El ermitaño y la fuente

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros probablemente conocéis lo que os aporto ahora, pero como "recordar es volver a vivir" a lo mejor a alguien le llega al corazón.

Carlos, Rogelio, Alfredo y Leticia, Maricarmen, Lupita, José Luis a quienes he encontrado por mensajes de hace un tiempo.
Os recuerdo y quisiera saber de vosotros.
He aquí la carta que contiene su enseñanza, creo yo, no sé tú que estás ahí qué pensarás.

"Santa Ana de Palencia

Querida Mª Teresa:

Me acaban de explicar lo siguiente catalana formal:

Había una vez un ermitaño, que vivía solo y cada día subía y bajaba de la montaña, trabajando, buscando alimento. Cuando hacía calor, al subir tenía muchísima sed y sudaba. Pasaba por una fuente y... no bebía, le ofrecía a Dios aquel sacrificio y proseguía su camino. Al anochecer, el ermitaño miraba al cielo y veía una estrella, recompensa a su sacrificio...

Pero, un jovencito, al ver la vida del ermitaño, llegó a admirarlo y quiso ser como él. Entonces hacía lo que el ermitaño hacía... Cuando subían acalorados, con mucha sed, el ermitaño pensó en ofrecer a Dios su sacrificio, y así luego, como recompensa, vería su estrella en el firmamento. Pero, al tener al jovencito a su lado y ver que le miraba, pensó “si yo no bebo él no beberá y tiene tanta sed...” y bebió. Al anochecer había dos estrellas en el firmamento.

Una amiga mía es la que me ha explicado esta narración de El ermitaño y la fuente que te he comunicado. Y tú ¿haces como el ermitaño?, ¿como hacía antes o como hizo después? Si tú y yo ponemos en práctica ese ejemplo, te lo aseguro, las estrellas, los signos de Dios entre nosotros, jalonarán nuestro caminar.

Adiós amiga".

Yo pienso, amigos míos, que huelga comentario alguno ahora.
Orpam Saretnoc Laverz

[midka]

Que precioso.
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Miguel Angel Montaño