¿Alguien quiere una segunda oportunidad, o está cansad@?

[*Primavera]

Juan estaba cansado de trabajar y ver la misma gente todos los días. Llegó a su casa y la esposa sirvió la misma comida. Quiso ver televisión tranquilamente pero su hija no lo dejó, porque quería jugar. Entre sus clientes, esposa, hijos, decía estarse volviendo loco. Quiero paz, dijo, y se durmió. De repente escuchó una voz: ¡Hola, vengo por ti, me mandó Dios, escuchó tus quejas y es hora de descansar!

-Eso no es posible, replicó Juan, ¡para eso tendría que estar muerto!

-Así es. Ya no te preocuparás por ver la misma gente, ni por aguantar a tu esposa con sus guisos, ni a tu pequeña hija que te molesta.

-Pero ¿qué va a pasar con todo? , ¿Con mi trabajo?

-No te preocupes, en tu empresa ya contrataron a otra persona que ocupa tu puesto; y por cierto, está feliz porque no tenía trabajo. A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por sus cualidades, el cual acepta con gusto todos sus guisos, sin reclamarle nada. Además, se preocupa por tu hija y la quiere como si fuera de él, que por cierto, tiene una emoción muy grande ya que él es estéril, por muy cansado que llegue del trabajo dedica tiempo a jugar con ella y son muy felices.

-No, no puedo estar muerto...

-Lo siento, la decisión fue tomada.

-Pero eso significa que jamás volveré a besar la mejilla de mi bebé, ni decirle “te amo” a mi esposa. No, no quiero morir, quiero vivir, envejecer junto a mi mujer, no quiero morir aún...

-Pero es lo que querías... descansar. Ahora ya tienes descanso eterno; duerme para siempre.

-¡No, no quiero, por favor Dios...!

La esposa le tocó el hombro y le dice: ¿Qué té pasa Juan? ¿Tenés una pesadilla?

-No, no fue una pesadilla... fue una segunda oportunidad!






Tomado de Revista El Azote
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