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CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Autor Mensaje
Mayra Novelo
Moderador
Moderador


Registrado: 27 Sep 2005
Mensajes: 715
Ubicación: Genova Italia

MensajePublicado: Jue Jul 24, 2008 9:06 am    Asunto: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Responder citando

Conclusión al Curso Herramientas para Formar en las Vrtudes.
Conclusión, bibliografía y anexos del curso.


«No es tiempo perdido el que se dedica a reflexionar sobre el sentido de la vida, porque si la vida careciera de él, entonces serían inútiles todos nuestros esfuerzos de edificación y de construcción».



A. Siguiendo la motivación del texto mencionado y cómo conclusión de este curso invito a la lectura de la siguiente carta con el tema de los valores humanos y cristianos, escrita por el padre Marcial Maciel fundador de los Leginarios de Cristo. La carta está desarrollada en los siguientes 10 puntos que engloban las sesiones tratadas en nuestro curso y pueden servirnos como pautas para para continuar formando a nuestros hijos y alumnos.

(da clic al titulo de cada punto para consultar el texto)

Introducción
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6965

Capítulo 1: Edificar la vida sobre roca
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6966

Capítulo 2: La pérdida del sentido de la vida
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6967

Capítulo 3: Sólo Dios da sentido a la vida
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6968

Capítulo 4: Los valores y su clasificación
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6969

Capítulo 5: Los valores cristianos y Jesucristo
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6970

Capítulo 6: La madurez integral
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6971

Capítulo 7: Los sacramentos y la oración, escuela de auténticos valores
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6972

Capítulo 8: Algunos valores: generosidad, audacia, constancia
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6973

Capítulo 9: Difundir los valores humanos y evangélicos
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6974

Capítulo 10: Como el alma en el mundo
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6975


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B. Presento la Bibliografía base del curso, material disponible en la biblioteca de Educadores Católicos y otros cursos de formación impartidos desde Catholic.net.


Bibliografía

Varela, Pilar. Herramientas para papás: contenidos de formación integral, 2005.

Asociación de Editores del Catecismo: Catecismo de la Iglesia Católica, Ed. B.A.C., España, 1992.

Royo Marín, Antonio, O.P.: Teología de la Salvación, Ed. B.A.C. Madid.

Llanos Cifuentes, Rafael: La fortaleza, Ed. Minos, México, 1998.

Martín Descalzo, José Luis: Razones para la alegría, Ed. BAC, Madrid, 1990.

Rojas, Enrique: La conquista de la Voluntad. Ed. Temas de hoy, España, 1996.

Zanuso, Hermenegildo: Cuéntame un ejemplo, Ed. Buena prensa, México, 1995.

Uguarte Corcuera, Francisco: Del resentimiento al perdón, Ed. Panorama, México, 2005.

Maciel Degollado, Marcial: Familia escuela de evangelización, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 1997.

Maciel Degollado, Marcial: La caridad evangélica, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 1993.

Maciel Degollado, Marcial: El hombre del Reino, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 1994.

Maciel Degollado, Marcial: La formación integral, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 2001.

Maciel Degollado, Marcial: Valores humanos y cristianos, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 1997.

Le Senne, René, 1883-1954:Tratado de caracterología / René Le Senne ; traducción del francés por Fernando Morente — Buenos Aires : El Ateneo, 1953 . — 534 p. ; 19 cm.



Material disponible en la Biblioteca de Educadores Católicos
http://www.es.catholic.net/educadorescatolicos/biblioteca.phtml?ts=51



Otros cursos impartidos desde la comunidad de Educadores Católicos
http://es.catholic.net/educadorescatolicos/753/



Nota:

Agradecemos el apoyo incondicional de nuestro Asesor Padre Lluciá Pou y la atención que nuestros tutores han tenido con cada uno de los alumnos del curso

De manera especial nuestra gratitud se dirige a Joaquin Buxade, que desde la ciudad de Puebla, México.; ha colaborado voluntariamente en la revisión de redacción de cada una de las sesiones del curso.


Muchas gracias y que Dios los llene de bendiciones.

En Cristo,
Mayra Novelo de Bardo
alianzas@catholic.net
_________________
“Te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios mío infinitamente amable, y prefiero morir amándote a vivir sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente... ”
(Cura de Ars)
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Teserita
Esporádico


Registrado: 11 Feb 2008
Mensajes: 29
Ubicación: Hermosillo, Sonora, México

MensajePublicado: Sab Jul 26, 2008 6:32 pm    Asunto: Conclusión
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Al terminar nuestro curso, podemos concluir que el Espíritu Santo inspira a los hombres y mujeres entregados a Dios para darle a conocer a los demás, así como infunde en los que estamos disponibles su espíritu inquieto y sediento para su estudio y comprensión hacia una misma meta: el conocimiento de Cristo y nuestra entrega plena a Él en una vida santa; a la que finalmente todos como Cristianos y Bautizados estamos llamados.

Cada uno de los temas que se han visto son muy reveladores ya que nos llevan a una reflexión profunda de Cristo, de su Amor, de sus misterios y de nuestro propio ser como personas y como emisarios del Reino. Cada una nos brinda herramientas de crecimiento personal y espiritual que nos guiarán hacia una vida más plena y acorde con la Voluntad Divina; herramientas que hemos de practicar y conquistar para darlas a conocer a nuestros prójimos no sólo mediante la enseñanza oral sino con la mejor de todas la del ejemplo de vida tal y como Jesús y María lo han hecho, como tantos y tantos cristianos nos lo han demostrado y a quienes tenemos la dicha de conocer porque han sido elevados a los altares como Santos. Si todos ellos dotados de la misma humanidad que nosotros han logrado vencerse a sí mismos siguiendo fielmente a Cristo, si por ello han logrado vencer el mal que radica en el corazón del hombre… ¿Por qué nosotros nos damos por vencidos con tanta rapidéz?... ¿es que no confiamos en la Gracia Divina que nos dota de la fuerza necesaria para lograrlo?...

Nos dejamos vencer porque aún no nos quitamos la venda de los ojos que el mundo ha puesto sobre nosotros con su materialismo, con su vida llena de placeres y de poder, con su filosofía de que “eres lo que tienes… y en base a ello es lo que vales” …. No nos hemos animado a nadar contra corriente, a ser esos cristianos audaces, entregados y convencidos de las enseñanzas de Cristo; sino que seguimos como ovejas a los ciegos que guían nuestro mundo, a ellos le damos culto, en ellos confiamos como si de ellos dependiera nuestra salvación y felicidad eterna…. Andamos completamente perdidos y hacia allá llevamos a los niños que nacen dia a dia ya que nacen en un mundo donde los valores son considerados pasados de moda y en su lugar se han adoptado antivalores… ¿cómo es posible que los jóvenes de hoy ya desde la secundaria lleven una vida sexual activa, que digan que la virginidad-castidad es cosa del pasado que el tener sexo desde pequeños les hace madurar y ser todos unos expertos para cuando finalmente lleguen al matrimonio????... ¿de dónde han sacado esas conclusiones o filosofías de vida light???.... sin duda de una falta de educación en los verdaderos valores, de una filosofía de vida que se vende en los medios masivos de comunicación y que no ha sido corregida ni bien encauzada por los padres, o que quizá los padres lo han intentado sólo por encimita pero les han dejado ser iguales a sus amigos para ser aceptados, no les han sabido inculcar el verdadero sentido del amor a Cristo y de la vivencia real de su Enseñanza Divina; ya que los jóvenes que no viven de acuerdo a los estándares de hoy son rechazados, no son aceptados y son etiquetados por sus compañeros…. No debemos temer que nuestros hijos, sobrinos, nietos, etc. formen parte de esa minoría, que sean vituperados; antes bien, hay que darles la fortaleza necesaria para soportar con amor y abnegación todo ese sufrimiento por Amor a Cristo, por su salvación eterna, por obtener una vida digna, por conquistar la verdadera libertad y rechazar el libertinaje.

Menuda y ardua tarea es la que tenemos pero confiados en Dios y en su Espíritu de Amor todo lo podemos, todo lo alcanzaremos y todo sufrimiento u obstáculo que en nuestro camino encontremos y venzamos, se trasformarán en perlas preciosas que harán brillar y resplandecer nuestras virtudes, que nos harán cada vez más semejantes a Cristo, a María; que cualquiera que nos mire se sentirá como en el cielo y lleno de paz, tanto que querrá ser como nosotros y al mirarnos e imitarnos estará finalmente siguiendo e imitando al Creador de todo, al Sumo Bien. Son perlas preciosas que confeccionarán nuestro atuendo al presentarnos ante el Padre en el momento final de nuestras vidas, perlas preciosas que nos abrirán las puertas del cielo y nos permitirán desde allá continuar haciendo el bien a tantas y tantas almas sedientas de Dios.

Somos arcilla blanda en las manos de Dios Padre pero al mismo tiempo somos arquitectos den nuestro propio destino…. Es decir, no debemos conformarnos y dejar todo en las Sabias manos del Creador sino poner todo de nuestra parte para que el plan que Él nos ha trazado en su infinita sabiduría, la misión que nos ha encomendado llegue a su realización exitosamente ya que de lo contrario seremos como témpanos de hielo esperando algún dia los rayos del sol para irnos desintegrando… la vida es fugáz no sabemos ni cuando, ni donde, ni en qué momento nos será arrebatada; así que, si de verdad amamos a Jesús y deseamos vehementemente seguirle y darle a conocer a los demás debemos ponernos las pilas y trabajar desde hoy incansablemente y no llegar ante el Padre con las manos vacías en obras y llenas sólo de proyectos que nunca realizamos por temor, vergüenza, por falta de tenacidad, constancia y audacia, por falta de una plena convicción y confianza del Amor infinito del Amado. No temamos adentrarnos en su Amor, veremos cómo palpita su corazón y cómo es que en la inmensidad de ése Divino Corazón nos encontramos en posición fetal irradiados de su luz, mecidos por su mano y dulce canto; y cubiertos plenamente de su infinito Amor.

_________________
Teresita Dorantes Salazar @--;--
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KAREN CHINCHILLA
Nuevo


Registrado: 07 Jun 2008
Mensajes: 8

MensajePublicado: Dom Jul 27, 2008 4:04 am    Asunto: Conclusión
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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He aprendido muchísimo durante este curso, he comprobado que poniendo en práctica los propósitos que nos plantean, las cosas nos pueden salir mejor.
Trataré con la ayuda de Dios de ser una mejor persona y de poder guiar a mis hijos y alumnos por el camino correcto.
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Ma Socorro A. Reyes López
Asiduo


Registrado: 16 Jun 2008
Mensajes: 120

MensajePublicado: Lun Jul 28, 2008 2:43 am    Asunto: Conclusión, bibliografía y anexos del curso.
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Considero de suma importancia los anexos de este curso, como guía en mi formación para impartir catequesis.
Sentido de vida. Edificación sobre roca firme. Valores auténticos sobre los cuales edificar una vida digna de un ser humano y de un cristiano. Valores morales y cristianos. Autor: P. Marcial Maciel, L.C.

Capítulo 1: Edificar la vida sobre roca. Palabra de Jesucristo «Todo el que escucha estas palabras mías y las pone en práctica es semejante a un
hombre prudente que ha construido su casa sobre la roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se abatieron sobre aquella casa. Y ella no cayó porque estaba edificada sobre la roca. Todo el que escucha mis palabras y no las pone en obra, es como un hombre necio que construyó su casa sobre la arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se abatieron sobre aquella casa; esta cayó y su ruina fue grande» (Mt 7, 24-27).

La vida es algo que nos ha sido dado. Ningún hombre o mujer la ha pedido. La vida es un don magnífico y misterioso. La tarea primordial del hombre es descubrir el sentido de su vida ¿Tiene algún sentido la vida? ¿cuál es el sentido de la vida? La primera y fundamental tarea es descubrir el sentido de la misma. La vida tiene un sentido, si tiene una dirección, si tiene una razón de ser, una inteligibilidad, entonces es propio del hombre sabio y prudente dedicarse a descubrirlo, pues la respuesta a este porqué determinará el cómo y el para qué.

Capítulo 2: La pérdida del sentido de la vida. Hay muchos hombres y mujeres que no han encontrado un sentido para sus vidas y que siguen viviendo como autómatas, como seres irracionales, vegetando, sin haber descubierto la propia identidad. Esta pérdida del sentido de la vida se vive casi siempre en modo dramático, en jóvenes o adultos con desesperanza que se preguntan «¿Vale la pena vivir?» Cada ser humano debe responder en modo personal y existencial. Buscar el sentido es buscar la verdad, descubrir quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos. El hombre busca su propia identidad. Busca su vocación en la historia, su papel en el cosmos, su destino final. No se resigna a ver cómo su cuerpo se desgasta con el paso del tiempo y se disuelve con la muerte, sin encontrar un significado más hondo al drama de la vida. Hay que ponerse en una actitud de búsqueda. Hay que buscar si se quiere encontrar. Es necesario descubrir aquel o aquellos valores que hacen que la vida valga la pena ser vivida.

Capítulo 3: Sólo Dios da sentido a la vida. La pregunta por el sentido de la vida, va unida normalmente a otros porqués: ¿Por qué morir? ¿Por qué el mal? ¿Por qué el dolor y el sufrimiento? Preguntas fundamentales sobre la vida y la muerte, sobre el dolor y el sufrimiento, sobre la felicidad y la eternidad. Dios nos pedirá cuentas al final de nuestra jornada terrestre; que el triunfo lo da la realización del proyecto de vida que Él nos asigna: triunfa quien cumple por amor la misión confiada; fracasa quien administra en modo negligente, perezoso o inconsciente los dones que Dios le ha otorgado.

Capítulo 4: Los valores y su clasificación. Hemos de administrar la vida sabiamente en el cumplimiento de la misión que Dios nos ha dado y por ello la hemos de construir sobre la roca de sólidos valores. Hoy se habla mucho, y con razón, de vacío de valores, pero muchas veces no se llega a comprender que en el fondo ese vacío proviene del vacío de Dios. Cuando el hombre pierde a Dios, cuando lo desconoce como valor supremo, tampoco alcanza a realizar los valores que no son sino bienes particulares que sólo tienen consistencia en relación a Él.
- Los valores materiales, dones del Creador que hay que recibir con corazón agradecido.
- El valor fundamental es el de la vida humana desde su concepción hasta su muerte. La vida tiene un carácter sagrado, y sólo Dios, que la ha dado, detenta el derecho absoluto sobre ella. Derecho inalienable de la persona humana, cuya negación es un signo de barbarie y de pérdida del sentido de la sacralidad y de la dignidad del ser humano.
- Los valores biológicos y psicológicos se refieren a la perfección del cuerpo y de la mente.
- El valor humano indudable es el cuidado prudente de la propia salud corporal. La higiene mental, buscando una vida equilibrada, en donde no falte el ejercicio corporal, y se favorezca la sana psicología.
- Los valores de la inteligencia, perfeccionan al hombre en cuanto ser dotado de razón.
- Los valores de la voluntad del hombre maduro y responsable.
- Los valores estéticos o artísticos ayudan a captar la belleza o a producirla por medio de obras de arte.
- Los valores morales. El valor moral perfecciona al hombre no en una de sus facultades solamente, sino a la persona como tal, está estrechamente relacionado con la virtud, término, como hemos dicho, usado por la gran tradición cristiana y que conserva en la actualidad toda su validez. Sin embargo hay una pequeña diferencia de matices entre virtudes y valores. La virtud es un hábito por el cual el hombre orienta su comportamiento de modo constante y fiel hacia la realización del bien. Mientras que los valores son los bienes objetivos hacia los que tiende el hombre virtuoso. Por ello se puede decir que quien practica la virtud busca y realiza en su vida los valores morales. Los valores morales abarcan una amplia gama de actitudes que regulan el comportamiento de la persona en relación a sí misma: la responsabilidad, laboriosidad, autenticidad y coherencia de vida, sinceridad, etc. o en relación a los demás: la amistad, amabilidad,comprensión, paciencia, capacidad de trato y de relaciones humanas, caballerosidad, gratitud, buenos modales, nobleza y fidelidad a la palabra dada, compasión, gratitud, el perdón, magnanimidad, hospitalidad y acogida, nobleza de carácter, búsqueda del bien común, responsabilidad social, justicia, solidaridad, etc.
- Una importancia especial asumen en nuestro tiempo los valores familiares, porque la familia es ante todo escuela de las valores más genuinos y auténticos. Hablamos de la familia fundada sobre la alianza matrimonial, una e indisoluble, del varón y de la mujer, que se abre con gratitud al don de los hijos, como el fruto más precioso del don sincero de sí que hacen los esposos. La familia así entendida constituye una verdadera comunión de personas, cuyo principio interior, su fuerza permanente y su última meta es el amor. Este es el único modelo de familia cristiana. Es preciso, hoy más que nunca, defender la unidad y la belleza de la familia, como un valor precioso para la sociedad y para los individuos. La defensa de la familia se ha de hacer ante todo a través del testimonio de familias unidas, en donde se viva la auténtica comunión, se aprecien los auténticos valores humanos y cristianos, los esposos se amen sacrificada y fielmente, y todos los miembros se nutran de un mismo amor. De este modo las familias serán escuelas vivas de valores donde se forjen los hombres y cristianos maduros del mañana.
- Finalmente en la cúspide de la escala de valores encontramos los valores religiosos que conciernen y regulan las relaciones del hombre con Dios, el fundamento de todos los demás valores.

Capítulo 5: Los valores cristianos y Jesucristo. Todos los valores sobre los que hemos venido hablando han sido elevados y transformados por Jesucristo. Con la llegada de Cristo los valores humanos se insertan, elevándose y transformándose, en el orden de la redención. El cristianismo no suprime ni menosprecia los valores humanos, sino que les da una nueva orientación, un nuevo espíritu, una nueva inspiración. Surgen así los valores cristianos que Cristo nos dejó consignados en su mensaje evangélico.

Quizás su mejor resumen sean las bienaventuranzas que nos presentan una radiografía de lo que debería ser el corazón del hombre evangélico: la pobreza de espíritu, la mansedumbre, la misericordia, la pureza de corazón, la búsqueda de la paz y de la justicia, la paciencia de frente a la persecución. Junto a las bienaventuranzas, los Evangelios subrayan también la importancia de algunas actitudes que Cristo exige de sus discípulos: la fe, confianza absoluta en la Providencia, humildad, sencillez, capacidad de llevar la propia cruz, abnegación, el perdón de los enemigos y, sobre todo, el amor mutuo que es el distintivo que caracterizará a quienes quieran seguirle y que Jesús propone en forma de un «mandamiento nuevo» que sustituye a la multiplicidad de mandamientos de la antigua ley (Jn 13, 34).

La venida de Cristo al mundo ha operado en él la mayor revolución que jamás se haya podido pensar: revolución pacífica del Evangelio que cambia al hombre desde dentro, purificándolo del pecado y abriendo su alma a la acción transformante del amor y de la gracia. Jesucristo es un apasionado del hombre. Le interesa lo humano porque ha venido a rescatar al hombre del pecado y mostrarle el camino seguro de su salvación. Cristo sabe que no todos los valores son iguales y por ello no teme en exigir la renuncia a algunos de ellos para alcanzar otros superiores. Aprecia el valor de las riquezas, pero sabe que la verdadera riqueza es Dios y por ello pide a sus discípulos la pobreza de corazón. Tiene en mucho el valor del matrimonio, pero sabe que Dios puede llamar a algunos hombres a vivir exclusivamente para el Reino de los cielos y a ellos les propone el carisma de la consagración virginal.

Jesucristo sabe que si exige la renuncia a bienes transitorios es para poder obtener los eternos. Él es el hombre perfecto y nos revela el ideal de la perfección humana. Esta continua tensión que se percibe en su vida en orden al cumplimiento de su misión, nos presenta a Jesucristo como alguien que no toma la vida a medias, sino que se compromete a fondo. Él es el hombre por antonomasia en quien todos los valores alcanzan su cima. Basta contemplar la profundidad y clarividencia de su inteligencia, reciedumbre y fuerza de su carácter, equilibrio perfecto de su vida pasional, emotiva y afectiva. Él es el hombre de principios, coherente con los mismos, fiel a su palabra, amigo de sus amigos y enemigos, hombre de una sola pieza. Él sabe resistir las dificultades inherentes a la vida humana: no se desespera ante el fracaso, ni se abate ante el sufrimiento; sabe dar sentido al dolor, sobreponerse a la angustia, no se arredra ante la incomprensión, no se deja vencer por la fatiga. Nació por amor, vivió amando y murió sin dejar de amar: «habiendo amado a los suyos, los amó hasta el fin» (Jn 13, 1). No tenemos otro modelo mejor ni más perfecto que el de Jesucristo para dar sentido pleno a la vida, para llenarla de valores, para vivirla en plenitud.

Capítulo 6: La madurez integral
a. Madurez humana y cristiana. Quien, como Cristo, logra realizar en su vida los valores según la debida jerarquía es una persona madura. El hombre maduro guía su conducta por la razón y los criterios de fe; orienta su voluntad hacia el bien; sabe relacionarse con los demás en modo altruista y generoso. Posee un claro proyecto de vida y se entrega con decisión, a ejemplo de Cristo, a su realización; un hombre que sabe lo que quiere y lucha por conseguirlo; un hombre que ha dado a su vida un sentido trascendente y que la concibe como una misión; un hombre que persigue un ideal verdadero y que se esfuerza por alcanzarlo sin vacilaciones ni subterfugios; un hombre de principios claros, seguros y firmes; un hombre que es coherente y fiel a sus propias convicciones, que usa su libertad en modo responsable; un hombre reflexivo, rico en interioridad y sabiduría.

Una persona madura se reconoce por la perfecta armonía que reina en sus facultades. La madurez humana da como resultado lo que llamamos el hombre cabal. Quienes han logrado armonizar los diversos aspectos que componen su personalidad nos sorprenden y maravillan por ese señorío que poseen sobre sí mismos, por la sencillez con que se dan a los demás y por su coherencia de vida. Han sabido encauzar todas las fuerzas de su ser hacia un ideal superior. Son personas ardientemente apasionadas que han sabido poner toda su riqueza emotiva y afectiva al servicio del bien y de la verdad, y que por lo tanto ejercen al máximo su capacidad de libre albedrío. El hombre maduro no carece de límites, pero los acepta, procurando siempre superarlos en la medida de sus posibilidades.

El cristiano maduro es aquél que, sobre la base de los valores humanos, vive los valores evangélicos. San Pablo llama a este tipo de hombre, regenerado por la gracia de Cristo, el hombre nuevo (Ef 4, 24). Este hombre, que nace de nuevo en el Espíritu Santo (Jn 3, 5) es plenamente maduro porque vive según Cristo, el hombre perfecto, revistiéndose
de Él en su ser y en sus obras, de tal modo que puede repetir con san Pablo: «Ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20). El hombre nuevo vive de la fe (Rm 3,26) y de la esperanza; goza de la libertad gloriosa de los hijos de Dios (R 8, 21), se nutre de la verdad del Evangelio, y tiene por máxima ley la caridad (Rm 13,). El cristiano maduro es el santo que sigue a Cristo por el sendero de la cruz para llegar, junto con Él, a la gloria de la resurrección. La madurez cristiana tampoco está exenta totalmente del pecado y de la imperfección, pero el cristiano maduro, lejos de hacer un pacto con el mal que todavía puede dominar en él, procura vivir en actitud de vigilancia y de combate espiritual, aprovechando con humildad sus faltas para confiar más en Dios y en la acción de la gracia en su alma. En contraposición al hombre maduro se encuentra el hombre superficial, que carece de principios, que simplemente vive al día, sin un proyecto de vida y sin ideal, que no sabe ni por qué ni para qué vive. La norma de su actuar no es la convicción, sino la conveniencia, el placer del momento o la emoción más fuerte. Este tipo de hombre se guía por un pensamiento débil, donde todo es verdad y mentira al mismo tiempo, todo es relativo.

b. La formación de la conciencia. Parte imprescindible de la madurez integral de la persona es la formación de la conciencia, ese sagrario donde el hombre se encuentra a solas consigo mismo y con Dios, y donde descubre la ley imperiosa de realizar el bien y de evitar el mal. La conciencia se ha de formar según los principios de la recta razón y de la fe. Esta formación asume en nuestros días una importancia especial porque la cultura relativista que penetra por doquier, sobre todo a través de los medios de comunicación social, hace más difícil el juicio moral recto y objetivo. En el confusionismo de valores morales en que vivimos, es más que nunca necesario iluminarla con los criterios del Evangelio, del Magisterio de la Iglesia, de las personas prudentes para poder emitir juicios morales acertados. La conciencia se forma siendo continuamente fieles a sus dictámenes, sin permitir pequeñas concesiones que vayan poco a poco debilitando la fuerza de su voz hasta hacerla desaparecer. El hombre coherente y auténtico es fiel a la voz de su conciencia y, cuando por debilidad no lo es, sabe reconocer con humildad su error y corregir la ruta. La conciencia bien formada asegura el verdadero ejercicio de la libertad.

Capítulo 7: Los sacramentos y la oración, escuela de auténticos valores. Quizás pudiera dar la impresión de que en todo lo que hemos dicho hasta ahora, la tarea y la responsabilidad principales en la conquista de los valores humanos y cristianos recae sobre el esfuerzo del hombre. Pero, no es así. El cristiano ha de esforzarse por construir su vida sobre roca sólida. Mas nunca ha de olvidar que «si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles» (Sal 126, 1). El cristiano necesita de la
gracia de Dios para edificar su vida sobre los auténticos valores. Por ello ha de acudir a las fuentes de donde mana la gracia: los sacramentos y la oración.

Los sacramentos son la fuente ordinaria donde se nutre la vida de gracia del cristiano. Quien se une al misterio pascual de Cristo a través de los sacramentos recibe la gracia para asemejarse más perfectamente a Cristo. Esta identificación con Él posibilita la vivencia más perfecta de aquellos valores, humanos y evangélicos, que Cristo mismo vivió. Sólo unidos a Cristo como los sarmientos a la vid, podremos dar frutos de vida eterna (Jn 15,). De modo especial el sacramento de la Penitencia, al reconciliar al pecador con Cristo y con la Iglesia, da al hombre herido por el pecado la gracia para proseguir con renovadas fuerzas esa ardua conquista de los valores, por encima de las debilidades y de las faltas personales. La Eucaristía, por su parte, que contiene al mismo Cristo bajo las especies del pan y del vino, deja el alma inundada de su gracia, favorece la donación de sí en la caridad hacia nuestros hermanos, los hombres, y es prenda de los bienes de la gloria futura.

El otro gran manantial de la vida de gracia es la oración. En ella descubrimos a Dios como fuente suprema de todos los valores y nuestra dignidad como hijos suyos. En ella se nos va revelando la voluntad divina, obtenemos fuerzas para vivir las exigencias del ideal, jerarquizamos en modo adecuado todos los valores en función de Dios, valor supremo y fundamental, ganamos las gracias necesarias para vivir generosamente nuestros compromisos como hombres y como bautizados, cargamos el alma de celo para convertirnos en difusores del Evangelio.

La oración es la respiración del alma. Quien no respira, muere por asfixia. Quien no ora, muere espiritualmente. Quien no ora, pierde la necesaria tensión moral y espiritual, se dispersa en medio de muchas cosas accidentales, faltándole el anclaje en la eternidad de Dios. Den la importancia que merece a la oración en su vida de creyentes. A ella hemos de dedicar lo mejor de nuestro tiempo porque Dios es el valor supremo que merece lo mejor de nosotros mismos. Cuando crean que les faltan las fuerzas, cuando perciban que el vigor de su ideal viene a menos, cuando se desdibuje el sentido de su vida, cuando no sientan la urgencia de la misión, acudan a la oración a respirar ese aire nuevo del espíritu que procede del mismo Dios. ¡Qué oportunidad tan grande y maravillosa, la de poder ponernos en contacto directo con Él, y hablar con Él como un amigo habla con su amigo, de contarle nuestras penas y alegrías, nuestros sufrimientos y fracasos, nuestras perplejidades y esperanzas, nuestros deseos de realizar grandes empresas por Él! Por eso, el valor de la oración es incalculable. En ella se aprende el secreto de vivir y el secreto de morir; en ella se ve todo bajo la perspectiva de la eternidad, bajo el signo de la misión, bajo el poder de la mano amorosa de Dios.

Capítulo 8: Algunos valores: generosidad, audacia, constancia. Muy variada es la rica gama de los valores sobre los que se cimienta la vida humana y la existencia cristiana.
a. La generosidad. Generoso es el hombre que está en todo momento dispuesto a dar, más aún a darse a sí mismo en aras de un ideal. Un primer grado de generosidad es compartir con los demás aquello que es nuestro: poner a disposición de los demás nuestras pertenencias, ayudar económicamente a una persona necesitada, etc. En este sentido, la generosidad está emparentada con el desprendimiento. Pero el hombre verdaderamente generoso va más allá de la donación de las cosas: llega hasta la donación de sí mismo, de su tiempo, de sus facultades, de su persona. Solamente el hombre generoso puede vencer la fuerza centrípeta del egoísmo, que busca todo para sí. Es maduro quien no sólo recibe, sino da, quien se da a sí mismo. Los generosos son más felices cuanto más dan. Cuando se quedan sin nada es cuando más gozan. Y es que es verdad que hay más alegría en dar que en recibir (Hch 20, 35) y que el Señor ama a quien da con alegría (cf. 2 Co 9, 7). Los generosos son personas abiertas, olvidadas de sí, serviciales, llenos de optimismo y de buen espíritu. No tienen miedo de perder ni de perderse, porque saben que cuanto más dan, mas reciben; cuanto más se pierden, más se encuentran, cuanto más generosos son, mayor grado de felicidad alcanzan. Les recomiendo muy especialmente que vivan la generosidad para con Dios. Generosos son los laicos que cooperan con medios materiales y con su tiempo a la construcción de la Iglesia. Generoso quien perdona y olvida las ofensas recibidas. Generoso es quien sabe perderse a sí mismo para encontrarse en Dios.

b. La valentía y la audacia. Algunos identifican la persona madura con el prudente que arriesga lo menos posible por temor a perder lo que tiene. Cierto que el hombre maduro ha de ser prudente, pero también ha de ser valiente y audaz. No hay que arriesgar en modo innecesario e irracional, sin embargo, en la vida, que es una lucha (Jb 7, 1), es preciso correr ciertos riesgos y para ello es necesario una buena dosis de valor. Hemos señalado que la vida humana es un proyecto, una misión en cuya realización se encuentra el pleno sentido al vivir. Ahora bien, todo proyecto implica cierto riesgo, aventura e imprevisto. Hay que prever y programar, pero es imposible hacerlo en modo absoluto. Quien estuviera esperando una programación perfecta sin ningún tipo de riesgo jamás podría actuar. La audacia y la valentía no son sólo valores humanos. Son también valores cristianos.

El mismo proyecto de la Encarnación, manifiesta, de la parte de Dios, una especie de audacia a lo divino. Cristo aceptó con valentía los tormentos de su pasión y en diversas ocasiones pidió a sus discípulos que superasen el miedo que los atenazaba. El cristiano también ha de ser valiente y audaz para emprender grandes obras en favor de la Iglesia y de la difusión de la fe. Numerosas son los cristianos que han defendido a lo largo de la historia con valentía su fe en Cristo. Basta mencionar el ejemplo de los mártires que, a lo largo de los siglos, han llenado de coronas la vida de la Iglesia. Hombres y mujeres que no han tenido miedo a proclamar su fe y su amor a Cristo con riesgo de sus vidas.
Y no son ejemplos que pertenecen al pasado. En nuestros días, muchos cristianos siguen sufriendo valientemente la prisión, la cárcel y la tortura a causa de su fe, en las misiones o en países no cristianos. Pero también se requiere hoy día un gran valor para ser cristiano en medio de nuestras sociedades occidentales en las que priva un modelo de vida neopagano. El cristiano tiene que ser valiente para no dejarse arrastrar por esa forma de vida, para proclamar sin miedos su fe en Cristo, para sufrir la calumnia, las burlas y las incomprensiones de un ambiente lleno de hedonismo, de consumismo y de permisivismo. Este es otro tipo de persecución moral, no cruenta, pero no por ello menos demoledora, que es preciso afrontar con la audacia de la fe, de quien cree en las palabras de Cristo: «Confiad. Yo he vencido al mundo» (Jn 16, 33).

c. La constancia. Muchas empresas, grandes o pequeñas, muchos proyectos de vida, muchos buenos propósitos e intenciones naufragan por falta de constancia y de perseverancia. Hay quizás un esfuerzo inicial, un fuego de artificio, pero luego todo se precipita sin resultado alguno porque no se supo poner un esfuerzo continuado. La constancia no es un valor que a primera vista parezca demasiado importante, pero sin ella es imposible la obtención de resultados en cualquier campo de la vida.

La edificación de un proyecto vital no es cosa de un día. Quien quiere construir la vida con sólidos valores no puede poner un esfuerzo intermitente al vaivén de los estados anímicos o de las circunstancias. La constancia es necesaria para culminar cualquier proyecto humano y también lo es para conseguir el proyecto cristiano de santidad. De modo ordinario, la santidad no se consigue de la noche a la mañana. Se requiere la dura prueba de la perseverancia en el bien, sortear muchas dificultades, estar dispuesto a volver a comenzar una y otra vez, un día y otro día, sin desalentarse por los fracasos, por las derrotas parciales, por los problemas que normalmente aparecerán a lo largo del camino.

No es suficiente comenzar una obra, un proyecto o un propósito. Hay que concluirlo: obra comenzada, obra concluida. En la formación de la constancia es imprescindible contar con una voluntad fuerte que se acera con el sacrificio personal, no sólo con grandes, pero aislados sacrificios, sino con pequeños actos de dominio de sí continuados, puestos día tras día, hasta formar sólidos hábitos de conducta. Quien se propone seriamente una vida de santidad cristiana debe ser consciente de que si no persevera en su empeño y si no lucha todos los días para conquistar ese ideal, no la podrá conseguir. Cuando Cristo nos aconsejó tomar la cruz y seguirle, añadió, con gran finura psicológica, «cada día» (Lc 9, 23). Por eso Él nos invita a perseverar en la oración, sin dejarnos vencer por el cansancio (Lc 18, 1).

Capítulo 9: Difundir los valores humanos y evangélicos. Los cristianos hemos de tomar nueva conciencia de cuál es nuestra misión, como hombres y como discípulos de Jesucristo. El mundo necesita de sentido. El mundo necesita de valores y sólo Cristo se los puede dar. Nosotros somos llamados por Cristo para dar sentido a la vida de los hombres y para difundir en el mundo los valores humanos y evangélicos.

Difundir en primer lugar los valores humanos es una tarea que compete a cada hombre. Todo lo verdaderamente humano debe interesarnos. No es suficiente vivir en la vida personal todos esos valores de que hemos venido hablando. No basta con adquirir la propia madurez humana. Si nos sentimos parte de la gran familia humana y del Cuerpo Místico de Cristo debemos ayudar a nuestros hermanos los hombres a construir sus vidas
sobre los sólidos cimientos de los valores auténticos. Y el mejor modo de hacerlo será con el testimonio de una vida que encarna esos valores.

Pero también hemos de difundir los valores evangélicos. Cristo mismo nos ha dejado un mandato claro y preciso: «Id al mundo entero y predicad el Evangelio» (Mc 16, 15). Y el Evangelio de Cristo, de cuyos valores nosotros somos herederos y depositarios,ha de ser predicado con decisión: «Yo no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para la salvación del que cree» (Rm 1, 16). No tenemos nada que temer
pues, en esta empresa. Cristo está con nosotros: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20). La nueva evangelización a la que nos invita el Santo Padre requiere de nuevos métodos, nuevos areópagos, nuevo ardor para predicar a Cristo.

Se necesitan hombres y mujeres generosos que estén dispuestos a ponerse al servicio del Evangelio; generosos por lo que se refiere al tiempo que dedican, a los medios que aportan para ello y a la intensidad con que lo viven. Transmitir a los demás los valores evangélicos es una tarea apasionante que requiere de corazones entusiastas y ardorosos. Hoy se necesitan hombres y mujeres que sean verdaderos testigos de Cristo, cuyas palabras estén corroboradas por una vida evangélica. La Iglesia necesita hoy de este tipo de apóstoles. Sólo ellos podrán llevar
a cabo obras de envergadura y de profundidad. Así el Evangelio podrá penetrar ahí a donde no ha llegado todavía, a aquellos sectores de la sociedad no cristianizados, poniendo al servicio de la evangelización el poder de la creatividad que, por otra parte, se manifiesta con tanta evidencia en la realización de otras empresas humanas. El tesoro del Evangelio es de un valor tan grande para los hombres que nos debe quemar el corazón el deseo de compartirlo con los demás. El Evangelio es luz y es sal. Su llama debe iluminar delante de todos los hombres para que todos den gloria al Padre que está en los cielos (cf. Mt 5, 16). Hoy, como ayer, como siempre, el mundo sigue necesitado del Evangelio del amor y de la gracia, del Evangelio de Cristo, de Cristo mismo, el Hijo de Dios hecho hombre: «No hay otro nombre en la tierra bajo el cual nos sea dado salvarnos» (Hch 4, 12). Él es el tesoro más grande que tenemos los cristianos (cf. Mt 13, 44); un tesoro que debemos comunicar al mundo, que debemos gritar, predicar, proclamar. Sí, la vida vale la pena, si la edificamos sobre Cristo, la única piedra angular (cf. Hch 4, 11): Cristo es el único que da valor, sentido y significado a la vida humana.

Capítulo 10: Como el alma en el mundo. En los albores del cristianismo, hubo un puñado de hombres y mujeres que creyeron en la fuerza transformante de los valores evangélicos y que supieron ser fermento en la gran masa pagana del imperio romano, logrando transformarlo desde el interior con su testimonio convencido. Como una gran mancha de aceite, los grupos, las instituciones económicas, políticas, laborales hasta renovar desde dentro al imperio romano. Hoy la transformación cristiana de la sociedad, depende de nosotros, de los valores que nosotros le inyectemos, de la esperanza que seamos capaces de darle, de la convicción con la que testimoniemos y hablemos de Jesucristo, de la pureza de nuestra caridad, de la fe de nuestra oración. Pongamos nuestra vida al servicio de esta misión tan noble. Creamos en el valor de nuestra humanidad, unida a Cristo. Aunque nuestra vida sea pequeña y pobre, es lo más grande que tenemos. Puesta al servicio del Reino, podrá dar fruto y fruto abundante. Para esto nos ha escogido el Señor.

En el umbral del tercer milenio, nosotros tenemos el desafío de transformar nuestra sociedad, como los primeros cristianos lograron ser fermento en la masa pagana del imperio romano. Pidamos a Dios que conceda a la Iglesia una nueva pléyade de apóstoles intrépidos, dispuestos a crear esa nueva civilización del amor, esa cultura de los auténticos valores humanos y cristianos que oponga un dique férreo a la cultura del sin sentido y de la muerte que se quiere apoderar del mundo.

Antes de terminar, les invito a elevar la mirada hacia María. Ella escogió a Dios como valor supremo de su vida. Y Él fue siempre Aquél que le dio sentido y fin. Esto le permitió alcanzar una madurez humana y cristiana sin par en la historia de la humanidad, puesto que Dios, por especial privilegio, la eximió de la triste herencia del pecado original. Contemplarla a Ella como la creatura nueva redimida por Cristo y que nos espera en el cielo, nos estimula a caminar hacia la gloria donde saciaremos nuestra sed de Dios, y en Él alcanzaremos la plenitud de nuestra realización, como hombres y como cristianos, en comunión con todos los santos.

¡Oh, Espiritu Santo! Don de Dios y fuerza de lo alto, fuente de agua brotante de vida eterna, desciende y mora en nuestros corazones. Haznos verdaderos adoradores del Padre, condúcenos a la plenitud de la verdad, y transformanos en testigos de Jesús, para llevar su nombre hasta los confines de la tierra.
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dianyangulogarcia
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Registrado: 10 Jun 2008
Mensajes: 9

MensajePublicado: Lun Jul 28, 2008 5:52 pm    Asunto:
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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fue muy enriquecedor para mí este curso tanto a nivel personal como profesional. en realidad como el título lo dice son herramientas y espero tenerlo siempre presente y proyectarlo en el diario vivir. Muchas gracias!
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monicaf
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Registrado: 13 May 2008
Mensajes: 14

MensajePublicado: Mar Jul 29, 2008 1:07 am    Asunto:
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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COCLUSIÓN: CURSO DE HERRAMIENTAS PARA LA FORMACIÓN EN VIRTUDES

Al concluir este maravilloso curso, solamente me queda una vez más darles las gracias por proporcionarnos a todos los participantes esta gran caja de herramientas que nos servirán para dar una mejor calidad de servicio a nuestros hijos y a nuestros jóvenes con los que trabajamos. Que el Señor y María Santísima nos den sabiduría diaria para poderlas utilizar oportunamente con nuestros destinatarios, de modo que podamos colaborar en la construcción de una humanidad más feliz en Cristo.

Me queda además el sabor de cada tema estudiado desde la introducción en donde nos piden que seamos la roca firme que enfrenta con personalidad fuerte tanto las alegrías como las tristezas, siendo fieles a nuestros principios y objetivos. Parece tarea difícil llegar a ser rocas, sin embargo, el ejemplo de los grandes personajes que a través de la historia conocemos, nos dicen que es posible serlo. Ahí está el ejemplo de Juan Pablo II, Madre Teresa de Calcuta, Belduino, Tomas Moro. Posiblemente, nuestro nombre o el de nuestros hijos o estudiantes aparecerá como tales, si nos lo proponemos desde hoy.

Estoy totalmente de acuerdo con el pensamiento de José Luis Martín Descalzo sobre como se alcanza la verdadera dicha, luchando y esforzándonos, y cumpliendo nuestro sueño día a día, de actividad en actividad, de trabajo en trabajo para hacer de nuestros hijos y estudiantes personas íntegras con inteligencia, voluntad, fortaleza, sentimientos, conciencia moral y religiosa.

Igualmente me motivó la carta del P. Marcial Maciel, L.C. que descubrió que la roca firme es Jesús y que solamente en él reside el sentido de la vida.

En cuanto al tema 2: Formación de la Inteligencia. Virtud: La prudencia, me abrió mis perspectivas por cuanto me di cuenta que debo utilizar la inteligencia que Dios me dio en la búsqueda de la verdad única que es Él, y así llegar a la madurez humana de modo que pueda en el futuro analizar, sintetizar, relacionar y juzgar sobre la base de lo que el Señor nos dice diarimente, actuando además con prudencia esto es, discerniendo entre lo bueno y lo malo e inclinándome siempre por el bien.

Del tema 3 Formación de la Conciencia y la virtud de la Formación de la Conciencia y la virtud de la sinceridad, me ayudó a valorar lo que es formar la conciencia tanto mía como de mis hijos y estudiantes, recta y madura, temerosa de Dios, abierta siempre al bien y a las inspiraciones del Espíritu Santo, capaz de discernir lo bueno de lo malo y de la mentira, evitando la falta de sinceridad y de autenticidad. Todo esto a través de la puesta en práctica de varios principios como orar, buscar la verdad siempre, estudiar el Catecismo, reflexionar antes de actuar, hacer un examen de conciencia diariamente, confesarme con frecuencia…

En el tema 4 Formación de la Voluntad, Virtud de la fortaleza, encuentro elementos que me sirven para mejorar y hacer bien las cosas diarias por más pequeñas que parezcan con voluntad guiada por lo que el Señor me dice cada momento y no guiada por lo que me dice el ambiente, mi estado de ánimo o mi comodidad. Además es verdad que todo exige sacrificio, y en la actualidad tratamos de evitarlos, pero que gratificante resulta haber alcanzado una meta luchando, trabajando, a veces renunciando aquello que más nos agrada, venciéndonos nosotros mismos.
Del tema 5 Formación Espiritual y la Virtud de la Piedad, me encantó conocer que tan solo llegando a tener un pensamiento profundo y amable de la paternidad de Dios, de Jesucristo como un verdadero amigo, de María como nuestra madre, cambia completamente la vida. Claro teniendo una fe viva, un amor a Dios, no una tibieza espiritual, un materialismo avasallador y un corazón duro, orgulloso. Pues el amor nos hará conocer, acercarnos, amar y a imitar a Jesús, a ver en el rostro de los demás el rostro de Cristo. Qué hermoso saber que a través de la oración puedo obtener todo lo que necesito para servir, es decir, todas las virtudes que me acercan al Señor y a María Santísima, a más de participar en la liturgia, de vivir los sacramentos…

Del tema 6: La Formación del Corazón y la Virtud de la Caridad me maravilló conocer las características del corazón de Jesús para practicar con mis hijos y mis estudiantes y tratar de formar mi corazón, hacerlo grande para de esa manera servir mejor a mi gente, buscar el bien de los demás, no solamente el mío.

Del tema 7. Formación de los Sentimientos y La Virtud de la Ecuanimidad me sirvió enormemente para autocontrolarme y vivir con serenidad todos los días de mi vida. Verdad es que los estados de ánimo y los sentimientos si no los controlamos nos hacen cometer errores que más tarde los lamentamos, pero más verdad es que hay que cultivar y orientar los sentimientos, y llegar a vivir la ecuanimidad que nos hace ser pacientes, tolerantes, humildes, serviciales en todo momento y con todos, dando a Dios el primer lugar en nuestra vida por supuesto.

En el tema 8 La Formación del carácter y el dominio personal., me agrada saber que puedo ayudar enormemente a formar el carácter de mis hijos y de mis estudiantes y mejor el mío, conociendo y descubriendo el tipo de temperamento de cada uno y aplicando las pautas de formación concedidas en este curso para cada caso. También creo que si se puede hacer que los jóvenes lleguen al dominio personal, marcando sus metas, no favoreciendo sus caprichos, enseñándoles a que toda tarea que empiezan deben concluirla por más insignificante que parezca.

Les aseguro que este curso cambió mi vida y me ayudará a cambiar la vida de mis hijos y de mis estudiantes, en el centro de todo descubrí el amor inmenso de Dios que da sentido a nuestra existencia como dice el P. Marcial Maciel en su carta y todas mis actividades irán dedicadas a Dios, pues sé que Él me esperará al final de mi vida y solo en Él encuentro y encontraré la verdadera felicidad. Y como me dijo mi tutor Javier Alberto Guillén Casillas, seré más buena aunque el mundo sea malo y daré más amor a cambio de nada.

Gracias a Mayra Novelo que estuvo comunicándose y dirigiéndose a todos los participantes, a todos los organizadores de este curso sacerdotes y laicos que nos enriquecieron con sus aportes, por compartir con amor estos importantes temas.
Eternamente agradecida, desde Ecuador
Mónica Fonseca R.
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Ana Guadalupe Gutièrrez R
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Registrado: 29 Sep 2007
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MensajePublicado: Mar Jul 29, 2008 5:07 am    Asunto:
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Debo agradecer enormemente a Catholic.net. en su comunidad de Educadores Catòlicos, a la Maestra Mayra Novelo, y nuestros tutores, por su preocupaciòn para que seamos mejores personas, mejores padres, mejores educadores.

Tambien agradezco a mis compañeros de curso por sus enriquecedores comentarios.

Nos queda una gran responsabilidad como educadores y como padres, pero gracias a este curso y a la enorme bibliografìa que nos comparten y el legado que nos dejò el P.Maciel, para que podamos auxiliarnos en el diario caminar y con la ayuda de Nuestro Padre Celestial , ya que sin El nada podemos.

Que Nuestro Señor nos colme de Bendiciones.
_________________
Ana Guadalupe
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estilita de fernandez
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MensajePublicado: Mar Jul 29, 2008 2:06 pm    Asunto: Re: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Llegar al final de este curso realmente me siento que somos hijos privilegiados del Padre, ya que el en su infinito amor me ha guiado y me ha demostrado que el tiempo es de Dios y que solo soy un instrumento un obrero dispuesta a servir, dar y a recibir. Agradezco a los hermanos que dan de su fuente del saber para que podamos aprender y multiplicar sus conocimientos. Dios los bendiga. Espero que cada leccion que he estado relizando semana a semana me sirva para formar a mis hijos, replantear lo que hay errado en mi vida y ayudar a todos los jopvenes que me corresponde ayudar, los anexo de este curso son un verdaero tesoro. El camino y la vida del Cristiano esta llena de pruebas, ostaculos y de opositores, pero contamos con el mayor de los incentivo y maestro Dios Padre, nuestro mayor Hermano Jesus, el motor el Espirtu Santo y el modelo a seguir Maria, quien dijo Si a todo lo que Dios le pido. Asi debemos decir Si como lo hizo Maria..
Gracias por estar ahi hermanos. La misericordia de Dios es infinita.
Les amo en Cristo.
_________________
Dios te ama.Por eso debes recompensarlo amandolo y sirviendole, ya que por su inmenso amor vives.
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Gisela Brotzman
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Registrado: 05 Jun 2008
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MensajePublicado: Mar Jul 29, 2008 5:55 pm    Asunto: Conclusiones
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Antes que nada, quiero agradecer a todas las personas que hicieron posible este curso, incluyendo a los compañeros que con sus aportaciones lo enriquecieron.
Quiero compartirles algunas de las conslusiones a las que llegué después de tomar el curso:

Me he dado cuenta de que, sobre todo cuando se habla con los jóvenes (pues también a algunos adultos les sucede), la palabra “moral” los “perturba”, los pone de mal humor y no quieren saber nada sobre el tema. Por eso, al pensar en mis hijas (y alumnos) tengo que pensar en una manera creativa de explicarles que en sí, lo que es "bueno moralmente", es lo que está de acuerdo a su propia naturaleza (obviamente de Ser Humano), y que va de acuerdo con el logro de su fin último, que en si es ser feliz.
Creo importante y necesario que como padres o profesores, descubramos una manera atractiva de presentar los valores a niños y jóvenes, para que así decidan vivirlos no tanto porque se sientan presionados u obligados, sino porque estén convencidos del propio “bien”.
Es lógico que cada persona, a lo largo de su vida, llegará a descubrir los valores de una forma distinta y en un tiempo distinto, por eso es necesario presentárselos y transmitírselos desde pequeños: por el testimonio, por la enseñanza explícita, etc. Hay que guiarlos para que los logren descubrir también por la ley natural.
No podemos olvidar que la cultura, el ambiente, las amistades, la propia familia, los medios de comunicación, su entorno, el mundo, la historia, etc. los “limita” de una u otra forma (los confunde, están expuestos a demasiada información, distintas posturas, desinformación, poca mentalidad crítica, etc.) para poder apreciar o descubrir los valores. Es necesario recordar que, independientemente de las distintas interpretaciones que se puedan llegar a tener de los valores, aunque la valoración que se haga difiera entre los individuos, los valores son universales.
A pesar de que en ocasiones se quiera negar, es un hecho que en la esencia del ser humano está el anhelar lo mejor, el querer superarse. Por eso, cada persona debe tener una escala de valores que lo ayude a tomar correctamente las decisiones en su vida y a luchar por ser mejor en todo momento.
El hombre es quien debe realizar una valoración de las cosas y optar por establecer una jerarquía de importancia entre los bienes que le proponen o solicitan, y también a los que naturalmente aspira.
Es necesario educar a nuestros niños y jóvenes para que se orienten por el valor real de las cosas, que se den cuenta que la vida tiene un sentido y que reconozcan y respeten la dignidad de todos los seres.
La sociedad de hoy nos quiere vender la idea de que, entre “más vea mi ombligo” y entre más piense primero en mí, más feliz podré ser. Lo que no hemos logrado comprender es que la plenitud mi proyecto de vida realmente está en el otro(s) -pues no me puedo realizar si no me entrego-. La felicidad no depende tanto de si tengo o no seguridad material, sino más bien, de si encuentro o no el significado de mi existencia.
Qué importante es ayudar a los jóvenes a interiorizar los valores para que se conviertan en esas pautas de conducta que marquen las directrices de una conducta coherente. Sólo los valores les permitirán encontrar sentido a lo que hacen, tomar decisiones pertinentes, responsabilizarse de sus actos y aceptar sus consecuencias.
Los valores auténticos, asumidos libremente les permitirán definir con claridad los objetivos de sus vidas, los ayudarán a aceptarse tal y como son y a estimarse, al tiempo que lo harán comprender y estimar a los demás. Darán sentido a su vida y facilitarán la relación madura y equilibrada con su entorno, con las personas, acontecimientos y cosas.
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Gisela Brotzman
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MensajePublicado: Mar Jul 29, 2008 5:55 pm    Asunto: Conclusiones
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Antes que nada, quiero agradecer a todas las personas que hicieron posible este curso, incluyendo a los compañeros que con sus aportaciones lo enriquecieron.
Quiero compartirles algunas de las conslusiones a las que llegué después de tomar el curso:

Me he dado cuenta de que, sobre todo cuando se habla con los jóvenes (pues también a algunos adultos les sucede), la palabra “moral” los “perturba”, los pone de mal humor y no quieren saber nada sobre el tema. Por eso, al pensar en mis hijas (y alumnos) tengo que pensar en una manera creativa de explicarles que en sí, lo que es "bueno moralmente", es lo que está de acuerdo a su propia naturaleza (obviamente de Ser Humano), y que va de acuerdo con el logro de su fin último, que en si es ser feliz.
Creo importante y necesario que como padres o profesores, descubramos una manera atractiva de presentar los valores a niños y jóvenes, para que así decidan vivirlos no tanto porque se sientan presionados u obligados, sino porque estén convencidos del propio “bien”.
Es lógico que cada persona, a lo largo de su vida, llegará a descubrir los valores de una forma distinta y en un tiempo distinto, por eso es necesario presentárselos y transmitírselos desde pequeños: por el testimonio, por la enseñanza explícita, etc. Hay que guiarlos para que los logren descubrir también por la ley natural.
No podemos olvidar que la cultura, el ambiente, las amistades, la propia familia, los medios de comunicación, su entorno, el mundo, la historia, etc. los “limita” de una u otra forma (los confunde, están expuestos a demasiada información, distintas posturas, desinformación, poca mentalidad crítica, etc.) para poder apreciar o descubrir los valores. Es necesario recordar que, independientemente de las distintas interpretaciones que se puedan llegar a tener de los valores, aunque la valoración que se haga difiera entre los individuos, los valores son universales.
A pesar de que en ocasiones se quiera negar, es un hecho que en la esencia del ser humano está el anhelar lo mejor, el querer superarse. Por eso, cada persona debe tener una escala de valores que lo ayude a tomar correctamente las decisiones en su vida y a luchar por ser mejor en todo momento.
El hombre es quien debe realizar una valoración de las cosas y optar por establecer una jerarquía de importancia entre los bienes que le proponen o solicitan, y también a los que naturalmente aspira.
Es necesario educar a nuestros niños y jóvenes para que se orienten por el valor real de las cosas, que se den cuenta que la vida tiene un sentido y que reconozcan y respeten la dignidad de todos los seres.
La sociedad de hoy nos quiere vender la idea de que, entre “más vea mi ombligo” y entre más piense primero en mí, más feliz podré ser. Lo que no hemos logrado comprender es que la plenitud mi proyecto de vida realmente está en el otro(s) -pues no me puedo realizar si no me entrego-. La felicidad no depende tanto de si tengo o no seguridad material, sino más bien, de si encuentro o no el significado de mi existencia.
Qué importante es ayudar a los jóvenes a interiorizar los valores para que se conviertan en esas pautas de conducta que marquen las directrices de una conducta coherente. Sólo los valores les permitirán encontrar sentido a lo que hacen, tomar decisiones pertinentes, responsabilizarse de sus actos y aceptar sus consecuencias.
Los valores auténticos, asumidos libremente les permitirán definir con claridad los objetivos de sus vidas, los ayudarán a aceptarse tal y como son y a estimarse, al tiempo que lo harán comprender y estimar a los demás. Darán sentido a su vida y facilitarán la relación madura y equilibrada con su entorno, con las personas, acontecimientos y cosas.
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Catina
Esporádico


Registrado: 20 Jun 2006
Mensajes: 47

MensajePublicado: Mar Jul 29, 2008 6:53 pm    Asunto: Conclusión
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Ha sido una gran experiencia haber podido participar en este curso, aprendí muchísimo, pero sobre todo he aprendido a conocerme mas a traves el autoanálisis que nos han ofrecido.
Quiero agradecer profundamente a todas las personas que colaboraron y que hicieron posible este curso, que Dios los bendiga, y a todos mis hermanos que participaron en el, ya que me han aportado muchísimo a traves de sus respuestas.
_________________
Dios los bendiga
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Juanmi
Esporádico


Registrado: 04 Oct 2007
Mensajes: 46

MensajePublicado: Mar Jul 29, 2008 6:54 pm    Asunto:
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Paz y Bien
Fontanars dels Alforins (Valencia - España)
Gracias Señor. Gracias a todos ustedes.
Empecé el curso ilusionado, quizás demasiado confiado en las propias fuerzas. Me despido también ilusionado, aunque como puede constatarse, tan sólo me he ocupado de "descargar" los temas y poco más y ahí me duele. He ojeado los temas, pero he de confesar que aún estoy escribiendo las reflexiones introductorias sobre "Madurez humana y social". Los temas con sus contenidos, el autoanálisis y demás, aunque ya he cumplido los 51, son para mi como semillas en primavera.
Gracias y que el Señor bendiga a todos.
_________________
paz y bien
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Monica L. Moreno y G.
Asiduo


Registrado: 18 Feb 2007
Mensajes: 194
Ubicación: Mexico D.F.

MensajePublicado: Mie Jul 30, 2008 2:41 am    Asunto: Comentario Final
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Conclusión al Curso Herramientas para Formar en las Virtudes.

Estimados hermanas y hermanos en Cristo Jesús.

Hemos llegado al final y les agradezco ola paciencia que me han tenido, y lo mucho que me enriquecieron, con sus comentarios y le agradezco a la Maestra Mayra Novelo, a todos los que intervinieron en el curso y al tutor José Ma. Barrio Maestre, Dr. en Filosofía.

Publicar el resumen final del curso en los foros

La carta del Padre Maciel es un recordatorio que el cristiano debe ser el verdadero discípulo, e hijo de Dios, con la practica de las virtudes.

En cuanto a las Virtudes. Las Virtudes Cristianas deben ser lo que llene la mente, palabras, y obras del cristiano, la virtud es un efecto de la FE en acción, los cristianos somos “Pueblo adquirido por Dios”, con el objeto de anunciar “Las Virtudes de Aquél que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”.

No por nosotros, sino que Él nos llamó para que fuéramos la sal de la tierra.

Siendo la santidad la suma de las virtudes llevadas al más alto vértice que una criatura puede alcanzar, heroicamente amadas y servidas con completo desapego de todo lo que sea apetencia o reflexión humana hacia cualesquiera cosas.

Podría decir que el santo es aquel a quien el amor y el deseo le obstaculizan el ver cualquier otra cosa que no sea Dios; sin distraerse con la visión de cosas inferiores, tiene las pupilas del corazón fijas en el Esplendor santísimo que Dios es, y en Él ve - puesto que todo está en Dios - a sus hermanos, inquietos y con manos implorantes. Sin separar sus ojos de Dios, el santo se prodiga en favor de sus hermanos suplicantes. Actuando con las virtudes. Contra la carne, las riquezas y las comodidades, enarbola su ideal: servir. ¿Es un ser pobre o con taras el santo? No. Ha llegado a la posesión de la sabiduría y riqueza verdaderas, por tanto, a la posesión de todo. Y no siente cansancio, porque, si bien es cierto que produce continuamente, también lo es que continuamente está siendo alimentado. En efecto, cierto es que comprende el dolor del mundo, mas cierto es también que se apacienta de la alegría del Cielo. De Dios se nutre, en Dios se alegra. Es la criatura que ha comprendido el sentido de la vida.

Todas las virtudes se entrelazan entre si. Como las siete Virtudes, además de éstas, se consideran las tres Virtudes Teologales y las cuatro Virtudes Cardinales.

Virtudes Teologales: Son las Virtudes que el Espíritu Santo infunde en nuestra alma para que la inteligencia, libertad y la voluntad sirvan para ordenar las acciones del hombre a Dios mismo. Esto es durante el Bautismo. Son tres: la Fe, la Esperanza y la Caridad.

Se llaman cardinales porque son la bisagra,(cardo, en latín) sobre el cual gira toda la vida moral del hombre.

1.- LA PRUDENCIA

Para la iglesia y la ética católica, la prudencia dispone la razón a discernir, en cada circunstancia, el verdadero bien y a elegir los medios adecuados para realizarlo. Es guía de las demás virtudes, indicándoles su regla y medida.

2.- LA JUSTICIA
a) La virtud de la religión inclina nuestra voluntad a dar a Dios el culto que le es debido.
b) La virtud de la obediencia que nos inclina a someter nuestra voluntad a la de los superiores legítimos en cuanto representantes de Dios. Estos superiores son: los papás respecto a sus hijos; los gobernantes respecto a sus súbditos; los patronos respecto a sus obreros; el Papa, los obispos y los sacerdotes respecto a sus fieles; los superiores de una Congregación religiosa respecto a sus súbditos religiosos.

3.- LA FORTALEZA
Virtudes compañeras de la fortaleza:
Magnanimidad (emprender cosas grandes en la virtud).
Magnificencia (emprender cosas grandes en obras materiales).
Paciencia (soportar dificultades y enfermedades).
Longanimidad (ánimo para tender al bien distante).
Perseverancia (persistir en el ejercicio del bien).
Constancia (igual que la perseverancia, de la que se distingue por el grado de dificultad).

4.- LA TEMPLANZA

Para la doctrina cristiana, es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar ‘para seguir la pasión de su corazón’ (Si 5,2; cf 37, 27-31).

Virtudes compañeras de la templanza:
Humildad, que modera mi apetito de excelencia y me pone en mi lugar justo.
Mansedumbre, que modera mi apetito de ira.

Cada una de las siete virtudes que forman parte del Catecismo sirve para que el cristiano sepa cómo afrontar la tentación de cometer alguno de los siete pecados capitales, puesto que se contraponen a ellos y por ello sirven como modo de salvar el alma. A saber:

Humildad (Latín, humilitas) contra el pecado de soberbia
Generosidad (Latín, liberalitas) contra el pecado de avaricia
Castidad (Latín, castitas) contra el pecado de lujuria
Paciencia (Latín, patientia) contra el pecado de ira
Templanza (Latín, frenum) contra el pecado de gula
Caridad (Latín, humanitas) contra el pecado de envidia
Diligencia (Latín, industria) contra el pecado de pereza

Formación de la Inteligencia: Prudencia.

Formación de la conciencia: Sinceridad. Pero siendo realmente sincero, aceptando nuestros defectos, y miserias. Gracias a Dios que tengo miserias, porque me doy cuenta que le necesito mas que a nadie en mi vida, y que aferro mas cada Día a su amor.

Formación de la Voluntad: fortaleza.

Formación espiritual: Piedad. La Virtud de la piedad es necesaria para perfeccionar hasta el heroísmo las demás virtudes. Es una Virtud sobrenatural infundida por la gracia Santificante, para estimular a la Voluntad, inspirada por el Espíritu Santo, un afecto filial para con Dios y de fraternidad con el prójimo en cuanto a hermanos de l mismo Padre, que está en los Cielos.

Formación del corazón: La caridad. "la caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios".

Formación de los sentimientos: Ecuaminidad. La ecuanimidad consiste en mantenerse de manera habitual con un estado de ánimo sereno, equilibrado entre la alegría y la tristeza.

Formación del carácter: Dominio personal. El carácter y el dominio personal, solo se logra con Voluntad. Es deber de todo cristiano el dominarse para poner nuestros sentidos en orden.

Sigue lo mas difícil, hacer vida lo aprendido y solo se logra con Eucaristía, oración, con Maria y Jesús, y poniendo la voluntad en el obrar, HACIENDOLO.

Gracias a todos nuevamente y oren por mi que yo ya rezo por ustedes.
_________________
¡En la Voluntad de Dios!
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IreneLupe
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MensajePublicado: Mie Jul 30, 2008 4:18 am    Asunto:
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Responder citando

Hola queridos compañeros y autores del curso...

Sólo tengo palabras de agradecimiento para ustedes... sus opiniones fueron bien recibidas por esta cabecita mía... gracias a sus palabras he dado respuesta algunas interrogantes que tenía, respecto a si el camino que recorro es el correcto... Lo es... De manera que tengo que seguir "sin prisa pero sin pausa" respondiendo a ese llamado que el Amante me hace...

Gracias... Hace unos días platicando con un sacerdote... escuche de sus labios unas palabras que traduzco de este modo: "El saberte acompañado de Jesús... Te da lucidez , el espíritu te da las palabras... cuida la tonalidad de ellas"... El nos acompaña y nos guía..


Gracias.
_________________
Ahora estoy aquí por ti....
Irene Guadalupe
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lalala
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Registrado: 17 Jul 2008
Mensajes: 17

MensajePublicado: Mie Jul 30, 2008 2:52 pm    Asunto: CONCLUSIÓN
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Responder citando

Luego de leer el material de la conclusión, creo que es necesario ayudar a que nuestros hijos y alumnos distingan lo que es valioso y con sentido de lo que no lo es, desde la niñez temprana.
En las situaciones diarias los niños irán descubiendo, adhiriendo y encarnando los valores y las virtudes que nosotros les queremos transmitir.
Debemos educar con responsabilidad y dar respuestas. Frente a la crisis de identidad, de verdad y de sentido de la vida, al miedo al futuro, debemos ser la opción por el respeto a la dignidad de la persona, por la verdad, fundamento de la libertad y de la justicia. Estas acciones exigen adoptar un estilo propio de acción.
Como educadores debemos ser buscadores de la verdad y de medios para comunicar la verdad descubierta. Nuestra misión no es solo transmitir conceptos vacíos y superficiales, sino lo más selecto de uno mismo, de nuestra madurez personal, du nuestra experiencia.
Debemos irradiar el entusiamo que se siente por los valores y las virtudes que vivimos y comunicamos. Necesitamos una formación sólida para ser servidores de la verdad y del bien. Debemos afirmar nuestra fe en la fuerza de la Verdad y del Bien, que son Dios mismo.
Al finalizar la reflexión de este tema, he llegado a la conclusión que he aprendido mucho a lo largo del curso, pero que necesito seguir profundizando mi conocimiento sobre las virtudes y los valores y como transmitirlos.
Creo que es muy importante, reconocernos siempre aprendices para poder tener la humildad de los grandes maestros.
Debemos estar convencidos de lo que anunciamos y hacerlo con nuestra propia vida.
Los que somos educadores debemos reconocer el lugar privilegiado en el que estamos. El lugar donde se forman las futuras generaciones. Por esto mismo un lugar de mucha responsabilidad y compromiso.
Gracias. Wink

_________________
MARIA SOLEDAD BENITEZ
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Mariluisa
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Registrado: 05 Jun 2008
Mensajes: 70

MensajePublicado: Jue Jul 31, 2008 12:00 am    Asunto: Conclusión del libro del P. Maciel
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Conclusiones: El fin de mi vida es Dios, santificarme y santificar a quienes están cerca de mi para llegar juntos al fin último; considero que Dios me ha dado ciertos dones, los cuales debo desarrollar para el bien no solamente mío, sino de los demás.
Es importante considerar los valores materiales que Dios nos ha otorgado para que podamos cubrir nuestras necesidades, pero no olvidar que existen otros valores tan importantes o aún más que estos y no aferrarnos a lo material.
El valor de la vida, que tan devaluado está actualmente, ya que con los vicios como la drogadicción que lleva muchas veces al suicidio o a la muerte por exceso, o bien los abortos y eutanasia que se extienden cada vez más en las legislaciones.
Los valores biológicos y psicológicos, que proporcionan bienestar al cuerpo y a la mente mediante el cuidado del mismo, que algunos exageran en gran medida, olvidándose de la conformación de la persona humana en cuerpo, alma y espíritu, dejando los dos últimos en el olvido.
Los valores morales, en muchos casos, también se han relegado, ya muchas personas no tienen paciencia, ni amabilidad, ni muchos de los otros valores morales de los que habla el P. Maciel, ya que piensan que el ser bruscos y hasta groseros es la moda. En cuanto a los valores religiosos, muchos dicen que es de viejitas o de monjas el creer en Dios y se alejan de todo lo que se relaciona con Él.
Los valores Cristianos, en este caso es importante tomar a Jesús como modelo de vida y cada vez que vamos a hacer alguna cosa, encomendarnos a Él y a su Madre Santísima y preguntarnos ¿Qué harían ellos en esa situación?.
En la actualidad todos pedimos más libertad, pero nadie pensamos que para hacer uso correcto de esa libertad es necesario formar nuestra conciencia, para lograr esto no hay nada mejor que frecuentar los sacramento, es decir acercarnos al sacramento de la Eucaristía y por ende de la Reconciliación, esto fortalece nuestro espíritu y nos hace madurar. Otra fuente de energía para nuestro espíritu es la oración, quien no tiene oración es como una planta sin agua que muere.
Por nuestro bautismo somos luz y sal, esto implica también proclamar la palabra y difundirla entre nuestros hermanos.
Gracias, que Dios los bendiga y espero participar en otro curso. Mariluisa
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Angelitos
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Registrado: 05 Jun 2008
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MensajePublicado: Jue Jul 31, 2008 12:05 am    Asunto: Conclusión
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Responder citando

A la respuesta de ¿porque vivo? Lo primero que me vino a la mente es : porque Dios así lo quiso; entonces, si vivo por favor de Dios debo de corresponderle. Mi sentido de la vida, creo yo, es ser santo y santificar a mi esposo, así juntos los dos santificar a nuestros hijos.
Creo que a los laicos nos cuesta más trabajo despegarnos de las cosas del mundo y ver siempre con claridad que nuestro fin debe ser siempre las cosas de Dios porque nos llegan las preocupaciones sobre todo de los hijos o los gastos familiares y ha llegado tanto nuestro afán que muchas veces anteponen el bienestar material a la educación de los hijos (por trabajar ambos los dejan en guarderías sin pensar que, aunque sea un personal altamente capacitado, no es lo mismo el interés que puede ponerle uno en la educación de nuestros propios hijos, sobre todo tratándose de valores), muchas veces se suple el amor y la atención de los padres con juguetes, fiestas, autos, viajes ... El darle tantas cosas materiales les impide, además, forjarse el carácter.
Todo esto contribuye a la desintegración familiar pues, alguien acostumbrado a estar fuera de casa todo el día y solo llegar a dormir ¿como puede sentirse parte de una familia, como puede sentirse integrado?
No debemos perder nunca de vista la jerarquía de valores y nuestro fin último.
Sin valores, no puede haber seguridad ni paz ni progreso como personas.
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Licha
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Registrado: 28 May 2008
Mensajes: 21
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MensajePublicado: Jue Jul 31, 2008 1:35 am    Asunto: Re: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Responder citando

Respuesta a la conclusión del curso de los valores.

Introducción: Me gusto mucho y pineso que gracias que vivamos lo valores vamos a poder ser imagen de Cristo aquí en la tierra, porque desgraciadamente nos estamos dejando llevar por el medio ambiente de nuestra sociedad, de nuestro mundo.
Porque ya se viven antivalores, pero lo mas triste es que no nos damos cuenta o no nos queremos dar cuenta de esto y seguimos como si nada, autorizando leyes que van en contra de Dios, o vivimos en casa como seres sin estar ligados a Dios.

TEMA 1: EDIFICAR LA VIDA SOBRE ROCA: Aquí el Padre Maciel nos hace ver que la vida es un regalo de Dios y que debemos encontrar sentido a la vida, el porqué hemos sido creados y para qué.

TEMA 2.- LA PERDIDA DEL SENTIDO DE LA VIDA: Es necesario buscar la verdad, es necesario reflexionar el porqué vivivmos y así encontraremos nuestra identidad.

TEMA 3: SOLO DIOS DA SENTIDO A LA VIDA:
Es vivir junto a Dios y esto lo vamos hacer viviendo con una gran fe y siendo dóciles al Espirítu Santo vamos a descubirir ese sentido.

TEMA 4: LOS VALORES Y SU CLASIFICACION: Construir sobre roca para que no la destruyan nada ni nadie. Ya que viviendo los valores de Cristo nos acercamos a Dios.

TEMA 5: LOS VALORES CRISTIANOS Y JESUCRISTO: Aquí podemos decir que sólos no podemos vivir necesitamos a Cristo , ser como El, ya que sin El no podemos solos.

TEMA 6: MADURES INTEGRAL: La madurex la vamos a tener si seguimos trabando en la fe, no perder nunca nuestra fe, y gracias a nuestra conciencia sabremos si estamos en el camino correcto.

TEMA 7: LOS SACRAMENTOS Y LA ORACION: Los sacramentos son como una ayuda para poder estar en constante unión con Cristo, son nuestras muletas que nos ayudan a caminar y la oración es nuestra fuerza, nuestro alimento.

TEMA 8: ALGUNOS VALORES: GENEROSIDAD, AUDACIA, CONSTANCIA: Si no somos generosos, si no pensamos en los demás, malo porque no nos salvamos solos, y no solos nos condenamos.
Somos una unión, así que necesitamos la audacia pra seguir el camino correcto pero también la constancia para no dejarnos caer.

TEMA 9: LOS VALORES HUMANOS Y EVANGELICOS: Mis valores deben ser de acuerdo a los valores de Cristo, puesto que El es mi ejemplo a seguir.

TEMA 10: COMO EL ALMA EN EL MUNDO: Debo ser ante todos y ante mi misma coherente con lo que creo y hago, no puedo estar en el mundo y diciendo que quiero ser Cristo sino vivo los valores de El.

Agradezco el curso me ha sido muy provechoso y espero con la ayuda de la Virgen como dice el Padre Maciel en el último capítulo, poder decirle siempre SI a Cristo.

Me interesa tener el Certificado, por favor me indican que es lo que tengo que hacer.
Crying or Very sad Voy a extrañar todas estas reflexiones, pero tambien espero vivirlas, así que me encomiendo a sus oraciones.
FELICIDADES POR ESTE TIPO DE CURSOS Laughing
Atentamente
Alicia Canales.


Mayra Novelo escribió:
Conclusión al Curso Herramientas para Formar en las Vrtudes.
Conclusión, bibliografía y anexos del curso.


«No es tiempo perdido el que se dedica a reflexionar sobre el sentido de la vida, porque si la vida careciera de él, entonces serían inútiles todos nuestros esfuerzos de edificación y de construcción».



A. Siguiendo la motivación del texto mencionado y cómo conclusión de este curso invito a la lectura de la siguiente carta con el tema de los valores humanos y cristianos, escrita por el padre Marcial Maciel fundador de los Leginarios de Cristo. La carta está desarrollada en los siguientes 10 puntos que engloban las sesiones tratadas en nuestro curso y pueden servirnos como pautas para para continuar formando a nuestros hijos y alumnos.

(da clic al titulo de cada punto para consultar el texto)

Introducción
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6965

Capítulo 1: Edificar la vida sobre roca
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6966

Capítulo 2: La pérdida del sentido de la vida
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6967

Capítulo 3: Sólo Dios da sentido a la vida
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6968

Capítulo 4: Los valores y su clasificación
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6969

Capítulo 5: Los valores cristianos y Jesucristo
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6970

Capítulo 6: La madurez integral
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6971

Capítulo 7: Los sacramentos y la oración, escuela de auténticos valores
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6972

Capítulo 8: Algunos valores: generosidad, audacia, constancia
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6973

Capítulo 9: Difundir los valores humanos y evangélicos
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6974

Capítulo 10: Como el alma en el mundo
http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=549&capitulo=6975


Comparte tu conclusión general en los foros del curso




B. Presento la Bibliografía base del curso, material disponible en la biblioteca de Educadores Católicos y otros cursos de formación impartidos desde Catholic.net.


Bibliografía

Varela, Pilar. Herramientas para papás: contenidos de formación integral, 2005.

Asociación de Editores del Catecismo: Catecismo de la Iglesia Católica, Ed. B.A.C., España, 1992.

Royo Marín, Antonio, O.P.: Teología de la Salvación, Ed. B.A.C. Madid.

Llanos Cifuentes, Rafael: La fortaleza, Ed. Minos, México, 1998.

Martín Descalzo, José Luis: Razones para la alegría, Ed. BAC, Madrid, 1990.

Rojas, Enrique: La conquista de la Voluntad. Ed. Temas de hoy, España, 1996.

Zanuso, Hermenegildo: Cuéntame un ejemplo, Ed. Buena prensa, México, 1995.

Uguarte Corcuera, Francisco: Del resentimiento al perdón, Ed. Panorama, México, 2005.

Maciel Degollado, Marcial: Familia escuela de evangelización, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 1997.

Maciel Degollado, Marcial: La caridad evangélica, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 1993.

Maciel Degollado, Marcial: El hombre del Reino, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 1994.

Maciel Degollado, Marcial: La formación integral, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 2001.

Maciel Degollado, Marcial: Valores humanos y cristianos, Ed. Centro de estudios Tajo, S.C., México 1997.

Le Senne, René, 1883-1954:Tratado de caracterología / René Le Senne ; traducción del francés por Fernando Morente — Buenos Aires : El Ateneo, 1953 . — 534 p. ; 19 cm.



Material disponible en la Biblioteca de Educadores Católicos
http://www.es.catholic.net/educadorescatolicos/biblioteca.phtml?ts=51



Otros cursos impartidos desde la comunidad de Educadores Católicos
http://es.catholic.net/educadorescatolicos/753/



Nota:

Agradecemos el apoyo incondicional de nuestro Asesor Padre Lluciá Pou y la atención que nuestros tutores han tenido con cada uno de los alumnos del curso

De manera especial nuestra gratitud se dirige a Joaquin Buxade, que desde la ciudad de Puebla, México.; ha colaborado voluntariamente en la revisión de redacción de cada una de las sesiones del curso.


Muchas gracias y que Dios los llene de bendiciones.

En Cristo,
Mayra Novelo de Bardo
alianzas@catholic.net
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cyann macia
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Registrado: 30 May 2008
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MensajePublicado: Jue Jul 31, 2008 4:51 am    Asunto:
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Que buena iniciativa este curso práctico de herramientas para educar en virtudes!!!
Con cada tema se iba abriendo la mente y el corazón para, de verdad, hacer todo de la mejor manera, poniendo todo nuestro empeño y haciéndolo vida.
Sé que todos los días fallamos pero también rectificamos y crecemos. Con la ayuda de Dios, confiandonos a El saldremos siempre adelante.
El documento final me pareció de una gran profundidad pero también un llamado a vivir siempre cara a Cristo, haciendo apostolado, creciendo en virtudes y apreciando los valores que Dios nos ha regalado. Me dió nostalgia el recuerdo de nuestro queridísimo Juan Pablo II y ME IMPRESIONÓ LA DESCRIPCIÓN TAN BELLA Y ACERTADA DE SU PERSONALIDAD.
Estoy aplicando todo lo recibido con mis hijas en primer lugar y con mis alumnas. GRACIAS a todos los de Catholic.net y felicitaciones a Mayra por la excelente coordinación del curso.
Cyann Maciá de Cabarcas
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Ro
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Registrado: 03 Jun 2008
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MensajePublicado: Jue Jul 31, 2008 5:56 am    Asunto: Conclusión al Curso Herramientas para Formar en las Virtudes
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Conclusión al Curso Herramientas para Formar en las Virtudes.

Capítulo 1. Edificar la vida sobre roca
Dios nos ha regalado la vida y no es fácil ni siquiera el reflexionar en ello, es difícil tomarse un tiempo para estar en ese “silencio” tan necesario para que los “sonidos” de los pensamientos impregnados de la voz dulce de Dios nos permitieran adentrarnos en el plan que El tiene para nosotros. Yo quiero descubrir que quiere exactamente de mi, que fue lo que pensó cuando me creó, que es lo que sueña que yo haga de mi vida para que una vez que cumpla con ello, esté orgulloso de mi por haber desarrollado los talentos que me dio y de haberme puesto a su servicio logrando las obras maravillosas que El planea.

Quiero descubrirlo y pedirle que me enseñe a esforzarme para cumplir con mi misión en la vida.

Capítulo 2: La pérdida del sentido de la vida

Es impresionante como las palabras del padre Marcial Maciel fundador de los Legionarios de Cristo me han tocado el corazón, lo que dice es exactamente lo que a mi me ha pasado… “Esta búsqueda de la propia identidad puede llegar en ciertos momentos a hacerse más aguda, sobre todo en aquellas fases de la existencia, como en la juventud, cuando el hombre se encuentra de frente a su propio destino o en ciertos momentos de particular sufrimiento o de elecciones especialmente importantes.

Hay que ponerse en una actitud de búsqueda. Hay que buscar si se quiere encontrar.
Es necesario descubrir aquel o aquellos valores que hacen que la vida valga la pena ser
vivida”.
Yo quiero lograr esto, estoy buscando mi camino y me parece que voy bien, es necesario que tenga más diálogo y abandono en Dios; el indicará el camino y espero tener la inteligencia para descubrirlo y la voluntad para seguirlo.
Capítulo 3: Sólo Dios da sentido a la vida

El ¿porqué? y ¿para qué? me ha creado Dios son dos preguntas que me han perseguido a lo largo de mi vida, especialmente de la juventud, con todo el respeto, me ha pasado muy parecido al padre Maciel en el sentido de hacerme muchas preguntas y de querer encontrar las respuestas adecuadas que me acerquen a Dios y a al cumplimiento de mi tarea para llegar a El y para hacerle fácil el camino al cielo a los demás.

Capítulo 4: Los valores y su clasificación

Es la vida el don más grande, es la vida la oportunidad de ser, por la cual podemos hacer grandes y maravillosas obras. Es preciso aceptarla, amarla, cuidarla, valorarla y darla. Los valores nos ayudaran a regirnos por un camino positivo, por un camino de verdad y las virtudes nos ayudan a ser mejores en nuestro actuar para transformar no solo nuestra vida sino también la de los demás para llegar a la Meta Final: Dios.

Capítulo 5: Los valores cristianos y Jesucristo


La personalidad de Jesús, que barbaridad, es impresionante como una persona puede ser tan maravillosa, claro que estamos hablando del mismo Dios, verdadero Dios y verdadero hombre; que ejemplo tan claro; El vivió, pensó, sintió, habló, actuó de la forma en la que todos los seres humanos deberíamos. El sabe, no es un Dios distante, es un Dios que ha estado en los zapatos de los hombres, que no es indiferente a nuestra realidad, realidad por la que sufrió y sufre nuestro dolor, nuestra vida no le es ajena, es la misma realidad que fue la suya hace 2008 años… y cada vida es suya. Me conmueve tanto Amor, me sorprende, me alienta, me ayuda a que con mi fragilidad y limitación pueda acercarme más a El.


Capítulo 6: La madurez integral


La personalidad madura es tan difícil de conseguir, es la tarea del hombre, es la lucha por ser plenamente humano, por tener la base para que la fe crezca y se apodere del corazón y de la mente.

Que ganas dan de ser así y que compromiso tan grande se necesita con Dios, con uno mismo y con los demás.

Quiero profundizar en el conocimiento de Jesús y de María para que con el ejemplo de su santa humanidad yo pueda aprender a ser quien puedo llegar a ser.

Capítulo 7: Los sacramentos y la oración, escuela de auténticos valores

Me impresiona el tema de la oración y de los sacramentos, quiero tener un encuentro con Dios al frecuentar estas herramientas que nos ha dado para estar cerca de El y ser santos. Quiero tener ese trato personal con Dios, y creo que lo mejor para tenerlo es pidiéndoselo con todo el amor e intentando con esfuerzo una oración cada vez mejor hecha y más profunda.

Capítulo 8: Algunos valores: generosidad, audacia, constancia

Estas virtudes me parecen imposibles de hacerlas vida sin la presencia de Dios, es heroico estar dispuesto a todo, no quiero naufragar, quiero un alma fuerte, decidida, una personalidad abierta al Amor de Dios sin miedo, sin angustia, sin preocupación. Quiero luchar lo que más pueda y abandonarme, confiarme en El.

Capítulo 9: Difundir los valores humanos y evangélicos

Quiero cumplir con mi deber de cristiana, de llevar la Buena Nueva desde el lugar donde Dios me ha puesto, quiero descubrir mi misión particular para que desarrolle los talentos y contagie al mundo de la única Verdad, no es fácil, lo primero es la oración, el estudio y una vida de lucha por aprender a amar cada vez mejor.

Capítulo 10: Como el alma en el mundo

Es imprescindible comprometerse con uno mismo a tomar una decisión que transforme en verdad la vida. El cambio en uno mismo generará cambios extraordinarios en los demás a nuestro alrededor, el amor genera amor y eso es lo que necesita el mundo. No hay nada que esperar, el sentido de la vida es aprender a amar para llegar a Dios porque El nos ama a todos y de alguna manera todos somos corresponsales de todos ante El.

Comparte tu conclusión general en los foros del curso


Me encantó la temática del curso y su dinámica, en especial la propuesta de ejercicios prácticos para ejercitar las virtudes y el tema que habló sobre el carácter con los diferentes tipos de carácter.

Madurar como ser humano es el camino por el cual podemos caminar hacia la perfección a la que somos llamados, es necesario poner todos los medios para lograr crecer como seres humanos en el Amor.

Agradezco este curso a Dios y a toda la gente involucrada y espero poder transmitir a los demás con mi ejemplo lo aprendido y continuar formándome en los cursos que aquí se ofrezcan; en verdad vale muchísimo la pena el esfuerzo de ustedes por poner al alcance de todos la oportunidad de ser mejores personas.

Rosario Prieto.
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Mayra Novelo
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MensajePublicado: Jue Jul 31, 2008 1:17 pm    Asunto: Maria Elena
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Comentario de Maria Elena B

La misión que tenemos es la de ir por todas partes llevando la luz de la Verdad, en estos tiempos en los que se difunden tantos errores, en los que la falta de fe se propaga, debemos ser luz encendida en la noche , Vivir el Evangelio y anunciarlo a la letra sin dejarnos engañar por nuevas doctrinas seguidas por tantos.
Llevar la luz de Cristo, anunciar a Cristo a los demás, con ardor y fervor, con entusiasmo, llevar la salvación de Cristo a la humanidad, anunciar a Jesús como el único Redentor y Salvador.
Este es el sentido de nuestra vida, es la alegría mas grande de nuestro corazón, saber que Cristo está vivo en medio de nosotros.
Escuchar la voz de Dios, seguir la voz de Dios, entender nuestra misión, Servir a los demás con generosidad, con decisión, con constancia, con valentía y audacia.
En obediencia humilde a las directrices de la Iglesia, al Papa y a su magisterio.
_________________
“Te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios mío infinitamente amable, y prefiero morir amándote a vivir sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente... ”
(Cura de Ars)
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MensajePublicado: Jue Jul 31, 2008 2:39 pm    Asunto:
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Muchas gracias por todo este trabajo.
Para mi en lo personal todo este material es una guía que perfectamente me ilumina el camino de la educación y de la formación.
Como madre es valiosísimo todo lo que ha sido presentado en los temas.
Cada tema me ha implicado reflexión, esfuerzo y además algo sobre lo que en nuestra familia meditamos y nos fijamos objetivos.
Nuevamente gracias y que Dios los bendiga
_________________
Pily
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MensajePublicado: Jue Jul 31, 2008 8:48 pm    Asunto:
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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"Sí, la vida vale la pena, si la edificamos sobre Cristo, la única piedra angular (cf. Hch 4, 11): Cristo es el único que da valor, sentido y significado a la vida humana."

Al inicio de la carta, me hice a mi misma la pregunta "Cual es el sentido de mi vida"... me alegra la respuesta, se que me hace falta muchisimo, pero estoy convencida que mi sentido de vida es llegar a encontrarme con Dios... Hace poco, nuestra familia perdio a un ser muy querido, mi abuelita... pero sinceramente yo estoy feliz por ella, creo que nadie o muy pocos me entienden, pero estoy feliz porque ella vivio una vida de la mano de Dios y al final de su vida, se acerco mucho mas El con sus actos y su total desprendiminto.. .ella esta con EL!! que mas felicidad que eso?...

Este curso, se me ha hecho tan corto, tan rapido a llegado a su final, pero me ha dejado mucho, me ha dado un camino a seguir para llegar a esa meta, para poder encaminar a mi bebe o los hijos que Dios quiera darme...

Muchas gracias, bendiciones a todos.
_________________
Maria Jose Leal de Batista
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MensajePublicado: Vie Ago 01, 2008 2:30 pm    Asunto: II PARTE DE LA CONCLUSIÓN DEL CURSO DE HERRAMIENTAS PARA FOR
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Hola, Soy Mónica Fonseca Rojas y esta es la segunda parte de mi conclusión sobre el curso de Herramientas para formar en virtudes, sobre los textos del P. Marcial Maciel, L.C.

1. Edificar la piedra sobre la roca

El Señor nos dio la vida por lo tanto, debemos edificar nuestra vida sobre su Palabra. Nada tiene sentido si nosotros no nos proyectamos como seres trascendentes. Solo obrando con la mirada puesta en Dios, todas las fatigas, trabajos, la vida misma tiene un inmenso valor que nos llena de esperanza.

1. La pérdida del sentido de la vida
La vida vale la pena ser vivida si sabemos buscar la verdad. En cada uno de nosotros está el descubrirla, caso contrario por más que tengamos todas las cosas materiales que anhelamos, todo lo que este mundo consumista nos ofrece, no seremos felices. Cuando todos nuestros sueños se derrumban, más debemos aferrarnos a esa Verdad Única que es Jesús.

2. Solo Dios da sentido a la vida
Como el P. Maciel, pues me hacía esas preguntas, y en las posibles respuestas solamente podía encontrarle a Dios y eso me maravillaba. Ahora que tengo mis años me aferro aún más a su Palabra, a su amor que siempre está ahí derramado sobre mi existencia. Cada momento y etapa de mi vida he sido amada por el Señor. Ahora trato de hacer mi trabajo de la mejor manera, sé que esa es la misión que me encomendó, porque poco a poco mi camino se va aclarando.
3. Los valores y su clasificación
Si descubro que Dios es el bien supremo, entonces nada debo temer en este mundo. Si los valores se cimentan en Él, nada me puede faltar, Él es mi punto de referencia que me anima y me hace fortalecer el espíritu cuando las cosas no me salen como calculaba, o cuando las cosas van bien. Si los valores se refieren a todas las dimensiones humanas: a la esfera sensitiva y biológica, a la esfera económica y social, a la esfera propiamente espiritual, y a la esfera moral y religiosa, y me esfuerzo en cultivarlos, potenciarlos, vivirlos, testimoniarlos, entonces seré feliz.

También concuerdo en que Dios me da lo que necesito y nada más. Me da la vida que tiene un carácter sagrado y por ello desde mi función de docente debo promover en mis jóvenes la defensa de la vida de los seres inocentes y de los que por enfermedad quiere el resto eliminarlos.

Es imprescindible vivir los valores morales como la inteligencia, la voluntad, la fortaleza, la amistad, la amabilidad, la comprensión, la paciencia, la capacidad de trato y de relaciones humanas, la caballerosidad, la gratitud, los buenos modales, la nobleza y fidelidad a la palabra dada, la compasión, la gratitud, el perdón, la magnanimidad, la hospitalidad y la acogida, la nobleza de carácter, la búsqueda del bien común, la responsabilidad social, la justicia, la solidaridad, etc. la amistad, la amabilidad, la comprensión, la paciencia, la capacidad de trato y de relaciones humanas, la caballerosidad, la gratitud, los buenos modales, la nobleza y fidelidad a la palabra dada, la compasión, la gratitud, el perdón, la magnanimidad, la hospitalidad y la acogida, la nobleza de carácter, la búsqueda del bien común, la responsabilidad social, la justicia, etc. Y todos estos valores sobre la roca firme que es Dios.

4. Los valores cristianos y Jesucristo

Todos los valores cobran fuerza con la venida de Jesús pues en Él encontramos lo que debería ser el corazón del hombre evangélico: la pobreza de espíritu, la mansedumbre, la misericordia, la pureza de corazón, la búsqueda de la paz y de la justicia, la paciencia de frente a la persecución, la confianza absoluta en la Providencia, la humildad, la sencillez, la capacidad de llevar la propia cruz, la abnegación, el perdón de los enemigos y, sobre todo, el amor mutuo, pues Jesús se comprometió a fondo con nuestro Padre, ahora nos queda seguirlo.

5. La madurez integral

Si llegamos tener una conducta que se guía por la razón y la fe, buscando altruistamente el bien de los demás entonces seríamos personas maduras a una persona madura, que sabe lo que quiere y hace de su vida una constante misión sin perder su horizonte y sin dejar a medias sus metas y viviendo los valores evangélicos como buen cristiano.

Para lo dicho anteriormente es prioritario que vayamos formando nuestra conciencia el campo de la ética familiar, social y profesional, dejándonos guiar por el Espíritu Santo, por personas competentes o experimentadas en el nivel familiar, cristiano…

6. Los sacramentos y la oración escuela de auténticos valores
En los sacramentos se nutre nuestra vida pues llegamos a unirnos a Cristo de modo tal que podemos vivir los valores humanos, evangélicos como Él los vivió.
Así mismo la oración es otro de los manantiales que vivifican nuestro espíritu y nos pone en contacto directo con nuestro Creador. La oración nos da la vida y nos fortalece y nos da esperanza para llegar y mantenernos en la gracia de Dios hasta el día final de nuestra existencia terrena.

7. Algunos valores: generosidad, audacia, constancia
Vivir la generosidad, la valentía, la audacia y la constancia nos hace recuperar el sentido de lo que hacemos amparados por la mano amorosa de Cristo. Solo cobijados con su supremo amor podemos vencer todas las dificultades, entregarnos de lleno a servir a los demás, y sobre todo servirle al Señor.
8. Difundir los valores morales y evangélicos
Somos hijos de Dios y nuestra misión es difundir, ser testimonio para los demás, anunciar el evangelio, hacer nuestro apostolado, permitir que el resto del mundo conozca a Cristo, para ello hay que cultivar el entusiasmo, la fe en el Señor, solo así podremos ayudar a los demás. Pues nuestra vida está atada al amor de Cristo que es nuestra piedra angular, nuestra fortaleza.

9. Como ama el mundo
Así como los primeros cristianos, hoy nosotros somos los llamados a vivir todos los valores evangélicos, aunque el mundo proponga otra cosa diferente, debemos ser la luz que brilla invitándolos a la conversión, debemos ser el alma del mundo, ser el fermento que transforma esta cultura de muerte por una cultura de vida, de vida que solamente la encontramos en Cristo.

Gracias por este curso maravilloso
Un abrazo fraterno a todos los participantes a todo el equipo de Catholic.net…
Desde Ecuador
Mónica Fonseca Rojas
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jejifa
Esporádico


Registrado: 20 May 2008
Mensajes: 25
Ubicación: Mexico

MensajePublicado: Sab Ago 02, 2008 4:59 pm    Asunto: Conclusion curso
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Como tarea primordial debemos descubrir el sentido de nuestra vida; saber porque vivir , para saber como actuar. Descubramos que lo espiritual es el medio verdadero para satisfacer nuestro sentido de la vida.

Quien practica las virtudes busca y realiza en su vida los valores morales. El cristiano necesita de la gracia de Dios para edificar su vida sobre los auténticos valores, necesita por ello, acercarse a la oración y a los sacramentos. Hay que buscar siempre el perfeccionamiento como católicos y no conformarse pues seria retroceder. Como buscar el perfeccionamiento? O donde buscarlo? En el amor abundante y poderoso de Jesús ¡¡¡Él es el ideal de la perfección humana. Él es, el modelo mejor y perfecto para dar sentido pleno a la vida, para llenarla de valores, para vivirla en plenitud. El modelo de la perfecta armonía, de la madurez, de la inteligencia, del servicio, de la voluntad, de la conciencia, de la coherencia, de la prudencia, de la libertad, de la generosidad, de la constancia, de audacia e iniciativa…

Sigámoslo a Él, seamos como Él, escuchemos Su palabra y pongámoslo en obra, al igual que Cristo, cumplamos nuestra misión , vivamos con total plenitud el sentido de nuestra vida y seremos unos triunfadores.

Demos con nuestro ejemplo, testimonio de vida a nuestros hijos y a la gente que nos rodea, para así no solo vivir sino hacer vivir el Evangelio y las bienaventuranzas.

Dejemos de ser “yo” para poder seguirlo a Él, para que Él viva en nosotros y así poder edificar este mundo con las obras de nuestro mundo interior.

Tengamos a Dios como valor supremo ¡¡¡


Muchas gracias por el curso y ahora a hacerlo VIDA ¡¡¡
Very Happy
_________________
Saludos.....
Marisol
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AMorones
Esporádico


Registrado: 05 Oct 2007
Mensajes: 26

MensajePublicado: Dom Ago 03, 2008 2:23 am    Asunto: Conclusiones
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Siguiendo el texto conclusivo sobre la carta del P. Marcial Maciel:

"En el umbral del tercer milenio, nosotros tenemos el desafío de transformar nuestra sociedad, como los primeros cristianos lograron ser fermento en la masa pagana del imperio romano. Pidamos a Dios que conceda a la Iglesia una nueva pléyade de apóstoles intrépidos, dispuestos a crear esa nueva civilización del amor, esa cultura de los auténticos valores humanos y cristianos que oponga un dique férreo a la cultura del sin sentido y de la muerte que se quiere apoderar del mundo."

No me queda otra conclusión más que esta misma. Han sido semanas llenas de riqueza humana y espiritual. Estoy seguro que insuficientes para reflexionar todo lo que hemos recibido en el material, pero hay que avanzar, y me queda muy claro que las virtudes para vivirlas hay que ejercitarlas.

El compromiso es grande, Jesucristo espera de nosotros que seamos intrépidos, generosos, que vivamos el amor en plenitud, como Él mismo nos enseñó. Pido al Espíritu Santo me ilumine y ayude para tener la generosidad que este reto implica.

Saludos cordiales, Arturo Morones.
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Andrea Chacon
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Registrado: 05 Jun 2008
Mensajes: 9

MensajePublicado: Lun Ago 04, 2008 3:01 pm    Asunto: Conclusión
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Los valores son pautas y guías de nuestra conducta. Sólo el hombre es capaz de trascender del estímulo al sentido.
Las personas nos preguntamos constantemente acerca del significado de nosotros mismos, de lo que hacemos y del mundo que nos rodea. Esto es un indicador de que las personas tenemos necesidad de encontrar un sentido, de obrar con propósito claro, de saber a dónde nos encaminamos y por qué razón. Una escala de valores permite elegir entre caminos alternativos, o sea lo que es bueno y lo que es malo.
Los valores son de todo el mundo. Es decir, que existe un conjunto de valores que so comunes a todos los hombres y a lo largo y ancho del mundo.Lo que diferencia a unos hombres de otros es la mayor o menor intensidad que con que los viven.
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alicia51
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Registrado: 28 May 2008
Mensajes: 14

MensajePublicado: Lun Ago 04, 2008 5:35 pm    Asunto: alicia51
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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El tema de la V conferencia “Discípulos y misioneros de Cristo, para que en Él nuestros pueblos tengan vida”, discipulado y misión serían las palabras claves del documento de Aparecida (DA).
Para esto debemos revestirnos con la particular mirada de Jesús sobre el hombre pecador. Esta mirada la vemos Mt.9,36 el evangelista nos narra la mirada de Jesús sobre la multitud. Vale decir que se amplía el horizonte de esta mirada. Se trata de la mirada del pastor que ve las ovejas fatigadas y abatidas. Y esta mirada provoca un sentimiento profundo: la compasión. Jesús se duele entrañablemente de la situación en que viven los hombres. Siente lástima por ellos. Jesús ve también un inmenso campo de acción, una cosecha abundante. Y ve también que hay pocos trabajadores en comparación con las dimensiones del sembrado. Movido por esta "visión de la realidad", lo primero que hace Jesús es elevar la mirada al Padre, al dueño de la mies; e invitar a sus discípulos a hacer lo mismo: pedir que mande los trabajadores necesarios. Dios es el dueño de la mies, corresponde a Él, y sólo a Él, llamar y mandar a los cosechadores. Después de esta necesaria referencia a Dios, Jesús, en su lugar, llama y envía a los apóstoles.
¿Cuál es nuestra mirada sobre la realidad que nos toca vivir? Pienso que lo que vemos es muy semejante a lo que vio Jesús: mucha dispersión, desorientación, abatimiento. Lo diferente es la reacción que esta mirada nos provoca: el desaliento, el desánimo, la desesperanza. Es que no basta tener la mirada de Jesús, hay que tener sus mismos sentimientos, su mismo corazón. La misión es fruto, en parte, de una mirada sobre la multitud abandonada que provoca compasión. Una compasión que no se queda en queja o lamento; sino que mueve a la acción. Y la primera y necesaria acción es la oración. Porque no somos los dueños de los sembrados; las personas pertenecen a Dios. Hay que pedirle a Él que envíe misioneros; que despierte vocaciones misioneras.
En su primera visita a los Estados Unidos el Papa Juan Pablo II, hablándoles a los Obispos de ese país poseedor de una cultura tan pragmática, les decía: "Qué es lo primero que hay que hacer?. Lo primero que hay que hacer es rezar".
Aceptar esto supone aceptar que Dios forma parte de la realidad, que no podemos excluirlo al hacer nuestro diagnóstico pastoral. Sobre esto insistía el Papa Benedicto en su discurso inaugural en la conferencia de Aparecida:
"¿Qué es esta “realidad”? ¿Qué es lo real? ¿Son “realidad” sólo los bienes materiales, los problemas sociales, económicos y políticos? Aquí está precisamente el gran error de las tendencias dominantes en el último siglo, error destructivo, como demuestran los resultados tanto de los sistemas marxistas como incluso de los capitalistas. Falsifican el concepto de realidad con la amputación de la realidad fundante y por esto decisiva, que es Dios. Quien excluye a Dios de su horizonte falsifica el concepto de “realidad” y, en consecuencia, sólo puede terminar en caminos equivocados y con recetas destructivas. La primera afirmación fundamental es, pues, la siguiente: Sólo quien reconoce a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano. La verdad de esta tesis resulta evidente ante el fracaso de todos los sistemas que ponen a Dios entre paréntesis".
Una actualización de esta mirada de Jesús sobre la realidad podemos encontrarla en el capítulo segundo de Aparecida: "Mirada de los discípulos misioneros sobre la realidad".
También es posible y necesaria una actualización del llamado; más precisamente de la elección por parte de Dios si tenemos presente que Dios nos sigue llamando por nuestro nombre, personalmente, y nos sigue enviando. Sólo con esta certeza interior de su llamada de amor podremos mantener el ardor misionero. Es una gracia, gratis hemos recibido; pero al mismo tiempo es una responsabilidad, gratis debemos dar, compartir la fe recibida.
Sabemos del valor simbólico del número doce. Pero más allá de este significado, lo cierto es que no son muchos ante la inmensidad de la multitud. Es claro que para Jesús la misión no es cuestión de cantidad. Lo importante es la respuesta fiel y perseverante a la llamada, que no fue total, porque uno de los doce lo traicionó. Pero con estos once apóstoles comenzó la misión de la Iglesia. Es cierto, hubo algunos más; pero no muchos más. Y en casi cuatro siglos convirtieron al cristianismo en un imperio. La fuerza y la fecundidad vienen de la acción del Espíritu Santo. Esperar a ser muchos, a ser suficientes, es poner la confianza en nosotros mismos.
En cuanto a las instrucciones misioneras de Jesús a los apóstoles en lo que se refiere a los destinatarios de la misión parece claro que Mateo considera que Jesús fue enviado en primer lugar a Israel, el heredero de las promesas. Ante el rechazo de Israel, la misión se abre a todas las naciones, como lo deja claramente expresado el envío de Jesús resucitado: "Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos" Mt.28,19.
Por último, si por esas cosas de la vida alguno se siente fatigado y abatido, hay que atreverse a sentir la mirada compasiva de Jesús. El nos mira siempre así y se duele de nuestro abatimiento, de nuestra desorientación, de nuestra orfandad. Tengamos el cargo que tengamos, es bueno sentir esta mirada, pues nunca dejamos de ser ovejas ante sus ojos de Buen Pastor.
Queridos hermanos con una fe cimentada en el Señor, una oración constante y dispuestos a vivir una vida a su servicio dejándonos llevar con docilidad según el Espíritu Santo nos inspire nada podrá detenernos. Avancemos juntos hacia el tercer milenio. Gracias a todos los que compartieron este curso. Y fundamentalmente gracias al Señor que cuida de mi con amor infinito y a María por tenerme bajo su protección maternal.
_________________
"Hay de mi si no evangelizara"vivamos el esp. de una Iglesia q quiere llegar a todos ¡pobre de mí si alguno de mis hermanos no conoce a Cristo a causa de mi pereza, de mi distracción, de mi inoperancia o de mi superficialidad . Alicia51
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maría josé soto vargas
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Registrado: 17 Feb 2007
Mensajes: 9

MensajePublicado: Lun Ago 04, 2008 9:57 pm    Asunto: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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A través del curso comprendí más a fondo que el enseñar las virtudes nos ayuda a crear el espíritu de unión para poder crecer y prosperar a lo largo de nuestras vidas. Además, reforcé mi hipótesis, de que las virtudes sólo se aprenden si se practican, pues no es posible abordar una virtud de manera teórica, sino que debe ser practicada.
Personalmente considero que la educación de las virtudes debe ser concebida como una tarea donde interesan más las conductas que generamos en nuestros estudiantes, que la adquisición de conceptos abstractos y aplicables que sólo generan un terrible paralelismo entre el decir y el hacer.

De todo corazón muchas gracias a todos! Y recuerden… una buena acción se convierte en virtud desde que se hace con una intención congruente, desde que cuesta un trabajo hacer o dejar de hacer algo.
Very Happy
_________________
mariajo
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Marta Castro
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Registrado: 05 Jun 2008
Mensajes: 6

MensajePublicado: Lun Ago 04, 2008 10:42 pm    Asunto: Conclución del tema: Educar en los valores.
Tema: CONCLUSIÓN, BIBLIOGRAFÍA Y ANEXOS DEL CURSO
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Aunque en forma muy rápida he leido la carta que Mayra nos presenta para la reflexion y conclución del curso: Educar en los valores.
Sinceramente me ha parecido muy acertado todo lo que en ella se dice, de fácil comprensión para todo cristiano, e importantísimo tener las ideas claras para actuar en consecuencia... esto es para mi edificar sobre Roca; al respecto doy mi propio testimonio. Soy religiosa, con casi treinta años de vida religiosa, desde mi primera etapa de formación, he recibido una formación muy sólida, criterios y principios evangelicos y clarísimos, al leer ésta carta de Marcial, me sentía profundamente identificada con todo lo que había recibido en mi formación.... despues pasé al trajín del día a día, con encrucijadas varias en las que tenía que decidir, opinar, aconsejar... más para suerte mía, allí estaba la base sólida, recibida en tiempos de formación que me ha asistido en todo momento y mantienen mi barca en alta mar, segura, feliz y realizada. Una vida sin Cristo como supremo valor, sin madurez y todo lo que tan bien enunciado está en los apartados de la carta, creo seriamente que lleva todas las de perder ya desde ésta vida terrena.
No quiero terminar sin agradecer encarecidamente a Mayra y CATHOLIC.NET, la importancia, belleza, profundidad y claridad del curso, pienso en el bién inestimable que esto significará para tantas familias y educadores incluyendo catequistas. Termino con una frase de la introducción que nos puso Mayra, "NADIE PUEDE DAR LO QUE NO TIENE"
si nosotros los adultos tenemos las ideas claras, será más facil transmitir valores y esto se hace a mi parecer cada vez más importante en un mundo en que el relativismo parece ser la única norma de vida. Un millón de gracias, feliz y encantada de haber encontrdo un programa tan a mi gusto, felicito a todos los que trabajan en el programa, todos los cursos me parecen de alta calidad e importancia, les animo a continuar con esta hermosa labor y les acompaño con mi oración. Marta.
_________________
Marta.
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