitoso” en la Iglesia (en ese momento era yo pastor de una congregación ubicada en una de las mejores zonas del norte de la ciudad, con casa pastoral, automóvil, buen sueldo y prestaciones), además tenía varias responsabilidades administrativas dentro de la denominación, además de ser profesor en el seminario.

Ciertamente que mi situación económica desde mi reconciliación ha sido difícil, pero por nada cambio el gozo que ahora tengo en mi corazón y el poder vivir en plenitud mi fe.



Poco después de aquel viaje a España, el P. Enrique regresó a México, por lo que nuestra amistad fructificó. Fue nombrado párroco del Santuario de Nuestra Señora del Carmen “La Sabatina” que es a donde actualmente asisto.



De manera natural he retomado mis deseos de ser sacerdote, pero ahora dentro de la bendita orden del Carmelo. Los perfumes del Carmelo me han subyugado, deseo intensamente pertenecer al Carmelo (mi familia) que es en donde el Señor me ha mostrado que encontraré el espacio para vivir mi vocación contemplativa y sacerdotal.



Ruego a Dios y me acojo a la intercesión de nuestra Señora del Monte Carmelo y de Santa Teresa de Jesús para que me alcancen de Dios mi mayor sueño y anhelo: ¡SER CARMELITA DESCALZO! Dios los bendiga abundantemente.

En el amor de Jesús y María,



Javier Arturo González Valdez (aspirante al Carmelo).

Fuente:apologeticacatolica.org

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Dom May 18, 2008 7:09 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Ahora expondre un testimonio de una wiccana que encontro la verdad en la Iglesia Catolica.

Wicca: Es una de las muchas sectas dentro de la New Age.

Se trata de una corriente de pensamiento que incluye elementos esotéricos y supersticiosos. Los wiccanos se enorgullecen de que su religión es un renacimiento del del paganismo, la "Antigua Religión". Mezclan con el paganismo la magia y la superstición. Proponen sus prácticas como una alternativa mas eficaz que el cristianismo para resolver los problemas de la vida. Un tipo de brujería que, según dicen, solo utilizan para el bien. El cristianismo habría dado un mal nombre al paganismo.

Cita:

TESTIMONIO:
(KARINA BECERRA)


Durante 7 años estuve en la búsqueda espiritual, anduve en todo lo que te puedas imaginar, desde gnóstica, masón, rosacruz, budista, shaman, astróloga, vuduista, wiccan... Todo comenzó casi sin darme cuenta, con un libro de la "new age" que llegó a mis manos cuando tenía 16 años... cómo me convertí? solo un milagro de Dios puede explicarlo, él me arrancó todo eso que traía en mi pobre mente confundida y me volvió a hacer, morí y volví a nacer y entonces mis oidos se destaparon, mis ojos vieron, mi corazón cantó y pude comprender los misterios de Dios y la Biblia con el lenguaje del espíritu y no de la mente. Sentía que caminaba hacia ninguna parte, sin sentido, en la obscuridad, yo era mi propio Dios, tomaba a mi conveniencia lo que deseaba y lo que no, lo deshechaba; mis valores, mi mente y mi corazón sufrieron una terrible confusión y lo peor era creer que yo estaba bien...
Pero un buen día me cansé de todo ello y lo "único" que tuve que hacer fue abrirle la puerta a Jesús, derrotarme, estar dispuesta a lo nuevo, a lo desconocido y clamarle que Si en Verdad existía me dejase conocerle, pues yo no le amaba porque no le conocía, en vano había intentado ya varias veces acercarme pero no comprendía nada de las Sagradas Escrituras, le pedí que abriera mi mente y mi corazón, se lo pedí con verdadera necesidad.
Pasó que al día siguiente me fuí a un retiro y ahí pude analizar mi vida, me dí cuenta de que todos esos caminos no me habían llevado a ninguna parte, excepto a una falsa imagen de mí misma y de mi realidad, a ser soberbia y a perder incluso el sentido común y el sano juicio. Tuve que echarme un clavado hacia dentro de mí misma donde el requisito primordial era la honestidad, curiosamente a través de la verdad, me conocí, quité mis máscaras, mi armadura y ahí estaba ÉL, la Fuente, el Dios Vivo, el ego me abandonó aunque sea por un instante y quede así, simple, llana pero profunda, con una paz indescriptible. Así que de mi corazón nació el renunciar a todo ello y a partir de ese momento el Espíritu Santo comenzó a actuar en mí. Nadie puede conocer a Dios y quedarse callado, más lo que ahí se me reveló es solo para mi espíritu... pero te puedo asegurar que fue algo hermoso y maravilloso, caí al suelo llorando y suplicando Su perdón y Él tan grande y misericordioso que es, lo hizo.

Desde entonces, han pasado ya casi 2 años y mi vida cambió por completo, debo decir que ha sido todo más difícil pues es duro el camino estrecho, el andar recto por el camino de Dios requiere de esfuerzo y sacrificio, constantes luchas, pero jamás me arrepentiré por el contrario, doy gracias a Dios por haberme permitido conocerle y sé que mi misión es ahora el de amar y servir a Dios a través de mis hermanos.

Ojalá mi testimonio pueda servir de aliento e inspiración para otros que andan transitando por estos caminos y les invite a la Esperanza, siempre después de agotar todos los aparentes caminos, sobresale el camino de la Verdad.

Con cariño:
Kary

Dios está Vivo!!


Fuente:Catholic.net

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Mar May 20, 2008 4:35 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Os presento ahora un testimonio impactante, un joven que fue testigo de jehova, evangelico y mormon y finalmente encontro la Verdad en la Iglesia Católica.

Fuente: www.apologeticacatolica.org

Cita:


De Testigo de Jehová, a evangélico, a mormón y de regreso a la Iglesia Católica

por Luis Puga

Me duele un poquitin mi cabeza, a ver si cuadro las ideas, la historia comienza así:

Tenia yo 15 años y estudiaba hacia casi 5 o 7 meses con los testigos de Jehová, de eso seria poco lo que hablaría, solo desde el principio no me gusto el ataque artero a todo lo católico y las grandes incongruencias en su contenido. Aun así consiguieron envenenarme y las consecuencias las pago mi madre, al quitarle sus imágenes de todo, y enseñarle "la verdad" y el Armagedon, etc. De hecho desde un principio no me agrado el ambiente de el salón de el reino y si disfrutaba mucho rebatiéndoles a dos señoras que eran mis maestras, hasta que un día las harta de tanta pregunta y me mandaron a freír espárragos, jajaja, y prohibieron a uno de sus hijos se juntara conmigo, ya que éramos muy buenos amigos. Pero a este chavalón le valió gorro, la igual que a miguelito, así que la amistad siguió y el dejo de asistir también a el salón de el reino, siendo que el llego a ser (joven ejemplo), pero prefirió seguirme, el tenia dos años más que yo, y ahí termino nuestra historia como testigos de Jehová, no hay mucho que contar, me odiaron por mis ideas y por mis innumerables dudas, como:

1) La venida de cristo invisible en 1914

2) Las profecías de Isaías

3) Las profecías de el famosos armagedon

4) La numerología de el libro de Daniel

5) De donde viene el nombre de testigos

6) Porque el alma será destruida

7) Jesús como un dios (con d-muniscula)

Cool Jesús crucificado en un madero

etc. etc., etc., y las grandes controversias que tuvieron los ancianos de la congregación con un mocoso, adolescente de 15 años y que los hizo enfadar al punto de reprenderme y de no aceptar mas platicas, se fueron, simple y llanamente, los canse.

En ese entonces, conocí a una niña preciosa, me encantaba como vestía, con traje sastre y siempre muy propia al hablar, le eche el can desde un principio y batalle para que me diera el ansiado si como 2 meses, a canijaaaa!, pero al fin novios los muchachones, para esto les aclaro que ella era muy bonita y el electrón no estaba tan fregado, así que oportunidades no me faltaban, pero estaba terco con esta niña, solo que de pronto me invita a un concierto de un puertorriqueño de nombre??????grrrr no me acuerdo, pero ahí me di cuenta de que era evangélica, y como yo era un ateo, no ateo, pero si renegado de la iglesia católica y corrido de los testigos (y ni ganas de volver), pues me dije, ta bien, algún defecto debía tener.

Solo que le empezó a entrar cada vez de una manera mas fuerte y con ello me fue arrastrando a mi, -aclaro que siempre he creído en Dios, solo no entendía porque tanta desunión- situación que les ha de pasar a muchos el noviazgo siguió y de pronto sale un personaje que se hace llamar -pastor-y me empieza a hablar muy bonito, aclaro que siempre he sido un escéptico he hijo de la fregada, así que no me durmió, respetaba lo que hacia y por mi novia empecé a ayudar a construir el lugar de reunión o templo, que en un principio era un cuartito y un gran terreno que fuimos tapizándolo de paletas (madera), hasta que con el tiempo se transformo en un lugar muy bello, con sonido, bajo, guitarra, asientos, todo ello quiero pensar que con el dinero de los mismos fieles, yo aun no iba como creyente, solo pasaba por ella (mi novia), y ayudaba con mi carro a llevar y traer he instalar, o sea ayudaba fuera de lo que era su culto, a mi me empezó a gustar mucho la cerveza, así que no checaba y además estaba muy desilusionado de mis dos experiencias pasadas. en fin la iglesia fue creciendo y un día, a este amigo ex testigo de Jehová, me dice que le gusta la hermana de mi novia y que tiene que hacer meritos, entonces acepta unas platicas con un profesor evangélico (amigo de el pastor), pero en mi casa, situación que no me agrado, ya que no podía debatirle puntos, obviamente por mi novia, pero se dieron estas platicas y yo participaba poco, ya que no me gustaba la idea de asistir a algo que no creía, y además estaba como hastiado de la gente que se decía tener a Dios, pero mi amigo estaba terco con mi ex cuñada, así que este señor logro que fuéramos a un culto, y ahí empezó la historia.

Obviamente yo estaba muy enamorado, estúpidamente enamorado, y hacia lo que ella me pidiera, solo no asistir a sus cultos, que eran, martes, jueves, viernes, sábados y domingos, y yo trabajaba y estudiaba, así que tenia un estupendo pretexto para no asistir. pero quedaban los sábados y domingos, y algunos martes.....mmmmmmm, y mi amigo aferrado, se comprometió a ir a un culto, y ahí vamos un martes, empieza el mismo y el -pastor- nos da la bienvenida a mi amigo, a una chica en minifalda, y a este loco de mi, empieza con cantos y oraciones, y mas alabanzas, gritos, y de pronto una oración frenética de todos y empieza a decir: aquel que ha pecado, que ha tomado, que es un borracho, que no tiene a Cristo como su salvador personal, que ha pecado, que ha tenido malos pensamientos, y un largo etcétera, en el que cuadrábamos mi amigo, la chica y yo, a ti que te gusta el mundo, el alcohol, (me dije a mendiga ya le fue a decir), para esto, de pronto una mujer empieza a convulsionarse, y yo estaba controlado, estamos hablando de que la voz de este -pastor- aunado a las oraciones, la guitarra, y una voz con un discurso muy trabajado, los sentimientos estaban a flor de piel: que les parece que esta noche Jesús venga por nosotros y no estemos listos, Jesús quiere que te entregues esta noche, el te ama, no te resistas a Cristo, el diablo es el que te encadena y no quiere que te entregues, oremos para que se entreguen los hermanos que están sin Cristo, oremos mas para que el diablo salga y los deje acercarse y pedir perdón; yo ni me inmutaba, solo veía a mi novia, sentada al lado mío orando.

De pronto volteo a mi izquierda donde estaba mi amigo, que yo lo consideraba muy entero, seguro y fuerte, mas que yo por supuesto!, y esta hecho un mar de llanto........... , le digo: “¿que tienes guey?, ¡tranquilo!”, me dice: “hemos pecado mucho” y le contesto, “¿y a poco crees que todos ellos son santos?, ¡estas fregado!, cálmate”, obviamente con voz baja, tenia a la fiera al otro lado, con un ojo en la oración y el otro encima de mi.......... el sujeto que nos dio el estudio se acerca y le invita a pasar al frente, no le dijo dos veces..........vámonos !!!!!!!!!!!!!!!!!!, ahí va este llore y llore, de pronto la muchachita de la mini, (es que tenia unas piernas increíbles), perdón!, ahí va también, llore y llore, y yo?..........de descarriado y aferrado en mi lugar, de pronto el pastor sigue; aun falta un alma que el enemigo se niega a soltar , ching.................dije este guey no me va a dejar.................oren mas fuerte, y de pronto se para a mi lado este sujeto, sigue todo el ambiente súper subido de tono, busco con la mirada a mi novia, y sigue orando, pero me veía, me dice este sujeto; pase, entréguese; le contesto, es que yo no quiero, no conozco su doctrina y no me dejo llevar por emociones, me agarra el brazo muy fuerte, casi le aviento un madrazo, volteo a ver a mi novia y esta viendo todo, me hecha fuego por los ojos, y entendí que si no pasaba, ahí terminaba todo, este sujeto me jala, y le digo; suélteme!, yo paso solo, si me jala una vez mas le reviento el hocico!, obviamente en sus orejitas, pase y no se que hacer, me hinco a un lado de mi amigo y la chica, a ellos les están orando imponiéndoles las manos, y a mi me dejan hasta el ultimo , en lo que estaba ahí, hable con el señor y le dije que el sabia porque estaba ahí, y que si estaba mal me perdonara por ser débil, que el sabia que yo no creía en ello, en esa manera.

al fin pasaron conmigo, me pusieron sus manos, no paso nada, mi amigo y la chava seguían llorando, he hincados, yo me quería parar, sentía montones de miradas atrás de mi, pero nadie se levantaba, al fin después de no se cuanto tiempo, me levante y le avente una mirada de fuego al tipo este, llegue al lugar de mi novia y ella seguía orando, al rato se paro Adán mi amigo, y la chica, termino el culto, nos abrazaron, felicitaron, etc. etc. etc.

Al subir al carro...........

Ya en el carro, no comente nada con mi amigo, dejamos a las dos, mi novia y su hermana en su casa, y nos fuimos de ahí, en el camino íbamos como shockeados, y se me ocurre prender el radio....................”pos no me olo apaga este ca!!”....., le digo “oye que te pasa?”, “es pecado Luis!!, debemos alejarnos de el mundo!!”, le contesto: “¡¡no mam!!...........guey, que fregados te pasa?”, me dice; “es que durante mucho tiempo vivimos en el pecado”.......le contesto; “no chingues adan, mira todos pecamos, y creeme que estamos mas limpios que muchos de los que se dicen cristianos, pero haya tu”.

Al día siguiente va a mi casa y me apaga la televisión, me dice que es pecado, le digo; “ya como guasa ya estuvo no?, dime que chin.....................no es pecado?”, “no debes ver television, ni oir canciones del mundo, solo radios cristianas”, le digo; “te estas fanatizando guey!, ahora todo es pecado?”, “mira mejor vete o nos vamos a agarrar a fregadazos”, y que me empieza a predicar.........le digo, “amigo; dios y solo el me dara el camino, yo no me guio por emociones, el y solo el, no hombres que me digan que soy pecador, cuando ni siquiera me conocen y si saben que les he ayudado, no mi amigo eso no es mio, no es mi tiempo y no creo en ello”, y que me sigue predicando, lo escuche, lo deje, y se fue, el jueves a la hora de el culto, ahí estaba en mi casa, y me dice vamos a ir? , si pero no al culto......me pide de favor que lo lleve, estando ahí me ve mi novia y me hace entrar, que seguía?, empieza mi amigo a cantar, y aplaudir, yo la verdad me estaba hartando de tanto fanatismo, así duramos un tiempo, hasta que la mama de el (testigo de Jehová), hablo con el, y me llega un día y me explica; es que juegan con las emociones y la sique, y te manipulan etc. etc., le dije; exactamente baboso, lo que te había dicho, solo que mas adornado, y me dice; ya no quiero ir mas. no pero ya me había enjaretado a mi, y no modo, un día hable con mi novia y le dije, sabes?, no creo en esto, lo respeto, pero no lo creo, el pastor canta muy padre, todo, pero no creo, así que no voy a ser hipócrita y he decidido no asistir y espero que me respetes eso.

Al parecer lo entendió bien, o mas o menos, solo que su familia y su pastor y demás secuaces no, y empezó el ataque......................

Me decía que su familia la estaba presionando para que me dejara, ya que tomaba (la verdad no mucho), y que asistía a bailes (para ella era pecado), y iba a conciertos (pecado), y así contra viento y marea seguimos, yo seguía muy, muy enamorado, idiotizado

Un día me dice que la pretende un hermano de religión , y que ella cree que es lo mejor, a pesar de no quererlo, ya que yo no quiero cambiar; le contesto, “mira Elvira, has lo que quieras, que puedo hacer?, que quieres que te diga?, como pelear contra tantas cabezas?, como tu gustes”............me dice “me voy de viaje a un retiro espiritual”,.....................................luego?, mandamos a la fregada todo?, nooooooooooo, “voy a volver y espero que cambies” ; “cambiar es hacerme evangélico sin creerlo?, mejor no regreses y cásate con el que tu pastor te elija..............”; “no luis, yo espero que cambies”, y se fue a su retiro por casi dos meses, mis amigos me invitaban a fiestas, y nada me divertía, al fin una carta, que mas bien parecía un extracto de el cantar de los cantares, con un poco de mateo evangelista, regresa y nos volvemos a ver, y viene la estocada de el pastor....................; Luis: el pastor me dijo que recibió revelación y que alguien le dijo que no me convienes, no les digo ese alguien porque es casi blasfemo, pero lo saben?. Le dije bajo el ___a decirle eso, pues que importante soy, mira; estoy hasta la reverenda madre!, de tu pastor, de tu fanatismo, y ya no quiero saber nada, así de simple, déjame y has tu vida.

Por primera vez lloro como nunca, y me dice que esta confundida...y le contesto; “y yo?, estoy a toda madre!, mira lo que he tolerado por casi 3 años, ya no puedo, de verdad, no puedo”. Me pide una oportunidad, y le digo como siempre que esta bien, le digo que lo mejor es casarnos y sacarla d todo eso, me dice que si..........................a la semana se arrepiente o la arrepiente, empiezo a verla solo una vez por semana.

En ese inter, aparece en escena una ex novia mía de la infancia (hoy mi esposa), se me ocurrió ir a mis antiguos barrios con un amigo mutuo y le dio mi numero de tel.

Ya no nos separamos, me enferme un día y ahí estuvo conmigo siempre, y la verdad, ahí era muy diferente, ya que ella daba mucho cariño (mi esposa), y Elvira, también, pero muchas locuras. esa misma semana hable con ella y le dije que todo estaba acabado, que alguien estaba ya en mi vida y que se olvidara de mi, lloro como nunca, y me dijo que nos casáramos, que se iba conmigo, que me amaba, etc. etc. simplemente no conteste, me fui, me case al año, esa es otra historia y quiero cerrar esta. Ya casado me la encontré cuatro años después y me dice que me sigue amando y que no me puede olvidar, le digo que estoy tranquilo, la verdad la seguía queriendo mucho, pero no podía ceder así, no era correcto. deje de ver la fabrica donde trabajaba y le pase esa cuenta a otro ing., solo para no verla, al tiempo dos años para ser exactos, me la tope en un restorant y traía un niño en brazos, era su hijo, me dice que si puede platicar conmigo?, claro que si.....voy a su casa y me empieza a contar:

Y empieza: hace dos años conocí a un hermano ex - drogadicto que se convirtió y nos casamos, y ahorita esta en la cárcel por robo y posesión de heroína , le digo; no sabes que la drogadicción es algo muy difícil de tratar?, no Elvira, como te casaste con alguien así?, me dice: Luis, no sabia, pensé que con la iglesia iba a cambiar, y de pronto pasa algo (para mi desagradable) y le digo; no Elvira, yo te respetaba mucho por tu forma de ser, de hablar, de vestir, hoy eres un fantasma de lo que yo conocí, tenias una paz muy bella, muchos valores, que te pasa?, por caballerosidad me lo reservo había perdido toda su chispa, toda su alegría, me dice: divorciate.....que?, noooooo, estoy para aconsejarte, solo eso, se agarro un poco de mi en ese tiempo, le ayudaba por teléfono a resolver cosas, mi sentimiento había muerto, pero el cariño siempre existe y existirá, volvió con su esposo y se embarazo de nuevo, lo volvieron a apresar por lo mismo, entablo la demanda de divorcio, y me pidio volver a hablar en persona, ahí voy: Luis la iglesia ya no existe, ya no tenemos un lugar donde congregarnos, y el pastor? pregunte; a ese pastorcito contesto su mama, salio una fichita palabras de su mama, (de Elvira). de el es lo único lo que hablare........................pase por la antigua iglesia y lo que antes era un lugar de reunión para casi 200 personas, ahora era una casa habitación, con fachada de templo, muy desagradable, el gran patio con su plataforma donde tocaba el grupo, ya no existía, los fieles?, no lo se, quizás como mi ex novia, sin iglesia, sin nada, decepcionados, no lo se, puedo hablar de lo que vi. en casa de mi ex novia, y lo que me expresaron; fue tan desagradable que no lo escribo, solo por una o dos personas, se perdieron, no se cuantas vidas y almas, ya que al perder la fe, con ello se pierden muchas cosas, entre ellas la confianza en el ser humano, y empiezas a no importarte nada.......................eso es cuando edificas tu esperanza en arena.....................a ella la veo así casi 3 años y hoy vive en EEUU con sus dos niños ahí trabaja y esta tranquila, de pronto me llama en navidad para contarme como esta, creo que tiene un novio que la quiere y que no le impusieron, y no le criticaron, alguien que ella eligió, y nadie le dio revelación para quererlo, la iglesia destruida, muchas vidas destruidas, por seguir a pseudo Mesías, que se sienten a veces con mas poderes que el mismo Jesús, esa es mi historia y la historia de Elvira, no creo que siga siendo evangélica, creo que hoy tiene, otras cosas en su mente, ya que el fanatismo y no tener libertad de elegir y fincar su fe en hombres no le dejo nada bueno, y a mi el dolor de ver caído a alguien que de verdad ame, pero yo no importo, importa ella, su familia, las personas que confiaron, que paso con ellos?, como volver a confiar?, como volverán a confiar?..................................no he vuelto por allá, ni he hablado, no quiero albergar nada malo.

Pero se trata de saber toda la historia: Mi esposa me da dos hijas preciosas, me encuentro con una oportunidad de trabajo muy buena, conozco a un gran amigo mormón, después me presenta a mi hoy patrón, también morrón, me dan como 100 platicas, mi esposa se bautiza, y yo casi 4 años después que ella, empiezo a asistir.

¿Como se llama nuestro amigo de aquí que es mormón? ¿Fredy?, ¡no se me asuste!, tengo grandes amigos mormones; empiezo a asistir pero no me gusta, no voy a criticar nada, porque no me hicieron ningún daño (de verdad), simplemente nunca creí, es todo, hay muchas cosas incluso que admiro de ellos, pero no creí y no voy a decir en que en especifico porque no viene al caso.

Deje de asistir a la iglesia junto con mi familia, y seguían visitándome elderes, muy buenos chavos y muy buenas platicas, muy respetuosos, eso tengo que reconocer, no llegan criticando y atacando, simplemente no creí, así de sencillo.

Como traía ese pasado y ese vacío espiritual, me refugie en el alcohol, como nunca fui muy bueno para tomar, agarre este trabajo que me pagaban lo que nunca llegue a pensar, ya saben celular, carro nuevo, etc. hablo de 1996, cuando el celular era un lujo, casi habíamos pasado la época de los famosos ladrillos.

Total que me hice muy borracho, con todo lo que implica, un día si, otro también, hasta que un día mi cuerpo ya no me lo perdono y me mando al hospital, ahí me destrozaron el sistema nervioso, a los 24 años, de ahí empecé a buscar doctores que me ayudaran con mi padecimiento que desconocía, de todo, psicólogos, psiquiatras, generales, neurólogos, y nada: hasta después de casi tres años que incluso pensé una estupidez, me encontré un doctor hace 5 o 6 años, que me explico todo, todo, lo que me pasaba, me dio toda la atención y terapia, así como, la medicina mas moderna, me explico que padecía de ansiedad generalizada, una falla en la química de le cerebro, la serótina. me ayudo en todo.

En ese tiempo el doctor padecía una enfermedad muy grave, de la cual no voy a platicar, me cuanta que sin quererlo encontró una imagen de san judas Tadeo con una oración, en su escritorio, que el nunca la había visto---estamos hablando de casi 20 años en el mismo lugar, y hizo la oración y prometió a el Señor que si se recuperaba iría cada domingo a agradecerle, estuviera donde estuviera.

Nos hicimos excelentes amigos, me pide que deje de tomar totalmente y lo hago, después de su recuperación, hace casi 4 años, empieza a molerme que vaya a misa y a platicarme de sus hijas que están en el coro, etc. etc. yo me negaba y lo hice por casi dos años, pero al verlo tan convencido, y yo que todavía no me controlaba bien de mi padecimiento, que se había convertido en bipolaridad y ansiedad, me digo a mi mismo: oye pende....no necesitaras de Dios?, ¿que te cuesta ir?, al principio me quedaba afuera, extrañamente me sentía indigno de entrar, solo escuchaba y oraba. me dijo mi doctor, entre dios busca pecadores, le contesto; doctor, no se ponga a polemizar conmigo, fui testigo de Jehová y estudie mucho la Biblia, solo dígame su testimonio y platíqueme de Jesús, solo eso, empieza a abrirse y me cuenta a su modo lo que hizo por el y su familia, estoy hablando de un ateo y hombre de ciencia me dice, entre y no se ponga atención (claustrofobia), escuche y pídale a el, tenga fe.

Pues seguí sin entrar, durante casi una año, me conformaba con estar afuera y de ahí escuchar, hasta que después de un tiempo entre, esto es en enero pasado, y empiezo a participar activamente en la iglesia, he visto 2 sacerdotes nuevos, con un espíritu excelente, y desde esa fecha no dejo de asistir y participar, casualmente desde esa fecha, no he vuelto a un hospital, cuando antes era al menos 1 vez cada dos meses, casualidad?, no lo creo. hoy tengo 31 años, casi 32 (el prox. 22 de sept.), y acabe mis estudios, y he hecho otros estudios en mi ramo (electricidad), y todo gracias a este doctor que me ha aventado, cuando pase casi 6 meses encerrado en mi casa, a causa de lo que les comento, hoy tengo a mi cargo una oficina de 6 personas, a veces 5, aprendí a controlar el stress y a serenarme, gracias a dios y al doctor. Termino diciendo, que nunca me exprese mal de la virgen Maria, respete al Papa Juan Pablo II, y admiro a los que dedican su vida a Dios, sacerdotes, monjas, etc. etc. que hay de todo, si, excelente, muy buenos, buenos, regulares, y uno que otro malo, pero la mayoría son buenos, ya que por mi nuevo acercamiento lo he constatado.

Además de omitir que en mi infancia, mi madre trabajo en el seminarios de esta ciudad, así que jugueteaba con seminaristas, a mis 7-8-9-10 años, se el sacrificio que implica, lo vi, no me lo contaron, a los 12 y 13, mi madre trabajo en el asilo de ancianos de esta ciudad, comandado por monjas, todas ellas hoy en día me recuerdan y quieren, (casi todas), unas están muy viejitas y se las va, es comprensible.

Pero ese es mi regreso a la iglesia, hace 8 meses, ahí vamos, nos faltan cosas todavía, bauticé a mis hijas en febrero, hicieron su primera comunión y vamos poniéndonos al día en lo demás, tengo, siempre tuve, excelentes amigos sacerdotes, y estoy contento, mis chamacas están en secundaria y les hablo de la palabra de dios, para que no hagan tanta loquera como yo y no les vengan a enseñar atalayas con los 4 jinetes y se asusten, y les enseño lo que no me enseñaron; veneración, bautismo de niños, la confesión, la eucaristía, etc. para que nadie las agarre de sorpresa y entiendan el porque es cada uno de estos sacramentos, creo que es todo, no se si omití algo, o se me olvido algo, pero esta es a grandes rasgos toda la historia, gracias por la oportunidad de compartirla.

Dios les bendiga


En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Vie May 23, 2008 9:14 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Cita:
Mi testimonio,
De católica, pasando por la nueva Era y de regreso a casa.
Por Lilly


Hace unos tres años atrás me convertí y volví al camino del Señor, ¿Cómo y porqué? Con ayuda de una amiga quien me llevó a pedido mío a confesarme con un sacerdote, porque sentía que había traicionado y ofendido a mi Padre, a Dios.
Liliana es mi nombre, estudié en un colegio religioso, desde joven ya tenia cierta rebeldía contra mi Señor, me resistí a recibir la confirmación. Al pasar el tiempo, me fui interesando en las ciencias ocultas pero de manera muy superficial, horóscopos, el mundo de los espíritus, lecturas de cartas, ovnis, chamanismo, mitos, leyendas, etc.
Cuando terminé el colegio (preparatoria, secundaria) tuve la oportunidad de viajar hacia el país de mis ancestros, a un lugar en donde todas estas creencias están muy arraigadas y son parte de la cultura popular tanto así, que vienen de todos lados a buscar a los famosos espiritistas; para mi esto era excitante, llegue a ver algunos "espíritus" no de frente sino con el rabillo del ojo, no todo el tiempo, solo en especiales ocasiones, se me introdujo en un mundo de espíritus que rigen la buena o mala suerte, espíritus que son energía, luces que van de un lado a otro en la oscuridad, se me convenció que poseía ciertos poderes especiales, como el de hablar con los muertos que aunque no los veía me harían caso en todo lo que les pedía, esto es el shintoismo, comida a tus muertos, oraciones a los ancestros, inciensos, etc.
Viví con estas ideas por años, En el fondo también me decía, debo ir a misa hace años que no lo hago, por otro lado me decía, no hago daño a nadie con esto, pasaban los años y todo lo que creía (el paganismo) empezó a tener fuerza en el mundo, no solo era de un grupo de personas, esto empezó a atraerme más, empecé a ir a cursos, cursillos, talleres, en estos estudié feng shui, radiestesia, profundizaba más en lo que era las energías de las cosas, las casas, las personas, los animales, las piedras, las plantas...
... Para engrosar las cosas, empecé a hacer los ritos de la religión de mis familiares paternos, cosa que me incomodaba, pues a pesar de lo pagana que era, dentro de mi me decía: "Soy católica" me acordaba de mi Madrecita la Virgen María y caía en un terrible remordimiento... al poco tiempo se me olvidaba y seguía con lo mismo, me volví manejable, asistía a los cultos, hacía las reverencias a su dios, me preguntaron si era bautizada, no se con que fines, pero lo de la religión de mis abuelos solo ocurrió eso, lo mayor era mi paganismo.
Regresé a mi país, mi viaje fue de mal en peor, regresé con mi madre que estaba enferma los nervios se le quebrantaron, la depresión. Sin darme cuenta también andaba algo mal, solo que, al parecer algo me mantenía fuerte y no sabia como podía pasar por pruebas realmente fuertes a la edad de 17 años sin que me afectara... aparentemente.
A mi retorno, empecé a prepararme para ingresar a la Universidad, a la par mis creencias fueron creciendo, luego empecé a trabajar y mi vida continuaba igual.
Asistí a chamanes, lecturas de cartas a veces lo hacía como reto a sus "poderes" algunos de ellos me decían, es difícil leerte las cartas, no se porque! o lectura de manos, que por cierto, ninguno de ellos se realizó.
No me había percatado que mi vida andaba por un camino oscuro y tenebroso, yo ya no era yo, era más bien una mujer muy amargada, refugiada en su trabajo y en sus "estudios" llámese ciencias ocultas, intenté reiteradamente en pertenecer a una agrupación pero por a o b motivos nunca pude lograrlo.
A todo esto se sumaba mi afán por el trabajo, demasiado sumida en ello, el estrés desbordaba y yo seguía en pie.
Terminé por ser una joven amargada, solitaria, rara, mi apodo era "bruja" lo cual me caía en gracia, empezaron a tenerme algo de temor en mi trabajo.
Además de mi trabajo, mi interés era el de conocer más sobre estos asuntos. Pero un buen día, de regreso a casa, algo como que saltó en mi mente, algo tomo otro rumbo, vi. las cosas distintas, solo con una sencilla puesta de sol, el Señor me hacía el primer llamado, pues fue como una luz en toda mi oscuridad.
En ese tiempo, conocí a alguien con quien compartía pensamientos, afectos, según mi parecer "mi alma gemela" con el podía hablar libremente de mis creencias, aunque él en el fondo no compartía eso, me daba por mi lado y parecía interesado, en este tiempo es que empiezo mi querer acercarme a Dios, pero a mi manera.
Luego vino la decepción amorosa, la ilusión se volvió algo tenebrosa, por mi causa y solo por mi causa, empecé a deprimirme. Pero si algo me caracterizaba era sobreponerme a los embates de la vida y me soportaba con los cursos de autoayuda, el poder de la mente, lecturas que según yo eran espirituales, pero era un elevarse para caer mas profundo.
No podía creerlo, si hacia las cosas que se me indicaban ¿Porque me sentía cada vez peor? tanto era mi afán por conseguir sentir el famoso "nirvana" que la decepción amorosa paso a segundo plano, empecé a indagar sobre otros temas, metafísica, gnosis, budismo, etc. En algún momento cayó en mis manos una especie de manual llamado "Un curso de milagros" lo quise aplicar a mi vida... al investigar de lo que se trataba me tope con la corriente que traía consigo todo en lo que creía LA NUEVA ERA, emocionada vi. que era un grupo nutrido de personas de distinta procedencia, credo, razas y todos trabajando por el bien de los demás (AH! porque eso es lo que te dicen, crece espiritualmente y el don de dar) y quise formar parte de esto, conocí personas a través del Internet, que me recomendaban libros, lugares, etc.
Pero mi situación anímica y psicológica no mejoraba, pero el engaño es tan grande que crees que estas bien, hasta que llegó la caída, depresión grave, fobias, paranoia, psicosis, podía sentir como el maligno se burlaba de mi torpeza de haber caído y dejado envolverme por estas ideas.
Pedí ayuda a un profesional, psicólogo que en lugar de ayudarme me enredó más las cosas, puesto que el era de esta tendencia, una noche tuve un ataque de ansiedad terrible, lo llamé me atendió y a la pregunta de el: ¿A que le tienes miedo, a quien? saltó una respuesta que no pensé que saldría: ¡A DIOS!
Entonces el psicólogo me insta a echarlo de mi vida, ¡Dile que se vaya, que te deje en paz! Lo cual me parecía demasiado, echar a Dios de mi vida! jamás! pensaba y decía ¡NO PUEDO! ¡NO PUEDO DECIRLE ESO A DIOS! ¡ DEBO HABLAR CON UN SACERDOTE! lógicamente, al psicólogo eso no le hizo la menor gracia, así que me lo prohibió...
... Al estar voluble y visiblemente manejable, le hice caso, no fui al sacerdote, por las noches era horrible, tenía horribles pesadillas, si es que no eran visiones, no podía dormir, no podía comer, tenía miedo a estar sola.
Se imaginarán, en mi trabajo, se dieron cuenta tarde de lo mal que estaba, había echado a perder varios documentos, me sentía acorralada...
... como algo de ficción (por decirlo de alguna forma), empezaron a circular por mi casa, mi trabajo o por donde pasaba, boletines invitando a talleres de poder mental, metafísica, gnosis, seminarios de todo calibre y tipo, especiales para profesionales como ingenieros, arquitectos, abogados etc. esto se volvía una pesadilla... Visitaba a una amiga y empezaba a contarme cosas increíbles sobre brujería, iba a otro lado y el tema volvía a lo mismo, yo ya no quería saber más de todo esto y esto me perseguía, entonces mis nervios no lo soportaron más.
Exploté en el trabajo... un ataque de ansiedad, terror, al final del día de estresante trabajo, volví a casa totalmente destrozada y... estando en la cocina de reojo veo un instrumento que había estado usando para unos trabajos en escultura, una cuchilla, toda mi vida y todo lo ocurrido paso por mi mente, sentí que caía en un pozo profundo y la sensación era tan real que me aferré a la mesa, mi profesión, mi familia, mis amigos, mi vida en ese momento se derrumbaron y no valía nada, en buena cuenta, yo no valía nada, por lo tanto mi pensamiento era el de quitarme la vida, cerré los ojos y algo hacía que me aferrara más fuerte a la mesa y no la soltara, si me soltaba, iría en busca de este instrumento del que hablé, abrí los ojos y... vi. algo que me dio una lucecita de amor, era una notita de mi madre, que me había preparado especialmente ese día unos bocaditos que había aprendido recientemente: "Lily, he salido por un rato, mira he preparado estos bocaditos para ti" eso distrajo enormemente mi atención y me dio cierta alegría, de sentir que no servia para nada y para nadie, mi mamá me hizo ese pequeño gesto de cariño...
al poco tiempo, no recuerdo si fue al día siguiente, llamé a mi amiga y le pedí, acompáñame a la iglesia, quiero confesarme, tengo que hablar con un sacerdote! y hablé con el sacerdote largo y tendido, al momento de la absolución, él hizo algo que yo nunca había visto en una confesión, me dijo, arrodillare y repite todo lo que te voy a decir... repetí no recuerdo las palabras, él impuso sus manos sobre mi cabeza y luego cambió su voz de áspera a voz muy tierna me estaba dando el kerigma... Dios te ama y te perdona y te quiere con todos tus defectos y pecados!
ESO LO HABIA ESTADO ANSIANDO ESCUCHAR!!! unas noches antes había estado leyendo sobre el amor de Dios y "grité en silencio" DIOS AMAME A MI TAMBIEN! y no oía su respuesta! quizá mi Señor estaba abrazándome, calmándome en ese momento pero mi ceguera y sordera era tal que no sentía mas que terror, miedo y desolación.
Luego de esta larga oración que terminó haciendo mi querido padre Ángel, lloré como un bebé... agradecida y con un gran peso menos sobre mis hombros, me dio mi penitencia, fui a oír misa a esa pequeña parroquia y durante unos días más volvía, hasta que me sintió bien encaminada y me dijo que ya era hora de volver, ya era hora de trabajar, y volví a casa, a la parroquia de mi barrio, el padre Ángel, vivía muy lejos, ahora lo visito para Navidad a llevarle caramelos para sus niños y algunos juguetes también.
OTRO DATO: Todo esto, causó un daño en mi sistema nervioso y en mi cerebro, dejó de producir algún químico que naturalmente lo hace y hoy estoy en terapia y medicada para suplir esta deficiencia, de esto proviene las depresiones, angustias desmedidas.
Hoy por hoy, me encuentro bien, tengo mis días bajos si, pero el ir al templo, visitar el Santísimo, recibir el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía me reconforta.
Gloria a El! Señor mío! y Dios mío! mi medico y medicina! mi amor Eterno...
Al final, luego de todo esto, he podido experimentar las gracias concedidas por mi Señor, de las cuales no me siento merecedora, su presencia en el Sagrario o en el Santísimo! es REAL, es ahí, en su presencia que me ha concedido muchas bendiciones y sosiego.
Esta es mi experiencia, mi testimonio, del cual agradezco solo a Dios! pienso, ahora, Dios dejó que use mi libertad de elección, me equivoqué de camino, caí hondo pero el SEÑOR ME RESCATO y no dejó que muriera, mas aun me hizo NACER NUEVAMENTE en EL.


Fuente:defiendetufe.org

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Vie May 23, 2008 9:16 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Cita:
Mi testimonio,
De católica, pasando por la nueva Era y de regreso a casa.
Por Lilly


Hace unos tres años atrás me convertí y volví al camino del Señor, ¿Cómo y porqué? Con ayuda de una amiga quien me llevó a pedido mío a confesarme con un sacerdote, porque sentía que había traicionado y ofendido a mi Padre, a Dios.
Liliana es mi nombre, estudié en un colegio religioso, desde joven ya tenia cierta rebeldía contra mi Señor, me resistí a recibir la confirmación. Al pasar el tiempo, me fui interesando en las ciencias ocultas pero de manera muy superficial, horóscopos, el mundo de los espíritus, lecturas de cartas, ovnis, chamanismo, mitos, leyendas, etc.
Cuando terminé el colegio (preparatoria, secundaria) tuve la oportunidad de viajar hacia el país de mis ancestros, a un lugar en donde todas estas creencias están muy arraigadas y son parte de la cultura popular tanto así, que vienen de todos lados a buscar a los famosos espiritistas; para mi esto era excitante, llegue a ver algunos "espíritus" no de frente sino con el rabillo del ojo, no todo el tiempo, solo en especiales ocasiones, se me introdujo en un mundo de espíritus que rigen la buena o mala suerte, espíritus que son energía, luces que van de un lado a otro en la oscuridad, se me convenció que poseía ciertos poderes especiales, como el de hablar con los muertos que aunque no los veía me harían caso en todo lo que les pedía, esto es el shintoismo, comida a tus muertos, oraciones a los ancestros, inciensos, etc.
Viví con estas ideas por años, En el fondo también me decía, debo ir a misa hace años que no lo hago, por otro lado me decía, no hago daño a nadie con esto, pasaban los años y todo lo que creía (el paganismo) empezó a tener fuerza en el mundo, no solo era de un grupo de personas, esto empezó a atraerme más, empecé a ir a cursos, cursillos, talleres, en estos estudié feng shui, radiestesia, profundizaba más en lo que era las energías de las cosas, las casas, las personas, los animales, las piedras, las plantas...
... Para engrosar las cosas, empecé a hacer los ritos de la religión de mis familiares paternos, cosa que me incomodaba, pues a pesar de lo pagana que era, dentro de mi me decía: "Soy católica" me acordaba de mi Madrecita la Virgen María y caía en un terrible remordimiento... al poco tiempo se me olvidaba y seguía con lo mismo, me volví manejable, asistía a los cultos, hacía las reverencias a su dios, me preguntaron si era bautizada, no se con que fines, pero lo de la religión de mis abuelos solo ocurrió eso, lo mayor era mi paganismo.
Regresé a mi país, mi viaje fue de mal en peor, regresé con mi madre que estaba enferma los nervios se le quebrantaron, la depresión. Sin darme cuenta también andaba algo mal, solo que, al parecer algo me mantenía fuerte y no sabia como podía pasar por pruebas realmente fuertes a la edad de 17 años sin que me afectara... aparentemente.
A mi retorno, empecé a prepararme para ingresar a la Universidad, a la par mis creencias fueron creciendo, luego empecé a trabajar y mi vida continuaba igual.
Asistí a chamanes, lecturas de cartas a veces lo hacía como reto a sus "poderes" algunos de ellos me decían, es difícil leerte las cartas, no se porque! o lectura de manos, que por cierto, ninguno de ellos se realizó.
No me había percatado que mi vida andaba por un camino oscuro y tenebroso, yo ya no era yo, era más bien una mujer muy amargada, refugiada en su trabajo y en sus "estudios" llámese ciencias ocultas, intenté reiteradamente en pertenecer a una agrupación pero por a o b motivos nunca pude lograrlo.
A todo esto se sumaba mi afán por el trabajo, demasiado sumida en ello, el estrés desbordaba y yo seguía en pie.
Terminé por ser una joven amargada, solitaria, rara, mi apodo era "bruja" lo cual me caía en gracia, empezaron a tenerme algo de temor en mi trabajo.
Además de mi trabajo, mi interés era el de conocer más sobre estos asuntos. Pero un buen día, de regreso a casa, algo como que saltó en mi mente, algo tomo otro rumbo, vi. las cosas distintas, solo con una sencilla puesta de sol, el Señor me hacía el primer llamado, pues fue como una luz en toda mi oscuridad.
En ese tiempo, conocí a alguien con quien compartía pensamientos, afectos, según mi parecer "mi alma gemela" con el podía hablar libremente de mis creencias, aunque él en el fondo no compartía eso, me daba por mi lado y parecía interesado, en este tiempo es que empiezo mi querer acercarme a Dios, pero a mi manera.
Luego vino la decepción amorosa, la ilusión se volvió algo tenebrosa, por mi causa y solo por mi causa, empecé a deprimirme. Pero si algo me caracterizaba era sobreponerme a los embates de la vida y me soportaba con los cursos de autoayuda, el poder de la mente, lecturas que según yo eran espirituales, pero era un elevarse para caer mas profundo.
No podía creerlo, si hacia las cosas que se me indicaban ¿Porque me sentía cada vez peor? tanto era mi afán por conseguir sentir el famoso "nirvana" que la decepción amorosa paso a segundo plano, empecé a indagar sobre otros temas, metafísica, gnosis, budismo, etc. En algún momento cayó en mis manos una especie de manual llamado "Un curso de milagros" lo quise aplicar a mi vida... al investigar de lo que se trataba me tope con la corriente que traía consigo todo en lo que creía LA NUEVA ERA, emocionada vi. que era un grupo nutrido de personas de distinta procedencia, credo, razas y todos trabajando por el bien de los demás (AH! porque eso es lo que te dicen, crece espiritualmente y el don de dar) y quise formar parte de esto, conocí personas a través del Internet, que me recomendaban libros, lugares, etc.
Pero mi situación anímica y psicológica no mejoraba, pero el engaño es tan grande que crees que estas bien, hasta que llegó la caída, depresión grave, fobias, paranoia, psicosis, podía sentir como el maligno se burlaba de mi torpeza de haber caído y dejado envolverme por estas ideas.
Pedí ayuda a un profesional, psicólogo que en lugar de ayudarme me enredó más las cosas, puesto que el era de esta tendencia, una noche tuve un ataque de ansiedad terrible, lo llamé me atendió y a la pregunta de el: ¿A que le tienes miedo, a quien? saltó una respuesta que no pensé que saldría: ¡A DIOS!
Entonces el psicólogo me insta a echarlo de mi vida, ¡Dile que se vaya, que te deje en paz! Lo cual me parecía demasiado, echar a Dios de mi vida! jamás! pensaba y decía ¡NO PUEDO! ¡NO PUEDO DECIRLE ESO A DIOS! ¡ DEBO HABLAR CON UN SACERDOTE! lógicamente, al psicólogo eso no le hizo la menor gracia, así que me lo prohibió...
... Al estar voluble y visiblemente manejable, le hice caso, no fui al sacerdote, por las noches era horrible, tenía horribles pesadillas, si es que no eran visiones, no podía dormir, no podía comer, tenía miedo a estar sola.
Se imaginarán, en mi trabajo, se dieron cuenta tarde de lo mal que estaba, había echado a perder varios documentos, me sentía acorralada...
... como algo de ficción (por decirlo de alguna forma), empezaron a circular por mi casa, mi trabajo o por donde pasaba, boletines invitando a talleres de poder mental, metafísica, gnosis, seminarios de todo calibre y tipo, especiales para profesionales como ingenieros, arquitectos, abogados etc. esto se volvía una pesadilla... Visitaba a una amiga y empezaba a contarme cosas increíbles sobre brujería, iba a otro lado y el tema volvía a lo mismo, yo ya no quería saber más de todo esto y esto me perseguía, entonces mis nervios no lo soportaron más.
Exploté en el trabajo... un ataque de ansiedad, terror, al final del día de estresante trabajo, volví a casa totalmente destrozada y... estando en la cocina de reojo veo un instrumento que había estado usando para unos trabajos en escultura, una cuchilla, toda mi vida y todo lo ocurrido paso por mi mente, sentí que caía en un pozo profundo y la sensación era tan real que me aferré a la mesa, mi profesión, mi familia, mis amigos, mi vida en ese momento se derrumbaron y no valía nada, en buena cuenta, yo no valía nada, por lo tanto mi pensamiento era el de quitarme la vida, cerré los ojos y algo hacía que me aferrara más fuerte a la mesa y no la soltara, si me soltaba, iría en busca de este instrumento del que hablé, abrí los ojos y... vi. algo que me dio una lucecita de amor, era una notita de mi madre, que me había preparado especialmente ese día unos bocaditos que había aprendido recientemente: "Lily, he salido por un rato, mira he preparado estos bocaditos para ti" eso distrajo enormemente mi atención y me dio cierta alegría, de sentir que no servia para nada y para nadie, mi mamá me hizo ese pequeño gesto de cariño...
al poco tiempo, no recuerdo si fue al día siguiente, llamé a mi amiga y le pedí, acompáñame a la iglesia, quiero confesarme, tengo que hablar con un sacerdote! y hablé con el sacerdote largo y tendido, al momento de la absolución, él hizo algo que yo nunca había visto en una confesión, me dijo, arrodillare y repite todo lo que te voy a decir... repetí no recuerdo las palabras, él impuso sus manos sobre mi cabeza y luego cambió su voz de áspera a voz muy tierna me estaba dando el kerigma... Dios te ama y te perdona y te quiere con todos tus defectos y pecados!
ESO LO HABIA ESTADO ANSIANDO ESCUCHAR!!! unas noches antes había estado leyendo sobre el amor de Dios y "grité en silencio" DIOS AMAME A MI TAMBIEN! y no oía su respuesta! quizá mi Señor estaba abrazándome, calmándome en ese momento pero mi ceguera y sordera era tal que no sentía mas que terror, miedo y desolación.
Luego de esta larga oración que terminó haciendo mi querido padre Ángel, lloré como un bebé... agradecida y con un gran peso menos sobre mis hombros, me dio mi penitencia, fui a oír misa a esa pequeña parroquia y durante unos días más volvía, hasta que me sintió bien encaminada y me dijo que ya era hora de volver, ya era hora de trabajar, y volví a casa, a la parroquia de mi barrio, el padre Ángel, vivía muy lejos, ahora lo visito para Navidad a llevarle caramelos para sus niños y algunos juguetes también.
OTRO DATO: Todo esto, causó un daño en mi sistema nervioso y en mi cerebro, dejó de producir algún químico que naturalmente lo hace y hoy estoy en terapia y medicada para suplir esta deficiencia, de esto proviene las depresiones, angustias desmedidas.
Hoy por hoy, me encuentro bien, tengo mis días bajos si, pero el ir al templo, visitar el Santísimo, recibir el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía me reconforta.
Gloria a El! Señor mío! y Dios mío! mi medico y medicina! mi amor Eterno...
Al final, luego de todo esto, he podido experimentar las gracias concedidas por mi Señor, de las cuales no me siento merecedora, su presencia en el Sagrario o en el Santísimo! es REAL, es ahí, en su presencia que me ha concedido muchas bendiciones y sosiego.
Esta es mi experiencia, mi testimonio, del cual agradezco solo a Dios! pienso, ahora, Dios dejó que use mi libertad de elección, me equivoqué de camino, caí hondo pero el SEÑOR ME RESCATO y no dejó que muriera, mas aun me hizo NACER NUEVAMENTE en EL.


Fuente:defiendetufe.org

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Vie May 23, 2008 9:21 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

De Regreso a Casa...

Abandoné 30 años de Ministro Protestante para convertirme en Católico. Para muchos de mis colegas este fue un horrible error, pero para Joetta y para mi fue: “REGRESO A CASA”. Larry Lewis

De Regreso a Casa...



Mi padre es un pastor retirado de las Asambleas de Dios. Mis padres tenían una profundo y permanente amor por Jesucristo. Sus vidas expresaban lo que Cristo fue.

Yo, vívidamente recuerdo haber sido despertado en la mitad de la noche por el sonido de sus oraciones. Orando por cada persona en su Iglesia. Sin embargo, mis padres nunca hablaron en términos derogatorios sobre nadie, incluyendo católicos, muchos de los ministros con los que tuve contacto no fueron tan generosos. Yo escuché a más de un predicador exponer sobre el demonio del Catolicismo. Para muchos daban por supuesto que la Iglesia Católica era la gran prostituta de Babilonia y el Papa el Anticristo. Yo estaba en mis “treinta” y era un Ministro Metodista ordenado antes de encontrar a mi primera monja. Hermana Mónica María. Joetta había enseñado con ella en la Ursuline Academy en Dallas, Texas. Fue a través de la hermana Mónica María que Joetta experimentó un encuentro dinámico con el Espíritu Santo. Para mi sorpresa yo descubrí que la hermana era verdaderamente una mujer de Dios. Mi corazón se encendía solo con estar en su presencia. Ella era totalmente lo opuesto a todo lo que me había imaginado como debían ser las monjas.

Mi primer contacto con un sacerdote fue dos años atrás. Mientras trabajaba en mi Doctorado en el Oral Roberts University yo conocí al padre Amalor Vima de la India. Como compañeros de clase estuvimos una buena cantidad de tiempo juntos y llegamos a ser íntimos amigos. Fuè en este ambiente que algo sucedió que revolucionaria mi vida para siempre. Durante un momento de reflexión en una de nuestras sesiones, Selmar Ouavo, un Obispo Metodista de Brasil, se paro y dijo: “En mi país, como protestante, soy la minoría. Desafortunadamente, hay mucha animosidad entre mi iglesia y la Iglesia Católica. Mucha de mi gente están llenos de odio hacia todos los católicos. Sin embargo aquí, el Padre Vima está en la minoría y no he visto nada en su vida mas que el amor por Jesucristo”. Con lágrimas rodando por su cara él dijo: “Padre Vima quiero que me perdone”

Yo vi a esos dos hombres de Dios abrazados. No había un ojo seco en la habitación. En ese pequeño momento mi mente empezó a ver una nueva posibilidad –Protestantes y Católicos de todo el mundo unidos, abrazados en el amor, y caídos sobre sus rodillas en oración.

En este simple acto, Selmar Ouavo, nos retó a todos nosotros para llegar a ser Ministros de Reconciliación. Mis pensamientos corrieron de prisa. “Imagina qué podría hacer el Espíritu Santo si Católicos y Protestantes fueran uno” Las palabras de Jesús relampaguearon en mi mente, “Si tu estás ofreciendo tu ofrenda al altar y recuerdas que tu hermano tiene algo en contra tuya, deja tu ofrenda en frente del altar. Primero anda y reconcíliate con tu hermano; luego, ven y ofrece tu ofrenda (Mat. 5, 23-24). Mientras yo veía la escena descubierta yo podía casi escuchar a Jesús orando: “Permite que todos ellos sean uno, Padre...para que el mundo sepa que tu me has enviado” (Juan 17,21) Yo supe en ese momento que debía ser un Ministro de Reconciliación.

Años anteriores Joetta y yo habíamos pastoreado La Iglesia Bautista del Sur en Tulsa, Oklahoma. Después del servicio una mujer se acercò a Joetta y le preguntó si ella podía orar por su hija, Regan. Ella, sin embargo, no quiso divulgar la necesidad especifica de la oración. Joetta le aseguró que no era necesario conocer la necesidad porque el Espíritu Santo podía interceder por Regan. Por el próximo año, Joetta orò fielmente por una joven dama que no conocía.

En este tiempo, Joetta estaba trabajando como Escritora Técnica para Thrifty Rent-a-Car. Un día, su jefe le informa que había contratado a una nueva entrenadora de Software y que la iban a poner en un cubículo frente a Joetta. Le pidieron a Joetta que la hiciera sentirse bienvenida y mostrarle los alrededores. Cuando la nueva entrenadora llegó se presentó a sí misma como Regan. Para la sorpresa de Joetta, aquí se paró la joven dama por la que ella había estado orando por todos aquellos meses! Dios estaba definitivamente sobre algo. Joetta y Regan trabajaron como asociadas los próximos siete años. Sin embargo, ellas nunca sociabilizaron fuera del lugar de trabajo, ellas empezaron a desarrollar una relación cercana.

Un día en 1995, Regan compartió que ella y su esposo estaban teniendo problemas en su matrimonio. Kelvin era un católico romano y ella era Bautista del Sur. Por muchos años Regan asistía a la Iglesia Católica con Kelvin y sin embargo él no se sentía confortable en la Iglesia Bautista al cual asistía con Regan en ocasiones especiales. Este arreglo funcionó hasta que tuvieron hijos y se dieron cuenta cuan fuertemente ambos se sentían sobre cómo sus hijos debían ser criados.

Para el disgusto de Regan, Kelvin estaba firme sobre bautizar y criar sus hijos en la Iglesia Católica. Ellos tenían un desavenencia cuando Regan buscó a Joetta por un consejo.

Joetta le dijo a Regan que una casa dividida no puede sostenerse, y que era esencial que ellos estuvieran en una iglesia juntos. Joetta le sugirió que si su esposo no iría a la Iglesia con ella, ella irìa a la Iglesia con èl. Dios bendeciría su matrimonio si Regan se sometía a la autoridad espiritual de su esposo. Joetta informó a Regan de algunas clases dadas por la Iglesia Católica a la que ella podía asistir, sin obligación, para aprender sobre la fe Católica. Joetta le dijo: “ Si yo fuera tu, me gustaría saber qué van a aprender mis hijos, de tal forma así yo podría combatir cualquier enseñanza incorrecta”. Para que Regan tuviera paz mental, Joetta dijo, “ Tu asiste al programa, tráeme todo el material, y yo se lo darè a Larry y asì él lo podrá chequear y ver si es conforme a la Biblia.”.

Yo nunca presté atención al material que Regan le llevó a Joetta, excepto por dos cosas. Una fue un articulo de un periodista luterano discutiendo las apariciones marianas. El autor del artículo le había hablado a la Iglesia de Regan y les contó cómo la Madre de Dios había estado apareciendo a 6 niños diariamente desde 1981. Regan estaba muy intrigada y leyó todo lo que caía en sus manos. La segunda cosa que ella nos diò fuè un cassette de una mujer que había sido milagrosamente sanada en el lugar de la aparición. Esta mujer, una nominal cristiana a lo mejor, estaba muy impactada por la experiencia que ella entregó su vida al servicio de Cristo. Yo tomé estos artículos y empecé a botarlos.

En lugar de ello, por un capricho, los atasqué en un cajón.

Una semana antes del 25 de Mayo de 1996, Regan le dijo a Joetta que iba a asistir a una Conferencia Mariana en Wichita, Kansas. Ella estaba realmente emocionada porque tanto el autor del artìculo como la mujer que había sido sanada eran expositores programados. Regan, sin embargo, estaba molesta por una oración que había recibido en el material de la pre-conferencia y que supuestamente debía ser rezada en la conferencia. “Me gustaría”, ella le dijo a Joetta, “que tú y Larry lo vieran y me digan qué piensan”. Cuando Joetta leyò la oración, toda clase de banderas rojas se levantaron. En casi un estado de pánico ella me entregó la oración. Esta era la Consagración al Corazón Inmaculado de María. Cuando yo empezè a leer la oración el pelo de atrás de mi cuello se me erizó. “Inmaculado Corazón de María, yo te consagro mi cuerpo y mi alma ....” Yo parè a mitad de la oración. La rabia llenó mi corazón. ¡Esta oración es demoníaca! Yo dije: “tú no das tu alma tu alma a ninguno solo a Jesús. Dile a Regan que ella puede ir a la Conferencia pero cualquier cosa que ella haga que no ore esa oración! Dentro de 3 días algo profundo dentro de mi espíritu me dijo que yo había cometido un error terrible. Remordimientos por lo que había dicho inundó mi alma.

Decidí llevarle una copia de la oración al Padre Vima “No entiendo esta oración” yo dije: “cómo en el mundo puedes tu darte a ti mismo a Marìa en esta forma?” Con una chispa en sus ojos el padre Vima dulcemente me dijo: “Larry, alguna vez has sostenido a Joetta en tus brazos y le has dicho:” Te amo, te adoro, yo venero el piso que tu caminas?” “Si” contesté cautelosamente. “La has mirado amorosamente a los ojos y le has asegurado tu completo amor y devoción? Le has dicho palabras como, “ Soy completamente tuyo ahora y para siempre?” “Todo lo que soy y todo lo que espero ser te lo debo a ti?” Yo estaba empezando a entender este punto. “ Si la verdad fuese conocida” yo admitía “yo he usado exactamente esas palabras”.

“Los Católicos”, el continuó, “nunca le diríamos a Marìa: ‘Te adoramos’. Nosotros la veneramos. La honramos. Pero, nunca podríamos decir ‘te adoramos’ porque la adoración ésta reservada solo a Dios. Esto es algo que solo le damos a Jesús. Nosotros lo adoramos. El es el Rey de Reyes y Señor de Señores, y no hay nadie igual a El. Nosotros creemos que Maria, como Madre de Dios, nos ama y nos cuida. Lo que decimos en la oración es: ‘ Todo lo mìo, yo lo coloco en tus manos y te pido que me lleves a tu hijo, Jesús’ . María siempre nos conduce hacia Jesús “.

Cuando escuché al Padre Vima empecé a comprender lo equivocado que yo había estado. Dos emociones me envolvieron simultáneamente: vergüenza y júbilo. Vergüenza por mi rápida determinación y jubiloso por las posibilidades que se me estaban abriendo.

Me fui a casa y encontré el periódico Mariano. Yo lo había colocado en un cajón de mi tocador y empecé a leerlo. Mientras leía lo que se reportaba que María decía me llamó la atención sobre lo bíblicamente basados que eran sus mensajes: ORACIÓN, ARREPENTIMIENTO, AYUNO, CONVERSIÓN DE TU VIDA A CRISTO. Este no era obviamente el trabajo de Satanás. Yo me maravillaba fuertemente: ‘Podría ser esto la Madre de Dios? Si fuera así, lo que había dicho era importante y digno de nuestra consideración. Uno de sus más frecuentes afirmaciones era algo confuso: “Recen el Rosario todos los días” Joetta y yo no sabíamos nada acerca del Rosario. Quizás era el momento de descubrir que esta oración estaba por todas partes.

Como Regan estaba hiendo a la Conferencia Mariana, Joetta le dio algo de dinero para comprar un Rosario. Su relación se volvió tirante y emocionalmente cargada por Marìa, y Joetta sintió que si ella le permitía a Regan mostrarle cómo contar las hileras del Rosario, esto por lo menos las mantendría dialogando. Cuando Regan le diò a Joetta su Rosario, ella dijo: “Es grandioso que el hombre que confeccionó este Rosario vive justo a las afueras de Tulsa, en Claremore, Oklahoma. Si tienes algún problema con el Rosario , ésta garantizado” .

Cuanto más cercana Joetta miraba su Rosario, menos le gustaba la pieza del centro. “Este parece un ídolo. Creo que llamaré Rosarios Dos Corazones y veré si ellos me lo pueden cambiar por algún otro”

“Puede venir” la voz en la otra línea le dijo, “ El trabajo de Bob está garantizado. Y él estará feliz de reemplazárselo con algo que le guste”. Cuando llegamos, la esposa de Bob, Johanna le preguntò a Joetta què estaba mal con el Rosario “Es la pieza del centro” Joetta le dijo, “no me gusta la pieza del centro” Johanna la miró extrañada, “ qué es lo que no te gusta?” “Bueno, este parece tan, tu sabes, católico!”

“El Rosario”, Johanna sonriò, “es Católico!” Mientras Joetta miraba las piezas de centro Bob me estaba contando qué les pasó a ellos en una peregrinación a un lugar de aparición en Europa. Yo le grité a Joetta, “Ven aquí y escucha esto. No vas a creer esta historia!” Ellos eran los primeros católicos con los que habíamos pasado algún tiempo, después de la hermana Mónica María y el Padre Vima.

Bob compartió con nosotros cómo Dios a través de María transformó sus vidas. Mientras èl contaba su historia, lágrimas rodaban por su cara. El dijo que no había parado de llorar desde que había regresado de su peregrinación. En sus palabras, su corazón “se ablandó”. Cuando estuvieron de regreso Bob fue y renunció a su trabajo en Amoco. El fuè un técnico laboratorista y había estado en la compañía por más de 21 años. No muy lejos de esto, Johanna renunció a su trabajo en el Tulsa University. Dios los estaba llamando a una obediencia completa y dependencia de Èl.

Durante este tiempo, Bob encontró una monja quien le mostró como hacer Rosarios. Bob decidió hacer 2 Rosarios: uno para agradecerle a Marìa por guiarlo hasta Jesús y otro para agradecerle a Jesús por salvar su alma. El resto es historia. Todos los Rosarios de Bob son amorosamente hechos a mano. El mira cada cuenta como una oración enviada a María para convertir y atraer almas a Jesús. Mi conversión y la de Joetta son el resultado directo de aquellas oraciones.

Después de nuestro encuentro con Bob y Johanna, Yo estaba emocionalmente sacudido. Mientras manejamos a casa ninguno de los dos dijo una palabra. Fue como si los dos hubiéramos experimentado una epifanía. No lo puedo explicar. Yo me sentía como si hubiera estado en la presencia de Jesús. Como no quería ir directo a casa me desvié hacia Taco Bueno para conseguir algo para tomar. Cuando nos sentamos mirándonos el uno al otro las lágrimas empezaron a rodar sobre nuestras caras. ¿Qué nos estaba pasando? ¿Qué estaba Dios pidiendo de nosotros?

Nuestras vidas estaban literalmente siendo empujadas hacia la Iglesia Católica. Regan nos había presentado a los propietarios de la Tienda de Libros Católica local, por lo que decidimos ir allá por más información. Lee y Anita amorosamente nos dieron la bienvenida y nos señalaron lo que exactamente necesitábamos. Cuando calculamos nuestro Impuesto a la Renta al final del año, descubrimos que habíamos gastado más de $5,000 dólares en libros, cassettes, videos, y otros materiales en busca de verdades espirituales! No podíamos obtener suficiente. Estábamos en la Tienda de Lee tres o cuatro veces al día. “Estamos aquí por nuestros útiles católicos” Lee y Anita solo podían reír y recomendarnos otro libro, cassette o video. Esto era como una adicción que no podíamos satisfacer. Una pregunta solo nos dirigía hacia otra y otra. Esta fue una experiencia maravillosa.

Empezamos a ir a dormir tarde y a despertarnos temprano tratando de repletarnos mucho leyendo lo mayor posible durante el día. Decidimos maximizar nuestro tiempo. Empecé a dejar a Joetta a su trabajo y a recogerla para a sí poder leer en voz alta hiendo y viniendo. La recogería a la hora del lonche, poner un par de sillas de jardín y bandejas de TV en la maletera y manejar al parque para a sí poder leer sin interrupciones. Tomamos turnos – uno podía comer mientras el otro leía en voz alta. Lo hicimos todo juntos. Dios estaba graciosamente hablándonos a los dos juntos. Atrayéndonos al mismo paso profundamente dentro de él mismo.

Leímos el Catecismo de tapa a tapa. El Catecismo es el más grande trabajo teológico sistemático que hemos leído. Respuestas a largas búsquedas después de preguntas llegan como lluvia torrencial.

Recuerdo un Sábado por la mañana en particular. Ambos nos despertamos a las 4 de la mañana. Nos sentamos en la cama con la Biblia en una mano y el Catecismo en la otra. Yo dije: “Joetta, escucha esto. Esto es fantástico. Esto trae todo en enfoque!” Antes de que yo termine, Joetta me interrumpe y dice, “Larry, espera, espera. Escucha esto!” Ella entonces leyó de una sección diferente del Catecismo. Leíamos versículos de la Escritura probados, hibamos a los escritos de los Padres de la Iglesia Primitiva y luego chequeabamos un comentario. Antes de que nos diéramos cuenta, era la una de la tarde! Eramos como esponjas. Ediciones tales como la presencia real de Cristo en el pan y en el vino, el rol de María en la Iglesia, oraciones a los santos, Escritura y Tradición como autoridad vs. Sola Scriptura, Autoridad Papal, Purgatorio y Salvación como un proceso vs. Salvación como un trabajo completado, empezamos a ver una nueva luz. Fuè como encontrar todas las piezas perdidas en un gran rompecabezas Teológico. El dibujo completo se empezaba a ver claro.

El Señor nos estaba conduciendo por dos caminos simultáneamente: uno intelectual y el otro emocional. Habìamos estado rezando el Rosario, estacionándonos en el sofá de Bob y Johanna, preguntando pregunta tras pregunta acerca de la Doctrina Católica, tradición y cultura. Le pedimos al Señor que algo nos revele si El nos estaba conduciendo a la Iglesia Católica, porque nada de esto nos daba ningún sentido a nosotros. Habíamos estado toda nuestra vida en Iglesias Protestantes y estuvimos bastantes contentos en nuestro ministerio. Necesitábamos desesperadamente saber acerca de la Iglesia a la cual Dios nos estaba llamando, por lo que tres cortas semanas antes de nuestra conversión yo roe esta oración :
“Padre, si tu nos estás arrastrando hacia la Iglesia Católica, quiero una señal, y la quiero grande”.

Varios días más tarde, estábamos regresando a casa de un viaje corto a Dallas. Vimos el más grande y vívido sol que nadie haya visto. Este fue de horizonte a horizonte y parecía que estábamos manejando derecho dentro de esto. Un indescriptible orden de colores – naranja, rojo, rosado. Esto fue magnífico, tanto que nuestro joven nieto que estaba durmiendo atrás se sentó y dijo: “Abuelo, Abuelo, tú ves eso? No es hermoso?” Tan brillante como era pudimos mirarlo directamente.

Cuando el Sol bajó pusimos un cassette del Dr. Scott Hahn y continuamos hacia Oklahoma City. Cuando mirè el cielo oscuro oré otra vez silenciosamente, “Oh Dios si tú nos estás arrastrando hacia la Iglesia Católica, danos una señal y por favor hazla grande!”

Al mismo tiempo, sin yo saberlo, Joetta estaba mirando fijamente la ventana del pasajero y silenciosamente orando: “Bendita Madre, si tù eres real, necesitamos saberlo sin ninguna duda” De repente, escuché a Joetta decir con voz entrecortada: “Oh mi, Larry, Larry, mira!” Cuando mira a la derecha vi lo que parecía una cadena de estrellas cayendo en cámara lenta en ángulo hacia abajo de derecha a izquierda. Justo antes que las estrellas tocaran el horizonte, salían disparadas hacia arriba y luego caían hacia abajo hacia la tierra otra vez cayendo derecho en el centro de la autopista. Usualmente una estrella fugaz se tira hacia abajo y se mueve tan rápidamente que no tienes tiempo de decirle a nadie. Nos quedamos sin palabras, porque ambos los vimos! Finalmente Joetta rompió el silencio: “Vistes eso, no es así?” Ambos estábamos visiblemente conmovidos.

Puse un cassette de una cantante católica Dana en el cual ella canta sobre el Rosario, y por la siguiente hora y treinta minutos oramos el Rosario con ella. Terminamos justo cuando llegamos a la salida de la carretera que nos lleva hacia nuestra rectoría. Cuando volteamos en el freeway y nos dirigíamos sobre una pequeña colina, allí, posada en la carretera en frente de nosotros estaba la más hermosa, enorme, luna que alguna vez hayamos visto. Como el atardecer, esta parecía literalmente estar sentada en la mitad de la carretera y extenderse tan alto en el cielo como podría el cielo. Por dos y media millas, lo observamos en completo silencio.

Cuando volteamos a nuestra vía de acceso, la luna desapareció. “Joetta, què te recuerda todo esto? “Apocalipsis Capítulo 12” ella dijo: “una gran y maravillosa señal apareció en el cielo: una mujer cerca del sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de 12 estrellas sobre su cabeza”. Hasta ese momento supimos que no solo el Espíritu Santo nos estaba llevando a la Iglesia Católica, sino que Maria estaba dirigiendo el camino.

Dos meses más tarde Joetta y yo nos arrodillamos en una pequeña Capilla de la Universidad del Campus Tulsa y oramos la Consagración al Corazón Inmaculado de María. Nuestro amor por ella es sin límites. Yo tenía miedo que ella pudiera de alguna manera alejarme de mi amor a Jesús, pero lo que he encontrado es que mi amor por Cristo ha profundizado más allá de la medida. Verdaderamente nuestra copa rebosa!

El 12 de Septiembre de 1997, yo entregué mis papeles de ordenación al Obispo Bruce Blake de la Iglesia Metodista Unida. Al hacer esto yo abandoné 30 años de Ministro Protestante para convertirme en Católico. Para muchos de mis colegas este fue un horrible error, pero para Joetta y para mi fue: “REGRESO A CASA”.

En Enero hicimos una peregrinación a Roma para simbolizar nuestro deseo de colocarnos bajo la autoridad del Papa Juan Pablo II y la Iglesia Católica Romana. En Marzo, Joetta y yo hicimos una peregrinación a un lugar Mariano en el Este de Europa para agradecerle a la Bendita Madre de traernos dentro de la Iglesia. Ahora estamos esperando con gran anticipación para ser recibidos en completa comunión en la Iglesia Católica esta próxima Vigilia Pascual. Esta será la culminación de 23 meses de odisea que transformó nuestras vidas. Gracias María por querernos en casa.



Dios te bendiga!

Fuente:Catholic.net

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Vie May 23, 2008 9:30 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

De Regreso a Casa...

Abandoné 30 años de Ministro Protestante para convertirme en Católico. Para muchos de mis colegas este fue un horrible error, pero para Joetta y para mi fue: “REGRESO A CASA”. Larry Lewis

De Regreso a Casa...



Mi padre es un pastor retirado de las Asambleas de Dios. Mis padres tenían una profundo y permanente amor por Jesucristo. Sus vidas expresaban lo que Cristo fue.

Yo, vívidamente recuerdo haber sido despertado en la mitad de la noche por el sonido de sus oraciones. Orando por cada persona en su Iglesia. Sin embargo, mis padres nunca hablaron en términos derogatorios sobre nadie, incluyendo católicos, muchos de los ministros con los que tuve contacto no fueron tan generosos. Yo escuché a más de un predicador exponer sobre el demonio del Catolicismo. Para muchos daban por supuesto que la Iglesia Católica era la gran prostituta de Babilonia y el Papa el Anticristo. Yo estaba en mis “treinta” y era un Ministro Metodista ordenado antes de encontrar a mi primera monja. Hermana Mónica María. Joetta había enseñado con ella en la Ursuline Academy en Dallas, Texas. Fue a través de la hermana Mónica María que Joetta experimentó un encuentro dinámico con el Espíritu Santo. Para mi sorpresa yo descubrí que la hermana era verdaderamente una mujer de Dios. Mi corazón se encendía solo con estar en su presencia. Ella era totalmente lo opuesto a todo lo que me había imaginado como debían ser las monjas.

Mi primer contacto con un sacerdote fue dos años atrás. Mientras trabajaba en mi Doctorado en el Oral Roberts University yo conocí al padre Amalor Vima de la India. Como compañeros de clase estuvimos una buena cantidad de tiempo juntos y llegamos a ser íntimos amigos. Fuè en este ambiente que algo sucedió que revolucionaria mi vida para siempre. Durante un momento de reflexión en una de nuestras sesiones, Selmar Ouavo, un Obispo Metodista de Brasil, se paro y dijo: “En mi país, como protestante, soy la minoría. Desafortunadamente, hay mucha animosidad entre mi iglesia y la Iglesia Católica. Mucha de mi gente están llenos de odio hacia todos los católicos. Sin embargo aquí, el Padre Vima está en la minoría y no he visto nada en su vida mas que el amor por Jesucristo”. Con lágrimas rodando por su cara él dijo: “Padre Vima quiero que me perdone”

Yo vi a esos dos hombres de Dios abrazados. No había un ojo seco en la habitación. En ese pequeño momento mi mente empezó a ver una nueva posibilidad –Protestantes y Católicos de todo el mundo unidos, abrazados en el amor, y caídos sobre sus rodillas en oración.

En este simple acto, Selmar Ouavo, nos retó a todos nosotros para llegar a ser Ministros de Reconciliación. Mis pensamientos corrieron de prisa. “Imagina qué podría hacer el Espíritu Santo si Católicos y Protestantes fueran uno” Las palabras de Jesús relampaguearon en mi mente, “Si tu estás ofreciendo tu ofrenda al altar y recuerdas que tu hermano tiene algo en contra tuya, deja tu ofrenda en frente del altar. Primero anda y reconcíliate con tu hermano; luego, ven y ofrece tu ofrenda (Mat. 5, 23-24). Mientras yo veía la escena descubierta yo podía casi escuchar a Jesús orando: “Permite que todos ellos sean uno, Padre...para que el mundo sepa que tu me has enviado” (Juan 17,21) Yo supe en ese momento que debía ser un Ministro de Reconciliación.

Años anteriores Joetta y yo habíamos pastoreado La Iglesia Bautista del Sur en Tulsa, Oklahoma. Después del servicio una mujer se acercò a Joetta y le preguntó si ella podía orar por su hija, Regan. Ella, sin embargo, no quiso divulgar la necesidad especifica de la oración. Joetta le aseguró que no era necesario conocer la necesidad porque el Espíritu Santo podía interceder por Regan. Por el próximo año, Joetta orò fielmente por una joven dama que no conocía.

En este tiempo, Joetta estaba trabajando como Escritora Técnica para Thrifty Rent-a-Car. Un día, su jefe le informa que había contratado a una nueva entrenadora de Software y que la iban a poner en un cubículo frente a Joetta. Le pidieron a Joetta que la hiciera sentirse bienvenida y mostrarle los alrededores. Cuando la nueva entrenadora llegó se presentó a sí misma como Regan. Para la sorpresa de Joetta, aquí se paró la joven dama por la que ella había estado orando por todos aquellos meses! Dios estaba definitivamente sobre algo. Joetta y Regan trabajaron como asociadas los próximos siete años. Sin embargo, ellas nunca sociabilizaron fuera del lugar de trabajo, ellas empezaron a desarrollar una relación cercana.

Un día en 1995, Regan compartió que ella y su esposo estaban teniendo problemas en su matrimonio. Kelvin era un católico romano y ella era Bautista del Sur. Por muchos años Regan asistía a la Iglesia Católica con Kelvin y sin embargo él no se sentía confortable en la Iglesia Bautista al cual asistía con Regan en ocasiones especiales. Este arreglo funcionó hasta que tuvieron hijos y se dieron cuenta cuan fuertemente ambos se sentían sobre cómo sus hijos debían ser criados.

Para el disgusto de Regan, Kelvin estaba firme sobre bautizar y criar sus hijos en la Iglesia Católica. Ellos tenían un desavenencia cuando Regan buscó a Joetta por un consejo.

Joetta le dijo a Regan que una casa dividida no puede sostenerse, y que era esencial que ellos estuvieran en una iglesia juntos. Joetta le sugirió que si su esposo no iría a la Iglesia con ella, ella irìa a la Iglesia con èl. Dios bendeciría su matrimonio si Regan se sometía a la autoridad espiritual de su esposo. Joetta informó a Regan de algunas clases dadas por la Iglesia Católica a la que ella podía asistir, sin obligación, para aprender sobre la fe Católica. Joetta le dijo: “ Si yo fuera tu, me gustaría saber qué van a aprender mis hijos, de tal forma así yo podría combatir cualquier enseñanza incorrecta”. Para que Regan tuviera paz mental, Joetta dijo, “ Tu asiste al programa, tráeme todo el material, y yo se lo darè a Larry y asì él lo podrá chequear y ver si es conforme a la Biblia.”.

Yo nunca presté atención al material que Regan le llevó a Joetta, excepto por dos cosas. Una fue un articulo de un periodista luterano discutiendo las apariciones marianas. El autor del artículo le había hablado a la Iglesia de Regan y les contó cómo la Madre de Dios había estado apareciendo a 6 niños diariamente desde 1981. Regan estaba muy intrigada y leyó todo lo que caía en sus manos. La segunda cosa que ella nos diò fuè un cassette de una mujer que había sido milagrosamente sanada en el lugar de la aparición. Esta mujer, una nominal cristiana a lo mejor, estaba muy impactada por la experiencia que ella entregó su vida al servicio de Cristo. Yo tomé estos artículos y empecé a botarlos.

En lugar de ello, por un capricho, los atasqué en un cajón.

Una semana antes del 25 de Mayo de 1996, Regan le dijo a Joetta que iba a asistir a una Conferencia Mariana en Wichita, Kansas. Ella estaba realmente emocionada porque tanto el autor del artìculo como la mujer que había sido sanada eran expositores programados. Regan, sin embargo, estaba molesta por una oración que había recibido en el material de la pre-conferencia y que supuestamente debía ser rezada en la conferencia. “Me gustaría”, ella le dijo a Joetta, “que tú y Larry lo vieran y me digan qué piensan”. Cuando Joetta leyò la oración, toda clase de banderas rojas se levantaron. En casi un estado de pánico ella me entregó la oración. Esta era la Consagración al Corazón Inmaculado de María. Cuando yo empezè a leer la oración el pelo de atrás de mi cuello se me erizó. “Inmaculado Corazón de María, yo te consagro mi cuerpo y mi alma ....” Yo parè a mitad de la oración. La rabia llenó mi corazón. ¡Esta oración es demoníaca! Yo dije: “tú no das tu alma tu alma a ninguno solo a Jesús. Dile a Regan que ella puede ir a la Conferencia pero cualquier cosa que ella haga que no ore esa oración! Dentro de 3 días algo profundo dentro de mi espíritu me dijo que yo había cometido un error terrible. Remordimientos por lo que había dicho inundó mi alma.

Decidí llevarle una copia de la oración al Padre Vima “No entiendo esta oración” yo dije: “cómo en el mundo puedes tu darte a ti mismo a Marìa en esta forma?” Con una chispa en sus ojos el padre Vima dulcemente me dijo: “Larry, alguna vez has sostenido a Joetta en tus brazos y le has dicho:” Te amo, te adoro, yo venero el piso que tu caminas?” “Si” contesté cautelosamente. “La has mirado amorosamente a los ojos y le has asegurado tu completo amor y devoción? Le has dicho palabras como, “ Soy completamente tuyo ahora y para siempre?” “Todo lo que soy y todo lo que espero ser te lo debo a ti?” Yo estaba empezando a entender este punto. “ Si la verdad fuese conocida” yo admitía “yo he usado exactamente esas palabras”.

“Los Católicos”, el continuó, “nunca le diríamos a Marìa: ‘Te adoramos’. Nosotros la veneramos. La honramos. Pero, nunca podríamos decir ‘te adoramos’ porque la adoración ésta reservada solo a Dios. Esto es algo que solo le damos a Jesús. Nosotros lo adoramos. El es el Rey de Reyes y Señor de Señores, y no hay nadie igual a El. Nosotros creemos que Maria, como Madre de Dios, nos ama y nos cuida. Lo que decimos en la oración es: ‘ Todo lo mìo, yo lo coloco en tus manos y te pido que me lleves a tu hijo, Jesús’ . María siempre nos conduce hacia Jesús “.

Cuando escuché al Padre Vima empecé a comprender lo equivocado que yo había estado. Dos emociones me envolvieron simultáneamente: vergüenza y júbilo. Vergüenza por mi rápida determinación y jubiloso por las posibilidades que se me estaban abriendo.

Me fui a casa y encontré el periódico Mariano. Yo lo había colocado en un cajón de mi tocador y empecé a leerlo. Mientras leía lo que se reportaba que María decía me llamó la atención sobre lo bíblicamente basados que eran sus mensajes: ORACIÓN, ARREPENTIMIENTO, AYUNO, CONVERSIÓN DE TU VIDA A CRISTO. Este no era obviamente el trabajo de Satanás. Yo me maravillaba fuertemente: ‘Podría ser esto la Madre de Dios? Si fuera así, lo que había dicho era importante y digno de nuestra consideración. Uno de sus más frecuentes afirmaciones era algo confuso: “Recen el Rosario todos los días” Joetta y yo no sabíamos nada acerca del Rosario. Quizás era el momento de descubrir que esta oración estaba por todas partes.

Como Regan estaba hiendo a la Conferencia Mariana, Joetta le dio algo de dinero para comprar un Rosario. Su relación se volvió tirante y emocionalmente cargada por Marìa, y Joetta sintió que si ella le permitía a Regan mostrarle cómo contar las hileras del Rosario, esto por lo menos las mantendría dialogando. Cuando Regan le diò a Joetta su Rosario, ella dijo: “Es grandioso que el hombre que confeccionó este Rosario vive justo a las afueras de Tulsa, en Claremore, Oklahoma. Si tienes algún problema con el Rosario , ésta garantizado” .

Cuanto más cercana Joetta miraba su Rosario, menos le gustaba la pieza del centro. “Este parece un ídolo. Creo que llamaré Rosarios Dos Corazones y veré si ellos me lo pueden cambiar por algún otro”

“Puede venir” la voz en la otra línea le dijo, “ El trabajo de Bob está garantizado. Y él estará feliz de reemplazárselo con algo que le guste”. Cuando llegamos, la esposa de Bob, Johanna le preguntò a Joetta què estaba mal con el Rosario “Es la pieza del centro” Joetta le dijo, “no me gusta la pieza del centro” Johanna la miró extrañada, “ qué es lo que no te gusta?” “Bueno, este parece tan, tu sabes, católico!”

“El Rosario”, Johanna sonriò, “es Católico!” Mientras Joetta miraba las piezas de centro Bob me estaba contando qué les pasó a ellos en una peregrinación a un lugar de aparición en Europa. Yo le grité a Joetta, “Ven aquí y escucha esto. No vas a creer esta historia!” Ellos eran los primeros católicos con los que habíamos pasado algún tiempo, después de la hermana Mónica María y el Padre Vima.

Bob compartió con nosotros cómo Dios a través de María transformó sus vidas. Mientras èl contaba su historia, lágrimas rodaban por su cara. El dijo que no había parado de llorar desde que había regresado de su peregrinación. En sus palabras, su corazón “se ablandó”. Cuando estuvieron de regreso Bob fue y renunció a su trabajo en Amoco. El fuè un técnico laboratorista y había estado en la compañía por más de 21 años. No muy lejos de esto, Johanna renunció a su trabajo en el Tulsa University. Dios los estaba llamando a una obediencia completa y dependencia de Èl.

Durante este tiempo, Bob encontró una monja quien le mostró como hacer Rosarios. Bob decidió hacer 2 Rosarios: uno para agradecerle a Marìa por guiarlo hasta Jesús y otro para agradecerle a Jesús por salvar su alma. El resto es historia. Todos los Rosarios de Bob son amorosamente hechos a mano. El mira cada cuenta como una oración enviada a María para convertir y atraer almas a Jesús. Mi conversión y la de Joetta son el resultado directo de aquellas oraciones.

Después de nuestro encuentro con Bob y Johanna, Yo estaba emocionalmente sacudido. Mientras manejamos a casa ninguno de los dos dijo una palabra. Fue como si los dos hubiéramos experimentado una epifanía. No lo puedo explicar. Yo me sentía como si hubiera estado en la presencia de Jesús. Como no quería ir directo a casa me desvié hacia Taco Bueno para conseguir algo para tomar. Cuando nos sentamos mirándonos el uno al otro las lágrimas empezaron a rodar sobre nuestras caras. ¿Qué nos estaba pasando? ¿Qué estaba Dios pidiendo de nosotros?

Nuestras vidas estaban literalmente siendo empujadas hacia la Iglesia Católica. Regan nos había presentado a los propietarios de la Tienda de Libros Católica local, por lo que decidimos ir allá por más información. Lee y Anita amorosamente nos dieron la bienvenida y nos señalaron lo que exactamente necesitábamos. Cuando calculamos nuestro Impuesto a la Renta al final del año, descubrimos que habíamos gastado más de $5,000 dólares en libros, cassettes, videos, y otros materiales en busca de verdades espirituales! No podíamos obtener suficiente. Estábamos en la Tienda de Lee tres o cuatro veces al día. “Estamos aquí por nuestros útiles católicos” Lee y Anita solo podían reír y recomendarnos otro libro, cassette o video. Esto era como una adicción que no podíamos satisfacer. Una pregunta solo nos dirigía hacia otra y otra. Esta fue una experiencia maravillosa.

Empezamos a ir a dormir tarde y a despertarnos temprano tratando de repletarnos mucho leyendo lo mayor posible durante el día. Decidimos maximizar nuestro tiempo. Empecé a dejar a Joetta a su trabajo y a recogerla para a sí poder leer en voz alta hiendo y viniendo. La recogería a la hora del lonche, poner un par de sillas de jardín y bandejas de TV en la maletera y manejar al parque para a sí poder leer sin interrupciones. Tomamos turnos – uno podía comer mientras el otro leía en voz alta. Lo hicimos todo juntos. Dios estaba graciosamente hablándonos a los dos juntos. Atrayéndonos al mismo paso profundamente dentro de él mismo.

Leímos el Catecismo de tapa a tapa. El Catecismo es el más grande trabajo teológico sistemático que hemos leído. Respuestas a largas búsquedas después de preguntas llegan como lluvia torrencial.

Recuerdo un Sábado por la mañana en particular. Ambos nos despertamos a las 4 de la mañana. Nos sentamos en la cama con la Biblia en una mano y el Catecismo en la otra. Yo dije: “Joetta, escucha esto. Esto es fantástico. Esto trae todo en enfoque!” Antes de que yo termine, Joetta me interrumpe y dice, “Larry, espera, espera. Escucha esto!” Ella entonces leyó de una sección diferente del Catecismo. Leíamos versículos de la Escritura probados, hibamos a los escritos de los Padres de la Iglesia Primitiva y luego chequeabamos un comentario. Antes de que nos diéramos cuenta, era la una de la tarde! Eramos como esponjas. Ediciones tales como la presencia real de Cristo en el pan y en el vino, el rol de María en la Iglesia, oraciones a los santos, Escritura y Tradición como autoridad vs. Sola Scriptura, Autoridad Papal, Purgatorio y Salvación como un proceso vs. Salvación como un trabajo completado, empezamos a ver una nueva luz. Fuè como encontrar todas las piezas perdidas en un gran rompecabezas Teológico. El dibujo completo se empezaba a ver claro.

El Señor nos estaba conduciendo por dos caminos simultáneamente: uno intelectual y el otro emocional. Habìamos estado rezando el Rosario, estacionándonos en el sofá de Bob y Johanna, preguntando pregunta tras pregunta acerca de la Doctrina Católica, tradición y cultura. Le pedimos al Señor que algo nos revele si El nos estaba conduciendo a la Iglesia Católica, porque nada de esto nos daba ningún sentido a nosotros. Habíamos estado toda nuestra vida en Iglesias Protestantes y estuvimos bastantes contentos en nuestro ministerio. Necesitábamos desesperadamente saber acerca de la Iglesia a la cual Dios nos estaba llamando, por lo que tres cortas semanas antes de nuestra conversión yo roe esta oración :
“Padre, si tu nos estás arrastrando hacia la Iglesia Católica, quiero una señal, y la quiero grande”.

Varios días más tarde, estábamos regresando a casa de un viaje corto a Dallas. Vimos el más grande y vívido sol que nadie haya visto. Este fue de horizonte a horizonte y parecía que estábamos manejando derecho dentro de esto. Un indescriptible orden de colores – naranja, rojo, rosado. Esto fue magnífico, tanto que nuestro joven nieto que estaba durmiendo atrás se sentó y dijo: “Abuelo, Abuelo, tú ves eso? No es hermoso?” Tan brillante como era pudimos mirarlo directamente.

Cuando el Sol bajó pusimos un cassette del Dr. Scott Hahn y continuamos hacia Oklahoma City. Cuando mirè el cielo oscuro oré otra vez silenciosamente, “Oh Dios si tú nos estás arrastrando hacia la Iglesia Católica, danos una señal y por favor hazla grande!”

Al mismo tiempo, sin yo saberlo, Joetta estaba mirando fijamente la ventana del pasajero y silenciosamente orando: “Bendita Madre, si tù eres real, necesitamos saberlo sin ninguna duda” De repente, escuché a Joetta decir con voz entrecortada: “Oh mi, Larry, Larry, mira!” Cuando mira a la derecha vi lo que parecía una cadena de estrellas cayendo en cámara lenta en ángulo hacia abajo de derecha a izquierda. Justo antes que las estrellas tocaran el horizonte, salían disparadas hacia arriba y luego caían hacia abajo hacia la tierra otra vez cayendo derecho en el centro de la autopista. Usualmente una estrella fugaz se tira hacia abajo y se mueve tan rápidamente que no tienes tiempo de decirle a nadie. Nos quedamos sin palabras, porque ambos los vimos! Finalmente Joetta rompió el silencio: “Vistes eso, no es así?” Ambos estábamos visiblemente conmovidos.

Puse un cassette de una cantante católica Dana en el cual ella canta sobre el Rosario, y por la siguiente hora y treinta minutos oramos el Rosario con ella. Terminamos justo cuando llegamos a la salida de la carretera que nos lleva hacia nuestra rectoría. Cuando volteamos en el freeway y nos dirigíamos sobre una pequeña colina, allí, posada en la carretera en frente de nosotros estaba la más hermosa, enorme, luna que alguna vez hayamos visto. Como el atardecer, esta parecía literalmente estar sentada en la mitad de la carretera y extenderse tan alto en el cielo como podría el cielo. Por dos y media millas, lo observamos en completo silencio.

Cuando volteamos a nuestra vía de acceso, la luna desapareció. “Joetta, què te recuerda todo esto? “Apocalipsis Capítulo 12” ella dijo: “una gran y maravillosa señal apareció en el cielo: una mujer cerca del sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de 12 estrellas sobre su cabeza”. Hasta ese momento supimos que no solo el Espíritu Santo nos estaba llevando a la Iglesia Católica, sino que Maria estaba dirigiendo el camino.

Dos meses más tarde Joetta y yo nos arrodillamos en una pequeña Capilla de la Universidad del Campus Tulsa y oramos la Consagración al Corazón Inmaculado de María. Nuestro amor por ella es sin límites. Yo tenía miedo que ella pudiera de alguna manera alejarme de mi amor a Jesús, pero lo que he encontrado es que mi amor por Cristo ha profundizado más allá de la medida. Verdaderamente nuestra copa rebosa!

El 12 de Septiembre de 1997, yo entregué mis papeles de ordenación al Obispo Bruce Blake de la Iglesia Metodista Unida. Al hacer esto yo abandoné 30 años de Ministro Protestante para convertirme en Católico. Para muchos de mis colegas este fue un horrible error, pero para Joetta y para mi fue: “REGRESO A CASA”.

En Enero hicimos una peregrinación a Roma para simbolizar nuestro deseo de colocarnos bajo la autoridad del Papa Juan Pablo II y la Iglesia Católica Romana. En Marzo, Joetta y yo hicimos una peregrinación a un lugar Mariano en el Este de Europa para agradecerle a la Bendita Madre de traernos dentro de la Iglesia. Ahora estamos esperando con gran anticipación para ser recibidos en completa comunión en la Iglesia Católica esta próxima Vigilia Pascual. Esta será la culminación de 23 meses de odisea que transformó nuestras vidas. Gracias María por querernos en casa.



Dios te bendiga!

Fuente:Catholic.net

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Dom May 25, 2008 7:04 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

DE ADVENTISTA INDEFERENTE A DEFENSORA DE LA FE
Cita:

Durante algún tiempo estuve recibiendo enseñanza de parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Mi testimonio


Hasta que regresó mi esposo y me prohibió terminantemente que siguiera frecuentando el templo adventista. Durante un año me quede sin ninguna religión, encontrándome completamente confundida. Por fin empezaron a visitarme los hermanos Encarnación Calderón y José Trinidad, y fué cuando empezé a sacar todas las dudas que tenía y a encontrar la luz.
Lo que ahora quiero hacer, es esto: prepararme mejor para integrarme a un ministerio de defensa de la fe y así poder ayudar a otros hermanos a defender su fe de los ataques de las sectas, que son muy sútiles y logran confundir a muchos.



Ahora doy gracias a Dios con mi esposo y mis hijas por haber recuperado la fe y la unidad de la familia. En realidad, nos sentimos muy unidos y felices. Todos los domingos vamos a misa y comulgamos con mucha devoción.
Lo que ahora quiero hacer, es esto: prepararme mejor para integrarme a un ministerio de defensa de la fe y así poder ayudar a otros hermanos a defender su fe de los ataques de las sectas, que son muy sútiles y logran confundir a muchos. Le pido a Dios que siga bendiciendo a todos los que están luchando por hacer realidad el gran sueño de Cristo: “que todos sean una sola cosa, como tú y yo, oh Padre, somos una sola cosa” (Jn 17,21).


Fuente:defiendetufe.org

Si alguien tiene algun otro testimonio de exadventistas le agradeceria lo compartiera.

Aqui os dejo un video de un expastor adventistas que se convirtio al catolicismo.Consta de 6 partes:

http://es.youtube.com/watch?v=QERj32S3KjU&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=g9dlDtEe5jg&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=NHYotmrdhxQ&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=ZcEPmksUAug&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=jh-BJWgyPU4&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=Jzbddt_Z-ys&feature=related

En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Sab May 31, 2008 3:23 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Aqui os dejo unos videos interesantes:

DE MORMON A EVANGELICO Y DE EVANGELICO A LA IGLESIA CATOLICA

http://es.youtube.com/watch?v=XyFgqxhcb90&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=aEaIifzgcwU&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=ewBhxQGzaJ8&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=rRdImi_r76I&feature=related

http://es.youtube.com/watch?v=su9HoJyBdeE&feature=related


En los Corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Sab May 31, 2008 3:28 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Fuente:apologeticacatolica.org


Cita:
Testimonio de un
ex-Testigo de Jehová

Tomado de http://www.apologetica.org

Después de ir de un lugar a otro...

Adolfo Morán

Nací en San Salvador en una familia de no creyentes, a la edad de 14 años mi padre, que siempre padeció de artritis, tuvo una crisis muy grave que lo paralizó casi totalmente. Teníamos que levantarlo de la cama, sentarlo en su silla, darle de comer, bañarlo, etc.

Un día que regrese de la escuela lo encontré caminando muy contento diciendo que había sanado. Me dijo que estando sentado en su silla oyó en el radio a un hombre que dijo que alguien estaba sufriendo de artritis y que iban a orar por su sanación, lo único que este hombre pedía era que pusieran la mano encima del radio. Así lo hizo mi padre pensando que nada tenía que perder, milagrosamente ese día desapareció la artritis para siempre pero nació en él la curiosidad por saber que había pasado. En su afán de encontrar la causa de su alegría empezó a preguntar a todas las personas religiosas que conocía, todos ellos le ofrecían estudios, planes de salvación, etc. Yo no podía creer que mi padre que solía ser tan anti-religioso estaba tan interesado en TODAS las religiones, pero yo lo acompañaba en los estudios que tenia con los Mormones, Asambleas de Dios, Testigos de Jehová y los Rosacruces.

Teníamos en la casa muchas versiones de la Biblia que mi padre quería comparar para encontrar cual era la diferencia entre ellas. Con los Testigos de Jehová, estudiamos leyendo la Biblia, ya que esa había sido la condición que mi padre había impuesto. La razón de que no quería usar los libros de los Testigos era por que habíamos tenido unos vecinos que antes de 1975 nos habían dicho que en ese año se terminaría el sistema existente de gobierno y trataban de demostrarlo leyéndonos revistas y libros que indicaban que todo iba a suceder en 1975; por esa razón el estudio que teníamos era solo con la Biblia. Después de estudiar los primeros 6 capítulos de Mateo, comparando las tres versiones de la Biblia, pudimos ver que la persona que nos daba el estudio estaba muy confundido. Un día me dijo que si le prestaba mi Biblia, porque quería consultar algo con los ancianos, esa fue la ultima vez que vi mi preciada Biblia. Lo que si logró esta persona fue el darnos el hábito de comprar la revista 'Despertad'.

A la edad de 17 años acepté a Jesús como 'mi único Salvador personal' en una iglesia Bautista. La razón de haberlo hecho fue porque ellos creen que Jesús es Dios, conclusión a la que yo había llegado después de leer los evangelios. Pero a pesar de que asistía a la iglesia Bautista, siempre estudiaba con los Testigos y leía con mas interés la revista Despertad por su artículos tan anti-católicos que me servían para salir a 'predicar' con los Bautistas por todo El Salvador.

Después de tres años los Testigos dejaron de llegar a la casa ya que la persona que me daba el estudio se mudó y nadie quería reemplazarlo sin utilizar los libros como 'La verdad que nos lleva a la vida eterna'.

Después de muchos años con los Bautistas, conocí en la universidad a la que iba a ser mi esposa, una señorita muy Católica que me explicó lo que ella creía. Me dejó muy impresionado el conocer lo que la Iglesia Católica enseñaba acerca de el matrimonio, ya que el pastor de la iglesia Bautista empezó a enseñar que no importaba divorciarse si uno creía que no se había casado con la pareja que Dios le había asignado. Todo esto lo decía el pastor por que le estaba siendo infiel a su esposa, cuando anunció que se iba a divorciar fue cuando deje de asistir a esa iglesia. Me casé por la iglesia Católica para complacer a los padres de mi esposa, pero nunca asistí a una Misa después de mi boda.

Como ustedes saben en El Salvador hubo una sangrienta guerra por lo que mucha gente decidió dejar el país. Con mi esposa y con mi pequeña hija nos movimos para Australia, al poco tiempo empecé a comprar la revista 'Despertad' nuevamente, pero, como ya lo había hecho antes, me rehusé a tener estudios, o visitar el Salón del Reino. Después de un año y medio de vivir en Australia mi hija de 3 años se puso tan enferma que pasó en el hospital 5 días en observación, al final de ese tiempo ningún doctor supo lo que había pasado. Una amiga nos dijo que quizás era el Señor que nos estaba llamando. Le prometí a mi esposa que iríamos a cualquier iglesia el domingo que se aproximaba (en mi mente tenia pensado una Iglesia Bautista). Fue un Miércoles, en Julio de 1993, que caminando en la ciudad vimos a grupo de gente predicando en las calles, yo me aproximé para preguntarles dónde se reunían. Mi sorpresa fue que eran unos novicios católicos que me invitaron a una reunión carismática y a una Misa después de la reunión. Debido a la promesa que le había hecho a mi esposa acepte la invitación. No hay palabras para explicar el gozo que me dio conocer gente tan cristiana que nos atendió tan amorosamente durante la reunión y en la Misa. A los pocos días recibí la visita del novicio que nos había predicado en la calle para invitarnos nuevamente a la reunión carismática, ese día le expliqué que yo no podía seguir asistiendo por que había sido protestante y no creía en la fe Católica. Cuando el novicio me dijo que él había sido protestante también (su padre todavía es ministro en una iglesia protestante) y que unos de los sacerdotes había sido misionero Bautista decidí asistir a un estudio católico que dan para los quieren ingresar a la iglesia. El saber la historia de la Iglesia y lo que la Iglesia creía me convenció que era el lugar en donde yo debería de estar, pero me era difícil creer en la Virgen, en los santos, purgatorio, etc.



Después de haber recibido el estudio fui invitado a un retiro carismático, en donde se esperaba que yo recibiría los dones de el Espíritu Santo. Terminó el retiro y a diferencia de todos los que asistieron yo no recibí nada; me sentía tan deprimido y enojado que decidí hablar con el Sacerdote que iba a celebrar la Misa con que terminaba el retiro, dado que la Misa ya iba a comenzar no tuve tiempo de expresarle mi desilusión con el retiro. Estaba tan molesto que no cante ninguna alabanza, no oí la predica, ni quise dar la paz a nadie. Al momento de tomar la comunión, sentí como si el Señor mismo me invitaba a participar de su cuerpo, al momento de poner la hostia en mi boca sentí una paz y un gozo indescriptible, tenia ganas de gritar y de bailar. No entendía porque todos estaban tan callados meditando, yo quería gritar que el Señor esta presente en la comunión. La última alabanza no solo la canté sino que también la bailé.

Después de esa experiencia quería saber más y más de la Iglesia, a través de Internet encontré la biografía del Cardenal Newman y también la historia de la conversión de Scott Hann, más algunos estudios acerca del purgatorio, los santos, etc. Después encontré esta página de ustedes (apologetica.org) que me ayudo a aprender más de nuestra Iglesia (en mi propia lengua) y a darme cuenta de la falsedad que existe en medio de los Testigos de Jehová. Demás esta decir que ya no leo ninguna publicación de ellos, que ahora encuentro tan ofensiva y llena de mentiras. Que si siento duda en mi corazón le pido a el Señor Jesucristo y a su Espíritu Santo que me iluminen y me llenen de su sabiduría.



Que Dios les bendiga mucho,

Adolfo


En los corazones de Jesús y Maria
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
Vela1
Constante


Registrado: 21 Ene 2007
Mensajes: 562

MensajePublicado: Jue Jun 05, 2008 11:38 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Hola hermano Pelicano

Te escribe Jose Luis Vela
Ex Pastor Cristiano Evangelico.

Hace unos años publiquè por aqui mi testimonio
que anda por alli en la cola de Testimonios de Conversos.

Como es un poco extenso, por aqui inserto la direccion
de un forito privado donde escribo algunos pensamientos y experiencias .
Para los que se animen a leerlo, quizas pueda serles util.

http://groups.msn.com/ELPANDEVIDA/general.msnw?action=get_message&mview=0&ID_Message=749&LastModified=4675663817994680990
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
guitarxtreme
Veterano


Registrado: 13 Jul 2007
Mensajes: 4274

MensajePublicado: Mar Jun 10, 2008 6:07 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Gracias pelicano. me parece un tema muy bueno.

espero y sigas posteando mas datos.
_________________

En estos tiempos se necesita mucho ingenio para cometer un pecado original
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
mikisun
Esporádico


Registrado: 20 Feb 2008
Mensajes: 80

MensajePublicado: Dom Jun 15, 2008 5:26 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

Me parecen muy interesantes estos testimonios. Me parece muy positivo que busquemos la verdad y esto a veces nos obligue en conciencia y con sinceridad de corazón, a cambiar de confesión religiosa. Además de los casos aportados por el hermano pelicano, existen muchísimos casos de conversiones inversas, es decir, del catolicismo al protestantismo. Siempre que haya sinceridad y liberación del sufrimiento ocasionado por el sentimiento de saber que uno no está donde debe, es positivo y acerca a Dios. Lo importante es que seamos limpios de corazón, que nuestra conciencia nos diga que hemos hecho lo correcto.

Existe un libro que contiene el testimonio de 55 ex-sacerdotes católicos que se convirtieron al protestantismo. En muchos de ellos se apecia la liberación de los sufrimientos que padecían por su condición de sacerdotes católicos. el título es: "Lejos de Roma, cerca de Dios", de Editorial Portavoz.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
pelicano
Moderador
Moderador


Registrado: 11 Abr 2007
Mensajes: 4019
Ubicación: Tierra Santa

MensajePublicado: Dom Jun 15, 2008 7:23 am    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

mikisun escribió:
Me parecen muy interesantes estos testimonios. Me parece muy positivo que busquemos la verdad y esto a veces nos obligue en conciencia y con sinceridad de corazón, a cambiar de confesión religiosa. Además de los casos aportados por el hermano pelicano, existen muchísimos casos de conversiones inversas, es decir, del catolicismo al protestantismo. Siempre que haya sinceridad y liberación del sufrimiento ocasionado por el sentimiento de saber que uno no está donde debe, es positivo y acerca a Dios. Lo importante es que seamos limpios de corazón, que nuestra conciencia nos diga que hemos hecho lo correcto.

Existe un libro que contiene el testimonio de 55 ex-sacerdotes católicos que se convirtieron al protestantismo. En muchos de ellos se apecia la liberación de los sufrimientos que padecían por su condición de sacerdotes católicos. el título es: "Lejos de Roma, cerca de Dios", de Editorial Portavoz.


Tambien existio Judas Iscariote, y en la actualidad sigue habiendo Judas Wink
_________________

APOSTOLES DE LA VERDAD.
APOLOGETICA UNIVERSAL
http://exmormoncatolica.blogspot.com/
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
CRUZADO_XXI
Moderador
Moderador


Registrado: 24 Nov 2005
Mensajes: 5906
Ubicación: En algun lugar de Mexico.

MensajePublicado: Dom Jun 15, 2008 3:02 pm    Asunto:
Tema: ¡¡¡Si se puede salir de las sectas!!!
Responder citando

mikisun escribió:
Me parecen muy interesantes estos testimonios. Me parece muy positivo que busquemos la verdad y esto a veces nos obligue en conciencia y con sinceridad de corazón, a cambiar de confesión religiosa. Además de los casos aportados por el hermano pelicano, existen muchísimos casos de conversiones inversas, es decir, del catolicismo al protestantismo. Siempre que haya sinceridad y liberación del sufrimiento ocasionado por el sentimiento de saber que uno no está donde debe, es positivo y acerca a Dios. Lo importante es que seamos limpios de corazón, que nuestra conciencia nos diga que hemos hecho lo correcto.

Existe un libro que contiene el testimonio de 55 ex-sacerdotes católicos que se convirtieron al protestantismo. En muchos de ellos se apecia la liberación de los sufrimientos que padecían por su condición de sacerdotes católicos. el título es: "Lejos de Roma, cerca de Dios", de Editorial Portavoz.


Tienes razon en decir:
Cita:
Además de los casos aportados por el hermano pelicano, existen muchísimos casos de conversiones inversas, es decir, del catolicismo al protestantismo.


Sin embargo no te has dado cuenta de un punto...los catolicos que se vuelven protestantes, son las masas de catoliquillos que nunca van a la iglesia ni leen la biblia...y los protestantes que se vuelven catolicos...ESOS SON EN SU MAYORIA PASTORES Y GENTES QUE SI CONOCEN LA BIBLIA Y AMAN A JESUS...QUEDSENSE CON NUESTROS TIBIOS, QUE NOSOTROS NOS QUEDAMOS CON SUS FERVOROSOS.

Por otro lado el caso de los 55 sacerdotes el caso es el mismo, prefiero a los miles de sacerdotes fieles que a los tibios.
_________________
LAS PAGINAS DE CRUZADO:
http://www.antisupersticion.com.mx y http://www.diadelparrillero.com.mx

Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Testimonios de conversos al catolicismo Todas las horas son GMT
Ir a página 1, 2  Siguiente
Página 1 de 2

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados