3. Tomado de entre los hombres

[bonny]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’? ¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

En un pequeño curso que fui hace tiempo, el Sacerdote nos explico que la Gracia no suplia a la naturaleza, sino que la perfeccionaba, por lo tanto, la Gracia esta al ser Sacerdote, pero definitivamente es necesario que trabaje y trabaje muy duro para alcanzar la plena identificacion con Cristo, no es un trabajo facil, la naturaleza humana es debil y siempre tiende a buscar su comodidad y bienestar fisico, mas no espiritual, por lo mismo deben estar alertas y no cansarse de defender a Cristo quien vive ellos

las caidas en el camino son inevitables, pero sin camino no hay Santidad.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

no juzgar ni reprender con demasiado rigor
aconsejar mas adecuadamente al joven seminarista
discernir mejor una vocacion

Saludos

[73107943]

TERCER FORO

Con relación a la primera pregunta, el sacerdote sí puede llegar a ser otro Cristo aún siendo hombre débil ya que es allí donde se manifiesta la grandeza de Dios, lo dice San Pablo, en la segunda Carta a los Corintios, capítulo 12, 9: "Pero el Señor me ha dicho: Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra mejor en los débiles". Y para esto no basta el sacramento del Orden, también debe apoyarse en los otros sacramentos, especialmente el de Eucaristía, y también en la comprensión humana, ya que es hombre común y corriente como los demás sólo que está investido de la gracia de Dios. Por eso necesita también la colaboración de otros hombres, personas del común que le ayudarán a edificar su sacerdocio para bien de todos, especialmente de Dios. De ahí que la Iglesia haya constituido diferentes Pastorales: la de la salud, la de los jóvenes, la litúrgica, la profética, etc, las cuales están constituidas por laicos para ayudar integralmente al sacerdote en su misión de profeta, sacerdote y rey.

En relación a la segunda pregunta, las consecuencias prácticas que se pueden presentar es que los formadores de los seminaristas, van a encontrar jóvenes de diferentes culturas, diferentes temperamentos, y es allí donde serán como alfareros moldeando vasijas de barro, tomarán ese joven, ese hombre y lo formarán, en su debilidad, en su fragilidad, en un sacerdote a imagen de Jesucristo, ya refinado, purificado, pero siendo hombre para comprender la humanidad de los que lo rodean.

[saccap]

1. El sacerdote si es otro Cristo, a pesar de su debilidad.Esto es por la llamada del Señor, por su Amor Eterno.
*Lo grandioso es la configuración sacramental, pero es necesaria la disposicion humana total.

2.El formador debe tomar esta gran responsabilidad con alegria, tener la ayuda de Dios y prepararse para acompañar en una formación íntegral al futuro sacerdote. Sabiendo que por nuestra naturaleza humana estamos llenos de debilidades.
El formador debe dedicar su vida para ayudar, con la gracia de Dios, a tener sacerdotes santos y sabios.

[INESGLZZ]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?
EN GRACIA Y CON LA AYUDA DE DIOS EL SACERDOTE PUEDE LLEGAR A SER OTRO CRISTO, CUANDO DEJA DE SER HOMBRE DEBIL Y SE CONFIGURA CON CRISTO COMO DIGNO REPRESENTANTE DE ÈL AQUI EN LA TIERRA.
PARA ALCANZAR LA IDENTIFICACION CON CRISTO DEBE COLABORAR EL SACERDOTE HOMBRE, PORQUE RECORDEMOS QUE SOMOS LIBRES, Y DE ESTA MANERA FIRMEMENTE ALCANZAR ESA CONFIGURACION CON CRISTO.


2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?
TRAE COMO CONCECUENCIA EDUCAR CON COMPRENSION, PACIENCIA, TESTIMIONIO CON OBRAS PARA AYUDAR A LOS JOVENES ESCOGIDOS POR DIOS, ALCANZAR LA META QUE ES LA IDENTIFICACION CON CRISTO OLVIDANDO LAS DIFERENCIAS HUMANAS E IDENTICANDOSE TODOS EN CRISTO.

[Jesús Alejandro Castaño B]

RESUESTAS TEMA 3. Tomado de entre los hombres

1. Por "ser tomado de entre los hombres", el sacerdote trae consigo toda la fragilidad de la naturaleza humana, herida por el pecado. Sin embargo, el ideal de todo sacerdote es Cristo, su configuración con Él. Es por eso que, poco a poco, el sacerdote debe ir asumiendo en su vida el ideal de perfección de su Maestro, siendo consciente de sus flaquezas y debilidades, y potenciando los valores del Reino en su ser y quehacer.

Esto solo se logra con la colaboración consciente, voluntaria y libre de quien se forma para el sacerdocio (y/o dek sacerdote), pues, "la gracia no suple lo que la naturaleza no alcanza.

2. Entre las consecuencias que esto trae para el formador de seminaristas, podemos mencionar:

- Es Cristo el que llama. Toma lo débil del mundo para revelar su misterio de amor. Por lo tanto, el formador debe ayudar al seminarista a ser consciente de su llamado.

- No hay que formar según "moldes" establecidos. El único modelo es Cristo, y por lo tanto, el formador debe colaborar en este proceso de configuración del futuro sacerdote, según el modelo de Cristo, y no según modelos humanos, por más santos que estos sean.

- El formador, a su vez, debe ser consciente de las fortalezas y debilidades que, tanto a nivel físico, racional como psicológico, tienen los candidatos al sacerdocio. Por eso debe ayudarlos de una manera integral para que, en su proceso de discernimiento vocacional, pueda afrontar sus debilidades, a superar las circunstancias difíciles y a potenciar y estimular sus fortalezas.

- Un apyo importante para los formadores de seminaristas debe ser la psicología. Esta debe ayudar a orientar a los candidatos en su opción de vida, procurando sanos procesos que permitan al joven asumir comportamientos adecuados al llamado que el Señor le ha hecho, respetando su libertad e individualidad.

JESUS ALEJANDRO CASTAÑO BERMUDEZ Pbro.

[Gabri_sp]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

Claro que puede... no solo el sacerdote como todos nosotros que queremos ser como Cristo fue. Pero, especificamente, hablando del sacerdote, solo la configuración sacramental, no basta.. es necesario que haya una colaboracion de su humanidad. si él no reconoce su humanidad, el sacramento no va cambiar su personalidad... cuando él reconoce que es hombre y que tiene historia, él pása a comprender que cuantos más es humano, mucho más será divino!

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

Bueno, si el formador no tiene consciencia de eso, no temdrá de más nada...
el formador fue tomado de entre los hombres, como el seminarista también fue... lo que no puede jamás.. es no creer en este llamado de dios, hasta porque Ékl no laama los capacitados pero capacita los escogidos!

[Luz Reyes]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

Puede llegar a ser OTRO CRISTO cuando es consciente del llamado, cuando entiende que es una vocación, cuando asume esa elección como un compromiso cotidiano, cuando cada día se esfuerza por vivir su vida en oración, cuando tiene clara sus debilidades-fortalezas y vive en humildad, cuando trabaja por ser congruente y conserva la identidad del sacerdocio.

La sacramentalidad requiere de la colaboración y el esfuerzo del hombre apoyado en la oración, en la comunidad.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

El mismo formador es tambien sacado de entre los hombres con limitaciones como cualquier otro ser, que lucha ante el bien y el mal, que afronta problemas, sí es consciente de su condición de hombre podrá entender mejor al seminarista. Y podrá igualmente asumir la responsabilidad que le fué asignada por Dios y la Iglesia, misión que le exige ser un hombre de oración, de estudio constante, de vida ejemplar por que como puede ORIENTAR Y ENCAMINAR sí el mismo ESTA AUSENTE DE VIVIR EL EVANGELIO.

Al ser hombre podrá orientar al hombre.
Al vivir su cristianismo formará cristianos.
Al ser sacerdote (todo ser) hace Sacerdotes.
Al ser orante crea orantes.
Su vida es un ejemplo y debe ser otro Cristo para que pueda cumplir con la Voluntad de Dios y apoyar con sus debilidades a aquel que quiere ser Seguir y Ser Cristo

[william guzman]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

El Sacerdote por su nautraleza de hombre-creado a imagen y semejanza de Dios su creador, es debil (pecador) por el pecado que existe en él y que ha desfigurado esta naturaleza con la que Dios le ha bendecido. Ahora bien por la gracia de la victoria de Cristo sobre el pecado, esta naturaleza ha sido restaurada,por lo que fortalece en el hombre su deseo que conocerle y de ser Santo. A travez del bautismo el hombre se ha convertido en otro Cristo, por lo tanto el Sacerdote (Que es un hombre escogido por Dios para efectuar este servicio) es capaz de ser otro Cristo en la medida que se esfuerze y utilize bien las herramientas que el mismo Dios le ha dado. En resumidas cuentas el sacerdote tiene que unir la fuerza sacramental que el Dios le dado con un gran esfuerzo de su parte para lograr lo que el mismo Dios le pide.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?


Primero que nada, el formador debe entender su mision como una gran responsabilidad de la que le dara cuenta a Dios en su momento, dejandole entender que lo que esta realizando tiene que hacerlo con toda la seriedad que conlleva tal mismion. Por esta razon el formador tendra como consecuencia el luchar siempre por servir al Señor y no por realizar su propia voluntad, que en ese proceso debe ser lo mas objetivo posible y evitar poner su propio criterio en este proceso. Ademas tendra que comprender y lidiar con todo lo que proviene del hombre que hay en el seminarista. Es sumamente importante entender que para el formador pueda cumplir a cabalidad con esta mision que el mismo Dios le ha confiado, todo su trabajo debe estar profundamente reforzado con mucha oracion y sacrificios.

ADOREMUS IN AETERNUM SANCTISSIMUM SACRAMENTUM
_________________
Prof. William R. Guzman De Jesus

[sacerdote]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres? Respuestas:
1. «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra... Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó» (Gn 1,26-27). Como ser creado el hombre es fruto de un acto de Dios Uno y Trino. Todo sacerdote ha sido llamado a consagrarse cada dia y a una búsqueda permanente por la santidad e imagen de Cristo.
Él es el modelo del "hombre perfecto". Con la perfección y santidad de su espíritu, alcanza las cumbres más altas de belleza y nobleza humanas; con su corporeidad, revestida de humildad desde el pesebre hasta la cruz, ha bajado hasta los extremos del dolor humano.
Creo que ambas son necesarias.

2. Considero que tanto el formador cmo el seminarista han tenido el mismo llamado. El formador debe continuar fomentando la dimensión espiritual en los Seminaristas para que sientan aprecio por la oración, la Eucaristía, el conocimiento de la Palabra de Dios y de la tradición viva de la Iglesia, la confesión frecuente, la comunión fraterna con sus compañeros y la ascesis como participación en la cruz de Cristo.
Deben seguir ahondando en la formación humana, que ayudará al aspirante al Sacerdocio a adquirir la madurez de su personalidad, caracterizada por el sentido de responsabilidad y el buen uso de la libertad, por la fidelidad a la palabra dada, por la capacidad de asumir libremente compromisos definitivos como los que entraña la vocación de consagración a Dios en el celibato sacerdotal.

[P. Tobias Murillo Gil]

Respuestas al Tema 3. Tomado dentre los hombres.

1- Si puede el Sacerdote llegar a ser otro Cristo, no por su fuerzas, sino por el auxilio de la gracia. "El que está en Cristo es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo" (2 Co. 5,17). Esto lo dice el apóstol porque ha descubierto que: "Todo lo puede en Cristo que lo fortalece". Es que en la realidad, el don sacerdotal encierra, por un lado la certeza de que soy frágil y por otro la grandeza de que soy ungido; que llevo este tesoro en vasos de barro.

Claro que mi plena identidad con Cristo, la voy a alcanzar algún día, pero en mí permanece esta realidad: de un lado mi pobre humanidad, con sus debilidades, defectos, deficiencias; del otro lado, la realidad del amor del Señor que me hace digno de su amor para ser instrumento en sus manos. Con mi actuar de cada día yo le permito realizar en mí la obra de la transformación en El.

2- Son muchas las cosas que hay que pensar y poner en práctica en la formación sacerdotal.
a) No olvidar que un Seminario es un semillero y como tal hay que hacerlo germinar en buenas plantas que puedan dar el fruto que se espera.

b) Hay que formar al hombre, para formar al Cristiano y sobre esta base formar al Sacerdote.
c) Que el candidato se de cuenta de la tensión de su vida en dos líneas: Por un lado llegar al Sacerdocio y por el otro permanecer creciendo.

La meta de la vida Sacerdotal será: Alcanzar la estatura de Cristo Jesús el Señor, como nos lo enseña el Apóstol Pablo.

Gracias. Que el Sumo Sacerdote los bendiga.
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Jesus:"Me amo y se entego por mi"

P. Tobias

[marcosmesa]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’? ¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

Los apostoles fueron los primeros sacerdotes sucesores de Cristo, Él los llamo con sus defectos debilidades, pecados, etc.
hoy en dia nosotros somos sus sucesores.
No basta la configuracion sacramental, tambien hay participacion del hombre, ya que somos intrumentos de Cristo y Él a traves nuestro da signos.


2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

Yo creo que ninguno
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Marek

[cutropia]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil llegar a ser “otro Cristo”? ¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

Está claro que el hombre por si solo es débil, aun siendo una creatura excelsa de Dios, dotada por la gracia Divina de incomparables dones que ni los ángeles poseen. Ahora bien esa debilidad no es privativa para transformarse el mismo hombre en Otro Cristo. La imposición de manos y la gracia Sacramental toda no basta para conformar al hombre a Cristo, aunque los favores y dones sacramentales son impresionantes vistos desde la simple humanidad, el hombre debe colaborar para que esta acción eficaz del sacramento se haga realidad en él. Es claro que Dios al llamar, lo hace a personas concretas, con debilidades (pecados, tendencias, inclinaciones, etc) pero para que estas sean redimidas con la colaboración del mismo llamado y por sobre todas las cosas con la presencia de quien es EL LLAMADOR, que se manifiesta en asistencia concreta al mismo, y esto ya desde momentos y tiempos en que el que es llamado ni siquiera ha tomado conciencia del mismo.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas – la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

Una de las primeras consecuencias prácticas es que el formador debe ser un conocedor de la realidad humana, para lo cual su formación tiene que ayudarle a comprender esta realidad, y esto porque el sustrato donde trabaja es el hombre llamado por Dios, con toda su realidad humana, débil y redimida. ( Conocedor de humanidad)
La psicología en todas sus ramas debe ser muy familiar para el formador lo cual no significa que sea un psicólogo, pero si o si esta disciplina no debe estar ausente en su formación básica para guiar a los vocacionables. (conocedor de la psique)
Y no menos importante será el manifestarse claramente como un hombre espiritual, que también se deja guiar en el espíritu. Es un “maestro” que se nota que también es guiado por otro maestro y particularmente con signos evidentes por el Gran Maestro. (Conocedor de espíritus)

[Sylvia Yajaira Hernández]

Todo seminarista, como ya lo vimos anteriormente; debe tener como identidad a Cristo; pero para esto no solo basta una configuraci{on sacramental, el hombre debe colaborar plenamente en este camino al que ha sido llamado; no basta terminar el Sacerdocio como cualqueier carrera universitaria; sino como algo mas alla; ya que no es facil el camino ni la misión a la que ha sido llamado; como ya lo he expresado en otras ocasiones; Dios te llama, ahora tu toma la desición. con lo que respecta a la pregunta que hacen de acuerdo a si es importante que el formador del seminarista sepa que es un hombre tomado de entre los hombres, creo que es si; ya que esta trabajando con aquel que llevara a cargo una cantidad de feligreses que creen y no creen.
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QUE DIOS LLENE DE BENDICIONES A TODOS SUS HIJOS.

[Padre Cipriano]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo? R .- Me atrevo a responder con esta expresión: Señor yo no soy digno, aunque en la llamada a la ordenación el obispo pregunta, ¿sabes si es digno? Y todos nos hacemos esta misma pregunta, y todos sabemos la respuesta. No soy digno, pero tu me dignificas. Dios se vale de los hombres, a pesar de su debilidad, El le da la fuerza, su espíritu, es el artista que toca y retoca esa imagen del hombre, hasta configurarlo en El; y si Dios es el alfarero, y el hombre barro, este mismo barro se deja moldear, transformar, es dócil a la voluntad del alfarero. Sin embargo no basta querer entender el o aceptar misterio de Dios , sino , hacerlo nuestro , tanto el formando y el formador, como también toda la Iglesia. Por lo tanto no basta también hacer conciencia del ministerio o de otro Cristo sino a conciencia.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

R.- El formador es ante todo un instrumento de Dios, sin embargo, muchas veces el carácter, o forma de ser, humanamente hablando, se le dificulta interrelacionarse con el seminarista; entonces viene lo que es falta de acompañamiento, de confianza. Y positivamente hablando, como consecuencia practica seria: un hombre contribuye a la formación de otro hombre, luego entonces debemos entendernos y comprendernos en un proceso aceptando nuestras limitaciones , no se trata con alguien inferior o superior a ti sino iguales en naturaleza. Yo creo que nadie debe sentirse o ser superior, solo colaborador del plan de Dios.

[P. José Andrés Gómez Gro.]

1.
a) Me gustaría especificar eso de “puede llegar”. Creo que quien se lo proponga, aún de modo enfermizo y obsesivo, puede llegar a ser sacerdote, más no otro Cristo. Creo que un sacerdote no puede llegar a ser otro Cristo entendido como mérito propio y producto de las propias fuerzas y empeños; sí creo puede ser transformado y no transformarse en otro Cristo, resaltando más bien la obra de Dios en el hombre. El sacerdote como otro Cristo es posible precisamente por esa humanidad débil que Jesucristo ha restaurado con su Encarnación. Únicamente se puede ser otro Cristo, en Cristo.

b) La configuración sacramental con el Único Sacerdote basta en cuanto al oficio y a la potestad del ministerio ordenado se refiere. Yo diría que es la parte que toca a Dios en la fragua de un sacerdote de Cristo pero se hace indispensable la colaboración del hombre no para ser sacerdote, sino para identificarse con Jesucristo, que es lo que autentifica como sacerdote al hombre consagrado a su servicio. El carácter sacramental que se recibe en la ordenación capacita para la misión y el triple munus más como lo hemos reflexionado ya, el testimonio de la vida y la identificación con Cristo dan coherencia al sacerdote, de su vida con el sacramento recibido.

2.
Es fundamental en lo doctrinal y en lo práctico, para evitar los falsos angelismos y las confusas antropologías. La conciencia de que el futuro sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres, primero recuerda al formador de seminaristas la propia humanidad y la historia que él mismo ha tenido que recorrer. Luego, ayuda a recordar la complejidad del ser humano y el enigma que encierra el hombre y por último, le exige recurrir a la persona de Jesús donde, según la GS, el misterio del hombre queda develado.
Considero que muchas veces, la formación está tan interesada en formar sacerdotes que se olvida de formar hombres, a esos que el Señor tomó de entre otros para su servicio. Esto es clave para no perdernos entre tantos enfoques e interpretaciones. Preocuparse pues, por forjar hombres dispuestos, capaces y coherentes será la mejor a portación de las casas de formación para que el Señor consagre para sí a los ministros que Él elija.
Por esto, qué acertada aparece la preocupación para que los formadores conozcan el material humano de los candidatos para luego darles forma, purificar, cocer en el fuego de la formación para que la vasija de barro pueda contener la gracia de Dios lo mejor posible.
Conscientes de que la gracia supone la naturaleza, es indispensable dirigir el trabajo formativo a afianzar la humanidad de los futuros sacerdotes, ayudar desde el fondo y la realidad que los seminaristas se descubran, se conozcan, se configuren, se aceptan, para que con lo que son y tienen, tomen la forma de Cristo en ellos. Qué lástima, qué desperdicio y qué daño causaremos si nos empeñamos en obligar a que los formandos se pongan máscaras que nos satisfagan y agraden y que ilusoriamente nos dediquemos a modelar y fraguar un antifaz que sólo oculta la humanidad que enamoró a Cristo y que llamó a su servicio.

[paisaschp]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?
Evidentemente, sí. Sobre todo cuando partimos de una visión del hombre radicada en Cristo, y en la que Cristo es la plenitud del hombre. El hombre, abierto a la gracia y transformado por ésta, adquiere conciencia de sí mismo en la medida de la revelación de Jesucristo, y su futuro está centrado en el mismo Jesús. Se trata de todo un proceso que requiere que la libertad del hombre se una a la dinámica de la gracia: no viene impuesto, sino ofrecido al hombre en el mismo momento vocacional.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?
Sin duda la consideración de que nuestros candidatos parten –en la mayoría de los casos- de una naturaleza que ha de ser redimida. En este sentido hay que insistir en la dinámica misma de la gracia, la escucha de la Palabra, el encuentro sacramental, etc. Por otro lado no hay que asustarse de que nuestros candidatos compartan los mismos problemas y las mismas situaciones que los jóvenes de su edad. ¿No resultaría extraño que nuestros candidatos fueran los únicos jóvenes sin problemas en su edad, con un pasado sin ningún momento turbio, o que no tengan trauma alguno? A veces se pide en el seminarista un comportamiento y un modo de actuar que niega la realidad concreta, y eso puede ser un intento de ocultar la realidad que viven nuestros candidatos.

[Berdecía]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?

Encuanto a esa pregnta conidero q el saerote puede ser otro Cristo, a que la mision del sacerote es continuar ese sacerdocio, ofrciendo sacrificio por los pecados de los demas...

¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

Claro es que hace falt la colaboracion delhombr para alcanzar a plena identificacion con Cristo, el hombre dia a dia tiene q poner de su empeo y formarse pra poder continuar con a misio que se le a conferido...

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

La consecuencia principalpara mi es q tiene q tenr en cuenta la humanida de cada person para asi al momento de l formacion tomarcada caso individualmente...

[Jacobo Ventura Pérez]

1.3. Tomado de entre los hombres


1.- a) ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo?
b) ¿Basta la configuración sacramental?
c) ¿O es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

R.- a) El sacerdote es débil por su naturaleza humana, pero SI puede llegar a se otro Cristo “Imagen y semejanza somos de Dios”, existe en nosotros ese soplo divino que establece la diferencia. Dios quiere que seamos santos, como él es santo, claro de acuerdo a la imagen que Cristo Jesús nos mostró, en otras palabras el es nuestro camino, la verdad y la vida.

b) El Espíritu Santo se manifiesta en la configuración sacramental, en algunos seres se a manifestado de forma maravillosa, mediante su palabra, acciones y en su momento contemplación “éxtasis” en Dios. Mas sin embargo también se requiere la participación de ese ser humano con toda su influencias contradictorias “fisiológico, psico social y espiritual. Además esa gama de experiencias que lo hacen igual que sus hermanos.

c) Claro que es importante la colaboración de sus hermanos en Cristo, para que le den apoyo cuando sienta sus fuerzas flaquear, para que le den fortaleza, desarrollándoles sus cualidades, para que sean instrumento de Dios manifestándose ante ellos.


2.- ¿Qué consecuencias prácticas tiene para el formador de seminaristas la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

R.- Tener presente que el sacerdote es un hombre “con defectos y virtudes” nos lleva a poner los pies en la tierra, y no crearnos falsas expectativas de la naturaleza humana.
También es importante tener presente la influencia divina en el mismo, la cual lo puede llevar a alturas insospechadas de espiritualidad.

En este hombre de barro pero con un soplo divino el formador debe interactuar para facilitar su tránsito por esta vida, hacia su realización espiritual, Todo ello con la guía del Espíritu Santo.

El formador ayuda al seminarista mediante programas, orientaciones, actitudes, comprensión y en algunas ocasiones mano firme para corregir debilidades.
_________________
Ventura

[eladio octavio solis]

Respuestas.
1.
 Es un gran reto que se le ha colocado al sacerdote, para que entrando en esa divina condición de ser un cristo en la tierra pueda conducir el pueblo de Dios. La debilidad es algo que esta en la naturaleza del hombre, pero sin embargo es algo que día ha día se debe ir madurando, con dirección a fortalecer el espíritu que lo lleva a ser un cristo. El apóstol san pablo reconocía su condición y sin embargo se sentía fuerte ya que toda su debilidad la `ponía en manos de cristo, creo que este es un ejemplo claro que en medio de la debilidad del hombre se puede ser un verdadero heraldo del evangelio, y por consiguiente ser un cristo vivo, que sufre por sus debilidades, pero que tiene fuerzas para superarlas. Por lo tanto el sacerdote puede ser cristo con sus debilidades en la medida en que todo lo ponga en manos de aquel que nos hace fuerte, cristo Jesús.
 El sacerdote debe ir mas haya de la configuración sacramental, ser un cristo, compromete toda la vida, debe configurarse con el hombre que sufre y penetrar en lo más íntimo del sufrimiento del hombre como también de sus felicidades.

2. debe entender que viene de un mundo hostil y lleno de desordenes. El formador por lo tanto debe tener conciencia de que el seminarista por venir del mundo esta contaminado de el. Y por lo tanto es un hombre frágil, que se le encarga para que lo modele como el alfarero a la arcilla
_________________
es bueno ampliar nuestro saber en lo espiritual

[crisbuc]

R/ primero que nada el hombre es pecador desde el fondo del vientre de su madre como lo dice el salmo 50 es por eso que por la herencia del pecado original tiende al pecado, pero Cristo ha venido a restuararlo y darnos el espiritu santo que es el que santifica, "sean santos como yo soy santo" estamos llamados ala santidad, ya que cristo nos ha renovado y dado vida por el bautismo y ser nuevas creaturas llendo tras el modelo de modelos Jesucristo.
R/ Claro que es nesesario el hombre, desde el principio de la creacion Dios padre utilizo profetas y caudillos para anunciar su Reino, trasformandose el mismo en hombre para llegar a nosotros Jn 1,1 el verbo encarno. y se iso hombre. siendo Jesus 100% Dios y 100% hombre, Biendo haci los grades modelos de hombres que an alcanzado la santidad y son modelos a seguir. "A quien ustedes escucha, ami me escucha, elque ami me escucha, escucha, al que me envio.
R/la conciecia de que el seminarista o sacerdote fue llamado por Dios y adquirio un llamado divino. y fue tomado de entre los hombres para continuar con el sacerdocio de cristo. ayudandolo en sus labores estudios para cumplir con su mision divina.

[Juan Diego Botero Soto]

Preguntas para el foro

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’? Si. Ya tenemos como modelo a santos u otras personas que han sido reflejo como son el cura de Ars, Juan Pablo II, entre otros. Donde por su mismo actuar coherente y consecuente con el evangelio vemos reflejado a Cristo.

2. ¿Basta la configuración sacramental? ¿O es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?
No basta, pero queda impresa la gracia y protección del salvado que lo ha elegido y puesto en él un sello imborrable. Lógicamente, si es necesaria la cooperación del hombre para que sea instrumento flexible al designio amoroso de Dios; y para ello, tiene muchos medios como son: primero que todo la oración diaria y constante, la entrega desinteresada, la confianza y certeza que quien le llamó, eligió y bendijo le proporciona los medios necesarios para vivir a plenitud su consagración. A demás de ese aspecto primordial la fidelidad a cada momento y la vivencia de los sacramentos.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?
El hecho de no menospreciar su naturaleza y condición de humano, servirse -como se dijo en el documento- de todo ese material humano; es decir, cuando se logra conocer sus limitaciones se purifica su actuar y se destacara notablemente todo su potencial humano, sus capacidades y grandeza. Bien lo expresó san Agustín: “ama al hombre, odia el pecado”. De ese modo, que su proceso formativo y de crecimiento humano e integral va a tener un caminar claro en la medida en que se le purifique constantemente enfocado claro está desde la misericordia y la caridad fraterna.
_________________
Hola estimados Hermanos en Cristo, exitos en este nuevo caminar en la formación humana y religiosa.
Paz y Bien
Juan Diego B S

[Ma Socorro A. Reyes López]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?
Él los ha llamado para ungirlos sacerdotes en Cristo sacerdote. En este trabajo, lo más determinante es la adopción de un corazón nuevo, capaz de conocer, amar y servir a Dios con espíritu filial, a ejemplo de Cristo, y de amar a todos los hombres y cosas en Dios. La encarnación de Cristo, Dios y hombre verdadero, devuelve al hombre su valor. Por el bautismo el hombre se incorpora a la humanidad restaurada en Cristo, una humanidad "nueva". El sacerdote nos presenta la Palabra de Dios. El sacerdote que, además de poder actuar in persona Christi por el carácter sacramental, se haya identificado profunda y existencialmente con su Maestro y Amigo, de cuyo sacerdocio ellos participan y a quien representan eficazmente ante la comunidad.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?
- Tomado de entre los hombres, el aspirante al sacerdocio es también un ser de frontera. Tiene la capacidad de escuchar una llamada divina, responder libre y noblemente y acoger la gracia que lo eleva y hasta "diviniza". Pero esa capacidad se encontrará siempre afectada y condicionada por los límites de su finitud.
- Tomado de entre los hombres, el aspirante al sacerdocio tiene también una psicología compuesta de diferentes niveles. En su respuesta a la llamada del Señor y la vivencia de su formación sacerdotal se entrecruzan también los diversos dinamismos de la psique humana. Hay que conocerlos y tenerlos en cuenta. Pero ha llamado a seres humanos como los demás. Hay que reconocer la grandeza, las posibilidades maravillosas presentes en todo ser humano, imagen viva de Dios, santificada por Cristo; ser espiritual capaz de entender la verdad de las cosas y abrirse al infinito; dotado de un permanente dinamismo hacia la auto-trascendencia y la realización del ideal que le invita siempre a ir más allá.
- La formación de sacerdotes, hombres, que han sido llamados por Dios, para la sublime misión de prolongar en la historia el sacerdocio mismo de Cristo. Los formadores con programas, orientaciones y actitudes, de comprensión y exigencia... impulsando a estos jóvenes a formarse adecuadamente para responder en plenitud a la llamada divina, «hasta que Cristo tome forma definitiva en vosotros» (Ga 4,19).

[SERGIO SANCHEZ]

CAPITULO 3
¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
CLARO QUE PUEDE LLEGAR A SER OTRO CRISTO, ES CIERTO QUE NUESTRA DEBILIDAD HUMANA NUNCA LA VAMOS A DEJAR, PERO CON LA GRACIA DE DIOS Y EN CADA ACTO QUE HACEMOS EN NUESTRA VIDA SACERDOTAL, EL LOS SACRAMENTOS, EN LAS BENDICIONES, EN LA VISITA A LOS ENFERMOS, ETC. SOMOS OTROS CRISTOS.

¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?
LA CONFIGURACION SACRAMENTAL ES UNA PARTE, PERO TAMBIEN NECESITAMOS PONER NUESTRA COLABORACION PARA LLEGAR A ESTA CONFIGURACIÓN, CUANTAS VECES ESCUCHAMOS EN NUESTROS SEMINARIOS O PRESBITERIOS QUE DECIMOS, ASI NACIO ASI SOY Y ASI ME LLAMO DIOS, SI DIOS NOS LLAMA DE DISTINTAS FORMAS DE VIVIR, PERO UNO TAMBIEN TIENE QUE DEJAR AQUELLO QUE NOS VA ALEJANDO DE LA CONFIGURACION DIARA CON CRISTO BUENO PASTOR.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?
EN QUE MUCHAS DE LAS VECES LOS FORMANDOS NOS EXCUSAMOS EN ESA FRASE PARA PONER UN PRETEXTO A NUESTRAS DEBILIDADES O PARA ESFORZARNOS EN ESA CONFIGURACION CON CRISTO BUEN PASTOR, ASI SOY SI ME QUIEREN BIEN SINO PUES NI MODO.

[pjoseconceicao]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?

Puede llegar a serlo, desde la humildad de ser un instrumento de Cristo y siguiendo un camino de espiritualidad auténtico, que le lleve cada día a una lucha por la santidad.

¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

La gracia presupone la naturaleza (Santo Tomás de Aquino). Por supuesto que necesitanos de la configuración sacramental, pero sin olvidar jamás que debemos esforzarnos por cada día configurarnos al Señor. El sacerdote sigue siendo pecador, pero con la gracia sigue adelante hasta que Cristo se conforme en él.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

1.- Que recibes a un pecador que requiere de conversión.
2.- Que trae consigo una historia personal que no podemos obviar y sobre la cual hay que trabajar.
3.- Cada formando es hijo de su tiempo y por lo tanto debemos conocer sus virtudes y debilidades, para potenciar lo bueno que tienen y caminar para un profundo proceso de conversión.
4.- Nos ayuda a lograr que cada formando siempre tenga conciencia de que siempre habrá debilidades y por tanto hay que alertas ante ellas (el espíritu es pronto pero la carne es débil)

[P. José Estebas Martínez]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
El sacerdote como todo hombre, aunque débil (Rm 7,18-25a.), encuentra en Jesús a su Salvador. Por la participación del bautismo y después del sacramento del Orden se configura en Cristo Jesús. Jesús es quien restaura nuestra débil condición humana. Es la obra maravillosa de la salvación. En que el hombre se incorpora a Cristo, le restaura y lo hace nueva creación (2 Co 5,17).
¿Basta la ración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?
Los efectos dañinos del pecado siguen cercando al hombre, aún después del bautismo, queda herido. Entonces la obra salvadora de Cristo se con vierte en nosotros en continua meta y tarea (Col 3,9-10). El Señor mediante los sacramentos nos da la fueraza necesaria par vencer al mal, lo importante es poner de nuestra parte, con espíritu de hijos, en el Hijo, obedientes como El, amar y servir a Dios de todo corazón y a los demás y a las cosas en Dios. Como dice San Agustín, “Dios que te creo sin ti, no te salvará sin ti” (Sermón 169,13.San Agustín).
El hombre nuevo salvado por Cristo y elevado por Cristo al ministerio del sacerdocio por el sacramento del Orden le confiere un dinamismo interior para llevar a cabo su ministerio con bien. “Dios da lo que manda cuando ayuda a cumplir lo mandado” (Gracia y el libre albedrío 15,3. San Agustín)

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?
El formador siempre se quedará admirado ante tanto misterio de amor de Dios. Al ver como el Señor sigue llamando a hombres de nuestro Pueblo, con todo lo que de humano y divino tiene esta vocación. Y en su tarea debe darle los medios al seminarista para responder a esta llamada ayudándole a configurarse cada día más con Cristo, para que prolongue en su vida su ministerio de sacerdote, profeta y rey. En el proceso de formación el seminarista vaya asumiendo los mismos sentimientos de Cristo en su tarea de Pastor de su Pueblo. Para ello, una vida de piedad y gracia, participación en la Liturgia y sacramentos, especialmente de la eucaristía y confesión. Dedicarse al estudio filosófico-teológico, especialmente asimilación de su Palabra y de la Tradición de la Iglesia,..Creciendo una afectividad madura e integrada, en fraternidad y servicio,… Y que cada día siga creciendo en santidad y “madurez de la plenitud de Cristo” (Ef 4,13). “hasta que Cristo tome forma definitiva en vosotros” (Ga 4,19).

[JULIAN RAMIRO JOVEN CADEN]

1. Considero que no solamente puede sino que está en la grave obligación de llegar a ser “otro Cristo” en medio de la debilidad humana. Ciertamente: Rm 7, 14-15 “Estamos, pues, de acuerdo en que la ley pertenece a la esfera del espíritu; pero yo soy un hombre de apetitos desordenados y vendido al poder del pecado, y no acabo de comprender mi conducta, pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco”. Pero: Rm 8, 1- ss “Ya no pesa, por tanto, condenación alguna sobre los que viven en Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu vivificador me ha liberado por medio de Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte…”. Me parece que es un sofisma peligrosísimo decir: Soy sacerdote, pero aún humano y débil; luego, tengo razones para justificar y hasta amañarme en el pecado. Claro está que somos humanos y cargados de incontable fragilidades; pero es que el que nos llama nos FORTALECE y nos CAPACITA. Nada de ambigüedades porque en nuestra debilidad resplandece la fortaleza de Dios; Claro está, cuando Dios es la gran riqueza de nuestro corazón.
Es indispensablemente necesaria la colaboración del hombre, pues los sacramentos no obran de manera mágica (Es muy cierto lo del ex opere operato), pero también es igualmente cierto que los sacramentos son para las personas (Piden conciencia, libertad, voluntad, amor). La identificación con Cristo es dinámica, no es un hecho puntual y acabado. Es una tarea de toda la vida; la realidad del pecado y de la gracia nos hace estar entre ires y venires, entre avance y retroceso. La santidad (este es nuestro gran objetivo) es un camino que descansa en la eternidad, cuando todos estemos dando gloria a Dios.



2. Consecuencias prácticas:

a. El formador debe adquirir un conocimiento básico de la psicología humana; y estar atento a la formación permanente en este campo.
b. El formador está obligado a conocer la cultura (familia, barrio, colegio…) del seminarista.
c. El formador debe juzgar las actitudes del seminarista como consecuencia de otros muchos factores.
d. El formador debe exigir pero con misericordia.
e. El formador debe estar atento al proceso de cada seminarista en particular. No pretender mirarlos a todos con el mismo rasero.
f. El formador debe pedir con insistencia a Dios sabiduría para discernir.
g. El formador deber orar mucho a Dios por sus seminaristas.

[Giovanny]

Tomado de entre los hombres

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

R/. La debilidad humana es ayudada por la gracia de Cristo que participa para que el hombre pueda alcanzar la bienaventuranza. Y si Dios da una misión, él mismo da la fuerza para cumplirla. De tal manera que no solo puede, sino que es esta su tarea fundamental, llegar a convertirse en otro Cristo, no solamente por la gracia sacramental que lo exalta y casi o “diviniza” sino además por su testimonio de vida cristiana. Como hombre el sacerdote igualmente está llamado a engrandecer la dignidad humana aportando al máximo todas sus cualidades para decirse un hombre con calidad que está llamado a ser Cristo.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

R/. Alguna vez le escuche decir al padre Raniero Cantalamessa que la santidad es el arte de quitar, sí, de quitar aquello que está sobrando en la vida de un cristiano, de quitar las imperfecciones que lo apartan de Dios. Es de igual manera ésta la tarea de los formadores, convertirse en escultores de los seminaristas e ir puliendo en ellos al Cristo que llevan, sabiendo que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres y que como tal comporta muchas imperfecciones que deberán ser pulidas para ir modelando la imagen de Cristo en aquellos corazones.

[Ricardo Arias]

1. Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo”? ¿Basta la configuración sacramental? ¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

El sacerdote a pesar de su condición humana, débil y limitada está llamado a ser otro Cristo. Es una meta, un camino a recorrer cada día de manera especial con la gracia de Dios. Recordemos que hemos sido creados a imágen y semejanza de Dios, imágen desfigurada por el pecado pero restaurada en Cristo, principio y fín de todo lo creado. En este proyecto de vida impreso en la vida de todos los seres humanos, pero de manera especial en el sacerdote, no basta solamente la configuración sacramental, es necesaria la colaboración del sacerdote para alcanzar dicha identificación. El carácter sagrado no solamente se recibe como un don, sino que es necesario que se viva día a día. El sacerdote expresa su condición como tal en el testimonio y servicio de amor, pastoreo y entrega al igual que lo experimentó Jesucristo.

2. ¿Qué consecuencias practicas tiene –para el formador de seminaristas- la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

Es toda una invitación a acoger con amor y comprensión la honrosa tarea de guiar a aquel que ha sido llamado por Dios para servirle y entregarse plenamente a su Reino. Se debe tener siempre presente que Dios quien creó con infinito amor todas sus creaturas, de manera especial al hombre, confía al formador para que con su gracia específica, colabore en una de las etapas del proyecto de vida queridas por El para su hijo predilecto: el sacerdote. Debe ser el formador una persona de apoyo, que acoge, estimula, corrige, aconseja, que escucha atenta a las manifestaciones de Dios en la vida del seminarista, alguien que guía y cuida de manera especial un tesoro precioso a los ojos de Dios y que ha sido llamado para trabajar en la salvación de las almas y en la construcción del Reino de Dios.

Ricardo Arias
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RAM

[Daniel Fernando Peña S.]

Dios al llamar respeta en su integridad al hombre. Dios habla claramente pero no acosa ni violenta. Él sugiere, crea inquietudes, prepara el alma del joven, llama suavemente, en lo más profundo de la conciencia, pero quiere que el alma responda con plena libertad y con amor auténtico.

1. ¿Cuál es el elemento esencial que define la identidad del sacerdote?: que es un LLAMADO DE DIOS

¿Ha cambiado en 20 siglos la identidad del sacerdocio?: NO, lo esencial que es la persona de Jesús, su Palabra y la disciplina de la Iglesia permanecé y permanecerá para siempre. Lo secundario como el vesturio... variara.

¿Por qué es importante, al comenzar este curso, tener claras las ideas al respecto?: un estudiante, un cristiano ignorante (perdoneme) es SEGURO UN PROTESTANTE.

2. ¿Tienen los jóvenes que llegan al seminario conciencia de un posible llamado de Dios?: NO SIEMPRE YA QUE EL AMBIENTE DE DONDE PROCEDEN ES MUY VARTIDO Y CONPLICADO. De allí la importancia de realizar un BUEN seguimiento vocacional y un EXCELENTE ambiente en su primer año de seminario o propedeutico.

¿o llegan como quien está simplemente eligiendo una profesión?: puede ser y pueden darse los casos ya que algunos van a discernir si es o no un llamado de Dios. No huzgarlos ni condenarlos sino ayudarles a clarificar su opción vocación y vital.

Hoy en día, ¿es más fácil o más difícil hablar de vocación?: no es ni facil ni dificil, lo que para nosotros es dificil en las mamos de Dios es facil.

[b]Cada vocación es un auténtico diálogo de amistad entre Cristo Redentor y un hombre que él, desde siempre y por amor, ha "tomado" de entre los hombres. [/b]

¿Para qué quiere Dios un sacerdote que le sigue obligatoriamente, "profesionalmente", pero sin amor?

Ante todo les ruego a todos:
ORAR DIARIAMENTE POR NUESTROS SACERDOTES.

[Oscar Piñango]

1. ¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser “otro Cristo”?

El ser humano, como obra realizada a imagen y semejanza del Padre, viene configurado en su interior como una persona de alma, mente y espíritu, desde su perspectiva filosófica, psicosocial y espiritual, se van llevando a cabo una serie de transformaciones en su crecimiento que lo llevan a ser adulto, a tener ideales, metas, conquistas, fracasos, luchas; es en este caminar, cuando la llamada de Dios al sacerdocio, irrumpe en el corazón del llamado, y se comienza a gestar toda una transformación que dura toda la vida, por el carácter humano del hombre a buscar configurarse y ser imagen de Cristo, tanto para si mismo, como para los demás. El sacerdote, como hombre debe buscar a través de la oración y su acción interior ser reflejo e imagen de Cristo Sacerdote, y así poder llegar a la plenitud de su ministerio, y servir de instrumento para transparentar la gloria de Dios.

¿Basta la configuración sacramental?

Si bastara la configuración sacramental, seríamos autómatas de la fe, hombres que actuamos por el simple hecho de ser algo, recibir algo o tener algo. El sacerdote debe primero ser y saber quien es, según la conciencia y libertad que Dios nos regaló a todos, haciéndonos responsables de nuestros actos, sólo podremos reconocer las flaquezas, errores, debilidades, fuerzas, entendimiento y luz, de lo que la configuración sacramental puede ofrecernos como hombres llamados y entregados a Dios.

¿o es necesaria la colaboración del hombre para alcanzar la plena identificación con Cristo?

Si es necesaria la colaboración del hombre, Dios no obliga, no amenaza, no persigue. Dios llama, espera y guía. Es precisamente allí cuando la colaboración al plan de Dios en nuestras vidas se puede configurar en unión de lo sacramental para buscar el camino para alcanzar la configuración y plena identificación con Cristo.

2. ¿Qué consecuencias prácticas tiene – para el formador de seminaristas - la consideración de que el sacerdote es un hombre tomado de entre los hombres?

Si se olvida que el seminarista y el sacerdote son hombres llamados por Dios de entre los hombres, se le estaría dando al sacerdocio una dimensión extra humana, ilógica y hasta fantasiosa. Es todo lo contrario, saber que de los hombres surgen los seminaristas y sacerdotes, es primero que todo, por voluntad de Dios, no para formar un ejército de hombres que hable sin cesar y pretendan ser perfectos, sino que buscando ser perfectos, a la imagen y semejanza de Dios, es que los formadores tienen la grandísima responsabilidad de conducir al seminarista por el camino de su vocación a Cristo, no mutilando ni cambiando sus ideales y metas en Cristo, sino que como el árbol que se siembra, debe nutrirse de amor, regarse en oración y formación, podarse en tiempos de cambio y sobre todo, ayudarlo a crecer y fortalecer su llamado y dimensión de Cristo Sacerdote.
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Oscar
Jesús mi Camino, Verdad y Vida