pelicano Moderador

Registrado: 11 Abr 2007 Mensajes: 4019 Ubicación: Tierra Santa
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Publicado:
Jue May 29, 2008 9:31 pm Asunto:
Tema: De dònde sale ... |
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Estimado hermano/a azul
¡La paz este contigo!
Intentare explicarte de que va eso de la "Transubstanciación".
La transubstanciación es un milagro que pasa desapercibido para quien no tiene fe porque después de la consagración, aunque no hay ya substancia de pan ni de vino, si quedan los "accidentes" (color, gusto, cantidad, etc.) de pan y vino. Por eso la Eucaristía tiene la apariencia de pan y vino aunque no lo es.
La transubstanciación ocurre en el momento de la consagración en la Santa Misa, mediante la eficacia de la palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo.
Es un dogma de fe de la Iglesia Católica.Creido desde los origenes del cristianismo pero que se definio como dogma cuando fue puesto en duda la creencia en el concilo de Trento:
"Porque Cristo, nuestro Redentor, dijo que lo que ofrecía bajo la especie de pan era verdaderamente su Cuerpo, se ha mantenido siempre en la Iglesia esta convicción, que declara de nuevo el Santo Concilio: por la consagración del pan y del vino se opera el cambio de toda la substancia del pan en la substancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la substancia del vino en la substancia de su sangre; la Iglesia católica ha llamado justa y apropiadamente a este cambio transubstanciación" (Concilio de Trento, DS 1642).
En la Eucaristía "Cristo mismo, vivo y glorioso, está presente de manera verdadera, real y substancial, con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su divinidad" (Cc. de Trento: DS 1640; 1651).
Bases Biblicas de este dogma:
«Yo soy el pan de la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»
Jn 6,48-51
El Pan que yo les daré ES MI CARNE. Palabras textuales de Nuestro Señor. El mismo nos lo recuerda aqui claramente:
En Mateo 26:26, El dijo, "Tomad y comed, ESTE ES MI CUERPO."
"Bebed de ella todos, PORQUE ESTA ES MI SANGRE DE LA ALIANZA, QUE ES DERRAMADA POR MUCHOS PARA PERDON DE LOS PECADOS." Mateo 26,27-28
Estas palabras de Jesucristo, fielmente citadas por San Mateo, son la Primera Mención de ellas en las Sagradas Escrituras. Su Evangelio fue escrito para los Judíos, para tratar de convencerlos que el tan esperado Mesias había verdaderamente venido, tal como los Profetas del Antiguo Testamento lo habían predicho que El vendría. Por lo tanto, Mateo se refiere a más versículos del Antiguo Testamento que ningún otro de los cuatro escritores del Evangelio, pues los Judíos conocían las Sagradas Escrituras muy bien.
En Juan Capitulo 6 hay un excelente aporte sobre la Eucaristia:
Vs 48, Jesús dijo por segunda vez, "Yo soy el pan de la vida."
Vs 49, "Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron."
Vs 50, "Este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera."
Sabemos que todos nosotros moriremos físicamente, pero Jesús se refería a la vida eterna del alma espiritual.
Vs 51, Jesús dijo, "Yo soy el pan, el vivo, el que bajó del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre, y por lo tanto el pan que Yo daré, ES la carne mía para la vida del mundo."
Vs 53, Jesús dijo, "En verdad, en verdad os digo, si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis la sangre del mismo, no tenéis vida en vosotros."
Vs 54, "El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo le resucitaré el último día."
Vs 55, Jesús dijo, "Porque Mi carne es verdadera comida y Mi sangre verdadera bebida."
Vs 56, Jesús dijo, "El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí, y Yo en él."
Otro punto importante es el mandato que Cristo nos dio, de hacerlo en memoria suya:
Hagan esto en Memoria mía.
Veamos ahora cómo las palabras de Jesús no serían solamente para ese tiempo, sino un mandato para que los Apóstoles y sus sucesores lo hicieran por siempre:
«Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se los dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía.»Lc 22,19
Cuando celebramos la Misa, no estamos pensando en ofrecer a Jesucristo varias veces repitiendo su sacrificio, como las sectas piensan.
No. Lo que nosotros pensamos es en «hacer presente el único e irrepetible sacrificio de Nuestro Señor». Tal como él lo dijo: «Hagan esto en memoria mía».Por eso, años después, el Apóstol Pablo dirá:
«Porque yo recibí del Señor lo que les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía.»
Asimismo tomó la copa diciendo: «Esta copa es la sangre de la Nueva Alianza. Cuantas veces la beban, hagan esto en memoria mía.»1 Cor 11,23-25
Fijemonos que hasta tiene consecuencias reales sino se toma correctamente:
Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa. Pues quien, sin examinar su conciencia come y bebe el Cuerpo, come y bebe su propia condenación».
1 Cor 11,28
Tan real es el «cuerpo y sangre» para el Apóstol Pablo, que recibirlo indignamente es comer su propia condenación.Pablo lo dice como lo que es, algo real.
TESTIMONIOS DE LA IGLESIA PRIMITIVA:
[quote]La Didache (Did-Ah-Key), o enseñanza de los Apóstoles, 9:1 Nadie coma ni beba de vuestra Eucaristía a no ser los bautizados en el nombre del Señor, pues acerca de esto también dijo el Señor: "No deis lo santo a los perros." Mateo 7:6
San Ignacio de Antioquía, Carta a los Romanos, 7:3, 106AD
"Anhelo por el pan de Dios, que es la carne de Jesucristo."
San Ignacio de Antioquía, Carta a los de Esmirna, 6:2, 106AD
"Igualmente se apartan de la eucaristía y de la oración, pues no confiesan que la eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo con la que padeció por nuestros pecados, la cual resucitó el Padre en su bondad. Así pues, LOS QUE CONTRADICEN AL DON DE DIOS, PERECEN EN SUS DISQUISICIONES.
San. Justino Mártir, Primera Apologia, 65-66, 148 A.D. Cita: | "Después de ser lavado de ese modo, y adherirse a nosotros quien ha creído 2, le llevamos a los que se llaman hermanos, para rezar juntos por nosotros mismos, por el que acaba de ser iluminado, y por los demás esparcidos en todo el mundo. Suplicamos que, puesto que hemos conocido la verdad, seamos en nuestras obras hombres de buena conducta, cumplidores de los mandamientos, y así alcancemos la salvación eterna. Terminadas las oraciones, nos damos el ósculo de la paz. Luego, se ofrece pan y un vaso de agua y vino a quien hace
cabeza, que los toma, y da alabanza y gloria al Padre del universo, en nombre de su Hijo y por el Espíritu Santo. Después pronuncia una larga acción de gracias por habernos concedido los dones que de Él nos vienen. Y cuando ha
terminado las oraciones y la acción de gracias, todo el pueblo presente aclama diciendo: Amén, que en hebreo quiere decir así sea. Cuando el primero ha dado gracias y todo el pueblo ha aclamado, los que llamamos diáconos dan a cada asistente parte del pan y del vino con agua sobre los que se pronunció la acción de gracias, y también lo llevan a los ausentes. A este alimento lo llamamos Eucaristía. A nadie le es lícito participar si no cree que nuestras enseñanzas son verdaderas, ha sido lavado en el baño de la remisión de los pecados y la regeneración, y vive conforme a lo que Cristo nos enseñó. Porque no los tomamos como pan o bebida comunes, sino que, así como Jesucristo, Nuestro Salvador, se encarnó por virtud del Verbo de Dios para nuestra salvación, del mismo modo nos han enseñado que esta comida—de la cual se alimentan nuestra carne y nuestra sangre—es la Carne y la Sangre del mismo Jesús encarnado, pues en esos alimentos se ha realizado el prodigio mediante la oración que contiene las palabras del mismo Cristo. Los Apóstoles—en sus comentarios, que se llaman Evangelios—nos transmitieron que así se lo ordenó Jesús cuando, tomó el pan y, dando gracias, dijo: Haced esto en conmemoración mía; esto es mi Cuerpo. Y de la misma manera, tomando el cáliz dio gracias y dijo: ésta es mi Sangre. Y sólo a ellos lo entregó (...). |
San Cirilo de Jerusalén, Lecturas Catequistas, 22(Mystagogic 4)6, 350AD
"Por tanto, no miren al Pan y al Vino simplemente como eso, pues ellos son, de acuerdo a las declaraciones de los Maestros, el Cuerpo y la Sangre de Cristo."
Espero haberle podido ayudar
¡Que Dios le Bendiga!
En los corazones de Jesús y Maria _________________
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