Te cuento una idea

[Ana B. Quijano]

Mi descubrimiento de Cristo en momentos y circunstancias comunes.

Te cuento mi historia, como la de cualquiera, mi conversión no estuvo acompañada de fuegos artificiales, ni grandes prodigios. Es un acontecimiento silencioso, personal. No tiene que ver con pertenecer a otra confesión o secta. Sino como resultado de mi vuelta a casa, después de haberla abandonado por diez años. Largos y tristes, amargos y problemáticos.

He escuchado con insistencia la frase “recibir o tener a Cristo en su corazón”. En un principio me pareció bastante exagerado. Después al sentirlo, empecé a entenderlo. Sin que por ello me atreviese a explicarlo. Su verdadera presencia va más allá de las palabras. Un día platicando con una hermana separada. De confesión bautista, y después de haber estado largo rato “ambas” criticando a un vecino, salió de su boca aquella frase.

En aquel momento, mi conversión, por Gracia de Dios, y gracias a la terquedad de mi madre Adoptiva, se había empezado a gestar. Descubrí de sopetón la verdad de tener a Cristo en mi corazón.

La presencia de Dios, de Cristo o del Espíritu Santo, siendo uno y trino, se accede a ella de la misma manera, por una renuncia constante, por una afirmación constante. Solo como una expresión sublime de la libertad con la que el Padre nos doto.

No creo, ni remotamente, al estar allí, criticando a un semejante, haya estado realmente Cristo en mi corazón, mi decisión había flaqueado, mi renuncia carecía de constancia. En ese momento, y para mi pesar Cristo no estaba en mi corazón.

Es entonces cuando uno de los argumentos constantes de nuestros hermanos separados flaquea por los cuatro costados. Si bien será la fe la que nos salve, ¿acaso, nuestra conducta no habla de nuestra fe?.

Acaso nuestra fe, no esta obligada a ser respaldada con nuestras acciones. Como podemos hablar de testimonio, deshacernos en palabrería barata, o memorizar la Biblia, cuando no estamos siendo capaces de ser testimonios que caminan. Cuando más allá de buscar aturdir a nuestro interlocutor, somos incapaces de solventar con hechos nuestra condición de “Cristianos”.

No hermanos míos, lo siento, yo no tengo a Cristo en mi Corazón, yo he decidido que no solo habite allí, quiero que hable por mi boca, que use mis manos, que ande mis pasos, que domine mis pensamientos. Prefiero tenerlo trabajando que de vacaciones. Solo así, puedo decirme orgullosamente Cristiana y felizmente Católica.
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A Cristo por María

[guitarxtreme]

Me da mucho gusto que estes de regreso hermana.


Dios te bendiga y nuestra santa madre te protega.

[Jf21]

Estimada Ana:
¡enhorabuena por la vuelta a casa!La casa del Padre...de la Iglesia Católica...donde naciste a la fe hace muchos años...de manos de tus padres...donde se está a gusto nada más saber que ya estás dentro.Ésta es una de las páginas que tiene la Iglesia Católica; se nota y se siente que Cristo está presente.

Como a otras personas -normales y santas-, cuando entra uno en contacto con otras personas que no tienen nuestra fe o con personas materialistas...se dá cuenta uno del tesoro que tiene.Es un echarse las manos a la cabeza y alegrarse al mismo tiempo. Como en la parábola, dijiste: "volveré junto a mi Padre...allá hasta los sirvientes están a gusto".
Y seguro que Dios, nuestro Padre, te espera con los brazos abiertos y te dá un abrazo antes de que abras la boca para darle cualquier razón.

Ên otros órdenes de la vida también nos damos cuenta de lo que tenemos cuando lo tenemos en peligro.

¡Bienvenida de nuevo, Ana! Aquí estamos muchas personas que queremos compartir nuestra fe. A veces seremos incoherentes...pero intentamos no serlo. Aunque Cristo esté en nuestro corazón no somos irresponsables de lo que hacemos, sino al contrario: es por ello, que debemos tener más cuidado que nadie.

Cada uno según nuestros dones nos pondremos a la disposición de los demás.En la vida real..con los dones de la vida real...y en ésta virtual: con los que podamos transmitir -reflejo muchas veces de cómo somos en la vida real-.

Que seas feliz...con Cristo...en la vida...con nosotros si así lo elijes...y que tardes mucho, mucho tiempo en volver a sentirte sin el Señor a tu lado. Dios te guarde y bendiga, estimada hermanita.
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[Nubeia]

Paz y bien

Hola Ana

Gracias por compartir con nosotros tu testimonio. Muy buena la reflexión que te hizo reparar en como debe ser vivida de verdad nuestra fe en Cristo.

El amor de Dios no se puede esconder, quien lo tiene en el corazón lo refleja en todo su ser y lo transmite en sus actos.

Hermana, muevo tu tema al foro de testimonios de conversos.

Dios te bendiga
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Claudia

"Padre... Hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo"

[ANUKI]

Hola Ana,
Gracias por compartir tu testimonio con el foro.
Sin duda alguna, hay que experimentar a Dios dentro de nosotros mismos.Los hombres, no somos perfectos y muchas veces caemos en el pecado, lo mejor es pedirle perdón a través de la confesión y levantarse. Aún en momentos de pecado, Dios no deja de querernos, El siempre buscará a todos sus hijos en todo momento y lugar, como hizo contigo.Él siempre nos está esperando y nos ama muchísimo! Cuando pecamos, Él sufre,llora, con nosotros por nuestro pecado, pero no deja de querernos jamás. Que bueno que,al retornar al buen camino,hayas decidido que habite en tu corazón,que hable por tu boca, que use tus manos, que ande tus pasos, que domine tus pensamientos....y yo sólo te añado una cosa, si me permites:"que a lo largo de toda tu vida,te dejes hacer por Él", que se cumpla y aceptes su voluntad en todo momento, lugar y circunstancia de tu vida.Un abrazo en el Señor