1a. sesión INTRODUCCIÓN

[ukauka]

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
Porque no se conoce a fondo y la verdadera razon de las cosas, es mas fácil criticar que ponerse a investigar el motivo de las desiciones por ejemplo de la Iglesia.

2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
-Conocer su doctrina
-Amar a la Iglesia
-Cooperar en su misión
-Defenderla

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?
Involucrarnos con ella apoyando todas y cada una de las decisiones de nuestros jefes de la iglesia en este caso el Papa, quien iluminado por el Espiritu Santo toma las decisiones que nos convienen, Mostrandonos con actitud positiva y de respeto, cumpliendo con los mandamientos ya que la Iglesia somos nosotros y al tratar de santificarnos , santificamos la propia Iglesia.

[Gladys Armenta Palacio]

Vivo en un país, Colombia, donde todo es criticable y criticado. Desde el gobierno hasta las cuestiones pueblerinas que entran en el círculo chismográfico de las mujeres son sometidos a análisis y a la criticidad de la gente autorizada o no, para ello. No siempre se tienen fundamentos porque la realidad no se conoce suficientemente, no se preven ni se previenen consecuencias, etc. La Iglesia no es un sujeto aislado que se escape entre el conjunto. Hay menos conocimiento de ella, la identificamos con el hacer y quehacer de sus miembros, del clero, por ejemplo. No toleramos defectos ni reconocemos cualidades. Por otro lado el laicismo que ya ha cundico en todos los ambientes sostiene la independencia entre la sociedad civil y mejor, del Estado respecto de toda influencia eclesiástica.
Hay algo que también me preocupa y es la ignorancia entre lo que podría reformarse y lo que se da actualmente en la Iglesia Institución. Muchos sufren los problemas reales y personales que los aquejan a nivel de moral, la mayoría de las veces. Como no ha habido una fundamentada educación sobre Eclesiología la incertidumbre lleva a buscar incluso entre hombres de Iglesia valiosos y reconocidos como el Cardenal Martini y el libro tan anunciado del cual sólo puedo mencionar el título : "Severas críticas del Cardenal Martini a posturas de la Iglesia : la Iglesia debe tener el coraje de reformarse". El libro no ha llegado a Colombia pero se le hace suficiente propaganda para entusiasmar a la gente. Y creo que allí podrá encontrarse mucho de lo que verdaderamente puede cambiar.
En síntesis : se confabulan tantas razones y sinrazones a favor y en contra de la Iglesia que, la gente (y no me refiero sólo al vulgo) permanece sin saber a dónde ir pecando así, de ignorancia, de conocimiento, sin amor ni respeto por la Iglesia. Cómo va a defenderla?
Y ahora, hablo por mí y para mí: mi deber hacia ella debe radicar en una mirada de fe : Dios presente en ella. El la ha enriquecido con su Espíritu y todos los medios con que el hombre puede salvarse. Escuchar, leer, profundizar la Palabra. Orar. Servirse de todos los medios al alcance para educarse en la fe y ayudar a otros a hacerlo así (esto es Misión). Por la gracia de Dios lo hice así durante la enfermedad de mi padre y de un hermano no católicos sino masones del grado 33 y palpé milagros. Estoy segura de que Jesucristo los reciíó. Por lo tanto, la postura nuestra exigente frente a la Iglesia es como decíamos atrás, de fe, de conocimiento (estudio y contacto personal con Jesucristo), amor, defensa y unión a la Misión: anunciarle y revelarle. Dios me dé su gracia para ello.
Creo que puedo unirme a la santificación de la Iglesia, a través de la Misión en mi Congregación. Así mismo hizo Hermes, el griego, mensajero de los dioses. Su misma mirada le hizo ver el esplendor de la ya , no tan anciana. Cambió la mirada (se convirtió, lucho por hacerse mejor, es decir, santo y pudo ver en su libro, rostros hermosos de lo que era suyo y de lo que es mío, la Iglesia. Quiero ponerme en esta tarea.

[Sharitzi]

1. ¿Cuáles eran los puntos claros de la teología en este siglo?
- Es un mismo mensaje en todo el mundo; es lo mismo en todo lugar y momento nuestro, es una sola.
- La apostolicidad; ese centrarse en los apostoles la mision que tenian y seguir lo relizado por ellos.

2. ¿Qué herejías se dieron en este siglo?
El adopcionismo, politeismo, modalismo, monarquianismo, patripasianismo, maniqueísmo... Todas estas por asuencia de Fe y estaban encontra o mas bien no convencidos de la existencia de la Santisima Trinidad.

3. ¿Por qué los emperadores romanos perseguían a los cristianos?
Las razones primordial de las persecuciones del Imperio a los Cristianos era por lo siguente:
-La decadencia del Imperio.
-Progreso de la evangelización.
Estas persecuciones solo lograban que la comunidad cristiana siguiera en comunion.

4. ¿Qué avances tuvo la Iglesia en este siglo?
Podemos destacar la union entre los Cristianos; asi como la enseñanza de los martires; sin dejar de mencionar el Catecumendadsa en el aspecto profetico, ya que eso trajo el avance en la vivencia sacramental (bautismo, confirmacion, eucarístia); la institucion de los misnisterios, que vienen siendo parte fundamental para el crecimiento en la fe cristiana.
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Sharitzi-AP!!!

[Jorge de Esesarte]

1.- ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?.

Bueno, creo que el principal motor de esos ataques son, por una parte el desconocimiento de la misma, pero por otra, también la certeza de unos cuantos, de saberla como la única, la legítima. Si no, ¿para qué atacarla?. ¿Acaso otros credos son atacados como es atacada la Iglesia Católica?, desde luego que no.

¿Quién es entonces el motor de estos ataques a la verdadera iglesia, fundada por el hijo de Dios?, desde luego el maligno. Es a la única Iglesia que le interesa realmente destruir. Ese maligno que su mayor "virtud", es precisamente pasar desadvertido, hacerle creer a las personas que no existe y que Cristo y su Iglesia están solo para embrutecerlos. El mal no tiene tiempo para los demás.

2.- ¿Cuales son nuestros deberes para con la Iglesia?

Bueno, creo que lo principal, como en todo es ser partícipe de ella. Es fácil criticar algo estando fuera y sin compromiso. En la medida que entendamos que somos parte de la iglesia y que cuando vemos alguna crítica, en lugar de participar de ella, entendamos que somos parte de la solución, por que además al atacar a la iglesia, no nos damos cuenta que nos están atacando a nosotros mismo o, inclusive si somos partícipes de esa crítica, pues nos estamos auto destruyendo.

Desde luego pienso que el reto más grande es persuadir a otras personas a conocer a la iglesia, algo que a veces se antoja imposible, pero que debe de ser nuestro máximo anhelo. Creo que debemos confiarnos a Nuestro Señor, orar sin límites para poder llegar a realizar nuestra misión como hijos de Dios y de la Iglesia, que es nuestra madre. Debemos pensar en nuestro actuar y en como con nuestro testimonio y ejemplo podemos tocar el corazón de los demás.

Nosotros mismos no podemos amar a nuestra Iglesia si no la conocemos o si pensamos que con lo poco que sabemos ya lo sabemos todo.

Defender a la Iglesia creo que es cuestión también de saber cuando y cómo hacerlo. Entrar a discusiones sin sentido, creo que puede ser un arma de doble filo. Hay que ser firmes en nuestras ideas, pero pienso que tampoco debemos entrar en este tipo de discusiones. La forma creo que es muy importante.

3.- ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?.

Definitivamente con nuestra participación amorosa, comprometidos con ella. Sabernos indispensables dentro de este grán engranaje que es nuestra Iglesia, en la que Cristo quiere que todos participemos para lograr nuestra salvación y la de nuestro prójimo.

[ivamary]

Hola hermanos!!! es la primera vez que participo en este foro y estoy feliz de poder conocer la historia de la iglesia, me estoy poniendo al dia ya que tengo tres sesiones atrasadas.

Porque se critica la iglesia? La iglesia es criticada y atacada por demonio que ve en ella un peligro ya que lleva a las personas a la salvación, por lo que se vale de algunas personas para atacarla por que la iglesia no dice lo que ellos quieren oir ya que el evangelio es verdadero.

Cuales son nuestros deberes para con la iglesia? Amarla, defenderla, conocer su doctrina, cooperar en su misión.

Cómo podemos santificar hoy nosotros a la madre iglesia? Siendo personas que sean luz en la comunidad y dando testimonio con nuestras vidas que el señor existe.
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Shema Israel

[rpclau]

Respuesta 1
* Falta de interes
* Demasiada indiferencia
* Pereza mental
* Información trunca, por lo tanto, prejuicios, criticas destructivas, malas interpretaciones.
* No se ama lo que no se conoce
* Se quire mirar a la iglesia superficialmente, sin estudiarla y sin fe.

Respuesta 2
a) Creer en ella: No se puede creer en Cristo sin creer en ella. La fe en Cristo nos llega a través de la Iglesia.

b) Conocer su doctrina: es el evangelio de Cristo, que le fue transmitido por los apóstoles y que ella, guiada por el Espíritu de la Verdad, continuamente medita, predica, defiende y aplica a las diversas situaciones en que viven sus hijos y el mundo.

c) Amar a la Iglesia: Si la Iglesia nos ha engendrado para Cristo, por medio del bautismo, debemos amarla en todo momento y circunstancia.

d) Cooperar con su misión, para que todos lleguen al pleno conocimiento de la verdad y a la salvación que Cristo nos ha traído con su vida, muerte y resurrección. Así fue al inicio: palabra y ejemplo de los primeros cristianos, y a los milagros con que los apóstoles confirmaban la doctrina de Jesús.

e) Defenderla, aunque suframos martirio. Defenderla con la palabra, con los escritos, con el testimonio. Nunca, lógicamente, con las armas o con la violencia,pues se oponen a su esencia que es la caridad.

Respuesta 3

Con actitud de continua conversión y lucha por la santidad. Guiados por el Espíritu de Verdad que lo encontramos en los sacramentos.

En Cristo Claudia Ruiz

[Carlos Eloir Corona Ramir]

¡Hola queridos hermanos!, hoy doy inicio a estos foros tan interesantes.
Me interesa mucho conocer la historia de la institución donde he decidido gastar mis energias y a traves de ella poder llegar a la trascendenia final que todo ser humano necesita, lo sepa o no.
Mi opinión acerca de este tema es el siguiente:
La Iglesia Catolica es criticada por dos razones en mi opinión personal,
Por ignorancia y por egoismo.
Por eso mi deber es primero conocer mi Iglesia para poder defenderla y amarla, y para poder santificarla necesito mirar la historia de aquellos que la defendieron y amaron incondicionalmente y asi seguir su ejemplo.
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xto y nada mas

[Filippo]

a la primera pregunta creo q la respuesta es porque nosotros damos lugar a que la critiquen con nuestras aptitudes, si nos basamos en el principio q todos somos piedra angular de la Iglesia deberiamos cambiar nuestra forma de ser, testimonios vivos. primero debemos hacer conciencia nosotros q somos iglesia asi creo q las criticas reduciran

LA segunda pregunta va de la mano con la primera Si somos iglesia nosotros cada uno de nosotros, nos amaremos mas, Amaremos a la iglesia, y como tal la cuidariamos, como se cuida una pertenencia, un regalo, un ser querido. cuidar q no le pase nada y aun mas contribuir para su extension y difusion.

Santificar la Iglesia? SI es posible si primero empezamos a hacer verdaderos Catolicos, no catolicos de tradiciones, de costumbres, de misa

[Queri]

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
Creo que la primera razón es la ignorancia en la que vivimos la mayor parte de los católicos, por lo que este curso es una excelente herramienta para dejar de ser ignorante; y la segunda es la necedad de los hombres por criticar a la Iglesia y buscar siempre lo negativo con el afán de "acabar" con ella.

2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
a) Creer en ella. Es una verdad que expresamos en el Credo, sin ella no podemos salvarnos.
b) Conocer su doctrina. Así conoceremos a Cristo.
c) Amarla. Es la mejor expresión de la gratitud que le debemos por participarnos de la salvación de Cristo.
d) Cooperar con su misión, para que todos lleguen al pleno conocimiento de la verdad y a la salvación que Cristo nos ha traído con su vida, muerte y resurrección. El apostolado es deber de todo cristiano, tenemos un tesoro para compartir.
e) Defenderla, aunque suframos martirio. Formarnos en el conocimiento intelectual, con cursos como éste; y formarmos espiritualmente con una fervorosa vida de sacramentos.

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?
Con una verdadera actitud cristiana, siendo luz para el mundo y viviendo según los criterios evangélicos. Seguir el camino de Cristo es luchar por alcanzar esa santidad, de la que todos los miembros de la Iglesia somos partícipes por la santidad de Cristo.

¡Amemos a Cristo en su Iglesia!
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Queri

[draszz]

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?

Yo siempre digo que "lo peor que tiene la Iglesia somos los católicos; pero también lo mejor que tiene la Iglesia son los católicos". Es increíble el daño que hacemos con nuestro anti-testimonio o, simplemente, con nuestra ausencia de testimonios. Hablamos y predicamos cosas que responden al corazón del hombre y, sin quererlo casi, generan un movimiento de atracción que luego se ve frenado en seco y rechazado por nuestras actitudes. Eso provoca alejamiento, desconfianza y crítica.

Además, en un mundo relativista, donde se tienen "posturas" en lugar de "principios" (la una la cambias cuando te resultan incómodas; los otros no), mantener ideas firmes es un escándalo para el mundo...

2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?

Con San Agustín: "sólo se ama lo que se conoce y sólo se conoce lo que se ama".

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?

Con nuestro testimonio, que saldrá verdaderamente de un profundo amor a nuestra Madre.
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Cine inteligente, cine con valores

[gladys alarcon]

Es para todos tan importante tener en cuenta nuestra Historia, nuestro antepasado, el dolor y el sufrimiento por lo que pasaron estos primeros Cristianos, me imagino estar en esos momento e intento transportarme a ese siglo, intento comprender...entender....y me siento quizas una privilegiada en vivir en esta època, no mejor quizas, porque también tiene sus altibajos, pero es mas fuerte, mas constituida, mas protegida por nosotros mismos, seguramente nos falta la unidad, o el impetu con lo que afrontaban las cosas y ese morir por el Señor sin dudarlo!!! realmente me emociona y entristece a la vez, pero cuanto, cuanto aprendi!!! muchas gracias a los organizadores de este taller, esta muy muy bueno!!!! Gladys Aarcón de Argentina, San Miguel de Tucumán.-

[gladys alarcon]

Es bueno conocer los inicios de nuestra Iglesia, saber que es Jesús el fundador, el Espiritu Santo el que la guia, bendice y acompaña , que hermoso es sentir que mediante el bautismo todos formamos parte de esta Iglesia, Santa, Universal, senitrnos misoneros que todos somos parte y que todos ponemos nuestro granito de arena para que todo siga funcionando; "Que Dios y su Hijo Nuestro Señor Jeuscristo sigan bendiciendo a nuestra Iglesia." Gladys Alarcón, Tucumán, Argentina.

[ARuiz]

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
La Iglesia es de origen divino (fundada por Cristo), y está asistida durante toda la historia por el Espíritu Santo.
Pero está compuesta por hombres, y donde hay hombres hay pecado; la Iglesia tiene errores debido a los pecados de los hombres y es criticada por esos errores.
Errores que se acrecientan al no mirarla con la mirada de fe sino mirarla con una mirada superficial.

2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
Primeramente la de responder en ella a la vocación recibida de Dios. Teniendo fe en ella a pesar de sus defectos (defectos provocados por los hombres que la componemos) y aceptándola como es.
Seguidamente el cuidado de la misma como Madre de todos los creyentes que es.
Por la efusión del Espíritu Santo recibido en el sacramento de la Confirmación, y alcanzando así la madurez cristiana, trabajar y ofrecer a ella los talentos recibidos.
Evitar y luchar contra el pecado para no incurrir en escándalo público y guardar celosamente la imagen de nuestra Madre, la Iglesia-

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?
Primeramente con nuestra propia vida fiel al evangelio.
También haciendo realidad en ella la vocación recibida.
Con nuestro trabajo y testimonio dentro y fuera de ella.

[guillermohang]

La Iglesia es severamente criticada porque la visión que predomina, como bien la describió el Padre Antonio, es la superficial. La mayoría de las personas juzga a la Iglesia por personas que pertenecen a ella o hechos en particular. No es de extrañar que uno mismo a veces caiga en ese error que es bastante común en nuestros días.

Nuestra misión es demostrar que la Iglesia no es ese "grupito" de gente que se junta todos los domingos en las misas. la Iglesia somos todos, con los dones que Dios implantó dentro nuestro como así también la tendencia a pecar. Esa convivencia del bien y del mal dentro de un ser humano es lo que a veces lleva a no comprender el concepto de Iglesia.

Para disipar esa confusión, creo que el mejor paso a dar es el TESTIMONIO.

[JULIAN FLORES]

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?

Buenos días: Me acabo de inscribir y dar de alta al curso. He leído la introducción y me parece sumamente interesante, además de que proporciona "luz" para iluminarnos a lo largo del curso. En mi primera participación en el foro, deseo responder desde mi punto de vista a las tres preguntas arriba planteadas.
1. Muchas veces se critica a la Iglesia por desconocimiento. Las personas que no pertenecen a la Iglesia no pueden verla a través de los ojos de la fé, y aquellos que sí formamos parte de la Iglesia, no nos hemos preocupado por conocer su historia. De forma tal, que muchas veces las críticas están mal fundadas por falta de información, ya sea de errores u omisiones cometidas en el pasado, o por malas interpretaciones que se hacen en el momento actual. La crítica que podamos hacer los católicos, debe ser constructiva, dirigida a crecer en el amor de Jesús, inspirada por el Espíritu Santo, y eso sólo se consigue, cuando la vemos a través de la fé.
2. Nuestros deberes para con la Iglesia están definidos a través de sus mandamientos y de todos los documentos que emanan de ella a través de la historia. Documentos como el Concilio Vaticano II, las reuniones episcopales locales, regionales, etc. Por lo pronto debemos ser aútenticos hijos de la Iglesia y participar involucrados en ella, en la edificación de la misma. La Iglesia es dinámica a través del tiempo y de la historia, por lo que su "construcción" nunca termina, es constante día a día, orientada por el Papa y los Obispos, en concordancia con los Párrocos, para que los laicos participemos activamente.
3. Para santificar nosotros hoy a nuestra Madre Iglesia, debemos de buscar la santidad propia y comunitaria. Es decir, en la medida que cada uno de nosotros busque el camino de la santidad, en esa misma forma estaremos dando testimonio de nuestra fé y por lo tanto santificando a la Iglesia. No podemos esperar a que "ella se santifique", sin santificarnos cada uno de nosotros.
Que Dios bendiga a todos los que participamos en este curso. Amén.
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Julián Alberto Flores Díaz
Zapopan, Jalisco
México

[Matilde Elena Luengas Muñ]

1. Se critica a la Iglesia algunas veces por ignorancia, no se conoce a fondo su origen y sus fines o se critica basado en experiencias sobre alguna persona, que es incorrecto.
2. Uno de nuestros deberes con la Iglesia es defenderla, protegerla y fortalecerla.
3. Para santificarla en la actualidad debemos empezar con nosotros mismos, con el ejemplo y la acción para extender verdaderamente el reino de Cristo

[Sonia Bossa de Pardo]

Hola todos, cada vez es más interesante el curso.
1.-Cuáles eran los puntos claros de la Teología en este siglo III?
Era la unidad en la Fe, la unión espiritual entre los bautizados, signo de esto fue la Eucaristía, por medio de la cual afianzaban esa unión que además se sentían adheridos a los apóstoles, a los mártires y a todos los hermanos desconocidos. La Iglesia vivió en verdadera comunión como consta en los escritos de los apóstoles.

2.-Qué herejías se dieron en este siglo?
El adopcionismo, politeísmo, modalismo, monarquismo, patripasionismo, maniqueísmo. Celso fue hostil a los libros inspirados, a Cristo y a la Iglesia.

3.-Por qué los emperadores romanos perseguían a los cristianos?
Primero, pienso que de rabia por el aumento de los cristianos que ya llegaban al 50% de la población y porque no temian morir por Cristo y también por la prepotencia de estas personas que no permitían que Dios fuera el único para ellos. A pesar de todas las persecuciones prohibiciones y masacres, Dios no los desamparaba, continuaba haciendo su obra por el bien y el crecimiento de los cristianos.

4.-Qué avances tuvo la Iglesia en este siglo?
Mientras más los atacaban, más se expandía la semilla evangélica:"Sangre de mártires, es semilla de cristianos." Ellos daban razón de su fe y de su esperanza a pesar del ambiente pagano y hostil en el que vivian, ya que pretendían dejar acefala a la Iglesia. Por el contrario, se unían más a sus pastores y sacerdotes formando un solo corazón y una sola alma, progresaba la evangelización por muchos lugares de Europa y el Medio Oriente.

[Dialcom]

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia? Se critica la mayoría de las veces a la Iglesia porque no la conocemos; nuestra ignoracia nos limita muchas veces el entendimiento; Como se puede amar lo que no conocemos ?; En el momento en que entendemos que la Iglesia es de Constitución Divina; que Cristo se quizo tener para sí una esposa; la cual ama, cuida y alimenta; que dicha esposa-Iglesia participamos todos los bautizados y por lo tanto somos Pueblo y familia de Dios; por tanto, queridos y mados para salvación eterna como Plan Misericordioso del Padre. Fundamental entender esto, para que en el momento en que algun miembro de nuestra Familia no de el testimonio requerido podamos extender una mano de amor y caridad, en lugar de criticarlo y señalarlo para la correcta edificación del Cuerpo.

2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
- Creer en ella
- Conocer su doctrina
- Amar a la Iglesia
- Cooperar con su misión
- Defenderla

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?
Con nuestra conversión diaria, vida Sacramental y testimonio de vida ante todo aquel que nos rodea. Ese testimonio permitirá que muchos admiren a nuestra Madre Iglesia y sientan deseo de pertenecer y perseverar en ella.

Bendiciones
Gracias

[Jaime Eguizábal González]

¡Venga Tu Reino!
Estimados en Jesucristo
Muy buenas noches, he tenido dificultad para poder participar pero agradezco a Dios la oportunidad de formarme en interesante tema, que en realidad es un tema muy desconocido.
Compruebo hoy que a veces se crítica a la Iglesia por puro desconocimiento y ante todo que en nuestro país la iglesia tiene pocos años de darnos respuesta a tanta interrogante y quizás lo más grave; la poco formación y presencia en el momento preciso de dar respuesta.
Con relación a la 2° pregunta cuales son los deberes para con la Iglesia: Creer en ella y no ponerla a tela de juicio, Amarla como Cristo nos la dio, Conocerla desde su fundador, ayudar a extender el Reino de Dios entre nosotros y por último defenderla de los ataques quizás primero de los que estamos dentro de ella y de los demás. Y para santificarla descubro hoy con más convición que será por medio de los sacramentos y todos aquellos medios que Cristo hizo: la oración, el ayuno, la sencillez y la fidelidad, etc.
Gracias por la ayuda que nos dan, este año se me da dado la oportunidad de dar Teología en la universidad donde vivo y me ayudara para poder fundamentar todos aquellos conocimientos que la Iglesia nos presta.

Afectisimo en Jesucristo

Jaime Eguizábal,
El Salvador[/b]

[CADURAN]

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
Por las acciones de algunos fieles católicos que actúan de una manera no adecuada ante los ojos de Dios y de Jesucristo; actúan por intereses personales y no en comunión.

2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
Creer en ella: no se puede creer en la iglesia sino se cree en Cristo y Dios.
Conocer su Doctrina: es tener conocimiento sobre sus evangelios que han sido transmitidos de generación en generación,
Amar a la Iglesia: a través del bautismo que hemos recibido nos hacemos hijos de ella, es por eso que le debemos amar.
Cooperar con su misión: en la evangelización de todos las personas que no conocen a cristo y que no lo han conocido.
Defenderla: de las personas que hablen en mal de ella, dando a conocer sus enseñanzas y su voluntad para alcanzar la salvación en cristo.

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?
Haciendo buenas acciones, evangelizando, dar testimonio de vida y de las maravillas que han surgido en mi vida. Dar a conocer lo importante que es la iglesia para la perseverancia de nuestra fe a cristo.

[Amaya Martínez Arce]

1. Porque quienes la critican, no la cocnocen y no la aman. Y concocerla significa a profundidad porque si sólo la concocemos superficialmente es muy fácil caer en errores y juzgarla sin pensar que todos esos errores de nuestra Madre Iglesia son producto de la intervención de los hombres, quienes podermos enbelleceral o dennigrarla. Hay que conocer a la Iglesia como el medio de salvación que Jesucristo mismo nos entregó, para no caer en querer hacer una Ilgesia a nuestra medida que lógicamente cuando nos incomoda o no estamos de acuerdo pues la atacamos. Necesitamos humildad.

2. Precisamente conocerla, al concocerla amarla y al amarla por consiguiente se dará todo lo demás, que más que la obligación nos debe mover el amor y entonces creemos en ella y cooperaremos en su misión de extender el Reino de Cristo.

3. Obedeciendo y embelleciendola con nuestros testimonios, nuestras buenas acciones y dándola a conocer porque es un tesoro que se nos ha dado y no lo podemos dejar guardado, hay que darlo a la mayor cantidad de personas porque así lo pide Jesucristo.
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Amaya Martínez

[rofega]

1.- Muchas veces criticamos a la Iglesia porque no la conocemos como tendriamos que saber de ella y no damos un buen testimonio, porque nos hemos conformado con ir los domingos a misa y nada más porque simplemente no nos queremos comprometer a ser cada día mejores Cristianos y encontrar el camino a la salvación.

2.- Conocerla, amarla, respetarla y luchar por extenderla entre todos los hombres.

3.- Honrrarla, seguirla, cumplir con sus mandatos divinos, respetando todo lo que nos mande , defendiendola y dando testimonio con nuestra vida.
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[Natzdira Dagdug Rangel]

[quote="Beatriz Eugenia"][quote="P. Antonio Rivero"]

Estudiar la historia de la Iglesia es estudiar la historia de nuestra familia en la fe. ¿A quién no le interesa saber sobre la historia de su propia familia? ¿No es verdad que solemos repasar los álbumes de fotos pasadas con regocijo y con emoción contenida? También nos asombramos de algunas fotos que salieron movidas, o un poco oscuras y mal enfocadas.

Repasaremos nuestro álbum de fotos; fotos sacadas desde hace dos mil años. Iremos viéndolas juntos con el cariño con que uno va hojeando lo más querido de su familia. De aquellas fotos que salieron muy bien, alegrémonos y demos gracias a Dios. De aquellas que están un poco movidas o medio mal, no nos escandalicemos, sino con respeto y en silencio demos la vuelta a la página, tratando de pedir a Dios por esos momentos difíciles de algunos hijos de la Iglesia, que tal vez desfiguraron el rostro de la Iglesia con su conducta. A todos nosotros nos puede pasar esto, si nos desviamos del espíritu del Evangelio.

La Iglesia es la estupenda obra que nos dejó Jesús aquí en la tierra para que le conozcamos a Él a fondo, lo amemos mejor, nos entusiasmemos de Él y extendamos su Nombre por todos los confines de la tierra. Es, pues, en la Iglesia donde nacimos a la vida divina, a la vida de fe. Es la Iglesia la que, como Madre, alimenta nuestra fe en la liturgia y en los sacramentos. Es la Iglesia la que nos protege con sus brazos maternales, cuando nos sentimos desprotegidos. Es la Iglesia la que nos tiende sus manos cuando hemos caído en el camino de la vida. Es en la Iglesia donde queremos vivir y morir en paz.

Antes de ir hojeando las fotos siglo por siglo, quiero dejar unos presupuestos, sin los cuales es imposible entender y amar a la Iglesia:

[i][b]1. La Iglesia es de origen divino:[/b] [/i]Dios Padre la planeó. Dios Hijo la fundó durante su vida terrena, cuando fue eligiendo a su apóstoles, los fue formando, les ordenó celebrar el memorial de su muerte, y con la fuerza de su Espíritu les dejó la misión de continuar su obra y de predicar su Reino; por eso, podemos decir que la Iglesia es “Cristo prolongado”. Y Dios Espíritu Santo la está santificando y llevando a su plenitud. Por tanto, a la Iglesia hay que mirarla con los ojos de la fe; si no, jamás la podremos entender. De esta fe tiene que brotar un amor apasionado a nuestra madre Iglesia y un deseo de dilatarla por todo el mundo. A esto lo llamamos apostolado, que no es fanatismo, sino exigencia del amor a la Iglesia.

[i][b]2. Diversos nombres dados a la Iglesia: [/b][/i]Jesús, para hacernos entender lo que es la Iglesia, quiso explicarla a través de imágenes o figuras: redil, cuya puerta es Cristo; rebaño que tiene por pastor a Cristo; campo y viña, cuyo dueño es el Señor; edificio, cuya piedra angular es Cristo, que tiene a los Apóstoles como fundamento y en el que los demás somos piedras vivas y necesarias. Pero uno de los más hermosos nombres que la Iglesia ha recibido es el de “comunión”. [i]“Comunión expresa más que comunidad, más que hecho social, más que congregación, más que asociación, más que fraternidad, más que asamblea, más que sociedad, más que familia, más que cualquier forma de colectividad humana; significa Iglesia, es decir, hombres y mujeres vinculados en Cristo. Ese cuerpo social, visible y espiritual, es precisamente lo que llamamos Iglesia”[/i] (Pablo VI). Esta Iglesia-Comunión exige espíritu de comunidad; la comunión y la comunidad no admiten ni individualismo ni particularismo. El Concilio Vaticano II [size=9](1) [/size]ahondó en otra imagen de la Iglesia: la Iglesia como Pueblo de Dios, que peregrina en la historia hacia la plenitud escatológica, es decir, hacia la plena glorificación en Cristo al final de los tiempos; Pueblo de Dios, que convoca a judíos y gentiles, se forma parte de él, no por la carne, sino por el agua y el Espíritu; Pueblo de Dios, que tiene por cabeza a Cristo muerto y resucitado; todos los que formamos parte de ese Pueblo de Dios tenemos la dignidad y libertad de los hijos de Dios; la ley de este Pueblo de Dios es el mandato de la caridad y tiene como fin extender a todos los hombres el Reino de Dios y hacerlo crecer hasta la consumación final. Esta imagen de Pueblo de Dios tiene un contenido profundamente religioso, pues es un Pueblo creado por la elección de Dios y por la alianza que él establece con los hombres. No es un término con sabor político-social, como ha querido manipular y reducir la así llamada “iglesia popular”[size=9](2)[/size] .

[i][b]3. El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia. [/b][/i]Así como el alma da vida al cuerpo humano, así el Espíritu da vida a este cuerpo que es la Iglesia, mediante los sacramentos; además, el Espíritu Santo ilumina y guía a la Iglesia durante todos los momentos de su caminar terreno para que permanezca fiel a las enseñanzas de Jesús, su fundador.

[i][b]4. Las propiedades de la Iglesia: [/b][/i]Esta iglesia es [b]una[/b], porque tiene su origen en la Trinidad, porque su única cabeza es Cristo, y porque está animada por un solo Espíritu; y manifiesta esa unidad en una sola fe, unos mismos sacramentos, y una misma jerarquía. Es [b]santa[/b], porque su fundador, Jesucristo, es santo y la vivifica con su Espíritu; porque a través de los sacramentos la santifica, y porque sus frutos más hermosos son los santos. Es[b] católica[/b], porque ha sido enviada a todos los hombres, está abierta a todas las razas, lenguas y naciones, sin excluir a nadie, y porque conserva la totalidad de la fe. Y es[b] apostólica[/b], porque por voluntad de Cristo está cimentada sobre Pedro y los demás apóstoles.

[i][b]5. Estructura de la Iglesia:[/b][/i] Cristo quiso fundar una en la que todos somos iguales por el bautismo, pero al mismo tiempo la quiso gobernada por Pedro y los demás apóstoles. La Iglesia, por tanto es jerárquica [size=9](3)[/size] , no democrática. Todos somos Iglesia y Pueblo de Dios, sí, pero Cristo dio a Pedro y a los demás apóstoles la misión y la autoridad para guiar, santificar y regir a sus hermanos. Los continuadores de los apóstoles son los obispos y sacerdotes. Por tanto, la Iglesia está formada por los ministros sagrados (obispos, sacerdotes y diáconos), por los laicos y por los religiosos. [b]La misión de los pastores [/b]es servir a sus hermanos con la Palabra, con los sacramentos y la caridad, al estilo de Cristo, que vino a servir y no a ser servido. [b]La misión de los laicos[/b], en comunión y bajo la guía de los pastores, es participar en las realidades temporales, ordenándolas según el plan de Dios en Cristo, a fin de que su mensaje llegue y transforme todos los ámbitos sociales. [b]La misión de los religiosos[/b] es seguir de cerca las huellas de Cristo practicando los consejos evangélicos, y de esa forma vivir consagrados a Dios, santificar a la Iglesia y dar testimonio ante el mundo de las realidades del Reino de los cielos.

[i][b]6. ¿Cómo mirar a la Iglesia? [/b][/i]

Tres miradas podemos lanzar a la Iglesia:

[b]a) Mirada superficial:[/b] la Iglesia se presentaría como una sociedad religiosa más, entre muchas otras. Es la mirada “aséptica” del descreído, de quien no tiene fe. Sólo ve los defectos de quienes están en la Iglesia y al frente de la Iglesia.

[b]b) Mirada más penetrante: [/b]reconocerá los valores y la vitalidad de la Iglesia. Discernirá en su unidad y universalidad un conjunto de caracteres maravillosos. Se asombrará del poder espiritual del Papa, afirmando que su origen, desarrollo e influjo constituyen el fenómeno más extraordinario de la historia del mundo. Pero todavía no va al fondo. Es la mirada del estudioso bien intencionado y honesto.

[b]c) Mirada de fe:[/b] es la única manera de percibir el misterio de la Iglesia. Con la fe descubrimos que su origen está en Dios, que Cristo la ha enriquecido con su Espíritu y con los medios de la salvación, y que tiene por misión hacer que todos los hombres lleguen al pleno conocimiento de la verdad y participen de la redención operada.

[i][b]7. ¿Qué es, pues, la historia de la Iglesia y las claves de interpretación? [/b][/i]Es un entramado de hechos humanos y divinos, en donde la silenciosa acción del Espíritu Santo se combina eficazmente con la palpable libertad de los hombres. Y las claves de interpretación de la historia de la Iglesia son éstas:

[b]a) La historia de la Iglesia sólo se entiende en función de su tarea santificadora y evangelizadora.[/b] El Vaticano II definió a la Iglesia como [i]“Sacramento universal de salvación” (Lumen Gentium, 48)...”enviada por Dios, se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres” (Ad Gentes, 1). [/i]Sólo a la luz de la fidelidad a esa misión cabe calificar de acertados o equivocados los hechos de sus ministros y de sus fieles.

[b]b) La capacidad de errar de los hombres explica muchos episodios históricos negativos [size=9](4)[/size] [/b]: las herejías, la torpe intromisión de algunos eclesiásticos en cuestiones o ambiciones temporales (aseglaramiento, afán de poder, simonía, etc...), así como las vidas poco edificantes de otros. Estos hechos tristes, recogidos en su historia, no afectan a lo que es la Iglesia. Es más, ponen de manifiesto que ella es divina porque, a pesar de sus hombres, su doctrina se ha mantenido incólume desde que Cristo la predicara, produciendo abundantes frutos de santidad en todos los tiempos [size=9](5)[/size] .

[b]c) La Iglesia, manteniendo los rasgos esenciales determinados por su fundador, Cristo, también ha evolucionado en la historia[/b] al compás de los hombres, precisamente porque no es una sociedad desencarnada. Por eso, a la hora de interpretar los hechos hay que considerar el contexto histórico, que explica muchas decisiones y modos de obrar (p.e. la inquisición eclesiástica, Papas que coronaban a los emperadores, lucha por la investidura, etc.). No hacerlo así, es pecar de anacronismo o errores de juicio objetivo.

[b]d) La Iglesia es experta en humanismo:[/b] iluminada por la revelación de Cristo, Dios y hombre perfecto, y enriquecida por su larga historia conoce en profundidad las glroias y las miserias del hombre, al que quiere ofrecer la salvación de Cristo. Esto explica:

[b]e)[/b] Que a lo largo de sus veinte siglos haya sabido enjuiciar con tanta libertad y equidad muchas situaciones humanas, venciendo la fuerte coacción de poderosos intereses partidistas: guerras, decisiones de parlamentos, conferencias internacionales, etc.

[b]f) [/b]Que esté en inigualables condiciones para defender la dignidad de la persona humana y los principios morales de su actuación, y para juzgar con la luz de la moral los retos que la ciencia, la cultura o la política ponen a la sociedad. Fruto de todo ello es su doctrina social [size=9](6)[/size] .

[i][b]8. ¿Cuál es el fin de la Iglesia?[/b] [/i]Es predicar a todos los hombres la Buena Nueva de la redención operada por Cristo. Esta salvación de Cristo debe abarcar a todos los hombres sin distinción de clases sociales, y a todo el hombre: en su alma y en su cuerpo. Es un fin, por tanto, sobrenatural pero que empieza en el tiempo, espiritual pero que trasnforma la ralidades de este mundo.

[i][b]9. ¿Cuáles son los deberes para con la Iglesia? [/b][/i]

[i][b]a) Creer en ella: [/b][/i]No se puede creer en Cristo sin creer en ella. No se puede ser cristiano sin la mediación de la Iglesia. “Nadie puede tener a Dios por Padre, si no tiene a la Iglesia por madre” –decía san Cipriano. La fe en Cristo nos llega a través de la Iglesia.

[i][b]b) Conocer su doctrina: [/b][/i]La doctrina de la Iglesia no es otra que el evangelio de Cristo, que le fue transmitido por los apóstoles y que ella, guiada por el Espíritu de la Verdad, continuamente medita, predica, defiende y aplica a las diversas situaciones en que viven sus hijos y el mundo.

[i][b]c) Amar a la Iglesia: [/b][/i]Si la Iglesia nos ha engendrado para Cristo, por medio del bautismo, debemos amarla como un hijo ama a su madre: un amor que la comprende, que la apoya, que reza por ella, que se alegra de sus triunfos, que sufre con sus fracasos.

[i][b]d) Cooperar con su misión,[/b][/i] para que todos lleguen al pleno conocimiento de la verdad y a la salvación que Cristo nos ha traído con su vida, muerte y resurrección. Así fue al inicio: la Iglesia fue extendiendo su radio de acción gracias a los viajes de san Pablo, a la palabra y ejemplo de los primeros cristianos, y a los milagros con que los apóstoles confirmaban la doctrina de Jesús. Incluso las mismas persecuciones, como veremos, sirvieron, para bien o para mal, para dar a conocer al mundo este fenómeno del cristianismo.

[size=12][i][b]e) Defenderla,[/b] [/i][/size]aunque suframos martirio. Defenderla con la palabra, con los escritos, con el testimonio. Nunca, lógicamente, con las armas o con la violencia,pues se oponen a su esencia que es la caridad.

Termino esta introducción con un texto de Hermas, escritor de la primera mitad del siglo II, preocupado de los problemas de la Iglesia de su tiempo. Tuvo una visión con un ángel, que tomó la apariencia de un joven pastor. Y en esto llegó una anciana vestida de esplendor, con un libro en las manos, se sentó sola y saludó a Hermas.

Hermas, afligido y llorando, le dijo al ángel vestido de pastor:

- ¿Quién es esa anciana?
- La Iglesia, me dijo.
- Y, ¿cómo es tan anciana?
- Porque fue creada antes que todo lo demás. Por eso es tan anciana; el mundo fue formado para ella, dijo el ángel.

“En la primera visión la vi muy anciana y sentada en un sillón. En la siguiente, tenía un aspecto más joven, pero el cuerpo y los cabellos eran todavía viejos; me hablaba de pie; estaba más alegre que antes. En la tercera visión era muy joven y hermosa; de anciana tenía tan sólo los cabellos; estuvo muy alegre y sentada en un barranco”.

“En la primera visión –dijo el joven- esa mujer aparecía tan anciana y sentada en un sillón, porque vuestro espíritu estaba ya viejo, marchito y sin fuerzas, por vuestra molicie y vuestras dudas...En la segunda visión la viste en pie, con aire más joven y alegre que antes, pero con el cuerpo y los cabellos de anciana, pues el Señor se apiadó de vosotros; vosotros desechasteis vuestra molicie y os volvió la fuerza y os afianzasteis en la fe...En la tercera visión, la viste más joven, hermosa, alegre, de un aspecto encantador; los que hayan hecho penitencia se verán totalmente rejuvenecidos y afianzados”[size=9] (7)[/size] .

De nosotros, sus hijos, depende que la Iglesia siga joven, lozana y alegre. Y con nuestra actitud de continua conversión y lucha por la santidad iremos hermoseando el rostro de esta madre, que tantos hijos han afeado consus actos a lo largo de los siglos.

Comencemos, pues, a abrir con respeto el álbum de familia, de nuestra familia eclesial desde el principio.

[b]__________________________________

TEMA DE DISCUSIÓN EN EL FORO

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia? [/b]



Preguntas o comentarios al autor P. Antonio Rivero
arivero@legionaries.org


_______________________________


[size=9](1) En la constitución sobre la Iglesia, “Lumen gentium”, capítulo II.

(2) Esta iglesia popular ha intentado contraponer pueblo de Dios (laicos) y jerarquía. Esta contraposición, hábilmente manejada, lleva a identificar la Iglesia con el pueblo pobre y oprimido, y a ver en la jerarquía una sobre-estructura, frecuentemente hostil al pueblo.

(3) No tengamos miedo a esta palabra tan desacreditada en algunos ambientes. Jerarquía es una palabra griega que significa “servicio sagrado”.

(4) Humanum fuit errare, diabolicum per animositatem in errore perseverare (San Agustín, Serm 164, 14)

(5) Aquí cabe traer a colación lo sucedido a Ludovido Pastor, protestante, que mientras escribía la historia de la iglesia en todos sus avatares positivos y negativos, llegó a la conclusión de que esta institución, la Iglesia, debía tener carácter divino, porque ha podido resistir veinte siglos y ni siquiera algunos de los mismos hijos de la Iglesia, que se comportaron indignamente, han podido destruirla. De hecho, se convirtió al catolicismo exclamando: “La Iglesia católica es la verdadera Iglesia”.

(6) Así lo expresaba Juan Pablo II en México, pocos meses después de la emblemática caída del Muro de Berlín: “En esta hora de la historia, cuando asistimos a profundas transformaciones sociales y a una nueva configuración de muchas regiones del planeta, es necesario proclamar que cuando pueblos enteros se veían sometidos a la opresión de ideologías y sistemas políticos de rostro inhumano, la Iglesia, continuadora de la obra de Cristo, levantó siempre su voz y actuó en defensa del hombre, de cada hombre, del hombre entero, sobre todo de los más débiles y desamparados...La defensa de la verdad sobre el hombre le ha acarreado a la Iglesia sufrimientos, persecuciones y muertes. La Iglesia ha tenido que pagar, también en tiempos recientes, un precio muy algo de persecución, cárcel y muerte. Ella lo ha aceptado en aras de su fidelidad a su misión” (7 de mayo de 1990).

(7) Hermas, El Pastor, 2, 2; 8, 1; 18, 3-4; 20; 21[/size]




[b]1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?

[b]Por ignorancia, por desconocimiento, por falta de fe.[/b]2.

¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
Nuestra iglesia es nuestra madre, y no podemos concebir el amor de Dios si no la aceptamos y vemos mantenemos nuestra fe a traves de lo que ella nos proporciona. Nuestros deberes como buen católico son :
Creer en ella.
Conocer su doctrina
Amarla
Cooperar con su misión
Defenderla.

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia? [/b][/b]
A traves de nuestra conversión, de nuestra lucha y de nuestro testimonio.
[size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][/quote][/quote]

[Natzdira Dagdug Rangel]

[quote="Beatriz Eugenia"][quote="P. Antonio Rivero"]

Estudiar la historia de la Iglesia es estudiar la historia de nuestra familia en la fe. ¿A quién no le interesa saber sobre la historia de su propia familia? ¿No es verdad que solemos repasar los álbumes de fotos pasadas con regocijo y con emoción contenida? También nos asombramos de algunas fotos que salieron movidas, o un poco oscuras y mal enfocadas.

Repasaremos nuestro álbum de fotos; fotos sacadas desde hace dos mil años. Iremos viéndolas juntos con el cariño con que uno va hojeando lo más querido de su familia. De aquellas fotos que salieron muy bien, alegrémonos y demos gracias a Dios. De aquellas que están un poco movidas o medio mal, no nos escandalicemos, sino con respeto y en silencio demos la vuelta a la página, tratando de pedir a Dios por esos momentos difíciles de algunos hijos de la Iglesia, que tal vez desfiguraron el rostro de la Iglesia con su conducta. A todos nosotros nos puede pasar esto, si nos desviamos del espíritu del Evangelio.

La Iglesia es la estupenda obra que nos dejó Jesús aquí en la tierra para que le conozcamos a Él a fondo, lo amemos mejor, nos entusiasmemos de Él y extendamos su Nombre por todos los confines de la tierra. Es, pues, en la Iglesia donde nacimos a la vida divina, a la vida de fe. Es la Iglesia la que, como Madre, alimenta nuestra fe en la liturgia y en los sacramentos. Es la Iglesia la que nos protege con sus brazos maternales, cuando nos sentimos desprotegidos. Es la Iglesia la que nos tiende sus manos cuando hemos caído en el camino de la vida. Es en la Iglesia donde queremos vivir y morir en paz.

Antes de ir hojeando las fotos siglo por siglo, quiero dejar unos presupuestos, sin los cuales es imposible entender y amar a la Iglesia:

[i][b]1. La Iglesia es de origen divino:[/b] [/i]Dios Padre la planeó. Dios Hijo la fundó durante su vida terrena, cuando fue eligiendo a su apóstoles, los fue formando, les ordenó celebrar el memorial de su muerte, y con la fuerza de su Espíritu les dejó la misión de continuar su obra y de predicar su Reino; por eso, podemos decir que la Iglesia es “Cristo prolongado”. Y Dios Espíritu Santo la está santificando y llevando a su plenitud. Por tanto, a la Iglesia hay que mirarla con los ojos de la fe; si no, jamás la podremos entender. De esta fe tiene que brotar un amor apasionado a nuestra madre Iglesia y un deseo de dilatarla por todo el mundo. A esto lo llamamos apostolado, que no es fanatismo, sino exigencia del amor a la Iglesia.

[i][b]2. Diversos nombres dados a la Iglesia: [/b][/i]Jesús, para hacernos entender lo que es la Iglesia, quiso explicarla a través de imágenes o figuras: redil, cuya puerta es Cristo; rebaño que tiene por pastor a Cristo; campo y viña, cuyo dueño es el Señor; edificio, cuya piedra angular es Cristo, que tiene a los Apóstoles como fundamento y en el que los demás somos piedras vivas y necesarias. Pero uno de los más hermosos nombres que la Iglesia ha recibido es el de “comunión”. [i]“Comunión expresa más que comunidad, más que hecho social, más que congregación, más que asociación, más que fraternidad, más que asamblea, más que sociedad, más que familia, más que cualquier forma de colectividad humana; significa Iglesia, es decir, hombres y mujeres vinculados en Cristo. Ese cuerpo social, visible y espiritual, es precisamente lo que llamamos Iglesia”[/i] (Pablo VI). Esta Iglesia-Comunión exige espíritu de comunidad; la comunión y la comunidad no admiten ni individualismo ni particularismo. El Concilio Vaticano II [size=9](1) [/size]ahondó en otra imagen de la Iglesia: la Iglesia como Pueblo de Dios, que peregrina en la historia hacia la plenitud escatológica, es decir, hacia la plena glorificación en Cristo al final de los tiempos; Pueblo de Dios, que convoca a judíos y gentiles, se forma parte de él, no por la carne, sino por el agua y el Espíritu; Pueblo de Dios, que tiene por cabeza a Cristo muerto y resucitado; todos los que formamos parte de ese Pueblo de Dios tenemos la dignidad y libertad de los hijos de Dios; la ley de este Pueblo de Dios es el mandato de la caridad y tiene como fin extender a todos los hombres el Reino de Dios y hacerlo crecer hasta la consumación final. Esta imagen de Pueblo de Dios tiene un contenido profundamente religioso, pues es un Pueblo creado por la elección de Dios y por la alianza que él establece con los hombres. No es un término con sabor político-social, como ha querido manipular y reducir la así llamada “iglesia popular”[size=9](2)[/size] .

[i][b]3. El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia. [/b][/i]Así como el alma da vida al cuerpo humano, así el Espíritu da vida a este cuerpo que es la Iglesia, mediante los sacramentos; además, el Espíritu Santo ilumina y guía a la Iglesia durante todos los momentos de su caminar terreno para que permanezca fiel a las enseñanzas de Jesús, su fundador.

[i][b]4. Las propiedades de la Iglesia: [/b][/i]Esta iglesia es [b]una[/b], porque tiene su origen en la Trinidad, porque su única cabeza es Cristo, y porque está animada por un solo Espíritu; y manifiesta esa unidad en una sola fe, unos mismos sacramentos, y una misma jerarquía. Es [b]santa[/b], porque su fundador, Jesucristo, es santo y la vivifica con su Espíritu; porque a través de los sacramentos la santifica, y porque sus frutos más hermosos son los santos. Es[b] católica[/b], porque ha sido enviada a todos los hombres, está abierta a todas las razas, lenguas y naciones, sin excluir a nadie, y porque conserva la totalidad de la fe. Y es[b] apostólica[/b], porque por voluntad de Cristo está cimentada sobre Pedro y los demás apóstoles.

[i][b]5. Estructura de la Iglesia:[/b][/i] Cristo quiso fundar una en la que todos somos iguales por el bautismo, pero al mismo tiempo la quiso gobernada por Pedro y los demás apóstoles. La Iglesia, por tanto es jerárquica [size=9](3)[/size] , no democrática. Todos somos Iglesia y Pueblo de Dios, sí, pero Cristo dio a Pedro y a los demás apóstoles la misión y la autoridad para guiar, santificar y regir a sus hermanos. Los continuadores de los apóstoles son los obispos y sacerdotes. Por tanto, la Iglesia está formada por los ministros sagrados (obispos, sacerdotes y diáconos), por los laicos y por los religiosos. [b]La misión de los pastores [/b]es servir a sus hermanos con la Palabra, con los sacramentos y la caridad, al estilo de Cristo, que vino a servir y no a ser servido. [b]La misión de los laicos[/b], en comunión y bajo la guía de los pastores, es participar en las realidades temporales, ordenándolas según el plan de Dios en Cristo, a fin de que su mensaje llegue y transforme todos los ámbitos sociales. [b]La misión de los religiosos[/b] es seguir de cerca las huellas de Cristo practicando los consejos evangélicos, y de esa forma vivir consagrados a Dios, santificar a la Iglesia y dar testimonio ante el mundo de las realidades del Reino de los cielos.

[i][b]6. ¿Cómo mirar a la Iglesia? [/b][/i]

Tres miradas podemos lanzar a la Iglesia:

[b]a) Mirada superficial:[/b] la Iglesia se presentaría como una sociedad religiosa más, entre muchas otras. Es la mirada “aséptica” del descreído, de quien no tiene fe. Sólo ve los defectos de quienes están en la Iglesia y al frente de la Iglesia.

[b]b) Mirada más penetrante: [/b]reconocerá los valores y la vitalidad de la Iglesia. Discernirá en su unidad y universalidad un conjunto de caracteres maravillosos. Se asombrará del poder espiritual del Papa, afirmando que su origen, desarrollo e influjo constituyen el fenómeno más extraordinario de la historia del mundo. Pero todavía no va al fondo. Es la mirada del estudioso bien intencionado y honesto.

[b]c) Mirada de fe:[/b] es la única manera de percibir el misterio de la Iglesia. Con la fe descubrimos que su origen está en Dios, que Cristo la ha enriquecido con su Espíritu y con los medios de la salvación, y que tiene por misión hacer que todos los hombres lleguen al pleno conocimiento de la verdad y participen de la redención operada.

[i][b]7. ¿Qué es, pues, la historia de la Iglesia y las claves de interpretación? [/b][/i]Es un entramado de hechos humanos y divinos, en donde la silenciosa acción del Espíritu Santo se combina eficazmente con la palpable libertad de los hombres. Y las claves de interpretación de la historia de la Iglesia son éstas:

[b]a) La historia de la Iglesia sólo se entiende en función de su tarea santificadora y evangelizadora.[/b] El Vaticano II definió a la Iglesia como [i]“Sacramento universal de salvación” (Lumen Gentium, 48)...”enviada por Dios, se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres” (Ad Gentes, 1). [/i]Sólo a la luz de la fidelidad a esa misión cabe calificar de acertados o equivocados los hechos de sus ministros y de sus fieles.

[b]b) La capacidad de errar de los hombres explica muchos episodios históricos negativos [size=9](4)[/size] [/b]: las herejías, la torpe intromisión de algunos eclesiásticos en cuestiones o ambiciones temporales (aseglaramiento, afán de poder, simonía, etc...), así como las vidas poco edificantes de otros. Estos hechos tristes, recogidos en su historia, no afectan a lo que es la Iglesia. Es más, ponen de manifiesto que ella es divina porque, a pesar de sus hombres, su doctrina se ha mantenido incólume desde que Cristo la predicara, produciendo abundantes frutos de santidad en todos los tiempos [size=9](5)[/size] .

[b]c) La Iglesia, manteniendo los rasgos esenciales determinados por su fundador, Cristo, también ha evolucionado en la historia[/b] al compás de los hombres, precisamente porque no es una sociedad desencarnada. Por eso, a la hora de interpretar los hechos hay que considerar el contexto histórico, que explica muchas decisiones y modos de obrar (p.e. la inquisición eclesiástica, Papas que coronaban a los emperadores, lucha por la investidura, etc.). No hacerlo así, es pecar de anacronismo o errores de juicio objetivo.

[b]d) La Iglesia es experta en humanismo:[/b] iluminada por la revelación de Cristo, Dios y hombre perfecto, y enriquecida por su larga historia conoce en profundidad las glroias y las miserias del hombre, al que quiere ofrecer la salvación de Cristo. Esto explica:

[b]e)[/b] Que a lo largo de sus veinte siglos haya sabido enjuiciar con tanta libertad y equidad muchas situaciones humanas, venciendo la fuerte coacción de poderosos intereses partidistas: guerras, decisiones de parlamentos, conferencias internacionales, etc.

[b]f) [/b]Que esté en inigualables condiciones para defender la dignidad de la persona humana y los principios morales de su actuación, y para juzgar con la luz de la moral los retos que la ciencia, la cultura o la política ponen a la sociedad. Fruto de todo ello es su doctrina social [size=9](6)[/size] .

[i][b]8. ¿Cuál es el fin de la Iglesia?[/b] [/i]Es predicar a todos los hombres la Buena Nueva de la redención operada por Cristo. Esta salvación de Cristo debe abarcar a todos los hombres sin distinción de clases sociales, y a todo el hombre: en su alma y en su cuerpo. Es un fin, por tanto, sobrenatural pero que empieza en el tiempo, espiritual pero que trasnforma la ralidades de este mundo.

[i][b]9. ¿Cuáles son los deberes para con la Iglesia? [/b][/i]

[i][b]a) Creer en ella: [/b][/i]No se puede creer en Cristo sin creer en ella. No se puede ser cristiano sin la mediación de la Iglesia. “Nadie puede tener a Dios por Padre, si no tiene a la Iglesia por madre” –decía san Cipriano. La fe en Cristo nos llega a través de la Iglesia.

[i][b]b) Conocer su doctrina: [/b][/i]La doctrina de la Iglesia no es otra que el evangelio de Cristo, que le fue transmitido por los apóstoles y que ella, guiada por el Espíritu de la Verdad, continuamente medita, predica, defiende y aplica a las diversas situaciones en que viven sus hijos y el mundo.

[i][b]c) Amar a la Iglesia: [/b][/i]Si la Iglesia nos ha engendrado para Cristo, por medio del bautismo, debemos amarla como un hijo ama a su madre: un amor que la comprende, que la apoya, que reza por ella, que se alegra de sus triunfos, que sufre con sus fracasos.

[i][b]d) Cooperar con su misión,[/b][/i] para que todos lleguen al pleno conocimiento de la verdad y a la salvación que Cristo nos ha traído con su vida, muerte y resurrección. Así fue al inicio: la Iglesia fue extendiendo su radio de acción gracias a los viajes de san Pablo, a la palabra y ejemplo de los primeros cristianos, y a los milagros con que los apóstoles confirmaban la doctrina de Jesús. Incluso las mismas persecuciones, como veremos, sirvieron, para bien o para mal, para dar a conocer al mundo este fenómeno del cristianismo.

[size=12][i][b]e) Defenderla,[/b] [/i][/size]aunque suframos martirio. Defenderla con la palabra, con los escritos, con el testimonio. Nunca, lógicamente, con las armas o con la violencia,pues se oponen a su esencia que es la caridad.

Termino esta introducción con un texto de Hermas, escritor de la primera mitad del siglo II, preocupado de los problemas de la Iglesia de su tiempo. Tuvo una visión con un ángel, que tomó la apariencia de un joven pastor. Y en esto llegó una anciana vestida de esplendor, con un libro en las manos, se sentó sola y saludó a Hermas.

Hermas, afligido y llorando, le dijo al ángel vestido de pastor:

- ¿Quién es esa anciana?
- La Iglesia, me dijo.
- Y, ¿cómo es tan anciana?
- Porque fue creada antes que todo lo demás. Por eso es tan anciana; el mundo fue formado para ella, dijo el ángel.

“En la primera visión la vi muy anciana y sentada en un sillón. En la siguiente, tenía un aspecto más joven, pero el cuerpo y los cabellos eran todavía viejos; me hablaba de pie; estaba más alegre que antes. En la tercera visión era muy joven y hermosa; de anciana tenía tan sólo los cabellos; estuvo muy alegre y sentada en un barranco”.

“En la primera visión –dijo el joven- esa mujer aparecía tan anciana y sentada en un sillón, porque vuestro espíritu estaba ya viejo, marchito y sin fuerzas, por vuestra molicie y vuestras dudas...En la segunda visión la viste en pie, con aire más joven y alegre que antes, pero con el cuerpo y los cabellos de anciana, pues el Señor se apiadó de vosotros; vosotros desechasteis vuestra molicie y os volvió la fuerza y os afianzasteis en la fe...En la tercera visión, la viste más joven, hermosa, alegre, de un aspecto encantador; los que hayan hecho penitencia se verán totalmente rejuvenecidos y afianzados”[size=9] (7)[/size] .

De nosotros, sus hijos, depende que la Iglesia siga joven, lozana y alegre. Y con nuestra actitud de continua conversión y lucha por la santidad iremos hermoseando el rostro de esta madre, que tantos hijos han afeado consus actos a lo largo de los siglos.

Comencemos, pues, a abrir con respeto el álbum de familia, de nuestra familia eclesial desde el principio.

[b]__________________________________

TEMA DE DISCUSIÓN EN EL FORO

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia? [/b]



Preguntas o comentarios al autor P. Antonio Rivero
arivero@legionaries.org


_______________________________


[size=9](1) En la constitución sobre la Iglesia, “Lumen gentium”, capítulo II.

(2) Esta iglesia popular ha intentado contraponer pueblo de Dios (laicos) y jerarquía. Esta contraposición, hábilmente manejada, lleva a identificar la Iglesia con el pueblo pobre y oprimido, y a ver en la jerarquía una sobre-estructura, frecuentemente hostil al pueblo.

(3) No tengamos miedo a esta palabra tan desacreditada en algunos ambientes. Jerarquía es una palabra griega que significa “servicio sagrado”.

(4) Humanum fuit errare, diabolicum per animositatem in errore perseverare (San Agustín, Serm 164, 14)

(5) Aquí cabe traer a colación lo sucedido a Ludovido Pastor, protestante, que mientras escribía la historia de la iglesia en todos sus avatares positivos y negativos, llegó a la conclusión de que esta institución, la Iglesia, debía tener carácter divino, porque ha podido resistir veinte siglos y ni siquiera algunos de los mismos hijos de la Iglesia, que se comportaron indignamente, han podido destruirla. De hecho, se convirtió al catolicismo exclamando: “La Iglesia católica es la verdadera Iglesia”.

(6) Así lo expresaba Juan Pablo II en México, pocos meses después de la emblemática caída del Muro de Berlín: “En esta hora de la historia, cuando asistimos a profundas transformaciones sociales y a una nueva configuración de muchas regiones del planeta, es necesario proclamar que cuando pueblos enteros se veían sometidos a la opresión de ideologías y sistemas políticos de rostro inhumano, la Iglesia, continuadora de la obra de Cristo, levantó siempre su voz y actuó en defensa del hombre, de cada hombre, del hombre entero, sobre todo de los más débiles y desamparados...La defensa de la verdad sobre el hombre le ha acarreado a la Iglesia sufrimientos, persecuciones y muertes. La Iglesia ha tenido que pagar, también en tiempos recientes, un precio muy algo de persecución, cárcel y muerte. Ella lo ha aceptado en aras de su fidelidad a su misión” (7 de mayo de 1990).

(7) Hermas, El Pastor, 2, 2; 8, 1; 18, 3-4; 20; 21[/size]




[b]1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?

[b]Por ignorancia, por desconocimiento, por falta de fe.[/b]2.

¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
Nuestra iglesia es nuestra madre, y no podemos concebir el amor de Dios si no la aceptamos y vemos mantenemos nuestra fe a traves de lo que ella nos proporciona. Nuestros deberes como buen católico son :
Creer en ella.
Conocer su doctrina
Amarla
Cooperar con su misión
Defenderla.

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia? [/b][/b]
A traves de nuestra conversión, de nuestra lucha y de nuestro testimonio.
[size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][/quote][/quote]

[Natzdira Dagdug Rangel]

[quote="Beatriz Eugenia"][quote="P. Antonio Rivero"]

Estudiar la historia de la Iglesia es estudiar la historia de nuestra familia en la fe. ¿A quién no le interesa saber sobre la historia de su propia familia? ¿No es verdad que solemos repasar los álbumes de fotos pasadas con regocijo y con emoción contenida? También nos asombramos de algunas fotos que salieron movidas, o un poco oscuras y mal enfocadas.

Repasaremos nuestro álbum de fotos; fotos sacadas desde hace dos mil años. Iremos viéndolas juntos con el cariño con que uno va hojeando lo más querido de su familia. De aquellas fotos que salieron muy bien, alegrémonos y demos gracias a Dios. De aquellas que están un poco movidas o medio mal, no nos escandalicemos, sino con respeto y en silencio demos la vuelta a la página, tratando de pedir a Dios por esos momentos difíciles de algunos hijos de la Iglesia, que tal vez desfiguraron el rostro de la Iglesia con su conducta. A todos nosotros nos puede pasar esto, si nos desviamos del espíritu del Evangelio.

La Iglesia es la estupenda obra que nos dejó Jesús aquí en la tierra para que le conozcamos a Él a fondo, lo amemos mejor, nos entusiasmemos de Él y extendamos su Nombre por todos los confines de la tierra. Es, pues, en la Iglesia donde nacimos a la vida divina, a la vida de fe. Es la Iglesia la que, como Madre, alimenta nuestra fe en la liturgia y en los sacramentos. Es la Iglesia la que nos protege con sus brazos maternales, cuando nos sentimos desprotegidos. Es la Iglesia la que nos tiende sus manos cuando hemos caído en el camino de la vida. Es en la Iglesia donde queremos vivir y morir en paz.

Antes de ir hojeando las fotos siglo por siglo, quiero dejar unos presupuestos, sin los cuales es imposible entender y amar a la Iglesia:

[i][b]1. La Iglesia es de origen divino:[/b] [/i]Dios Padre la planeó. Dios Hijo la fundó durante su vida terrena, cuando fue eligiendo a su apóstoles, los fue formando, les ordenó celebrar el memorial de su muerte, y con la fuerza de su Espíritu les dejó la misión de continuar su obra y de predicar su Reino; por eso, podemos decir que la Iglesia es “Cristo prolongado”. Y Dios Espíritu Santo la está santificando y llevando a su plenitud. Por tanto, a la Iglesia hay que mirarla con los ojos de la fe; si no, jamás la podremos entender. De esta fe tiene que brotar un amor apasionado a nuestra madre Iglesia y un deseo de dilatarla por todo el mundo. A esto lo llamamos apostolado, que no es fanatismo, sino exigencia del amor a la Iglesia.

[i][b]2. Diversos nombres dados a la Iglesia: [/b][/i]Jesús, para hacernos entender lo que es la Iglesia, quiso explicarla a través de imágenes o figuras: redil, cuya puerta es Cristo; rebaño que tiene por pastor a Cristo; campo y viña, cuyo dueño es el Señor; edificio, cuya piedra angular es Cristo, que tiene a los Apóstoles como fundamento y en el que los demás somos piedras vivas y necesarias. Pero uno de los más hermosos nombres que la Iglesia ha recibido es el de “comunión”. [i]“Comunión expresa más que comunidad, más que hecho social, más que congregación, más que asociación, más que fraternidad, más que asamblea, más que sociedad, más que familia, más que cualquier forma de colectividad humana; significa Iglesia, es decir, hombres y mujeres vinculados en Cristo. Ese cuerpo social, visible y espiritual, es precisamente lo que llamamos Iglesia”[/i] (Pablo VI). Esta Iglesia-Comunión exige espíritu de comunidad; la comunión y la comunidad no admiten ni individualismo ni particularismo. El Concilio Vaticano II [size=9](1) [/size]ahondó en otra imagen de la Iglesia: la Iglesia como Pueblo de Dios, que peregrina en la historia hacia la plenitud escatológica, es decir, hacia la plena glorificación en Cristo al final de los tiempos; Pueblo de Dios, que convoca a judíos y gentiles, se forma parte de él, no por la carne, sino por el agua y el Espíritu; Pueblo de Dios, que tiene por cabeza a Cristo muerto y resucitado; todos los que formamos parte de ese Pueblo de Dios tenemos la dignidad y libertad de los hijos de Dios; la ley de este Pueblo de Dios es el mandato de la caridad y tiene como fin extender a todos los hombres el Reino de Dios y hacerlo crecer hasta la consumación final. Esta imagen de Pueblo de Dios tiene un contenido profundamente religioso, pues es un Pueblo creado por la elección de Dios y por la alianza que él establece con los hombres. No es un término con sabor político-social, como ha querido manipular y reducir la así llamada “iglesia popular”[size=9](2)[/size] .

[i][b]3. El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia. [/b][/i]Así como el alma da vida al cuerpo humano, así el Espíritu da vida a este cuerpo que es la Iglesia, mediante los sacramentos; además, el Espíritu Santo ilumina y guía a la Iglesia durante todos los momentos de su caminar terreno para que permanezca fiel a las enseñanzas de Jesús, su fundador.

[i][b]4. Las propiedades de la Iglesia: [/b][/i]Esta iglesia es [b]una[/b], porque tiene su origen en la Trinidad, porque su única cabeza es Cristo, y porque está animada por un solo Espíritu; y manifiesta esa unidad en una sola fe, unos mismos sacramentos, y una misma jerarquía. Es [b]santa[/b], porque su fundador, Jesucristo, es santo y la vivifica con su Espíritu; porque a través de los sacramentos la santifica, y porque sus frutos más hermosos son los santos. Es[b] católica[/b], porque ha sido enviada a todos los hombres, está abierta a todas las razas, lenguas y naciones, sin excluir a nadie, y porque conserva la totalidad de la fe. Y es[b] apostólica[/b], porque por voluntad de Cristo está cimentada sobre Pedro y los demás apóstoles.

[i][b]5. Estructura de la Iglesia:[/b][/i] Cristo quiso fundar una en la que todos somos iguales por el bautismo, pero al mismo tiempo la quiso gobernada por Pedro y los demás apóstoles. La Iglesia, por tanto es jerárquica [size=9](3)[/size] , no democrática. Todos somos Iglesia y Pueblo de Dios, sí, pero Cristo dio a Pedro y a los demás apóstoles la misión y la autoridad para guiar, santificar y regir a sus hermanos. Los continuadores de los apóstoles son los obispos y sacerdotes. Por tanto, la Iglesia está formada por los ministros sagrados (obispos, sacerdotes y diáconos), por los laicos y por los religiosos. [b]La misión de los pastores [/b]es servir a sus hermanos con la Palabra, con los sacramentos y la caridad, al estilo de Cristo, que vino a servir y no a ser servido. [b]La misión de los laicos[/b], en comunión y bajo la guía de los pastores, es participar en las realidades temporales, ordenándolas según el plan de Dios en Cristo, a fin de que su mensaje llegue y transforme todos los ámbitos sociales. [b]La misión de los religiosos[/b] es seguir de cerca las huellas de Cristo practicando los consejos evangélicos, y de esa forma vivir consagrados a Dios, santificar a la Iglesia y dar testimonio ante el mundo de las realidades del Reino de los cielos.

[i][b]6. ¿Cómo mirar a la Iglesia? [/b][/i]

Tres miradas podemos lanzar a la Iglesia:

[b]a) Mirada superficial:[/b] la Iglesia se presentaría como una sociedad religiosa más, entre muchas otras. Es la mirada “aséptica” del descreído, de quien no tiene fe. Sólo ve los defectos de quienes están en la Iglesia y al frente de la Iglesia.

[b]b) Mirada más penetrante: [/b]reconocerá los valores y la vitalidad de la Iglesia. Discernirá en su unidad y universalidad un conjunto de caracteres maravillosos. Se asombrará del poder espiritual del Papa, afirmando que su origen, desarrollo e influjo constituyen el fenómeno más extraordinario de la historia del mundo. Pero todavía no va al fondo. Es la mirada del estudioso bien intencionado y honesto.

[b]c) Mirada de fe:[/b] es la única manera de percibir el misterio de la Iglesia. Con la fe descubrimos que su origen está en Dios, que Cristo la ha enriquecido con su Espíritu y con los medios de la salvación, y que tiene por misión hacer que todos los hombres lleguen al pleno conocimiento de la verdad y participen de la redención operada.

[i][b]7. ¿Qué es, pues, la historia de la Iglesia y las claves de interpretación? [/b][/i]Es un entramado de hechos humanos y divinos, en donde la silenciosa acción del Espíritu Santo se combina eficazmente con la palpable libertad de los hombres. Y las claves de interpretación de la historia de la Iglesia son éstas:

[b]a) La historia de la Iglesia sólo se entiende en función de su tarea santificadora y evangelizadora.[/b] El Vaticano II definió a la Iglesia como [i]“Sacramento universal de salvación” (Lumen Gentium, 48)...”enviada por Dios, se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres” (Ad Gentes, 1). [/i]Sólo a la luz de la fidelidad a esa misión cabe calificar de acertados o equivocados los hechos de sus ministros y de sus fieles.

[b]b) La capacidad de errar de los hombres explica muchos episodios históricos negativos [size=9](4)[/size] [/b]: las herejías, la torpe intromisión de algunos eclesiásticos en cuestiones o ambiciones temporales (aseglaramiento, afán de poder, simonía, etc...), así como las vidas poco edificantes de otros. Estos hechos tristes, recogidos en su historia, no afectan a lo que es la Iglesia. Es más, ponen de manifiesto que ella es divina porque, a pesar de sus hombres, su doctrina se ha mantenido incólume desde que Cristo la predicara, produciendo abundantes frutos de santidad en todos los tiempos [size=9](5)[/size] .

[b]c) La Iglesia, manteniendo los rasgos esenciales determinados por su fundador, Cristo, también ha evolucionado en la historia[/b] al compás de los hombres, precisamente porque no es una sociedad desencarnada. Por eso, a la hora de interpretar los hechos hay que considerar el contexto histórico, que explica muchas decisiones y modos de obrar (p.e. la inquisición eclesiástica, Papas que coronaban a los emperadores, lucha por la investidura, etc.). No hacerlo así, es pecar de anacronismo o errores de juicio objetivo.

[b]d) La Iglesia es experta en humanismo:[/b] iluminada por la revelación de Cristo, Dios y hombre perfecto, y enriquecida por su larga historia conoce en profundidad las glroias y las miserias del hombre, al que quiere ofrecer la salvación de Cristo. Esto explica:

[b]e)[/b] Que a lo largo de sus veinte siglos haya sabido enjuiciar con tanta libertad y equidad muchas situaciones humanas, venciendo la fuerte coacción de poderosos intereses partidistas: guerras, decisiones de parlamentos, conferencias internacionales, etc.

[b]f) [/b]Que esté en inigualables condiciones para defender la dignidad de la persona humana y los principios morales de su actuación, y para juzgar con la luz de la moral los retos que la ciencia, la cultura o la política ponen a la sociedad. Fruto de todo ello es su doctrina social [size=9](6)[/size] .

[i][b]8. ¿Cuál es el fin de la Iglesia?[/b] [/i]Es predicar a todos los hombres la Buena Nueva de la redención operada por Cristo. Esta salvación de Cristo debe abarcar a todos los hombres sin distinción de clases sociales, y a todo el hombre: en su alma y en su cuerpo. Es un fin, por tanto, sobrenatural pero que empieza en el tiempo, espiritual pero que trasnforma la ralidades de este mundo.

[i][b]9. ¿Cuáles son los deberes para con la Iglesia? [/b][/i]

[i][b]a) Creer en ella: [/b][/i]No se puede creer en Cristo sin creer en ella. No se puede ser cristiano sin la mediación de la Iglesia. “Nadie puede tener a Dios por Padre, si no tiene a la Iglesia por madre” –decía san Cipriano. La fe en Cristo nos llega a través de la Iglesia.

[i][b]b) Conocer su doctrina: [/b][/i]La doctrina de la Iglesia no es otra que el evangelio de Cristo, que le fue transmitido por los apóstoles y que ella, guiada por el Espíritu de la Verdad, continuamente medita, predica, defiende y aplica a las diversas situaciones en que viven sus hijos y el mundo.

[i][b]c) Amar a la Iglesia: [/b][/i]Si la Iglesia nos ha engendrado para Cristo, por medio del bautismo, debemos amarla como un hijo ama a su madre: un amor que la comprende, que la apoya, que reza por ella, que se alegra de sus triunfos, que sufre con sus fracasos.

[i][b]d) Cooperar con su misión,[/b][/i] para que todos lleguen al pleno conocimiento de la verdad y a la salvación que Cristo nos ha traído con su vida, muerte y resurrección. Así fue al inicio: la Iglesia fue extendiendo su radio de acción gracias a los viajes de san Pablo, a la palabra y ejemplo de los primeros cristianos, y a los milagros con que los apóstoles confirmaban la doctrina de Jesús. Incluso las mismas persecuciones, como veremos, sirvieron, para bien o para mal, para dar a conocer al mundo este fenómeno del cristianismo.

[size=12][i][b]e) Defenderla,[/b] [/i][/size]aunque suframos martirio. Defenderla con la palabra, con los escritos, con el testimonio. Nunca, lógicamente, con las armas o con la violencia,pues se oponen a su esencia que es la caridad.

Termino esta introducción con un texto de Hermas, escritor de la primera mitad del siglo II, preocupado de los problemas de la Iglesia de su tiempo. Tuvo una visión con un ángel, que tomó la apariencia de un joven pastor. Y en esto llegó una anciana vestida de esplendor, con un libro en las manos, se sentó sola y saludó a Hermas.

Hermas, afligido y llorando, le dijo al ángel vestido de pastor:

- ¿Quién es esa anciana?
- La Iglesia, me dijo.
- Y, ¿cómo es tan anciana?
- Porque fue creada antes que todo lo demás. Por eso es tan anciana; el mundo fue formado para ella, dijo el ángel.

“En la primera visión la vi muy anciana y sentada en un sillón. En la siguiente, tenía un aspecto más joven, pero el cuerpo y los cabellos eran todavía viejos; me hablaba de pie; estaba más alegre que antes. En la tercera visión era muy joven y hermosa; de anciana tenía tan sólo los cabellos; estuvo muy alegre y sentada en un barranco”.

“En la primera visión –dijo el joven- esa mujer aparecía tan anciana y sentada en un sillón, porque vuestro espíritu estaba ya viejo, marchito y sin fuerzas, por vuestra molicie y vuestras dudas...En la segunda visión la viste en pie, con aire más joven y alegre que antes, pero con el cuerpo y los cabellos de anciana, pues el Señor se apiadó de vosotros; vosotros desechasteis vuestra molicie y os volvió la fuerza y os afianzasteis en la fe...En la tercera visión, la viste más joven, hermosa, alegre, de un aspecto encantador; los que hayan hecho penitencia se verán totalmente rejuvenecidos y afianzados”[size=9] (7)[/size] .

De nosotros, sus hijos, depende que la Iglesia siga joven, lozana y alegre. Y con nuestra actitud de continua conversión y lucha por la santidad iremos hermoseando el rostro de esta madre, que tantos hijos han afeado consus actos a lo largo de los siglos.

Comencemos, pues, a abrir con respeto el álbum de familia, de nuestra familia eclesial desde el principio.

[b]__________________________________

TEMA DE DISCUSIÓN EN EL FORO

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia? [/b]



Preguntas o comentarios al autor P. Antonio Rivero
arivero@legionaries.org


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[size=9](1) En la constitución sobre la Iglesia, “Lumen gentium”, capítulo II.

(2) Esta iglesia popular ha intentado contraponer pueblo de Dios (laicos) y jerarquía. Esta contraposición, hábilmente manejada, lleva a identificar la Iglesia con el pueblo pobre y oprimido, y a ver en la jerarquía una sobre-estructura, frecuentemente hostil al pueblo.

(3) No tengamos miedo a esta palabra tan desacreditada en algunos ambientes. Jerarquía es una palabra griega que significa “servicio sagrado”.

(4) Humanum fuit errare, diabolicum per animositatem in errore perseverare (San Agustín, Serm 164, 14)

(5) Aquí cabe traer a colación lo sucedido a Ludovido Pastor, protestante, que mientras escribía la historia de la iglesia en todos sus avatares positivos y negativos, llegó a la conclusión de que esta institución, la Iglesia, debía tener carácter divino, porque ha podido resistir veinte siglos y ni siquiera algunos de los mismos hijos de la Iglesia, que se comportaron indignamente, han podido destruirla. De hecho, se convirtió al catolicismo exclamando: “La Iglesia católica es la verdadera Iglesia”.

(6) Así lo expresaba Juan Pablo II en México, pocos meses después de la emblemática caída del Muro de Berlín: “En esta hora de la historia, cuando asistimos a profundas transformaciones sociales y a una nueva configuración de muchas regiones del planeta, es necesario proclamar que cuando pueblos enteros se veían sometidos a la opresión de ideologías y sistemas políticos de rostro inhumano, la Iglesia, continuadora de la obra de Cristo, levantó siempre su voz y actuó en defensa del hombre, de cada hombre, del hombre entero, sobre todo de los más débiles y desamparados...La defensa de la verdad sobre el hombre le ha acarreado a la Iglesia sufrimientos, persecuciones y muertes. La Iglesia ha tenido que pagar, también en tiempos recientes, un precio muy algo de persecución, cárcel y muerte. Ella lo ha aceptado en aras de su fidelidad a su misión” (7 de mayo de 1990).

(7) Hermas, El Pastor, 2, 2; 8, 1; 18, 3-4; 20; 21[/size]




[b]1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?

[b]Por ignorancia, por desconocimiento, por falta de fe.[/b]2.

¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
Nuestra iglesia es nuestra madre, y no podemos concebir el amor de Dios si no la aceptamos y vemos mantenemos nuestra fe a traves de lo que ella nos proporciona. Nuestros deberes como buen católico son :
Creer en ella.
Conocer su doctrina
Amarla
Cooperar con su misión
Defenderla.

3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia? [/b][/b]
A traves de nuestra conversión, de nuestra lucha y de nuestro testimonio.
[size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][size=12][/size][/quote][/quote]

[gaby arjona]

TEMA DE DISCUSIÓN EN EL FORO

1. ¿Por qué a veces se critica a la Iglesia?
Me parece muy oportuno citar los aportes del autor del curso que muy bien expresaban esta situacion:xq no se la mira con los ojos de la fe, pues ella no es una mera comuniad religiosa-social, sino divina y que obra a partir de hombres y mujeres que dios elije para su servicio y que, como muchas veces nos sucede en nuestra vida personal, pierden el rumbo en el camino por alejarse del Evangelio. Por otro lado, me atreveria a agregar, como un aporte muy personal que, a pesar de no reconocer explicitamente su dimension sobrenatural, se la persibe fuerte y se llega, un hombre, a preguntar QUE es lo que la matiene en Pie, tan Perseverante a pesar de tantos errores como atentados a ella, sobre todo si ella, su presencia molesta xq como profeta, x la domension plenamente profetica de Ella le corresponde tanto anunciar la Buena Noticia como tmb denunciar lo que de oscuro hay en los hombres sobre todo si esto repercute con estructuras de opresion e injusticia en los hnos mas inocentes.
2. ¿Cuáles son nuestros deberes para con la Iglesia?
Defenderla, no con una espiritu de agresividad con caracteristicas fundamentalista, sino con un espiritu abierto, capaz de resaltar sus logros y vistudes como tmb reconociendo sus defectos y una actitud de resilencia que me lleve a colaborar comprometidamente en ella para embellecerla con mi aporte personal. Y sobre todo, darla a conocer, pues no debe bastarme amarla a mi, sino que debo buscar que todos la amen pues es Madre y maestra.
3. ¿Cómo podemos santificar nosotros hoy a nuestra madre Iglesia?
Haciendo bien lo que el Señor me encargado dentro de la tan diversa y amplia pastoral de Ella. Buscando dar testimonio mas q justificando sus errores con teorias y palabras, pues ella misma en su interior lleva consigo la COHERENCIA DIVINA del Jesucristo: HECHOS Y PALABRAS. del mismo modo yo debo continuar esta gran obra evangelizadora desde el lugar que me toca ayudando a quienes acompañan en el servicio como dejandome ayudar.
Gabriela Soledad Arjona, Salta, Argentina.

[Eucaris Gonzalez-Trejos]

A la Iglesia se le critica porque no la conocemos, y al final siempre se nos olvida que la iglesia somos todos.
Nuestros deberes con la iglesia son: amarla, respetarla, ser fieles a sus enseñanzas, rezar por ella y mantenerla unida.
Siendo santos nosotros, así santificaremos a nuestra madre la Iglesia, pues somos sus miembros

[Eucaris Gonzalez-Trejos]

A la Iglesia se le critica porque no la conocemos, y al final siempre se nos olvida que la iglesia somos todos.
Nuestros deberes con la iglesia son: amarla, respetarla, ser fieles a sus enseñanzas, rezar por ella, defenderla y mantenerla unida.
Siendo santos nosotros, así santificaremos a nuestra madre la Iglesia, pues somos sus miembros

[correallano]

1- A la Iglesia se la critica por ignorancia, la mayoría, o por malicia, porque no soportan la luz de la Verdad.
2- Nuestros deberes para con nuestra Iglesias son abrazar su doctrina, conocer su historia y seguir sus preceptos.
3- A la Iglesia la podemos santificar buscando ser nosotros cada vez más santos. Siendo coherente en nuestras vidas, pensar como creemos, hablar como pensamos, obrar como hablamos.
_________________
Martin Correa Llano
Mendoza - Argentina
A.M.D.G.

[Guadalupe Madrigal]

Hola
Al inicio cargue mis respuestas, pero algo hice mal que no subió al foro Espero que ahora así.

Mis respuestas al tema 1

1. Se critica a la iglesia porque muchas veces no nos vemos como hermanos católicos y criticando a los demás, dando un mal testimonio. Por eso los protestantes nos critican.
2. Nuestros deber para con la iglesia es creer en ella y tener nuestra fe firme, para defenderla; dar un buen testimonio de vida y ser obedientes con nuestro pastor y respetar nuestra iglesia.
3. Hacer oración diaria; prepararnos cada día para conocer perfectamente nuestra iglesia; tomar cursos de evangelización, talleres de oración y estudiar la palabra de dios, para así salir a evangelizar y proclamar la buena nueva a nuestros hermanos.

Lupita