Desolación y movimientos eclesiales

[Joseluisleón]

El problema de los movimientos eclesiales

Hace poco ha salido la disposición vaticana que obliga al movimiento neocatecumental, a los llamados kikos, a tener la misa (perdón, la eucaristía, o todavía peor dicho, la celebración de la palabra) con el resto de la parroquia al menos una vez al mes.
En efecto esta es una de las principales críticas que se les hacen, la falta de comunitariedad extragrupal. Sin embargo, esta cuestión no es la más preocupante, pues en realidad se deriva de otra más fundamental.
Los movimientos diseñan un plan de perfección para sus miembros, desde luego integrando en él la Biblia, al Señor, sacramentos, sacerdotes, etc. Pero plantean un ideal que en este mundo no se puede alcanzar, que va a estar de continuo frustrado por los pecados más diversos, incluso por los muy graves. Lanzan de este modo a los seguidores al abismo de la desolación más tarde o más temprano. Y lo lanzan porque han prometido una bandera de perfección y selección, que conduce a un orgullo que el Cielo debe necesariamente cincelar, y lo hace dejando hacer a los demonios; pero qué mala vida, que angustia, desolación, pesimismo y negrura infunden éstos, qué lejía más corrosiva para quitar el orgullo, que se lleva pedazos de carne y alma.
Abatidos hasta el extremo, muchos salen de los movimientos, otros quedan, pero todos malparados, y conducidos por la marea al regazo de María Santísima, que como Madre interviene y los repara, a menudo al final de sus días, quitándoles los tóxicos que les han quedado.
Y ya que hemos hablado de los kikos, diré algo sobre Kiko Argüello que he sabido de primera mano (no se preocupen, nada grave): respecto a cuando él llegó a los pobres suburbios madrileños se destaca su gran labor evangelizadora, pero se calla otro extremo: en realidad él estaba hecho una calamidad, y fue la solidaridad de aquellas pobres gentes la que lo salvó, pues veían que ni comía apenas, ni salía de la chabola, ni nada. Luego ya con su labia, su guitarra y todo lo demás, pues se los ganó, pero todo empezó con la compasión que sintieron por él. Pero en sí, no hubo ninguna disposición providencial de orden celestial, sólo una iniciativa humana en la iniciación del movimiento.

[Carlos Pacahuala]

Por los frutos los conoceré

Que buen analista eres, ojala le hagas mucho bien a la Iglesia y puedas hacer algo para acercar más gente a Dios, que les ayudes a convertirse.

No soy neocatecumenal pero no sabes como quiero a todos los que son parte de mi Iglesia, y no es un cariño exclusivo por se acaso
_________________
Amemos la Verdad y Defendamos la Vida