Dos hombres y una mujer dicen...

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos, he encontrado hace muy poco lo que os voy a transmitir, porque no sé si en los días venideros podré hacerlo. Os deseo un tiempo litúrgico de Adviento, pleno sin resquicios ociosos, o sea, en la más completa intimidad don el Dios que nos salva, ahora, ya, a cada uno con amor inmenso.

Las auténticas cualidades cristianas proceden de nuestra experiencia personal del Espíritu de Jesús que inunda nuestros corazones del amor nupcial de Dios y nos apremia a la plena, personal respuesta de amor.
La voz de un gran hombre espiritual del siglo XX. J. Main

El Señor ha ordenado a todos con insistencia custodiar las puertas de nuestros corazones, para evitar que en ellos irrumpa el antiguo enemigo con sus malvadas sugerencias. Y a fin de que el Señor, viniendo, no nos encuentre adormecidos, hemos de estar asiduamente en guardia. Pero vigila quien tiene los ojos del espíritu abiertos para mirar la luz verdadera; vigila quien conserva bien trabajando lo que cree; vigila quien sacude de sí las tinieblas del torpor y de la negligencia.
La voz de un místico de los primeros siglos. Beda el Venerable

Dios nos ama haciéndonos partícipes de su naturaleza con la gracia, haciendo del alma santificada su morada. Haciéndose conocer por nosotros con la Revelación sobrenatural. Todo esto testimonia su amor. Y ¿qué nos pide Dios a nosotros? Nuestro corazón.
La voz de una mística del siglo XX. Raïssa Maritain

Amigos ¡buenos días nos dé Dios!

Orpam Saretnoc Laverz