No más de tres minutos... de sermón

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos míos foreros, puedo fijarme bien en la necesidad ajena procurando tener un tiento, una delicadeza que le ayude, añadiendo al tacto humano el amor cristiano ¿o no? Leo y os lo entrego:

"A un obispo se le pide administrar la confirmación a un grupo de muchachos discapacitados. El capellán le recuerda que el sermón no ha de superar los tres minutos.
El obispo procura prepararse y se queda desconcertado.
Él que estaba acostumbrado a hablar en iglesias llenas de gente, delante de campesinos y profesores, de jóvenes críticos y de religiosas atentas, esta vez no sabe por donde empezar. Aunque sean sólo tres minutos le parecen larguísimos.
Llega el día de la Confirmación. Es el obispo mismo el que explica:
“La capilla preparada para la fiesta, los otros muchachos de la casa familia que con sus instrumentos tocaban - con asombro mío - una música bellísima. Y delante en primera fila algunos que iban a recibir la Confirmación con sus padres y padrinos.
En lugar de predicar dije sencillamente:
Queridos muchachos, la mamá, el papá, vuestros hermanos y los tíos os quieren. También las hermanas os quieren. Os lo demuestran acariciando vuestra cabeza, vuestros cabellos, vuestras mejillas así como yo ahora lo hago con Anita y Rodolfo. Y en la Santa Confirmación es Dios que os acaricia porque os ama. Si, por lo tanto, con este óleo santo, os hago una cruz en la frente el Buen Dios os acaricia.
Cuando luego bajo para iniciar con la Confirmación me acerco a un muchacho que la madre tiene en brazos que procura con fatiga controlar los movimientos no coordinados del hijo con espasmos. Y mientras con el óleo santo hago una señal de la cruz en la frente su rostro se retuerce - no sé si quiere ser una sonrisa - y con fatiga balbucea: ‘A-c-a-ri-ci-ar’-
De su boca se cae un poco de saliva en el traje de fiesta. La madre coge el pañuelo para limpiarlo y luego lo usa otra vez para secar sus propias lágrimas.
No tendría que haberlo hecho. Las lágrimas de la madre de un muchacho discapacitado brillan mucho más delante del altar que los brillantes en el crucifijo de un obispo...
Ninguna resonancia a uno de mis sermones y ningún aplauso en una sala de congresos me llenó de tanta alegría como esta palabrita del discapacitado: acariciar”.
Aquella caricia de Dios que llega a todos y a todo.
Aquel amor del Padre al que se refería Don Bosco cuando decía “que sepan que les amamos”. "

Yo creo que si ante la persona necesitada por algún factor un hombre o una mujer pone en marcha todos sus conocimientos y toda su ternura para poder relacionarse con el otro, con la otra persona, el resultado será eficaz y podremos dar gracias a Dios por el bien que podemos hacer.
¿O no?
Orpam Saretnoc Laverz

[Angelita22]

[Orpam Saretnoc Laverz]

Él, amigos foreros, amiga, se interesa, tanto es así que una amiga mía le decía a una joven: "tú no piensas en Dios, pero Él piensa en ti".

Orpam Saretnoc Laverz