20. Formación Humana: Dimensión moral y comportamiento socia

[bonny]

- Las formas externas son espejo del alma.

Estoy de acuerdo con la frase..

¿No es una “cuestión cultural” el tema aquí tratado (educación social, distinción y cortesía, etc.)

Si para una persona sin vida espiritual y no para quien la conozca

Un buen cristiano sabe que Jesús hace más de 2000 años fue el modelo y el origen de todas estas formas de gran belleza que ennoblecen al ser humano

“Desde ese momento la figura humana del Salvador, su modo de hablar, de acoger, de dialogar, de sonreír, y hasta su porte externo, se convirtieron en signo e instrumento de salvación. La gente se sentía atraída por su personalidad, estaba a gusto con él.”

Considero que la sociedad a través de los años, las fue adoptando hasta llegar hacerlas parte de la cultura, distorsionando el verdadero sentido

Porque frecuentemente se toman como un valor agregado a la persona, algo que distingue y los hace menos o más con respecto de los demás

Pero definitivamente una persona con vida espiritual las vive y las expresa de una forma diferente a quien solo las ha aprendido por cultura, porque lo que se tiene en el corazón, tarde o temprano sale por la boca....y los actos

Saludos

[Ronald La Barrera Villarr]

La formación de la conciencia en un seminarista es muy importante para cuando llegue al sacerdocio. Bien sabemos que hay uchos tipos de cocniencia y tenemos que formar al seminarista con una conciencia recta y verdadera. Si el seminarista no es formado de esta manera, cree que podría dar un buen consejo a personas que llegan a consultar casos de conciencia?
Es bastante triste ver a una persona que llega a consultarte algo y te dice, el P. Fulano me dijo que podia comulgar, cuando según la doctrina de la Iglesia no lo permite. O que te dicen el P. Sutano me dijo que eso no era malo y vemos que según el Catecismo es malo.
De allí la necesidad de ser formados en una buena conciencia, no solo para no confundir a nuestros fieles sino también para no ir contra la doctrina de la misma Iglesia

[paisaschp]

¿Qué importancia dan los formadores a la virtud de la sinceridad y a la formación de la conciencia? ¿Qué opinan del ejemplo que se cita en el texto: que los seminaristas hagan sus exámenes en su habitación confiando en su sinceridad?

La sinceridad en el seminarista es lo que garantiza –desde mi punto de vista – la calidad del proceso formativo, y que éste se esté dando. Normalmente cuando falta la sinceridad o no hay transparencia, quiere decir que el seminarista está buscando otros intereses y no se deja conducir por sus formadores. Tal vez haya antes la necesidad de la confianza, pero ambas van unidas y son una consecuencia de la otra.
Personalmente busco una conciencia formada a través de las opciones que tienen que hacer. No me gusta que los seminaristas tengan todo hecho, y prefiero cuando es posible que lleguen a circunstancias en las que tengan que realizar opciones, porque esos momentos son de especial interés para el acompañamiento personal y para el crecimiento. Creo que las opciones se realizan con frecuencia, y que de las opciones que mantenemos se llena nuestro día. Por eso la sinceridad no hay que buscarla tampoco en los grandes acontecimientos, sino en lo habitual.

[MANUEL HERNÁNDEZ PUJADAS]

20. Formación Humana: Dimensión moral y comportamiento social

Otros participantes.
Las formas externas son espejo del alma. ¿Están de acuerdo con la frase?
Sí, es cierto. El comportamiento externo de la persona es reflejo de cómo está su alma.

¿No es una “cuestión cultural” el tema aquí tratado (educación social, distinción y cortesía, etc.)?
Evidentemente. El sacerdote se tiene que integrar en la cultura de su época. Tiene que desarrollar los aspectos de trato y comportamiento social de forma que sea más eficaz su labor apostólica.

[Juan Carlos Soto Siovil]

Tema 20

¿Qué consecuencias positivas o negativas puede tener la formación de la conciencia de un seminarista de cara a su futuro ministerio?

R/ A mi manera de ver serian más las consecuencias positivas que las negativas y me atrevo a decir que si se forma en la conciencia no tendrá ninguna negativa.
El seminarista que tiene formación de la conciencia será un sacerdote y un cristiano transparente que de verdad podrá llevar a Dios a sus hermanos y hacerlo vivo y presente en el corazón de las comunidades , un seminarista formado en la conciencia es un sacerdote y un cristiano conciente de su pecado y de que debe hacer siempre o estar en continua conversión y oración, conoce el significado del pecado y que es pecar, un hombre formado en la conciencia es capaz de refrenar sus apetitos desordenados los cuales llevan al pecado, un hombre seminarista formado en la conciencia es capaz de ayudar a sus oyentes en las comunidades donde le toque trabajar a la búsqueda de una mejor formación y además un mejor acercamiento al Dios del perdón. Puede entonces formar a los demás y a él mismo en lo que es la conciencia del pecado.

La formación en la conciencia es de hecho importante puesto que moralmente va a tener claro que debe siempre actuar el bien y alejarse por tanto del mal ; esto pues le ayudara a tener en cuenta los valores objetivos de la realidad en la que vive y al tenerlos en cuenta por medio de ellos llegar a un puerto frente a la moralidad. Necesario y como consecuencia del conocimiento y formación en la conciencia es el fortalecimiento y dominio de la voluntad la cual expresa que mi vida esta dirigida según Dios y sus enseñanzas, en fin la formación en la conciencia es en gran manera importante porque ayuda al seminarista a prepararse para ser un buen sacerdote de la Iglesia con una gran responsabilidad con las almas que a su cargo y encargo va a tener que pastorear
Hno. Juan Carlos Soto Siovil. mbp.

[Juan Carlos Soto Siovil]

Tema 20

¿Qué consecuencias positivas o negativas puede tener la formación de la conciencia de un seminarista de cara a su futuro ministerio?

R/ A mi manera de ver serian más las consecuencias positivas que las negativas y me atrevo a decir que si se forma en la conciencia no tendrá ninguna negativa.
El seminarista que tiene formación de la conciencia será un sacerdote y un cristiano transparente que de verdad podrá llevar a Dios a sus hermanos y hacerlo vivo y presente en el corazón de las comunidades , un seminarista formado en la conciencia es un sacerdote y un cristiano conciente de su pecado y de que debe hacer siempre o estar en continua conversión y oración, conoce el significado del pecado y que es pecar, un hombre formado en la conciencia es capaz de refrenar sus apetitos desordenados los cuales llevan al pecado, un hombre seminarista formado en la conciencia es capaz de ayudar a sus oyentes en las comunidades donde le toque trabajar a la búsqueda de una mejor formación y además un mejor acercamiento al Dios del perdón. Puede entonces formar a los demás y a él mismo en lo que es la conciencia del pecado.

La formación en la conciencia es de hecho importante puesto que moralmente va a tener claro que debe siempre actuar el bien y alejarse por tanto del mal ; esto pues le ayudara a tener en cuenta los valores objetivos de la realidad en la que vive y al tenerlos en cuenta por medio de ellos llegar a un puerto frente a la moralidad. Necesario y como consecuencia del conocimiento y formación en la conciencia es el fortalecimiento y dominio de la voluntad la cual expresa que mi vida esta dirigida según Dios y sus enseñanzas, en fin la formación en la conciencia es en gran manera importante porque ayuda al seminarista a prepararse para ser un buen sacerdote de la Iglesia con una gran responsabilidad con las almas que a su cargo y encargo va a tener que pastorear
Hno. Juan Carlos Soto Siovil. mbp.

[Juan Carlos Soto Siovil]

Tema 21

¿Cuál es la importancia de estos aspectos de la formación espiritual de cara al futuro ministerio? O en otras palabras ¿Qué le recomienda a un seminarista en este tema?

Si bien es cierto hay que decir como dijo el santo Padre Juan Pablo II en su visita a Chile: “Sacerdote que no ora misa vacía y vida sin ningún sentido; sacerdote que ora misa viva, vida orientada a Dios y conquistador de al mas para Cristo” al tenor de estas palabras del venerable Juan Pablo II , hay que decir que la vida espiritual en un seminarista es una de los ámbitos de la formación mas importante casi el mas importante dentro de toda su formación puesto que se prepara es para santificar al pueblo de Dios y el debe ser santo o por lo menos estar en un camino mas perfecto que el de cualquier cristiano del ordinario. Seminarista que no reza y no cuida su vida espiritual jamás podría pensarse que será buen sacerdote pues es como digo la oración y vida espiritual el fundamento y el cimiento de esta vida futura dirigida acalla el sacerdocio ministerial.
El seminarista debe tener por obligación y más que por esto por convicción una vida espiritual fuerte enraizada en la oración., su vida interior, meditación personal, en la liturgia sacramental como fundante el sacramento de la Eucaristía, la confesión etc., y además el rezo de la liturgia de las horas donde se ira formando para la promesa que le hará a su obispo en el momento de su ordenación.

¿Cómo renueva el sacerdote su amor a la oración y su trato intimo con Cristo Eucaristía?
Evidentemente que el sacerdote debe ser otro Cristo y a m i manera de ver esta experiencia de querer ser otro Cristo desde su ordenación sacerdotal y a mi manera de ver esta experiencia la debe alimentar cada día, poniéndose en contacto con el Señor y entregarse confiadamente a El y pedirle que le ayude a ser cada vez y cada día mas fiel es importante decirle y orarle al Señor por la fidelidad. El sacerdote como dice hebreos es un hombre débil que debe ofrecer sacrificios por sus propios pecados y por los del pueblo así que siendo débil debe ponerse en las manos de Dios para que El, le haga fuerte en el camino que ha escogido y además poder ponerse en actitud de escucha al Señor.
El trato intimo con Jesús en la Eucaristía es propio del Sacerdote pues el es quien hace presente a Cristo para sus hermanos, de tal forma y toda vez que el sacerdote celebra la Eucaristía debe sentirse humillado delante de su Dios y a la vez premiado por tan alto menester que le toca desempeñar y solo allí poder decir al Señor como le dijeron los apóstoles “Señor alimenta, fortalece mi fe, para creer mas vivamente en ti”. Es el Sacerdote el depositario de la gracia y esa gracia debe estar presente en él en su vida y ministerio por el favor de Cristo Jesús que cada día lo llama a la conversión y al establecimiento de su reino.
Convendrá que el sacerdote tenga en cuenta todas las fiestas eucarísticas y solemnidades y las celebre con gran amor además de no dejar nunca de estar en contacto con la presencia viva de Jesús en el sagrario, visitándolo diariamente y sacando de esto el mejor provecho para su vida espiritual y de seguimiento al Señor que un día lo llamo.

Hno. Juan Carlos Soto Siovil. mbp.

[luis94]

Otros participantes
- Las formas externas son espejo del alma. ¿Están de acuerdo con la frase? ¿No es una “cuestión cultural” el tema aquí tratado (educación social, distinción y cortesía, etc.)?
Totalmente de acuerdo. Alguien una vez me dijo: “no solo hay que ser, sino también parecer”. Gran verdad. Si sólo me ocupo del “parecer”, pero no del “ser”, en algún momento se translucirá la incoherencia entre la apariencia que pretendo mostrar y la verdad de mi ser. Eso hará que yo no sea creíble. Lo más importante, sin duda, es “ser”. Pero mucho mejor es “ser” y “parecer” lo que soy. Eso nos hará coherentes con nosotros mismos, y la gente que se nos acerque percibirá esa coherencia fundamental, que nos hará creíbles.
Además, creo que las recomendaciones que se dan en este texto –brillante, por cierto- tales como tener una conciencia recta, ser sinceros, honestos, agradecidos, amables, firmes, alegres, naturales, serenos, corteses, personas de diálogo que, sobre todo, sepan escuchar, etc., son válidas no sólo para sacerdotes, sino también para todo cristiano. Forman parte del testimonio de vida con el cual podemos atraer y convencer al prójimo de las bondades de seguir a Cristo, mil veces más que con discursos y palabras bonitas o frases elocuentes.
Y creo que son virtudes que están más allá de circunstancias culturales (eso sería infravalorarlas como algo meramente exterior), sino que para mí son elementos más profundos, que hacen al interior de toda persona, independientemente de su historia personal, su ámbito cultural, su personalidad, su formación (si bien es cierto que estos factores influyen en el comportamiento). Uno puede desear y esperar que estas virtudes se den en cualquier persona, en cualquier parte del mundo, en cualquier cultura, y en cualquier tipo de personalidad. Es que son virtudes “humanas” (no fruto de la cultura o de una época).

[P. José Estebas Martínez]

¿Qué consecuencias –positivas o negativas– puede tener la formación de la conciencia en un seminarista de cara a su futuro ministerio?

Las consecuencias de una buena formación de la conciencia son vitales en un futuro sacerdote. En primer lugar para una vivencia óptima de su vocación, pues estamos llamados a seguir a Jesús, “Sed santos como vuestro Padre celestial es santo” Mt 5,48.
Y en segundo lugar tenemos que ser guías y en lo posible ejemplo para los que el Señor nos ha encomendado “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado” (Mt 28, 19-20).
Como decía el tema: “La conciencia formada será garantía de que no habrá doblez, insinceridad, hipocresía en su vida. Una conciencia deformada será en cambio fuente de tinieblas y de zozobra.
Pero además la conciencia del sacerdote está puesta al servicio de los demás. Él ha sido llamado a ser maestro en la fe, guía en el camino hacia Dios, educador de la conciencia moral de los fieles a él encomendados. Una buena parte de su ministerio diario consistirá en iluminar las conciencias y aconsejar a los hombres y mujeres en la confesión, en la dirección espiritual, en reuniones y conferencias, y hasta en el diálogo informal. En estas ocasiones ayudarán, sí, los conocimientos teóricos de teología moral; pero, en definitiva, la rectitud y oportunidad de su juicio sobre las vidas de los demás quedarán fuertemente marcadas por la formación de su propia conciencia, por sus profundas convicciones morales.”