empierini
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Mie Feb 04, 2009 5:36 pm Asunto:
Para corazones áridos...
Tema: Para corazones áridos... |
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“Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a el sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar, para que dé la semilla al sembrador y el pan al que come, así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realidza todo lo que quiero y cumple la misión que yo le encomendé” (Is 55,10)
¡Dejáte empapar por esa Palabra! Dios te hace una promesa: su palabra es capaz de transformar todo lo que toca. Convierte el desierto de tu corazón en un valle fecundo. Transforma con su poder la sequedad de tu vida, la aridez, de tus días.
La tierra, cuando está muy reseca se quiebra, y los corazones, cuando están sin esa Palabra se pueden sentir muy solos o vacíos. Ellos necesitan de la frescura de alguien que les dé otra oportunidad, que vuelva a confiar en ellos aunque ya nadie lo haga. ..
De tu parte, no tenés que hacer demasiado para dejarte empapar por Dios, sólo tenés que animarte a estar disponible. Eso si, el agua puede ablandar la tierra, e incluso perforar una roca solo con sus gotas; pero para eso es necesario que esa tierra o esa roca se pongan al alcance del agua. Tu corazón tiene que ponerse al alcance del amor de Dios, y para eso basta reconocerse necesitados de él.
Y cuando esto suceda, tu vida comenzará a dar frutos. La monotonía del corazón desértico se transformará en la maravilla de un jardín bellísimo. Eso es lo produce la Palabra de Dios (o sea, Jesús) cuando llega a tu vida: las rajaduras que se fueron dando en tu historia y que te acompañaron torturándote, reciben ahora la caricia del rocío que las comienza a ablandar… la soledad del desierto, se transforma en compañía, porque nunca más estás solo si lo tenés a El.
El agua que podés recibir es un agua que te refresca y le da fuerza a tu vida. Es un agua que nunca se agota y que no teme derrocharse. Esa agua es el amor de Cristo en la cruz, es un agua que ya se derramó e inundó la creación, sólo espera corazones dispuestos a recibirla… ¿estás dispuesto?...
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Emiliano
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