Orpam Saretnoc Laverz Veterano
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Publicado:
Lun Nov 10, 2008 4:16 pm Asunto:
¿Para una comunidad religiosa únicamente?..
Tema: ¿Para una comunidad religiosa únicamente?.. |
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He encontrado este artículo de una revista internacional, dirigida a educadores, pero también a seglares que la conocen. Al leerlo he pensado: ¿únicamente para religiosas? O sea, creo no equivocarme si podemos pensar este tema, amigos foreros como algo que puede ir en este lugar precisamente; para grupos de personas que se relacionan, en el trabajo, etc. Podríamos pensar y comentar. ¿Os parece?
"Dürckeim, el inventor de la terapia iniciática, es decir, de un proceso que abre el camino al misterio interior, ha querido hacer conscientes a las personas de la estupenda realidad de la inhabitación de Dios en el corazón de cada uno.
Uno de los objetivos de esta terapia es precisamente tomar conciencia del valor del propio cuerpo y de la propia sexualidad, también en la vida religiosa.
En una mesa redonda que tuvo lugar con el mismo Dürckeim, una hermana declaró que no tenía problemas acerca de la propia sexualidad porque la había puesto debajo del hielo.
Él respondió: “Y ¡se nota! Pero, atención, porque allí se conserva fresca”.
Mirando a algunas comunidades religiosas se tienen ganas de decir que han actuado como esta religiosas.
Han puesto debajo del hielo los sentimientos, no son capaces de relación, el clima es más bien frío y aséptico. Todo lo contrario de cuanto nos piden el Evangelio y nuestra Regla de vida.
También en la comunidad religiosa no se trata de eliminar la sexualidad, sino más bien de utilizarla como fuente de espiritualidad, de vivacidad y de alegría de vivir.
Una sexualidad amablemente integrada se expresa en la cultura de la vida, en la expresión de la fiesta, en la atención a las cosas cotidianas, en el orden y en la armonía de la casa. Un buen termómetro que señala la integración de la energía sexual es el estilo del hacer fiesta en comunidad.
Si se encuentra el tiempo para vivir momentos serenos en los que se expresan armonía y alegría significa que las hermanas que viven juntas tienen fantasía y saben administrar los sentimientos profundos de su ser como mujeres.
Basta una mirada de conjunto a los ambientes comunitarios para entender si quien los habita tiene respeto y delicadeza hacia las cosas.
Una sexualidad no integrada surge de la manera brutal con la que se tratan los objetos.
Libros de los cantos manoseados, grabadoras y fotocopiadoras usadas sin atención, puertas golpeadas no son sólo señales de prisa o de desgaste natural, a menudo reflejan una dureza derivada de una frustrada armonía sexual.
Tendría que ser propio de la vida religiosa la posibilidad de transformar la sexualidad en espiritualidad.
Dar alma a la propia oración, tender a Dios con pasión y novedad tendría que constituir lo específico de quien ha dedicado al Señor la propia existencia.
Entonces estaríamos en plena sintonía con el salmista cuando canta: “Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en pos de ti languidece mi carne, cual tierra seca, agotada, sin agua” (Salmo 63, 2).
Entonces no nos serían extrañas las expresiones del Cantar de los Cantares, o de las declaraciones de amor de Oseas, sino que con todo nuestro ser, con nuestra sexualidad reconciliada y viva sabríamos experimentar como María Dominica Mazzarello (la primera Hija de María Auxiliadora) incluso en una sencilla puntada de la aguja, el éxtasis de un acto de amor".
Orpam Saretnoc Laverz |
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