CRUZADO_XXI Moderador

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Publicado:
Mar Ago 26, 2008 4:10 pm Asunto:
Tema: Gauchito Gil, San la Muerte, y dia de los Muertos en Mexico |
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"El culto a la santa muerte”
¿Quién es la Santa Muerte? ¿De dónde viene? ¿Es una entidad buena o mala? Son muchas las preguntas que la gente se hace y pocas son las respuestas. En este espacio conocerás la historia de la Señora desde sus orígenes hasta nuestros días. Aprenderás cuál
Con ropaje elegantemente decorado y del tamaño de una persona, la imagen de la Santa Niña Blanca (como la llaman también los creyentes) muestra su guadaña mientras sostiene al mundo sobre la palma de la mano izquierda, en una vitrina colocada en la entrada de la Parroquia de la Misericordia, ubicada en la céntrica Colonia Morelos.
Al fondo de la construcción, en lo que fuera una casa de principios del siglo XX, se ubica el altar principal de la Soberana Señora, donde cientos de personas acuden semanalmente a rezarle o a pedirle algún favor.
"Unas 80 ó 90 personas diarias, que vienen en familia, individualmente o acompañadas y lo mismo en las misas, tenemos una afluencia de 200 ó 300 personas dos veces por semana", comenta monseñor David Romo, párroco del lugar.
Entre flores y veladoras, al menos 20 imágenes y cuadros de la "Poderosa Señora" integran el altar donde sus devotos le ofrendan manzanas rojas, agua, pan blanco, incienso e incluso le invitan a cigarros, que según la creencia siempre deben ser dos, uno para ella y otro para el devoto.
¿De dónde viene?
En La Santa Muerte, su última novela, Homero Aridjis indaga sobre la manifestación de creatividad recientemente conocida acerca del inagotable sincretismo religioso mexicano y, sin desvirtuar su intención literaria, analiza las vertientes sociales del culto a la muerte.
"Es un culto muy fuerte que va en aumento, está vinculado a la tradición del Día de Muertos, tiene raíces históricas tanto de la época prehispánica como de la Colonia y se acomoda muy bien al México contemporáneo", dice.
El poeta michoacano encabezó en la calle de Alfarería 12, en la colonia Morelos, una excursión de periodistas mexicanos y extranjeros, invitados por la editorial Alfaguara , con el propósito de que la opinión pública conociera el santuario de la Santísima Muerte cuyo culto, asegura su capellana Enriqueta Romero Romero, carece de relación con prácticas de brujería, hechicería o satanismo.
"Aquí no hay misas ni cristianas ni negras. Las primeras no se hacen porque este es un altar sin reconocimiento de la Iglesia Católica y donde la gente sólo reza, pide y ofrenda a la Santísima. Y de las segundas menos, porque no integramos una secta satánica ni de ninguna otra índole", insistió la señora Romero.
Fundadora de la primera capilla a la Santa Muerte el 7 de septiembre de 2001 -ahora hay veinte en la colonia Morelos y Tepito- asegura que la mayoría de los devotos son feligreses católicos en cuyas demandas y oraciones siempre se invoca a Dios, a Cristo y a la Virgen de Guadalupe, "porque la Santísima no es ajena a la religión cristiana".
La capilla de la Santa Muerte está colocada al frente de la casa de la familia Romero, protegida por un portal de láminas y rodeada de ofrendas florales y frutales -sobresalen las manzanas que simbolizan abundancia-, ex votos, veladoras, juguetes, billetes, monedas, golosinas, cigarros, puros, bebidas alcohólicas en vasos y botellas.
La escultura de la Santísima –también se le conoce como Señora de las Sombras, Señora Blanca, Señora Negra, Niña Santa, La Parca, La Flaca- es de dos metros de altura. Tiene la figura tradicional de la calaca del Día de Muertos, sólo que se le viste como virgen y santa con vestuarios de distintos colores, cada uno de los cuales tienen un significado especial.
De su cuello, vestido, guadaña, balanza, brazos y falanges -de metal- penden pulseras de perlas, oro y plata empotradas con piedras preciosas. Son ofrendas y ex votos de quienes agradecen algún milagro o favor.
Su capellana, quien tiene 42 años de rendirle culto, afirma que a la Santísima no le importa la índole social o laboral de sus fieles porque "todos nacemos con algo chueco" y a la calle de Alfarería 12 llegan lo mismo hombres de toda condición social que niños, ancianos y mujeres de la calle.
Acerca de la plurifuncionalidad de la Santísima, Homero Aridjis destaca que en su novela se propuso evidenciar los dos Méxicos que concurren ante ella: "El de la gente que pide favores o milagros para tener trabajo, salud o comida, y el de los hombres del poder económico, político o criminal, quienes curiosamente le solicitan venganzas o muertes".
"Hacen este tipo de plegarias porque no se las pueden solicitar a Dios, a las vírgenes o a los santos. En mi novela –apuntó el escritor mexicano- resalta la intención de mostrar esta situación, así como la estética de violencia y mostrar el gran talento que los mexicanos tienen para ornamentar la muerte".
La señora Romero y su familia cambian la vestimenta de la Santa Muerte cada primer lunes de mes. El color va de acuerdo con la temporada y a la demanda que sus fieles plantean. El rojo simboliza pasión, el verde esperanza, el blanco y el azul pureza, colores de la Virgen María con que regularmente está vestida.
La fiesta de la Santa Muerte es el 1 de noviembre, el Día de Muertos. La noche del 31 de octubre se reza un rosario para vestirla de blanco como a una novia. Este día y los lunes de cada mes hay rosarios nocturnos para bendecir las imágenes que llevan sus fieles en estatuillas, escapularios, medallas, cajitas, tatuajes, etcétera.
La gente que visita su altar le rinde pleitesía con la misma devoción con la que lo hace ante Cristo, los santos y las vírgenes. Se persignan, rezan, le piden y la ofrendan. El número de adeptos crece día a día, según Aridjis y la señora Romero; cuando rezan los rosarios cierran las calles aledañas a Alfarería.
En torno a la ceremonia se agrupan vendedores de antojitos, refrescos, flores, veladoras, figuras de la Santísima, ropa, cigarros, hojas volantes con grabados y oraciones específicas para el rosario y puros, los que presuntamente son del mayor gusto de la Niña Blanca y que en la capilla se venden a 15 pesos.
Enriqueta Romero heredó este culto de su tía Leonor Paredes y lo empezó a practicar en 1962. Aridjis, quien reconoce a ésta como pionera del uso público del rito, afirma sin embargo que en el mercado de Sonora conoció una estatuilla oaxaqueña de la Santa Muerte que probablemente databa del siglo XIX y que los chamanes de Catemaco también le rinden pleitesía desde hace mucho tiempo.
"Es muy difícil fijar una fecha exacta de cuándo surgió el culto. Lo más probable es que provenga de la fusión de las culturas de la muerte prehispánica y europea en la época de la Colonia, que haya permanecido oculta varios siglos y que sólo ahora esté saliendo a la luz pública", comentó el escritor michoacano.
¿Devoción cristiana?
El culto a la Santa Muerte se ha extendido de tal forma en México que quienes lo profesan han decidido no ocultar más su fervor y han puesto altares en la calle para que cualquiera que requiera su ayuda pueda invocarla.
Sus promotores la presentan como una «entidad espiritual» que ha existido siempre, desde el principio de los tiempos hasta nuestros días, por lo que maneja una energía denominada «energía de la muerte», capaz de materializarse en una figura, que concentra tanto la fuerza creadora como la destructora del universo. Según ellos, el creyente en la Santa Muerte puede aprender a manejar esta fuerza, que emana de sus imágenes consagradas, puesto que la Santísima (otro de sus nombres) es una de las protecciones más fuertes que existen.
Para sus devotos, la Señora, como la llaman afectuosamente, es capaz de aparecerse y manifestarse corporalmente o imprimir sus imágenes en diversos lugares. En libros y revistas en los que se promueve su culto, narran las intervenciones milagrosas que han vivido, en las que la Santa Muerte los ha librado de múltiples peligros y les ha ayudado a resolver problemas complicados.
¿Qué decir al respecto? Que se trata de una superstición más, que en este caso se manifiesta dando características humanas y divinas a un fenómeno tan natural como la muerte, que no es ni una persona ni siquiera una cosa o fuerza. Podríamos definirla simplemente como el término de la vida.
Conviene señalar que los católicos que rinden culto a la Santa Muerte y a sus imágenes, están haciendo un pecado gravísimo, pues les están atribuyendo poderes que no tienen ni tendrán jamás. Por otra parte, en vez de poner la propia confianza en Dios, la ponen en una supuesta entidad (o ser) espiritual que, sencillamente, no existe. En realidad, la Santa Muerte no es una persona. Es sólo un fenómeno natural como el nacer o el crecer (el inicio y el desarrollo de la vida), aunque nunca se habla del Santo Nacimiento o Santo Crecimiento.
"Cerca de Dios y lejos del Papa"
Esta falsa devoción la permite, favorece y promueve una agrupación no-católica que se autonombra "Iglesia Católica Tradicional MÉX-USA, Misioneros del Sagrado Corazón y San Felipe de Jesús". Es un grupo tradicionalista, que se opone a las reformas del Concilio Vaticano II y a la autoridad del Papa. Este grupo religioso no está en comunión con la Iglesia Católica ni con la Santa Sede, como podría desprenderse del nombre que ostenta. Ni tampoco son una congregación religiosa católica, como parece sugerir el nombre “Misioneros del Sagrado Corazón y San Felipe de Jesús”. Sus ministros de culto no son sacerdotes católicos, y el arzobispo David Romo Guillén -lider del grupo- no es reconocido por el Papa Juan Pablo II. Hasta este momento ignoramos si son válidas sus ordenaciones sacerdotal y episcopal y quién las realizó.
Al respecto, el padre David Romo habla a nombre de su comunidad, “Nosotros no hemos encontrado nada realmente criticable, o a juicio nuestro, capaz de juzgarse como herético o que desvíe la doctrina o el conocimiento de la fe. “
Y por si hubiera dudas, señala que no tiene nada que ver con la Iglesia de Roma.
"Para nosotros, no nos hace más, ni menos (católicos) esta situación, es más, hay un lema que dice ´lejos de Roma y cerca de Dios´ y nosotros preferimos estar cerca de Dios y lejos del Papa".
Claro, el culto de la parroquia de la Misercordia no consiste exclusivamente en venerar a esta imagen, pero su párroco no duda en afirmar que sobran razones para acaparar la popularidad de la devoción, y que le duela al Vaticano si quiere.
"Ubicar a la santa Muerte, en el lugar que le corresponde, que es el de los santos, es lo natural, ya que este ser no necesita de una canonización, como el ángel Gabriel, quien sin necesidad de que un Concilio o de que un Papa lo hubiese nombrado santo, es santo porque es un ángel de nuestro señor", afirma el sacerdote. "Lo mismo la Santa Muerte".
¿Quién es la muerte?
“Morir, sólo es morir. Morir, se acaba...” Así describe el muy recordado escritor José Luis Martín Descalzo a la muerte. Y más que un estilo poético, recalca una verdad de fe.
La muerte es una consecuencia de nuestro pecado original. No es un castigo de Dios, sino una privación de los bienes que tenían Adán y Eva antes de desobedecer a Dios Padre. Cristo quiso hacerse hombre, padecer, morir y después resucitar para alcanzarnos la salvación eterna. De esta forma, la muerte para el cristiano, aunque no deja de ser dolorosa y misteriosa, tiene un sentido positivo y se convierte en un paso de este mundo al Cielo en donde estaremos en presencia de Dios, y en donde tendremos dicha completa. Por eso, se entiende esta frase bíblica: “ Cristo ha vencido a la muerte”. ( Catecismo de la Iglesia Católica nos. 410-421, 1010-1014).
Con la muerte se experimenta una separación real de cuerpo y alma. El cuerpo del hombre continúa un proceso de corrupción –como cualquier materia viva– mientras que su alma va al encuentro de Dios. Esta alma estará esperando reunirse con su cuerpo glorificado. Con la resurrección, nuestros cuerpos quedarán incorruptibles y volverán a unirse con nuestras almas.
Dios nos dio una vida temporal en la tierra para ganarnos la vida sobrenatural. Con la muerte termina nuestra vida en la tierra. ( Juan 5, 29, cf. Dn. 12,2).
Desde que Cristo venció la muerte y nos dio nueva vida, el cristiano mira a la muerte con una gran esperanza. Esto no quita, sin embargo, que uno sufra cuando ve que nos dejan los seres que más amamos, o sienta miedo cuando vea que le llega la hora de la enfermedad y de la muerte. Pero también, en medio del dolor y del sufrimiento, el cristiano puede levantar los ojos y contemplar a Cristo, que dio su vida por nosotros, que murió a nuestro lado, que nos rescató con su Resurrección y nos espera con los brazos abiertos en la vida futura.
Cristo nos dice: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 15). Por medio de la muerte nosotros llegamos a la vida. No podemos estar en el Cielo si no dejamos la vida terrena. Por lo tanto, es un paso necesario para llegar al Cielo. La muerte a todos nos puede causar tristeza. Pero no nos puede abatir. ¡Cristo es la respuesta a la vida y a la muerte!
¿A Quién se le debe culto?
Bien conocido es el pasaje del Evangelio en el cual un doctor de la Ley le pregunta a Jesús sobre cuál es el principal mandamiento de la Ley y la respuesta: “Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y primer mandamiento”. (Mateo 22, 36-3 .
Ya en el Antiguo Testamento, encontramos el mandato de Dios: “Yo, el Señor, soy tu Dios, que te ha sacado del país de Egipto, de la casa de la servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí” . (Ex. 20, 2)
Este mandato lleva como consecuencia la necesidad de vivir la fe, la esperanza y la caridad. Así como la virtud de la religión.
La virtud de la religión es la virtud moral, por la cual el hombre tributa a Dios el culto que le es debido en justicia, como Creador y Ser Supremo.
Amar a Dios como al Ser supremo es una virtud. Podemos definir la virtud de la religión como el hábito de amar a Dios por encima de todo. Se exterioriza por medio de los actos de culto y por el cumplimiento de los Mandamientos.
El culto: son las acciones a través de las cuales el hombre expresa su relación de amor y respeto a Dios.
Existen diferentes tipos de culto:
Interno: culto que se rinde a Dios en la conciencia, en el corazón, en la inteligencia y la voluntad. Es el fundamento de la virtud. (Mateo 15, Como pueden ser la devoción, es decir, la disponibilidad y la generosidad ante lo referente al servicio a Dios, y la oración.
Externo: manifestaciones externas en actos visibles, de la relación que se vive con Dios.
Hay diferentes categorías de culto:
Adoración: culto interno y externo que se tributa a Dios y que en sentido estricto solo se debe a Él, porque como criaturas sólo existimos por Él. Se llama de “latría”.
Veneración: culto que se tributa a los santos. A ellos nos encomendamos para que nos alcancen por su intercesión las gracias de Dios. Este culto se llama de “dulía”.
Una veneración especial: reservada a la Santísima Virgen por su dignidad de Madre de Dios. A este culto se le llama de "hiperdulía”.
El culto a las imágenes sagradas, fundado en el misterio de la Encarnación del Verbo de Dios, no es contrario al primer mandamiento.
El que venera una imagen, venera en ella al modelo, a la persona que representa. Es una veneración respetuosa no una adoración que sólo corresponde a Dios.(Catesismo 2132, 2141)
¿Es Santa la “niña blanca”?
Recordemos que sólo la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, tiene la facultad de proclamar la santidad de una persona. Cuando popularmente se tiene a un difunto como santo que no ha sido reconocido por la Iglesia, puede ser que:
1. La devoción de la gente acierte y años más tarde el difunto sea oficialmente reconocido por la Iglesia como santo.
2. Puede que el difunto sea santo pero que nunca sea reconocido canónicamente.
3. Puede que la gente se equivoque. La gente se identifica con quien tuvo luchas, sufrimientos y tragedias. Pero no es suficiente sufrir para ser santo, hace falta vivirlo todo con heroico amor y fidelidad a Jesucristo. La devoción a los verdaderos santos está orientada a imitarlos en su total obediencia a Dios.
Para concluir recordemos lo que la Sagrada Congregación para el Culto Divino ha dicho sobre los peligros que pueden desviar la piedad popular y las sugerencias que propone para poner remedio a estas eventuales limitaciones y defectos que de ella se derivan.
65.El Magisterio, que subraya los valores innegables de la piedad popular, no deja de indicar algunos peligros que pueden amenazarla: presencia insuficiente de elementos esenciales de la fe cristiana, como el significado salvífico de la Resurrección de Cristo, el sentido de pertenencia a la Iglesia, la persona y la acción del Espíritu divino; la desproporción entre la estima por el culto a los Santos y la conciencia de la centralidad absoluta de Jesucristo y de su misterio; el escaso contacto directo con la Sagrada Escritura; el distanciamiento respecto a la vida sacramental de la Iglesia; la tendencia a separar el momento cultual de los compromisos de la vida cristiana; la concepción utilitarista de algunas formas de piedad; la utilización de "signos, gestos y fórmulas, que a veces adquieren excesiva importancia hasta el punto de buscar lo espectacular"; el riesgo, en casos extremos, de "favorecer la entrada de las sectas y de conducir a la superstición, la magia, el fatalismo o la angustia".
66. Para poner remedio a estas eventuales limitaciones y defectos de la piedad popular, el Magisterio de nuestro tiempo repite con insistencia que se debe "evangelizar" la piedad popular, ponerla en contacto con la palabra del Evangelio para que sea fecunda. Esto "la liberará progresivamente de sus defectos; purificándola la consolidará, haciendo que lo ambiguo se aclare en lo que se refiere a los contenidos de fe, esperanza y caridad".
En esta labor de "evangelización" de la piedad popular, el sentido pastoral invita a actuar con una paciencia grande y con prudente tolerancia, inspirándose en la metodología que ha seguido la Iglesia a lo largo de la historia, para hacer frente a los problemas de enculturación de la fe cristiana y de la Liturgia, o de las cuestiones sobre las devociones populares.
Se recomienda la lectura del documento completo: DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA. PRINCIPIOS Y ORIENTACIONES _________________ LAS PAGINAS DE CRUZADO:
http://www.antisupersticion.com.mx y http://www.diadelparrillero.com.mx
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