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16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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Hini
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Registrado: 26 Sep 2005
Mensajes: 255

MensajePublicado: Jue Feb 05, 2009 10:55 am    Asunto: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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PREGUNTAS PARA ORIENTAR LA DISCUSIÓN EN EL FORO

Nota: no es necesario responder a todas las preguntas, cada uno es libre en eso. Se sugiere responder sobre todo a aquellas en las que uno tenga alguna idea o experiencia interesante que pueda enriquecer a los demás, que es de lo que se trata. Incluso puede comentar una pregunta que corresponda a otro grupo, u otro asunto relacionado con el tema que estemos viendo.

Formadores
- ¿Con qué medios prácticos ayudar a los seminaristas a “acoger en la obediencia” a la Iglesia y sus enseñanzas? Por ejemplo, ¿se ha hablado en sus seminarios de la reciente instrucción “Dignitas personae” sobre algunas cuestiones de Bioética? ¿qué acogida se le ha dado?

Otros sacerdotes y seminaristas
- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Otros participantes
- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?



16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María


El sacerdote, hombre de Iglesia


El amor a Cristo nos lleva a la Iglesia. ¿Cómo va a ser posible amar a Cristo sin amar a la Iglesia, siendo así que el más hermoso testimonio dado en favor de Cristo es el de san Pablo: «amó a la Iglesia y se entregó por ella» (Ef 5,25)? (Pablo VI, Evangelii nuntaindi, 16). Así pues, el sacerdote ama a la Iglesia porque Cristo la amó, y como él la amó. Ella es madre y maestra de su fe cristiana, continuadora de la misión del Señor y principio de su Reino en la tierra. Su misma vocación cristiana y sacerdotal ha nacido en la Iglesia y se alimenta de ella. Es consciente de que ha sido escogido por Cristo como sacerdote de la Iglesia y para la Iglesia, y que ella ha confirmado esa elección y le ha consagrado en nombre de Dios.

Un centro de formación de futuros sacerdotes es una verdadera comunidad eclesial. Una de sus principales funciones es ir fraguando en los seminaristas auténticos hombres de Iglesia. No funcionarios de la Iglesia, sino cristianos que aman sinceramente a esa "ecclesia" que Cristo fundó y amó. Es preciso lograr que los seminaristas vayan madurando en un amor profundo hacia la Iglesia; un amor real que vela, que sufre, que ora, que lucha, que disculpa, que exalta, que capta los latidos de esta madre. Un amor que, como todo amor verdadero, es a la vez afectivo y efectivo. Un amor que la medita en la fe, la acoge en la obediencia, la dilata en el apostolado, la santifica en su vida.


Amor afectivo

Para que fragüe el amor afectivo es primordial, como siempre, el conocimiento profundo de la Iglesia. Conocimiento teológico serio, y conocimiento cordial de su realidad viva y actual. Con un poco de imaginación y de interés es fácil encontrar múltiples recursos para que los seminaristas estén al tanto de la realidad eclesial: paneles informativos, revistas, conferencias y seminarios... No se trata solamente de la Iglesia universal, sino también de la propia iglesia particular. Se pueden organizar actividades para entrar en contacto con las diversas instituciones de la diócesis, comenzar a colaborar en los planes de pastoral para familiarizarse con su realidad desde dentro, etc. Recordémoslo: quien no conoce no ama.

En el caso de una realidad como la Iglesia, que no es meramente humana, es preciso fomentar la fe en su realidad sobrenatural. Sólo así los futuros sacerdotes podrán adquirir un genuino "sensus Ecclesiae". Hay que ayudar a los seminaristas a mirar con fe y a meditar en la fe la realidad global de la Iglesia de Dios. Sin esta fe, por muchas nociones culturales o experienciales que adquieran sobre la Iglesia, no podrán alcanzar a conocer sino su cascarón.

De ese conocimiento, humano y sobrenatural, surgirá el afecto, el amor. El seminarista sentirá entonces un vivo interés por la Iglesia, por sus éxitos y sus problemas, su doctrina y su labor misionera... Se alegrará con los cristianos que se alegran y sufrirá con los que sufren. La Iglesia será cosa suya.


Amor efectivo

El afecto por la Iglesia se traduce necesariamente en actitudes, comportamientos y realizaciones efectivas. La formación sacerdotal debe educar a los seminaristas para que sepan acogerla en la obediencia. La acogida de quien cree profundamente en el misterio divino que encierra, y de quien comprende que Cristo quiso fundarla como pueblo que ha de ser guiado por unos pastores. El verdadero amor a la Iglesia se extiende a todos aquellos que representan a Cristo Cabeza, y a las diversas instituciones que estructuran su realidad humana. No podemos creer que estamos formando bien a nuestros futuros sacerdotes si no les estamos ayudando a crecer en esta acogida plena y madura. Los formadores deben buscar modos para que los seminaristas conozcan bien las directrices del Magisterio eclesial, comprendan con madurez el sentido de las mismas, actúen su fe cuando les cueste entenderlas o aceptarlas. Lo sabemos todos, las personas y las instituciones no serán nunca perfectos. Pero el amor no exige la perfección. El amor acoge al otro como es y le ayuda con su entrega a ser mejor. En este sentido, la obediencia del sacerdote al Magisterio, universal o particular, debe ser mucho más que un acatamiento servil. Es un reflejo de la obediencia de Cristo a su Padre. Una obediencia cálida, cordial, activa, emprendedora. Una obediencia que se hará más fácil y más honda si se ve reforzada por una adhesión, no sólo "teológica", sino también personal y cordial al Vicario de Cristo y al propio obispo.

El amor a la Iglesia llevará al futuro sacerdote a querer también dilatarla con su apostolado, "hacer iglesia". Hay que formar a los seminaristas para que vean así su futuro servicio pastoral: un servicio eclesial y que comprendan que su misión sacerdotal tiene sentido sólo en la Iglesia, para la Iglesia y a partir de la misión sobrenatural y humana de la Iglesia.

Por último, el sacerdote debe también santificar a la Iglesia con su vida santa. Unido místicamente en un solo cuerpo con todo el pueblo de Dios, sabe que su santidad personal lo enriquece, su testimonio personal lo edifica y su servicio en el ministerio de la Palabra y en la administración de los sacramentos lo vivifica en el Espíritu de Dios.


María, Madre del sacerdote

Cuando en el Calvario dijo a la Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo... establecía una maternidad universal... Nuestra atención, sin embargo, se concentra en la elección de aquél que entonces fue llamado a convertirse en el hijo de María. ¡Juan era sacerdote!... Jesús no se limitó a confiar a María esta misión con respecto a los sacerdotes. Se dirigió también a Juan para introducirlo en una relación filial con Maria: Ahí tienes a tu madre. (Juan Pablo II, Angelus, 11 de febrero de 1990).

Desde el Calvario Jesucristo ha querido que su Madre y sus sacerdotes permanezcan unidos para siempre. Todo sacerdote, siguiendo el ejemplo de Juan, debe acoger a María en su casa para que ella modele su corazón sacerdotal como lo hizo con el de su Hijo divino. Desde aquella tarde María se ha convertido en la gran formadora de los sacerdotes; desde entonces los protege de los peligros y vela con solicitud por su perseverancia.

Al pensar en la formación espiritual del seminarista no podemos olvidar esta faceta de la espiritualidad sacerdotal. No se trata de enseñarle a tener "devociones", sino "devoción", la auténtica, riquísima y sólida devoción que la Iglesia nutre hacia la Madre de Dios. Esta única devoción de la Iglesia se despliega en diversas facetas. Se hace veneración profunda, cuando medita sobre la singular dignidad de la Virgen, convertida por obra del Espíritu Santo en madre de Cristo; en amor ardiente, cuando considera la maternidad espiritual de María para con todos los miembros del Cuerpo Místico; en confiada invocación, cuando se acoge a la intercesión de su abogada y auxiliadora; en servicio de amor, cuando descubre el ejemplo de la humilde sierva del Señor que se ha convertido en reina de la misericordia; en operosa imitación, cuando pondera la santidad y las virtudes de la "llena de gracia"; en conmovida admiración, cuando todavía peregrina en la tierra, contempla en Ella como en una imagen purísima, todo lo que desea y espera; en atento estudio, cuando reconoce en la cooperadora del Redentor el cumplimiento profético de su mismo futuro.

Por tanto, para todo aspirante al sacerdocio, la devoción a María no se puede reducir a un número más o menos amplio de prácticas de piedad y rezos, ni al estudio frío de la mariología. Debe ir más allá, a la imitación de sus virtudes; sobre todo de su fe, esperanza y caridad, de su obediencia, de su humildad y de su colaboración plena en el ministerio de la redención de los hombres. Ella es el modelo más acabado de la nueva creatura surgida del poder redentor de Cristo, y el testimonio más elocuente de la novedad de vida aportada por la resurrección del Señor.

Los formadores deberían esforzarse para que la vida del centro ofrezca al seminarista unos cauces sencillos y prácticos que le ayuden a entablar una relación cordial de hijo con su Madre del cielo. Se puede, por ejemplo, reservar en el programa diario del centro un tiempo para el rezo del rosario; procurar dar un especial realce a las fiestas litúrgicas marianas, etc.

De este modo el seminarista, cuanto más se avecine al momento de su unción sacerdotal, mayor hábito tendrá de dialogar con su Madre celestial; hábito que mantendrá durante toda su vida sacerdotal, poniendo en sus manos la propia fidelidad y perseverancia y el éxito de todos sus trabajos apostólicos en favor del hombre.


LECTURAS RECOMENDADAS

1. “La Virgen María en la formación intelectual y espiritual” (Congregación para la educación católica, 25 de marzo de 1988).
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_19880325_vergine-maria_sp.html

2. El sacerdote, al servicio de la Iglesia y de la comunión:
- Pastores dabo vobis, 16
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_25031992_pastores-dabo-vobis_sp.html
- Presbyterorum Ordinis, 5
http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19651207_presbyterorum-ordinis_sp.html
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Eduardo Espinosa Vasquez
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Registrado: 19 Nov 2008
Mensajes: 24
Ubicación: Bogotá-Colombia

MensajePublicado: Jue Feb 05, 2009 1:53 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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16. El sacerdote y la Iglesia, el sacerdote y María
Formadores
- ¿Con qué medios prácticos ayudar a los seminaristas a “acoger en la obediencia” a la Iglesia y sus enseñanzas? Por ejemplo, ¿se ha hablado en sus seminarios de la reciente instrucción “Dignitas personae” sobre algunas cuestiones de Bioética? ¿qué acogida se le ha dado?
Otros sacerdotes y seminaristas
- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?
Otros participantes
- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?

Yo soy religioso y en nuestra comunidad tenemos muy claro y así lo hacemos saber a todos los hermanos que vienen a nuestra comunidad desde el mismo momento del aspirantado y en todas las etapas de la formación, que el seguimiento de Cristo según la forma de nuestro fundador, se realiza de modo auténtico y pleno en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Sacramento de salvación de nuestro tiempo.
Insistimos a nuestros formandos ya los religiosos de votos perpetuos en su formación permanente que el religioso de nuestra comunidad cultiva la fe en Dios en la Iglesia, vive en comunión con el pueblo de Dios, en obediencia y reverencia a los pastores, para cumplir la palabra que prometimos el día de nuestra consagración religiosa.
La Iglesia particular es el lugar donde los religiosos de nuestra comunidad vivimos nuestro propio carisma, contribuyendo al crecimiento de la comunidad eclesial y en donde prestamos nuestros servicios. Siempre nos hacemos presentes primero que todo a donde el Obispo para ofrecer nuestros servicios. Si el Obispo nos recibe vamos a dónde él nos solicite y siempre en comunión eclesial. Animado por la fidelidad a la Iglesia, los religiosos de nuestra comunidad participamos en su misión mediante el testimonio de vida y el trabajo apostólico según nuestro propio carisma.
Para ser fieles a nuestra vocación, los religiosos de nuestra comunidad nos encarnamos en las situaciones concretas del pueblo en el que nos solicitan los Señores Obispos, descubrimos en ellas los diversos rostros de Cristo.
En aquellos lugares en donde tenemos seminarios, casas de hermanos mayores, casas de convivencias, siempre nos presentamos ante los párrocos para rendirles la debida obediencia y estar prestos a colaborar en la pastoral parroquial.


Para seguir con mayor perfección a Cristo, los religiosos de nuestra comunidad miramos con particular atención a la Santísima Virgen María, “Virgen Hecha Iglesia”, “Hija y esclava del altísimo Rey”, que dio al mundo al salvador-
A ejemplo de María, el religioso de nuestra comunidad, discípulo del Señor, se esfuerza en vivir su propia condición de siervo discreto y fiel, siempre solícito para acoger y proclamar las maravillas que Dios hace en la Iglesia y en el mundo de hoy.
_________________
Fray Eduardo Espinosa Vasquez
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Pbro. Francisco Rodríguez
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Registrado: 22 Nov 2008
Mensajes: 30

MensajePublicado: Jue Feb 05, 2009 3:00 pm    Asunto: Re: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María.
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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¿Cuál sería la diferencia entre un "hombre de Iglesia" y un simple "funcionario de la Iglesia"? ¿Cómo se forma a un "hombre de Iglesia"?

El sacerdote es otro Cristo, se ha configurado con Cristo; Cristo amó a su Iglesia y se entregó por ella, luego entonces, el sacerdote ha de amar a la Iglesia como el mismo Cristo. No se trata se un simple razonamiento frío, sino del fundamento para hablar del sacerdote como hombre de Iglesia. La diferencia está en el AMOR. El funcionario hace las cosas por mera obligación, hasta por un sueldo, no se siente parte de la institución; en cambio, el sacerdote es hombre de Iglesia por su amor profundo y sincero a la Iglesia, por su compromiso con ella.

Al funcionario sólo se le capacita o se le entrena, al hombre de Iglesia se le enseña a amar.

Como hombres de Iglesia no sólo debemos tener un serio conocimiento de la Mariología y la Eclesiología, sino que en la práctica debemos mostrar un amor real, efectivo y afectivo a María y a la Iglesia. Toda nuestra misión como pastores ha de estar impregnada del amor a María y a la Iglesia. Se debe reflejar que servimos a la Iglesia porque la amamos y profesamos un amor particular a la Madre de Dios.

Se ha de procurar formar en los seminaristas estos necesarios hábitos para que ya sean hombres de Iglesia y no se conviertan en el futuro meros "funcionarios".

Nuestro amor a María y a la Iglesia no es un mero sentimiento intimista sino que son actitudes, es nuestro modo de vivir la fe católica.

Que con la ayuda de María, nosotros sacerdotes, amemos a la Iglesia.

P. Paco R.
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Ricardo Tribin
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MensajePublicado: Jue Feb 05, 2009 3:43 pm    Asunto: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?

En cierta forma si, aunque hay que mejorar mucho al respecto, lo cual se logra con la organizacion de programas de capacitacion y Maestria, entre ellas en Teologia.
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José Mauricio Altamirano
Constante


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MensajePublicado: Jue Feb 05, 2009 5:29 pm    Asunto: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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”Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo este con todos ustedes”

Otros participantes
- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?


Definitivamente yo pienso que si, claro para los ojos de algunos a lo mejor no, lo cual respeto mucho.
Pero yo mas creo que es falta de interés nuestro, como feligreses, el poder valorar la labor que hace un párroco o sacerdote en general, especialmente si logramos darnos cuenta de cómo viven algunos de ellos, me refiero a condiciones de vivienda, alimentación, compañía, especialmente los diocesanos, pues ya dije antes, que en este sentido tienen un poco de ventaja los que pertenecen a alguna congregación o que viven en comunidad.
Tampoco podemos perder de vista, que desde su llamado al seminario recibe un llamado de Dios, Espíritu Santo y por ello, recibe en las diferentes etapas de su vida, ayuda de El mismo Espíritu de Dios.
Pero tampoco podemos perder de vista que son humanos, y como tales , tienen debilidades; momentos de flaquezas; la soledad en que viven algunos, me refiero a soledad terrenal, pues ellos siempre tienen la gran ventaja de estar acompañados por ese mismo Espíritu; pero eso no quiere decir que su calidad humana los hace débiles en algunos momentos.
En este entorno, yo estoy seguro que si es notorio el interés de los sacerdotes y no solo por la Iglesia Local, sino también por la Iglesia Universal, pues lo que yo logro visualizar es que se esmeran por cumplir los mandatos de la Iglesia Universal, para beneficio de la Iglesia local, que somos nosotros mismos, los feligreses.
La celebración de La Eucaristía, confesar, su obediencia y sumisión al Obispo, atender a tantos feligreses en mucos casos hasta en situaciones que nada tiene que ver con su labor pastoral o eclesial. Estar para resolver problemas de todo tipo, escucharlos y dar soluciones.
Atender grupos de apoyo de la parroquia, asistir a retiros espirituales por lo menos 2 o 3 veces al año.
Actualizarse, estar al tanto de las últimas publicaciones del Vaticano, etc.
La disponibilidad de prestar siempre un servicio, el deseo de ayudar a otros, dentro de las limitaciones mismas.

Un abrazo fraterno a todos
Mauricio
“Cuando sientas que ya no sirves para nada, todavía puedes ser Santo”(San Agustín)
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jguerras100
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MensajePublicado: Jue Feb 05, 2009 6:09 pm    Asunto: Re: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”?

La principal diferencia sería el amor que profesan ambos, mientras que el hombre de iglesia acoge con un corazón de Padre y atiende y comprende la debilidad y los errores de cada uno, el funcionario privilegiará siempre las leyes, normas, órdenes, etc, y será inflexible, además siempre pondrá lo económico o lo legalista o lo intrascendente como principal teniendo su nombre más importancia que el de la Iglesia.

¿Cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Se forma mediante la preparación social, humana, espiritual y pastoral, pero sin menoscabo una de otra, además teniendo ejemplos claros de sacerdotes y laicos que dan la vida por los demás sin importar si pertenecen a o dan fondos a, sin excepciones, acepciones, preferencias o exclusividades, es mas siendo preferentemente los pobres y los excluidos los primeros ms no los únicos. Siguiendo el ejemplo de Cristo y de muchos santos que nos han precedido como San Francisco de Asís.



- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?

Se nota en cuanto que pedimos siempre por el papa, los obispos, etc, también porque el Domund es un signo de interés por la Iglesia Universal, pero el principal signo que es lo único que distingue al catolicismo de cualquier religión es la OBEDIENCIA al PAPA, mas sin embargo como se puede obedecer lo que se desconoce, si en cuanto a las cartas apostólicas, a las catequesis, a los comentarios y libros, decretos o dichos del Papa, muchas veces ni se comentan en las Parroquias, debiéndose estudiar y aplicar como si fuera el mismo Cristo quien nos diera la sugerencia de vida que implanta esa carta, o ese decreto del Papa. Si aplicáramos lo que los Papas y los Obispos (el Magisterio de la Iglesia) han determinado que es mejor para la vida del cristiano y de su Iglesia, las cosas fueran muy distintas. Por ejemplo el Concilio Vaticano II se ha tomado con mucha ligereza cayendo en ocasiones en cosas no gratas o incluso contrarias a la doctrina católica pero nadie toma en cuenta lo que el documento y la Sagrada Escritura mencionan al respecto sino se copian o imitan éxitos de cantidades o de multitudes más que de personas y de amor. Pero no puedo generalizar, así que se notará en el cuidado pastoral de las almas y en el amor de Padre que dé a los fieles y a los infieles, en el sacramento de la reconciliación hablando como el Espíritu Santo lo indique y no dando opiniones personales, así en las homilías tampoco hablando él y dando comentarios personales o de moda, sino que hable el Magisterio, y aun mejor dicho que hable el Espíritu Santo que ha revelado al Magisterio de la Iglesia cual es devenir en la cotidianidad de la vida de la Iglesia y sus cambios en la modernidad sin abusos o atacando a la misma Iglesia porque no hacen lo que la mayoría desea.
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Salomón Orlando
Esporádico


Registrado: 11 Nov 2008
Mensajes: 37

MensajePublicado: Vie Feb 06, 2009 3:23 am    Asunto: El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María

¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”?

se diferencian en que el hombre de iglesia tiene El amor a Cristo nos lleva a la Iglesia. ¿Cómo va a ser posible amar a Cristo sin amar a la Iglesia, siendo así que el más hermoso testimonio dado en favor de Cristo es el de san Pablo: «amó a la Iglesia y se entregó por ella» (Ef 5,25)? (Pablo VI, Evangelii nuntaindi, 16). Así pues, el sacerdote ama a la Iglesia porque Cristo la amó, y como él la amó. Ella es madre y maestra de su fe cristiana, continuadora de la misión del Señor y principio de su Reino en la tierra. Su misma vocación cristiana y sacerdotal ha nacido en la Iglesia y se alimenta de ella. Es consciente de que ha sido escogido por Cristo como sacerdote de la Iglesia y para la Iglesia, y que ella ha confirmado esa elección y le ha consagrado en nombre de Dios.

y el funcianario de la iglesia se viste difenrente ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

se forma en Un centro de formación de futuros sacerdotes es una verdadera comunidad eclesial. Una de sus principales funciones es ir fraguando en los seminaristas auténticos hombres de Iglesia. No funcionarios de la Iglesia, sino cristianos que aman sinceramente a esa "ecclesia" que Cristo fundó y amó. Es preciso lograr que los seminaristas vayan madurando en un amor profundo hacia la Iglesia; un amor real que vela, que sufre, que ora, que lucha, que disculpa, que exalta, que capta los latidos de esta madre. Un amor que, como todo amor verdadero, es a la vez afectivo y efectivo. Un amor que la medita en la fe, la acoge en la obediencia, la dilata en el apostolado, la santifica en su vida.
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Galdino Pérez
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Registrado: 20 Nov 2008
Mensajes: 26

MensajePublicado: Vie Feb 06, 2009 3:47 am    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?
Un hombre de Iglesia implica compromiso, amor, fe, etc. El hombre de Iglesia da la cara por ella, la defiende de los ataques del enemigo, pero sobre todo, lucha para no mancharla ni desprestigiarla. Quien ama a Cristo debe amar a la Iglesia. Ahora bien, el funcionario de la Iglesia sólo piensa en servirse de ella, como el mal pastor que sólo piensa en servirse de las ovejas pero no las cuida. El hombre de Iglesia busca conocer más a la Iglesia, para amarla más. Busca conocer y respetar con obediencia sagrada al Vicario de Cristo y los sucesores de los Apóstoles.
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Juan José Rodríguez Mesa
Esporádico


Registrado: 17 Nov 2008
Mensajes: 38
Ubicación: Manizales, Colombia

MensajePublicado: Vie Feb 06, 2009 7:29 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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Formadores

- ¿Con qué medios prácticos ayudar a los seminaristas a “acoger en la obediencia” a la Iglesia y sus enseñanzas? Por ejemplo, ¿se ha hablado en sus seminarios de la reciente instrucción “Dignitas personae” sobre algunas cuestiones de Bioética? ¿qué acogida se le ha dado?

Al respecto me permito volver a citar un fragmento de la lectura del presente tema que dice:

“Un centro de formación de futuros sacerdotes es una verdadera comunidad eclesial. Una de sus principales funciones es ir fraguando en los seminaristas auténticos hombres de Iglesia. No funcionarios de la Iglesia, sino cristianos que aman sinceramente a esa "ecclesia" que Cristo fundó y amó. Es preciso lograr que los seminaristas vayan madurando en un amor profundo hacia la Iglesia; un amor real que vela, que sufre, que ora, que lucha, que disculpa, que exalta, que capta los latidos de esta madre. Un amor que, como todo amor verdadero, es a la vez afectivo y efectivo. Un amor que la medita en la fe, la acoge en la obediencia, la dilata en el apostolado, la santifica en su vida”.

De acuerdo con lo anterior en las reuniones formativas, en las homilías, en las clases y demás espacios propios de una casa de formación se inculca en los seminaristas ese amor afectivo y efectivo por la Iglesia. Se trata de un trabajo de sensibilización o concientización sobre la importancia de las enseñanzas de la Iglesia que es su vez se esfuerza ser fiel al Evangelio. Además la vida diaria en el seminario constituye una experiencia de Iglesia que vale la pena vivir de la mejor manera. A los formandos hay que darles razones o argumentos válidos acerca de las enseñanzas de la Iglesia de modo que ellos comprendan que una pretendida permisividad de los criterios de la Iglesia no ofrece soluciones reales a los problemas que se presentan en la sociedad.

En cuanto a la reciente instrucción, reconozco que todavía no la he trabajado en profundidad con los estudiantes de filosofía, sin embargo en su primer párrafo de las conclusiones ilustra la situación de prevención hacia las enseñanzas de la Iglesia:


“A veces se ha se ha oído la acusación de que la enseñanza moral de la Iglesia contiene demasiadas prohibiciones. En realidad, esa enseñanza se funda en el reconocimiento y la promoción de los dones que el Creador ha concedido al hombre; dones como la vida, el conocimiento, la libertad y el amor. Un reconocimiento especial merece, por tanto, no sólo la actividad cognoscitiva del hombre, sino también aquélla de orden práctico, como el trabajo y la actividad tecnológica. Con estas últimas, en efecto, el hombre, participando en el poder creador de Dios, está llamado a transformar la creación, ordenando sus muchos recursos en favor de la dignidad y el bienestar integral de todos y cada uno de los hombres, y a ser también el custodio de su valor e intrínseca belleza”.
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Hilario Cedeño Chávez
Esporádico


Registrado: 20 Nov 2008
Mensajes: 30

MensajePublicado: Vie Feb 06, 2009 7:55 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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Foro 16. ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Comom ha expresado otros sacerdotes, creo que la diferencia es evidente. Para un hombre de Iglesia la clave será el amor afectivo y efectivo, como ha señalado el tema. Por ella habrá entrega, acogida, sacrificio, oración, creatividad para servirla mejor cada día, preocupación por la formación, por la atención a niños, adolescentes y jóvenes, la iglesia del futuro.
En cambio el "funcionario" se preocupará más por un horario, por lo mínimo, por un sueldo, etc. Y ahí está nustro reto como pastorres y como futuros pastores.

Y ¿cómo formar un hombre de Iglesia?, creo que el testimonio de los formadores de seminario y casas de formación será el elemento fundamental de formación, además de facilitar a los seminaristas servir, entregarse a la Iglesia con sus bondades y limitaciones.

Hilario msps.
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JULIAN RAMIRO JOVEN CADEN
Esporádico


Registrado: 03 Dic 2008
Mensajes: 37
Ubicación: COLOMBIA - DIÓCESIS DE NEIVA - SEMINARIO MAYOR DE SAN ESTEBAN

MensajePublicado: Vie Feb 06, 2009 8:17 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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- ¿Con qué medios prácticos ayudar a los seminaristas a “acoger en la obediencia” a la Iglesia y sus enseñanzas? Por ejemplo, ¿se ha hablado en sus seminarios de la reciente instrucción “Dignitas personae” sobre algunas cuestiones de Bioética? ¿qué acogida se le ha dado?

Efectivamente es necesario grabar en el corazón y en el entedimiento del seminarista, que su respuesta vocacional es al sacerdocio católico. Por tanto, adquiere también un compromiso eclesial. Es urgente también insitir en la Iglesia como cuerpo místico de Cristo, hacer comprender que ella no es sólo una institución humana sino también divina.

Es también clave que el seminarista se sienta miembro activo de la Iglesia, que se considere vinculado en el cuerpo; de suerte que pueda experimentar la alegría y el dolor eclesial.

La cercanía del obispo, el trato cordial de los formadores, el conocimiento del Magisterio, el conocimiento teórico y experiencial de la iglesia particular, la oración por la Iglesia y la actividad pastoral, irán fraguando en el seminarista el amor por su comunidad (IGLESIA). Y cuando se ama se obedece, es decir, nos ligamos de corazón.

También considero que un detalle concreto para crecer en la obediencia a Iglesia es la obediencia por las normas de la institución Seminario. ¿Cómo irá a obedecer en la Iglesia quien desde ahora no obedece en su Seminario?

En las aulas de clase ciertamente existe la posibilidad para el debate académico; pero siempre nos hemos de quedar con algunos principios que nos unifiquen y nos den claridad de entendimiento. No es inusual que algunos seminaristas todo lo debatan y nada les satisfaga; allí hay clara obstinación y terquedad. El formador, con paciencia celestial, debe conducir al seminarista por el camino de la sensatez y humildad. Eso sí, sin cortarle las alas de la investigación.

El formador debe ser un amante del estudio eclesial. No solamente andar leyendo cosas de Iglesia obviamente; pero sí interpretándolo todo como hombre de Iglesia. Nuestros seminaristas deben percibir que grandes estudiosos que se procupan por dar una respuesta más allá de "PORQUE ASÍ LO DICE LA IGLESIA Y PUNTO" NO! hay que argumentar con criterios serios y eclesiales.
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René Héctor Martíinez Mez
Esporádico


Registrado: 01 Sep 2008
Mensajes: 67

MensajePublicado: Vie Feb 06, 2009 10:10 pm    Asunto: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal?
No.
¿en qué se nota?
Mucho se habla de una Iglesia Universal y en algunos sacerdotes hay tendencias a:
• Criticar el trabajo de otros párrocos.
• Criticar la feligresía de la parroquia vecina
• El establecer que mi obligación es visitar cierta parroquia porque es la que me corresponde según la distribución geográfica.
En lo personal pienso que tales actitudes no contribuyen u obedecen a una Iglesia Universal y menos por amor y celo de esta.
Esto sin tomar en cuenta la actitud de ciertos sacerdotes que motivan a retirarse o buscar otras congregaciones fuera del catolicismo.
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Monica L. Moreno y G.
Asiduo


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MensajePublicado: Sab Feb 07, 2009 12:35 am    Asunto: Comentario Resouesta
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Responder citando

- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal?

Bueno, de los sacerdotes que conozco, podríamos decir que el 90%,si tienen ese interés, no solo por su Iglesia Local, sino también se les nota y hablan de los problemas de la Iglesia Universal, también piden ayuda y que oremos por ella.

El 10 % que no se siente tan ligado a los problemas de la iglesia Universal, dicen que ya tienen suficiente con los problemas de su parroquia, como para tener más.

Inclusive, estos son los que les falta mas oración y entrega y han caído en la RUTINA. por este tipo de sacerdotes creo que debemos orar mas.

Como feligreses llego a notar que el 60% de los problemas de la Iglesia Universal, están tan lejos, como si fueran en otro mundo, que no pueden ni deben ayudarla y comenta que se encarguen otros, que ellos ya tienen muchos problemas

¿En qué se nota?

En su forma de expresión, los Sacerdotes entregados a un compromiso, sienten la necesidad de abrazar al cuerpo Místico de Cristo, y contagian esas ganas de hacer mas por nuestra Iglesia.
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Oscar Piñango
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MensajePublicado: Sab Feb 07, 2009 12:35 am    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”?

La Iglesia como parte de nuestra vida cristiana nos conduce a ser hombres apegados a la fe y la doctrina de la Iglesia, más aún cuando habiendo experimentado la experiencia y gracias del llamado de Cristo nos invita a vivirla y testificarla cada día. Ser hombre de Iglesia es buscar ser como Cristo, es decir, buscar la perfección de la santidad. Cuando hemos entendido que somos parte de ella y la construimos todos los días, estaremos respondiendo a ese llamado. El ser de Iglesia exige compromiso, entrega y amor total a aquél que dio la vida por nosotros y la instituyó para que siguiera dando frutos cada día. La dedicación que se tiene es por convicción y en total libertad de presentarla y vivirla, por eso no podemos ser simples funcionarios de Iglesia, porque como su término lo indica, un funcionario es una persona que realiza una labor muchas veces por obligación, esperando una remuneración a cambio, y se da muchas veces que su labor no está acorde con su vocación, por lo que no se puede ser un simple funcionario en la Iglesia, porque estaríamos haciendo solo un trabajo que espera remuneración, en cambio ser de iglesia esta en la convicción de que el Amor de Dios siempre estará con nosotros y el pago ya lo recibimos en la Cruz, desde allí aprenderemos a vivir en la prosperidad de Cristo.

¿Cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Un hombre de Iglesia primero se forma en sí mismo, por convicción y decisión propia, libre y espontáneamente, este primero paso es el camino que se abre para crecer como hombres de Iglesia, creo que es diverso el estilo de formación, dependiendo de cada persona, pero no se puede dejar de lado el estudio, la meditación, la oración, el compromiso con las parroquias, la orientación pastoral y espiritual, son parte de esta formación.
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Oscar
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INESGLZZ
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MensajePublicado: Lun Feb 09, 2009 5:47 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal?
Si

¿en qué se nota?
En la obediencia que como sacerdotes tienen al Padre Celestial, porque es una obediencia distinta a la ordinaria debe ser igual a la obediencia que tiene Cristo al Padre y universalmente asi es con el sacerdote. El sacerdote debe ser un reflejo de Cristo dentro de toda la iglesia.
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MCDelgadillo
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MensajePublicado: Lun Feb 09, 2009 11:48 pm    Asunto: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?
Cumplir su apostolado de manera en que refleje en sus obras el amor a Dios, a María Santísima a la Iglesia, a su sacerdocio y a su comunidad.
Servir con amor y trasmitir con entusiasmo su vida espiritual llena de fe, esperanza y caridad. Ser digno testimonio de vida sacerdotal y vivir en obediencia, “castidad”, humildad, pobreza como miembro de nuestra Iglesia a imitación de su fundador que es Jesucristo nuestro Señor. Solamente así pueden demostrar su amor a la Iglesia.
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73107943
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MensajePublicado: Mar Feb 10, 2009 2:44 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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FORO CAPITULO16

Como dice el Credo, la Iglesia es Una, Santa y Apostólica, por lo tyanto al ser Una, en comunión con Cristo, todas las actividades deben ser universales. Pero esta vasto el territorio que a veces no se llega a vivenciar este aspecto.
Hablando del sacerdote de mi comunidad, se evidencia su preocupación a nivel local mediante la evangelización, mediante un compromiso misionero en toda la comunidad, que todos conozcan a Cristo, lo vivencien.
También se evidencia mediante la creación y fortalecimiento de las diferentes pastorales, especialmente la Profética, la Litúrgica, la vocacional y la Juvenil, sin dejar de lado las otras, ya que todas son complementos de todas.

Pedo a nivel unversal, creo que hace falta un poco, he sugerido que se lean, a nivel de catequésis, los Documentos que su Santidad el Papa emite o redacta para crecimiento espiritual de la comunidad. Esta sugerencia está en proyecto; se realizaría diez a quince minutos antes de las Eucaristías dominicales.
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Jorge Batista
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MensajePublicado: Mie Feb 11, 2009 1:36 am    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Un hombre de iglesia es aquel capaz de amar, perdonar y servir poniendo su centro y norte en Cristo, un funcionario es aquel que realiza acciones buenas por cumplir un precepto u obligación.

- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?

gracias a Dios en muchos pastores se les nota el nexo entre la iglesia particular y la iglesia universal, por ende siempre se propone tanto en las oraciones, como iniciativas pastorales que promuevan la unidad entre la iglesia local y universal
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Ma Socorro A. Reyes López
Asiduo


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MensajePublicado: Mie Feb 11, 2009 4:57 pm    Asunto: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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Otros participantes
- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?
El sacerdote ama a la Iglesia porque Cristo la amó, y como él la amó. Ella es madre y maestra de su fe cristiana, continuadora de la misión del Señor y principio de su Reino en la tierra. Su misma vocación cristiana y sacerdotal ha nacido en la Iglesia y se alimenta de ella. Es consciente de que ha sido escogido por Cristo como sacerdote de la Iglesia y para la Iglesia, y que ella ha confirmado esa elección y le ha consagrado en nombre de Dios.
El Padre Juan José Rodríguez Mesa, escribe:
Juan José Rodríguez Mesa Publicado: Vie Feb 06, 2009 7:29 pm Asunto:
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Formadores
- ¿Con qué medios prácticos ayudar a los seminaristas a “acoger en la obediencia” a la Iglesia y sus enseñanzas? Por ejemplo, ¿se ha hablado en sus seminarios de la reciente instrucción “Dignitas personae” sobre algunas cuestiones de Bioética? ¿qué acogida se le ha dado?
Al respecto me permito volver a citar un fragmento de la lectura del presente tema que dice:
“Un centro de formación de futuros sacerdotes es una verdadera comunidad eclesial. Una de sus principales funciones es ir fraguando en los seminaristas auténticos hombres de Iglesia. No funcionarios de la Iglesia, sino cristianos que aman sinceramente a esa "ecclesia" que Cristo fundó y amó. Es preciso lograr que los seminaristas vayan madurando en un amor profundo hacia la Iglesia; un amor real que vela, que sufre, que ora, que lucha, que disculpa, que exalta, que capta los latidos de esta madre. Un amor que, como todo amor verdadero, es a la vez afectivo y efectivo. Un amor que la medita en la fe, la acoge en la obediencia, la dilata en el apostolado, la santifica en su vida”.
De acuerdo con lo anterior en las reuniones formativas, en las homilías, en las clases y demás espacios propios de una casa de formación se inculca en los seminaristas ese amor afectivo y efectivo por la Iglesia. Se trata de un trabajo de sensibilización o concientización sobre la importancia de las enseñanzas de la Iglesia que es su vez se esfuerza ser fiel al Evangelio. Además la vida diaria en el seminario constituye una experiencia de Iglesia que vale la pena vivir de la mejor manera. A los formandos hay que darles razones o argumentos válidos acerca de las enseñanzas de la Iglesia de modo que ellos comprendan que una pretendida permisividad de los criterios de la Iglesia no ofrece soluciones reales a los problemas que se presentan en la sociedad.
En cuanto a la reciente instrucción, reconozco que todavía no la he trabajado en profundidad con los estudiantes de filosofía, sin embargo en su primer párrafo de las conclusiones ilustra la situación de prevención hacia las enseñanzas de la Iglesia:
“A veces se ha se ha oído la acusación de que la enseñanza moral de la Iglesia contiene demasiadas prohibiciones. En realidad, esa enseñanza se funda en el reconocimiento y la promoción de los dones que el Creador ha concedido al hombre; dones como la vida, el conocimiento, la libertad y el amor. Un reconocimiento especial merece, por tanto, no sólo la actividad cognoscitiva del hombre, sino también aquélla de orden práctico, como el trabajo y la actividad tecnológica. Con estas últimas, en efecto, el hombre, participando en el poder creador de Dios, está llamado a transformar la creación, ordenando sus muchos recursos en favor de la dignidad y el bienestar integral de todos y cada uno de los hombres, y a ser también el custodio de su valor e intrínseca belleza”.

Jose Mauricio Altamirano, escribe:
José Mauricio Altamirano Publicado: Jue Feb 05, 2009 5:29 pm Asunto: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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”Que la paz de Nuestro Señor Jesucristo este con todos ustedes”
Otros participantes
- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?
Definitivamente yo pienso que si, claro para los ojos de algunos a lo mejor no, lo cual respeto mucho.
Pero yo mas creo que es falta de interés nuestro, como feligreses, el poder valorar la labor que hace un párroco o sacerdote en general, especialmente si logramos darnos cuenta de cómo viven algunos de ellos, me refiero a condiciones de vivienda, alimentación, compañía, especialmente los diocesanos, pues ya dije antes, que en este sentido tienen un poco de ventaja los que pertenecen a alguna congregación o que viven en comunidad.
Tampoco podemos perder de vista, que desde su llamado al seminario recibe un llamado de Dios, Espíritu Santo y por ello, recibe en las diferentes etapas de su vida, ayuda de El mismo Espíritu de Dios.
Pero tampoco podemos perder de vista que son humanos, y como tales , tienen debilidades; momentos de flaquezas; la soledad en que viven algunos, me refiero a soledad terrenal, pues ellos siempre tienen la gran ventaja de estar acompañados por ese mismo Espíritu; pero eso no quiere decir que su calidad humana los hace débiles en algunos momentos.
En este entorno, yo estoy seguro que si es notorio el interés de los sacerdotes y no solo por la Iglesia Local, sino también por la Iglesia Universal, pues lo que yo logro visualizar es que se esmeran por cumplir los mandatos de la Iglesia Universal, para beneficio de la Iglesia local, que somos nosotros mismos, los feligreses.
La celebración de La Eucaristía, confesar, su obediencia y sumisión al Obispo, atender a tantos feligreses en mucos casos hasta en situaciones que nada tiene que ver con su labor pastoral o eclesial. Estar para resolver problemas de todo tipo, escucharlos y dar soluciones.
Atender grupos de apoyo de la parroquia, asistir a retiros espirituales por lo menos 2 o 3 veces al año.
Actualizarse, estar al tanto de las últimas publicaciones del Vaticano, etc.
La disponibilidad de prestar siempre un servicio, el deseo de ayudar a otros, dentro de las limitaciones mismas.
Un abrazo fraterno a todos
Mauricio
“Cuando sientas que ya no sirves para nada, todavía puedes ser Santo”(San Agustín)

En el pensamiento existencialista, el hombre con libertad, toma su destino personal en sus propias manos, y en lo espiritual trasciende a través de la fe y se establece a sí mismo en Dios. En el existencialismo la persona humana ocupa el lugar privilegiado en el mundo. El sacerdote vive el silencio en comunión con el Espíritu Santo, en un entorno de despersonalización, de masificación social, de falta de vida interior y con una libertad sin compromiso que promueve la sociedad actual. El sacerdote busca un sentido profundo a la vida de cada miembro de su comunidad, dentro de un ambiente en que pasa desapercibido la dignidad del hombre, el respeto a la vida humana, indiferencia al dolor, a la muerte, al futuro de la sociedad, indiferencia a la corporalidad del hombre como persona humana única e irrepetible y que anhela encontrar el sentido de vida que lo lleve a su trascendencia.

Para que fragüe el amor afectivo es primordial, como siempre, el conocimiento profundo de la Iglesia. Conocimiento teológico serio, y conocimiento cordial de su realidad viva y actual. Se pueden organizar actividades para entrar en contacto con las diversas instituciones de la diócesis, comenzar a colaborar en los planes de pastoral para familiarizarse con su realidad desde dentro, etc. Recordémoslo: quien no conoce no ama. Y como resultado la motivación a sacerdotes que viven en lugares apartados, para que vean el movimiento que se está generando en la Iglesia y que con profundo amor estamos realizando todos unidos en comunión con Dios, Señor Nuestro y Creador del Universo. Es mucho el trabajo que tenemos que realizar, pero los primeros cristianos nos dejaron una profunda enseñanza de amor y sacrificio.
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Hilario Cedeño Chávez
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Registrado: 20 Nov 2008
Mensajes: 30

MensajePublicado: Mie Feb 11, 2009 5:54 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Responder citando

Foro 17: El Discernimientop de las vocaciones

1.- ¿Qué opinan del papel del psicólogo en el proceso de discernimiento y formación?

Que el Psicólogo es un apoyo importante y necesario. Ayuda al joven a conocerse y a obtener herramientas para manejar sus conflictos. Como últimamente ha declarado la Iglesia: conservando su competencia, es un apoyo indispensable en el discernimiento y formación de los candatos al sacerdocio o Vida Consagrada.

2.- ¿Se le ha dado más o menos importancia de la que tiene su apoyo?
Desconozco lo que pase hoy en los Seminario o casas de formacdión, pero en el caso de mi Comunidad, desde hace años SE LE HA DADO SU IMPORTRANCIA. En la etapa de Aspirantad y sobre todo de Postulantado, pedimosa cada candidato que lleve acompañamiento psicológico al menos un año. En las etapas de Frmación, cuandop el caso lo requiera, se pide al formando que lleve Terapia.

Un abrazo. Hilario msps.
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SERGIO SANCHEZ
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Registrado: 19 Nov 2008
Mensajes: 35

MensajePublicado: Mie Feb 11, 2009 9:36 pm    Asunto: tema 16
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Responder citando

- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”?
PARA MI EL HOMBRE DE IGLESIA ES AQUEL QUE NO SOLO ESPERA A QUE LLEGUEN LAS PERSONAS NECESITADAS DE DIOS, SINO QUE SALE A PREDICAR CON SU PALABRA Y OBRAS A CRISTO, EL HOMBRE DE IGLESIA DA LA VIDA POR CRISTO Y POR LAS COSAS DE CRISTO. ESPERANDO SOLO UNA COSA EL AMOR DE DIOS Y SU GRACIA

Y EL FUNCIONARIO ES SOLO AQUEL QUE VA POR UN SALARIO QUE NO HACE MAS DE LO QUE LE TOCA Y NO LE INTERESA SI SE PIERDE UNO O DOS O MIL PARA EL LE DA LO MISMO.

¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?
EN MI FORMA DE PENSAR, PRIMERO CONOCIENDO NADIA AMA AQUELLO QUE NO CONOCE, Y NO PODEMOS AMAR A CRISTO Y A SU IGLESIA SI NO LO CONOCEMOS, DESPUES DE CONOCERLO Y AMARLO, TRABAJAR POR EL
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MCDelgadillo
Esporádico


Registrado: 11 Mar 2007
Mensajes: 93

MensajePublicado: Jue Feb 12, 2009 2:13 am    Asunto: 17. El discernimiento de las vocaciones
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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¿Cómo identificas a un joven que probablemente pueda ser llamado al sacerdocio?
El llamado de Dios desde la infancia da claridad en el discernimiento de la vocación, sin embargo, vemos que tarde puede encontrarse una verdadera conversión y vocación auténtica, madura, honesta y sincera, cuyo amor a Dios se convierta en su única razón de vida.

¡Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!
Y ves que tú estabas dentro de mí y yo fuera,
Y por fuera te buscaba;
Y deforme como era,
Me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste.
Tú estabas conmigo mas yo no lo estaba contigo.
Me retenían lejos de ti aquellas cosas
Que, si no estuviesen en ti, no serían.
Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera:
Brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera;
Exhalaste tu perfume y respiré,
Y suspiro por ti;
Gusté de ti, y siento hambre y sed;
Me tocaste y me abrasé en tu paz.
"Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti"
San Agustín


De joven puede manifestarse la vocación en forma compleja, pero es importante que el aspirante pertenezca a una familia honesta, piadosa y religiosa. Que desde niño haya recibido una buena educación y crecido en un ambiente sano familiar, social y psicológicamente. Que sea un joven con la salud y madurez física, psíquica y mental, conforme a su edad cronológica. Que sea un joven inteligente, claramente responsable y honesto; que tenga un sincero y profundo amor a Dios, a la Virgen, a la Iglesia; que posea la capacidad y generosidad para el servicio y este dispuesto a la convivencia y relación con los demás. Que sus experiencias, actitudes y comportamiento de vida familiar, social y espiritual, sean evidente prueba de su disposición a responder al llamado que Dios le hace.

Quien recibe el llamado a temprana edad en la niñez o adolescencia, muchos rasgos de su conducta pueden ser reflejo de su futura vocación; la bondad de corazón se refleja en su comportamiento; la generosidad, el amor y caridad en el trato a sus padres y hermanos, la disposición en el servicio, comedimiento en el trabajo y cumplimiento de sus obligaciones. Sus inclinaciones e intereses son claro indicio de su futura vocación.
Si en familia se hace oración, el niño gusta de hacer oración; si su familia es generosa y realiza buenas obras el niño aprende y se interesa en ayudar y realizar actividades de apostolado y ayuda al necesitado; si creció en un ambiente con cultura religiosa, el niño se interesa en el conocimiento de las cosas de Dios; si desde el hogar vivió en un ambiente limpio, ordenado, con disciplina y practicando valores el niño seguirá viviendo adquirirá esos hábitos y amará vivir en la limpieza, orden, disciplina y practicando los valores; amor a la verdad, honestidad, justicia, respeto, sinceridad… Si las enseñanzas fueron trasmitidas con amor será dócil al aprendizaje de sus orientadores y anhelará ser mejor cada día. Si creció en familia practicando valores llegará a ser un auténtico sacerdote.

¿Cómo podemos ayudar los laicos en la pastoral vocacional de la Iglesia?
Principalmente con la oración, impartiendo conferencias de orientación a los padres de familia, participando en actividades espirituales en el ambiente educativo o parroquial. Capacitando a los jóvenes y catequistas para que sepan orientar y guiar a la niñez espiritualmente y sean ejemplo a seguir en la vida espiritual de los más jóvenes.
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peedson
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Registrado: 19 Nov 2008
Mensajes: 34
Ubicación: Brasília - DF - Brasil

MensajePublicado: Jue Feb 12, 2009 12:11 pm    Asunto: Re: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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Otros sacerdotes y seminaristas
- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

--------------------------

El funcionario apenas cumple sus funciones, en el horario pre establecido, encuanto que el hombre de Iglesia lo es todo el tiempo e no solo en horas "marcadas". Debe vivir en función de la Iglesia, todas sus preocupaciones, alegrias, tristezas, etc, todo es por y en la Iglesia. mismo en sus momentos de lazer, la Igelsia esta presente en el e con el.

Un hombre de Iglesia se forma con el tiempo también. Poco a poco los formadores deben ir impregando el seminarista con el "sensus ecclesiae", a fin de que el tenga consciencia de que es parte de la Iglesia e esta es parte de el. El formador debe despertar nel seminarista el interés por todo lo que se refiere a la Iglesia, manteniendolo informado sobre las acciones locales e universales de la Iglesia e hacendolo sentir la importancia de cada cosa a ella relaccionada.
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MARCELO M
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Registrado: 23 Nov 2008
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MensajePublicado: Jue Feb 12, 2009 6:27 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?
Pues ser “hombre de Iglesia” significa darse de lleno a su llamado, sentir que esta encargado de una misión que no puede delegar, a diferencia que el funcionario que cumple tramites, despacha documentos, ordena y espera una remuneración. Pienso que es clara la diferencia. Formarlo es hacerle comprender al candidato que su llamado es a darse por completo a su ministerio, sin mirarlo como un empleo.
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Sergio Héctor Casas Silva
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Registrado: 16 Feb 2007
Mensajes: 31

MensajePublicado: Jue Feb 12, 2009 8:54 pm    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Un hombre de Iglesia es un hombre lleno de amor a Dios y, por eso, de amor a la Iglesia también.

Un funcionario de la Iglesia es un simple empleado administrativo.

Un hombre de Iglesia se forma con la preparación intelectual, emocional.afectiva, moral y espiritual adecuada según las enseñanzas infalibles del Magisterio Pontificio.
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P. Tobias Murillo Gil
Esporádico


Registrado: 24 Nov 2008
Mensajes: 41

MensajePublicado: Sab Feb 14, 2009 1:04 am    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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Foro 16 Otros Sacerdotes y Seminaristas
- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Me parece que la diferencia es muy marcada. El hombre de iglesia ama lo que hace y lo hace para dar crecimiento a su Iglesia. No por cumplir y mucho menos por aparentar que lo que hace, lo hace bien.
El funcionario despacha, cumple lo que hace como una tarea, no como una misión. Lo que no se ama, simplemente se hace por cumplir y quedar bien,

-La conciencia de ser Iglesia en fundamental y creo que se comienza a formar desde el hogar. Un buen hogar es un lugar donde se vive la Iglesia Domestica y por lo tanto se aprende a amar a la Iglesia Universal. Claro está, que el Seminario es un lugar donde se ex clarecen los conceptos sobre la Iglesia y conociéndola, se le aprende a amar, así como es: Santa y Pecadora.
_________________
Jesus:"Me amo y se entego por mi"

P. Tobias
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P. Tobias Murillo Gil
Esporádico


Registrado: 24 Nov 2008
Mensajes: 41

MensajePublicado: Sab Feb 14, 2009 1:40 am    Asunto:
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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Foro 16 Otros Sacerdotes y Seminaristas
- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Me parece que la diferencia es muy marcada. El hombre de iglesia ama lo que hace y lo hace para dar crecimiento a su Iglesia. No por cumplir y mucho menos por aparentar que lo que hace, lo hace bien.
El funcionario despacha, cumple lo que hace como una tarea, no como una misión. Lo que no se ama, simplemente se hace por cumplir y quedar bien,

-La conciencia de ser Iglesia en fundamental y creo que se comienza a formar desde el hogar. Un buen hogar es un lugar donde se vive la Iglesia Domestica y por lo tanto se aprende a amar a la Iglesia Universal. Claro está, que el Seminario es un lugar donde se ex clarecen los conceptos sobre la Iglesia y conociéndola, se le aprende a amar, así como es: Santa y Pecadora.
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P. Tobias
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Jacobo Ventura Pérez
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Registrado: 21 Jun 2008
Mensajes: 43
Ubicación: Tampico Tamaulipas

MensajePublicado: Sab Feb 14, 2009 3:56 am    Asunto: Respuestas de lección 16
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
1.- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no solo por la iglesia local sino también por la iglesia universa? ¿En que se nota?

[b]R.- Yo me considero una persona con poca visión a este respecto. Pero desde mi óptica no veo un interés sobresaliente por la Iglesia Universal.

Considero que cada párroco busca jalar agua para su molino. Observo que se capacitan en forma diversa para atender las necesidades de sus feligreses, pero esto también puede ser por puro Ego.

Muchas personas piensan que mediante la plegaria universal, esto es pedir por el papa, por el obispo, etc.,
La verdad yo considero Que el interés y preocupación de demuestran mediante lo que hacemos dia a dia en nuestras actividades cotidianas.

Somos seres humanos muy frágiles y falibles, cometemos errores con nuestros hermanos (palabra, obra y omisión), nuestra Iglesia se tambalea si la comparamos con otras religiones, sectas o denominaciones, porque incurrimos en múltiples errores.

Es bueno pedirle a Dios nos ilumine y muestre el camino de la Verdad, el camino de vida, mediante el cual podemos trascender espiritualmente, hasta ser un todo con él.
[/b]
Me despido
Cordialmente



La Paz de Cristo sea contigo.
_________________
Ventura
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rodrigofcleon
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Registrado: 20 Nov 2008
Mensajes: 43

MensajePublicado: Dom Feb 15, 2009 2:54 am    Asunto: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María.
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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¡VTR!

Estimados en Cristo,

¡Muy feliz día del amor y la amistad! Que Jesucristo -el Amigo que nunca falla- les colme de regalos y bendiciones.

Me gustó mucho lo que dice sobre las diferentes facetas del amor a María:

Al pensar en la formación espiritual del seminarista no podemos olvidar esta faceta de la espiritualidad sacerdotal. No se trata de enseñarle a tener "devociones", sino "devoción", la auténtica, riquísima y sólida devoción que la Iglesia nutre hacia la Madre de Dios.

Esta única devoción de la Iglesia se despliega en diversas facetas. Se hace veneración profunda, cuando medita sobre la singular dignidad de la Virgen, convertida por obra del Espíritu Santo en madre de Cristo; en amor ardiente, cuando considera la maternidad espiritual de María para con todos los miembros del Cuerpo Místico; en confiada invocación, cuando se acoge a la intercesión de su abogada y auxiliadora; en servicio de amor, cuando descubre el ejemplo de la humilde sierva del Señor que se ha convertido en reina de la misericordia; en operosa imitación, cuando pondera la santidad y las virtudes de la "llena de gracia"; en conmovida admiración, cuando todavía peregrina en la tierra, contempla en Ella como en una imagen purísima, todo lo que desea y espera; en atento estudio, cuando reconoce en la cooperadora del Redentor el cumplimiento profético de su mismo futuro.


Dicen por ahí que para llegar a Jesucristo hay muchos caminos, pero María es como una autopista de seis carriles, en la que podemos estar seguros de que llegaremos a la meta.

Les invito a todos -especialmente a los sacerdotes- a profundizar en la relación con María, pues Ella, aunque no nos demos cuenta, siempre está con ustedes.

¡Que Dios les bendiga!

_________________
Afectísimo en Cristo,
Rodrigo Fernández de Castro De León
REGNUM CHRISTI
MÉXICO
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marta aguirre
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MensajePublicado: Dom Feb 15, 2009 6:28 am    Asunto: 16. El Sacerdote y la Iglesia. El Sacerdote y María
Tema: 16. El sacerdote y la Iglesia. El sacerdote y María
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Formadores
- ¿Con qué medios prácticos ayudar a los seminaristas a “acoger en la obediencia” a la Iglesia y sus enseñanzas? Por ejemplo, ¿se ha hablado en sus seminarios de la reciente instrucción “Dignitas personae” sobre algunas cuestiones de Bioética? ¿qué acogida se le ha dado?

Otros sacerdotes y seminaristas
- ¿Cuál sería la diferencia entre un “hombre de Iglesia” y un simple “funcionario de la Iglesia”? ¿cómo se forma “un hombre de Iglesia”?

Otros participantes
- ¿Se nota en los sacerdotes el interés y preocupación no sólo por la Iglesia local sino también por la Iglesia universal? ¿en qué se nota?

Todos los cristianos estamos llamados a ser Iglesia. Cuando tomamos la Eucaristia nos convertimos en templos de Dios y su divina madre es nuestra madre del Reino de los Cielos, si el sacerdote es conciente de SER IGLESIA Y QUE NO ESTA SOLO, SINO QUE SU MADRE DEL CIELO ESTA JUNTO A ÉL Y A TODA LA IGLESIA, SERA UN MIEMBRO EFICAZ DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO Y SEMBRADOR EFECTIVO DE SU AMOR MISERICORDIOSO. Siguiendo obedientemente las instrucciones del Papa y de su 0bispo.Amén..
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