Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - 6. Formación como transformación
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


6. Formación como transformación
Ir a página Anterior  1, 2, 3
 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Curso: La Formación Integral del Sacerdote
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
Ronald La Barrera Villarr
Esporádico


Registrado: 23 Nov 2008
Mensajes: 45
Ubicación: Peru

MensajePublicado: Dom Ene 11, 2009 5:14 am    Asunto: Formación como transformación. Formación comunitaria y perso
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

- Si la formación debe ser transformación y ésta se puede medir por los hábitos, ¿cuáles serían los tres hábitos más indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?
El hábito de la oración profunda y personal, es algo que debe cultivar el seminarista, porque cuando esté trabajando en una parroquia, ya no sonará la campana, ni habrá compañeros para ir a orar juntos y si no se tiene este hábito, fácilmente dejará la oración y se verá absorbido de otras cosas. El hábito del aprovechamiento eficaz del tiempo, el sacerdote es muy solicitado y en una parroquia hay mucho quehacer, de allí la necesidad del aprovechamiento eficaz del tiempo para la oración, el estudio y lo squehaceres pastorales.
El hábito de la guarda del corazón y de los sentidos...! En una sociedad y ambiente como en el que vivimos, con los medios de comunicación que ofrecen tanta basura, es necesario tener este hábito y así librarnos de tentaciones.
Todos estos hábitos hechos por amor y con amor.

- ¿Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos? ¿no se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunitario? ¿cómo lograrlo en estas circunstancias?
La formación debe ser personalizada y comunitaria, la persona tiene que formarse para que pueda realizarse dentro de la comunidad. La comunidad necesita de la persona y la persona necesita de la comunidad.
El Seminario está formado por una comunidad de personas que son los formadores y los formandos. Creo que debe tener un formador por cada 15 formandos, así se logrará una formación personalizada y comunitaria. Por formación personalizada entiendo que el formador conozca al formando y le ayude a desarrollarse para que sirva a la comunidad. Insertado en la comunidad se va logrando su desarrollo personal y comunitario.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor MSN Messenger
juan carlos brola
Nuevo


Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 8

MensajePublicado: Jue Ene 15, 2009 7:24 pm    Asunto:
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

6.FORMACION COMO TRANSFORMACION .FORMACION COMUNITARIA PERSONALIZADA.
1-Si la formación debe ser transformación y está se puede medir por los hábitos.¿Cuáles serián los tres hábitos indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?
Formación es transformación, formar no es informar es ayudar a que la persona adquiera una "forma" , para adquirir la forma que no se posee en la etapa inicial, una persona se tendrá que "transformar". La formación del seminarista debe lograr, una efectiva transformación, es decir, que Cristo tome forma en ellos(Gal.4,19) y que el mismo ser se identifique con Cristo sacerdote, a fin de que pueda exclamar como S.Pablo "Y yo vivo, o más bien no soy yo el que vivo,sino Cristo vive en mí.(Gal.2,20).
Lo primero sera ayudarle a conocer , es decir lograr que la etapa de mformación sea vista como una etapa de iluminación que dispe toda duda,tiniebla a fin de que el seminarista pueda "ver" con absoluta claridad, mediante la ayuda de los formadores,todo aquello que lo conduce al conocimiento de cristo, de la Iglesia, del sacerdocio y de la vocación que responde al llamado del Señor.
segundo : explicarle el porque de las normas que rigen la vida consagrada, la práctica religiosa y el estilo de vida.
Formar no es imponer normas o reglamementos,sino explicar el porque de la necesidad de su cumplimiento y el beneficio que esto trae no solo al seminarista, sino a la comunidad a la que esta integrado el postulante o seminarista y a la Iglesia toda.
Solo así podrán ellos valorar lo que se les propone.
El formador debe tratar de profundizar en el conocimiento no aparente, sino esencial de las motivaciones profundas que llevan a un seminarista a seguir la vocación sacerdotal.
La vivencia de algo que se ha entendido y valorado de verdad es de por sí, estable.Sabemos que el hombre tiende por naturaleza a ser inconstante.Por eso se requiere la práctica y perseverancia de los valores interiorizados, para ello se hace necesario la formación de hábitos de vida.
Es muy importante que el seminarista salga del seminario,con hábitos de vida que le ayuden y fortalescan su vocación:
1-El hábito de la oración profunda y personal.
2.-El hábito del aprovechamiento del tiempo.
3.-El hábito del estudio.
4.-El hábito de la guarda del corazón y de los sentidos.

2)-Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos?¿No se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunictario?¿Cómo lograrlo en estas circunstancias?

Formación no es masificación cada persona es única e irrepetible, cada uno tiene su propia historia personal(cultural-familiar-social) que ha vivido, el formador debe tomar en cuenta todas estas diferencias, la atención personalizada estimula la autosuperación, por el ,contrario la persona se abandona cuando se siente un número más en el "montón", perdido en la masa.(lo ideal en la tarea formativa es trabajar en equipo)
La relación entre el formado,el formador,el rector,los profesores y el director espiritual, a de darse en un plano de cercania y cordialidad.
Como bien se explica en el texto del curso entregado sobre este tema,"No hay verdadero desarrollo y verdadera realización personal sino es en la apertura diálogal y en convivencia cordial con los demás".
"No existe verdadera comunidad de personas si cada uno de sus miembros no se realiza así mismo como persona.
pero es fundamental, vuelvo a reiterar el considerar a cada seminarista, como persona ÚNICA E IRREPETIBLE.
Formar en forma personal aún estando integrados a una comunidad formadores y formados


........................................................................................................
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
juan carlos brola
Nuevo


Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 8

MensajePublicado: Jue Ene 15, 2009 7:25 pm    Asunto:
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

6.FORMACION COMO TRANSFORMACION .FORMACION COMUNITARIA PERSONALIZADA.
1-Si la formación debe ser transformación y está se puede medir por los hábitos.¿Cuáles serián los tres hábitos indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?
Formación es transformación, formar no es informar es ayudar a que la persona adquiera una "forma" , para adquirir la forma que no se posee en la etapa inicial, una persona se tendrá que "transformar". La formación del seminarista debe lograr, una efectiva transformación, es decir, que Cristo tome forma en ellos(Gal.4,19) y que el mismo ser se identifique con Cristo sacerdote, a fin de que pueda exclamar como S.Pablo "Y yo vivo, o más bien no soy yo el que vivo,sino Cristo vive en mí.(Gal.2,20).
Lo primero sera ayudarle a conocer , es decir lograr que la etapa de mformación sea vista como una etapa de iluminación que dispe toda duda,tiniebla a fin de que el seminarista pueda "ver" con absoluta claridad, mediante la ayuda de los formadores,todo aquello que lo conduce al conocimiento de cristo, de la Iglesia, del sacerdocio y de la vocación que responde al llamado del Señor.
segundo : explicarle el porque de las normas que rigen la vida consagrada, la práctica religiosa y el estilo de vida.
Formar no es imponer normas o reglamementos,sino explicar el porque de la necesidad de su cumplimiento y el beneficio que esto trae no solo al seminarista, sino a la comunidad a la que esta integrado el postulante o seminarista y a la Iglesia toda.
Solo así podrán ellos valorar lo que se les propone.
El formador debe tratar de profundizar en el conocimiento no aparente, sino esencial de las motivaciones profundas que llevan a un seminarista a seguir la vocación sacerdotal.
La vivencia de algo que se ha entendido y valorado de verdad es de por sí, estable.Sabemos que el hombre tiende por naturaleza a ser inconstante.Por eso se requiere la práctica y perseverancia de los valores interiorizados, para ello se hace necesario la formación de hábitos de vida.
Es muy importante que el seminarista salga del seminario,con hábitos de vida que le ayuden y fortalescan su vocación:
1-El hábito de la oración profunda y personal.
2.-El hábito del aprovechamiento del tiempo.
3.-El hábito del estudio.
4.-El hábito de la guarda del corazón y de los sentidos.

2)-Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos?¿No se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunictario?¿Cómo lograrlo en estas circunstancias?

Formación no es masificación cada persona es única e irrepetible, cada uno tiene su propia historia personal(cultural-familiar-social) que ha vivido, el formador debe tomar en cuenta todas estas diferencias, la atención personalizada estimula la autosuperación, por el ,contrario la persona se abandona cuando se siente un número más en el "montón", perdido en la masa.(lo ideal en la tarea formativa es trabajar en equipo)
La relación entre el formado,el formador,el rector,los profesores y el director espiritual, a de darse en un plano de cercania y cordialidad.
Como bien se explica en el texto del curso entregado sobre este tema,"No hay verdadero desarrollo y verdadera realización personal sino es en la apertura diálogal y en convivencia cordial con los demás".
"No existe verdadera comunidad de personas si cada uno de sus miembros no se realiza así mismo como persona.
pero es fundamental, vuelvo a reiterar el considerar a cada seminarista, como persona ÚNICA E IRREPETIBLE.
Formar en forma personal aún estando integrados a una comunidad formadores y formados


........................................................................................................
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
juan carlos brola
Nuevo


Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 8

MensajePublicado: Jue Ene 15, 2009 7:25 pm    Asunto:
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

6.FORMACION COMO TRANSFORMACION .FORMACION COMUNITARIA PERSONALIZADA.
1-Si la formación debe ser transformación y está se puede medir por los hábitos.¿Cuáles serián los tres hábitos indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?
Formación es transformación, formar no es informar es ayudar a que la persona adquiera una "forma" , para adquirir la forma que no se posee en la etapa inicial, una persona se tendrá que "transformar". La formación del seminarista debe lograr, una efectiva transformación, es decir, que Cristo tome forma en ellos(Gal.4,19) y que el mismo ser se identifique con Cristo sacerdote, a fin de que pueda exclamar como S.Pablo "Y yo vivo, o más bien no soy yo el que vivo,sino Cristo vive en mí.(Gal.2,20).
Lo primero sera ayudarle a conocer , es decir lograr que la etapa de mformación sea vista como una etapa de iluminación que dispe toda duda,tiniebla a fin de que el seminarista pueda "ver" con absoluta claridad, mediante la ayuda de los formadores,todo aquello que lo conduce al conocimiento de cristo, de la Iglesia, del sacerdocio y de la vocación que responde al llamado del Señor.
segundo : explicarle el porque de las normas que rigen la vida consagrada, la práctica religiosa y el estilo de vida.
Formar no es imponer normas o reglamementos,sino explicar el porque de la necesidad de su cumplimiento y el beneficio que esto trae no solo al seminarista, sino a la comunidad a la que esta integrado el postulante o seminarista y a la Iglesia toda.
Solo así podrán ellos valorar lo que se les propone.
El formador debe tratar de profundizar en el conocimiento no aparente, sino esencial de las motivaciones profundas que llevan a un seminarista a seguir la vocación sacerdotal.
La vivencia de algo que se ha entendido y valorado de verdad es de por sí, estable.Sabemos que el hombre tiende por naturaleza a ser inconstante.Por eso se requiere la práctica y perseverancia de los valores interiorizados, para ello se hace necesario la formación de hábitos de vida.
Es muy importante que el seminarista salga del seminario,con hábitos de vida que le ayuden y fortalescan su vocación:
1-El hábito de la oración profunda y personal.
2.-El hábito del aprovechamiento del tiempo.
3.-El hábito del estudio.
4.-El hábito de la guarda del corazón y de los sentidos.

2)-Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos?¿No se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunictario?¿Cómo lograrlo en estas circunstancias?

Formación no es masificación cada persona es única e irrepetible, cada uno tiene su propia historia personal(cultural-familiar-social) que ha vivido, el formador debe tomar en cuenta todas estas diferencias, la atención personalizada estimula la autosuperación, por el ,contrario la persona se abandona cuando se siente un número más en el "montón", perdido en la masa.(lo ideal en la tarea formativa es trabajar en equipo)
La relación entre el formado,el formador,el rector,los profesores y el director espiritual, a de darse en un plano de cercania y cordialidad.
Como bien se explica en el texto del curso entregado sobre este tema,"No hay verdadero desarrollo y verdadera realización personal sino es en la apertura diálogal y en convivencia cordial con los demás".
"No existe verdadera comunidad de personas si cada uno de sus miembros no se realiza así mismo como persona.
pero es fundamental, vuelvo a reiterar el considerar a cada seminarista, como persona ÚNICA E IRREPETIBLE.
Formar en forma personal aún estando integrados a una comunidad formadores y formados


........................................................................................................
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
juan carlos brola
Nuevo


Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 8

MensajePublicado: Jue Ene 15, 2009 7:27 pm    Asunto:
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

6.FORMACION COMO TRANSFORMACION .FORMACION COMUNITARIA PERSONALIZADA.
1-Si la formación debe ser transformación y está se puede medir por los hábitos.¿Cuáles serián los tres hábitos indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?
Formación es transformación, formar no es informar es ayudar a que la persona adquiera una "forma" , para adquirir la forma que no se posee en la etapa inicial, una persona se tendrá que "transformar". La formación del seminarista debe lograr, una efectiva transformación, es decir, que Cristo tome forma en ellos(Gal.4,19) y que el mismo ser se identifique con Cristo sacerdote, a fin de que pueda exclamar como S.Pablo "Y yo vivo, o más bien no soy yo el que vivo,sino Cristo vive en mí.(Gal.2,20).
Lo primero sera ayudarle a conocer , es decir lograr que la etapa de mformación sea vista como una etapa de iluminación que dispe toda duda,tiniebla a fin de que el seminarista pueda "ver" con absoluta claridad, mediante la ayuda de los formadores,todo aquello que lo conduce al conocimiento de cristo, de la Iglesia, del sacerdocio y de la vocación que responde al llamado del Señor.
segundo : explicarle el porque de las normas que rigen la vida consagrada, la práctica religiosa y el estilo de vida.
Formar no es imponer normas o reglamementos,sino explicar el porque de la necesidad de su cumplimiento y el beneficio que esto trae no solo al seminarista, sino a la comunidad a la que esta integrado el postulante o seminarista y a la Iglesia toda.
Solo así podrán ellos valorar lo que se les propone.
El formador debe tratar de profundizar en el conocimiento no aparente, sino esencial de las motivaciones profundas que llevan a un seminarista a seguir la vocación sacerdotal.
La vivencia de algo que se ha entendido y valorado de verdad es de por sí, estable.Sabemos que el hombre tiende por naturaleza a ser inconstante.Por eso se requiere la práctica y perseverancia de los valores interiorizados, para ello se hace necesario la formación de hábitos de vida.
Es muy importante que el seminarista salga del seminario,con hábitos de vida que le ayuden y fortalescan su vocación:
1-El hábito de la oración profunda y personal.
2.-El hábito del aprovechamiento del tiempo.
3.-El hábito del estudio.
4.-El hábito de la guarda del corazón y de los sentidos.

2)-Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos?¿No se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunictario?¿Cómo lograrlo en estas circunstancias?

Formación no es masificación cada persona es única e irrepetible, cada uno tiene su propia historia personal(cultural-familiar-social) que ha vivido, el formador debe tomar en cuenta todas estas diferencias, la atención personalizada estimula la autosuperación, por el ,contrario la persona se abandona cuando se siente un número más en el "montón", perdido en la masa.(lo ideal en la tarea formativa es trabajar en equipo)
La relación entre el formado,el formador,el rector,los profesores y el director espiritual, a de darse en un plano de cercania y cordialidad.
Como bien se explica en el texto del curso entregado sobre este tema,"No hay verdadero desarrollo y verdadera realización personal sino es en la apertura diálogal y en convivencia cordial con los demás".
"No existe verdadera comunidad de personas si cada uno de sus miembros no se realiza así mismo como persona.
pero es fundamental, vuelvo a reiterar el considerar a cada seminarista, como persona ÚNICA E IRREPETIBLE.
Formar en forma personal aún estando integrados a una comunidad formadores y formados


........................................................................................................
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
MANUEL HERNÁNDEZ PUJADAS
Esporádico


Registrado: 10 Ene 2009
Mensajes: 38
Ubicación: Barcelona

MensajePublicado: Vie Ene 16, 2009 2:49 pm    Asunto: 6. FORMACIÓN COMO TRANSFORMACIÓN. FORMACIÓN COMUNITARIA Y PE
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

6. FORMACIÓN COMO TRANSFORMACIÓN. FORMACIÓN COMUNITARIA Y PERSONALIZADA.

¿Cuáles serian los tres hábitos más indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?
Respuesta: oración, aprovechamiento del tiempo y guarda del corazón y los sentidos.

¿Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos?
Respuesta: Sí, teniendo trato personal e individual con cada uno de los formandos. Los formadores han de hablar con los formandos y conocer las características personales de cada uno de ellos: familia, educación, virtudes, defectos, edad, ambiciones, etc.

¿No se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunitario? ¿Cómo lograrlo en estas circunstancias?
Respuesta: No, porque existen actividades y tareas para el grupo entero –p. ej.:oración comunitaria, pero también hay actividades y tareas personales e individuales para cada uno de los formandos, como p. ej.: la dirección espiritual, lo cual permite también la formación individualizada.


MANUEL HERNÁNDEZ
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Visitar sitio web del autor
luis94
Esporádico


Registrado: 22 Nov 2008
Mensajes: 35

MensajePublicado: Lun Ene 19, 2009 12:48 pm    Asunto:
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

1. Si la formación debe ser transformación y ésta se puede medir por los hábitos, ¿cuáles serían los tres hábitos más indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?

Me resulta difícil nombrar “tres” hábitos principales. Creo que el principal de todos es el hábito de la oración, sincera y profunda. Otros dos podrían ser: la custodia de los sentidos para ayudar a la pureza del corazón; y el hábito de hacer buenos exámenes de conciencia diarios. Si se me permite, agrego que me parece fundamental cualquier hábito que ayude a crecer en la constancia y perseverancia, sobre todo en las actividades que cuesten más.

2. ¿Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos? ¿no se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunitario? ¿cómo lograrlo en estas circunstancias?
Si hubiera seminarios con muchos alumnos, el formador principal –digamos, el rector- podría tal vez distribuirlos en subgrupos -de acuerdo a algunas características comunes que tengan los formandos- poniéndolos bajo la responsabilidad de algún otro “sub-formador” (por llamarlo de algún modo); y esto sobretodo para que ese sub-formador pueda estar más disponible para cuestiones puntuales de ese determinado grupo. Pero ello no debería implicar jamás que el formador principal se desentienda de la responsabilidad y atención de todos: no se trataría de delegar para desentenderse, sino de delegar para atender mejor y seguir más de cerca los procesos personales cuando la cantidad se convierte en un escollo para ello.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
paisaschp
Esporádico


Registrado: 10 Nov 2008
Mensajes: 36
Ubicación: Ponce (Puerto Rico)

MensajePublicado: Mar Feb 17, 2009 7:55 pm    Asunto: Formación como transformación
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

- Si la formación debe ser transformación y ésta se puede medir por los hábitos, ¿cuáles serían los tres hábitos más indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?

Creo que se podrían señalar los siguientes:

• En primer lugar, una intensa vida de fe, incluyendo la sacramental. Sin esto no creo que se pueda hablar de un camino personal de configuración con Cristo sacerdote. La vida de fe, demostrada en los acontecimientos de cada día, me parece ser lo más importante para garantizar un adecuado proceso formativo sacerdotal.
• En segundo lugar, una adecuada vida de relación: con su familia, con sus amigos, con el entorno, etc. Creo que ahí se puede colocar desde el modo de vestirse, hablar, dialogar, relacionarse, etc. El Seminarista tiene que aprender a adoptar la figura de quien va a ser conocido por ser otro Cristo, y en consecuencia tiene que adoptar un modo de estar con los hombres.
• En tercer lugar, señalaría la debida formación. Los sacerdotes del mañana tendrán que enfrentar muchos retos para los que se necesitará tener la mente bien formada y la debida disposición al diálogo, y ello no será posible si la formación es débil y no lleva consigo unos hábitos de estudio bien precisos.

- ¿Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos? ¿no se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunitario? ¿cómo lograrlo en estas circunstancias?

Pienso que es necesario la formación personalizada, y que eso depende también de cómo se concibe la estructura misma del seminario. Si los alumnos son muchos, tiene que haber los suficientes formadores con el debido tiempo a disposición. Si eso no se da, alguien tiene que establecer las prioridades.
Hay que tener en cuenta que los formadores son siempre un elemento “extraño” en las relaciones entre los seminaristas, y que no pueden pretender recibir el mismo trato y las mismas relaciones que un seminarista. Pero sí pueden favorecer el acompañamiento y el crecimiento personal a través de entrevistas periódicas, organizadas y con unos temas que seguir.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
P. José Andrés Gómez Gro.
Nuevo


Registrado: 15 Nov 2008
Mensajes: 11
Ubicación: México

MensajePublicado: Sab Feb 28, 2009 9:42 pm    Asunto: La formación como transformación
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

Si la formación debe ser transformación y ésta se puede medir por los hábitos, ¿cuáles serían los tres hábitos más indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal?
Comienzo por hacer notar una realidad urgente: cuestionar la eficacia de la estructura y esquema de formación que se brinda al candidato al sacerdocio. Hay que ser valientes y humildes para no argumentar a nuestro favor y por el contrario dejarnos interrogar y estar dispuestos a cambiar.
Cabe decir que los hábitos deben ejercerse en un clima de libertar y responsabilidad de manera que sean la proyección de lo que se ha encarnado y no una actuación para satisfacer los gustos de los formadores. Entre los hábitos necesarios que un seminarista debe adquirir considero:
1. La oración, como ese hábito muy personal e íntimo que sostendrá la vocación sobre todo en los momentos más álgidos de la vida.
2. El respeto por su persona y por la vocación a la que ha sido llamado, como hábito que mantendrá a salvo su identidad, de modo que no se traicione a sí mismo persiguiendo gustos y anhelos que desdicen de su decisión.
3. La responsabilidad, como hábito que le procurará la satisfacción del siervo que hace lo que debe de hacer, de tal manera que se vea movido a organizar su tiempo, su vida y sus prioridades en vistas a responder al amor de Dios que lo ha transformado en sacerdote para siempre.

¿Es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos? ¿no se escapa de las manos de los formadores el mismo ambiente comunitario? ¿cómo lograrlo en estas circunstancias? Por gracia de Dios, en mi diócesis hay abundantes vocaciones como fruto del testimonio de muchos mártires. Desde el tiempo de mi estancia en el seminario se percibía esta amenaza de la masificación, el gusto y el esfuerzo porque todo “apareciera” bajo control. Creo que serviría modificar los términos en orden a no confundirnos: la formación es personalizada en comunidad. Creo que este ideal es posible en la medida que los formadores se decidan a entregarse a su trabajo pastoral que es la formación; estar siempre y todo para los jóvenes que están bajo su cuidado. No es concebible, pero es real, que al momento de los escrutinios para determinar la idoneidad, después de muchos años de formación, los formadores argumenten que no conocen a los candidatos. No es culpa de los jóvenes, es tarea y obligación de los formadores. El estar ahí en mente y cuerpo, con los seminaristas, apreciándolos y preocupándose por la situación de cada uno, creo que es como se puede lograr.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Hernán Diego Carletta
Nuevo


Registrado: 25 Abr 2009
Mensajes: 7

MensajePublicado: Jue Jun 11, 2009 8:59 pm    Asunto:
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

Creo que los tres hábitos más indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal son:
- la oración personal y comunitaria;
- el estudio y la formación;
- el interés honesto por la vida de los demás, serán sus hermanos de comunidad y estudio y aquellos a quienes llegue en su actividad pastoral.
Todo esto sumado a algo fundamental como la dirección espiritual, en donde el formando irá compartiendo su vivencia en estos hábitos y su realidad toda.
Pienso que es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos, aunque sin duda es más costoso. Lo ideal es poder tener un mayor número de formadores. Se me ocurre pensar en un formador cada diez seminaristas. Según la realidad de la diócesis o congregación esto puede resultar difícil o hasta imposible. En ese caso puede ser bueno reunirse periódicamente (por ejemplo una vez por semana) por grupos o cursos para compartir la marcha de la vida, las inquietudes, dificultades, etc., un espacio más íntimo para poder expresarse. Esto hará conocer mejor a cada uno y poder hacer un seguimiento individual, buscando espacios de charlas personales.
_________________
Hernán Carletta
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Hernán Diego Carletta
Nuevo


Registrado: 25 Abr 2009
Mensajes: 7

MensajePublicado: Jue Jun 11, 2009 8:59 pm    Asunto:
Tema: 6. Formación como transformación
Responder citando

Creo que los tres hábitos más indispensables que el seminarista debe formar para su futura vida sacerdotal son:
- la oración personal y comunitaria;
- el estudio y la formación;
- el interés honesto por la vida de los demás, serán sus hermanos de comunidad y estudio y aquellos a quienes llegue en su actividad pastoral.
Todo esto sumado a algo fundamental como la dirección espiritual, en donde el formando irá compartiendo su vivencia en estos hábitos y su realidad toda.
Pienso que es posible lograr la formación personalizada en los seminarios con muchos alumnos, aunque sin duda es más costoso. Lo ideal es poder tener un mayor número de formadores. Se me ocurre pensar en un formador cada diez seminaristas. Según la realidad de la diócesis o congregación esto puede resultar difícil o hasta imposible. En ese caso puede ser bueno reunirse periódicamente (por ejemplo una vez por semana) por grupos o cursos para compartir la marcha de la vida, las inquietudes, dificultades, etc., un espacio más íntimo para poder expresarse. Esto hará conocer mejor a cada uno y poder hacer un seguimiento individual, buscando espacios de charlas personales.
_________________
Hernán Carletta
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Curso: La Formación Integral del Sacerdote Todas las horas son GMT
Ir a página Anterior  1, 2, 3
Página 3 de 3

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados