Orpam Saretnoc Laverz Veterano
Registrado: 10 Oct 2005 Mensajes: 2474
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Publicado:
Vie Feb 17, 2006 8:45 am Asunto:
¡Lleva cuidado amigo mío!
Tema: Perdona mis palabras Señor. |
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Amigo mío, que lleves cuidado te digo esta mañana. Tú sabes que se dice "el demonio anda suelto", yo al menos se lo oía repetir a menudo a una persona. Rezar por uno o por otro, aplicar el Evangelio a uno u a otro es relativamente fácil. Me parece que tú, yo, hemos de empezar a mirar si lo llevamos a la práctica nosotros ¿no crees? Yo no sé qué oportunidades te ha dado la vida respecto a tu formación religiosa, cristiana, católica, lo que sí sé es que has emprendido con una voluntad clara un camino, dices tú "me interesa" la santidad. Esta mañana te digo con toda mi alma, ¡que has acertado! Modelos tenemos de todas clases en los altares. La primera María, la Madre de Jesús, María de Nazaret. Tú podrías ser el santo de esta mañana, que va a su trabajo, que trata con los suyos, en el trabajo, en la calle, en los momentos de vacaciones. Creo que recordarás aquello de un obispo sudamericano que decía "nosotros no podemos con nuestras manos arreglar el mundo, pero nosotros tenemos nuestras manos para apoyar al que podamos", más o menos el sentido está claro ¿verdad? ¿te ha gustado que te comentara esto? Orpam Saretnoc Laverz |
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Jose Fernando Ortiz Constante
Registrado: 16 Ene 2006 Mensajes: 696 Ubicación: Bogotá, Colombia
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Publicado:
Sab Feb 18, 2006 3:15 pm Asunto:
Re: Perdona mis palabras Señor.
Tema: Perdona mis palabras Señor. |
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roberto viera gonzalez escribió: | Jueves 16 de Febrero de 2006. San Marcos 8, 27-33 “Y vosotros “¿quién decís que soy yo?”
“ De mi Alma a tu Alma”
¡Buenos Días, hermano Bush! He meditado en este Evangelio y lo he puesto en los ojos del mundo. Quiero que el mundo mire con esos ojos. Yo quiero mirarlo con esos también. Vimos ayer en televisión los horrores cometidos por soldados americanos en Irak. M esposa me dijo: Las autoridades son las responsables. Yo no lo creo. Yo creo que incluso en la obiedencia militar existe la conciencia individual. Aunque luego escuché al Pentágono decir que era lamentable que se hubiesen mostrado por televisión, es más dijo que violaba la intimidad de los prisioneros. ¿Qué está pasando con esa vocecita divina que es la conciencia? Aquí en mi patria Chile ayer un par de delincuentes no pudiendo sacarle un par de anillos a un hombre le cortaron de raíz los dos dedos. Estamos en verano, vacaciones. Cientos y cientos de jóvenes invaden las playas de noche bebiendo y bebiendo. ¿Es culpa de ellos?
Querido Hermano. Guardián del Planeta lo han llamado algunos a usted. El Señor nos invita hoy a aceptar lo que nos ocurre. Pero... ¿quién quiere que le ocurra algo malo? Creo que es injusto el nivel de enjuiciamiento que se ha hecho en contra de los musulmanes por su violencia reciente en embajadas europeas debido a la publicidad de las caricaturas de Mahoma. Hemos olvidado que la caridad empieza donde termina la justicia. Hemos mirado la paja en ellos los orientales y no miramos la viga en nosotros los occidentales. ¿Tiene hoy por hoy un cristiano más conciencia que un musulmán? ? Usted es un hombre religioso. ¿Cuántas horas al día reza, Sr. Presidente?
Pedro llevó al Señor aparte para increparlo. ¡Cuánto me parezco a Pedro Dios Mío! Mas el Señor le dijo: “¡Quítate de mi vista Satanás!” ¡Qué difícil es que estas palabras no caigan sobre uno! No quisiera hoy parecerme a Satanás. Quiero pedirle al Señor esta mañana por usted. Usted maneja el mundo. Pero el mundo piensa como los hombres. Usted para ellos es como Dios. Es como lo que pasa aquí en Chile. Su Excelencia don Ricardo es como el Papá de todos nosotros. Yo prefiero morirme feliz pensando como Dios, don George.
Bueno, quiero ver si mis hermanos católicos de este nuevo foro en que quiero participar opinan sobre mis escritos. El internet es una maravilla. No hay otra cosa que yo desee con intensidad mirar o leer con los ojos de mi Señor. Es verdad a veces me uno a los criterios de Pedro como un vulgar mundano que huye de la Cruz. ¡Qué fácil debe ser dejar todo en las manos del Señor! ¿Bastará con hacer su voluntad?
Adios, Sr. Presidente. He rezado por usted y su familia. Y también por esos reos maltratados y ofendidos en la cárcel de Abu Ghraib.
!Qué Dios nos sorprenda hablando de El! Roberto Viera González |
HOLA ROBERTO, SALUDOS!
Considero que ningún gobernante del norte o del sur, de oriente o de occidente está libre de pecado.
Tu exposición me hace recordar las palabras del autor, o autores del Libro de la Sabiduría cuando dice:
Amen la justicia los que gobiernan la tierra
tengan rectos pensamientos sobre Dios
y búsquenlo con sencillez de corazón.
Los pensamientos equivocados alejan de Dios
y su poder, puesto a prueba, confunde a los necios.
La sabiduría no entra en alma perversa
ni habita en cuerpo esclavo del pecado.
Pues el Santo Espíritu que viene de Dios, que nos educa y enseña
nos hace huír de la hipocrecía
y nos aleja de los pensamientos sin sentido,
y es rechazado por los que practican la injusticia.
Sabiduría 1,1-11
Considero que solamente por el amor se es santo......
Felicidades..... _________________ I de Juan 1,1-4
Nosotros, Señor, te vemos y escuchamos.....
IGLESIA_MADRE UNIVERSAL.....
MUJER revestida de sol....
Dios....en/con.... nosotros. |
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roberto viera gonzalez Veterano
Registrado: 20 Nov 2005 Mensajes: 1799
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Publicado:
Dom Feb 19, 2006 9:51 pm Asunto:
Tema: Perdona mis palabras Señor. |
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Querido José de Colombia tus palabras me hicieron recordar un momento de mi horrible. Pero como dices el amor es más fuerte. Nos separaríamos con mi mujer. Llegué aquel día con un monito de trapo para nuestra única hija de cuatro añitos. Le puso "el pataslargas", todavía existe. Yo y mi llanto compusimos este cuento. Al par de días todo quedó superado. Espero te guste el cuento. Gracias hermano.
“El Pataslargas”
Este cuentito ocurre en el año 2010. La ley de divorcio ya fue aprobada por los eruditos y su justificación vale, en una sociedad que privilegia los intereses humanos, por sobre los divinos. La tarjeta de desafiliación conyugal es cosa de horas.
Cuando el reloj marcaba las 8 de la mañana la aeronave de Lan Chile comenzó a desplazarse lentamente por la loza, en busca de la posición exacta para el despegue. Uno de los pasajeros era muy especial. Penélope, una pequeña de 6 años, viajaba encargada a la tripulación. Llena de ilusiones y buenos e ingenuos deseos, propios de su edad, se dirigía a la ciudad de Iquique, para pasar una de las dos semanas de las vacaciones de invierno junto a su querido padre.
En el instante en que el avión cruzó la terraza del terminal aéreo, desde la pequeña ventanilla de la aeronave divisó a lo lejos la figura de su madre. Ursula era alta y muy esbelta, bordeaba los 34 años. Ansiosa por sentirse vista, Pepita, como le decían sus padres, agitó su manita, gesto que fue contestado por Ursula moviendo un pañuelo. La bella mujer parecía decirle: ¡Qué Dios te proteja hija mía!
Ursula Valdivieso y Carlos Andrés Larraín, ingeniero analista de sistemas, se habían divorciado hace 8 meses y él se desempeñaba como Gerente en una industria pesquera de la primera región.
El viaje tenía un motivo muy importante para Pepita. Curiosidad propia de un niño. Conocería a la nueva esposa de Carlos Andrés.
El avión despegó y una de las azafatas empleó gran parte de su tiempo en atender afectuosamente a la pequeña. Pepita vestía deportiva, pero delicadamente; su pelo negro y sus ojos carne uva hacían un juego perfecto con dos trenzas sedosas que caían sobre sus pequeñas orejas. En su falda portaba muy seguro un muñeco de trapo, que cariñosamente llamaba, el Pataslargas.
- ¿A qué hora llegaremos a Iquique, señorita?
- Antes de las 11 estarás con tu papá, Pepita. ¿Habías viajado antes en avión? Preguntó la sobrecargo más por atención que por información.
- Sí. Pero siempre con mi mamá o con mi papá, ésta es la primera vez que viajo sola. Voy a conocer la esposa de mi papá. ¿Crees tú, Pataslargas, que será bonita como mi mamá? Comentó con soltura la pequeña.
La pregunta confundió a la azafata, aunque más la actitud y la expresión de naturalidad con que la niña habló. Le impresionó el lazo afectivo y de pertenencia que esos padres habían desarrollado con su hija. Pensó en sus dos hijos y en su esposo. Y pensó en la inocencia de los hijos y la responsabilidad de los padres. La charla bastante interrumpida por el trabajo propio de la auxiliar no dejó de ser amena y al escuchar Pepita la voz del capitán anunciando el próximo aterrizaje, apretó firme a Pataslargas y le ordenó no moverse.
- Ya llegamos, Pataslargas. Te gustará la playa. Le dijo a su muñeco, que vestía a la ocasión, un traje de payaso con sombrero y todo.
Tal como lo anunciara el comandante desde la cabina, el avión comenzó a descender a las 10.57 AM, posándose suavemente enfrente del moderno aeropuerto internacional Cavancha.
Una vez que la atenta sobrecargo desactivó el cinturón y entregó a Pepita su pequeño maletín de mano, además de abrazar a Pataslargas, juntas y de la mano, bajaron la escalinata del avión. Antes de pisar la loza, a lo lejos reconoció a su padre. Lo acompañaba una juvenil, pero elegante mujer. Recordó a su madre, se le parecía.
Mas cuando se acercó, su rostro se llenó de alegría, su corazón palpitó con velocidad, una inocente reacción la hizo soltar la mano de la azafata y correr donde estaban ellos. Y todavía sin besar a su padre, exclamó jubilosa:
- ¡Tía, tía! Pero, ¡Tú, tú eres la esposa de papá! ¡Qué lindo! Yo sé que cuidarás a mi papito como mi mamá, tía Susana.
Era un día precioso, el sol pegaba fuerte sobre las desiertas, pero doradas arenas del norte. Y ahí estaban, Pepita, Carlos Andrés y Susana, sí, Susana, la hermana menor de Ursula.
Subieron al lujoso Mercedes Benz y se trasladaron al selecto barrio ubicado al sur de la ciudad. La pareja habitaba una cómoda residencia atendida por dos empleadas.
En el viaje, Susana colmó de atenciones a su sobrina, o ¿hijastra? En el 2010 se podía ser hijo, hijastro, sobrino o quizás abuelo a la vez. A las 8 de la noche Pepita se comunicó con su madre.
- ¡ Mamita! Te tengo una sorpresa que te llenará de alegría. - Si sé, hija. Que la esposa de tu padre es muy simpática y bonita.
- No sólo eso Mamita. ¿Jugamos a las adivinanzas? Mira, te conoce, conoce a los abuelos. Ha estado en la hacienda. Pero....... si no adivinas, no te voy a decir...........
- ¡Por favor, Pepa! No me desesperes........... pero bueno, ya me dirás. Y ¿Cómo se ha portado tu Pataslargas?
- Super bien. Mañana iremos a conocer muchos lugares con la tía....... no, no te diré todavía como se llama.
Sin embargo, después de conversar casi una hora, Ursula comenzó a inquietarse, pero nunca tanto como en las llamadas diarias de los días posteriores. En la víspera de su regreso, le dijo:
- Mamita, la tía me ha contado ¡tantas cosas! Pero tendrás que esperar hasta mañana, porque no quiero perderme la cara de felicidad que pondrás cuando te cuente, quien es ella.
- Bueno, Pepita, te recogeré en el aeropuerto y me contarás todo este misterio.
Ursula lo había superado, o creía haberlo superado, es más, deseaba que su ex marido fuera dichoso. La separación, sin embargo, había dejado a la pareja totalmente distanciada. El avión aterrizó puntualmente. Pepita traía su Pataslargas con un nuevo sombrero, un típico Yuyo y un Ekeko, bajo su brazo, por supuesto que también muchos regalos para su mamá. Ya en el automóvil sedán de Ursula la conversación fue fluida.
- Y bien, Pepita, ahora me dirás por fin, quien es ese misterioso personaje que tanto cuida a tu padre y que te quiere o nos quiere tanto.
- ¡Díselo, tú, Pataslargas! ¡Díselo, tú! ¡la Tía Susana, mamá! Inocentemente exclamó Pepita, incorporando al muñeco en la conversación.
- ¿No es cierto, Pataslargas? Un antifaz debió poner Ursula a su rostro, para que la pequeña no notara su sentir. Su ira, su pena, su emoción eran una extraña mezcla de raras sensaciones, pero reaccionó positivamente.
- ¡Qué,.... qué, qué, bueno! Y cuéntame, cuéntame, todo el viaje. Con voz quebrada, agregó.
Cuando la pequeña hablaba y dialogaba interpelando a Pataslargas en la conversación, casi sin darse cuenta, Ursula aumentó la velocidad, pero luego se calmó.
Ya en la casa y en los días siguientes la pequeña, en su infinita ingenuidad, le contó muchas otras cosas.
No habían dudas, la tía Susana había acompañado a su padre desde hacía varios años. Viajes, reuniones, estaban llenas de la presencia de Susana.
Al mes, Ursula cayó en la melancolía y de ahí en la depresión. Quería cambiar el pasado. No solo olvidarlo, sino cambiarlo. Y el pasado no se puede cambiar. A lo más se puede interpretar y siempre perdonar. Y al no poder encontrar la respuesta, se construyó una, se autoeliminó y una mañana no amaneció.
Pepita no supo la verdad, creció alegre con su papá y su tía Susana. Creció feliz junto a su muñeco el Pataslargas, mudo testigo del mayor de todos los egoísmos; el divorcio.
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