Tema # 11 ¿Cómo perdonar?

[Mayra Novelo]

Cuarta parte


2. ¿Cómo perdonar?

Las personas que se dejan dominar por su imaginación e inventan agravios o exageran los que reciben, lo mismo que no distinguen lo que se debe excusar de lo que se debe perdonar, se consideran obligadas a perdonar lo innecesario, con lo que la tarea del perdón se hace mucho más difícil. Pero también es equivocado el camino contrario, el de aquel que no quiere reconocer las bondades del perdón ante la ofensa real y pretende olvidar para no tener que perdonar. En este caso la herida permanece porque no se ha perdonado. Por ello es importante siempre que recibimos o sentimos una ofensa, analizarla para eliminar la exageración y lo que puede ser imaginario de nuestra forma de interpretar la ofensa y si ver que es lo verdadero en ella. En otras palabras para perdonar hay que ser realistas, cruelmente realistas.

Para poder perdonar debemos ser valientes para mirar de frente al horror, a la injusticia, a la maldad de la que fuimos objeto. No debemos distorsionar, ni sólo disculpar, ni mucho menos ignorar. Hay que ver la ofensa frente a frente y llamarla por su nombre. Sólo si somos realistas podremos perdonar.

Dicho de otro modo, el perdón verdadero implica mirar sin rodeos el pecado, la parte inexcusable y reconciliarse a pesar de todo con la persona que lo ha cometido. Esto y nada más que esto es el perdón y siempre podremos recibirlo de Dios, si lo pedimos.

En la parábola del hijo pródigo, el hijo mayor no puede perdonar a su hermano por una sencilla razón: porque él no se considera necesitado de perdón. Siempre se ha portado bien, ha permanecido en la casa paterna y no tiene nada de qué arrepentirse. Cuando uno comprendemos que somos pecadores y necesitamos del perdón de Dios, nos será fácil perdonar a los demás. Tenemos que ser perdonados para poder perdonar. San Juan Crisóstomo decía que “aquél que considere sus propios pecados estaré más pronto al perdón de su compañero”.

Reconocer nuestras ofensas no es otra cosa que ser humildes, y la humildad es la base para cualquier acción buena, especialmente cuando la acción ha de estar movida por el amor, como ocurre con el perdón. El soberbio sólo se ama a sí mismo, no se considera necesitado del perdón y, en consecuencia, no puede perdonar.

Para perdonar se requiere también fortaleza, tanto para que la decisión de liberar al otro, de perdonar a la otro, sea firme, a pesar del tiempo. Recordemos que la decisión de perdonar no hace que desaparezca automáticamente la herida, ni desaparece de la memoria, por esto se debe reiterar la decisión de perdonar cada vez que la herida se sienta o la ofensa se recuerde.

Pero a pesar de las disposiciones anteriores (humildad y fortaleza, hay ocasiones en que perdonar supera la capacidad personal. Es entonces el momento de recordar que el perdón, en su esencia más profunda, es divino, por lo que se hace necesario acudir a Dios para poderlo otorgar. De la acogida del perdón divino brota el compromiso de perdonar a los hermanos.

II. ¿Qué actitudes nos disponen a perdonar?

Después de aclarar, en grandes líneas, en qué consiste el perdón, vamos a considerar algunas actitudes que nos disponen a realizar este acto que nos libera a nosotros y también libera a los demás.


1. Amor

Perdonar es amar intensamente. El verbo latín per-donare lo expresa con mucha claridad: el prefijo per intensifica el verbo que acompaña, donare. Es dar abundantemente, entregarse hasta el extremo. El poeta Werner Bergengruen ha dicho que el amor se prueba en la fidelidad, y se completa en el perdón.

Sin embargo, cuando alguien nos ha ofendido gravemente, el amor apenas es posible. Es necesario, en un primer paso, separarnos de algún modo del agresor, aunque sea sólo interiormente. Mientras el cuchillo está en la herida, la herida nunca se cerrará. Hace falta retirar el cuchillo, adquirir distancia del otro; sólo entonces podemos ver su rostro. Un cierto desprendimiento es condición previa para poder perdonar de todo corazón, y dar al otro el amor que necesita.

Una persona sólo puede vivir y desarrollarse sanamente, cuando es aceptada tal como es, cuando alguien la quiere verdaderamente, y le dice: “Es bueno que existas.” Hace falta no sólo “estar aquí”, en la tierra, sino que hace falta la confirmación en el ser para sentirse a gusto en el mundo, para que sea posible adquirir una cierta estimación propia y ser capaz de relacionarse con otros en amistad. En este sentido se ha dicho que el amor continúa y perfecciona la obra de la creación.

Amar a una persona quiere decir hacerle consciente de su propio valor, de su propia belleza.

Una persona amada es una persona aprobada, que puede responder al otro con toda verdad: “Te necesito para ser yo mismo.”

Si no perdono al otro, de alguna manera le quito el espacio para vivir y desarrollarse sanamente. Éste se aleja, en consecuencia, cada vez más de su ideal y de su autorrealización. En otras palabras, le mato, en sentido espiritual. Se puede matar, realmente, a una persona con palabras injustas y duras, con pensamientos malos o, sencillamente, negando el perdón. El otro puede ponerse entonces triste, pasivo y amargo. Kierkegaard habla de la “desesperación de aquel que, desesperadamente, quiere ser él mismo”, y no llega a serlo, porque los otros lo impiden.

Cuando, en cambio, concedemos el perdón, ayudamos al otro a volver a la propia identidad, a vivir con una nueva libertad y con una felicidad más honda.

2. Comprensión

Es preciso comprender que cada uno necesita más amor que “merece”;cada uno es más vulnerable de lo que parece; y todos somos débiles y podemos cansarnos. Perdonar es tener la firme convicción de que en cada persona, detrás de todo el mal, hay un ser humano vulnerable y capaz de cambiar. Significa creer en la posibilidad de transformación y de evolución de los demás.

Si una persona no perdona, puede ser que tome a los demás demasiado en serio, que exija demasiado de ellos. Pero “tomar a un hombre perfectamente en serio, significa destruirle,” advierte el filósofo Robert Spaemann. Todos somos débiles y fallamos con frecuencia. Y, muchas veces, no somos conscientes de las consecuencias de nuestros actos: “no sabemos lo que hacemos”. Cuando, por ejemplo, una persona está enfadada, grita cosas que, en el fondo, no piensa ni quiere decir. Si la tomo completamente en serio, cada minuto del día, y me pongo a “analizar” lo que ha dicho cuando estaba rabiosa, puedo causar conflictos sin fin. Si lleváramos la cuenta de todos los fallos de una persona, acabaríamos transformando en un monstruo, hasta al ser más encantador.

Tenemos que creer en las capacidades del otro y dárselo a entender. A veces, impresiona ver cuánto puede transformarse una persona, si se le da confianza; cómo cambia, si se le trata según la idea perfeccionada que se tiene de ella. Hay muchas personas que saben animar a los otros a ser mejores. Les comunican la seguridad de que hay mucho bueno y bello dentro de ellos, a pesar de todos sus errores y caídas. Actúan según lo que dice la sabiduría popular: “Si quieres que el otro sea bueno, trátale como si ya lo fuese.”

3. Generosidad

Perdonar exige un corazón misericordioso y generoso. Significa ir más allá de la justicia. Hay situaciones tan complejas en las que la mera justicia es imposible. Si se ha robado, se devuelve; si se ha roto, se arregla o sustituye. ¿Pero si alguien pierde un órgano, un familiar o un buen amigo? Es imposible restituirlo con la justicia. Precisamente ahí, donde el castigo no cubre nunca la pérdida, es donde tiene espacio el perdón.

El perdón no anula el derecho, pero lo excede infinitamente. A veces, no hay soluciones en el mundo exterior. Pero, al menos, se puede mitigar el daño interior, con cariño, aliento y consuelo. “Convenceos que únicamente con la justicia no resolveréis nunca los grandes problemas de la humanidad -afirma San Josemaría Escrivá... La caridad ha de ir dentro y al lado, porque lo dulcifica todo.” Y Santo Tomás resume escuetamente: “La justicia sin la misericordia es crueldad.”

El perdón trata de vencer el mal por la abundancia del bien. Es por naturaleza incondicional, ya que es un don gratuito del amor, un don siempre inmerecido. Esto significa que el que perdona no exige nada a su agresor, ni siquiera que le duela lo que ha hecho. Antes, mucho antes que el agresor busca la reconciliación, el que ama ya le ha perdonado.

El arrepentimiento del otro no es una condición necesaria para el perdón, aunque sí es conveniente. Es, ciertamente, mucho más fácil perdonar cuando el otro pide perdón. Pero a veces hace falta comprender que en los que obran mal hay bloqueos, que les impiden admitir su culpabilidad.

Hay un modo “impuro” de perdonar, cuando se hace con cálculos, especulaciones y metas: “Te perdono para que te des cuenta de la barbaridad que has hecho; te perdono para que mejores.” Pueden ser fines educativos loables, pero en este caso no se trata del perdón verdadero que se concede sin ninguna condición, al igual que el amor auténtico: “Te perdono porque te quiero –a pesar de todo.”

Puedo perdonar al otro incluso sin dárselo a entender, en el caso de que no entendería nada. Es un regalo que le hago, aunque no se entera, o aunque no sabe porqué.

4. Humildad

Hace falta prudencia y delicadeza para ver cómo mostrar al otro el perdón. En ocasiones, no es aconsejable hacerlo enseguida, cuando la otra persona está todavía agitada. Puede parecerle como una venganza sublime, puede humillarla y enfadarla aún más. En efecto, la oferta de la reconciliación puede tener carácter de una acusación. Puede ocultar una actitud farisaica: quiero demostrar que tengo razón y que soy generoso. Lo que impide entonces llegar a la paz, no es la obstinación del otro, sino mi propia arrogancia.

Por otro lado, es siempre un riesgo ofrecer el perdón, pues este gesto no asegura su recepción y puede molestar al agresor en cualquier momento. “Cuando uno perdona, se abandona al otro, a su poder, se expone a lo que imprevisiblemente puede hacer y se le da libertad de ofender y herir (de nuevo).” Aquí se ve que hace falta humildad para buscar la reconciliación.

Cuando se den las circunstancias -quizá después de un largo tiempo- conviene tener una conversación con el otro. En ella se pueden dar a conocer los propios motivos y razones, el propio punto de vista; y se debe escuchar atentamente los argumentos del otro. Es importante escuchar hasta el final, y esforzarse por captar también las palabras que el otro no dice. De vez en cuando es necesario “cambiar la silla”, al menos mentalmente, y tratar de ver el mundo desde la perspectiva del otro.

El perdón es un acto de fuerza interior, pero no de voluntad de poder. Es humilde y respetuoso con el otro. No quiere dominar o humillarle. Para que sea verdadero y “puro”, la víctima debe evitar hasta la menor señal de una “superioridad moral” que, en principio, no existe; al menos no somos nosotros los que podemos ni debemos juzgar acerca de lo que se esconde en el corazón de los otros. Hay que evitar que en las conversaciones se acuse al agresor siempre de nuevo. Quien demuestra la propia irreprochabilidad, no ofrece realmente el perdón. Enfurecerse por la culpa de otro puede conducir con gran facilidad a la represión de la culpa de uno mismo. Debemos perdonar como pecadores que somos, no como justos, por lo que el perdón es más para compartir que para conceder.

Todos necesitamos el perdón, porque todos hacemos daño a los demás, aunque algunas veces quizá no nos demos cuenta. Necesitamos el perdón para deshacer los nudos del pasado y comenzar de nuevo. Es importante que cada uno reconozca la propia flaqueza, los propios fallos -que, a lo mejor, han llevado al otro a un comportamiento desviado-, y no dude en pedir, a su vez, perdón al otro.

5. Abrirse a la gracia de Dios

No podemos negar que la exigencia del perdón llega en ciertos casos al límite de nuestras fuerzas. ¿Se puede perdonar cuando el opresor no se arrepiente en absoluto, sino que incluso insulta a su víctima y cree haber obrado correctamente? Quizá nunca será posible perdonar de todo corazón, al menos si contamos sólo con nuestra propia capacidad.

Pero un cristiano nunca está solo. Puede contar en cada momento con la ayuda todopoderosa de Dios y experimentar la alegría de ser amado. El mismo Dios le declara su gran amor: “No temas, que yo... te he llamado por tu nombre. Tú eres mío. Si pasas por las aguas, yo estoy contigo, si por los ríos, no te anegarán... Eres precioso a mis ojos, de gran estima, yo te quiero.”

Un cristiano puede experimentar también la alegría de ser perdonado. La verdadera culpabilidad va a la raíz de nuestro ser: afecta nuestra relación con Dios. Mientras en los Estados totalitarios, las personas que se han “desviado” -según la opinión de las autoridades- son metidas en cárceles o internadas en clínicas psiquiátricas, en el Evangelio de Jesucristo, en cambio, se les invita a una fiesta: la fiesta del perdón. Dios siempre acepta nuestro arrepentimiento y nos invita a cambiar. Su gracia obra una profunda transformación en nosotros: nos libera del caos interior y sana las heridas.

Siempre es Dios quien ama primero y es Dios quien perdona primero. Es Él quien nos da fuerzas para cumplir con este mandamiento cristiano que es, probablemente, el más difícil de todos: amar a los enemigos, perdonar a los que nos han hecho daño. Pero, en el fondo, no se trata tanto de una exigencia moral –como Dios te ha perdonado a ti, tú tienes que perdonar a los prójimos- cuanto de un imperativo existencial: si comprendes realmente lo que te ha ocurrido a ti, no puedes por menos que perdonar al otro. Si no lo haces, no sabes lo que Dios te ha dado.

El perdón forma parte de la identidad de los cristianos; su ausencia significaría, por tanto, la pérdida del carácter de cristiano. Por eso, los seguidores de Cristo de todos los siglos han mirado a su Maestro que perdonó a sus propios verdugos. Han sabido transformar las tragedias en victorias.

También nosotros podemos, con la gracia de Dios, encontrar el sentido de las ofensas e injusticias en la propia vida. Ninguna experiencia que adquirimos es en vano. Muy por el contrario, siempre podemos aprender algo. También cuando nos sorprende una tempestad o debemos soportar el frío o el calor. Siempre podemos aprender algo que nos ayude a comprender mejor el mundo, a los demás y a nosotros mismos. Gertrud von Le Fort dice que no sólo el claro día, sino también la noche oscura tiene sus milagros. ”Hay ciertas flores que sólo florecen en el desierto; estrellas que solamente se pueden ver al borde del despoblado. Existen algunas experiencias del amor de Dios que sólo se viven cuando nos encontramos en el más completo abandono, casi al borde de la desesperación.”



Reflexión final y cuestionario personal


Perdonar es un acto de fortaleza espiritual, un acto liberador. Es un mandamiento cristiano y además un gran alivio. Significa optar por la vida.

Sin embargo, no parece adecuado dictar comportamientos a las víctimas. Es comprensible que una madre no pueda perdonar enseguida al asesino de su hijo. Hay que dejarle todo el tiempo que necesite para llegar al perdón. Si alguien le acusara de rencorosa o vengativa, engrandecería su herida. Santo Tomás de Aquino, el gran teólogo de la Edad Media, aconseja a quienes sufren, entre otras cosas, que no se rompan la cabeza con argumentos, ni leer, ni escribir; antes que nada, deben tomar un baño, dormir y hablar con un amigo.
En un primer momento, generalmente no somos capaces de aceptar un gran dolor. Necesitamos tranquilizarnos; seguir el ritmo de nuestra naturaleza nos puede ayudar mucho. Sólo una persona de alma muy pequeña puede escandalizarse de ello.

Perdonar puede ser una labor interior auténtica y dura. Pero con la ayuda de buenos amigos y, sobre todo, con la ayuda de la gracia divina, es posible realizarla. “Con mi Dios, salto los muros,” canta el salmista. Podemos referirlo también a los muros que están en nuestro corazón.

¿Quiero realmente perdonar? ¿Estoy dispuesto a hacerlo?

¿Soy sincero para reconocer que también tengo faltas?

¿Me arrepiento de las faltas y pecados que he cometido?

¿Acudo al sacramento de la reconciliación para recibir el perdón de Dios?

¿He puesto ya los medios para reparar mis ofensas a Dios y al prójimo?


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Preguntas que pueden servirte para estructurar tus conclusiones

¿Qué me ha parecido el tema?
¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?
Algún comentario particular…


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En Semillas para la Vida
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Dr. en teología moral

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Acompañamiento espiritual.

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Especialidad: Educación en las virtudes

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Especialidad: Espiritualidad conyugal, etapas del matrimonio, perdón, solidaridad y educación de los hijos.

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Mayra Novelo de Bardo moderadora del curso
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“Te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios mío infinitamente amable, y prefiero morir amándote a vivir sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente... ”
(Cura de Ars)

[sumerse]

Buenas tardes a todas y todos...

¿Cómo perdonar? o ¿Cómo...perdonar?....

Parecería que es por la segunda opción por la que nos fuéramos casi siempre...

Disculpar... si todo lo que quiera, aunque a veces ni disculpas damos...

Nos pasamos mucho tiempo de nuestra vida jugando a la soberbia de las excusas por todo, justificando o tapando nuestras fallas, como para que de un momento a otro pidamos perdón por algo, si no somos culpables de nada, pues nada nos tienen que perdonar, o disculpar.

¿Culpables?: los demás, yo no.

Coloquialmente se diría: "Así cómo quiere".

Para perdonar lo primero es cambiar nuestra actitud hacia la vida, "yo pecador me confieso".

Así aceptaremos que los demás tienen buenas intenciones de ser perdonados.

El principio de la buena fé: si aceptamos nuestras culpas, cuando tengamos que perdonar será más fácil confiar en los demás, hay que darle la oportunidad a los demás de cambiar, ayudarlos en ocasiones a cambiar, y dejarnos ayudar a cambiar.

Todo eso se puede si tenemos la enseñanza de Dios en nuestro corazón, o por lo menos es más fácil. Si aplicamos lo que nos enseña la Iglesia cristiana católica, podemos seguramente lograrlo, así sea difícil, porque no se trata que sea fácil, se trata es que se haga, se perdone de corazón.

La paz empieza por casa.

Un abrazo y que Dios los bendiga y la Virgen los cubra con su manto.

[MariluGA]

¿Qué me ha parecido el tema?
Me parece muy complejo, por ejemplo el caso que presentan de una madre que debe perdonar al asesino de su hijo…
Solamente me imagino el caso de la Santísima Virgen, la siempre Sierva del Señor, cuando su Hijo perdona, ella perdona, porque en ella solo cabe un Sí eterno al Eterno.

¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?
Reconocer la forma en que he llegado a ofender a los demás, es decir en primer lugar intentar de corazón ser humilde. Para así deshacerme de cualquier rastro de soberbia y poder perdonar.
Recordar que la decisión de perdonar no hace que desaparezca automáticamente la herida, ni que mágicamente desaparece de la memoria, al estar conciente de esto, reiterar la decisión de perdonar cada vez que la herida se sienta o recuerde la ofensa; y la más importante, acudir a Dios para poderlo otorgar.

Algún comentario particular…
Muchas veces, hacemos a un lado la necesidad del apoyo de buenos amigos para el proceso del perdón; un buen amigo es imparcial, y esta es la parte difícil, cuando no se cuenta con buenos amigos, estos dificultarán en muchos casos mucho más el proceso del perdón.

[jguerras100]

El tema es importantisimo pues trata todo lo que se debe y no hacer , el que es perdonar, el como esta descrito en forma muy real y práctica, es como si tuvieramos una guía para aprender a perdonar.

he querido inncluir esto que creo que simplemente trata de compendiar o resumir un poco lo que se vio en este tema.

El perdón es un paso importante y posible y su objetivo es aliviar el dolor o la herida. Puede perdonar y disculparse en el preciso momento, pero también puede perdonar horas, días o años después o incluso nunca.
Pero hay que recordar que cuanto más rápido perdone, más pronto recuperará su vida sin sufrir ningún daño mental.

Reprimir sentimientos no es bueno. La ira nos roba una energía preciosa, nos deja exhaustos y es frustrante. El perdón libera el bloqueo del cuerpo y abre la puerta a nuevas posibilidades.

Muchos no son capaces de dejar a un lado la dignidad y “humillarse” pidiendo perdón. Lo consideran una debilidad, como si perdieran algo. Al contrario. Pagamos un precio muy caro cuando reprimimos el dolor y el enojo por nuestro enfoque negativo de varias situaciones y por pensar que no sabemos cómo perdonar ni cómo pedir perdón.

Tememos pedir perdón; en la escuela no nos enseñan a pedir perdón e incluso cuando queremos hacerlo no siempre sabemos cómo hacerlo correctamente. A menudo pensamos que perdonar es dar un presente, aunque en realidad es un regalo que nos damos a nosotros mismos.

También podemos pedir perdón a alguien que ya murió. Nunca es demasiado tarde. Lo podemos hacer a través de una plegaria, con meditación e incluso escribiendo una carta ....
La acción en sí y el pensamiento positivo del perdón pueden aliviar nuestra pena.

Pero recuerde, para aprender a perdonar debemos comenzar por perdonarnos a nosotros mismos. Así podremos perdonar al otro más fácil.

No pierda tiempo con el dolor, mire al futuro y viva una vida más interesante y plena.

Naturalmente tendemos a distanciarnos de aquellos que nos lastimaron. Al contrario. Ayúdelo a ayudarlo. ¡Déle otra oportunidad y así podrá llevar una vida más sana, tranquila, pacífica y hermosa!

Mc 11:25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas,
Mc 11:26 porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.

[Mariluisa]

Considero que este tema es de aplicación práctica en nuestras vidas; las actitudes para el perdón: amor, comprensión, generosidad, humildad y abrirse a la gracia de Dios, pienso que son cualidades importantes especialmente para alguien que es cristiano realmente.
Es también algo de considerarse la parte del tema que nos habla de que al perdonar es importante darle tiempo a nuestra naturaleza para llegar al perdón, pero el apoyo de los verdaderos amigos hará que esto sea más sencillo y sobre todo nuestro gran Amigo Dios que nos da la fuerza necesaria para lograr el perdón. La empatía, es decir ponernos en los zapatos de otro para perdonar es bueno, pues solamente así entenderemos muchas cosas de porque ocurrió aquello que nos molestó y nos llevó finalmente al perdón.
Gracias y que Dios les bendiga. Mariluisa

[Mariluisa]

Considero que este tema es de aplicación práctica en nuestras vidas; las actitudes para el perdón: amor, comprensión, generosidad, humildad y abrirse a la gracia de Dios, pienso que son cualidades importantes especialmente para alguien que es cristiano realmente.
Es también algo de considerarse la parte del tema que nos habla de que al perdonar es importante darle tiempo a nuestra naturaleza para llegar al perdón, pero el apoyo de los verdaderos amigos hará que esto sea más sencillo y sobre todo nuestro gran Amigo Dios que nos da la fuerza necesaria para lograr el perdón. La empatía, es decir ponernos en los zapatos de otro para perdonar es bueno, pues solamente así entenderemos muchas cosas de porque ocurrió aquello que nos molestó y nos llevó finalmente al perdón.
Gracias y que Dios les bendiga. Mariluisa

[Angelitos]

Es una gran verdad que cuando uno perdona se siente liberado, es volver a respirar y vivir con alegría cristiana.
Como el perdón forma parte de la identidad de los cristiano y su ausencia significaría, por tanto, la pérdida del carácter de cristiano entonces tendríamos que preguntarnos, ¿cuando no queremos perdonar a alguien no estamos anteponiéndonos a Dios?.
La recomendación de separarnos de algún modo del agresor, aunque sea sólo interiormente; me recordó una frase que dijo un sacerdote un día en la homilía dominical “hay que ser mansos pero no mensos” pues hay veces que por mucho que queramos perdonar, si cada vez que tratamos con la persona recibimos una agresión es mejor alejarse.
Me gustó mucho la frase “con mi Dios, salto los muros” pues nos da la esperanza de poder olvidar la ofensa ya que estamos decididos a perdonar.

[luzmagpe]

¿Qué me ha parecido el tema?
Me parece muy claro, me permitió ver al perdón como una oportunidad para ejercitar muchas virtudes y la confianza en la ayuda de Dios. Pienso que en realidad recibe más el que perdona que el perdonado. Las explicaciones de cada punto son muy convincentes y conmovedoras.
¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?
- Tener paciencia con uno mismo, porque si se quiere perdonar demasiado rápido, tal vez resulte una agresión para el otro y una meta inalcanzable para uno mismo.
- Comprender que aunque parezca que el otro no merece perdón, uno mismo tampoco lo merece y sin embargo lo ha recibido muchas veces de otras personas y sobre todo de Dios.
- Hay que perdonar incondicionalmente, aunque la otra persona no muestre arrepentimiento, de otra manera no es auténtico perdón.
- Pedir ayuda a Dios siempre, para que nos conceda la gracia necesaria para perdonar verdaderamente.

Algún comentario particular…

¡Qué gran regalo es el perdón! Enriquece al mismo tiempo al que da y al que lo recibe, y pienso que es una ofrenda agradable al Señor, si lo ponemos en la patena.
_________________
Dios bendiga a todos.

[EBEJR]

Hola:

Me queda tan clara la lección que sólo quisiera ser capaz de poner en práctica los cinco elementos de como perdonar, con la suficiente gratitud y entereza de las situaciones que se presentan y el primer paso que debo tener muy presente en mi mente es reconocer que yo soy pecador y he dañado a mi prójimo, reconocer que todos somos débiles y humanos.
En segundo lugar debo de creer en la capacidad del otro.
En tercer lugar que el perdón trata de vencer al mal con la abundancia del bien.
Dos renglones mas sólo para recordar siempre que nunca estamos solos y que el amor se prueba con la fidelidad y se completa con el perdón.

Nuevamente, UN MILLÓN DE GRACIAS.
Eloy

[guillermomoises]

¿Qué me ha parecido el tema? Recibe más el que perdona que el perdonado. No hay mayor placer que dar en vez de recibir, y en este caso es igual, pero nada sencillo.
¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?
Aplicarlo para ser feliz, aunque sinceramente creo que si yo perdono de verdad, sin quedarse con resentimientos y sombras, no significa que quizás vuelva a ser la relación como antes, más bien es sacar del corazón lo que molesta y estorba y el tiempo dirá si conviene retomar la relación (amistad, sentimental, etc)
Algún comentario particular…
Pedir a al Padre, la fuerza, prudencia, sabiduría y la luz para saber realmente perdonar y olvidar

[verónica ana]

¿Qué me ha parecido el tema?

El tema me ha parecido muy bueno y muy útil ya que nos permite ir trabajando paso a paso muchos aspectos de nuestra vida en que necesitamos perdonar de corazón.
Es muy cierto que debemos ser valientes para poder mirar de frente el horror, la injusticia, la maldad de la que hemos sido objeto pero también con la misma valentía debemos mirarnos a nosotros mismos y analizar si no hemos provocado esas situaciones, o en otras circunstancias hemos obrado peor y tratamos de minimizar nuestras culpas o de disculparnos, cosa esta última que hacemos con demasiada frecuencia. Además es necesario que tengamos presente que nosotros también podemos caer, y en cosas peores aún.
Es muy cierto que la decisión de perdonar no hace que desaparezca automáticamente la herida ni el recuerdo de la ofensa de nuestra memoria, por eso tenemos que trabajar mucho sobre nuestra decisión de perdonar cada vez que estas situaciones se presenten. Es un trabajo que muchas veces tenemos que recomenzar una y otra vez y acudir siempre al Señor ya que sólo Él puede acudir en ayuda de nuestra debilidad y ayudarnos a perdonar como Él perdonó.

¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?
Todas estas reflexiones me ayudan a pensar en qué forma puedo encarar las situaciones para poder perdonar más rápidamente y con más facilidad.
En este capítulo se dice que muchas veces en los que obran mal hay bloqueos que les impiden ver su culpabilidad y pienso que hasta pueden creer haber obrado bien y con justicia. Por eso creo que para perdonar como lo hizo Jesús necesitamos la gracia y el auxilio divino.

Algún comentario particular.
Como siempre me pareció muy bueno el cuestionario personal y la reflexión final.
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el Señor los bendiga a todos y les otorgue la Paz

[Beatriz Rolon]

Como perdonar

Perdonar es amar.


Me preguntaba.. luego de recibir una ofensa que llegó a tocar muy profundo en el corazón, que te incapacita y siente que ya no eres capaz de ser tu y por mas que intentas ya no puedes volver a ser lo que eras.....aunque ya se ha perdonado al agresor.

¿Será posible volver a ser la persona que se era antes?

¿Puede ser una ofensa una marca por el resto de tu vida aun habiendo perdonado verdaderamente?

[maite2009]

¿cÓMO PERDONAR?

En relación a este tema, perdonar no es facil, es necesario crecer y ponernos en la presencia de nuestro señor a través de la oración, además esto es de valiente. Comencemos por analizar la ofensa evitando caer en imaginaciones, ser realistas, y buscar la ayuda divina como debe hacerlo un cristiano.
Debemos tomarlo con calma, con actitud humilde, escuchar al otro y ponernos en su lugar, esto es poner en practica la empatia.
Es importante asumir una actitud de amor, comprensión, generosidad,, humildad, abrirse a la gracra de Dios.
Debemos estar dispuestos a perdonar
_________________
bien amigos estoy aca porque me interesa aprender, para crecer y ayudar a los demás, respetando la opinión las diferentes opiniones, e igual espero para mi

[Mayra Novelo]

[MA.TERESA MARQUEZ CEDILLO]

Quiero realmente perdonar? Si, porque se que el rencor me causa mucho malestar, dolor por no poder acercarme a Dios, sabiendo que no cumplo su santa palabra de reconciliación con mi prójimo.
¿Estoy dispuesto a hacerlo? Si, pido a dios la fuerza para hacerlo, porque todavía veo a las personas que les tengo algún rencor y me alejo de ellas con incomodidad.

¿Soy sincero para reconocer que también tengo faltas? Si, se que tengo muchas fallas y que a veces ofendo a mi prójimo con y sin intención, y le pido a dios que me pueda ayudar a superarlas, pero a veces mis fuerzas flaquean, esto es muy seguido.

¿Me arrepiento de las faltas y pecados que he cometido? Si, y me propongo enmendarme, pero aún no lo logro.

¿Acudo al sacramento de la reconciliación para recibir el perdón de Dios? Si, me confieso, seguido para poder recibir el cuerpo de Cristo.

TERE
_________________
Me interesa mucho estar en el curso "Educar para el perdón"

[ELSA ESTHER REYES BAÑUELO]

EL TEMA ME SIGUE PARECIENDO CADA VEZ MAS IMPORTANTE PORQUE NOS VA HACIENDO PROFUNDIZAR EN ESE GRAN AMOR QUE DIOS NOS TIENE, PERO QUE EL TAMBIEN NOS PIDE QUE SI QUEREMOS SER PERDONADOS POR EL, DEBEMOS PERDONAR UNA Y MIL VECES AUNQUE SEA LA MISMA OFENSA Y EL MISMO OFENSOR. LE PIDO AL SEÑOR ME CONCEDA LA GRACIA DE SABER SER HUMILDE PORQUE ESTA VIRTUD ES INDISPENSABLE PARA OTORGAR EL PERDON. ME PARECEN INDISPENSABLES LAS ACTITUDES PORQUE SOLO QUIEN AMA DE VERDAD ES CAPAZ DE PERDONAR, ASI COMO JESUS ME ENSEÑO EN LA CRUZ AL PERDONAR A QUIENES LO CRUCIFICARON. COMPRENDER QUE TODOS PODEMOS FALLAR PORQUE SOMOS DEBILES Y ESTO AUNQUE CUESTA TRABAJO COMPRENDERLO ES NECESARIO PARA QUE SE DE EL PERDON. QUIEN ES GENEROSO Y HUMILDE CREO QUE NO PONE MEDIDA PARA PERDONAR PORQUE SE SABE LIMITADO Y CON LA INCLINACION SIEMPRE AL MAL. PIDO A NUESTRO BUEN DIOS ME AYUDE A PERDONAR SIEMPRE Y A NO DEJARME LLEVAR POR EL RESENTIMIENTO PORQUE ESTE LASTIMA, ATA Y NO DEJA SER FELIZ. GRACIAS POR EL TEMA ME HA SERVIDO MUCHO AUNQUE ME HACE FALTA BASTANTE

[Monica L. Moreno y G.]

El amor es lo que nos permite llegar a la generisidad, la comprensión hace fuerte en el corazón, de haí la humildad hace alerde de que tanto como uno como los demas debemos ser perdonados, y la gracia de Dios nos inunda.

Es un tema necesario para estos tiempos, tan llenos de egoísmo y del yo intrno.
_________________
¡En la Voluntad de Dios!

[Hilda Magdalena Gaviria]

Cuando reflexiono sobre todo lo que implica el perdón: Amor , Comprensión , Generosidad Humildad , Abrirse a la gracia de Dios.
Es cuando puedo comprender, CUAN GRANDE ES EL ACTO DE PERDONAR y pienso que en cada confesión este acto se hace realidad con el ejemplo de PERDON que nos da Nuestro Señor JESUCRISTO Cada vez que nos acercamos a ÉL.

[Luis Miguel Corral Fernan]

¿Qué me ha parecido el tema?
El tema es excelente, como de costumbre. Nos muestra la parte más difícil del perdón y que es precisamente el otorgarlo. Nos enseña que solo en comunión con Dios y con un esfuerzo sostenido y firme de nuestra parte podremos llegar al acto liberador del perdón, si actuamos con amor, generosidad y humildad.

¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?
La vida es más plena si en ella existe el perdón. No se puede vivir con Dios si tenemos el alma envenenada con rencores, resentimientos y odio. La Palabra se comprende y se vive mejor cuando Dios nos ha sanado las heridas a través del perdón que nos concede y del que nos ayuda a otorgar y a recibir de aquellos a quienes hemos ofendido.

Algún comentario particular…
Que Dios los bendiga por la labor que hacen par el bien de las almas.

[P. Tobias Murillo Gil]

Aporte Foro Nª 11.
¿Qué me ha parecido el tema? Muy importante y necesario para nuestra vida diaria, además para tener saluda mental y aún corporal.

¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?
-Poder vivir en paz y libertad y saber que los demás merecen mi amor.
-El perdón produce alegría y deseo de vivir, y hay que concederlo con generosidad.
-El que perdona mantiene sano y a su alrededor hay armonía y deseos de vivir.

Algún comentario particular…ç
Se habla hoy de que el Cáncer es producido por el virus de las tres “R” RABIA- RENCOR
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Jesus:"Me amo y se entego por mi"

P. Tobias

[Juanmi]

Hola
Que la Paz del señor nos bendiga.
Estos temas me llevan, permítanme, “por la calle de la amargura”, si es que así puedo llamar al efecto purificador que están significando para mi vida. Uno tras otro, cada uno de ellos, me sitúa con la cruz y, más bien como Cirineo, “obligado” a llevarla, quejumbroso las unas, pesaroso las otras, tengo la oportunidad de afrontar la respuesta a esta pregunta: “Nosotros somos cruz, quien no toma su cruz y le sigue no es digno de Él. ¿Cuál ha de ser nuestro encuentro con Jesús en la vía dolorosa?” La experiencia de perdonar y resolver el cómo perdonar, consiguiendo así “dar abundantemente”, absolutamente, es llenarte de la voluntad y del amor del Padre, aún, y sobre todo, en la dificultad. Mirar a Jesús, en su cruz, en su pasión, en su tránsito, esa es la aplicación práctica. Desterrar el miedo, dejar de lado el temor, cumplir la voluntad de amor del Padre.
Para terminar, agradezco su compañía, su estar aquí compartiendo esta enseñanza.
Que el Señor nos bendiga.
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paz y bien

[carmenbeatrizmeza]

¿Qué me ha parecido el tema?
Esta creo que es la parte mas interesante y dificil. Aunque querramos escapar, no nos queda otra que perdonar. A nosotros tambien nos gusta que nos perdonen cuando metemos la pata. Pero ¡cuan dificil es perdonar a otro! Pero Dios lo hace con nosotros y es necesario (si decimos ser cristianos) perdonar a los demas.
¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?
Me ayuda muchisimo a superar mis faltas de perdón, se que solo con la ayuda de Dios lo voy a lograr. Jesús me dio el ejemplo de dar la vida por todos los pecadores y de perdonar a quienes lo maltrataban porque "no sabian lo que hacían". Tambien tenemos que pensar que quienes nos ofendieron no sabían lo que hacían.

Buena Semana Santa para todos.

[jose de jesus Vizcarra]

¿Qué me ha parecido el tema?

como perdonar... que tema mas especial


¿Qué aplicaciones prácticas encuentro para mi vida?

Que yo tengo que perdonar porque e sido perdonado por Dios nuestro Padre
Que perdonar tiene que salir del corazon con humildad

Algún comentario particular…


Tube que esperar asta hoy Domingo de Ramos para contestar este grandioso tema por gracia de Dios las cosas se dan por si mismas y como testimonio de lo que me an alludado estos estudios despues de un problema comunual muy delicado ante pocos mas de cien personas y al encarar a una persona con una razon muy injusta, pude salir adelante sin ofenderlo y aunque no me consedieran la razon apesar que traia las pruebas en la mano me siento alegre, contento por que al reflexinar cual fue el motibo de por que la asamblea asi lo dejo todo igual... me doy cuenta que la misericordia de Dios los alcanso y no quisieron umillar a esa persona, y en estos momentos... Por la Gracia de Dios puedo escrivirlo,----- miraron que saldria mas pronto Yo que ando travajando para la Obra de Dios, de esa umillacion,---- que el compañero ventajoso que solo queria algunos pesosy no se le consedio, y a ustedes Hermanos en Cristo les digo que yo actuaba con justicia y Dios con misericordia y con la vendita alluda de estos temas COMO PERDONAR ya no me es muy dificil. Dios los bendiga

Aunque pecador travajador de Dios
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jesus:

[Cristina Garza]

Los temas cada vez están más interesantes, aunque cada vez me siento más lejos de ser una persona humilde y generosa en perdón , pues me doy cuenta que no se perdonar de corazón…Es tan fácil caer en la trampa del fariseo, que cree que todo está bien por saberse las leyes al revés y al derecho. Muchas veces pienso ser experta en repartir justicia, cuando realmente es solo una apariencia que me alimenta la soberbia.
En lo que a mí respecta, cuando comencé el curso pensé que era una persona generosa al perdonar a mis hermanos, pero a través de las lecturas me doy cuenta que estoy en un error, mi soberbia no me ha dejado del todo ser generosa en perdón.
He aprendido que sola no puedo, que realmente el perdón hay que pedirlo a Dios, que sea él quien nos perdone y que nos ayude a poder perdonar de corazón.
Cuando no perdono es como un fuego que está esperando al viento para poder reavivar sus llamas y consumirnos y que mientras no pueda apagarlo del todo será una amenaza a mi corazón.
Una parte que me hizo reflexionar mucho y que me gusto de este tema es…Debemos perdonar como pecadores que somos, no como justos, por lo que el perdón es más para compartir que para conceder.

[Maritere]

El curso a medida que avanza se torna más interesante.

"el perdón verdadero implica mirar sin rodeos el pecado, la parte inexcusable y reconciliarse a pesar de todo con la persona que lo ha cometido. Esto y nada más que esto es el perdón y siempre podremos recibirlo de Dios, si lo pedimos".

No es muy fácil mirar sin rodeos aquellas cosas que han causado daño, pero todos necesitamos ser perdonados, porque también nosotros hemos hecho daño a los demás. Entiendo que es necesario perdonar, no para olvidar, sino para liberarme, para tener paz y empezar de nuevo.

Tampoco tengo que olvidar, que para esto necesito de Dios, ese Dios que me ama a pesar que a veces no lo merezco.

Gracias por este tema, es muy útil en mi vida, intentaré con la ayuda de Dios de poner en práctica mi capacidad de perdonar.

[juana Ruiz]

SI CUMPLIMOS CON EL PRIMER MANDAMIENTO, LO CUBRIMOS TODO. AMAR SIGNIFICA COMPRENDER, AMAR SIGNIFICA SER GENEROSO, HUMILDE, HABERSE ABIERTO A LA GRACIA DE DIOS. ASI COMO RESAMOS EL PADRE NUESTRO "PERDONA NUESTRAS OFENSAS" ASI DIOS NOS PERDONA EN EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACION.

[belladela]

E MUY HERMOSO AMAR CUANDO COMPRENDEMOS QUE LA FUENTE DEL AMOR ES DIOS, PERDONAR ES AUNQ DIFICIL LA DEMOSTRACION MAS PURA DE ESE AMOR.. PERDONAR ES COMO DICE SAN PABLO PARTE DE CAMINAR HACIA EL HOMBRE PERFECTO... ENCUENTRO LA APLICACION DE LLEVAR UN VIDA PLENA Y FELIZ CUANDO SE SABE PERDONAR.
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DIOS NOS CONCEDA LA SABIDURIA..DTB DELAINE

[Silvina Baez]

Hola hermanos en Cristo: Ya estamos acercandonos a la celebracion mas importante que tenmos como catolicos, la Resurreccion de Nuestro Senor Jesus, en las situaciones dificiles en las que parece no haber perdon, contemplemos la respuesta de Jesus que nos ensena que si puede uno perdonar hasta lo inpensable, El fue injustamente acusado, insultado, escupido, se burlaban de El, golpeado, clavado en una cruz y tambien mientras estaba clavado, seguian burlandose de El, sin embargo el pidio el perdon por sus agresores, QUE AMOR TAN GRANDE, donde no importo la intensidad del dano, sino prevalecio el Amor Misericordioso. Resulta dificil para nosotros, pero con la Gracia que no es otra cosa que la presencia real de Dios en nosotros podemos hacerle frente a cosas inimaginables. Les deseo una Semana Santa de mucha reflexion y sobre todo de acercamiento a la fuente de Vida, Cristo Jesus. Los quiero. Silvina.

[ALIEROS]

- La propuesta de esta semana sigue siendo profunda, enriquecedora y sobre todo incita a reflexionar sobre nuestras actitudes para los demás.
- Desarrollar los valores que se proponen aquí, amor, comprensión, generosidad, humildad sin dudas nos acercan a Dios y a su gracia para que él nos ilumine y podamos perdonar.
- Siempre que nos descentremos y pongamos a Dios en el eje podremos ir en su camino junto a nuestros hermanos y no delante de ellos como si fuéramos mejores o no necesitáramos que nos perdonen también nuestras ofensas.

[Maria Dolores Facha M]

Que tan importante es saber perdonar y cuantas cosas lleva implícitas: el saber ser humildes para reconocer que también pecamos, el tener fortaleza para poder sobreponerse a la herida que deja el daño, el ser realistas y dimensionar las cosas en su justa proporción, reconocer que debemos acudir a Dios para que nos de su ayuda y fortaleza para poder otorgar el perdón, etc.

Si somos capaces de entender que se necesita amor, comprensión, generosidad además de los anteriormente citados, estas actitudes nos ayudaran a realizar este acto liberador tanto para quienes ofendieron como para quienes otorgan el perdón.

Cabe aclarar como bien dice el texto que es muy importante el tener la cabeza fría y los sentimientos apaciguados para poder dimensionar la situación y poderla resolver adecuadamente. Si es muy reconfortante saber que Dios siempre está para escucharnos y es en nuestros amigos en quienes podemos apoyarnos.

Si vemos esto desde otra perspectiva, nos daremos cuenta que esta situación sabiéndola afrontar lo que hace es que nos fortalece mediante el acercamiento a Dios y nos muestra quiénes son los que nos pueden ayudar.