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Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Autor Mensaje
Gache
Asiduo


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Mensajes: 138

MensajePublicado: Dom Sep 21, 2008 10:30 pm    Asunto: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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LA PALABRA DE DIOS VIVIDA EN LA LITURGIA
«La importancia de la Sagrada Escritura en la celebración de la liturgia es sumamente grande, puesto que de ella se toman las lecturas que luego se explican con la homilía y los salmos que se cantan» (SC 24)

Generalidades
La Palabra de Dios ocupa un puesto preeminente en la celebración litúrgica, pues es vital para la comunidad cristiana: «la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios» (OLM 7: Ordenación de las Lecturas de la Misa, 1981, 2ª. edición típica). Por eso «la Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo» (DV 21).

En el Concilio fueron los documentos sobre la revelación (DV: Dei Verbum), sobre la Iglesia (LG: Lumen Gentium) y la liturgia (SC: Sacrosanctum Concilium) los que más subrayan esta renovada estimación hacia la Palabra. En el magisterio posterior destacan en este sentido documentos como “La Enagelización en el mundo contemporáneo” (EN: Evagelii Nuntiandi), de Pablo VI en 1975; “La catequesis en nuestro tiempo”, de Juan Pablo II en 1979 (CT: Catechesi Tradendae ); “La misión del redentor”, de Juan Pablo II en 1990 (RM: Redemptoris Missio). Cf. También las páginas de Juan Pablo II dedicada a la palabra de Dios en sus cartas “Vicesimus Quintus annus” de 1988, n. 8; “Dominicae Cenae”, de 1980 n. 10 y recientemente en su Carta apostólica, , “Dies Domini”, n. 39-41, del 31 de mayo de 1998, sobre la santificación del domingo.

En el centro de la comunidad cristiana se encuentra siempre el misterio pascual de Jesucristo. Este acontecimiento central y cualquier otro aspecto de la economía salvífica se convierte en objeto de una celebración litúrgica desde el momento en que son anunciados, proclamados y celebrados en la Liturgia de la Palabra.

Por lo tanto, queremos resaltar en este tema la importancia de la lectura-proclamación de la Palabra divina como fundamento del diálogo entre Dios y su Pueblo y uno de los modos de la presencia de Cristo en la Liturgia.

La Sagrada Escritura vivida en la Historia
Antes de ver el proceso de la Palabra de Dios celebrada en la historia debemos resaltar el hecho que, todas las liturgias de Oriente y Occidente han reservado un puesto privilegiado a la Sagrada Escritura en todas sus celebraciones. La versión de los LXX fue el primer libro litúrgico de la Iglesia (cf. 2 Tim 3,15-16).

El aprecio y la celebración de la Palabra de Dios ya era un valor heredado de los judíos: desde las grandes asambleas del AT, para escuchar la palabra (Ex 19-24, Neh 8-9) y la estructura de la celebración en el culto sinagogal, centrado en las lecturas bíblicas y en la oración de los salmos. Era fácil de ahí el paso a la celebración cristiana, con la conciencia de que Dios, que había hablado a su pueblo por boca de los profetas, ahora nos ha dirigido su palabra por medio de su Hijo (cf. Heb 1,1-2), la Palabra hecha persona (Jn 1,14).

El propio Jesús, que citaba las Escrituras del Antiguo Testamento, aplicándolas a su persona y a su obra, no solamente mandó acudir a la Biblia para entender su mensaje (Jn 5, 39), sino que, además, nos dio ejemplo ejerciendo el ministerio del lector y del homileta en la sinagoga de Nazareth (cf. Lc 4,16-21) y explicando a los discípulos de Emaús «cuanto se refería a él comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas» (cf. Lc 24,27), antes de realizar la «fracción del pan» (cf. Lc 24,30). En efecto, después de la resurrección hizo entrega a los discípulos del sentido último de las Escrituras, al «abrirles las inteligencias» para que las comprendiesen (cf. Lc 24,44-45).

Hacia el año 155, en Roma, San Justino dejó escrita la más antigua descripción de la eucaristía dominical. La celebración comenzaba con la Liturgia de la Palabra (cf. San Justino, I Apología 67). Es muy probable que, desde el principio, la liturgia cristiana siguiera la práctica sinagogal de proclamar la Palabra de Dios en las reuniones de oración y en particular en la Eucaristía (cf. Hch 20,7-11). Por otra parte, es fácilmente comprensible que, cuando empezaron a circular por las Iglesias los «los recuerdos de los Apóstoles», su lectura se añadiese a la del Antiguo Testamento. Más aún, muchas de las páginas del Nuevo Testamento han sido escritas después de haber formado parte de la transmisión oral en un contexto litúrgico.

La proclamación de la Palabra es un hecho constante y universal en la historia del culto cristiano, de manera que no hay rito litúrgico que no tenga varios leccionarios, en los que ha distribuido la lectura de la Palabra de Dios de acuerdo con el calendario y las necesidades pastorales de la respectiva Iglesia.

La Sagrada Escritura en la teología del Vaticano II
El Concilio Vaticano II no dudo en referirse a los leccionarios de la Palabra de Dios como tesoros bíblicos de la Iglesia, disponiendo que se abriera con mayor amplitud (SC 51; cf. 92). En este sentido el Concilio afirmó también la importancia de la Sagrada Escritura en la Celebración de la liturgia (cf. SC 24).

Esta abundancia obedece a la convicción de la presencia del Señor en la Palabra proclamada. «En efecto; en la Liturgia Dios habla a su pueblo y Cristo sigue anunciando el Evangelio. Y el pueblo responde a Dios, ya con el canto ya con la oración.» (SC 33). La Iglesia sabe que, cuando abre las Escrituras, encuentra siempre en ellas la Palabra divina y la acción del Espíritu, por quien la «voz del Evangelio resuena viva en la Iglesia» (DV 8; cf. 9, 21).

La Palabra leída y proclamada en la liturgia es uno de los modos de la presencia del Señor junto a su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica : «Está presente con su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura» (SC 7). En efecto, la Palabra encarnada «resuena» en todas las Sagradas Escrituras, que han sido inspiradas por el Espíritu Santo con vistas a Cristo, en quien culmina la revelación divina (cf. DV 11-12; 15-16, etc.).

La misma homilía, cuya misión es ser «una proclamación de las maravillas obradas por Dios en la historia de la salvación o misterio de Cristo: misterio, que está siempre presente y activo en nosotros, particularmente en las celebraciones litúrgicas.» (SC 35,2; cf. 52), goza también de una cierta presencia del Señor, como afirma el papa Pablo VI: «(Cristo) está presente en su Iglesia que predica, puesto que el Evangelio que ella anuncia es la Palabra de Dios y solamente se anuncia en el nombre, con la autoridad y con las asistencia de Cristo...» (cf. Mysterium Fidei , n. 20).

El leccionario, dinamismo celebrativo de la Palabra de Dios
Se llama leccionario al libro que contiene un sistema organizado de lecturas bíblicas para su uso en las celebraciones litúrgicas, aunque también se aplica al de las páginas patrísticas del Oficio de Lecturas (antiguo oficio de Maitines, hoy celebración basada en una más abundantes meditación de la Palabra de Dios que puede hacerse a cualquier hora del día [cf. OGLH 55]), y que mantiene no obstante, el carácter nocturno de la liturgia coral [cf. SC 88]).

Como ya hemos intuido, la comunidad cristiana al principio leía directamente la Biblia, con amplia libertad de elección, «mientras el tiempo lo permite», como decía el año 150 San Justino. Pero pronto se vio la conveniencia de una selección de lecturas para los diversos tiempos y fiestas. Según el modo de indicar las varias perícopas o unidades de lectura bíblica este libro se fue llamando «capitulare», que señalaba las primeras y las últimas palabras de cada pasaje, o bien «comes» o «liber comitis» -en la liturgia hispánica «liber commicus»- (de «comma», sección, coma), en que constan las lecturas íntegras. Según los contenidos, más tarde se diversificaron el «epistolario» y el «evangeliario», cuando se organizaron por separado esas lecturas.

Las diversas familias litúrgicas de Oriente y Occidente fueron configurando con criterios de selección propios sus leccionarios. Casi siempre fueron fieles a las tres lecturas: el profeta, el apóstol y el evangelio, para la Eucaristía. Algunos de los más antiguos y famosos son el «Comes de Würzburg», el más antiguo en Occidente, y el Leccionario armenio de Jerusalén, en Oriente.

En la reforma del Vaticano II, una de las realidades que más riqueza a aportado a la celebración son los nuevos Leccionarios. Antes teníamos un «misal plenario», con lecturas y oraciones juntas. Ahora el Misal Romano consta de dos libros: el Misal, que es el libro del altar o de las oraciones, y el Leccionario, el «Ordo Lectionum Missae» (=OLM). Este segundo está dividido en varios volúmenes: el leccionario dominical en tres ciclos, el ferial en dos, el santoral, el ritual para los sacramentos, el de las misas diversas y votivas, siguiendo así la consigna del Concilio de ofrecer al pueblo cristiano una selección más rica y más variada de la Palabra de Dios (cf. SC 51). La primera edición latina del nuevo Leccionario apareció en 1969. En 1981, al publicarse la segunda, se enriqueció notoriamente su introducción.

Hay Leccionario bíblico también para el Oficio de Lectura de la Liturgia de las Horas, con la peculariedad de que, además de la serie de lecturas que consta el libro oficial, se anunciaba ya desde el principio, aunque se ha tardado mucho en realizar oficialmente la idea, un leccionario bienal que permite leer íntegramenrte en dos años toda la Biblia, excepto el evangelio, que se reserva para la Misa (cf. IGLH 140-158).

Para las misas con niños, su Directorio (DMN 43) sugiere a las Conferencias Episcopales que, si lo creen conveniente, confeccionen un Leccionario para estas Misas. Para las cuarenta y seis Misas Votivas de la Virgen María (1987) también han aparecido los dos libros: el Misal con las Oraciones y el Leccionario.
El Leccionario usado en la celebración liutúrgica debe ser digno, decoroso, que manifieste en su misma apariencia el respeto que a la comunidad cristiana le merece su contenido: la Palabra que Dios nos dirige (cf. OLM 35-37). Por eso se rodea de signos de aprecio: el que proclama el Evangelio besa el Libro, que antes se puede llevar en procesión al inicio de la Misa e incensar en días festivos, etc.

El leccionario proclamado, domingo tras domingo, o día tras día, a la comunidad cristiana, es el mejor catecismo abierto, que continuamente alimenta y ayuda a profundizar la fe (cf. OLM 61).

El Salmo Responsorial parte integrante de la Liturgia de la Palabra
Aunque el testimonio de Justino, en el siglo II, no nos habla todavía de un salmo intercalado, sabemos que es antiquísima su existencia, heredada en la liturgia judía. En tiempo de San Agustín era de uno de los elementos preferidos de la Liturgia de la Palabra: él mismo, en sus homilías, lo cita con frecuencia y a veces lo convierte en tema principal de sus palabras.

En los siglos posteriores se fue dando más importancia a la música que al texto del salmo y se fue complicando su realización, convirtiéndose en patrimonio de especialistas, con el canto gregoriano de los «graduales» y «tractos». En la actual reforma se ha ido clarificando el papel de este salmo en el conjunto de la celebración de la Palabra. Al principio a veces se llamó «canto interleccional», pero luego se prefirió más ajustadamente llamarlo «salmo responsorial»: primero porque no es un canto cualquiera, sino un salmo; y además, porque su forma de realización es responsorial, o sea, la comunidad va respondiendo con su estribillo o antífona, a ser posible cantada, a las estrofas que va recitando o cantilando el salmista. En la liturgia hispánica se llama «psallendum».

La OLM, el nuevo Leccionario, describe la finalidad y las modalidades de realización de este salmo responsorial (OLM 19,22 y 56). Se trata de dar a la celebración un tono de serenidad contemplativa: el salmo prolonga poéticamente y ayuda a la comunidad a interiorizar el mensaje de la primera lectura bíblica. Por eso debe ser dicho «de la manera más apta para la meditación de la Palabra de Dios» (OLM 22), sobre todo el canto, porque éste «favorece la percepción del sentido espiritual del salmo y la meditación del mismo» (OLM 21).


LA PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS
La Proclamación de la Palabra de Dios es Misión Divina y Misión Humana

Jesús en su ultimo mandato se dirigió no solamente a los Sacerdotes y diáconos, sino también a nosotros los laicos, que tenemos también el legítimo derecho de proclamar la Palabra de Dios.

Mis hermanos y hermanas, cuando hablamos de proclamar la Palabra de Dios, estamos hablando de comunicar lo que Dios quiere decir a su pueblo, de lo que el Señor, creador y Padre de todos, quiere poner en la mente y el corazón de los que lo escuchan, siempre con la finalidad de que esa Palabra produzca frutos de vida eterna.

La comunicación es un arte a través del cual podemos llevar mensajes a los demás. Pero para que ese mensaje que queremos transmitir llegue, a los que nos oyen en una forma clara y precisa, es necesario que usemos los términos correctos.

A veces, no le damos gran importancia a las palabras que vamos a usar, porque en el común hablar nos entendemos. Sin embargo, así no debe ser, porque los vocablos tienen significados diferentes. Los cristianos católicos muchas veces confundimos la expresión "Decir la Misa" con "Celebrar la Misa", y usamos tanto una como la otra para significar lo mismo.

En realidad "Decir la Misa" no es lo mismo que "Celebrar la Misa", porque "Decir La Misa significa tomar un libro y leer lo que dice, pero "Celebrar la Misa" es algo más. Celebrar la Misa significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracia al Señor. Por eso, no es adecuado preguntar "¿Quien va a decir la Misa?"; lo correcto será decir "¿Quien va a Celebrar La Santa Misa?".

Otro concepto que debemos entender es Ministerio. En Latín, la Palabra Ministerio significa Servicio. De ahí que un Ministro que ejerce un Ministerio es un servidor de la comunidad.

Cristo resume su vida no en ser servido, sino en servir, y esto nos pone de frente a la importancia que tiene el hecho de servir en cualquier ministerio. El ministerio, el servicio a los demás, nos asemeja a Cristo. El que no vive para servir, no sirve para vivir; en otras palabras, no está haciendo nada vivo. Por eso, todos debemos siempre preguntarnos, ¿Qué Ministerio estoy yo ejerciendo en mi comunidad?.

Las ultimas palabras de Cristo que encontramos en Mt. 28,19-20, y que se consideran como el mandato final de Jesús a los apóstoles son: "Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, Bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado" (Mt. 28, 19-20).

Estas palabras de Cristo son también para nosotros, y con ellas Cristo nos manda ir por todo el mundo predicando, ejerciendo el Ministerio de la Palabra. San Pablo nos dice también que la fe entra por la Palabra, y ese es el mandato de Cristo para todos nosotros.

San Marcos 16,15 nos dice: "Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la Creación". Y esa Buena Nueva la anunciamos cuando Predicamos y Proclamamos la Palabra de Dios. Nos sigue diciendo San Marcos 16,16, que "El que crea se Salvará y el que no crea se condenará". Por tanto, la fe viene con la Predicación de la Buena Nueva, por la profecía, recordando que profetizar no es tanto anunciar cosas desconocidas, sino dar a conocer lo que Dios dice a su pueblo, y el profeta lo dice solo por la acción de Espíritu que lo impulsa. Eso es profetizar.

Esta gran verdad lo confirma San Pedro cuando habla del Discurso que pronunció después de la Venida de Pentecostés sobre el Colegio apostólico. En Hechos 2,15, San Pedro nos dice: "No estamos borrachos como ustedes piensan, ya que apenas son las nueve de la mañana. Lo que pasa es que ha llegado lo que proclamó el profeta Joel". Joel anunció que el mismo Dios en Espíritu se derramaría sobre sus hijos e hijas, y todos los profetizaran.

Mis hermanos, Jesús en su último mandato se dirigió no solamente a los Sacerdotes y diáconos, sino también a nosotros los laicos, que tenemos también el legítimo derecho de proclamar la Palabra de Dios.

El Lector o Proclamador de la Palabra no solo tiene un oficio en la Iglesia; no es digamos un simple predicador o lector y nada más, como quizás mucho lo ven o lo entienden. El Proclamar la Palabra de Dios es una Dignidad, es una Misión Divina, y esa dignidad no la puede ejercer cualquier persona que simplemente lea bien, si antes no ha penetrado en el contenido de esa Palabra, si no vive el Mensaje de esa Palabra.

Cuando un lector proclama, está ejerciendo un Ministerio tan importante, como el del Sacerdote y el diácono. El Sacerdote no puede comer el Pan de la Eucaristía, si antes no se ha comido el Pan de la Palabra de Dios, porque tiene como oficio transmitir al pueblo los mandatos de Dios.

El Lector o Ministro de la Palabra, con su presencia y con su voz, debe respetar la dignidad de su ministerio. Hay conceptos muy prácticos que nos ayudan a comprender la dignidad del ministerio de la Proclamación de la Palabra. Y esto es algo muy importante, porque quizás sin pensarlo, a veces podemos minimizar o disminuir la dignidad de la Palabra de Dios en muchas, a veces con nuestra forma de vestir, a veces con nuestro comportamiento, a veces con el vocabulario, y otras veces con formas y actitudes que plantean ciertas interrogantes a los que nos observan.

En cualquier ministerio que sea, y digamos que muy especialmente para la Mesa de la Palabra, debemos usar la vestidura que exteriormente nos prepare para ese ministerio.

El altar es algo que se puede considerar como un escenario donde hay velas, manteles, etc. Hay también un personaje que es el Ministro, el Sacerdote, que también y según el tiempo litúrgico que esté viviendo la Iglesia, se viste de un color o de otro. Hay también servidores del altar, Ministros Especiales de la Eucaristía, y todo eso va creando un ambiente.

El Lector es parte de ese conjunto integrado, por lo que siempre debe presentarse con dignidad.

Debemos siempre recordar que aunque el lector es muy importante, es mucho más importante el Mensaje de Dios a su pueblo. La misión del lector no es más que poner su persona, que es algo secundario, y por tanto, debe presentarse con mucha humildad, y siempre listo y preparado en todo lo que el puede, para que la gente reciba el mensaje de Dios.


En la Celebración Eucarística hay dos grandes momentos: La Liturgia de la Palabra y la Liturgia de la Eucaristía. Esto no siempre ha sido visto así, porque antes se decía que la Misa tenía cinco grandes momentos, que eran:

1er. Momento: Desde su inicio hasta el final del Credo
2do.Momento: El Ofertorio
3er. Momento: La Consagración
4to. Momento: La Comunión, y
5to. Momento: La Oración final.

Pero el Concilio Vaticano II nos enseño que la Misa es más simple, pero más valiosa que lo que antes conocíamos; que solo hay dos grandes momentos:

a) La Liturgia de la Palabra, que va desde el inicio hasta la oración de los fieles, y
b) La Liturgia de la Eucaristía, que va desde la presentación de las ofrendas hasta el final.

Ambas mesas son igualmente importantes. No podemos comer con frutos la comunión, si antes no alimentamos nuestra fe con el Pan de la Palabra de Dios.

Estas dos partes, juntas y equilibradas, forman la celebración dominical, y tan importante es la mesa de la Palabra, como la mesa de la Eucaristía.

Esto nos debe ayudar a comprender lo importante que es este Ministerio de Proclamar la Palabra de Dios. La Liturgia es el servicio que la Iglesia ha aprobado para celebrar dignamente la Palabra de Dios, la Mesa de la Palabra y la Mesa de la Eucaristía.


POSTURAS Y GESTOS CORPORALES EN LA MISA
En la celebración de la Misa levantamos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces a Dios, pero somos criaturas compuestas tanto de cuerpo como de alma y es por esto que nuestra oración no está confinada a nuestras mentes, a nuestros corazones y a nuestras voces, sino que también se expresa en nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oración, rezamos con toda nuestra persona, como espíritus personificados tal como Dios nos creó. Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mejor atención.


Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas, nos sentamos y también somos invitados, a realizar una serie de gestos. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. De hecho, estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.

Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento en nuestro culto.

Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea.

Desde los inicios de la Iglesia, esta postura corporal ha sido interpretada como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que están en la búsqueda de cosas superiores.

Cuando nos ponemos de pie para la oración, asumimos nuestra estatura completa ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos. Por medio del Bautismo, se nos ha dado a compartir una parte de la vida de Dios y la posición de pie es un reconocimiento de este don maravilloso.

Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, la cúspide de la revelación, las palabras y las escrituras del Señor y los obispos de los Estados Unidos han elegido la posición de pie como la postura que se debe observar en este país para la recepción de la Comunión, el sacramento que nos une de la manera más profunda posible con Cristo quien, ahora gloriosamente resucitado de entre los muertos, es la causa de nuestra salvación.

En los inicios de la Iglesia, la postura de rodillas simbolizaba la penitencia: ¡la consciencia del pecado nos derrumba!

La postura de rodillas estaba tan íntegramente identificada con la penitencia que a los antiguos cristianos se le prohibía arrodillarse los domingos y durante la Semana Santa, en que el espíritu prevalecedor de la liturgia era de gozo y acción de gracias.

Durante la Edad Media, la posición de rodillas significaba que un vasallo le rendía homenaje a su amo. Más recientemente, esta postura ha venido a significar adoración. Es por esta razón que los obispos de este país han elegido la posición de rodillas para que se ponga en práctica durante toda la Plegaria Eucarística.

La posición sentada es para escuchar y meditar, de esta forma, la congregación toma asiento durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el período de meditación que le sigue a la Comunión.

Los gestos también comprometen a nuestro cuerpo en la oración. Uno de los gestos más comunes es la Señal de la Cruz, con la que damos inicio a la Misa, y con la que, en la forma de una bendición, ésta concluye.

Ya que debido a Su muerte en la cruz, Cristo redimió a la humanidad, nos hacemos la señal de la cruz en nuestra frente, labios y corazones al inicio del Evangelio. Sobre este tema, el Reverendo Padre Romano Guardini, un erudito y profesor de liturgia, escribió lo siguiente:

Cuando nos hagamos la señal de la cruz, que ésta sea una verdadera señal de la cruz. En lugar de un gesto menudo y apretado que no proporciona ninguna noción acerca de su significado; hagamos, en vez, una gran señal, sin nigún apuro, que empiece desde la frente hasta nuestro pecho, de hombro a hombro, sintiendo conscientemente cómo incluye a todo nuestro ser, nuestra mente, nuestra actitud, nuestro cuerpo y nuestra alma, cada una de nuestras partes en un solo momento, cómo nos consagra y nos santifica ...(Señales Sagradas, 1927).

Sin embargo, existen otros gestos corporales que intensifican nuestra oración en la Misa. Durante el "Yo Confieso", la acción de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecernos y hacernos más conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa.

En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encarnación: "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre".

Este gesto significa nuestro profundo respeto y gratitud a Cristo quien, por medio de Dios, no dudó ningún momento en venir entre nosotros como un ser humano y compartir nuestra condición humana para salvarnos del pecado y restablecer nuestra amistad con Dios. Esta gratitud se expresa aún con una mayor solemnidad durante la Fiesta de la Anunciación del Señor y en la Navidad, en que hacemos una venia cuando escuchamos estas palabras.

Nos ponemos de pie como familia de Dios, establecida como tal por el Espíritu de adopción. En la plenitud de ese mismo Espíritu, invocamos a Dios como Padre. Después del Padrenuestro viene el Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apretón de manos y el saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz con nosotros mismos y que no guardamos enemistad.

Este intercambio es simbólico. Compartir la paz con las personas a nuestro alrededor representa para nosotros y para ellos la totalidad de la comunidad de la Iglesia y de toda la humanidad.

Por último, en la nueva Instrucción General, se nos pide que hagamos una señal de reverencia, a ser determinada por los obispos de cada país o región, antes de recibir de pie la Comunión. Los obispos de este país han determinado que la señal que ofreceremos antes de la Comunión será una venia, un gesto por medio del cual expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual.

Además de servir como un medio en la oración de los seres compuestos de cuerpo y alma, las posturas y los gestos corporales que hacemos en la Misa cumplen otra función muy importante. La Iglesia ve en estas posturas y gestos corporales comunes tanto un símbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto como un medio para afianzar dicha unidad.

No estamos libres de cambiar estas posturas de acuerdo a nuestra propia piedad, ya que la Iglesia deja bien claro que nuestra unidad en las posturas y gestos corporales son una expresión de nuestra participación en un Cuerpo formado por las personas bautizadas con Cristo, nuestra cabeza.

Cuando nos ponemos de pie, cuando nos arrodillamos, cuando nos sentamos, cuando hacemos una venia y lo mismo cuando hacemos una señal como una acción en común, atestiguamos sin ambigüedad que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazón, la mente y el espíritu.


PARTICIPACIÓN EN EL FORO
¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?
¿Qué significa “Celebrar la Misa”?
¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA / ARTÍCULOS DE APOYO:

- Libro La Eucaristía: http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=536

- Carta del Papa a los Obispos sobre "Summorum Pontificum"
La Carta de Benedicto XVI a los obispos de todo el mundo sobre el Motu Proprio Summorum. Referente al misal de Juan XXIII: http://es.catholic.net/conocetufe/423/2214/articulo.php?id=32311

- Ecclesia De Eucharistia http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=19

- Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la rececpción de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a casar http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=407

- Sacrosanctum Concilium (Constitución Dogmática del Vaticano II para la Liturgia) http://es.catholic.net/conocetufe/423/2214/articulo.php?id=15820

- Redemptionis Sacramentum
Sobre algunas cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía http://es.catholic.net/conocetufe/423/2214/articulo.php?id=15820

- Dies Domini ( Carta apostólica JPLL sobre la santificación del domingo) http://es.catholic.net/conocetufe/423/2214/articulo.php?id=15821


Ultima edición por Gache el Mar Sep 30, 2008 1:57 pm, editado 1 vez
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ricrodma
Esporádico


Registrado: 17 Jun 2008
Mensajes: 33
Ubicación: Santo Domingo, Rep. Dominicana

MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 2:53 pm    Asunto: 4a Sesion
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
Responder citando

1- Desde sus inicios, la iglesia encontró su fuente de aliento en las escrituras. Empezando con las experiencias de los profetas y luego el gozo de los salmos, las reuniones de las comunidades escuchaba lo que el Señor a través de la historia le iba narrando. Luego con los recuerdos y escritos de los apóstoles se enriqueció la liturgia, pues la palabra se centro en Cristo Jesús en el ahora. La iglesia organizó las lecturas para que el pueblo entendiera que desde el Antiguo Testamento Dios nos fue mostrando el camino de salvación que nos conduciría a Jesús.

2-Celebrar la misa es sinónimo de servir a la comunidad gozándose en la presencia del Señor. No es solo leer la palabra, las oraciones y conducir al pueblo al encuentro con Jesús, es involucrarse en todos los aspectos y minutos. Es vivir la misa en todos sus aspectos.

3-Las posturas expresan nuestra entrega total a este encuentro esperado con el Señor, nuestro compromiso con este encuentro. No es solo por ir y cumplir. Es ir para crecernos y llenarnos de Jesús.
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Cellobert
Esporádico


Registrado: 11 May 2008
Mensajes: 51
Ubicación: México

MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 3:31 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
Responder citando

Tengo una duda. ¿Hay algun documento que exprese cómo se debe rezar la oración del Padre Nuestro en la misa? Porque cada sacerdote tiene su muy particular forma de rezar:

*Unos alzan sus manos solamente ellos y la gente no las alza.
*Otros alzan sus manos y la gente tambien las alza.
*Otros alzan sus manos y además se toman de las manos con la gente, y la gente tambien se toma de las manos.

Personalmente creo que sólo el sacerdote debe alzar sus manos. Las demás opciones me parecen ajenas a la misa católica. La tercera se parece a la forma de celebrar de protestantes.

_________________
Deus Caritas Est

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Juan Mario Remes Ripoll
Nuevo


Registrado: 27 Ago 2008
Mensajes: 16
Ubicación: Veracruz, México

MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 3:41 pm    Asunto: Participación en el curso
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
Responder citando

Hola, buenos días, está es mí participación en esta semana:

¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

La Iglesia encuentra en ellas la Palabra Divina y la acción del Espíritu Santo. Debido a ello resuena en la Iglesia la voz del Evangelio.
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¿Qué significa “Celebrar la Misa”?

Antes que nada hay que enfatizar que no es lo mismo "celebrar" que "decir" la misa:

"decir" es leer.

"Celebrar es alegria, fiesta, participación. Celebrar el sacrificio de Acción de Gracias al Señor.

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¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

La forma en que comprometemos nuestro cuerpo en la misa, en la oración. Cada postura enfatiza nuestra concentración, en cada momento del culto del cual estamos participando. Ya sea de pie, sentados o de rodillas. Siempre atentos a lo que esta sucediendo.
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Emily Atallah
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MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 4:45 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?
La palabra de Dios antes profetizada y luego hecha hombre. Es por esto una de las dos partes de la Misa, de primordial importancia. Dios habla al hombre a traves de su palabra. Es por esto que el lector debe dar dignidad y repeto a su ministerio y nosotros la mayor atención y meditación.

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?
Celebrar la Misa significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracias al Señor.

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?Son un medio de oración, la expresion física de las diferentes posturas ante las cuales atestiguamos que somos el cuerpo de Cristo unidos en cuerpo y espíritu.
Cuando nos ponemos de pie mostramos respeto y honor al ponernos a la altura de Dios con humildad profunda, cuando nos arrodillamos (antes identificada con la penitencia y luego con el homenaje de un vasallo a su Señor) expresamos nuestra adoración , cuando nos sentamos escuchamos y meditamos, cuando hacemos una venia mostramos respeto y agradecimiento. Así cada postura que debe ser unánime, tiene un significado profundo de adoración, respeto y agradecimiento.

Quedo afectisima en Jesucristo,
Emily
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ulpago
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MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 5:16 pm    Asunto: Participación 4a. sesión
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Lo que encuentra la Iglesia en las escrituras
En la Sagrada Escritura la Iglesia encuentra la palabra siempre nueva y a la vez inmutable del Verdadero Dios por quien se vive.
En efecto, la palabra de Dios que escuchamos, meditamos y vivimos en cada celebración eucarística es, en si misma, novedosa cada vez que tenemos la gracia de recibirla. Dios nos habla como Iglesia una y otra vez, y en cada ocasión tiene algo nuevo que decirnos. Pero además, es inmutable, no cambia, es la misma revelación recibida de Jesús y transmitida a los apóstoles, sólo que es tan rica, que la oimos como una novedad siempre.
Me he referido al Verdadero Dios por quien se vive porque así se expresó de Él nuestra Madre de Guadalupe en el Tepeyac, según narra el Nican Mopoua.

Celebrar la Misa
Celebrar la Misa es participar con el cuerpo y el alma en la fiesta más importante de todo cristiano. El encuentro con Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo), que nos habla en la Escritura, nos exhorta y explica su contenido en la homilia, nos regala el milagro eucarístico y nos da a comer el Cuerpo y Sangre de Jesucristo. Por ello celebrar la misa es gozar de ese momento privilegiado para el cristiano. De allí que cuando algunos asisten a Misa sólo como espectadores se diga que vienen "de cuerpo presente".

Posturas corporales que asumimos
Estar en la celebración de la Santa Misa implica una serie clara de gestos y posturas que permitan exteriorizar lo que estamos viviendo.
De pie, en señal de respeto, pero también que somos hijos de Dios por el baustismo y como tales, también sacerdotes.
De rodillas en señal de adoración, de humildad ante la Majestad.
Sentados significa que estamos en meditación, en escucha.
Las manos o la reverencia tambien pueden expresar aspectos concretos.
_________________
Dios colme a usted de bendiciones y lo llene de su Santo Amor. (San Rafael Guízar y Valencia)
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Libertad Gautier
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MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 6:56 pm    Asunto: La Liturgia Misa II Parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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La Iglesia encuentra en las escrituras la Palabra de Dios viva y divina la cual es proclamada por los sacerdotes y los servidores de la Liturgia, esto ocurre como fundamento del dialogo entre Dios y su pueblo y la presencia de Cristo en ella.

" Celebrar la Misa" quiere decir que estamos celebrando una fiesta con alegria al participar en ella. Aqui celebramos el Sacrificio de Accion de Gracias al Señor. El sacerdote celebrala Santa Misa.

Las posturas corporales son los gestos que se lleva a cabo en la celebracion de la Misa como por ejemplo : Al ponernos de pie es el signo de respeto y honor; esto lo hacemos cuando el celebrante en representacion de Cristo aqui en la Tierra entra y sale de la asamblea. Nos ponemos de rodilla como un acto de humildad ante Dios. Nos sentamos para escuchar y meditar la Palabra de Dios y la homilia y aceptamos la invitacion; todo esto enfatiza y refuerza el significado de la accion en la que estamos participando en nuestro culto o asamblea.
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MISAAC
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MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 7:25 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?
La Iglesia encuentra en las Escrituras, la palabra de Dios, y un medio de dialogo entre Dios y su pueblo

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?
Celebrar Misa, indica vivir, festejar, participar, es formar parte dinámica de los misterios de nuestra salvación.

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?
1. Ponernos de Pie es un signo de respeto y honor, asumimos la gracia de la salvación dada por nuestro Señor Jesucristo. Nos une en la Familia de Dios
2. Ponernos de Rodillas, implica adoración
3. Sentados nos dispone a escuchar y a meditar
4. Señal de la Cruz reconocemos que por la muerte de nuestro Señor en la Cruz, alcanzamos la redención.
5. Golpear el pecho, implica aceptar y dolernos de nuestros pecados.
6. Saludo de Paz, nos une en paz con toda la Iglesia
7. Reverencia o venia signo de reverencia y honra a Cristo Eucaristía.

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Edwin Perez
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MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 8:19 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

La importancia de la Sagrada Escritura en la celebración de la liturgia es sumamente grande, puesto que de ella se toman las lecturas que luego se explican con la homilía y los salmos que se cantan
La Palabra de Dios ocupa un puesto preeminente en la celebración litúrgica, pues es vital para la comunidad cristiana: «la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios» (OLM 7: Ordenación de las Lecturas de la Misa, 1981, 2ª. edición típica). Por eso «la Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo
Por lo tanto, queremos resaltar la importancia de la lectura-proclamación de la Palabra divina como fundamento del diálogo entre Dios y su Pueblo y uno de los modos de la presencia de Cristo en la Liturgia.
El Concilio Vaticano II no dudo en referirse a los leccionarios de la Palabra de Dios como tesoros bíblicos de la Iglesia, disponiendo que se abriera con mayor amplitud (SC 51; cf. 92). En este sentido el Concilio afirmó también la importancia de la Sagrada Escritura en la Celebración de la liturgia (cf. SC 24

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?
Celebrar Misa, indica vivir, festejar, participar, es formar parte dinámica de los misterios de nuestra salvación.

Es la proclamación de las maravillas obradas por Dios en la historia de la salvación o misterio de Cristo: misterio, que está siempre presente y activo en nosotros, particularmente en las celebraciones litúrgicas.» (SC 35,2; cf. 52), goza también de una cierta presencia del Señor, como afirma el papa Pablo VI: «(Cristo) está presente en su Iglesia que predica, puesto que el Evangelio que ella anuncia es la Palabra de Dios y solamente se anuncia en el nombre, con la autoridad y con las asistencia de Cristo...» (cf. Mysterium Fidei , n. 20).




¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

En la celebración de la Misa levantamos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces a Dios, pero somos criaturas compuestas tanto de cuerpo como de alma y es por esto que nuestra oración no está confinada a nuestras mentes, a nuestros corazones y a nuestras voces, sino que también se expresa en nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oración, rezamos con toda nuestra persona, como espíritus personificados tal como Dios nos creó. Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mejor atención.


Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas, nos sentamos y también somos invitados, a realizar una serie de gestos. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. De hecho, estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.

Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento en nuestro culto.

Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea.

Desde los inicios de la Iglesia, esta postura corporal ha sido interpretada como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que están en la búsqueda de cosas superiores.

Cuando nos ponemos de pie para la oración, asumimos nuestra estatura completa ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos. Por medio del Bautismo, se nos ha dado a compartir una parte de la vida de Dios y la posición de pie es un reconocimiento de este don maravilloso.

Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, la cúspide de la revelación, las palabras y las escrituras del Señor y los obispos de los Estados Unidos han elegido la posición de pie como la postura que se debe observar en este país para la recepción de la Comunión, el sacramento que nos une de la manera más profunda posible con Cristo quien, ahora gloriosamente resucitado de entre los muertos, es la causa de nuestra salvación.

En los inicios de la Iglesia, la postura de rodillas simbolizaba la penitencia: ¡la consciencia del pecado nos derrumba!

La postura de rodillas estaba tan íntegramente identificada con la penitencia que a los antiguos cristianos se le prohibía arrodillarse los domingos y durante la Semana Santa, en que el espíritu prevalecedor de la liturgia era de gozo y acción de gracias.

Durante la Edad Media, la posición de rodillas significaba que un vasallo le rendía homenaje a su amo. Más recientemente, esta postura ha venido a significar adoración. Es por esta razón que los obispos de este país han elegido la posición de rodillas para que se ponga en práctica durante toda la Plegaria Eucarística.

La posición sentada es para escuchar y meditar, de esta forma, la congregación toma asiento durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el período de meditación que le sigue a la Comunión.

Los gestos también comprometen a nuestro cuerpo en la oración. Uno de los gestos más comunes es la Señal de la Cruz, con la que damos inicio a la Misa, y con la que, en la forma de una bendición, ésta concluye.

Ya que debido a Su muerte en la cruz, Cristo redimió a la humanidad, nos hacemos la señal de la cruz en nuestra frente, labios y corazones al inicio del Evangelio. Sobre este tema, el Reverendo Padre Romano Guardini, un erudito y profesor de liturgia, escribió lo siguiente:

Cuando nos hagamos la señal de la cruz, que ésta sea una verdadera señal de la cruz. En lugar de un gesto menudo y apretado que no proporciona ninguna noción acerca de su significado; hagamos, en vez, una gran señal, sin nigún apuro, que empiece desde la frente hasta nuestro pecho, de hombro a hombro, sintiendo conscientemente cómo incluye a todo nuestro ser, nuestra mente, nuestra actitud, nuestro cuerpo y nuestra alma, cada una de nuestras partes en un solo momento, cómo nos consagra y nos santifica ...(Señales Sagradas, 1927).

Sin embargo, existen otros gestos corporales que intensifican nuestra oración en la Misa. Durante el "Yo Confieso", la acción de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecernos y hacernos más conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa.

En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encarnación: "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre".

Este gesto significa nuestro profundo respeto y gratitud a Cristo quien, por medio de Dios, no dudó ningún momento en venir entre nosotros como un ser humano y compartir nuestra condición humana para salvarnos del pecado y restablecer nuestra amistad con Dios. Esta gratitud se expresa aún con una mayor solemnidad durante la Fiesta de la Anunciación del Señor y en la Navidad, en que hacemos una venia cuando escuchamos estas palabras.

Nos ponemos de pie como familia de Dios, establecida como tal por el Espíritu de adopción. En la plenitud de ese mismo Espíritu, invocamos a Dios como Padre. Después del Padrenuestro viene el Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apretón de manos y el saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz con nosotros mismos y que no guardamos enemistad.

Este intercambio es simbólico. Compartir la paz con las personas a nuestro alrededor representa para nosotros y para ellos la totalidad de la comunidad de la Iglesia y de toda la humanidad.

Por último, en la nueva Instrucción General, se nos pide que hagamos una señal de reverencia, a ser determinada por los obispos de cada país o región, antes de recibir de pie la Comunión. Los obispos de este país han determinado que la señal que ofreceremos antes de la Comunión será una venia, un gesto por medio del cual expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual.

Además de servir como un medio en la oración de los seres compuestos de cuerpo y alma, las posturas y los gestos corporales que hacemos en la Misa cumplen otra función muy importante. La Iglesia ve en estas posturas y gestos corporales comunes tanto un símbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto como un medio para afianzar dicha unidad.

No estamos libres de cambiar estas posturas de acuerdo a nuestra propia piedad, ya que la Iglesia deja bien claro que nuestra unidad en las posturas y gestos corporales son una expresión de nuestra participación en un Cuerpo formado por las personas bautizadas con Cristo, nuestra cabeza.

Cuando nos ponemos de pie, cuando nos arrodillamos, cuando nos sentamos, cuando hacemos una venia y lo mismo cuando hacemos una señal como una acción en común, atestiguamos sin ambigüedad que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazón, la mente y el espíritu.
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Edwin Perez
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alejandro aguilera
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Registrado: 24 Jun 2008
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MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 10:01 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Participación en el Foro


¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?
• la Iglesia encuentra edificación y crecimiento escuchando la Palabra de Dios, Por eso «la Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo».



¿Qué significa “Celebrar la Misa”?
• Celebrar la Misa significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracia al Señor.


¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?
• Ponernos de pie es un signo de respeto y honor. La usamos en casi toda la celebración, en los ritos iniciales, en la proclamación del evangelio, la plegaria eucarística y en los ritos finales

• la postura de rodillas simbolizaba la penitencia, la usamos en la plegaria eucarística en al oración de consagración de la especies.

• La posición sentada es para escuchar y meditar, la usamos para escuchar las lecturas, la homilía y en la comunión.
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gatosentado76
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MensajePublicado: Lun Sep 22, 2008 11:47 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

«La importancia de la Sagrada Escritura en la celebración de la liturgia es sumamente grande, puesto que de ella se toman las lecturas que luego se explican con la homilía y los salmos que se cantan» (SC 24)

La Palabra de Dios ocupa un puesto preeminente en la celebración litúrgica, pues es vital para la comunidad cristiana: «la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios» (OLM 7: Ordenación de las Lecturas de la Misa, 1981, 2ª. edición típica). Por eso «la Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo» (DV 21).

En el centro de la comunidad cristiana se encuentra siempre el misterio pascual de Jesucristo. Este acontecimiento central y cualquier otro aspecto de la economía salvífica se convierte en objeto de una celebración litúrgica desde el momento en que son anunciados, proclamados y celebrados en la Liturgia de la Palabra.


Antes de ver el proceso de la Palabra de Dios celebrada en la historia debemos resaltar el hecho que, todas las liturgias de Oriente y Occidente han reservado un puesto privilegiado a la Sagrada Escritura en todas sus celebraciones. La versión de los LXX fue el primer libro litúrgico de la Iglesia (cf. 2 Tim 3,15-16).

El aprecio y la celebración de la Palabra de Dios ya era un valor heredado de los judíos: desde las grandes asambleas del AT, para escuchar la palabra (Ex 19-24, Neh 8-9) y la estructura de la celebración en el culto sinagogal, centrado en las lecturas bíblicas y en la oración de los salmos. Era fácil de ahí el paso a la celebración cristiana, con la conciencia de que Dios, que había hablado a su pueblo por boca de los profetas, ahora nos ha dirigido su palabra por medio de su Hijo (cf. Heb 1,1-2), la Palabra hecha persona (Jn 1,14).
La proclamación de la Palabra es un hecho constante y universal en la historia del culto cristiano, de manera que no hay rito litúrgico que no tenga varios leccionarios, en los que ha distribuido la lectura de la Palabra de Dios de acuerdo con el calendario y las necesidades pastorales de la respectiva Iglesia.


¿Qué significa “Celebrar la Misa”?


Celebrar Misa, indica vivir, festejar, participar, es formar parte dinámica de los misterios de nuestra salvación.

Es la proclamación de las maravillas obradas por Dios en la historia de la salvación o misterio de Cristo: misterio, que está siempre presente y activo en nosotros, particularmente en las celebraciones litúrgicas.» (SC 35,2; cf. 52), goza también de una cierta presencia del Señor, como afirma el papa Pablo VI: «(Cristo) está presente en su Iglesia que predica, puesto que el Evangelio que ella anuncia es la Palabra de Dios y solamente se anuncia en el nombre, con la autoridad y con las asistencia de Cristo...» (cf. Mysterium Fidei , n. 20).


En la Celebración Eucarística hay dos grandes momentos: La Liturgia de la Palabra y la Liturgia de la Eucaristía. Esto no siempre ha sido visto así, porque antes se decía que la Misa tenía cinco grandes momentos, que eran:

1er. Momento: Desde su inicio hasta el final del Credo
2do.Momento: El Ofertorio
3er. Momento: La Consagración
4to. Momento: La Comunión, y
5to. Momento: La Oración final.

Pero el Concilio Vaticano II nos enseño que la Misa es más simple, pero más valiosa que lo que antes conocíamos; que solo hay dos grandes momentos:

a) La Liturgia de la Palabra, que va desde el inicio hasta la oración de los fieles, y
b) La Liturgia de la Eucaristía, que va desde la presentación de las ofrendas hasta el final.

Ambas mesas son igualmente importantes. No podemos comer con frutos la comunión, si antes no alimentamos nuestra fe con el Pan de la Palabra de Dios.

Estas dos partes, juntas y equilibradas, forman la celebración dominical, y tan importante es la mesa de la Palabra, como la mesa de la Eucaristía.

Esto nos debe ayudar a comprender lo importante que es este Ministerio de Proclamar la Palabra de Dios. La Liturgia es el servicio que la Iglesia ha aprobado para celebrar dignamente la Palabra de Dios, la Mesa de la Palabra y la Mesa de la Eucaristica.




¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

En la celebración de la Misa levantamos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces a Dios, pero somos criaturas compuestas tanto de cuerpo como de alma y es por esto que nuestra oración no está confinada a nuestras mentes, a nuestros corazones y a nuestras voces, sino que también se expresa en nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oración, rezamos con toda nuestra persona, como espíritus personificados tal como Dios nos creó. Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mejor atención.


Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas, nos sentamos y también somos invitados, a realizar una serie de gestos. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. De hecho, estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.

Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento en nuestro culto.

Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea.

Desde los inicios de la Iglesia, esta postura corporal ha sido interpretada como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que están en la búsqueda de cosas superiores.

Cuando nos ponemos de pie para la oración, asumimos nuestra estatura completa ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos. Por medio del Bautismo, se nos ha dado a compartir una parte de la vida de Dios y la posición de pie es un reconocimiento de este don maravilloso.

Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, la cúspide de la revelación, las palabras y las escrituras del Señor y los obispos de los Estados Unidos han elegido la posición de pie como la postura que se debe observar en este país para la recepción de la Comunión, el sacramento que nos une de la manera más profunda posible con Cristo quien, ahora gloriosamente resucitado de entre los muertos, es la causa de nuestra salvación.

En los inicios de la Iglesia, la postura de rodillas simbolizaba la penitencia: ¡la consciencia del pecado nos derrumba!

La postura de rodillas estaba tan íntegramente identificada con la penitencia que a los antiguos cristianos se le prohibía arrodillarse los domingos y durante la Semana Santa, en que el espíritu prevalecedor de la liturgia era de gozo y acción de gracias.

La posición sentada es para escuchar y meditar, de esta forma, la congregación toma asiento durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el período de meditación que le sigue a la Comunión.

Los gestos también comprometen a nuestro cuerpo en la oración. Uno de los gestos más comunes es la Señal de la Cruz, con la que damos inicio a la Misa, y con la que, en la forma de una bendición, ésta concluye.

Sin embargo, existen otros gestos corporales que intensifican nuestra oración en la Misa. Durante el "Yo Confieso", la acción de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecernos y hacernos más conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa.

En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encarnación: "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre".

Este gesto significa nuestro profundo respeto y gratitud a Cristo quien, por medio de Dios, no dudó ningún momento en venir entre nosotros como un ser humano y compartir nuestra condición humana para salvarnos del pecado y restablecer nuestra amistad con Dios. Esta gratitud se expresa aún con una mayor solemnidad durante la Fiesta de la Anunciación del Señor y en la Navidad, en que hacemos una venia cuando escuchamos estas palabras.

Nos ponemos de pie como familia de Dios, establecida como tal por el Espíritu de adopción. En la plenitud de ese mismo Espíritu, invocamos a Dios como Padre. Después del Padrenuestro viene el Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apretón de manos y el saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz con nosotros mismos y que no guardamos enemistad.

Este intercambio es simbólico. Compartir la paz con las personas a nuestro alrededor representa para nosotros y para ellos la totalidad de la comunidad de la Iglesia y de toda la humanidad.

Por último, en la nueva Instrucción General, se nos pide que hagamos una señal de reverencia, a ser determinada por los obispos de cada país o región, antes de recibir de pie la Comunión. Los obispos de este país han determinado que la señal que ofreceremos antes de la Comunión será una venia, un gesto por medio del cual expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual.
No estamos libres de cambiar estas posturas de acuerdo a nuestra propia piedad, ya que la Iglesia deja bien claro que nuestra unidad en las posturas y gestos corporales son una expresión de nuestra participación en un Cuerpo formado por las personas bautizadas con Cristo, nuestra cabeza.

Cuando nos ponemos de pie, cuando nos arrodillamos, cuando nos sentamos, cuando hacemos una venia y lo mismo cuando hacemos una señal como una acción en común, atestiguamos sin ambigüedad que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazón, la mente y el espíritu.
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SIR CATCELOT EL PRIMER GATOLLERO.
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isabelsosa
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MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 1:32 am    Asunto: ¿que encuentra la iglesia en las escrituras?
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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1La iglesia se edifica y crece escuchando la palabra de Dios. La iglesia sabe que cuando abre las escrituras encuentra siempre en ellas la palabra divina y la accion del espiritu por quien la voz del evangelio resuena viva en ella.
2¿que significa celebrar la misa?
celebrar la misa es celebrar la eucaristia realizamos la re presentacion de la Pascua Muerte y Resurrecion del Señor.La misa es celebracion sacramental , es una celebracion que se realiza por medio de signos sagrados establecidos por Cristo mismo en ella por medio del banquete donde se come el pan y vino se hace presente de nuevo el Señor se entrega a Dios Padre sufriendo ,muriendo y resucitando para salvarnos.
3¿Que representan las posturas corporales que asumimos en la misa?
representan el empeño de llenar de sentido los gestos y las posturas
del cuerpo durante la S Misa nos permite sentirnos con celebrantes actores y no simple espectadores.
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claudia cristina gonzalez
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Registrado: 04 Sep 2008
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MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 1:54 am    Asunto: RESPUESTAS A LA SESION NUMERO 4
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Razz Hola a todos, paz y bendiciones para Ustedes. Aqui estan mis respuestas a la sesion numero cuatro.

¿Que encuentra la Iglesia en las Escrituras?
La Iglesia sabe que, cuando abre las Escrituras, encuentra siempre en ellas la Palabra Divina y la accion del Espiritu, por quien la voz del Evangelio resuena viva en la Iglesia (DV8; cf. 9, 21).
La Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios.
La Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la Sagrada Liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo (DV21).

¿Que significa "Celebrar la Misa"?'
"Celebrar la Misa" significa fiesta, alegria, participacion, Celebrar el Sacrificio de Accion de Gracia al Señor. Por eso, no es adecuado preguntar ¿Quien va a decir la Misa?; lo correcto sera decir ¿Quien va a Celebrar La Santa Misa?

¿Que representan las posturas corporales que asumimos en la Misa?
Estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oracion, que es la Misa.
1. Ponernos de pie es un signo de respeto y de honor, esta postura corporal ha sido interpretada como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que estan en la busqueda de cosas superiores.
2. La postura de rodillas, al principio de la Iglesia simbolizaba la penitencia. Mas recientemente, esta postura ha venido a significar adoracion.
3. La posicion sentada es para escuchar y meditar.
4. El gesto de la Señal de la Cruz, es para recordar que debido a su muerte en la cruz, Cristo redimio a la humanidad.
5. La accion de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecernos y hacernos mas conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa.
6. Hacemos una venia en el Credo, al momento de recordar la encarnacion, lo cual significa nuestro profundo respeto y gratitud a Cristo quien, por medio de Dios, no dudo ningun momento en venir entre nosotros como un ser humano y compartir nuestra condicion humana para salvarnos del pecado y restablecer nuestra amistad con Dios.
7. El Saludo de la Paz, es un gesto mediante el cual expresamos por medio de un apreton de manos y el saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz con nosotros mismos y que no guardamos enemistad.
8. Se nos pide hacer una reverencia, antes de recibir de pie la comunion. por medio de este gesto expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual.

TODO LO PUEDO EN CRISTO, QUE ME FORTALECE
Fip 4, 13
CRISTINA GONZALEZ SARABIA.
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verónica ana
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Registrado: 23 Jun 2008
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MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 2:44 am    Asunto: Respuestas 4a sesión curso de liturgia
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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I)¿Qué encuentra la Iglesia en las Escrituras?

La Iglesia encuentra en las Sagradas Escrituras la Palabra de Dios. Sabe que a través de las Escrituras el Señor se comunica personalmente con su pueblo y se hace presente en medio de el hablando, enseñando e interpelando.
La Palabra de Dios ocupa un lugar preeminente en la celebración litúrgica, pues es vital para la comunidad cristiana: “la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios”.
“La Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles” el Pan de la Palabra y el Pan de la Eucaristía.

II) ¿Qué significa celebrar la misa?

Celebrar la misa significa fiesta, alegría, participación. Celebrar el sacrificio de Acción de Gracias al Señor. En la celebración de la misa encontramos dos grandes momentos: la liturgia de la Palabra y la liturgia de la Eucaristía.
La liturgia de la Palabra comprende desde el comienzo hasta la oración de los fieles y la liturgia de la Eucaristía desde la presentación de las ofrendas hasta el final.
Ambas partes son igualmente importantes. En la primera tenemos el Pan de la Palabra, en la segunda el Pan de la Eucaristía. Necesitamos primero entrar en comunión con Su Palabra para luego entrar en una comunión más misteriosa, más profunda con Su Cuerpo y con Su Sangre para hacernos “uno” con el Señor.


III)¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

Somos cristianos compuestos por cuerpo y alma y por tanto en nuestra oración o en la celebración de la Santa Misa no debemos entrar sólo con nuestra mente, nuestro corazón o nuestra voz sino también con nuestro cuerpo. Debemos entrar a la oración integralmente, con todo nuestro ser, cuerpo y alma e involucrarnos totalmente en la oración que estamos haciendo o en la misa en la cual estamos participando.
Durante la misa asumimos diferentes posturas corporales: de pie, de rodillas, sentados y también realizamos una serie de gestos. Estas posturas y gestos tienen un significado profundo y cuando se realizan con comprensión y atención pueden realzar nuestra participación personal especialmente en la Santa Misa. De hecho estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en esta celebración.
Así ponernos de pie es un signo de respeto, también asumimos nuestra estatura completa ante Dios por las maravillas que ha hecho con nosotros al crearnos, redimirnos y darnos luego la posibilidad, a través del Bautismo y la vida en gracia de compartir la vida de Dios. La posición de pie es un reconocimiento a este don.
La postura de rodillas simboliza la penitencia en unos casos, adoración en otros.
La posición sentada es para escuchar y meditar. Esto lo vemos en las lecturas, el salmo, la homilía y luego en la meditación que sigue a la comunión.
Los gestos también comprometen nuestro cuerpo en la oración. Uno de los principales es la señal de la cruz con la que damos inicio a la misa y con la que concluye en la forma de una bendición. Podemos citar también los golpes en el pecho durante el “yo pecador” que denota que reconocemos que nuestro pecado es por nuestra culpa. El gesto del saludo de la paz con el cuál denotamos que no guardamos enemistad, que estamos en paz y que queremos compartir esta paz con los que están cerca y los que están lejos (el resto de la humanidad)
Luego tenemos las reverencias que hacemos en el Credo al decir “nació de Santa María Virgen y se hizo hombre” y en el momento de comulgar para demostrar nuestro agradecimiento al Señor que se anonada una vez más viniendo a nosotros en la Santa Comunión.
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MCDelgadillo
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Registrado: 11 Mar 2007
Mensajes: 93

MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 3:37 am    Asunto: 4. La Liturgia en la Misa II Parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?
La Palabra de Dios en la celebración litúrgica, es vital para la comunidad cristiana: «la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios» Por eso «la Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo»

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?
Significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracia al Señor. La Liturgia es el servicio que la Iglesia ha aprobado para celebrar dignamente la Palabra de Dios, la Mesa de la Palabra y la Mesa de la Eucaristía.

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?
Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento en nuestro culto.
Tienen un significado profundo, cuando se realizan con comprensión, realzan nuestra participación personal en la Misa. Estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.
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Jesusislord
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Registrado: 01 Oct 2007
Mensajes: 41

MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 4:46 am    Asunto: La Liturgia en la Misa II Parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

La Iglesia encuentra en las escrituras su alimento y su fuerza, porque, en ella, no recibe solamente una palabra humana, sino lo que es realmente: la Palabra de Dios. En los libros sagrados, el Padre que está en el cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos.
Dios es el autor de la Sagrada Escritura. "Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo".
"La santa Madre Iglesia, fiel a la base de los apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que, escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia"
Dios ha inspirado a los autores humanos de los libros sagrados. "En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería”.

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?

La misa es una celebración, una verdadera fiesta, porque en ella evocamos y más aún, hacemos realmente presente el misterio que nos da vida: la Pascua de Jesús, su muerte y resurrección por nosotros.
Cuando queremos hacer presente algo que es importante para nosotros (un aniversario, un cambio profundo en nuestras vidas, una despedida), necesitamos celebrar, hacer fiesta. Esto quiere decir que nos juntamos (porque nadie festeja solo) a través de gestos, palabras, de un tiempo (y a veces también en lugares) especiales, nos hacemos presente a esos acontecimientos.
Lo primero al celebrar misa es reunirse. No simplemente juntarse, sino estar reunidos y darnos cuenta que somos comunidad, que estamos unidos por el amor de Jesús y venimos a festejar lo mismo. Por eso la misa tiene como primer parte una serie de ritos iniciales, que tienen como función ayudarnos a prepararnos para algo importante. Este primer momento dispone nuestro corazón para lo que vendrá después, nos pone “en sintonía” para celebrar dicho acontecimiento, un lenguaje y una serie de “reglas” que no son aquellas a los que estamos acostumbrados.

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. De hecho, estas acciones representan la manera en que integramos nuestro cuerpo a la oración que es la Misa.
Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oración, oramos con toda nuestra persona, como espíritus encarnados tal como Dios nos creó. Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mayor atención.

Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento de nuestro culto. Ponernos de pie es un signo de respeto y honor y por ello nos ponemos de pie cuando el celebrante, quien representa a Cristo, entra y sale de la asamblea. Desde los inicios de la Iglesia, esta postura corporal ha sido interpretada como la postura de quienes han sido elevados con Cristo y que “están en la búsqueda de cosas superiores”1. Cuando nos ponemos de pie para la oración, asumimos la plenitud de nuestra estatura ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos. Por medio del Bautismo, se nos ha dado el poder compartir la vida de Dios y el ponernos de pie es un reconocimiento de este don maravilloso. Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, el culmen de la revelación, las palabras y los hechos del Señor y los Obispos de los Estados Unidos han elegido el permanecer de pie como la postura que se debe observar en este país para la recepción de la Comunión, el sacramento que nos une a Cristo de un modo más profundo porque Él está ahora gloriosamente resucitado de entre los muertos y es la causa de nuestra salvación.

“El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote”.
San Francisco de Asís.

Bendiciones.
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carmen mir vicent
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Registrado: 17 Feb 2007
Mensajes: 75
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MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 6:20 am    Asunto: tema 4
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Un saludo en Cristo

¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

El alimento para la fe, Dios nos habla por medio de ellas. Son la base de nuestras celebraciones. En ellas esta relatada la historia del amor de Dios por el hombre.
La Iglesia proclama la Palabra de Dios como método de su misión: anunciar la Buena Nueva, profetizada en el Antiguo Testamento, y cumplida en Jesús El Cristo como nos transmite El Nuevo Testamento, Palabra de Dios que la iglesia proclama, ora y estudia.


¿Qué significa “Celebrar la Misa”?

Es la celebración seria y alegre de nuestra salvación. Seria por la importancia, alegre por la gratuidad, bondad y belleza del, Sacrificio Pascual, hecho actual y cotidiano para nuestro bien,siendo alimento, acompañamiento y consuelo.¡ Aleluya¡ ¡ Gloria a Dios¡


¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

Es el modo en como participamos en la celebración Eucarística, demostrando con las diferentes posturas que estamos totalmente integrados en la celebración con todo nuestro ser, tanto en la dimensión corporal como espiritual. Hay posturas de respeto, de escucha, de oración, son de la asamblea en comunión entre sí, por la fe y la caridad-

Un abrazo en Cristo
Carmen Mir
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Licha
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Registrado: 28 May 2008
Mensajes: 21
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MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 1:49 pm    Asunto: Re: 4. La Liturgia en la Misa II Parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Respuesta al Tema 4.- LA LITURGIA EN LA MISA II PARTE:

1.- ¿QUÉ ENCUENTRA LA IGLESIA EN LAS ESCRITURAS?
Que es la presencia del Señor en la Palabra proclamada, ya que Dios habla a su pueblo y Cristo sigue anunciando el Evangelio, y el pueblo responde ya sea con el canto o con la oración.

2.- ¿QUE SIGNIFICA "CELEBRAR LA MISA"?.
Es fiesta, alegría, participación, celebrar el Sacrificio de Acción de Gracia al Señor.
Por eso correctamente debemos decir al preguntar ¿quién celebra y no quien dice la Santa Misa?.


3.- ¿QUE REPRESENTAN LAS POSTURAS CORPORALES QUE ASUMIMOS EN LA MISA?.

DE PIE: es un signo de respeto y a la vez de honor. Es estar alertas a la Palabra, dispuestos a responder con prontitud con humildad.

DE RODILLAS: Actualmentes significa esta postura adoración.

SENTADOS:
Es la actitud del alumno, para escuchar, para meditar, para aprender.
Saludos a todos Rolling Eyes
Alicia Canales
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Daniel Fernando Peña S.
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Registrado: 03 Oct 2007
Mensajes: 33

MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 2:29 pm    Asunto: 4. La Liturgia en la Misa II Parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Inicio preguntando a Mis hermanos de este curso:
¿Qué Ministerio estoy yo ejerciendo en mi comunidad, en mi parroquia...?

1. ¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

- La versión de los LXX fue el primer libro litúrgico de la Iglesia (2 Tim 3, 15-16).
- de ella se toman las lecturas que luego se explican con la homilía y los salmos que se cantan» (SC No. 4)
- “En efecto; en la Liturgia Dios habla a su pueblo y Cristo sigue anunciando el Evangelio. Y el pueblo responde a Dios, ya con el canto ya con la oración” (SC 33).
- “la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios” (OLM No. 7)
- la Palabra divina como fundamento del diálogo entre Dios y su Pueblo y uno de los modos de la presencia de Cristo en la Liturgia.
- después de la resurrección hizo entrega a los discípulos del sentido último de las Escrituras, al “abrirles las inteligencias» para que las comprendiesen” (cf. Lc 24, 44-45).
- Hacia 155, en Roma, San Justino dejó escrita la más antigua descripción de la eucaristía dominical.
- En la acción litúrgica «Está presente con su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura» (SC 7).
- La Palabra encarnada «resuena» en todas las Sagradas Escrituras, que han sido inspiradas por el Espíritu Santo con vistas a Cristo, en quien culmina la revelación divina (DV 11-12; 15-16, etc.).

2. ¿Qué significa “Celebrar la Misa”?

- Actualización del misterio redentor de Jesús.
- Conmemoración de la última cena.
- El Concilio Vaticano II nos enseño que la Misa es más simple, pero más valiosa que lo que antes conocíamos; solo hay dos grandes momentos: La Liturgia de la Palabra, (que va desde el inicio hasta la oración de los fieles) y La Liturgia de la Eucaristía, (que va desde la presentación de las ofrendas hasta el final.)

- "Decir la Misa" no es lo mismo que "Celebrar la Misa".
- "Decir La Misa significa tomar un libro y leer lo que dice.
- "Celebrar la Misa" significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracias al Señor.
- No es adecuado preguntar "¿Quien va a decir la Misa?", sino "¿Quien va a Celebrar la Santa Misa?".

3. ¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

- enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento en nuestro culto.
- Las posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales.
- Nos comprometen a nuestro cuerpo en la oración.
- La Iglesia ve en estas posturas y gestos corporales comunes tanto un símbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto como un medio para afianzar dicha unidad.
- Atestiguamos sin ambigüedad que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazón, la mente y el espíritu.


La fe entra por la Palabra (San Pablo)
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Claudia Julieta Olvera C.
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Registrado: 17 Jun 2008
Mensajes: 30

MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 5:17 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?
. «La Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios» (OLM 7: Ordenación de las Lecturas de la Misa, 1981, 2ª. edición típica).
. La presencia de Cristo en la Liturgia; por medio de la Palabra, Dios se revela.
. En la Liturgia Dios habla a su pueblo y Cristo sigue anunciando el Evangelio. Y el pueblo responde a Dios, ya con el canto ya con la oración.» (SC 33).
. La Iglesia sabe que, cuando abre las Escrituras, encuentra siempre en ellas la Palabra divina y la acción del Espíritu, por quien la «voz del Evangelio resuena viva en la Iglesia» (DV 8; cf. 9, 21).

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?
Celebrar la Misa significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracia al Señor.

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?
Las posturas corporales representan una forma de unir nuestra persona (alma y cuerpo) a la oración:
a) Ponernos de pie es un signo de respeto y honor.
b) La postura de rodillas simbolizaba la penitencia: en la actualidad simboliza gozo, acción de gracias, adoración.
c) La posición sentada es para escuchar y meditar.
Los gestos también comprometen a nuestro cuerpo en la oración. Unos de los gestos más comunes son:
a) La Señal de la Cruz, con la que damos inicio a la Misa, y con la que, en la forma de una bendición, ésta concluye.
b) Durante el "Yo Confieso", la acción de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecernos y hacernos más conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa.
c) En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encarnación: "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre".
d) El Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apretón de manos y el saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz con nosotros mismos y que no guardamos enemistad.
e) Por último, en la nueva Instrucción General, se nos pide que hagamos una señal de reverencia, una venia, antes de recibir de pie la Comunión; por medio del cual expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual.
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Javier Pérez Beltrán
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Registrado: 03 Sep 2008
Mensajes: 14
Ubicación: El Salvador

MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 6:32 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las Escrituras?
"Las lecturas que luego se explican con la homilía y los salmos que se cantan" (SC 24).
Los elementos para "tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo" (DV 21).
Cuando abre las Escrituras, la Iglesia sabe que encuentra en ellas la Palabra Divina y la acción del Espíritu, por quien la "voz del Evangelio resuena viva en la Iglesia" (DV 8; cf 9,21).

¿Qué significa "Celebrar la Misa"?
Celebrar la Misa significa fiesta, alegría, participación, celebrar el Sacrificio de Acción de Gracias al Señor. Bien diferente de quien toma un libro y lo lee, pues eso sería "decir" la Misa.

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la Misa?
Las posturas corporales representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.
Cuando nos ponemos de pie, nos arrodillamos, nos sentamos o somos invitados a realizar una serie de gestos, que no son meros ceremoniales, realzamos nuestra participación personal en la Misa.
Las posturas son un símbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto, como un medio para afianzar dicha unidad
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amalia c. martin
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Registrado: 08 Oct 2007
Mensajes: 36

MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 6:56 pm    Asunto: La Liturgia en la Misa II Parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

Cristo, palabra única de la Sagrada Escritura En la condescendencia de su bondad, Dios, para revelarse a los hombres, les habla en palabras humanas: "La palabra de Dios, expresada en lenguas humanas, se hace semejante al lenguaje humano, como la Palabra del eterno Padre asumiendo nuestra débil condición humana, se hizo semejante a los hombres.
A través de todas las palabras de la Sagrada Escritura, Dios dice sólo una palabra, su Verbo único, en quien él se dice en plenitud. Por esta razón, la Iglesia ha venerado siempre las divinas Escrituras como venera también el Cuerpo del Señor. No cesa de presentar a los fieles el Pan de vida que se distribuye en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo.
En la Sagrada Escritura, la Iglesia encuentra sin cesar su alimento y su fuerza (cf. DV 24), porque, en ella, no recibe solamente una palabra humana, sino lo que es realmente: la Palabra de Dios (cf. 1 Ts 2,13). "En los libros sagrados, el Padre que está en el cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos"
Dios es el autor de la Sagrada Escritura. "Las verdades reveladas por Dios, que se manifiestan en la Sagrada Escritura, por inspiración del Espíritu Santo". "La santa Madre Iglesia, reconoce el Antiguo y el Nuevo Testamento, son sagrados y canónicos, fueron inspirados por Espíritu Santo, y es Dios el autor. Dios se valió de hombres elegidos, que usaban sus talentos; y obrando Dios, pusieron por escrito todo lo que Dios quería.
En la Sagrada Escritura, Dios habla al hombre, para interpretar bien la Escritura, es preciso estar atento a lo que Dios quiso manifestarnos mediante sus palabras.
Leer la Escritura en "la Tradición viva de toda la Iglesia". Según un adagio de los Padres, "sacra Scriptura pincipalius est in corde Ecclesiae quam in materialibus instrumentis scripta" ("La Sagrada Escritura está más en el corazón de la Iglesia que en la materialidad de los libros escritos").
En efecto, la Iglesia encierra en su Tradición la memoria viva de la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo le da la interpretación espiritual de la Escritura ("...secundum spiritualem sensum quem Spiritus donat Ecclesiae": Orígenes, hom. in Lev. 5,5).
Estar atento "a la analogía de la fe" (cf. Rom 12,6). Por "analogía de la fe" entendemos la cohesión de las verdades de la fe entre sí y en el proyecto total de la Revelación.

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?

El sacrificio, la Cena, y la Cruz son, en cuanto a la sustancia, un sólo y mismo sacrificio, ya que el mismo Cristo comió y ofreció en la Cena, el Jueves y Viernes Santo, el se ofreció en el Calvario, y ahora se ofrece diariamente y muchas veces durante el día en el altar.
La diferencia entre los tres proviene del modo diferente con que cada uno de ellos se ofrece:

1. En la Cena Jesucristo se inmoló mística y personalmente, sin derramamiento de sangre, en estado todavía mortal y anunciando su próxima muerte, mientras que en la Misa se inmola también místicamente y sin derramamiento de sangre, pero por ministerio del sacerdote, y en estado inmortal y glorioso y recordando la muerte ya acaecida.

2. En la Cruz, Jesucristo se inmoló de un modo real, visible, con derramamiento de sangre y para siempre. Además, en la cruz Jesucristo se inmoló por nosotros, mientras que en la Cena y en la Misa lo hace para regalarnos aquellos méritos y satisfacciones.
Cuando asistimos a Misa asistir es a la Cena y a la Muerte de Cristo es el Mandamiento de adorar y dar culto a Dios

Ritos Iniciales:
Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para escuchar la palabra y celebrar la eucaristía.
Procesión de entrada:
Llegamos al templo y nos disponemos para celebrar el misterio más grande de nuestra fe. Acompañamos la procesión de entrada cantando con alegría.
Saludo Inicial:
Después de besar el altar y hacer la señal de la cruz, el sacerdote saluda a la asamblea.
Acto penitencial:
Pedimos humildemente perdón al Señor por todas nuestras faltas.
Gloria Alabamos a Dios, reconociendo su santidad, al mismo tiempo que nuestra necesidad de Él.
Oracion colecta:
Es la oración que el sacerdote, en nombre de toda la asamblea, hace al Padre. En ella recoge todas las intenciones de la comunidad.
Liturgia de la palabra:
Escuchamos a Dios, que se nos da como alimento en su Palabra, y respondemos cantando, meditando y rezando.
Primera lectura:
En el Antiguo Testamento, Dios nos habla a través de la historia del pueblo de Israel y de sus profetas.
Salmo:
Meditamos rezando o cantando un salmo.
Segunda lectura: En el Nuevo Testamento, Dios nos habla a través de los apóstoles.
Evangelio:
El canto del Aleluya nos dispone a escuchar la proclamación del misterio de Cristo. Al finalizar aclamamos diciendo: "Gloria a ti, Señor Jesús".

Homilía:
El celebrante nos explica la Palabra de Dios.
Credo:
Después de escuchar la Palabra de Dios, confesamos nuestra fe.

Oracion de los fieles:
Rezamos unos por otros pidiendo por las necesidades de todos.
Liturgia Eucarística:
Tiene tres partes:
Rito de las ofrendas, Gran Plegaria Eucarística (es el núcleo de toda la celebración, es una plegaria de acción de gracias en la que actualizamos la muerte y resurrección de Jesús) y Rito de comunión.

Presentación de las ofrendas:
Presentamos el pan y el vino que se transformarán en el cuerpo y la sangre de Cristo. Realizamos la colecta en favor de toda la Iglesia. Oramos sobre las ofrendas.
Prefacio:
Es una oración de acción de gracias y alabanza a Dios, al tres veces santo.

Epiclesis:
El celebrante extiende sus manos sobre el pan y el vino e invoca al Espíritu Santo, para que por su acción los transforme en el cuerpo y la sangre de Jesús.
Consagración:
El sacerdote hace "memoria" de la última cena, pronunciando las mismas palabras de Jesús. El pan y el vino se transforman en el cuerpo y en la sangre de Jesús.

Aclamación:
Aclamamos el misterio central de nuestra fe.
Intercesión:
Ofrecemos este sacrificio de Jesús en comunión con toda la Iglesia. Pedimos por el Papa, por los obispos, por todos los difuntos y por todos nosotros.
Doxologia:
El sacerdote ofrece al Padre el cuerpo y la sangre de Jesús, por Cristo, con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo. Todos respondemos: "Amén".

Padrenuestro:
Preparándonos para comulgar, rezamos al Padre como Jesús nos enseñó.
Comunión:
Llenos de alegría nos acercamos a recibir a Jesús, pan de vida. Antes de comulgar hacemos un acto de humildad y de fe.
Oracion:
Damos gracias a Jesús por haberlo recibido, y le pedimos que nos ayude a vivir en comunión.
Ritos de despedida:
Son ritos que concluyen la celebración.

Bendición: Recibimos la bendición del sacerdote.

Despedida y envió:
Alimentados con el pan de la Palabra y de la Eucaristía, volvemos a nuestras actividades, a vivir llevando a Jesús en nuestros corazones.

Cual debería ser nuestro comportamiento? ¡De total recogimiento, es necesario un ambiente de respeto y reverencia!

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

En la celebración de la Misa levantamos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces a Dios, porque somos criaturas compuestas de cuerpo y de alma y es por esto que nuestra oración no está confinada a nuestras mentes, a nuestros corazones y a nuestras voces, sino que también se expresa en nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oración, oramos con toda nuestra persona, como espíritus encarnados tal como Dios nos creó.
Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mayor atención.
Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos arrodillamos, nos sentamos y también somos invitados a realizar una serie de gestos corporales. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. De hecho, estas acciones representan la manera en que integramos nuestro cuerpo a la oración que es la Misa.
Cada postura corporal que asumimos en la Misa enfatiza y refuerza el significado de la acción en la que estamos participando en ese momento de nuestro culto. Ponernos de pie es un signo de respeto y honor y por ello nos ponemos de pie cuando el celebrante, quien representa a Cristo, entra y sale de la asamblea. Desde los inicios de la Iglesia, esta postura corporal ha sido interpretada como la postura de quienes han sido elevados con Cristo y que “están en la búsqueda de cosas superiores”1.
Cuando nos ponemos de pie para la oración, asumimos la plenitud de nuestra estatura ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos. Por medio del Bautismo, se nos ha dado el poder compartir la vida de Dios y el ponernos de pie es un reconocimiento de este don maravilloso. Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, el culmen de la revelación, las palabras y los hechos del Señor y los Obispos de los Estados Unidos han elegido el permanecer de pie como la postura que se debe observar en este país para la recepción de la Comunión, el sacramento que nos une a Cristo de un modo más profundo porque Él está ahora gloriosamente resucitado de entre los muertos y es la causa de nuestra salvación.

En la Iglesia Primitiva, la postura de rodillas simbolizaba la penitencia: ¡la conciencia del pecado nos derrumba! La postura de rodillas estaba totalmente identificada con la penitencia y por eso era prohibido arrodillarse los domingos y durante el tiempo de Pascua, en que el espíritu que prevalecía2 en la liturgia era aquel de gozo y acción de gracias. Durante la Edad Media, la posición de rodillas vino a significar el homenaje que un vasallo a su amo; y, más recientemente, esta postura ha venido a significar adoración. Es por esta razón que los obispos de este país han elegido la posición de rodillas como postura corporal durante toda la Plegaria Eucarística después del canto o rezo del Santo.

El estar sentados es la postura corporal para la escucha y meditación; por ello, la asamblea se sienta durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el período de meditación que le sigue a la Comunión.

Los gestos también comprometen nuestro cuerpo en la oración. Uno de los gestos más comunes es la Señal de la Cruz con la que damos inicio a la Misa y con la que en forma de bendición se concluye. Dado que por Su muerte en la cruz es que Cristo redimió a la humanidad, nos hacemos la señal de la cruz en nuestra frente, labios y corazones al inicio del Evangelio. Respecto a este gesto corporal, el Reverendo Padre Romano Guardini, erudito y profesor de liturgia, escribió lo siguiente:

Cuando nos hagamos la señal de la cruz, que ésta sea una verdadera señal de la cruz. En lugar de un gesto diminuto e imperceptible que no proporciona ninguna noción acerca de su significado; hagamos, en vez, una gran señal, sin ningún apuro, que empiece desde la frente hasta nuestro pecho, de hombro a hombro, sintiendo conscientemente cómo involucra todo nuestro ser, nuestros pensamientos, nuestras actitudes, nuestros cuerpos y nuestras almas, cada una de las partes de nosotros mismos y de una sola vez, de modo que nos consagra y nos santifica ...(Señales Sagradas, 1927).

Sin embargo, existen otros gestos corporales que intensifican nuestra oración en la Misa. Durante el "Yo Confieso", la acción de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecer nuestra concientización de que nuestro pecado es nuestra culpa. En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encarnación: "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre". Este gesto significa nuestro profundo respeto y gratitud a Cristo quien, por medio de Dios, no dudó en venir entre nosotros como un ser humano y compartir nuestra condición humana para salvarnos del pecado y restablecer nuestra amistad con Dios. Esta gratitud se expresa aún con una mayor solemnidad durante la Fiesta de la Anunciación del Señor y en la Navidad, en que hacemos una venia cuando escuchamos estas palabras.

Después del Padrenuestro viene el Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apretón de manos y el devoto saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz y libres de enemistades con nuestro prójimo. Este intercambio es simbólico. Compartir la paz con las personas alrededor nuestro representa, tanto para nosotros como para ellos, la totalidad de la comunidad de la Iglesia y de toda la humanidad.
Por último, en la nueva Instrucción General, se nos pide que hagamos una señal de reverencia, señal que ha de ser determinada por los obispos de cada país o región, antes de recibir de pie la Comunión. Los obispos de este país han determinado que la señal que ofreceremos antes de la Comunión ha de ser una venia, un gesto mediante el cual expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual.
Además de servir como un medio para la oración de los seres compuestos de cuerpo y alma, las posturas y los gestos corporales que hacemos en la Misa cumplen otra función muy importante. La Iglesia ve en estas posturas y gestos corporales comunes tanto un símbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto como un medio para proteger dicha unidad. No somos libres para cambiar estas posturas para acomodarlas a nuestra propia piedad, ya que la Iglesia deja bien claro que nuestra unidad en las posturas y gestos corporales son una expresión de nuestra participación en el único Cuerpo formado por los bautizados con Cristo, nuestra cabeza. Cuando nos ponemos de pie, cuando nos arrodillamos, cuando nos sentamos, cuando hacemos una reverencia, lo mismo que cuando hacemos una señal como una acción en común, atestiguamos sin ambigüedades que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazón, la mente y el espíritu.


Que Dios mantenga la luz en tu alma encendida y que siempre este llena de gozo para el señor.
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I'm so sad, I'm gonna pray about it,
I'm so angry, I'm gonna let it go,
I'm so happy, I'm gonna be thankful.

“Si Estoy Triste Voy A Rezar Por Eso!”
“Si Estoy Enojado Lo Voy A Dejar Pasar”
“Si Estoy Feliz Voy A Dar Gracias Por Ello”
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MONICUAC
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Registrado: 26 Ago 2008
Mensajes: 15

MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 9:15 pm    Asunto: 4. La Liturgia en la Misa II Parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿QUÉ ENCUENTRA LA IGLESIA EN LAS ESCRITURAS?

En el Concilio fueron los documentos sobre la revelación (DV: Dei Verbum), sobre la Iglesia (LG: Lumen Gentium) y la liturgia (Sacrosanctum Concilium) en donde sobresale la estimación a la Palabra.

La Palabra de Dios es muy importante en la celebración litúrgica, <<la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios>> (OLM 7: Ordenación de las Lecturas de la Misa, 1981, 2a edición típica). <<La Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y el Cuerpo de Cristo>> (DV 21).

La lectura-proclamación de la Palabra divina es el fundamento del diálogo entre Dios y su Pueblo y uno de los modos de la presencia de Cristo en la Liturgia.


¿QUÉ SIGNIFICA "CELEBRAR MISA"?

Celebrar Misa significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracias al Señor.


¿QUÉ REPRESENTAN LAS POSTURAS CORPORALES QUE ASUMIMOS EN LA MISA?

Durante la misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas, nos sentamos y también somos invitados a realizar una serie de gestos. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así , cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. Estas acciones representan la menera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.

Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea. También para hacer oración; asumimos nuestra estatura completa ante Dios. Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, la Palabra de Dios.

Ponernos de rodillas es un símbolo de penitencia. Más recientemente, esta postura ha venido a significar adoración. Por eso se ha elegido la posición de rodillas para ponerse en práctica durante toda la Plegaria Eucarística.

Durante el "Yo Confieso", la acción de golpear nuestro pecho es para hacernos más concientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa. Y nos ayuda a fortalecernos.

En el Credo, hacemos una venia como gesto de profundo respeto y gratitud a Cristo en las palabras "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Vírgen y se hizo hombre".


CUENTEN CON MIS ORACIONES!!!!!!!!!!
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Claudia Michelle Peña
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Registrado: 29 Ago 2008
Mensajes: 6
Ubicación: El Salvador

MensajePublicado: Mar Sep 23, 2008 9:23 pm    Asunto:
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Hola amigos de catolic.net, Very Happy está semana me ha parecido muy interesante la temática, ya que toca un aspecto al que muchas veces damos muy poca importancia, ya sea por desconocimiento o por simple apatía; pero me parece que los gestos que hacemos durante la misa nos ayudan a acercarnos más a Jesús y a vivir más plenamente la liturgia. Wink

Gracias amigos en Cristo Jesús, que Dios les bendiga. Wink

¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?
La Palabra de Dios ocupa un puesto preeminente en la celebración litúrgica, pues es vital para la comunidad cristiana: «la Iglesia se edifica y crece escuchando la Palabra de Dios» (OLM 7) la Iglesia siempre ha venerado las Sagradas Escrituras como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo, pues sobre todo en la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo».

El aprecio y la celebración de la Palabra de Dios ya era un valor heredado de los judíos: desde las grandes asambleas del AT, para escuchar la palabra (Ex 19-24, Neh 8-9) y la estructura de la celebración en el culto sinagogal, centrado en las lecturas bíblicas y en la oración de los salmos. Era fácil de ahí el paso a la celebración cristiana, con la conciencia de que Dios, que había hablado a su pueblo por boca de los profetas, ahora nos ha dirigido su palabra por medio de su Hijo (cf. Heb 1,1-2), la Palabra hecha persona (Jn 1,14).

«En efecto; en la Liturgia Dios habla a su pueblo y Cristo sigue anunciando el Evangelio. Y el pueblo responde a Dios, ya con el canto ya con la oración.» (SC 33). La Iglesia sabe que, cuando abre las Escrituras, encuentra siempre en ellas la Palabra divina y la acción del Espíritu, por quien la «voz del Evangelio resuena viva en la Iglesia» (DV 8; cf. 9, 21).

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?

"Celebrar la Misa" es algo más que leer lo que dicen los libros (leccionario, Misal). Celebrar la Misa significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracia al Señor. Por eso, no es adecuado preguntar "¿Quien va a decir la Misa?"; lo correcto será decir "¿Quien va a Celebrar La Santa Misa?".

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

En la celebración de la Misa levantamos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras voces a Dios, pero somos criaturas compuestas tanto de cuerpo como de alma y es por esto que nuestra oración no está confinada a nuestras mentes, a nuestros corazones y a nuestras voces, sino que también se expresa en nuestro cuerpo. Cuando nuestro cuerpo participa en nuestra oración, rezamos con toda nuestra persona, como espíritus personificados tal como Dios nos creó. Este compromiso de todo nuestro ser en oración nos ayuda a orar con una mejor atención.

Durante la Misa asumimos diferentes posturas corporales: nos ponemos de pie, nos ponemos de rodillas, nos sentamos y también somos invitados, a realizar una serie de gestos. Estas posturas y gestos corporales no son meramente ceremoniales. Tienen un significado profundo, así, cuando se realizan con comprensión, pueden realzar nuestra participación personal en la Misa. De hecho, estas acciones representan la manera en que comprometemos nuestro cuerpo en la oración, que es la Misa.

Cada postura representa algo durante la Misa que se adecua a lo que vivimos. Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea, nos ponemos de pie para la oración, asumimos nuestra estatura completa ante Dios, no con orgullo, sino con una humilde gratitud por las cosas maravillosas que Dios ha hecho al crearnos y redimirnos. Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio, la cúspide de la revelación, las palabras y las escrituras del Señor y los obispos de los Estados Unidos han elegido la posición de pie como la postura que se debe observar en este país para la recepción de la Comunión.

La postura de rodillas simbolizaba la penitencia, significa adoración.
La posición sentada es para escuchar y meditar, de esta forma, la congregación toma asiento durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el período de meditación que le sigue a la Comunión.

La señal de la cruz, sea efectuada de manera pausada y meditada; sintiendo conscientemente cómo incluye a todo nuestro ser, nuestra mente, nuestra actitud, nuestro cuerpo y nuestra alma, cada una de nuestras partes en un solo momento, cómo nos consagra y nos santifica.

Existen otros gestos corporales que intensifican nuestra oración en la Misa. Durante el "Yo Confieso", la acción de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecernos y hacernos más conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa.

En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encarnación: "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre".

Este gesto significa nuestro profundo respeto y gratitud a Cristo quien, por medio de Dios, no dudó ningún momento en venir entre nosotros como un ser humano y compartir nuestra condición humana para salvarnos del pecado y restablecer nuestra amistad con Dios. Esta gratitud se expresa aún con una mayor solemnidad durante la Fiesta de la Anunciación del Señor y en la Navidad, en que hacemos una venia cuando escuchamos estas palabras

El Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apretón de manos y el saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz con nosotros mismos y que no guardamos enemistad. Este intercambio es simbólico. Compartir la paz con las personas a nuestro alrededor representa para nosotros y para ellos la totalidad de la comunidad de la Iglesia y de toda la humanidad.

Por último, en la nueva Instrucción General, se nos pide que hagamos una señal de reverencia, a ser determinada por los obispos de cada país o región, antes de recibir de pie la Comunión. Los obispos de este país han determinado que la señal que ofreceremos antes de la Comunión será una venia, un gesto por medio del cual expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual.

Además de servir como un medio en la oración de los seres compuestos de cuerpo y alma, las posturas y los gestos corporales que hacemos en la Misa cumplen otra función muy importante. La Iglesia ve en estas posturas y gestos corporales comunes tanto un símbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto como un medio para afianzar dicha unidad.

Cuando nos ponemos de pie, cuando nos arrodillamos, cuando nos sentamos, cuando hacemos una venia y lo mismo cuando hacemos una señal como una acción en común, atestiguamos sin ambigüedad que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazón, la mente y el espíritu.
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Dios les bendiga
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eljigo
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Registrado: 23 Ago 2008
Mensajes: 16

MensajePublicado: Mie Sep 24, 2008 1:04 am    Asunto: TEMA: 4. LA LITURGIA EN LA MISA II PARTE
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?
En la sagrada liturgia, nunca ha cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de vida que ofrece en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?
Celebrar la Misa significa fiesta, alegría, participación, Celebrar el Sacrificio de Acción de Gracia al Señor

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?
• Ponernos de pie es un signo de respeto y honor, así que nos ponemos de pie cuando el celebrante, en representación de Cristo, entra y sale de la asamblea.
• La postura de rodillas simbolizaba la penitencia: ¡la consciencia del pecado nos derrumba!
• La posición sentada es para escuchar y meditar, de esta forma, la congregación toma asiento durante las lecturas previas al Evangelio y puede, del mismo modo, sentarse durante el período de meditación que le sigue a la Comunión.
• La acción de golpear nuestro pecho en el momento de formular las palabras "por mi culpa" puede fortalecernos y hacernos más conscientes de que nuestro pecado es por nuestra culpa.
• En el Credo, estamos invitados a hacer una venia en el momento de formular las palabras que conmemoran la Encarnación: "fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen y se hizo hombre"
• El Saludo de la Paz, gesto mediante el cual expresamos por medio de un apretón de manos y el saludo de la paz que lo acompaña, que estamos en paz con nosotros mismos y que no guardamos enemistad.
• La señal que ofreceremos antes de la Comunión será una venia, un gesto por medio del cual expresamos nuestra reverencia y honramos a Cristo, quien viene a nosotros como alimento espiritual.

Cuando nos ponemos de pie, cuando nos arrodillamos, cuando nos sentamos, cuando hacemos una venia y lo mismo cuando hacemos una señal como una acción en común, atestiguamos sin ambigüedad que somos en verdad el Cuerpo de Cristo, unidos en el corazón, la mente y el espíritu.
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eljigo
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Registrado: 23 Ago 2008
Mensajes: 16

MensajePublicado: Mie Sep 24, 2008 1:07 am    Asunto: No me llego el tema
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Perdón, no me llego el tema 4 (del cual publico mi respuesta) lo saque del foro, quisiera saber que paso, gracias y que Dios los bendiga.
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cmvo
Esporádico


Registrado: 12 Jun 2008
Mensajes: 36
Ubicación: Palmira - Colombia

MensajePublicado: Mie Sep 24, 2008 1:33 am    Asunto: 4 seccion de la liturgia
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Que encuentra la iglesia en las escrituras?
La iglesia en las escrituras encuentra la palabra divina la accion del espiritu santo que es la voz del evangelio la palabra ploclamada La palabra encarnadaen todas las escrituras que son inspiradas por el espiritu santo La homilia cuya mision es ser que entendamis bien el mensaje que nos deja cristo.

Que significa celebrar la misa?
Celebrar la misa significa fiesta alegria participacion accion de gracias al señor.

Las posturas corporales significan mucho
De pie cuando el celebrante entra y sale de la asamblea para escuchar la palabra de Dios.
De rodillas simboliza la petitencia la conciencia de pecado.
Sentados es para escuchar y meditar la palabra de Dios.
BENDICIONES PARA TODOS EN NOMBRE DE CRISTO VIVO Y RESUCITADO
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DONAJI
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Registrado: 01 Sep 2008
Mensajes: 15

MensajePublicado: Mie Sep 24, 2008 2:14 am    Asunto: Liturgia en la Misa II parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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¿Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

R= Encuentra la Palabra divina y la acción del Espíritu Santo, así como la Iglesia viva a través del Evangelio.

¿Qué significa “Celebrar la Misa”?

R=Celebrar la Misa significa una fiesta, una alegría, participación de Celebrar el Misterio que nos ofrece el Señor.

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

R=Las posturas nos ayudan a orar con una mejor atención; tenemos que asumir diferentes posturas durante la Celebración como lo es ponernos de pie, que significa respeto y honor para cuando el celebrante que es la representación de Cristo, o para escuchar el Evangelio; la postura de rodillas se identifica con la adoración y expresar un gozo y una acción de gracias; uno de los gestos más comunes esta la Señal de la Cruz, con la que es una forma de honrar a Cristo por su muerte en una Cruz; también encontramos el golpe de pecho es estar consciente de que Cristo murió por nosotros en la Cruz; una inclinación significa respeto y gratitud hacia Cristo; el apretón de manos en la Paz significa que estamos en paz con nosotros mismos y con los demás; una inclinación antes de recibir la Comunión significa que honramos a Cristo que viene a nosotros como el alimento del alma.

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Elena Hernandez
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Registrado: 06 Sep 2008
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MensajePublicado: Mie Sep 24, 2008 3:34 am    Asunto: La Liturgia en la Misa Parte II
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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Que encuentra la Iglesia en las escrituras ?
Encuentra la Palabra Divina y la accion del Espiritu Santo, por quien la voz del Evangelio resuena en toda la iglesia.
Es importantisima la lectura-proclamacion de la Palabra Divina como fundamento del dialogo entre Dios y su pueblo y uno de los modos de la presencia de Cristo en la Liturgias
La Palabra encarnada resuena en toda las sagradas escrituras que han sido inspiradas por el Espiritu Santo con vista a Cristo en quien culmina la Revelacion Divina.(cf DV 11-12, 15-16).
Que significa celebrar la misa?
Significa fiesta, alegria, participacion. Celebrar el sacrificio de Accion de Gracias al Señor
Debemos tener cuidado al expresarnos pues no es lo mismo : "decir misa que "celebrar la misa".
Que representan las posturas corporales que asumimos en la misa?
Cuando participamos en la misa , debemos participar con todo lo que somos, mente, corazon y cuerpo Cuando elevamos nuestro corazones, nuestras voces y nuestra mente, asi tambien debemos participar con nuestras posturas y gestos.
Cuando adoramos a Dios nos arrodillamos para decirle a Dios: Aqui estamos rendidos a tus pies. Tu eres mi Señor ( eso sera durante toda la Plegaria Eucaristica).
Nos ponemos de pie para expresar respeto y honor cuando el celebrante, en representacion de Cristo, entra y sale de la asamblea. De pie tambien en la oracion, para asumir nuestra estatura completa , con humildad y gratitud ante el Señor. Para escuchar el Evangelio, al igual que al recibir la comunion.
La Iglesia desde sus inicios interpreto la postura de pie, como una postura de aquellas personas elevadas con Cristo y que estan en busqueda de cosas superiores.
Permanecemos sentados para eschchar y meditar. La Comunidad toma asiento durante las lecturas previas al evangelio y tambien durante el tiempo que sigue a la comunion.
La Señal de la cruz. Al iniicio y fin de la celebracion.
Hacemos la señal de la cruz en nuestra frente, labios y corazon al inicio de evangelio. Debe ser una gran señal, sin prisas, consciente de que todo nuestro ser esta incluido en esa señal, que estamos "dentro" de ella que nos consagra y santifica.
En el "Yo Pecador"al golpear nuestros pechos nos hacemos consciente que la culpa es nuestra.
En el Credo hacemos una venia mientras pronunciamos" Fue concebido por obra y gracia del Espiritu Santo, nacio de Santa Maria Virgen y se hizo hombre".
Y antes de recibir la Sagrada Eucaristia debemos hacer una venia antes de recibirla, justo en el momento de que la persona que va delante de nosotros se retira.
L a Iglesia ve en estas posturas y gestos corporales comunes tanto un simbolo de unidad de aquellos que han venido a reunirse para rendir culto, como un medio para afianzar dicha unidad.
Dios los bendiga a todos Very Happy
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ElianaPatricia
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Registrado: 09 Oct 2007
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Ubicación: Chile

MensajePublicado: Mie Sep 24, 2008 5:53 am    Asunto: 4ta sesión La Liturgia en la Misa II parte
Tema: Sesión 4. La Liturgia en la Misa II Parte
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[i]Qué encuentra la Iglesia en las escrituras?

En las escrituras la iglesia encuentra la Palabra hecha persona, es decir al mismo Dios.
Si miramos hacia atrás, vemos que la lectura de las sagrada escrituras es un hecho heredado de los judíos. El mismo Jesús las leía, aplicándolas a su persona y a su historia.
El pueblo tenía conciencia de que Dios les había hablado a través de los profetas en tiempos pasados y que ahora les hablaba a través de su propio Hijo, Jesucristo.
De ahí que la lectura de la Palabra es algo sagrado y está dirigida especialmente a cada uno de nosotros. Es el mismo Dios que nos habla, nos interpela, nos enseña y nos compromete.


¿Qué significa “Celebrar la Misa”?

Celebrar la Misa significa vivir cada instante de ella, gozar de este momento privilegiado en que el Señor nos invita a compartir su mesa,
a hacer memoria de su sacrificio y agradecerle las maravillas que ha hecho en nuestra vida.

¿Qué representan las posturas corporales que asumimos en la misa?

Las posturas corporales representan la disposición interior que tenemos en la celebración y reflejan que somos un Cuerpo, con Cristo como nuestra cabeza.

-De pie (respeto y honor)
-Sentados(escucha y meditación)
-De rodillas(adoración)


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Patricia
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