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4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Hini
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Registrado: 26 Sep 2005
Mensajes: 255

MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 2:15 am    Asunto: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Principios fundamentales de la formación sacerdotal

La formación del hombre, y por tanto también la formación del hombre que se prepara para el sacerdocio, es un arte. Es el arte de lograr que la persona crezca desde dentro hacia el ideal propuesto. No se trata, pues, de una teoría o de una ciencia exacta, sino de un trabajo de acompañamiento del formando en el camino vivo de cada día. Un camino que se recorre caminando, se realiza en la atención al momento presente, a la necesidad específica de cada instante, en los mil detalles diarios que pueden ayudar a que cada seminarista vaya fraguando en sí la personalidad del sacerdote de Cristo.

Pero es evidente que la eficiencia, en cualquier campo humano, exige un orden, un sistema. Por ello cabe hablar de "sistemas educativos". Es necesario, antes de adentrarse en los vericuetos de la práctica formativa, contar con una guía, una especie de mapa del camino. Sin él será fácil errar la ruta o girar indefinidamente en torno al mismo punto. De algún modo hemos recordado hacia dónde hemos de ir (la identidad y misión del sacerdote) y de dónde partimos (la realidad humana que hay que formar para el sacerdocio). Ahora tendremos que ver cómo y por dónde podemos ir. Dicho de otro modo, hace falta contar con algunos principios fundamentales de la formación sacerdotal; algunas columnas sobre las cuales podremos construir el edificio de la formación sacerdotal. Naturalmente, algunos principios son propios de toda labor formativa en general, pero están aquí referidos a lo específico de la formación sacerdotal.

Muchas de las reflexiones pedagógicas prácticas podrán ser ignoradas o deberán ser transformadas según las circunstancias. Pero, sin pretender demasiado, se podría decir que no habría que olvidar nunca estos principios basilares, si se pretende de verdad formar sacerdotes de la Iglesia católica.


Los protagonistas de la formación sacerdotal

Hemos comparado la tarea de la formación sacerdotal con la construcción de un edificio. Lo primero que habrá que preguntarse al plantear esta obra -una vez que se nos ha entregado los planos y se nos ha señalado el material con que contamos- es quién puede y debe levantarla. Muchos podrán dar una mano; pero hay tres protagonistas principales e imprescindibles: el Espíritu Santo, el formando y el formador. Cada uno tiene su papel específico. La formación sacerdotal se basa en la plena y armoniosa colaboración de los tres.

El Espíritu Santo

No hemos de olvidarlo: la preparación para el sacerdocio, la identificación de un hombre con Cristo Sacerdote, es una tarea que sobrepasa y trasciende completamente las capacidades y habilidades humanas. Quedaría truncada si no contáramos con la ayuda de Dios mediante la acción de su Espíritu Santificador.

A sus primeros sacerdotes, Jesús les prometió el Espíritu Santo, precisamente para que les enseñara todo y les recordara todo lo que él les había dicho (cf. Jn 14,26); y al conferirles el poder sacerdotal de perdonar los pecados les comunicó el Espíritu Santo (cf. Jn 20,22-23). Antes de su ascensión al cielo les aseguró que recibirían la fuerza del Paráclito para que fueran sus testigos hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). Efectivamente, poco más tarde, la irrupción impetuosa del Espíritu en la fiesta de Pentecostés les marcó definitivamente y los impulsó de modo insospechado para la realización de su misión de profetas del Reino de Dios (cf. Hch 2,1ss). Pablo comprendió profundamente la importancia radical de la obra del Espíritu Santo en la vida de los cristianos: reconocía que «el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rm 5,5); más aún, llegó a afirmar categóricamente que «nadie puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino con el Espíritu Santo» (1 Co 12,3).

Los himnos litúrgicos de la Iglesia sobre el Espíritu Santo, como el "Veni Sancte Spiritus" o el "Veni Creator" son muy elocuentes al indicar lo que él es para el alma: luz del corazón, consolador óptimo, dulce huésped, descanso en el trabajo, consuelo en el llanto, don de Dios, fuente viva del amor...

Él es el guía y el artífice de la santificación del alma. Él es quien, con la acción de la gracia, que trae como cortejo las virtudes y los dones sobrenaturales, va transformando a la persona en la medida en la que ésta se le presta.

El joven seminarista es también, y ante todo, un cristiano. Y, en el fondo, lo más esencial en su preparación al sacerdocio es su santificación en su esfuerzo de identificarse con Cristo sacerdote. Tendrá que ser por tanto el Espíritu Santificador quien vaya iluminando en la conciencia del formando el camino de la adquisición de la fisonomía sacerdotal.

Por otra parte, se trata de un proceso lento, laborioso, con horas de luz y de oscuridad, con momentos de alegría y de quebranto. Nadie mejor que el Espíritu Santo podrá sostener y alentar, desde dentro, el esfuerzo del seminarista, y también el del formador.

El Espíritu Santo es, pues, el primer protagonista en el trabajo de formación sacerdotal. Puede parecer obvio; pero no está de más recordarlo y subrayarlo. Lo deberán tener en cuenta siempre tanto el formando como el formador, como los programas educativos. Al Espíritu Santo no hará falta recordárselo. Él se comprometió con ambos desde el momento en que llamó al sacerdocio a uno y pidió la colaboración del otro, a través de la Iglesia, para que le ayudara en esta tarea.

Pero conviene recordar también que, aunque Dios podría santificarnos contra o al margen de nuestra voluntad, la acción misteriosa del Espíritu Divino respeta con amor la libertad con que nos ha creado. Pide nuestra colaboración. Colaboración que consiste no sólo en la disponibilidad pasiva para que él realice su obra santificadora, sino que exige un esfuerzo consciente y constante, una correspondencia que se actúa mediante el ejercicio de las virtudes que preparan y acompañan la recepción de sus dones.

No habrá, pues, formación alguna, sin la colaboración responsable de los otros dos protagonistas: del formando y del formador.


El formando

Desde el primer momento el formando debe tener muy en cuenta que él es también protagonista de su propia formación; más aún, el primer interesado y el primer responsable. Es él quien ha sido llamado por Dios para el sacerdocio; es él quien ha respondido libremente; es él quien será ungido sacerdote y dará más o menos fruto en su ministerio según esté más o menos formado, más o menos unido a Dios.

Por otra parte, pretender lograr la formación de una persona, en cualquier campo, sin la participación consciente y activa del propio interesado, es una vana ilusión. Se podrá lograr en todo caso que el individuo pase por unos cursos, se someta a unos reglamentos... pero no habrá, desde dentro, verdadera formación.

Es importante, pues, que desde el primer momento, el seminarista sea consciente de que nadie "lo formará" ni lo "hará" desde fuera. No hay lugar para la pasividad, la indiferencia o el "dejarse arrastrar" o "ser vivido" por un sistema formativo establecido. El joven que aspira al sacerdocio entra en el seminario o centro de formación, no para "ser formado", sino para "formarse". El principio de "autoformación" que se presentará más adelante no es sino la consecuencia operativa de esta constatación.

Naturalmente, dado que el primer protagonista de la formación es el Espíritu Santo, el formando debe concebir su trabajo personal como una colaboración con él: dejar actuar al Espíritu Santo sin impedir o entorpecer su acción: prestarse como cera blanda para que él imprima a placer en ella la figura de Jesucristo Sacerdote. Esto significa que la oración, el silencio interior, la atención a sus inspiraciones, la sinceridad en su respuesta dócil a las mismas, forman parte integrante y principal de su esfuerzo por formarse sacerdote.

Y significa también que, dado que Dios ha querido valerse de colaboradores humanos, su atención y docilidad al Espíritu han de pasar por la atención y docilidad a los formadores, que le irán ayudando a conocer las metas, las tareas, los tiempos y lugares.


El formador

San Pablo se dirigía así a los Gálatas: «Hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros» (Gal 4,19). Se sentía él, personalmente, responsable de la maduración de los cristianos de sus iglesias. A partir de la encarnación del Verbo de Dios, hemos entendido que Dios quiere actuar, no desde la distancia de su alta atalaya, sino estando en medio de los hombres: es «Emmanuel». Pero, además, su insistencia en mandar profetas a su pueblo y la elección por parte de su Hijo de unos colaboradores, nos obligan a comprender que su designio salvífico y santificador incluye la participación de los hombres. Difícilmente podría pensarse que las cosas fueran de otro modo cuando se trata de la santificación y formación de quienes él llama al sacerdocio.

Por otra parte, la formación de cualquier persona, y en cualquier campo, requiere la colaboración de alguien que pueda señalar el camino; un consejero experimentado, un guía, un apoyo y hasta un modelo: un "formador".

El formador es, por tanto, el tercer personaje de la formación de sacerdotes. Tiene que sentirse él también plenamente responsable y comprender la importancia que tiene su misión para la Iglesia y para la sociedad. Su trabajo está destinado a dejar una profunda huella en las vidas de sus formandos. Esa conciencia le llenará de entusiasmo responsable y le llevará a poner en juego todas sus cualidades espirituales y humanas, su tiempo y su esfuerzo con desinterés y abnegación, valiéndose de todos los medios a su alcance.

Pero sería un error que se considerara como el único o principal responsable. Conviene que sea muy consciente de que él es un colaborador, un ayudante, y de que como tal debe actuar.

Colaborador, ante todo, del Espíritu Santo, el Gran Maestro y Pedagogo. El formador es instrumento y canal por donde pasa la gracia de Dios. Naturalmente, cuanto mejor sea el instrumento, cuanto más ancho y limpio sea el canal, mejor fluirá la acción de Dios. Es esa acción divina la que debe llegar al formando a través de él, a través de sus consejos, sus exigencias y motivaciones. Por ello, su primera preocupación consiste en estar cerca de Dios, abierto a su Espíritu. Ora íntima y profundamente para pedir luz en su actuación; es dócil a sus inspiraciones, aunque vayan contra sus gustos y deseos naturales; pide al formando lo que, delante de Dios, cree deberle pedir, aunque sus sentimientos vayan en otra dirección. Sabe seguir el ritmo de Dios con cada individuo... Implora la gracia divina en favor de quienes le han sido confiados, y se sacrifica por ellos.

Con una mirada objetiva sobre sí mismo, el formador es consciente de las propias limitaciones y de la enorme desproporción existente entre sus solas posibilidades y recursos humanos y la trascendente misión que ha recibido. De esta forma, reconoce que todo bien y todo progreso en la formación de los seminaristas viene de Dios y es fruto de su acción santificadora. No hay lugar para atribuirse a sí mismo lo que corresponde a Dios, ni para considerar las propias cualidades, inteligencia, simpatía, y ni siquiera la propia cercanía a Dios, como la causa del crecimiento en Cristo de los formandos. Por ello, los éxitos en su labor no son ocasión de vanidad personal, sino más bien de admiración y genuina gratitud hacia Dios, y de reconocimiento del esfuerzo que ha hecho el educando en la medida de su generosidad.

Se sabe asimismo colaborador del mismo formando. El término "formador" no debe engañarnos. Se puede dar forma desde fuera a una vasija de barro; cuando se trata de una persona la forma surge desde dentro. El formador no "forma", sino "ayuda a formarse". Eso significa que no debe exigir sin motivar, guiar sin iluminar, diseñar a ciegas un molde e imponerlo, a ciegas, a todos por igual. Pero significa también que no puede sin más lavarse las manos y dejar que la barca flote a la deriva. Él tiene un papel activo, imprescindible. Sólo que su papel consistirá sobre todo en lograr que el formando asuma plenamente el suyo, que quiera formarse y trabaje personal y responsablemente en su formación. El éxito de la labor de un formador comienza cuando logra suscitar la iniciativa consciente y libre del formando, de modo que éste tome las riendas de su propia formación, en la docilidad al Espíritu Santo y a las orientaciones del formador mismo.


Otros colaboradores

El Espíritu Santo, el formando, el formador. El dinamismo formativo eficaz depende de la colaboración armoniosa de esos tres protagonistas, realizando cada uno su propio papel en relación con los otros dos.

Sin embargo, ellos no son los únicos responsables. Conviene recordar, aunque sea brevemente, que toda la comunidad eclesial debe sentirse responsable de la preparación de sus sacerdotes.

Al frente de ella, naturalmente, el obispo. Él es el pastor de sus futuros pastores. Él establece o aprueba los programas formativos de su seminario; escoge cuidadosamente a los formadores de sus alumnos; orienta su labor educativa y, si es necesario, la corrige; él participa personalmente en la formación de los estudiantes con su presencia alentadora y motivadora, a través de conferencias y predicaciones, coloquios personales (y hasta impartiendo clases, si fuera necesario y posible); él es el último responsable en la delicada función de aprobar a los candidatos para las sagradas órdenes. Al imponerles, finalmente, sus manos, quedará ligado a ellos para siempre con un vínculo profundo y sagrado de paternidad. Es importante que tanto los formadores como, sobre todo, los mismos seminaristas, vean siempre en él a un padre cercano, interesado, disponible. Y es importante que él, consciente de que su responsabilidad nace de una misión divina, se ponga siempre en las manos de Dios: "¡Ven, Espíritu Santo!".

Los sacerdotes de la diócesis, sea cual sea su encargo, no pueden tampoco desentenderse de la marcha del seminario y de la formación de sus futuros hermanos en el sacerdocio. Ya desde que entran al seminario deberían sentir a esos jóvenes como hermanos. En la medida de las necesidades y de sus posibilidades, también ellos deben dar una mano. Hay mil modos de hacerlo, según las circunstancias: desde ofrecerse para impartir alguna clase, hasta acoger a los jóvenes como colaboradores en su trabajo, pasando, desde luego, por su testimonio sacerdotal genuino y lúcido, y por su oración personal.

Finalmente, todos los fieles cristianos deben sentir el seminario como cosa propia. No puede serles indiferente. Se debería lograr una efectiva sensibilización de todo el pueblo en este sentido. No basta que den una limosna cada año. Deberían conocer el seminario, sus programas, logros y necesidades; conocer incluso a los seminaristas, saber cuántos y quiénes serán ordenados cada año, ofrecer sus oraciones por ellos... Sentirlos -en una palabra- parte de su misma vida cristiana. Todo un reto para el obispo, los directores del seminario, los sacerdotes y los mismos seminaristas.


LECTURAS RECOMENDADAS

Al terminar esta lección, pueden ayudar mucho estas lecturas:


Pastores Dabo Vobis, 65 – 69. Los protagonistas de la formación sacerdotal
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_25031992_pastores-dabo-vobis_sp.html

Optatam Totius, 5.
http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651028_optatam-totius_sp.html


Preguntas para el foro

SACERDOTES:

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?
2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?


Para publicar sus respuestas en los foros del curso
http://foros.catholic.net/viewforum.php?f=68

Preguntas y comentarios a los moderadores:

P. Ramón Guardamino, L.C.
http://www.es.catholic.net/consultas/consultorio.php?id=6

P. Mario Sabino González, LC
http://www.es.catholic.net/consultas/consulta.php?id=79&com=1


Consultar sesiones anteriores
http://es.catholic.net/sacerdotes/841/3078/
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frsalomon
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Registrado: 18 Nov 2008
Mensajes: 20
Ubicación: Washington DC

MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 2:35 pm    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Responder citando

SACERDOTES:

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra?
Teoricamente sí pero me da la impresión que se le invoca poco en este servicio eclesial. ASí como se le llama el "Gran desconocido" en la teología creo que no sería exagerar decir algo parecido, lamentablemente, en la formación sacerdotal. SIn embargo, es bueno tomar conciencia de ello para repararlo.

¿cómo se manifiesta?

Aunque no haya mucha conciencia de su trabajo Él es quien configura a Cristo en el futuro sacerdote, pero su presencia deberíamos tenerla más presente.

¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

Una manera práctica es invocarlo al inicio de las entrevistas con los seminaristas, de manera especial en el encuentro que debería haber con el rector y el director espiriritual del seminario.

Invitar a los seminaristas que inovoquen al Espíritu Santo antes de comenzar cualquier actividad en el seminario, especialmente las más ordinarias y configuradoras: la oración personal diaria, el estudio, antes de cada clase, etc... Se podría redactar una oración guía para cada uno de estos momentos.

La Celebración de Pentecostés debería ser una Celebración muy especial en el Seminario. Profundizar en la teología del Espíritu Santo en una clave espiritual y formativa.

Los formadores también deben tener muy presente al Espíritu Santo invocándolo en las entrevistas, cuando se redactan los informes, para resolver problemas de los seminaristas, etc.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario?
En general es una "papa caliente" que pocos están dispuestos tener en sus manos. También es verdad que a muchos jóvenes se les manda al seminario sin una preparación previa y algunos terminan "quemándose" por la falta de experiencia pastoral que se DEBE tener para este ministerio tan importante, sin lugar a dudas, el más importante de la diócesis.
En algunas iglesias también se considera como un "transpolín" para el episcopado, lo que hace que algunas veces lleguen a formadores sacerdotes que están haciendo "carrera eclesiástica" y no son servidores al estilo de Jesús en el lavatorio de los pies, sino más bien al estilo de los apóstoles que iban preguntando por el camino quién era el primero.


¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Nuestro fundador, el Beato Manuel DOmingo y SOl, le gustaba decir que la formación sacerdotal era la llave de cosecha. Un formador santo de ordinario creará un ambiente de seminaristas santos que serán luego sacerdotes santos. Y un párroco santo hará que su comunidad sea también santa y que esa santidad llegue a las empresas, a la economía, a los medios de comunicación social, ... el efecto multiplicador es inimaginable. Recordemos, incluso, que los obispos y cardenales, y los papas una vez fueron seminaristas, y en esta etapa inicial son marcados con los valores fundamentales que guiarán toda su vida.

¿Trascendete? Después de lo indicado antes creo que es obvia la respuesta. Creo que de todos los servicios eclesiales es el que debe realizarse con más "temor y temblor" por los efectos multiplicadores indicados. No quisiera ser negativo pero imaginemos lo contrario, es decir, que llegue a formador un sacerdote que no esté preparado para este ministerio. Gracias a Dios el Espíritu Santo está en los fundamentos de la formación pero requiere ser secundado por formadores bien preparados interdisciplinarmente.

_________________
P. Víctor Salomón
Washington DC
www.sacerdotesoperarios.org
http://www.solinstitutedc.com/Home.html
www.priestsforlife.org
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PadrePlacido
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Registrado: 03 Dic 2008
Mensajes: 1

MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 3:35 pm    Asunto: SOBRE LA FORMACION DE LOS FUTUROS SACERDOTES
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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1.- La experiencia vivida hace pocos años en el Seminario me indica que,aún en teoría,se habla poco del Espíritu Santo.Da la ipresión de que si alguno de los formandos se dirige mucho a Él lo toman como a un iluminado.Talvéz hay mucha reserva al respecto.
Es urgente que se trate el tema no desde la teoría sino desde la viviencia espiritual en los seminarios.Yo converso con muchos seminaristas de diferentes seminarios y veo con estupor que no se habla del Espíritu Santo.
¿cómo se manifiesta?
Advierto que hay una teorizacion peligrosa y poco interés en vivirlo,vivir su experiencia desde la vida misma y compartir experiencias para discernr bien su acción en cada persona.
¿como se puede incrementar esa cnciencia?
Que se cree la conciencia y la cultura de la acción del Espíritu Santo en cada uno de nosotros desde la oración personal,la oración de comunidad y en todo el actuar diario, pero compartirlo para ver que es real y necesaria su acción en nosotros.
2.- Sobre la MisiónPatoral del Formador.
Se le ve como un sacerdote más a quien hay que obedecer y contarle las cosas diarias. En muchísimos casos si se es amigo del formador se avanza en los pasos y ministerios siguientes.
Es necesario que cada formador sea un verdadero testimonio de vida de oración,de trasparencia,de probidad,de cultura espiritual,de entusiamar al formando_con su ejemplo_ a ser un sacerdote,una persona que actuará concientemente "in persona Cristi".
3.- De su necesidad y trascendencia.-
Indiscutiblemente que los formadores marcarán un actuar del futuro sacerdote.Un formador simplón formará sacerdotes con un marcado acento similar.Un formador riguroso formará a un académico y poco pastor.Un formador de oración,humilde pero seguro de su vida de oración ayudará a formar un sacerdote santo,interesado en formarse permanentemente y ser un Pastor en toda su extensión.
Oremos mucho,diariamente,por los formadores de los seminarios porque de ellos dependen los santos sacerdotes o que se ordenen monstruos del pueblo de Dios.
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Ricardo Tribin
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Registrado: 01 Dic 2008
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MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 3:52 pm    Asunto: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?


Deberia haberla ya que el Espiritu Santo es aquella luz interior que nos abre el entendimiento y que nos aclara nuestra decision hacia el compromiso de poder seguir adelante con Fe. La mejor de las iniciativas no es en realidad la de la promocion sino la de la atraccion. Esto pues si la calidad del formado se obtiene de una excelencia en el proceso de formacion y se producen sacerdotes buenos, ello motivara a que otros quieran ingresar
_________________
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Sergio Héctor Casas Silva
Esporádico


Registrado: 16 Feb 2007
Mensajes: 31

MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 3:59 pm    Asunto: Mis respuestas
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?


Creo que no todos los seminaristas ni los formadores tienen conciencia del Espíritu Santo como principal protagonista de la obra de la formación sacerdotal.

Creo que una de las formas de hacer crecer esa conciencia sería retomar el estudio y la práctica de los grandes textos del Magisterio de la Iglesia y de los autores de espiritualidad sacerdotal más tradicionales.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Me parece que la mayoría de los sacerdotes se inclinan por el trabajo directo con las almas por medio de los cargos parroquiales. No sé si somos conscientes suficientemente a cerca de la necesidad y trascendencia que tiene como misión pastoral el desempeñarnos como formadores en el Seminario.
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Pbro. Francisco Rodríguez
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Registrado: 22 Nov 2008
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MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 4:16 pm    Asunto: Re: 1.4 Los protagonistas de la formación.
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Que la alegría del Señor que se acerca los acompañe a todos.

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de estaobra ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esa conciencia?

Creo que la conciencia de esta realidad existe, sólo que el algunos -tanto seminaristas como formadores- dicha conciencia no es tan intensa y profunda. Debemos suponerla pero eso no es garantía de que se tenga en plenitud. La manifestación de dicha conciencia se manifiesta en el compromiso, en el crecimiento del formando y en definitiva en la santificación de los involucrados. Me parece que para incrementar la conciencia de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra, se debe insistir en ello a tiempo y a destiempo, en todo momento se debe volver a este principio fundamental en la formación. El hombre colabora con el plan de Dios, pero es Dios quien va llevando adelante esta deleicada obra, pues es suya.

2. Qué actitud hay en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos concientes de su necesidad y trascendencia?.

La actitud es muy diversa: hay formadores muy entregados, concientes de que su misión y encomienda es una verdadera pastoral, es más la viven como una pastoral especial; otros ejercen dicha tarea más como obligación porque el Obispo les ha dado ese nombramiento; otros más se esfuerzan, quiza porque al principio se sintieron incapaces pero con el pasar del tiempo le van encontrando mucho sentido a tan noble tarea.
Estoy convencido de que la tarea formativa es una verdadera pastoral y hay una verdadera necesidad de ella, además, es una pastotal que trasciende ya que no sólo se forma a la persona como cristiano sino que se está ayudando en la formación del futuro sacerdote a imagen de Cristo.

Tuve la dicha de servir en la tarea de formación por seis años, debo decir que es una tarea ardua, que require de mucho esfuerzo y dedicación, pero que bien vale la pena, ya que Dios sabe recompensar a sus servidores fieles. A les vez animo a todos los que en este momento son formadores a no desfallecer, Dios espera de ustedes abundantes frutos en bien de la Iglesia, mi oración por ustedes.
P. Paco R.
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P. Gustavo Sosa
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Registrado: 30 Nov 2008
Mensajes: 5

MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 5:12 pm    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Ante todo sepan disculparme que recién en este encuentro me uno al foro de este curso de formación para formadores de futuros sacerdotes. Por problemas técnicos, no había podido participar como me hubiese interesado desde el comienzo.
Quiero compartir con todos uds la experiencia de mi trabajo como reciente formador de seminaristas y con una añeja preocupación por el tema de la formación sacerdotal.
Creo que todos estamos de acuerdo que la formación de los futuros pastores del Pueblo de Dios debe ser mirada con fe. No se puede formar sacerdotes como si fueran futuros profesionales expertos en una materia, con una sólida formación intelectual, una mínima formación espiritual y pastoral, y una mala formación en el ámbito humano. Por eso, me parece importante analizar y compartir con uds cual debe ser la acción del Espiritu Santo en la formación sacerdotal.
En primer lugar, la acción del Espíritu Santo se manifiesta en lograr que el seminarista tenga un encuentro profundo con Cristo, al cual quiere seguir como discípulo, y anunciarlo como misionero (en este sentido sería muy bueno repasar algunos puntos del Documento de Aparecida, donde se pide que todos los miembros del Pueblo de Dios hagamos esta experiencia de encuentro, sobre todo teniendo una actitud de escucha de la Palabra de Dios). Este encuentro debe lograr descubrir a Cristo como Señor de la propia vida, y como modelo a imitar. Además, encontrando a Cristo como salvador y forjador de una nueva humanidad, también se puede tomar conciencia de las propias limitaciones humanas e iniciar un camino de reconstrucción de la propia personalidad, a la vez que un deseo de conversión transformante de aquellas realidades que no me permiten acercarme plenamente a Dios y vivir en su gracia.
En segundo término, no podemos quitar la mirada del formador, que como muy acertadamente es puesta de manifiesto en el artículo, debe ser una mirada profunda desde Dios, para ayudar a formar esa imagen de Cristo Sacerdote en la vida del seminarista. Pero los formadores debemos ser muy concientes de que no se logra esto si no es a través de saber discernir cuáles son los caminos que Dios está proponiendo hoy para la Iglesia y para el mundo, y por lo tanto, para la vida del futuro pastor. Y aquí quiero compartir un poco mi experiencia de formación, sobre todo en el ámbito del clero joven: muchas veces creemos que con ciertas técnicas o dinámicas podremos lograr un mayor acercamiento a Dios o buscar una mayor semejanza con Cristo Jesús. Si no existe verdadero espíritu de oración, si no hay una búsqueda permanente de la voluntad de Dios, si no se logra un verdadero “enamoramiento” de la persona y misión de Jesucristo, difícilmente podremos lograr el objetivo de que haya una configuración verdaderamente existencial con Cristo Pastor.
Por eso, es necesario que se apuesten al Seminario todos los sacerdotes que verdaderamente tengan un espíritu pastoral, que no interese solamente cual es su formación académica, sino cual es su experiencia y solicitud pastoral en su parroquia, cuan grande es su espíritu de oración, cuan profunda es su relación pastoral con sus fieles laicos, qué capacidad de diálogo tiene, etc. Solo desde estas premisas lograremos encauzar que los objetivos de los futuros pastores sean motivados por el deseo de seguir a Cristo y donar totalmente sus vidas a El.
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marcosmesa
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Registrado: 17 Nov 2008
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MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 6:18 pm    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?




Se conoce a medias y eso no basta.
En principal desde el Obispo hasta los sacerdotes compartir con la comunidad de las cosas que suceden en el seminario durante el año.
Tambien dando a connocer esto insentivar a la comunidad para que oren por las vocaciones diariamente no solo en los domingos.
_________________
Marek
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peedson
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MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 6:50 pm    Asunto: Re: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Preguntas para el foro

SACERDOTES:

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?
2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

.....................

1) Bueno, no tengo clareza de como esto está hoy, pero recordome de mis tiempos de seminarista (soy sacerdote hace casi 16 años), cuando esto nos era muy bien explicado. Yo sabia que el principal formador era el Espiritu Santo y que yo deberia abrirme a su acción, pois yo no era apenas objecto de la formacción, mas un protagonista junto al Espiritu. El trabajo, me enseñava el rector, debia ser hecho en parceria: El Espíritu, yo e el formador del seminarios. Pero, creio que tambíén hoy segue esta consciencia, pois los seminaristas em mi diocesis (Niterói/Brasil) tienem mucho tiempo disponíble para estar con el Espíritu en las oraciones comunitárias (Eucaristia, Liturgia de las Horas, Adoracción al Santíssimo, Rosário) e personales (Lecturas espirituales, Lectio divina, meditación), en la dirección espiritual, etc. Claro está que el candidato debe aprovechar estes momentos de gracia, estes kairós, para su própio crecimiento.

2) La mayoria de los sacerdotes que conosco tienem cierta resistência ens er formadores del seminário, pois preferen el trabajo parroquial. Confieso que también no me ofreceria como voluntário, pero hoy yá no oporia tanta resistencia cuanto hace algunos años atrás. Sei que és un trabajo extremamente necesario e creo q ahora yá tendria madurez e experiencia suficiente para exercer esta función, se fuera deseo del obispo.
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jguerras100
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Registrado: 13 Jun 2008
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MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 7:02 pm    Asunto: Re: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Responder citando

SACERDOTES:

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta?


Pues debiera existir en primer lugar debido a que sin ello solo se lograran tener profesionistas del evangelio y no verdaderos apóstoles (enviados) y modelos de vida a seguir. Así que su manifestación en los seminarios se da en el fruto del espíritu Gal 5,22. Y en muchas ocasiones en la forma de permitir que se desarrolle el carácter de Cristo en cada seminarista evitando abusar del legalismo o tecnicismo o reglamentariedad que no dé a la creatividad y el servicio la libertad con el reverente temor de Dios que solo será muestra de la Acción del Espíritu Santo, así mismo que dejemos de observar únicamente o como base primordial el criterio humano en el tipo o paradigma de sacerdocio que pretendemos y quizá no sea lo que Dios busca sino lo que nos permite con confort continuar clonando elementos del sacerdocio actual no por ser óptimos sino por no tener conflictos o cuestionadores de la forma de actuar actual.

¿cómo se puede incrementar esta conciencia?
En primer lugar con la oración de toda la Diócesis por sus seminarios, seminaristas, formadores y familias que son los alimentadores de las vocaciones en conjunción con el Espíritu Santo. No solo en la fecha del santo patrono del seminario para recaudar fondos o voluntarios de servicio a la institución y no a los elementos que la conforman.
También con el ejemplo de SANTOS Sacerdotes no perfectos pero si irreprensibles y sobre todo alegres y convencidos que su vocación es lo más hermoso que Dios pudo brindarles, mostrando un trato amable pero disciplinado a las ovejas y a los seminaristas, siendo los primeros en estar actualizándose y mostrándose como voluntarios para brindar la experiencia, el conocimiento y la sabiduría del camino recorrido con Dios para dar clases en los seminarios, llevando retiros espirituales en cada Parroquia donde se dé a conocer la importancia y relevancia del papel del seminario, del formador,, del sacerdote y los roles de cada uno en recordar lo que Jesús pidió en Mateo 9, 37 y 38, Lucas 10,2.


2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario?
Sin generalizar porque en cada Diócesis y en cada país es muy distinto, algo es repetitivo, pareciera que solo corresponde a quien ha tenido estudios de post grado en los campos o rubros específicos o quizá a quien no tiene un compromiso de parroquia, y eso es en verdad triste porque bien sabemos que si es cierto que cada día hay más trabajo por la cantidad de fieles que piden la sacramentalidad como el auxilio de enfermos y muerte, también es cierto que la experiencia de estaos apostolados hermosos y tan descuidados en algunos lugares, no dan la oportunidad a esos jóvenes seminaristas a preguntar a esos sacerdotes que tienen la experiencia el cómo y el cuándo, el porqué y el para qué y la acción de Espíritu Santo en esos avatares de la vida sacerdotal.
¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?
No todos dado que existen sacerdotes que se preocupan más por esfuerzos solitarios cuando esto es un trabajo en equipo y coordinado no solo como campañas de apoyo sino de una manera continua, gradual, específica, sistemática, programada, evaluada y mejorada día con día. Para lo cual sería interesante no solo evaluar al formando sino a su párroco como ha ido apoyando a él, a su comunidad como lo ha ido llevando en el ámbito general, etc.

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad?


Considero que solo se ve esta realidad cuando se tiene una necesidad imperiosa del pueblo, por ejemplo cuando requieren auxilio espiritual en hospitales a parientes, o cuando se casan o cumplen 15 años y se carga el trabajo en las parroquias en los meses de vacaciones ya sea Diciembre o Julio-Agosto y así notan que no se cuenta con la cantidad de sacerdotes adecuada o suficiente para la feligresía itinerante (como cometas). O quizá cuando es el mes del seminario y se presentan estos jóvenes a pedir su colaboración. O cuando alguien conocido tiene la inquietud de servir a Dios y tiene intenciones de ingrsar al seminario..

¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Creo que difundiendo la presencia de seminaristas que han sido vacaciones de dicha parroquia y dándoles apoyo material pero también espiritual con oraciones, con eventos donde ellos vayan a comentar en qué consiste su vida como formando, invitándolos a visitar el seminario y hacer convivencias fraternas para que vean la realidad de sus seminarios y puedan tener contacto e incluso si no habido vocaciones en esa parroquia se comprometan como familia a brindar apoyo diario en las oraciones, pensamientos y obras de cada miembro familiar por su seminarista a quien le hablaran o le escribirán o via e mail o simplemente que estén al tanto de su crecimiento o sea que adopten a un seminarista recordando que muchos no son de esa ciudad y su nueva familia es la IGLESIA Local, otra alternativa que se den congresos seculares donde se invite a participar a los seminaristas para que den a conocer su plan formativo y sus metas y objetivos personales, así como también los más adelantados conferenciantes locales vayan al seminario y viertan la experiencia secular para que no se alienen los jóvenes seminaristas al mas allá sin tener en cuenta el mas acá que exige el servicio al prójimo
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Luz Reyes
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Registrado: 24 Nov 2008
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MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 9:51 pm    Asunto: FORO 4
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Wink HERMANOS BENDECIDO Y FELIZ NUEVO AÑO LITURGICO.



LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Arrow Teoricamente todos conocemos la existencia de nuestros seminarios, Iglesia, Magisterio, documentos, etc. etc, pero no la asuminos como nuestra. Sino podemos asumir la PALABRA, la vivencia de la EUCARISTIA, de los SACRAMENTOS, el ser IMAGEN de CRISTO menos vamos a ver la importancia de los seminarios.

Arrow Socializar y difundir la labor que se hace, la existencia de los mismos.
Como dice el artículo visitar y conocer a los seminaristas...parecíera que ellos viven en otro "mundo" lejano al nuestro.
Inculcar el amor y la importancia por esta misión.
Tener sentido de pertenecia por nuestra Iglesia.
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José Mauricio Altamirano
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Registrado: 30 Nov 2005
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MensajePublicado: Mie Dic 03, 2008 10:18 pm    Asunto: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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“Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo este con todos ustedes”
LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

En la medida que iba leyendo este tema número 4, pude destacar en el momento que leía lo referente a la pregunta e hice en ese preciso instante la siguiente anotación, antes de leer la pregunta planteada:
(Pregunto: ¿permiten eso algunos obispos en algunos países? ¿Depende de cada Obispo o es orden emanada del Vaticano?)
Me refiero obviamente a lo que expresa este tema sobre el interés que debemos tener todos sobre lo relacionado.

Con respecto a la pregunta:
Particularmente en la diócesis a la cual pertenezco y con mucha seguridad lo digo y en otras diócesis mas de mi país, el tema de los seminarios es casi un tabú.
En las parroquias a las cuales asisto a misa, casi a diario, en muy pocas oportunidades , casi nunca en algunas celebraciones Eucarísticas, he escuchado que el párroco o alguien mas comente o diga algo sobre los seminarios, excepto en el caso del camino Neocatecumenal, que permanentemente están otorgando información sobre el seminario Redentoris Mater.

¿Iniciativas?
1.Hacer conciencia en los sacerdotes de la necesidad que hay de mas sacerdotes y obviamente estos se preparan en un seminario.

2.Al hacer conciencia los sacerdotes y párrocos que ellos nos transmitan esas necesidades a los feligreses, pero no una vez, sino permanentemente y demostrando verdadero interés. Conciencia pura.

3.En mi país, el Obispo de la diócesis a la cual pertenezco cada semana, día domingo, concede varios minutos a los periodistas de todos los medios de comunicación masiva para comentar sobre temas nacionales e internacionales, lo cual no critico, al contrario que bueno que lo haga pero ¿qué mejor oportunidad para que se hable de la necesidades de los seminarios y que se publique en los medios de comunicación masiva completamente gratis? Pero que la haga siempre.

4.El católico por naturaleza es un “poco-bastante” duro para ayudar económicamente o para dedicarle tiempo a las labores de La Iglesia, pero si se trabaja en forma conciente y permanente por parte de los sacerdotes y párrocos, estoy seguro que se obtendrían buenos resultados y necesariamente solo aportaciones económicas, sino de todo tipo. Y sobre todo si los resultados son palpables a corto plazo y se nos mantiene informados.

5.En general se que hay interés de todos, obispos, sacerdotes, feligresía, mas estoy seguro que no hay quien de seguimiento a las instrucciones del obispo o del Santo Padre, como ejemplo muy reciente, el caso de aparecida, fue un “BOOM” en muchos países y a lo mejor hay obispos o párrocos que le están dando el apoyo correspondiente, pero no es suficiente, ha decrecido el entusiasmo, el interés por igual y todos sabemos que es necesaria la evangelización. Lo mismo puede suceder en el caso que nos ocupa.

Saludos fraternos
Mauricio
“Cuando sientas que ya no sirves para nada, todavía puedes ser Santo”(San Agustín)
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Salomón Orlando
Esporádico


Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 37

MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 12:00 am    Asunto: principios fundamentales de la formación sacerdotal
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Sacerdotes

1.-No hemos de olvidarlo: la preparación para el sacerdocio, la identificación de un hombre con Cristo Sacerdote, es una tarea que sobrepasa y trasciende completamente las capacidades y habilidades humanas. Quedaría truncada si no contáramos con la ayuda de Dios mediante la acción de su Espíritu Santificador.

A sus primeros sacerdotes, Jesús les prometió el Espíritu Santo, precisamente para que les enseñara todo y les recordara todo lo que él les había dicho (cf. Jn 14,26); y al conferirles el poder sacerdotal de perdonar los pecados les comunicó el Espíritu Santo (cf. Jn 20,22-23). Antes de su ascensión al cielo les aseguró que recibirían la fuerza del Paráclito para que fueran sus testigos hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,Cool. Efectivamente, poco más tarde, la irrupción impetuosa del Espíritu en la fiesta de Pentecostés les marcó definitivamente y los impulsó de modo insospechado para la realización de su misión de profetas del Reino de Dios (cf. Hch 2,1ss). Pablo comprendió profundamente la importancia radical de la obra del Espíritu Santo en la vida de los cristianos: reconocía que «el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rm 5,5); más aún, llegó a afirmar categóricamente que «nadie puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino con el Espíritu Santo» (1 Co 12,3).
----------------------------------------111
a.-Los himnos litúrgicos de la Iglesia sobre el Espíritu Santo, como el "Veni Sancte Spiritus" o el "Veni Creator" son muy elocuentes al indicar lo que él es para el alma: luz del corazón, consolador óptimo, dulce huésped, descanso en el trabajo, consuelo en el llanto, don de Dios, fuente viva del amor...

b.-Él es el guía y el artífice de la santificación del alma. Él es quien, con la acción de la gracia, que trae como cortejo las virtudes y los dones sobrenaturales, va transformando a la persona en la medida en la que ésta se le presta.
-------------------------111
2.-El joven seminarista es también, y ante todo, un cristiano. Y, en el fondo, lo más esencial en su preparación al sacerdocio es su santificación en su esfuerzo de identificarse con Cristo sacerdote. Tendrá que ser por tanto el Espíritu Santificador quien vaya iluminando en la conciencia del formando el camino de la adquisición de la fisonomía sacerdotal.

a.-Por otra parte, se trata de un proceso lento, laborioso, con horas de luz y de oscuridad, con momentos de alegría y de quebranto. Nadie mejor que el Espíritu Santo podrá sostener y alentar, desde dentro, el esfuerzo del seminarista, y también el del formador.

Laicos:

El Espíritu Santo es, pues, el primer protagonista en el trabajo de formación sacerdotal. Puede parecer obvio; pero no está de más recordarlo y subrayarlo. Lo deberán tener en cuenta siempre tanto el formando como el formador, como los programas educativos. Al Espíritu Santo no hará falta recordárselo. Él se comprometió con ambos desde el momento en que llamó al sacerdocio a uno y pidió la colaboración del otro, a través de la Iglesia, para que le ayudara en esta tarea.

Pero conviene recordar también que, aunque Dios podría santificarnos contra o al margen de nuestra voluntad, la acción misteriosa del Espíritu Divino respeta con amor la libertad con que nos ha creado. Pide nuestra colaboración. Colaboración que consiste no sólo en la disponibilidad pasiva para que él realice su obra santificadora, sino que exige un esfuerzo consciente y constante, una correspondencia que se actúa mediante el ejercicio de las virtudes que preparan y acompañan la recepción de sus dones.

No habrá, pues, formación alguna, sin la colaboración responsable de los otros dos protagonistas: del formando y del formador.


2.-El formando

Desde el primer momento el formando debe tener muy en cuenta que él es también protagonista de su propia formación; más aún, el primer interesado y el primer responsable. Es él quien ha sido llamado por Dios para el sacerdocio; es él quien ha respondido libremente; es él quien será ungido sacerdote y dará más o menos fruto en su ministerio según esté más o menos formado, más o menos unido a Dios.

Por otra parte, pretender lograr la formación de una persona, en cualquier campo, sin la participación consciente y activa del propio interesado, es una vana ilusión. Se podrá lograr en todo caso que el individuo pase por unos cursos, se someta a unos reglamentos... pero no habrá, desde dentro, verdadera formación.

Es importante, pues, que desde el primer momento, el seminarista sea consciente de que nadie "lo formará" ni lo "hará" desde fuera. No hay lugar para la pasividad, la indiferencia o el "dejarse arrastrar" o "ser vivido" por un sistema formativo establecido. El joven que aspira al sacerdocio entra en el seminario o centro de formación, no para "ser formado", sino para "formarse". El principio de "autoformación" que se presentará más adelante no es sino la consecuencia operativa de esta constatación.

a.-Naturalmente, dado que el primer protagonista de la formación es el Espíritu Santo, el formando debe concebir su trabajo personal como una colaboración con él: dejar actuar al Espíritu Santo sin impedir o entorpecer su acción: prestarse como cera blanda para que él imprima a placer en ella la figura de Jesucristo Sacerdote. Esto significa que la oración, el silencio interior, la atención a sus inspiraciones, la sinceridad en su respuesta dócil a las mismas, forman parte integrante y principal de su esfuerzo por formarse sacerdote.

b.-Y significa también que, dado que Dios ha querido valerse de colaboradores humanos, su atención y docilidad al Espíritu han de pasar por la atención y docilidad a los formadores, que le irán ayudando a conocer las metas, las tareas, los tiempos y lugares.

Otros colaboradores

El Espíritu Santo, el formando, el formador. El dinamismo formativo eficaz depende de la colaboración armoniosa de esos tres protagonistas, realizando cada uno su propio papel en relación con los otros dos.

Sin embargo, ellos no son los únicos responsables. Conviene recordar, aunque sea brevemente, que toda la comunidad eclesial debe sentirse responsable de la preparación de sus sacerdotes.

modos de hacerlo, según las circunstancias: desde ofrecerse para impartir alguna clase, hasta acoger a los jóvenes como colaboradores en su trabajo, pasando, desde luego, por su testimonio sacerdotal genuino y lúcido, y por su oración personal.
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José Noel Acevedo Vásquez
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MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 12:25 am    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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1. A veces pareciera que no, ya que los formadores basan sus filtros de vocación en exámenes psicológicos, capacidad intelectual y piadosidad, y el formando en su "sentimiento" y ambiciones solapadas de status. No debería ser así, sabemos que quién mueve es el Espíritu Santo, es la gracia que comunica la que modela en la obediencia libre del formando. Es importante ser consciente de esto, de lo contrario, el sacerdote solo sería fruto de una formación profesional y no de la Gracia de Dios, por tanto no serviría para la misión. Esta conciencia de reconocer que es el Espíritu Santo el que moldea desde dentro, se adquiere en la medida que hay intimidad con Dios a través de una vida sencilla, de saber que se trata de servir a Dios con todas la fuerzas de nuestro ser y de la convicción de que la meta es la configuración con Cristo, como señala San Pablo: "alcanzar la estatura, la anchura y profundidad de Cristo". Es importante también, la confrontación con la Palabra de Dios a través de la Lectio Divina, todos estos elementos, acompañados de una fuerte y sincera experiencia de Dios vivida por los formadores, se llega a la conciencia clara que todo es fruto de la acción del Espíritu que actúa en la Iglesia de Cristo.
2. La actitud que hay ante la misión de ser formador en seminario, muchas veces es negativas, por un lado se critica fuertemente la formación y los formadores, y hasta se indica como podría funcionar o mejorar; pero si se le invita a colaborar, se niega. No tomamos conciencia de ser responsables de la formación de los futuros sacerdotes; toda la Iglesia, en sus miembros, debemos colaborar en esta misión importante y delicada de "hacer presente aquí y ahora a Cristo" para que siga bendiciendo, sanando, salvando a la humanidad.
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verónica ana
Esporádico


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MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 12:46 am    Asunto: Respuesta 4a sesión de Protagonistas de...
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Laicos.
I-.¿Se percibe en su diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden tomar para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Diría que en general se desconoce su importancia y nadie parece estar interesado en conocerla o tener en cuenta la importancia que reviste. Sería deseable que esto cambiara ya que los que se están formando son los sacerdotes del mañana.

¿Qué iniciativas se pueden emprender….?
Pienso que la iniciativa debe partir de la misma Iglesia, de los pastores y de los párrocos que son los que tendrían que dar a conocer a los fieles todo lo relativo a los seminarios, a sus necesidades y proyectos. Es necesario que todo el pueblo de Dios se interese por la marcha de los seminarios y principalmente que se ore para que el Señor nos otorgue muchos sacerdotes santos.
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jose luis P
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MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 12:54 am    Asunto: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal‏
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?


Si se percibe ya que por medio de ella nos enteramos de los cursos o servicios que en el seminario se ofrecen y algunos acudimos a ellos en base a la información que se nos da , estos servicios son buenísimos en nuestra formación como cristianos en crecimiento .
Sin embargo si seria bueno promocionar mas actividades para todas las comunidades religiosas y que estas fueran en los seminarios y en las cuales pudiéramos relacionarnos con los seminaristas y formadores para de alguna forma ayudar , alentar o apoyarlos de alguna manera.

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iksu
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Jorge Batista
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MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 2:43 am    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

En mi diocesis especifica si se le da importancia al tema del seminario. desde hace unos años tenemos un Seminario Mayor en la diocesis y siempre se proyecta a los fieles la necesidad y el compromiso con la iglesia que conlleva el tener y mantener un seminario
Son muchas las inciativas que se pueden implementar,como reactivar la pastoral vocacional en las parroquias, realizar cadenas de oracion por los sacerdotes y religiosos, elaborar boletines con informacion sobre el seminario, etc. para poder tener conciencia de todo esto es importante que primeramente el sacerdote motive e inyecte con su ejemplo de vida, y eso reflejará entusiasmo y fervor en muchos de los fieles.
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saccap
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Registrado: 21 Nov 2008
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MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 3:01 am    Asunto: Respuesta al tema los protagonista de la formación sacerdota
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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1. Se tiene conciencia, pero muchas veces el formador no se deja guiar por el Espíritu Santo en su toma de decisiones; sino que son sus ideas, sus criterios, sus puntos de vista, sus decisiones, etc., no las del Espíritu Santo.
Y el formando, en su proceso, muchas veces prefiere dejarse llevar por lo mundano y no por el Espíritu.
* Se puede incrementar siendo dóciles al Espíritu Santo en la práctica diaria de toda la actividad formativa.

2. La actitud es negativa, porque casi todos los formadores están a disgusto en el seminario; o no saben ser buenos formadores.
*Somos conscientes de su necesidad y trascendencia, pero hay que querer y ser buenos formadores y trabajar enteramente para la gloria de Dios y el bien del formando.
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Galdino Pérez
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Registrado: 20 Nov 2008
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MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 5:24 am    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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SACERDOTE:
1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

De entrada debería de haber. Porque el que llama es Dios y sólo es él el ector de toda esta obra con la acción de Espiritu Santo. Bueno, suponemos que debería de haber, pero quizó no exista esta conciencia en las dos partes. Tal vez en el formador sea más clara la conciencia pero no siermpre así para el formando. Pero el formando, con la ayuda del formador tiene que ir adquiriendo de manera gradual esta conciencia.Y esto se va manifestando cuando el formando fomenta su vida espiritual a través de la oración y la práctica de la vida sacramental.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?
En la diócesis que Dios me ha permitido nacer como sacerdote existe una actitud de rechazo en lagunos sacerdotes, tal vez no abiertamente, pero se manifiesta. otros, sin embargo, son concientes que es un servicio de gran responsabilidad y que tienen que estar ahí los más sabios y santos, para que los futuros sacerdotes sean también sabios y santos. Y dan la vida por los alumnos, a ellos mis respetos y admiración, porque saben valorar y darle la importancia que merece el seminario.
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Margarita Izaguirre Camba
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Registrado: 24 Nov 2008
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Ubicación: Guatemala

MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 5:47 am    Asunto: Respuesta a: Tomado de entre los hombres
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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1. En la medida en que el sacerdote se deje guiar por el Espìritu Santo va a poder llegar a ser otro Cristo, puesto que si Dios lo llamo a este Ministerio es porque Dios sabe que èl puede hacerlo, tambien es importante que tenga la certeza de que es dèbil, mientras mas fuerte se sienta mas difìcil se le harà ser como Jesùs, mientras mas dèbil èl acepte ser, mas dejarà a Dios hacer la obra y mas se acercarà a ser Cristo mismo, tenenmos ejemplos bellos como el de San Francisco de Asìs, que en su debilidad llegò a ser un gran santo.
Es necesaria la colaboraciòn del hombre para dar un paso de fe, si solo la configuraciòn Sacramental fuera suficiente, no serìa necesaria tanta formaciòn y tanta oraciòn como es necesario que hagan.
2. Saber que como todo hombre tiene dificultades, debilidades y tentaciones, al reconocerlo como hombre se le darà mas apoyo y se le comprenderà mas y mejor, para una buena formaciòn y que asì el sacerdote llegue a ser ejemplo a seguir.

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Que Dios y la Virgen Santìsima nos iluminen.
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P. Ovidio
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MensajePublicado: Jue Dic 04, 2008 10:29 pm    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Estoy totalmente de acuerdo con lo expuesto en la lección y creo que tendríamos que dar más importancia todos a la acción del Espíritu Santo y las cosas nos irían mejor a todos.
Por mi parte como sacerdote creo que no siempre mi testimonio es aliento y ayuda para los pocos seminaristas que tenemos en la Diócesis, si que todos lso días en Laudes y Vísperas tengo una oración especial para pedir por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
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eladio octavio solis
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MensajePublicado: Vie Dic 05, 2008 1:55 am    Asunto: respueta
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Respuesta
1. Seria un absurdo que un sacerdote o un seminarista no viese en su vocación, la manifestación del espíritu santo como principal protagonista de la vocación. Se habla muco de este tema en los seminarios, y el seminarista y sacadotes ven en su llamado una obra auténticamente Divina, y esto es manifiesta, en las diferentes conferencias que se hace para instruir sobre este tema, también en las conversaciones diarias.
2. los formadores en el seminario son de un punto súper fundamental, para la formación. se con benevolencia esta figura, y se ansia su aporte en los seminarios.

Laicos
1 mi Diócesis aun esta en un gran despertar por el seminario. Debido a la poca vocaciones no se ha podido construir un seminario. Pero a futuro es posible que contemos con uno
_________________
es bueno ampliar nuestro saber en lo espiritual
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rodrigofcleon
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Registrado: 20 Nov 2008
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MensajePublicado: Vie Dic 05, 2008 4:38 am    Asunto: 1.4 Los protagonistas de la formación sacerdotal.
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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LAICOS

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Creo que en algunas partes sí se percibe, pero en otras hace falta un mayor esfuerzo de todos por hacer que se conozca. En este sentido, las pastorales vocacionales de cada Parroquia tienen una tarea muy grande, que consiste en llegar a la gente, principalmente a los jóvenes, para presentarles de forma atractiva el seminario y así tener la posibilidad de que hayan más jóvenes que escuchen el llamado y se decidan a ser generosos con Dios. Una cosa que ayuda mucho es la presencia de seminaristas en las Misas dominicales, es ahí cuando el pueblo puede ver y escuchar al seminarista; entonces, aprovechar más esos momentos para sensibilizar a la gente y transmitir la importancia de conocer y colaborar material y espiritualmente con el seminario.
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Afectísimo en Cristo,
Rodrigo Fernández de Castro De León
REGNUM CHRISTI
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Juan Diego Botero Soto
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MensajePublicado: Vie Dic 05, 2008 1:15 pm    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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Preguntas para el foro

SACERDOTES:

1.¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿Cómo se manifiesta? ¿Cómo se puede incrementar esta conciencia?
Si. Se manifiesta cuando a él encomendamos nuestras tareas formativas, estudio, vida comunitaria, madurez humano, éxito en el trabajo pastoral, en el deseo que se incremente la madurez espiritual y un adecuado discernimiento del mismo proceso formativo de la vocación. Sin embargo, se nota que la confianza en nosotros mismos para su desarrollo y nuestras fuerzas y posibilidades fuesen imprescindibles en el éxito de la misma dando por descontado la imperiosa necesidad de la presencia del Espíritu Santo. Por ende, la conciencia de mejorar este aspecto se incrementa en la medida en que se conozca en primer lugar el papel, la figura y misión del Espíritu Santo, así no solo se le da la categoría que se merece, sino que a Él se le adjudicaría lo que nuestra condición de humanos no podemos llevar a cabo.

2.¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?
Es cuestionable, puesto que al gran porcentaje de los sacerdotes o religiosos no les apetece tal misión. Por una parte, por la responsabilidad constante que ella acarrea, por otro, no se ven lo suficientemente preparados, y finalmente, puesto que gran parte no tiene muy buen recuerdo de su proceso formativo; es decir, las exigencias y lo que implica en disponibilidad y preparación hace que la actitud sea reacia y poco entusiasta.

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿O se desconoce esta realidad? ¿Qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?
No concretamente. Puesto que se considera que su presencia es un centro formativo de un grupo de personas que están aisladas de la realidad del mundo y la sociedad, a los que no se les puede dirigir directamente, sino de forma respetuosa y prudente; y por otro lado dicha institución y delicada gestión está dirigida por un determinado grupo de personas idóneas, cualificadas y asignadas a tal misión.
Como iniciativas está la invitación a participar en diversas actividades dirigidas por los mismos seminaristas, que se invite o gestione periódicamente a participar de la Eucaristía para familiares y amigos de los mismos seminaristas, grupos de oración actividades de integración sean deportivas entre otras, en fin, lo importante es abrir un poco más los espacios de las casas de formación para que a los futuros sacerdotes y religiosos no se les vea como “bichos raros e intocables”.
_________________
Hola estimados Hermanos en Cristo, exitos en este nuevo caminar en la formación humana y religiosa.
Paz y Bien
Juan Diego B S
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P. Tobias Murillo Gil
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Registrado: 24 Nov 2008
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MensajePublicado: Vie Dic 05, 2008 3:13 pm    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Responder citando

Foro 4.
Los protagonistas de la formación sacerdotal.

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

En algunos momentos pienso que si hay conciencia de la necesidad del espíritu Santo en la formación del futuro Sacerdote; pero en otros momentos con el obrar mismo se ve que el Espíritu Santo no es el principal de esta formación.

Si bien es cierto que se le pide su acción, se llama, se invoca, se reclama, en muchas cosas no se le deja actuar. Pareciera que el espíritu Santo es alguien que me ayuda en un momento de necesidad, pero no es el que lleva la dirección y las riendas de mi vida.

Hay que estudiar mas: la obra, la presencia, la persona del Espíritu Santo. Pienso que sería necesario aprovecha todos los momentos fuertes que nos proporciona la liturgia, para conocer mejor la persona y la obra del Espíritu Santo.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Creo que todos los formadores quieren lo mejor para sus formados, pero visto de la forma como lo hemos estudiado en este tema, nos falta mucho.
Lo ideal sería poder caminar en esta dirección, dejando actuar al Espíritu Santo de Dios en todas nuestra obras.
Realmente yo como Sacerdote Párroco, veo que me falta más apertura a la formación Sacerdotal de los futuros sacerdotes de mi Diócesis.

Les ofrezco mis oraciones.
_________________
Jesus:"Me amo y se entego por mi"

P. Tobias
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MARCIANITA
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Mensajes: 4
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MensajePublicado: Vie Dic 05, 2008 3:49 pm    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Responder citando

En la diocesis a la que pertenezco aqui en Colombia los seminaristas tienen participacion permanente en la actividad parroquial y en nuestra comunidad. Yo considero importante que los futuros sacerdotes nutran su vocación con el conocimiento de las comunidades a las que serviran y con el profundo amor a Cristo y al projimo.

Sin embargo observo que algunas parroquias debieran integrar mas a la comunidad para vigorizar nuestra iglesia como una fuerza permanente y como cristo vivo entre nosotros.
_________________
MARCELA
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Juan Carlos Soto Siovil
Esporádico


Registrado: 24 Nov 2008
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MensajePublicado: Vie Dic 05, 2008 8:54 pm    Asunto: participacion en el foro -protagomistas de la formacion sace
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Responder citando

CAP 2. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA FORMACION SACERDOTAL

1. Los protagonistas de la formación sacerdotal


1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

Los seminaristas tanto como sus formadores a mi manera de ver, creo y estoy seguro que tiene firme conciencia del influjo y participación del Santo Espíritu de Dios, primero en su elección y segundo en el hecho de que es el principal autor o protagonista de su formación en vías hacia el sacerdocio ministerial; es pues el Espíritu que guía esta experiencia porque si no fuera así, inmediatamente se reconocería por parte de ambos (formador y seminarista) que lo que hacen no es obra de Dios y si bien es cierto estarían en otro plan o en otro tipo de proceso, por ejemplo el solo académico en una Universidad. Al tenor de cualquier cosa que pueda pensarse, las personas de las que hablamos si, repito, tiene conciencia de la presencia del Espíritu Santo porque el va guiando sus vida, su propio proceso y además les va mostrando cada día el camino a seguir, así como si estuvieran en una Universidad o Instituto pues esa es la labor del Santo Espíritu, pero aquí mas aun el Espíritu se muestra de una manera sobreabundante haciendo reconocer al formando y formador que esta se trata de una obra que Dios mismo esta haciendo por medio del Espíritu Santo.
En otras situaciones de la vida se siente el influjo del Santo Espíritu pero las personas no lo ponen como el protagonista principal de sus acciones, en cambio acá el seminarista y el formador si lo ven como esa persona divina que esta en el primer lugar de su formación y proceso sin el nada podemos y sin el como protagonista nos formaríamos pues como he dicho antes en intelectuales en teología pero no en verdaderos hombres que siguen por su proceso al Dios que hizo todas las cosas y que nos llamo para que estuviéramos con Jesús y que este nos enviara a predicar.

Todo lo anterior es decir la conciencia de que el Espíritu Santo es el protagonista de nuestra formación, se manifiesta en los actos personales del formando, entre los cuales podemos ver la docilidad a este mismo Espíritu que le lleva a aceptar con humildad su guía y a buscar siempre en el la fortaleza para seguir caminando cada día, pues no es fácil; se manifiesta también el protagonismo del Espíritu Santo cuando formador y seminarista se dejan moldear el uno y el otro por esta acción que de suyo viene de Dios Padre, el primero en su misión de ayudar a formar al otro desde dentro (pues no es el formador que desde fuera lo hace, como si moldeara una matera; sino el seminarista que lo hace con el mismo desde dentro) y el segundo en su compromiso de formarse él mismo con la ayuda que le brindar los colaboradores de Dios en su proceso como le podemos llamar a los formadores.

Esta conciencia, aunque ya la hay se puede ayudar a incrementar con la ayuda de la dirección espiritual y no solo con esto sino también por medio de la relación personal del formando y formador con Cristo Jesús, recordando que desde el seminario debe, el primero irse configurando con el mismo Señor Jesucristo Maestro y Pastor, se incrementara también cuando se actué con una recta intención que lleva al candidato a saberse débil pero sobretodo transformado por la acción del mismo Espíritu de Dios
2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Bueno hoy en día existen actitudes encontradas frente a este respecto; podríamos hablar de actitudes a favor y en contra así:

• Muchos piensan que ser formador del seminario es asumir una responsabilidad cargante, es decir recibir una carga y además de carga muy pesada, porque hay que lidiar con diferentes tipos de personas que todos piensan de una manera distinta y que a la vez hay que ir moldeando, tarea que es complicada. Otro pensamiento en la misma línea asegura que ser formador es encerarse en un claustro donde se estuvo ocho años o más y la vida del sacerdote debe estar dedicada a otras cosas; no nacimos o nos formamos para ser profesores (aun teniendo formación suficiente para ello), estas son actitudes egoístas que se escuchan de hermanos sacerdotes.
Pero no la mayoría piensa así; hay otras actitudes como por ejemplo:

• Ser formador es un compromiso y un llamado de Dios en persona del Obispo a algunos sacerdotes, y este reto hay que afrontarlo con gran cariño, sabiendo que la Iglesia necesita de sacerdotes sobretodo santos y bien formados; es esta una misión que confía la Iglesia y mas aun la confía Cristo no es tarea solo confiada por un hombre sino por Dios. Existe una actitud de apertura y de entrega frente a este hecho significativo de formar los futuros ministros de Dios; se debe entregar lo que se recibió y entregarlo bien y para esto se debe contar con la guía del Santo Espíritu. La generosidad ante todo muchos la ven como una gran virtud de los sacerdotes que se dedican a la formación, su amor su entrega su solicitud y se piensa en términos generales que esta misión aunque dura es gratificante y que es un sostén para la Iglesia de Dios. Ser formador se piensa también positivamente no es un lujo ni es subir de estatus, es decirle a Dios que se quiere dar testimonio de servicio a quienes serán después mis cohermanos en el presbiterio

En el aspecto que tratamos, aunque con las situaciones descritas, pienso que si somos conscientes de su necesidad y su trascendencia puesto que somos más los que asumimos el hecho de hablar de la pastoral del seminario como un aspecto positivo.
Hoy en día es de vital importancia esta misión en el interior del seminario o porque como decía se necesitan y además el pueblo de Dios reclama sacerdotes santos y además sacerdotes formados en las ciencias de Dios si se pueden llamar así, los cuales con su experiencia académica y pastoral puedan solucionar o aportar algo a los problemas que se presentan en la realidad que vive la gente que evangelizara; esto pues se logra si colocamos la importancia, que se debe a la misión pastoral de ser formador en el seminario. Si bien es cierto es Dios nuestro Señor quien dirige la obra en Cristo y por el Santo Espíritu pero es vital que nosotros los hombres impulsemos el proyecto con nuestras propias manos, mas aun los formadores que de verdad vuelvo a repetir tiene una misión importantísima a este respecto, misión que tiene trascendencia no solo en los formándoos sino también en el pueblo de Dios en busca de los misterios y los medios de Salvación que le ofrecerá el futuro sacerdote.

Con fraternal afecto; Hno Juan Carlos Soto Siovil.mbp
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Ma Socorro A. Reyes López
Asiduo


Registrado: 16 Jun 2008
Mensajes: 120

MensajePublicado: Vie Dic 05, 2008 10:54 pm    Asunto: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?
En la Vicaria a la que pertenece mi parroquia falta mayor participacion de los seminaristas en la actividad parroquial y en la comunidad. Posiblemente se debe a que la ciudad de México es una de las ciudades con mayor número de población a nivel mundial porque se une a la zona conurbada del Estado de México. Faltan sacerdotes que nutran su vocación con la participación directa en las comunidades a las que serviran y con el profundo amor a Cristo y al projimo. Sin embargo en mi parroquia el parroco ha fomentado la participación de laicos comprometidos que ayuden en la catequización de acuerdo al CELAM. Pero hace falta un mayor esfuerzo de todos, las pastorales vocacionales de cada parroquia tienen una enorme tarea, para acercarse, principalmente a los jóvenes, para presentarles de forma atractiva el seminario y que escuchen el llamado de Dios. Falta más participación del seminarista en todas las actividades de la Iglesia. Participación en el año litúrgico: Pascua, Navidad y Tiempo ordinario, en solemnidades, en fiestas del Señor, de la Virgen María y de los Santos. La presencia del seminarista cuando se reune el pueblo del Señor.
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Esporádico


Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 32

MensajePublicado: Sab Dic 06, 2008 1:47 am    Asunto:
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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FORO CAPITULO 4

La verdad es que conozco poco del tema a nivel de Diócesis, pero creo que sí se percibe la importancia del Seminario ya que a nivel de Parroquias se trabaja en este tema. Pongo la experiencia vivida en mi Parroquia de Cristo Rey: los jueves se hace exposición del Santísimo por las vocaciones sacerdotales y en las ofrendas, las personas llevan útiles de aseo, ropas y cosas así, para los seminaristas. Además, el sacerdote tiene bajo su custodia, podríamos decir así, un seminarista, el cual orienta y educa con el ejercicio diario del servicio pastoral.
Lo que sí me llamó la atención es que en estos días, previos a la fiesta de Cristo Rey, el rector del Seminario, ofreció una Eucaristía en la Parroquia, al finalizar, me le acerqué y le pregunté si podía hablar con él más privadamente, más reposadamente, pero me dijo que tenía que esperar hasta Enero /09 ya que el Seminario entraba en vacaciones y ellos se iban de misión a otras Diócesis. Me llamó la atención porque pensé que el Seminario me podría servir de lugar para retiro espiritual ahora en Diciembre, pero ante esta perpestiva, veo que no. Lo cierran como un colegio, una universidad, pensé que no lo hacían.

En cuanto a las iniciativas, creo que se podría hacer una Cruzada en las Parroquias, algunas lo están haciendo, de promover a los jóvenes al sacerdocio, hacerles seguimiento a los que, guiados por el Espítu Santo, sientan la vocación del sacerdocio y apadrinarlos, darles patrocinio, no solamente económico sino espiritual, ya que, parece que los jóvenes de escasos recursos económicos son los que sienten más este llamado.
Otra iniciativa podría ser a través de la pastoral juvenil, animarlos, llenarlos de esperanza, de fe.
Otra iniciativa sería la de fortalecer la asignatura de religión en los colegios, no solamente mostrarles la Biblia, sino, apoyados en la Etica y la moral, enseñarles valores, principios, y junto con la filososfía, mostrarles el ser humano en toda su dimensión a la luz de Dios.
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Monica L. Moreno y G.
Asiduo


Registrado: 18 Feb 2007
Mensajes: 194
Ubicación: Mexico D.F.

MensajePublicado: Sab Dic 06, 2008 3:26 am    Asunto: Comentario Respuesta
Tema: 4. Los protagonistas de la formación sacerdotal
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LAICOS:

1.- ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad?

Si conozco seminaristas y también conozco los seminarios mayor y menor de México, vemos a los Seminaristas tres veces por año, o cuando hay una reunión importante o un evento que sea en uno de los dos seminarios, son necesarios los sacerdotes, lo que nos preocupa es como están saliendo del seminario.

En mi parroquia existen muchas misas y contamos con 3 sacerdotes,
Entre semana las Misas son de: 7:00 am, 8:00am, 9:00am, 12:00 pm, 6:00 pm, 7:00 pm, y 7:30 pm.

Y en fines de semana 7:00 am, 8:00 am, 10:00 am, 11:00 am, 12:00 am, 1:00 am, 1:45 am, 6:00 pm, 7:00 pm, 8:00 pm.

En total son 7 misas entre semana y los fines de semana son 10 misas, todas las misas tienen bastante gente y no hay quien confiese, y para que se confiese uno tiene que perseguir al sacerdote por todas partes.

En el caso de mi parroquia, no hace falta Sacerdotes, hace falta que estén mas entregados a su ministerio, hace falta que sean verdaderos ministros, y eso se ve, se siente y se entrega desde el seminario, falta mas vocación y entrega y que los formadores estén mas atentos en los jóvenes que entran.

1.1.- ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Se necesitan buenos sacerdotes, que den ejemplo de lo que es el ministerio, no necesitamos, ni políticos, ni comerciantes, ni aquellos que se hacen sacerdotes para tener un posición, necesitamos sacerdotes de verdad, que sean entregados, que sean Jesús activos, que trabajen por el reino de cristo.

Un buen ejemplo arrastra mas que 100 sermones.

Que iniciativa? Que salgan bien preparados y que realmente se entreguen a ministerio.

Los jóvenes que van al seminario, tengan un buen formador y acompañante.

Y sobretodo, que recen, en mi parroquia ya rezamos por ellos.
_________________
¡En la Voluntad de Dios!
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