RESPUESTAS AL MENSAJE "SE PUEDE AMAR A DIOS SIN AMAR AL

[de la mancha]

MENSAJE PARA NICOLE_JESUS2
Para mi, he de confesarte, en relación alos castigos de Dios, que pienso que Dios en su Evangelio les dice a sus apóstoles que no han de perdonar siete veces, sino setenta veces siete, por lo que entiendo que por amor todos tenemos que perdonar y volver a perdonar y seguir perdonando a todos los que nos rodean, incluso los que como decía en mi mensaje, le vuelven la espalda a Jesús. El es el supremo juez y nosotros no debemos impartir justicia.
El hombre es libre de seguirle o de creer en El, pero Jesús vino a salvar a los pecadores, y en el capítulo de Juan (3.17) nos dice “Dios no mandó a su Hijo a este mundo para condenarle, sino para salvarlo”.
Finalmente creo, que si hablamos tan fácilmente de los castigos de Dios, esto se debe a dos posibles errores nuestros. Por una parte pensamos que la justicia de Dios se parece a la de los hombres y creemos saber quienes merecen sus castigos. Grave error por el Padre que es perfecto hace brillar el sol sobre malos y buenos y caer la lluvia sobre justos y pecadores (Mt. 5.45).
Es cierto que Dios nos advierte por medio de signos. Pero no siempre convierte Dios a los pecadores enviándoles desgracias. Y por ello muchas veces cuando algo bueno inesperado nos pasa por nuestra vida, solemos decir avergonzados en nuestro interior ¡como me atiende Dios, a pesar de que fui tan torpe. El ejemplo nos lo pone Zaqueo (Lc. 19.1).
¿Será así como Dios nos envían sus advertencias para que nos fijemos en nuestra manera de vivir y nos demos cuenta de que nuestro camino no es el que seguimos, con tanta irresponsabilidad y egoísmo que nos lleva a la perdición.
Sinceramente, en realidad creo que solo hay un castigo de Dios, y es perderlo a El.
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[monik]

copio la respuesta en http://foros.catholic.net/viewtopic.php?p=721809#721809 y cierro este tema para evitar duplicidad, por favor continuarlo allí.
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Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.

1 Tesalonicenses 5,15