4. Los protagonistas de la formación sacerdotal

[Jacobo Ventura Pérez]

1.4. Los protagonistas de la formación sacerdotal


SACERDOTES

1.- a) ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? Cómo se manifiesta?

b) ¿Cómo se puede incrementar esta conciencia?


R.- a) Yo no se si los seminaristas tienen conciencia de la presencia del Espíritu Santo en sus vidas. Muchas personas pasamos dormidas por este valle de lágrimas.

b) Lo que si puedo decir es que es una experiencia personal que se refleja en su diario caminar.

2.- ¿Cómo se puede incrementar esta conciencia?

R.- Es importante confrontarlos a la realidad, saber que tenemos defectos y cualidades y que debemos de tender a la Santidad, para ser uno con Cristo. De esta forma se busca el desarrollo espiritual en forma personal.


LAICOS

1.- a) ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿O se desconoce esta realidad? ¿Qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

R.- En mi diócesis no se percibe la importancia del seminario. Se desconoce la forma de vida de los seminaristas, asimismo su desarrollo.

INICIATIVAS: Considero que en la vida terrenal los cambios que deseamos para bien de nuestro prójimo, debe ser motivada por Dios, Asimismo por los formadores (nosotros), mediante nuestro ejemplo el cual sirve de guía para los seminaristas. Sería bueno que los parrocos le trasmitieran a sus feligreses las necesidades y fortalezas de los seminaristas.
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Ventura

[SERGIO SANCHEZ]

CAPITULO 4
SACERDOTES:

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?
CREO QUE EN LA FORMACION, MUCHAS VECES SE DAN ALGUNAS ANOMALIAS O FAVORITISMOS, QUE LOS MISMO SEMINARISTAS DUDAN O NOS TOMAN DE A LOCOS DE QUE EL E.S ES EL PRINCIPAL PROTAGONISTA, PUES COMO EN EL CAMPO DE SEMINARISTAS UNO SE CONOCE MAS SABES DE QUE PIE COJEA CADA QUIEN, Y HAY UN DICHO QUE EL ESPIRITU SANTO EMPOLLA CUALQUIER HUEVO QUE LE PONGAS, ESTO SE MANIFIESTA EN LA AUTONOMIA Y EN LA POCA ENTREGA ESPIRITUAL QUE TENEMOS MEJOR PREFERIMOS ESTAR BIEN CON LOS FORMADORES QUE HACER TODO NUESTRO CAMINO VOCACIONAL CON DIOS.
LA CONCIENCIA LA PODEMOS INCREMENTAR, SIENDO MAS JSUTOS EN FORMACION, DEJANDO AUN LADO LOS FAVORITISMOS, Y SIENDO IGUALES CON TODOS LOS SEMINARISTAS Y UNO CMO FORMANDO NO DECIR NI TOMAR DECISIONES TAN TONTAS. CUANTAS VECES DECIMOS QUE UN CHICO NO TIENE VOCACION SIMPLEMENTE PORQUE UN DIA NO BAJO A ORACION O PORQUE NO ES OBEDIENTE, NOS VOLVEMOS INQUISIDORES Y NO DEJAMOS ACTUAR AL E.S.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?
TENEMOS UNA ACTITUD DE RECHAZO, PUES LA MAYORIA DE NOSOTROS TENEMOS LA CONCIENCIA DE ESTANDO EN EL SEMINARIO, ESTARAS UNOS 5 O 10 AÑOS SIN VIDA PARROQUIA, POR LO CUAL MUCHOS NO QUEREMOS Y POR OTRA PARTE POR LA GRAN RESPONSABILIDAD QUE SE DEBE DE TENER.
SI SOMOS CONCIENTES DE LA NECESIDAD QUE SE TIENE PERO MUCHSO NO QUEREMOS LLEGAR A ESECOMISION EN NUESTRA DIOCESIS

[Gabri_sp]

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Claro que sí. En Brasil las diocésis siempre estan incentivando a la formacion. Un oBispo no consigue solo, sin ayudas del pueblo.. es necesario que todos conozcan los seminarios y hasta mismo que ayuden en la formacion

[pjoseconceicao]

SACERDOTES:

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

A veces pienso por los frutos que percibimos que hay claridad conceptual sobre la realidad de que el Espíritu Santo es es protagonista de la formación. Sin embargo a veces el talante espiritual es meramente intelectual y no ontológico.

La vida espiritual intensa conlleva a reconocer esa primacía del Espíritu en nuestras vidas y desde allí se le va dando sentido a las demás áreas de la formación. No sólo estudiamos para ser brillantes a los ojos de los hombres, sino para profundizar en un conocimiento que nos puede ayudar a profundizar en la amistad con el que nos llamo. La pastoral no es una mera práxis, es ser instrumentos del Espíritu para la obra de Cristo, y descubrir a Cristo en la realidad. La formación humana no es una mera escuela de modales, sino es un crecer como personas de la mano de Dios.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Para la Iglesia es una misíon fundamnetal pues el Seminario es el Corazón de cada Iglesia local, o debe ser las niñas de los ojos del Obispo. Por eso quien es desigando para ser formador, asume delante de Dios una de la misiones más grandes en el ministerio, pues de su labor y testimonio serán los futuros sacerdotes. Formadores Santos, seminaristas buenos.

Lo que sucede es que a veces se le huye mucho a la misón de ser formadores, por una lado puede ser por tener conciencia de lo grande que es la labor y sentirse indigno para ello, o por la apatía que puede invadirnos.

[crisbuc]

?Se percibe en sus diocesis la importacia del seminario? o se desconoce esta realidad? que iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

R/ en mi diosesis se desconoce la importancia del seminario casi no se menciona creo que se manejan mas casas de oracion y algunos cursillos con eso hay un conformismo. cuando verdaderamente se nesesitan personas iluminadas por el espiritu, pero con una preparacion eclesial , abarcando toda su persona, y la area del ser humano. lla que mi parroquia no existe ni un diacono que ayude al sacerdote, mucho menos saber el desarrollo del seminarista incluso hay personas que nos los conocen.

R/la inciciativa la tienen que tomar los pastores de la Iglesia o sea sacerdotes, que involucren mas al pueblo en estas tareas de seminarios lla que muchos de los feligreses pensamos que esta tarea es no mas para ellos nadie no los dice. Sanbiendo que nosotros como laicos somos tambien Iglesia y tenemos una gran responsabilidad de llevar almas a cristo como lo aria un sacerdote o cualquier otro religioso. yo como laico doy gracias a Dios por haber encontrado esa pesonas que tomaron la iniciativa y me dijieron tu eres Iglesia y eres responsable, y me estan dando esa formacion que necesito en escuela de la fe para ayudar ala iglesia, con el padre Juan rivas LC y Mariano de Blas LC y ahora exortando a que todos, porque todos estamos llamados ala santidad. que el pueblo se forme y forme asus familias para que sus hijos puedan encontrar esa vocaciones sacerdotal o religiosa, que algun dia entren al seminario y se formen y den su vida por cristo y que nunca es tarde para el laico comprometerse a salvar almas para el rey de reyes senor de senores.

[Jesús Alejandro Castaño B]

RESPUESTAS TEMA 4: LOS PROTAGONISTAS DE LA FORMACION SACERDOTAL.

1. Inicialmente esa conciencia de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de la formación sacerdotal, diría yo, es casi nul, especialmente en los primeros años del proceso formativo. Pero a medida en que se va avanzando en dicho proceso, esa conciencia va creciendo y madurando tanto en los seminaristas como en los formadores. Esto se manifiesta a través de las distintas etapas y áreas de formación, especialmente cuando el centro de éstas es la vivencia espiritual, en todas sus manifestaciones.

Para incrementar esta conciencia es necesario que no se pierda el horizonte: saber que a pesar de las limitaciones humanas, tanto del formando como del formador, Él (el Espíritu Santo), es el que actúa, siempre y cuando encuentre corazones dóciles y abiertos a su acción.

2. A muchos de nosotros (sacerdotes) la misión de ser formadores en el seminario nos causa temor, ya que somos concientes de la enorme responsabilidad que hay en nuestras manos. De alguna manera nos convertimos en la voz de Dios para los seminaristas, el punto de referencia, el modelo sacerdotal, y cuando nuestras limitaciones humanas salen a relucir, pudiéramos causar "desencanto vocacional" en quienes vamos acompañando. Sin embargo, es una necesidad imperativa, pues los formadores deben ser instrumentos a través de los cuales fluya la gracia que modele y perfeccione a los futuros sacerdotes de Cristo.

[JULIAN RAMIRO JOVEN CADEN]

1. Pienso que sí hay conciencia sobre el Espíritu Santo como principal protagonista de la formación; claro que todos entendemos (acto racional) que hemos sido llamados por Dios y que por tanto es la fuerza divina la que debe ir moldeando nuestro ser para alcanzar la imagen más posible de Cristo Sacerdote. Considero que académicamente es una verdad de a puño, que nadie objeta. Ahora, qué tanto – esta verdad – ha logrado permear nuestra existencia es una cuestión más allá. Si el Espíritu es el que ilumina, el recuerda, el que alienta, el que transmite la fuerza de Dios…. ¿Por qué formadores y seminaristas no somos tan fervorosos y encendidos para buscarle? Para llegar a ser hombres de Dios nos falta estar más sumergidos en Dios: Oración más frecuente ante el santísimo, Eucaristía celebrada con piedad (aclamaciones, cantos, gestos….), confesión y dirección espiritual (seminaristas y formadores), Liturgia de las Horas (Compromiso personal), santo rosario…. Considero que aquí está el meollo del asunto; Terminamos ordenándonos sin un corazón encendido de amor por el Señor. ¿Qué no sabíamos que el Espíritu es el principal protagonista? Claro que lo sabíamos sólo que ajustamos la vocación a nuestros caprichos, a nuestros intereses egoístas, a nuestras conveniencias.

Considero que para incrementar la conciencia sobre este tema hay que volver a la simplicidad (NO SE CONFUNDA CON SUPERFICIALIDAD) del Evangelio: estar con el Señor ¿Dónde? En su Iglesia (su rebaño, su plantío) por eso mismo también en sus Sacramentos, en su Palabra, en la Caridad. Creo que debemos agudizar el ojo para percibir cómo el Espíritu constantemente nos está llamando a la NOVEDAD ¿Acaso moda actual? NO. Es la novedad del Reinado de Dios en toda su extensión. Qué bueno, por ejemplo, que este año nuevo acrecentáramos la Lectio Divina en nuestros seminarios; ese es un querer de Dios manifestado en el XII sínodo de obispos en Roma. Igualmente, que tal si dedicamos especiales momentos para la adoración eucarística (El silencio, la interiorización, la reflexión… Cómo nos hace falta!).

2. Observo que si hay conciencia sobre la necesidad y la trascendencia de la misión en el Seminario; pero resulta que cada uno (clero) quiere que el seminario sea a su estilo y según su parecer. Cuando se presenta con claridad y firmeza cómo ha de ser la formación en el seminario (Según nos lo enseña la Iglesia), algunos sacerdotes protestan: curas de escritorio, desocupados que no conocen la realidad pastoral, defensores acérrimos del Obispo… Así pues, existen los que son cercanos al Seminario (Oración a favor del Seminario, fraternidad con los formadores, conocimiento de los seminaristas, aporte económico, colaboración con las clases…) y los que siempre dicen tener la razón y para los cuáles todo lo demás resulta poca cosa.

[Padre Cipriano]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

R.- hoy no responderé como evaluación de que si hay o no conciencia; sino exigirse esa toma de conciencia, sin la cual todo es vano, y creo necesario retomar este aspecto puesto que la iglesia necesita hombres de Dios, llenos del espíritu Santo. y para todos nosotros sacerdotes no basta conocer este contenido, sino aplicarlo en nuestro ministerio que es de Cristo. Y esta presencia del Espíritu Santo, lleva a verse en una coherencia de vida, hablo y vivo de lo que tengo o poseo, a todos mis hermanos les invito animarse continuamente en la obra de Dios en el sacerdocio.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

R.- Creo que es la misión mas exigente, en todo puesto que es lo que marca lo vida para los formando, (humana, espiritual, etc. )

[Giovanny]

Los protagonistas de la formación sacerdotal

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

R/. Si, pienso si hay conciencia de que el Espíritu Santo es el protagonista principal de ésta obra, se manifiesta cuando en todo momento especialmente en los momentos de crisis y dificultades se tiene una plena confianza en Dios por medio de su Espíritu Santo que si él comenzó esta obra buena él mismo la llevará a feliz término.
Esta conciencia puede incrementarse ante todo suscitando en formadores y formandos una actitud plena de hombres orantes, pues es de rodillas ante Dios cuando mejor nos damos cuenta que él es quien dirige nuestro obrar y que sin él nada podemos hacer.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario?

R/. Creo que cuando se piensa en un formador de un seminario, ante todo se piensa en la figura de un gran académico un gran intelectual, pero se subvalora a veces las demás características importantes de un formador como consejero, guía, modelo y ante todo hombre de profunda oración.

¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

R/. Pienso que muchas veces no hay recta conciencia de la necesidad y trascendencia de los formadores de los seminarios, muchas veces se les mira como “un cura mas” de la diócesis con tareas a su cargo que cumplir, pero sin profundizar en la importancia que su labor reviste no solo para la vida de la diócesis, sino mas aún para la iglesia universal.

[Salomón Orlando]

1 Formación como autoformación

Como vimos antes, el principal responsable de la formación es el mismo formando. Se requiere, el apoyo y la guía de unos colaboradores, e incluso la ayuda de un ambiente formativo. Pero es necesario afirmar que el proceso de formación es, ante todo, un proceso de autoformación; más aún, que no hay verdadera formación si no hay autoformación, es decir, si no se logra que el formando trabaje en primera persona por su propia formación, movido por hondas convicciones y con una clara actitud de sinceridad.
a.-(estoy deacuerdo)
........................................................
2.-Por tanto, si el joven seminarista ha sido llamado a amar a Cristo e identificarse con él para participar de su sacerdocio en favor de los hombres ¿qué otra motivación podrá impulsarle genuina y vigorosamente a transformarse en él, a formarse sacerdote de su Señor? Naturalmente, puede haber muchos resortes motivacionales que respalden la fuerza del amor a Cristo, según las circunstancias por las que pasa el seminarista en cada momento. El buen formador sabe aprovecharlas con tacto y finura pedagógicos. Pero no pueden ser ellas la base de la formación. Sólo el amor a Cristo y al hombre es capaz de dar sentido a la renuncia, al esfuerzo, a la ascesis, a la disciplina que entraña la formación sacerdotal. Sólo él es capaz de hacer que el candidato al sacerdocio tome responsable y activamente las riendas de su propia formación.

a.-no sepuede dar el caso de que un seminarista pase años movido , no
por el amor ,sino por otros intereses
del seminario, lograrán su objetivo plenamente si tienen a Cristo como centro, modelo y criterio.

[Daniel Fernando Peña S.]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra?: Sí, aunque muchas veces hace falta de sinceridad y transparencia por parte de los formandos

¿cómo se manifiesta?: Tratar que la formación no sea sólo teorica sino práctica e interpretada con los signos de los tiempos.

¿cómo se puede incrementar esta conciencia?: Que los formando vean en sus formadores testimonio y Espiritualidad a imagen de Cristo buen Pastor.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario?: Es un gran reto y gran responsabilidad ya que se tiene que forman al candidato según el crorazón de Cristo y el querer de nuestra Santa Madre iglesia.

¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?: Sí, aunque falta muchas vecez espíiritu

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario?: recordar que el seminario es el corazón de lo diocesis. Hay gran participación ya que contamos con el Proceso de Nueva Evangelización.

¿o se desconoce esta realidad?: No, ellos apoyan con su oración y su aporte como benefactores.

¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?: que cada ministro de la Iglesia sea ante el pueblo de Dios evangelio viviente al estilo de Jesús.

[René Héctor Martíinez Mez]

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario?
Si y no.
En realidad aún en muchos de los que dicen que son católicos que han crecido en la fe, saben o están consientes de la importancia del seminario. Ven en él solamente la formación de los curitas o padrecitos, muy difícilmente se considera que en ellos se está formando un ser nuevo, que deberá de ser integrado al servicio de los hombres y beneficio o conformación del proyecto de Dios.

¿o se desconoce esta realidad?
No se puede decir que a nivel general se desconozca, hay personas que están cerca de los seminario, que animan a sus integrantes, tanto seminaristas como aquellos que intervienen en las labores de formación y administración de estos.

¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?
Podrían desarrollarse una serie de actividades, que permitan un acercamiento a lo que es esta labor y lo que la vida en los seminarios:
• Seminarios o charlas informativas en los concerniente a la vida y educación en los seminario, muchos sabes que el proceso para la formación de un sacerdote es largo, pero muy difícilmente se sabe que es todo lo que este conlleva, en que consisten los diferentes estados o fases: diacono, presbítero, sacerdote, etc.
• Organizar pequeños retiros, tanto por grupos familiares como por grupos de jóvenes en los seminarios, para que estos se interrelaciones y haya una mejor comunicación y un mayor acercamiento a la vida en los seminarios.
Es importante, por lo menos así lo veo, que el seminarista sepa, que aparte de la comunidad de origen hay una comunidad mucho mayor que le apoya, y que esta interesada en su desarrollo, y esta gran comunidad se llama Iglesia Católica, si muchas veces hacemos propaganda con el eslogan "Iglesia Eres TU" para racaudación de fondos, creo que también ese seminarista que se esta entregando es Iglesia y como parte activa de ella tenemos la responsabilidad de hacercerlos no solo saber sino sentir.

[MARCELO M]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

Creo que se tiene muy poca conciencia de la acción del Espíritu Santo, en la obra vocacional y formativa, incluso está muy ausente de nuestras predicaciones, tal vez por ello el pueblo lo tiene olvidado, no es raro encontrar textos con títulos como “El Espíritu Santo el gran desconocido”.
Su manifestación está, pienso personalmente, en el hecho de congregar a personas de diversas familias, ideologías, gustos, etc, como lo hizo en aquel Pentecostés, sigue congregando y dando su fuerza para lograr alcanzar la meta, que en este caso es el sacerdocio, si dejar de lado su iluminación en el apostolado que se realiza, y siendo la formación un aspecto importante del apostolado esta muy presente.
Incrementar la conciencia y diría yo la ciencia sobre el Espíritu Santo, depende de una buena doctrina, así como un buen método hermenéutico en donde aprendamos a reconocer la presencia de esta Divina persona y se la hagamos notar a los que estamos acompañando ya como rectores de seminario, o docentes del mismo.


2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Bueno es un servicio que no es tan aceptado, por lo menos en mi medio, designar un formador se hace siempre difícil porque los candidatos presentan muchas excusas, valederas ciertamente pero sin tomar conciencia de la necesidad apremiante que esta misión tiene en una Iglesia local. Ahora que no puede imponerse esta labor debe haber cierta agrado por hacerlo pues implica una labor de gran trascendencia ya que formamos al futuro clero, y la formación no se limita a trasmitir conocimientos incluso nuestras actitudes, acciones son ya medios formativos.

[Berdecía]

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Afortunadamente la Diocesis a la que pertenesco da mucho enfasis al seminario. En la parroquia a la cual pertenesco gracias a Dios la feligresia siempre estan al tanto de los seminarista y se ota ese entusiasmo por colaborare su formaion... Hay que señalar de que aunq el enusiasmo es muy bueno, hace falta que los seminaristas se identifiquen mas en la colaboracion con todas las parroquias de las Diocesis...

[Oscar Piñango]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra?

Si hay conciencia en los seminaristas de que es el Espíritu Santo el principal protagonista de la obra, puesto que desde el mismo comienzo del discernimiento, el futuro seminarista debe ser orientado en la acción del Espíritu Santo en su llamado vocacional y de este modo dejarse guiar por él, unido a su párroco o director espiritual para permitir que sud decisión sea la más acertada posible. El formador por su parte, debe tener en cuenta que en todo momento la obra es del Espíritu Santo, que él no está para decidir la vida del joven, orientarlo hacia otros intereses por no estar de acuerdo con sus ideales e incluso, darle la oportunidad de descubrir el llamado de Dios. Esto me preocupa porque he visto como jóvenes con una vocación tan brillante son rechazados por no coincidir con las congregaciones que dirigen el seminario, en mi experiencia de mi región, puesto que si no estas en una edad específica, o perteneces por ejemplo a la RCC, ya eso es simple excusa para no aceptar al joven, terminando los mismo en otras diócesis, o congregaciones religiosas. Por eso, el formador debe ser una elección del obispo muy cuidadosa, en unión con sus sacerdotes y formadores laicos; y el quipo de formadores debe ser heterogéneo y al mismo tiempo unido en oración y espíritu, conscientes de las necesidades de los futuros seminaristas.

¿Cómo se manifiesta?

Gracias a Dios el Espíritu Santo siempre se manifiesta en suscitar vocaciones sacerdotales, y su obra nunca se detiene, e incluso manifiesta en sacerdotes la fuerza para animar a otros a seguir el llamado de Dios.

¿Cómo se puede incrementar esta conciencia?
La conciencia precisamente la da el Espíritu Santo, y es a través de la oración, el diálogo y sobre todo el testimonio de vida que se puede lograr manifestar esa obra de amor.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿Somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

En mi opinión, la actitud en general es bastante activa y llena del Espíritu Santo, los formadores entienden la misión que tienen y guían los futuros sacerdotes por el camino del Espíritu Santo, adaptando a las normas establecidas y buscando sobre todo que los seminaristas aprendan a vivir y convivir consigo mismo, descubriendo cada día su vocación y fortaleciendo los aspectos necesarios para lograr la meta de llegar a la ordenación.
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Oscar
Jesús mi Camino, Verdad y Vida

[john garcia rodriguez]

:1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿Cómo se manifiesta? ¿Cómo se puede incrementar esta conciencia?
2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿Somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿O se desconoce esta realidad? ¿Qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?
--RESPUESTA
1.-Pues, si; ya que el Espíritu de la verdad es el formador principal de esta maravillosa obra.Manifestandose en toda su magnitud en la vida del ser humano que abre su ser a Dios el redentor por donde pasa la gracia de nuestro Señor .
La manera de incrementar la conciencia es sin duda alguna la caridad y misericordia que provienen de Dios y se refleja en el hombre en su actuación diaria que moldea su persona en el bien y justicia que vivamos con nuestro prójimo, con la oración diaria sustento de todo cristiano que conversa con Cristo pidiéndole , dándole el agradecimiento por la vida de sus hermanos, viviendo el amor en la familia, en la comunidad en la parroquia donde Dios haya dispuesto que se proclame su palabra para el arrepentimiento sincero del penitente; practicando el perdón Don maravilloso que Dios nos ha dejado a toda la humanidad.
2.-Se ve una actitud de responsabilidad de compromiso de bienestar de gozo en sentirse útil, colaborador en el plan de Dios.
La gracia de Dios permite que tengamos esa conciencia viva, representada en una admirable respuesta a la voz de nuestro Señor, respuesta que se logra entender por que él lo permite mostrándonos cuanto nos ama .Trascendencia que permite al hombre elevarse en esa semejanza de nuestro Padre con la humildad de Jesús nuestro Rey.
LAICOS.- RESPUESTA.
Si se percibe ya que se encuentra uno con muchos sacerdotes que inculcan las vocaciones como uno de los grandes dones que Dios tiene para sus hijos. Siempre partiendo de nuestra realidad social, económica y religiosa.
.-.Difundir el sacerdocio de JESUCRISTO como primer SACERDOTE.
Difundir que toda la comunidad eclesial somos responsables de la formación de los mismos.
.-Pedir la participación activa y viva de todos los que seguimos el camino del MAESTRO.
,- Renovando nuestro compromiso con una conversión verdadera .


)
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john garcia catequista de confirmaciòn

[Eduardo Espinosa Vasquez]

4. Los protagonistas de la formación sacerdotal


1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

Desafortunadamente y sin el deseo de ser pesimista creo que en la gran mayoría de “formandos” y de “formadores” no hay conciencia de que El Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra.

Quisiera compartir que personalmente no gusto de la palabra “Formador”, me gusta denominarme “Acompañante” y me identifico plenamente con la expresión que trae bellamente el texto propuesto en este cuarto tema de los protagonistas de la formación sacerdotal, en donde se dice que el Acompañante, tiene la labor de acompañar al formando en el camino vivo de cada día. Es la labor principal del acompañante estar presente en el día a día del formando, en los momentos de alegría y de tristeza, en los momentos de lucidez espiritual como en los momentos de aridez. Es necesaria la presencia permanente, minuto a minuto de los tres principales protagonistas de la formación sacerdotal El Espíritu Santo (que siempre está ahí aunque nosotros lo ignoremos, el formando y el formador). Se requiere por lo tanto tiempo completo del formador, que no se dedique a otra cosa, que no tenga capellanías, ni trabajos extras que lo aparten, lo alejen de su principal tarea que es acompañar, ser colaborador, ser instrumento de la acción del Espíritu Santo en cada uno de los “hombres” confiados a su responsabilidad. Desafortunadamente algunos formadores se apropian el protagonismo en el proceso formativo y dejan de lado al principal: El Espíritu Santo.

Veo necesario trabajar en todos los aspectos, aprovechar las homilías, las charlas formativas, los espacios de diálogo personal y comunitario para ir poco a poco haciendo tomar conciencia a unos y otros (formandos y formadores) que es el Espíritu Santo el principal protagonista en este proceso de formación, y que es importante la toma de conciencia y la respuesta activa tanto de formandos como formadores en esta noble tarea.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿Somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Yo soy religioso de comunidad y la actitud que hay frente al servicio de la formación, es de total apatía y rechazo. Es muy difícil encontrar religiosos que quieran prestar este servicio, es considerado un servicio desagradecido, no es gustoso, no atrae, no motiva como de pronto el ser rector de colegio, ser rector de universidad, ser párroco, ser docente de colegio o de universidad u otros servicios distintos.

Nadie quiere comprometerse con la labor de acompañar a los jóvenes que se forman en la vida religiosa.

Yo, igual que mis hermanos, nunca pensé ni quise prestar mis servicios en el seminario de la comunidad, pero el día de mi profesión perpetua me prometía mi mí mismo nunca negarme a ninguna obediencia. Si mis superiores vieron en mi la capacidad para prestar este servicio, debo hacerlo con todo amor, con toda sinceridad y con toda responsabilidad, dando lo mejor que puedo, preparándome para prestar lo mejor posible este servicio en bien de la Iglesia de la Orden Religiosa a la cual pertenezco a mi Provincia. Este fue el principal argumento que me motivo a tomar este curso para recibir elementos que contribuyan en mi proceso de acompañante de los hermanos que el Señor me ha confiado.

Soy igualmente consciente como dice el texto de mis limitaciones humanas, ya lo decía San Agustín “En tu intimidad ahí está tu verdad” (Pido disculpas si la frase no es así pero esa fue la idea que le escuché un día a un excelente padre predicador de retiros agustino de la OSA).

Uno como hombre, como persona, como ser humano, conoce sus limitaciones, sus fragilidades, sus realidades y esto le ayuda a tomar conciencia que el único Bueno, el único Santo es Dios.

De ahí la necesidad de postrarnos de rodillas delante de Él para pedirle nos regale diariamente su Santo Espíritu y podamos dar lo mejor de cada uno a estos jóvenes que nos ha confiado. Tenemos una gran tarea y responsabilidad.

Mi mayor temor, mi mayor miedo es que por un antitestimonio mío yo pueda alejar a uno de los hermanos que se me han confiado del amor a Dios Nuestro Señor.
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Fray Eduardo Espinosa Vasquez

[Padre Luis Javier Sarrazo]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

Es impensable en un seminario o semillero de sacerdotes católicos que no exista la asistencia del Espíritu Santo en toda la vida del seminario, la presencia del Espíritu Santo se detectará en cada acontecimiento y diario vivir de la comunidad educativa, la oración continua invocando su presencia deber ser el motor de la vida misma del seminario, recordemos que los sacerdotes somos formados en el época del Espíritu Santo, anunciamos un Cristo vivo que fue resucitado por el poder del Espíritu y que es el que nos motiva a levantarnos cada día a trabajar en la viña del Señor.
Los seminaristas deberán ser animados a conocer los escritos patrísticos y del magisterio de la Iglesia sobre el Espíritu Santo y se les deberá motivar a realizar sus propias investigación, análisis, y escritos sobre este tema, esta será la mejor motivación a la Vivencia del Espíritu y de esta manera su ministerio será más fructífero.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?
Es innegable que los formadores de los seminarios deben tener mucha sapiencia, muchos estudios teológicas, doctorados y magísteres, pero donde esta la vida de piedad y fervor de los formadores, ya me atrevería a preguntar ¿Cuántas horas pasa ente el sagrario orando por sus seminaristas los formadores, cuantos días de ayuno hacen los formadores por sus formandos, cuál es su testimonio, la formación dependerá del estado emocional de los formadores, cuál es la madurez psicológica y afectiva para tener tan alta responsabilidad, cuantos jóvenes han salido resentidos y escandalizados de los seminarios y por tantos enemigos de la Iglesia por abusos sexuales de formadores, sería interesante un curso de formación psicológica y afectiva para sacerdotes y en especial para formadores, recordemos que tenemos en nuestras manos la fe de la iglesia.

[bonny]

Hola

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado



Aqui si hay interes por nuestro seminario, aunque nunca es suficiente si hay iniciativas importantes para promoverlo, creo que quizas haria falta algo mas de evangelizacion para que las personas comprendan mejor lo que son los sacerdotes en el mundo y de esta forma sientan el seminario como parte esencial en la vida de todo catolico, ya que ahi se forman los futuros Sacerdotes.


Saluti

[dbejarano]

¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

He visto cómo en mi diócesis se le ha ido dando importancia últimamente al seminario, como el semillero de sucesores de los actuales sacerdotes y como los representantes de cada una de las parroquias que piden al dueño de la mies que envíe más obreros a su mies, pues sienten la necesidad de una mayor presencia del sacerdote en medio de ellos. No quiero desconocer que aún existen algunas comunidades parroquiales a quienes no se les ha motivado suficientemente a este respecto.

Aunque no tenemos seminario (edificio) propio, somos una familia, muy unidos y procuramos mantenernos como un sólido testimonio en la casa de formación donde somos recibidos.

Las iniciativas para darle importancia al seminario serían muy sencillas, aquí y en todas las diócesis del mundo, bastaría solamente con que los sacerdotes incluyeran en sus homilías comentarios acerca de lo que es el seminario y narraran anécdotas de su proceso de formación. Por supuesto que existen muchas otras técnicas y estrategias, pero un buen comienzo es empezar por lo sencillo y tener a flor de labios ese "Sígueme".
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Cogitátio mea es tu, Dómine
DANILO BEJARANO

[Ricardo Arias]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

Citando un comentario de un sacerdote hace unos años, el gran desconocido para los católicos en general es el Espíritu Santo. Hoy en día se ha avanzado mucho en este aspecto, pero creo que aún se necesita más enseñanza y apertura a su acción a través de la oración. Seguramente el seminarista “sabe” que el Espíritu Santo es el que le puede dar la fuerza para responder al llamado del Señor pero debido al rigor académico este influjo divino se puede ver opacado en gran medida hasta el punto de poder olvidar su asistencia y apoyo espiritual.

LAICOS:
1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Hace falta en nuestra diócesis dar a conocer más ampliamente a la comunidad el papel insustituible del seminario en la formación sacerdotal. Ante la importancia del sacerdote para la comunidad de fe y la escazés de los mismos, los programas que utilizan los medios de comunicación, jornadas vocacionales a nivel parroquial, comunicados parroquiales dados por seminaristas, visitas familiars, etc., serán de gran ayuda para levanter la conciencia y despertar la apreciación y apoyo de los seminarios, como lugares apropiados para formar y guiar a los que serán los consagrados predilectos del señor.
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RAM

[P. José Estebas Martínez]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?
Hoy existe un resurgir en descubrir la presencia y acción del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia, y en especial, en la vida de cada cristiano, así como en el camino de santidad, en los sacramentos, etc. Y el seminarista descubre que todo el origen y proceso de formación de su vocación es una donde Dios es el origen, camino y meta, contando con la su colaboración y la de los formadores, el Obispo, los sacerdotes y todo el pueblo cristiano. Y al hablar de Dios se experimenta en su ser trinitario, el Padre nos llama “rogad al dueño de la mies envíe operarios a su mies” (Lc 10,2-3) por medio de su Hijo (Cfr. Mc 1,16-20) y en el Espíritu Santo (cf. Jn 14,26; Jn 20,22-23; Hch 1,8, Hch 2,1ss…) el Gran Maestro y Pedagogo.
Se debe incrementar el descubrir cada día más la acción del Espíritu Santo en el proceso de formación. Conociéndolo a través del estudio bíblico-teológico, viviéndolo en la litúrgica y oración comunitaria y personal, sintiéndolo como el agente principal en el conocimiento de Dios:” nadie puede decir: "¡Jesús es Señor!" sino con el Espíritu Santo» (1 Co 12,3) y en los procesos de santidad, de formación y configuración espiritual del seminarista con Cristoy de servicio a su Iglesia.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?
Los Formadores hoy tienen muchos recursos de capacitación (fundamentos bíblicos, teológicos, directrices del Magisterio de nuestra Madre la Iglesia, recursos pisco-pedagógicos, humanos…) para llevar deforma óptima su labor. Y al mismo tiempo, descubrir que es una obra de del Espíritu Santo, luego es un facilitador, un colaborador para que se de la gran obra de que el seminarista se configure cada día más con Cristo el Buen Pastor. Debe acompañar esta tarea de formación animando y respetando el ritmo de cada seminarista y facilitándole una buena dirección espiritual. Pondrá en la presencia de Dios está gran misión que el Señor le confía.
Todos debemos ser conscientes de la gran obra que están realizando (“mayeutica” de los futuros sacerdotes) y que reconocemos es de importancia vital para continuar la obra que el Señor nos encomendó. Nuestro respeto a los Formadores y nuestro apoyo.

[Iñaki S.]

Se me hizo interesante lo que comenta el P. Eduardo: que le gusta más decir "acompañante" que "formador". La palabra en el fondo no es lo más importante, pero la realidad es que quien ayuda en el seminario debe acompañar al joven en su formación. Pero no sólo como quien acompaña y no hace nada... ¿O qué opinan?

Me admira mucho su actitud de obediencia pues dice que aunque no le atraía mucho, lo ha aceptado y busca hacerlo lo mejor posible.

Varios han comentado en el foro que en muchos lugares a los sacerdotes no les atrae la misión en el seminario. Se entiende porque es una gran responsabilidad. Pero es curioso que todos estamos de acuerdo en que el seminario es el corazón y el futuro de la diócesis, y luego nadie quiere entregarse a la obra... Como dice otro participante en el foro: "es un compromiso y un llamado de Dios en persona del Obispo a algunos sacerdotes"...

[WAGNER]

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

En mi localidad existe dentro del calendario diocesano, una serie de actividades para recabar colectas a favor del seminario y dentro de este periodo se deja fluir información a los laicos del trabajo que se hace en el seminario y se invita a visitarlo para conocerlo y conocer a los semionaristas, pero esta actividad no es suficiente ya que el grueso de los catolicos no muestra interes en conocer mas del trabajo en la formación sacerdotal.
Una forma de remediar este problema seria acercar el seminario a las parroquias, através de visitas programadas de todos los seminaristas en las cuales se lleven a cabo actividades de convivencia con ellos, donde expliquen sus actividades, sus avances, sus rondallas, que le muestren al pueblo su forma de orar, de estudiar, que demuestren como se motivan para seguir en su formación y de este modo, con ese testimonio, impulsar nuevas voaciones; pero eso solo se lograria acercando el seminario a las parroquias.
QUE EL ESPIRITU FORMADOR ILUMINE A TODOS LOS DIRECTORES DE NUESTROS SEMINARIOS, AMEN.

[Margarita Izaguirre Camba]

LAICOS:
1. A mi comunidad la atienden Misioneros de la Preciosa Sangre, se conoce muy poco que aquì cerca de nosotros hay un seminario de ellos, y se le da menos importancia.

Creo que es muy importante que los mismos sacerdotes den a conocer a los fieles la existencia de la misma, porque al enterarase de esto cada uno se interesarà de alguna manera en ayudar al Seminario y en orar por cada uno de los seminaristas.
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Que Dios y la Virgen Santìsima nos iluminen.

[paisaschp]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿Cómo se manifiesta? ¿Cómo se puede incrementar esta conciencia?

No siempre es fácil de plantear. Habitualmente los formadores planteamos la formación de los futuros sacerdotes a base de cursos, pláticas, retiros, encuentros, acompañamiento, etc. .. como si por ello mismo se consiguiera ya la formación de los sacerdotes. No se tiene en cuenta que son mediaciones u ocasiones a través de las cuales realizar una dinámica de obediencia al Señor que llama a configurarse con su Hijo Cristo Jesús.
Y sin embargo estoy convencido que en el fondo del joven vocacionado permanece la certeza de que quien le conduce es el Espíritu del Señor que le ha hablado en la Palabra proclamada, en la comunidad cristiana reunida para celebrar, en la caridad vivida hacia los necesitados. Y que el mismo Espíritu le ha conducido a hacer propia la llamada a ser sacerdote.
Creo que esta conciencia se manifiesta principalmente en una docilidad hacia lo que los formadores u otros sacerdotes le indican sobre su vocación, y lleva a una configuración inicial de la vida para responder al llamado. Se incrementa con los medios habituales con que crecer en la respuesta al Señor: oración, vida interior, vida de caridad, etc.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Personalmente la he tomado siempre como una misión que realizo en nombre de mi Congregación, y eso me permite también que pueda acudir a las fuentes carismáticas de las que vivo, incluyendo la espiritualidad propia y el ministerio específico. Creo que hay que tomar la tarea de ser formador como un ministerio especialmente útil y necesario para que la obra de Dios se siga llevando a cabo. Y su necesidad y trascendencia son algo bien evidente.

[Pe. Jorgiano]

SACERDOTES:

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?

Nem sempre os seminaristas e seus formadores têm consciência da importância e do papel do Espírito Santo no processo formativo. Muitas vezes o processo formativo vai acontecendo como se fosse simplesmente uma realização humana, em primeiro lugar, do formador e, em segundo, do formando, quando, na verdade, o formando vem em segundo lugar. Considerado dessa forma, o processo formativo caminha muito mais como algo meramente humano e o formador aparece mais como um mestre ou um “professor” para ensinar o candidato a ser padre. Há, evidentemente, exceções. Talvez se explique ai a perda do sentido mais místico e sagrado da figura do sacerdote, que aparece muito mais como um animador e organizador das comunidades do que homem de Deus, o que, de fato, ele é. Para incrementar essa consciência da presença e do papel do Espírito é necessário cultivar ou fomentar uma profunda espiritualidade sacerdotal, considerando o padre como homem de Deus dócil ao Espírito Santo. Esse curso, por exemplo, está sendo um ótimo instrumento para abrir os horizontes neste sentido.

2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?

Em geral, a experiência mostra essa missão como um fardo pesado. Muitos recuam, muitos têm medo, muitos se acham incapazes. E é, de fato, uma missão carregada de responsabilidade. Contudo, seu sentido mais profundo é o de ser colaborador de Deus na obra formativa de novos ministros de Deus. Ele é um estimulador do formando para perceber os sinais do chamado de Deus. Vista desse modo, a missão pastoral do formador é uma das mais belas. Ele é, digamos, um caça-talentos, pois ajuda o formando a ir percebendo suas aptidões, capacidades, dons e talentos que Deus lhe deu para desempenhar seu ministério. O amor pela própria vocação, o cultivo de uma espiritualidade sacerdotal centrada em Cristo e dócil ao Espírito Santo pode ser um caminho visível para despertar nos jovens formandos o amor pela vocação, querendo ser como os nossos padres. Já que nem sempre somos conscientes de sua necessidade e transcendência, um curso como este pode ser de grande valia.

LAICOS:

1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?

Em muitos casos, o seminário vai quase caminhando desligado da realidade da diocese. Poucos querem se comprometer com ele, querem participar do processo formativo, da direção espiritual, da presença, do conhecimento da vida e da realidade dos formandos. É necessário que toda a Igreja Particular queira conhecer, amar, participar, colaborar com a realidade dos seminários. São eles os celeiros da vocações. Para isso, poderia se começar pelas paróquias a incentivar a participação da vida do seminário, conhecer os formandos, cada paróquia apoiar e sustentar seus vocacionados. Seria útil estes fazerem, no período de férias, um tempo de maior participação na vida de uma paróquia convivendo com um pároco para se espelhar nele, tomá-lo como exemplo e com o povo de Deus para conhecer a realidade de pobreza, miséria e opressão pelas quais passam o nosso povo. É necessário colocar na cabeça de todos que o seminário é a alma de uma diocese e que, se queremos padres ou mais padres, temos que participar de sua formação.

[Marcelo E Amaya]

1. ¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿cómo se manifiesta? ¿cómo se puede incrementar esta conciencia?
Existe esa conciencia en muchos formadores que intentan llevar una vida de oración profunda, donde mantienen un diálogo con el Espíritu Santo que les ayuda a discernir las distintas situaciones que van viviendo en la formación. Sin embargo, se hace más difícil entender decisiones en formadores que no expresan en su vida una actitud orante y más bien denotan cierta dispersión en sus muchas actividades. Igualmente ocurre con los seminaristas que expresan en su vida poca dedicación por la oración y las cosas de Dios. Sin juzgar la interioridad, es necesario ver en su diario vivir como van creciendo en ese diálogo con el Espíritu Santo que los ayuda a discernir sus motivaciones mas profundas en el camino hacia el sacerdocio. Por todo esto, considero que el seminario debe ofrecer los espacios necesarios para un crecimiento en esta relación con el Espíritu Santo, desde la oración comunitaria hasta la propia oración y meditación personal.
2. ¿Qué actitud hay, en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?
La realidad nos muestra que cuesta bastante encontrar sacerdotes con experiencia pastoral de parroquia que quieran comprometerse con la misión de formar los nuevos sacerdotes. Vemos que es más facil encontrar jóvenes sacerdotes que por su mayor disponibilidad aceptan dicha tarea, sabiendo las limitaciones que esto puede traer por la corta experiencia e incluso por el desgaste que conlleva la misión de la formación. En general, se sabe de la necesidad y la trascendencia del oficio, por lo cual existen tantos miedos para comprometerse con la tarea, pero si queremos que las nuevas generaciones se formen de acuerdo a las necesidades de la Iglesia como santos sacerdotes, deberemos también nosotros autoformarnos con responsabilidad y conciencia de la misión que hay que asumir.
1. ¿Se percibe en sus diócesis la importancia del seminario? ¿o se desconoce esta realidad? ¿qué iniciativas se pueden emprender para que todos los fieles la conozcan, se interesen y colaboren desde su propio estado?
Tenemos bastantes problemas para hacer percibir la importancia del seminario en una diocesis; muy pocas pastorales vocacionales en las parroquias e incluso lo diocesano esta costando que funcione. Es necesario una campaña intensa desde toda la Iglesia, involucrando principalmente a los sacerdotes en las parroquias como un nexo necesario para captar jóvenes que se interesen por la vocación y sean acompañados en el discernimiento para su ingreso. La comunidad también debe acompañar con la oración y motivando al candidato en su entrega al servicio de la Iglesia.

Marcelo

[angel eduardo]

1. ¿Qué visión tengo de la situación actual de la formación en los seminarios de la Iglesia?



Yo tengo la vision de que los seminaristas estan muy formados intelectualmente ,pastoralmente y quizas con una falta de profundidad en la parte espiritual.
¿Cuáles son los logros alcanzados en los últimos años?


creo que los logros alcanzados los ultimos años esque el sacerdote salio de la parroquia para poder mesclarse mas cotidianamente en la vida de sus feligreses
¿cuáles son las dificultades y los retos?

Creo que las pricipales dificultades son , en primer lugar la falta de apoyo , fomentacion en el seno de la familia;luego el apoyo de la comunidad misma donde surge y por ultimo la cuestion economica
¿Estoy de acuerdo en que la formación requiere un principio unificador, un núcleo esencial?

Estoy totalmente de acuerdo que requiera un principio unidicador y un nucleo ecensial por la carasteristica misma a quienes se va a formar ya que de que no ser haci creo que se corre el riesgo de formar inadecuadamente;a alguien que se le entregan en sus manos "almas" y no es como a una formacion humana ej : ingeniero , medico ,ect; en donde sus malos accionares por falta de vocacion y preparacion en ciertas ocaciones se puede reparar ; muy por el contrario "la condenacion" de un alma , de un ser humano es irreparable!.

¿Cuál debe ser en el caso de la formación de un futuro sacerdote?

el nucleco esencial en el nucleo de la formacion de un futuro sacerdote deve ser la parte espiritual respaldada por el primer formador de sacerdotes , el unico y eterno sacerdote Jesucristo , ya que esto fue a lo que mas se aboco en la formacion de sus apostoles dandose todo lo demas por añadidura .
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"Debemos Amar hasta que duela" M.T. Calcuta.

[cutropia]

1. [b]¿Hay conciencia en los seminaristas y en sus formadores de que el Espíritu Santo es el principal protagonista de esta obra? ¿Cómo se manifiesta? ¿Cómo se puede incrementar esta conciencia?[/b]
En nuestros seminarios existe muchas veces una conciencia teórica pero esto no quita que la presencia no se note y en varias ocasiones en la reflexión se tome mayor conciencia de ello. Quizás lo que nos está faltando es una mayor conciencia y una mayor exteriorización de que somos tabernáculo del Espíritu Santo, es por ello que la primacía la toma algunas veces el individualismo o el personalismo tanto del seminarista como del formador. Considero que se podrá manifestar con mayor claridad e incrementar la conciencia cuando aquellos que somos formadores manifestemos en todo tiempo y lugar un abajamiento profundo, sintiéndonos poseídos por la presencia actuante del Espíritu Santo, desapareciendo nosotros y transparentando la presencia del Amor total que mora, obra, eleva, transciende.

2. ¿Qué actitud hay en general, ante la misión pastoral de ser formador en el seminario? ¿somos conscientes de su necesidad y trascendencia?
Creo que en este punto de reflexión aunque no se lo manifieste fuertemente, el formador se siente pastor, por tanto su misión y el gran desafío que ella conlleva es muy grande. Estamos formando nuevos pastores lo cual hasta nos trasciende ya que formamos en, con y para el Gran Pastor. Por participación el formador es pastor como ya hemos reflexionado en otro tema, es por ello que siento profundamente que al formar somos consciente en este punto, es más considero que es uno de los puntales donde nos apoyamos para realizar esta labor.