Tema # 13 Conclusión Perseverar en el perdón.

[Mayra Novelo]

Conclusión
Perseverar en el perdón


Hemos buscado la felicidad en tanto lugares, teniéndola siempre a nuestro alcance. Ahora buscaremos la felicidad en el lugar adecuado, la felicidad que sólo nos puede dar Jesús, la felicidad verdadera.

El amor de Dios es fuente inagotable de perdón y como aprendimos en este curso la clave del perdón está en el amor, porque perdonar es un acto de misericordia. Sólo quien de verdad ama es capaz de perdonar.

Nuestro Dios es un Dios diferente a todo cuanto podamos pensar o imaginar. Es amable y bueno, misericordioso y paciente.

"Él perdona todas tus ofensas y te cura de todas tus dolencias". “Él rescata tu vida de la tumba, te corona de amor y de ternura”. "El Señor es ternura y compasión, lento a la cólera y lleno de amor". (Salmo 103)

El fundamento más radical para perdonar siempre al prójimo está en que Dios nos ha perdonado, porque la ofensa que yo le hago a Dios mediante el pecado resulta infinitamente más grave que cualquier agravio que yo pueda padecer. Sabemos que hay ofensas que superan la capacidad humana de perdón. Con el auxilio de Dios es posible perdonar hasta lo humanamente imperdonable.

Agradecemos tu compañía a lo largo de este curso “Educar para el perdón”. Pedimos a nuestro señor que te acompañe en este camino que es la puerta a la felicidad.


Para concluir anexamos una carta escrita por el Padre Marcial Maciel legionario de Cristo, a los miembros el Movimiento Regnum Christi, con ocasión del inicio de la cuaresma y donde desarrolla el tema de la conversión permanente. Sera de gran ayuda para perseverar en el camino del perdón.



“Muy estimados en Cristo:

Al inicio del camino cuaresmal la Iglesia nos exhorta siempre a la conversión con las mismas palabras de Jesús: «Conviértete y cree en el evangelio» (Mc 1, 15), pues se acerca el tiempo de celebrar el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La proximidad de este período litúrgico me ha dado la oportunidad, en los últimos años, de entablar con ustedes una conversación más cercana y pausada con el fin de profundizar juntos sobre algunos aspectos de este proceso de conversión permanente, al que hemos
sido llamados en virtud de nuestro bautismo.

El misterio de la redención de Cristo pone de relieve que el amor de Dios es más fuerte que nuestro pecado. Y el sacramento de la reconciliación es uno de esos momentos en los que, de modo más evidente, esta eficacia redentora de Cristo se hace personal y actual en la vida de cada uno de nosotros.

Deseo ahora ofrecerles algunas reflexiones que les ayuden a tomar mayor conciencia del amor de Dios en sus vidas y de la realidad del propio pecado; para, de este modo, valorar y vivir mejor el sacramento de la penitencia. No es mi intención hacer una exposición sistemática de la doctrina de la Iglesia al respecto, que excedería, por lo demás, las posibilidades reales de esta carta.


3. El verdadero sentido del pecado en nuestra vida

El pecado no es solamente la transgresión de un precepto divino o la cerrazón ante los reclamos de la conciencia. Pecar es fallar al amor de Dios. El pecado consiste en el rechazo del amor de Dios, en la ofensa a una persona que nos ama. «Contra ti, contra ti sólo pequé; cometí la maldad que tú aborreces» (Sal 51,6).

El pecado de desobediencia de los ángeles y de nuestros primeros padres nació cuando empezaron a sospechar del amor de Dios. Fue entonces cuando la inocente desnudez de un inicio se trocó en vergüenza y en temor de que Dios pudiese descubrirles tal como eran; y el Creador, garante de su felicidad, comenzó a ser desde ese momento su principal amenaza (cf. Gn 3,1-10). Todo pecado, cualquiera que sea su género o calificación moral, es, en el fondo, un acto de desobediencia y desconfianza de la bondad de Dios(cf. Catecismo, 397).

Entre los diversos pecados que podamos encontrar en nuestro pasado descubriremos, como una constante, esa voluntad de preferirnos a nosotros mismos en lugar de Dios; de construir nuestra vida sin Dios o al margen de Él; de anteponer nuestros bienes e intereses personales a su voluntad; de ver y juzgar las cosas según nuestros criterios egoístas, pero no según Dios (cf. Catecismo, 398; exhortación postsinodal Reconciliación y Penitencia,1. Sólo cuando se comprende el pecado en su verdadero significado, se puede valorar y entender mejor el sentido y la importancia que las normas y preceptos tienen en nuestra vida.


¡Qué poco nos duele a veces el pecado! ¡Con cuánta facilidad vendemos nuestra primogenitura de hijos de Dios al primer postor que se cruza en nuestro camino! ¿Creemos de verdad en la vida eterna? Nos duelen mucho las ofensas que los demás nos hacen, pero nos importa muy poco el dolor que infligimos al Corazón de Cristo con nuestro comportamiento. Cuidamos demasiado nuestra imagen ante los hombres y olvidamos fácilmente esa otra imagen de Dios que llevamos esculpida en nuestro ser. Buscamos salvar las apariencias, pero nos esforzamos poco por salvar la propia alma y por construir nuestra vida ante Aquel que nos examinará sobre el amor el día de nuestra muerte. Lamentablemente para muchos el pecado no supone una gran desgracia ni un grave problema, como podría serlo la pérdida de la posición social o un fracaso económico.

La mentalidad del mundo materialista y hedonista se nos filtra, casi sin darnos cuenta, y va cambiando poco a poco nuestra jerarquía de valores. Nos preocupan mucho los problemas materiales –el hambre, la pobreza, las injusticias sociales, la ecología y las especies de animales en extinción– y con facilidad nos solidarizamos para remediarlos.

Pero pocas veces prestamos la misma atención y nos movilizamos para socorrer a los demás en sus problemas espirituales y morales, que son la causa de la verdadera miseria del hombre. El mundo ahoga nuestra sed de trascendencia en el horizonte de lo inmediato, y nos impide percibir que «el amor de Dios vale más que la vida» (Sal 62,4).

¿Qué pasaría si Dios me llamara a su presencia en este momento: me encontraría con el alma limpia y las manos llenas de buenas obras?


4. La experiencia del perdón y del amor misericordioso de Dios

d) Contemplar el rostro misericordioso de Cristo

Contemplar el rostro de Cristo: ésta es la consigna que el Santo Padre Juan Pablo II nos ha dejado en su carta apostólica Novo Millennio Ineunte (cf. nn. 16-2 Fijar la mirada en su rostro significa dejarse cautivar por la belleza irresistible de su amor y de su misericordia.

Contemplemos a Cristo, Buen Samaritano, que se agacha hasta el abismo de nuestra miseria para levantarnos de nuestro pecado, que limpia y venda nuestras heridas, que se dona totalmente sin pedirnos nada a cambio (cf. Lc 10,29-37). Cristo, que espera con paciencia nuestro regreso a casa, cuando nos alejamos azotados por las tormentas de la adolescencia y juventud o instigados por el aguijón del mundo y de la carne; y que nos abraza, nos llena de besos y hace fiesta por nosotros, porque estábamos perdidos y hemos vuelto a la vida (cf. Lc 15, 11-32). Cristo, el único inocente, que no nos condena ni arroja contra nosotros la piedra de su justicia (cf. Jn 8, 1-11). Cristo, que vuelve a mirarnos con amor, como el primer día de nuestra llamada, y que sigue confiando en cada uno de nosotros, a pesar de que el canto del gallo haya anunciado muchas veces nuestra traición (cf. Mc 14, 66-72; Jn 21, 15-19).

Es maravilloso, es emocionante contemplar este amor y misericordia de Dios sobre cada uno de nosotros; su sola experiencia es suficiente para cambiar nuestra vida para siempre. El amor de Dios nos confunde. Nos cuesta pensar que Dios pueda amarnos sin límites y para siempre; que su perdón nos llegue puro y fresco, aunque sí sepamos lo que hacemos; que nos siga perdonando, incluso si nosotros no perdonamos a los que nos ofenden. Él no nos trata como merecemos; su amor no es como el nuestro, limitado, voluble, interesado. Él perdona todo y para siempre. Él nos conoce perfectamente y, aunque cometamos el peor de los pecados, nunca se avergonzará de nosotros. Así es Dios: «Aunque pequemos, tuyos somos, porque conocemos tu poder» (Sb 15, 2). Incluso en el pecado seguimos siendo sus hijos y podemos acudir a Él como Padre.

Sólo quien ha contemplado y meditado, quien ha experimentado personalmente este amor y misericordia de Dios es capaz de vivir en permanente paz, de levantarse siempre sin desalentarse, de tratar a los demás con el mismo amor, la misma comprensión y paciencia con la que Dios le ha tratado.

No nos engañemos, sólo quien vive reconciliado con Dios puede reconciliarse, también, consigo mismo y con los demás. Y para el cristiano el sacramento del perdón «es el camino ordinario para obtener el perdón y la remisión de sus pecados graves cometidos después del Bautismo» (Reconciliación y Penitencia, 31).

e) Necesidad de la mediación de la Iglesia

Al igual que al leproso del evangelio, también Cristo nos pide la mediación humana y eclesial en nuestro camino de conversión y de purificación interior: «Vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio» (Mc 1, 40-45). Tenemos necesidad de escuchar de labios de una persona autorizada las palabras de Cristo: «Vete, y en adelante no peques más» (Jn 8, 11), «tus pecados te son perdonados» (Mc 2, 5). Nadie puede ser al mismo tiempo juez, testigo y acusado en su misma causa. Nadie puede absolverse a sí mismo y descansar en la paz sincera. La estructura sacramental responde también a esta necesidad humana de la que hacemos experiencia todos los días.

A este respecto, qué realismo adquieren las palabras que el sacerdote pronuncia en el momento de la absolución: «Dios, Padre de misericordia, que ha reconciliado consigo al mundo por la muerte y resurrección de su Hijo, y ha infundido el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, mediante el ministerio de la Iglesia el perdón y la paz». Es en este preciso momento, cuando el perdón de Dios borra realmente nuestro pecado, que deja de existir para Él. Sólo entonces brota en nuestro corazón la verdadera paz, que el mundo no pueda dar porque no le pertenece, al no conocer al Señor de la paz
(cf. Jn 14, 27).

f) La paz interior fruto del perdón

La paz que nace del perdón sacramental es fuente de serenidad y equilibrio incluso emocional y psicológico. ¡Cuántas personas he encontrado en mi camino que, como la mujer hemorroísa del evangelio (cf. Mc 5, 25-34), han consumido su fortuna, lo mejor de su tiempo y de sus energías, buscando en las estrellas la respuesta a sus problemas, o recurriendo a sofisticadas técnicas médicas o de introspección psicológica que, bajo una apariencia científica, han explotado la debilidad de esas personas, dejándolas más vacías y destrozadas que al inicio! No mediando un caso patológico o un problema estructural de personalidad, la verdad de nosotros mismos y la solución a nuestros problemas la encontraremos únicamente en la fuerza curativa que emana de Cristo, cuando se le «toca» con la fe y el amor.

La psicología y las ciencias humanas pueden apoyar o acompañar este proceso de conversión interior, sobre todo ante problemas especialmente complejos o ante casos de personalidades frágiles, pero nunca podrán sustituir ni mucho menos pretender dar una respuesta a aquello que únicamente se puede solucionar con el poder de Dios, pues sólo Él puede perdonar los pecados (cf. Mc 2, 6-12).

Queridos hermanos: «en nombre de Cristo, dejaos reconciliar con Dios» (2Cor 5, 20). Con las mismas palabras de san Pablo les exhorto desde lo más hondo de mi corazón. No duden del perdón infinito de Dios. Dejen que Él transforme sus vidas, que su amor y misericordia sea el objeto permanente de su contemplación y de su diálogo con Él. No se cansen de pedir todos los días la gracia sublime del conocimiento y de la experiencia personal de este amor. Cultiven en su corazón la memoria de la infinita misericordia de Dios frente a sus faltas y pecados; se darán cuenta de que habrá siempre más motivos para agradecer que para pedir perdón.

3. Algunas recomendaciones para vivir mejor el sacramento de la reconciliación y el espíritu de penitencia

f) Acercarse con gran espíritu de fe y humildad

La primera actitud básica con la que debemos vivir este sacramento es la fe. Una fe viva, renovada cada vez que nos acercamos a la confesión: fe en la acción invisible de la gracia que actúa a través de la mediación de la Iglesia; fe en ese hombre, pecador y limitado como nosotros, pero que representa a Dios y obra en ese momento haciendo las veces de Cristo: «Yo te absuelvo de tus pecados...». Es Dios quien, conociéndonos y amándonos, nos escucha y acoge a través del sacerdote.

Con esta actitud de fe y respetando la absoluta libertad de acudir a cualquier sacerdote para confesarse, les recomiendo que procuren buscar un confesor, si es posible fijo, de probada experiencia, de sólida y sana doctrina; profundamente adherido a la fe y al magisterio de la Iglesia; que sepa respetar y alentar debidamente los carismas que el Espíritu Santo suscita en su Iglesia. Pero sobre todo que sea un hombre santo, que busque con sinceridad y exigencia, por encima de sus propios criterios o intereses personales, la voluntad de Dios y el bien espiritual de las almas.

Y la segunda actitud básica para poderse acercar a la confesión de modo fructuoso es la humildad. Se necesita mucha humildad para ponerse de rodillas delante de Cristo y ante Él, que nos conoce y nos ama, pedirle perdón con sinceridad. Reconocer el propio pecado significa, ante todo, reconocerse pecador (cf. Reconciliación y Penitencia,13).

Reconocer, como hizo David al ser reprendido por el profeta Natán, que ese hombre a quien juzgo merecedor de muerte soy yo, y que ese pecado que aborrezco en los demás es también mi pecado (cf. 2Sam 12, 1-15). «Reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. Contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que tú aborreces (...). En la culpa nací, pecador me concibió mi madre» (Sal 51, 5-6.7). El alma humilde es aquella que, viendo la verdad de sí misma tal como Dios la ve, se acepta como es y
lucha por superarse con la ayuda de Dios, segura del éxito. El mayor mal no está en haber caído, sino en no reconocerlo y quedarse tirado.

¡Qué indecible gozo experimenta el sacerdote cuando ve que una oveja descarriada vuelve al redil! ¡Qué lección tan elocuente para él contemplar a un alma que con fe y humildad se arrodilla para pedir perdón a Dios a través de su persona! Lejos de escandalizarse, constituye un motivo de sincera admiración y de gratitud a Dios al constatar su acción misteriosa en las almas; y supone, además, una honda satisfacción pues, como ministro del perdón, ha sido enviado para salvar lo que estaba perdido (cf. Lc 19, 10). El sacerdote se convierte, de este modo, en el testigo de una íntima alianza entre Dios y el penitente, que queda sellada para siempre por el secreto sacramental.

g) Buscar con sinceridad la verdad en la propia vida

El sacramento de la reconciliación nos brinda una ocasión excelente para el conocimiento de nosotros mismos. Éste constituye el primer requisito para avanzar con paso firme por el camino de la verdadera santidad y para poder hacer algo eficaz por el Reino de Cristo. Por ello, es una gracia inapreciable que hay que pedir con insistencia, pues por nosotros mismos tendemos al subjetivismo y a las falsas justificaciones. Hacer un examen de conciencia serio y honesto significa, por tanto, hacerlo bajo la mirada de
Dios, en un ambiente de oración, en diálogo sincero y confiado con Él.

Es evidente que la conciencia rectamente formada representa un papel decisivo en este trabajo de conocimiento personal. ¡Y quién mejor que el Espíritu Santo, el Espíritu de la Verdad, nos puede ayudar en esta tarea de formación! Él, que ha sido enviado para «convencer al mundo en lo referente al pecado» (Jn 16, 8; cf. Catecismo, 388). Este «convencimiento» no sólo nos ayuda a formar nuestra conciencia según la verdad objetiva de la voluntad de Dios, sino que nos da también la certeza de la redención y de la
misericordia divina (cf. Catecismo, 1848).

Formen su conciencia. Cuídenla con sumo esmero y delicadeza. No ahoguen su voz ni permitan que se acomode a sus gustos y apetencias pasionales, porque entonces habrán perdido uno de sus mayores y más preciosos tesoros. Pueden caer y equivocarse, incluso gravemente, pero la gracia de Dios puede solucionarlo si encuentra una conciencia sensible al bien que, aun en medio de su debilidad, es capaz de escuchar y adherirse a la voluntad de Dios.

Es necesario, además, que se tomen el tiempo necesario en su examen antes de la confesión. Esta tarea, a medida que se madura en la vida espiritual y en el conocimiento de sí mismo, se facilita y simplifica enormemente. El mejor examen y el más fructuoso es el que se ha preparado a lo largo de los exámenes de conciencia diarios y, sobre todo, con la actitud de la propia vida. Quien vive permanentemente de cara a Dios no tiene que realizar grandes esfuerzos para entrar dentro de sí y hacer luz en su conciencia.

El fruto de transformación de una confesión depende en gran medida, al menos por lo que a nosotros se refiere, de la profundidad de nuestro examen de conciencia. Por eso, yo les recomiendo que se esfuercen siempre por ir a las raíces, a las actitudes y motivaciones profundas de sus faltas y pecados. Ayuda, para ello, tener presente el propio programa de vida, sobre todo el así llamado «defecto dominante»; y preguntarse siempre el porqué de su comportamiento, de manera particular ante la constatación repetida de las mismas faltas.

Dentro de la diversidad de pecados, les recomiendo que presten una especial atención en sus exámenes a tres categorías: la omisión, la pérdida del tiempo y las faltas contra la caridad. A veces se da una importancia casi exclusiva a los pecados contra el sexto o el noveno mandamiento –aquellos que tienen que ver con la pureza y la castidad, como si fuesen los más importantes o el centro de la moral cristiana. Y no conviene perder de vista que estos tres tipos de faltas hieren hondamente al Corazón de Cristo y a la Iglesia. La conciencia de su gravedad nos debe llevar a fijar siempre nuestra mirada en lo que Dios espera de nosotros y a darlo todo en el cumplimiento de esa misión para la que hemos sido creados, que es la práctica del verdadero amor, esencia del Evangelio.

h) Movidos por el arrepentimiento sobrenatural

El arrepentimiento por nuestros pecados constituye el requisito fundamental para recibir válidamente la absolución. Este arrepentimiento, si es sincero, comporta «una ruptura con el pecado, una aversión del mal, con repugnancia hacia las malas acciones que hemos cometido. Al mismo tiempo, comprende el deseo y la resolución de cambiar de vida con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de su gracia» (Catecismo, 1431). Lo esencial, por tanto, es el dolor del alma, la compunción del corazón:
«El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, Señor, no lo desprecias» (Sal 51, 19).

Este arrepentimiento puede expresarse en ocasiones con lágrimas, sensiblemente, como aquella mujer en casa de Simón el fariseo, que lloró a los pies de Jesús (cf. Lc 7, 36-50), pero no es absolutamente necesario. A medida que se avanza y madura en la vida espiritual, Dios permite que nuestra vida dependa más de la fe y del amor desnudo de sentimientos y emociones externas.

Cuando Dios permite este tipo de manifestaciones sensibles, no debemos rechazarlas o avergonzarnos de ellas, sino agradecérselas y aprovecharlas para unirnos más estrechamente a Él. No conviene, ciertamente, buscarlas ni provocarlas, ya que puede ser una forma velada de buscarnos a nosotros mismos. Lo que debemos pedir a Dios con insistencia, cada vez que nos acerquemos al sacramento de la confesión, es el verdadero dolor del alma. Es necesario que Dios transforme nuestro corazón de piedra, duro e insensible, en un corazón de carne (cf. Ez 36,26-27). La conversión –y, por tanto, el verdadero arrepentimiento– es primeramente una obra de la gracia de Dios que hace volver a Él nuestros corazones: «conviértenos, Señor, y nos convertiremos» (cf. Catecismo, 1432).

i) Propósito sincero de cambiar

Un termómetro fiel de nuestro arrepentimiento es este querer cambiar, que no es un vago deseo o intención de ser mejor, sino la disposición firme de la voluntad que se compromete a luchar a muerte contra las manifestaciones concretas del pecado en la propia vida y a cumplir por íntima convicción la voluntad de Dios, aunque puedan preverse caídas en el futuro.

Por eso, yo les recomiendo que traten de sacar al final de cada confesión, con la ayuda de Dios e iluminados por los consejos del confesor, un punto muy concreto y realista para trabajar hasta la siguiente confesión. De este modo el sacramento de la penitencia se revela en toda su eficacia transformante como un «medio de perfección y de perseverancia» y no sólo, como a veces sucede en la mentalidad común, como una ocasión para «descargar» las propias faltas y así ponerse en paz con Dios y consigo mismo.

Esta dimensión del sacramento de la confesión es muy importante, sobre todo para quienes ya han caminado un buen trecho en la vida espiritual y están más tentados de caer en el tedio, el cansancio y el desaliento, ante la constatación repetida de las mismas faltas. Para quien aspira a dejar de ser bueno y convertirse en el santo que Dios quiere y que necesita el Movimiento y la Iglesia, la confesión, vivida con este dinamismo transformante, se convierte en uno de los medios más importantes, deseados y defendidos.

j) Cultivar el verdadero espíritu de penitencia y de reparación

La confesión no termina cuando se sale del confesionario. Para el alma que ama de verdad, no basta cumplir la penitencia impuesta por el confesor, que generalmente suele ser sencilla en su realización, sino que busca poner algo más de sí misma uniendo sus sufrimientos de todos los días a los de Cristo, para completar así en su propia vida «lo que falta a la pasión de Cristo» (cf. Col 1, 24). Éste es el sentido cristiano de la penitencia sacramental y del espíritu de reparación que se debe cultivar habitualmente como actitud del corazón, y sin el cual «las obras de penitencia permanecen estériles y engañosas; por el contrario, la conversión interior impulsa a la expresión de esta actitud por medio de signos visibles, gestos y obras de penitencia» (Catecismo, 1430).

Para cultivar este espíritu suele ser útil fijar con antelación el día que se destinará para la confesión, que se recomienda que sea frecuente. Todo ese «día penitencial», desde el ofrecimiento en la mañana hasta las oraciones antes de acostarse, ha de estar sembrado de pequeños detalles de sacrificio y de delicadeza con Jesucristo, para reparar los propios pecados y los de los hombres.

A lo largo del año, además, hay momentos muy aptos para el cultivo de la penitencia interior, como son los viernes –en los que se conmemora la pasión y muerte de Cristo en la cruz–, la cuaresma y la Semana Santa. Como cristianos, estas ocasiones deberían estar marcadas por un sentido de reparación eminentemente apostólico, o sea, para salvar almas y arrancar de Dios las gracias necesarias para la Iglesia.

La vida familiar puede ser un lugar privilegiado donde se aprenda en la práctica el valor humano y espiritual del sacrificio y de la penitencia interior. El ambiente diario del hogar es una maravillosa escuela de perdón, de paciencia, de comprensión recíproca, de honestidad y sinceridad con Dios y con los demás. Los padres, a través de su ejemplo y de su palabra, tienen en este cometido un papel insustituible.

Concluyo esta carta evocando el testimonio elocuente del apóstol san Pablo, cuya conversión conmemoramos en este día. En él tenemos una síntesis maravillosa de este proceso de conversión sobre el que hemos reflexionado; y encontramos, además, los elementos necesarios para llegar a ser grandes santos: una misión dada por Dios, un corazón lleno de debilidades y limitaciones, pero desbordante de confianza y amor, y la generosidad para hacer crecer la semilla de la gracia en la propia alma.

Encomendando a la intercesión de san Pablo, el fruto de estas reflexiones y del período cuaresmal que nos disponemos a iniciar, quedo suyo afectísimo y s.s. en Jesucristo.



Comparte tus conclusiones del curso en los foros y más adelante recibirás un cuestionario para evaluar el contenido y el servicio que te hemos ofrecido durante el desarrollo del mismo. (Sí se publica en los foros)

Preguntas que pueden servirte para estructurar tus conclusiones

¿Qué me ha parecido el curso en general?
¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?
Algún comentario particular…

Que Dios te llene de bendiciones hoy y siempre,
Mayra Novelo de Bardo
alianzas@catholic.net



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Dr. en teología moral

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Acompañamiento espiritual.

Esteban Noguer Gelma
capyf@telefonica.net
Especialidad: Educación en las virtudes

Salvador Casadevall
salvadorcasadevall@yahoo.com.ar
Especialidad: Espiritualidad conyugal, etapas del matrimonio, perdón, solidaridad y educación de los hijos.

Pastor Alberto López Ortega
palopez@ucm.edu.co
Especialidad: Educación personalizada en las Universidades




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Mayra Novelo de Bardo moderadora del curso.
_________________
“Te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios mío infinitamente amable, y prefiero morir amándote a vivir sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente... ”
(Cura de Ars)

[MariluGA]

¿Qué me ha parecido el curso en general?
Me agrado mucho, creo que me hizo madurar en la fe, y en lo que significa el amor misericordioso de Dios en mi vida y en el compromiso con mi prójimo.

¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?
La necesidad de cambiar mi mentalidad, en primer lugar de tratar de ser mas racional y menos impulsiva, en seguida tratar de alejar todos esos pensamientos del mundo materialista y hedonista que definitivamente hace que cambie mi modo de ver, que debería de ser auténticamente cristiano, y ha cambiado la escala de valores con las que miro mi propia existencia. Mido con mayor peso los problemas materiales y a veces olvido la necesidad de pesar, por lo menos con la misma medida los problemas espirituales, no sólo de mi persona si no de mi prójimo.

Algún comentario particular… .
Me pareció, esta frase adecuada para concluir:
Pecar es fallar al amor de Dios. El pecado consiste en el rechazo del amor de Dios, en la ofensa a una persona que nos ama. «Contra ti, contra ti sólo pequé; cometí la maldad que tú aborreces»

[verónica ana]

¿Qué me ha parecido el curso en general?

El curso me ha parecido excelente y pienso también que todas las entregas han sido muy esclarecedoras y han contribuido a que pudiera ir profundizando y desentrañando muchos puntos que quizás por lo complicado y difícil que es el tema del perdón no los tenía suficientemente aclarados y trabajados.
Realmente creo que es una temática que preocupa a muchos y que se debería dar a conocer más ampliamente ya que son muchos los que no saben como encarar el tema del perdón pero que si estuvieran más informados ellos también, seguramente, tratarían de perdonar.

¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?

En mi vida he tenido que vivir y transitar en repetidas ocasiones por situaciones realmente muy difíciles y el haber tenido la oportunidad de realizar este curso me ha permitido encontrar los elementos necesarios para pedirle al Señor la gracia de poder perdonar de corazón a todos aquellos que me han lastimado y que cure definitivamente las heridas que quedaron abiertas.
De todas maneras las reflexiones que se fueron dando a lo largo del curso me han ayudado a ver con claridad y a buscar y encontrar las razones para perdonar y olvidar.
Es muy cierto como se enseñó en el curso que si Dios me perdona yo también debo perdonar ya que mis pecados son infinitamente más graves que cualquier agravio que yo pueda haber recibido. También es cierto que el Señor permite ciertas situaciones para nuestra purificación. En algunas circunstancias me han servido las palabras del Rey David a aquel que lo maldecía y le arrojaba piedras. “Dejadle que maldiga pues si Yahvé le ha dicho que maldiga a David ¿quién tiene derecho a censurarle lo que diga? (2 S 16,10) y más adelante dice David: “acaso Yahvé tenga en cuenta mi aflicción y me devuelva bien por las maldades de este día”(2 S 16,12). Este pasaje muchas veces me ha hecho pensar que el Señor a veces permite cosas, como dije más arriba para nuestra purificación y crecimiento espiritual y aunque dolorosos, son para nuestro bien, y en definitiva le debemos estar agradecidos aunque nos duelan.

Algún comentario particular…

Me ha parecido excelente la carta del Padre Marcial Maciel sobre la "conversión permanente". A mi juicio enseña magistralmente lo que es el perdón, el amor y la Misericordia infinita de nuestro Padre Dios. Además me ha llegado muy profundamente la frase donde nos recomienda pedir todos los días a Dios “la gracia sublime del conocimiento y de la experiencia personal del amor de Dios”
Muchas gracias por compartir con nosotros esta joya espiritual.
---------
El Señor y María Sntisima los bendigan siempre y les otorguen la Paz

[armonía090109]

La Paz de Cristo more con ustedes...

1.- ¿Què me ha parecido el curso en general?
Un curso emocionante, maravilloso, super excelente en su forma de presentaciòn.

2.- ¿Què aplicaciones pràcticas ha tenido para mi vida?
Muchas, pero en especial en esta lecciòn, es que debemos de perseverar en el perdòn, y las pautas nos las da el Padre Maciel en su carta:
"debemos movilizarnos màs para socorrer a los demàs en sus problemas espirituales y morales con son la causa de la verdadera miseria del hombre".
Aprender a:
a) Ver el verdadero sentido del pecado en nuestra vida
b) contemplar el rostro misericordioso de Cristo
c) comprender la necesidad de la mediaciòn de la iglesia
d) la paz interior es fruto del perdòn
e) las recomendaciones que se nos formulan para vivir mejor el sacramento de la reconciliaciòn y el espiritu de penitencia que son:
1) acercarse con gran espìritu de fe y humildad
2) buscar con sinceridad la verdad en la propia vida
f) movernos por el arrepentiemiento sobrenatural
g) el propòsito sincero de cambiar
i) cultivar el verdadero espìritu de penitencia y de reparaciòn

3.- Algùn comentario particular...
Pues tenemos mucho que poner en pràctica, pero esperamos algùn dìa, ser unos testigos como el apòstol San Pablo: "una misiòn dada por Dios, un corazòn lleno de debilidades y limitaciones, pero desbordante de confianza y amor, y la generosidad para hacer crecer la semilla de la gracia en la propia alma"

Que Dios nos ayude para ser unos verdaderos misioneros suyos practicando y llevando a cabo este Curso del Perdòn a nuestras familias, amigos, vecinos, etc. asì como nuestro entorno.

Gracias a todas las personas que nos estàn guiando en este curso, que Dios les colme de abundantes bendiciones...

Que Cristo more en nuestro corazòn para que ilumine nuestro caminar

[armonía090109]

La Paz de Cristo more con ustedes...

1.- ¿Què me ha parecido el curso en general?
Un curso emocionante, maravilloso, super excelente en su forma de presentaciòn.

2.- ¿Què aplicaciones pràcticas ha tenido para mi vida?
Muchas, pero en especial en esta lecciòn, es que debemos de perseverar en el perdòn, y las pautas nos las da el Padre Maciel en su carta:
"debemos movilizarnos màs para socorrer a los demàs en sus problemas espirituales y morales con son la causa de la verdadera miseria del hombre".
Aprender a:
a) Ver el verdadero sentido del pecado en nuestra vida
b) contemplar el rostro misericordioso de Cristo
c) comprender la necesidad de la mediaciòn de la iglesia
d) la paz interior es fruto del perdòn
e) las recomendaciones que se nos formulan para vivir mejor el sacramento de la reconciliaciòn y el espiritu de penitencia que son:
1) acercarse con gran espìritu de fe y humildad
2) buscar con sinceridad la verdad en la propia vida
f) movernos por el arrepentiemiento sobrenatural
g) el propòsito sincero de cambiar
i) cultivar el verdadero espìritu de penitencia y de reparaciòn

3.- Algùn comentario particular...
Pues tenemos mucho que poner en pràctica, pero esperamos algùn dìa, ser unos testigos como el apòstol San Pablo: "una misiòn dada por Dios, un corazòn lleno de debilidades y limitaciones, pero desbordante de confianza y amor, y la generosidad para hacer crecer la semilla de la gracia en la propia alma"

Que Dios nos ayude para ser unos verdaderos misioneros suyos practicando y llevando a cabo este Curso del Perdòn a nuestras familias, amigos, vecinos, etc. asì como nuestro entorno.

Gracias a todas las personas que nos estàn guiando en este curso, que Dios les colme de abundantes bendiciones...

Que Cristo more en nuestro corazòn para que ilumine nuestro caminar

[EBEJR]

Hola:

Antes de plasmar algunos puntos a manera de pequeño resumen, de lo que más me impactó de este curso, quiero sincera y públicamente agradecer infinitamente a todos los organizadores de este (en particular) y todos los cursos que se imparten por este medio, es una gran aportación para construir valores y fortalecer la Fé de los cristianos que vivimos y tratamos de entender un poco hacia donde nos quieren llevar algunos en esta vida y también queremos encontrar la felicidad y el amor de Dios, un millón de gracias.
Algunos ideas que considero importantes:
~ El que no perdona vive presa del resentimiento; en cambio el que perdona encuentra la libertad.
~ El orgullo y la imaginación son obstáculos para el perdón.
~ Ubicar la ofensa en su dimensión real, después de que realmente estamos seguros de que existió una ofensa, nos ayuda a otorgar el perdón.
~ Perdonar es cancelar la deuda que alguien contrajo con nosotros.
~ Los valores de la vida y la Gracia de Dios, nos ayudan a perdonar.
~ Perdonar es reconciliarse con los demás y con nosotros.
~ Mientras más grande es la ofensa, más grande es la necesidad de perdonar.
~ Recordar y reconocer que nosotros hemos ofendido muchas mas veces de lo que nos han ofendido es importante para tomar conciencia de nuestras culpas y que debemos de pedir perdon, para así estar en paz interior y sentirnos como hijos queridos del Padre.
Nuevamente UN MILLÓN DE GRACIAS.

Eloy

[Mariluisa]

El curso en general ha sido de mucho provecho en lo personal, ya que me ha mostrado lo que es realmente el perdón, por lo tanto tiene mucha aplicación en mi vida, ya que por el trato continuo con las personas es muy posible que ocurran situaciones en las que se requiere aplicar el perdón. Esta última parte concreta aún más lo que se trató en los anteriores temas, y la carta pastoral de Monseñor Forte de confesarse ¿Por qué? Es una guía importante para quienes nos acercamos con más o menos frecuencia a la Reconciliación, ya que reflexionar en que quien nos está escuchando es Cristo y que con su infinito amor nos va a perdonar hace menos difícil la confesión y más aún al pensar en el perdón que siempre nos va a otorgar, lo que nos debe impulsar a corregirnos y no volver a caer por nuestras debilidades, sabiendo que Cristo nos comprende.
El apoyo del examen de conciencia que nos regala al final es grandioso. Muchas gracias, que Dios los bendiga y que realicen más cursos como este, con muchísima aplicación en nuestra vida como cristianos. Felices Pascuas.
Mariluisa.

[ALIEROS]

El curso me pareció muy valioso, productivo porque en cada propuesta me generó un análisis una reflexión, me ví reflejada muchas veces y pude aclarar muchas de mis ideas.
hoy en muchos aspectos me veo hablando y aplicando los contenidos dados aquí, he tratado de ayudar a otros pero también en mi vida voy notando cambios que surgen de la liberación que voy teniendo.
Gracias Mayra, no sabía de estos cursos, les he comentado a mis conocidos de lo bueno que ha sido éste en particular. Sin duda también gracias a mis compañeros de curso con los que me he enriquecido mucho. Un agradecimiento especial al Padre Marcial, porque en las pautas para perseverar en el perdón me dio una guía de muchísima ayuda, en la que tengo que ir haciendo camino y profundizar. Gracias a todos.
¡Qué la luz de esta Pascua ilumine nuestros corazones y podamos llevar amor, alegría y esperanza a nuestros hermanos!
Alicia

[Rober 120]

¿Qué me ha parecido el curso en general?

El curso en general, me ha parecido magnífico. Muy esclarecedor e instructivo. Hay mucha gentre por la vida que no sabe perdonar, mucha gente por la vida que dice "Perdona pero no olvido" mucha gente resentida por tonterías. Este curso le hace falta a mucha gente y así se lo he recomendado a mis familiares y amigos.
Yo creo, que con las pautas que nos da este curso todos sonmos capaces de perdonar. Hasta las cosas imperdonables se pueden perdonar con la ayuda de Dios.

¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?

¿Aplicaciones prácticas?
La primera deellas ha sido descubrir en que multitud de ocasiones se da el perdón de Dios.
La necesidad de perdonar mirando el pecado de frente.
Cuales son los aliados del resentimiento y cuales son los ayudantes para combatirlo.
He aprendido distintas virtudes con cada una de las reflexiones.
He redescubierto la importancia de la confesión.
He leido las buenas virtudes que nos aparecen al perdonar.
Podría seguir enumerando las multiples enseñanzas que me ha dado este curso pero voy a decir tan sólo la mas importante:

¡Por supuesto he aprendido cómo se puede perdonar que es de lo que trataba el curso!

Felciito a los creadores del curso y les animo que sigan poniendo algo de su tiempo en sacar más cursos adelante.
¡Gracias de nuevo por este fantástico curso.!

A todos les deseo un feliz Domingo de Pascua de Resurrección.

Un saludo en Cristo.
_________________

Señor, yo te sigo
y quiero darte lo que pides.
Aunque hay veces,
que me cuesta darlo todo,
Tú lo sabes, yo soy tuyo.
Camina Señor junto a mí.

[sumerse]

Cordial saludo para todos y todas y FELICES PASCUAS,

El tema del curso es maravilloso, es la esencia del Cristianismo.

Las personas con las que compartí el curso dieron excelentes comentarios del mismo.

"Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen".

Así como las otras seis palabras que pronunció Cristo en sus últimos momentos, nos hacen referencia al perdón o a la necesidad de perdón.

La iglesia Cristiana católica en buena hora ha cambiado el termino de la confesión por el de la reconciliación.

Es bueno de la misma manera ampliar el término perdón hacia el de reconciliación, puesto que finalmente es lo que estamos haciendo, reconciliándonos con Dios, con los demás y por ende con nosotros mismos.

La resurección no solo se refiere a lo que le pasó hace alguito más de 2000 años a Jesúcristo, la resurección la podemos vivir y hacerla vivir a todas las personas al momento del cambio de forma de ser, al empezar una vida nueva, entendiendo por este término que no necesariamente se trata de cambios radicales de vida en general, pueden ser cambios en aspectos en los que estemos mal. Este cambio inicia con la reconciliación, y la reconciliación inicia con el perdón. Perdonémonos y perdonemos a los demás. Reconciliémonos con nosotros mismos y con los demás, y por ende nos reconciliaremos con Dios.

Y pidámosle intercesión a la Santísima Virgen y a nuestros Santos de devoción para que así sea.

Resucitemos en el perdón y en la reconciliación.

Gracias a Dios y a la Santísima Virgen por ustedes y por este curso tan bueno y reconciliador.

Espero aplicarlo con los demás y en especial conmigo mismo.

Que Dios los bendiga y la Virgen los cubra con su manto hoy y siempre.

[belladela]

HA SIDO FUENTE DE ALEGRIA ESTE CURSO EN GENERAL BIEN PRESENTADO SENCILLO, MUY PRACTICO.
APLICACIONES EN MI VIDA: LO MEJOR QUE ME HA DEJADO ES ELTENER HERRAMIENTAS PARA PERDONAR COMPRENDER DESDE EL ORIGEN DE LA FALTA DE PERDON Y CREAR EN MI LA INTENCION DE PERDONAR.


MUCHAS GRACIAS A DIOS POR USAR ESTE FORO DE INSTRUMENTO PARA QUE CADA DIA CAMINEMOS HACIA EL HOMBRE PERFECTO QUE DIOS QUIERE QUE SEAMOS DIOS LES BENDIGA MUCHO.
_________________
DIOS NOS CONCEDA LA SABIDURIA..DTB DELAINE

[Luly]

El curso no solamente me a servido para reflexionar, sino poner propósitos, pequeños, pero al fin realizar propositos mas objetivos para mejorar mi crecimiento personal, verdaderamente su trabajo por este medio es lo mejor que nos puede pasar a quienes por decidia o por falta de tiempo ¿? no leemos o hacemos oración, mil gracias por ayudarnos.
_________________
Lourdes Reyes

[MALLY]

¿Qué me ha parecido el curso en general?
Estubo estupendo, de verdad agradezco mucho que nos compartan estos talleres que nos sirven muchisimo para nuestra vida espiritual, este en particular es muy importante pues si no perdono no tengo vida.
¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?
Me he enseñado a no hacer de las pequeñas cosas grandes problemas y a controlar mis emociones para no exagerar lo que otros me hacen, tambien a perdonarme a mimisma y sobre todo a saber que Dios es amor y me perdona siempre.
Algún comentario particular…
Me sirvieron mucho las reflexioes de Nuestro Padre Marcial Maciel que nos ayudan a tomar mayor conciencia del amor de Dios en sus vidas y de la realidad del propio pecado; para, de este modo, valorar y vivir mejor el sacramento de la penitencia.
Que Dios los bendiga
_________________
¡Venga tu Reino!
Jesús y María vivan por siempre en nuestros corazones.
Su afectisima en Cristo y el Movimiento:
Mally.

[reivajmision]

Buenas tardes desde San Juan del Río Querétaro México

El curso en general me pareció un maravilloso don y regalo que Dios nos dio a mucha gente de forma directa e indirecta, porque muchos de nosotros lo hemos difundido y además por que cambio nuestro estilo de vida y la manera en que ahora vemos las cosas, dejando atrás antivalores, por creer que siempre tenemos la verdad y la razón, pero al desprendernos de otorgar el perdón inició una liberación en mi persona porque al perdonar tenemos el gran premio de cancelar la deuda que contrajo con nosotros, al perdonar y reconciliarnos con los demás y tener un regalote de una paz interior y como resultado un cambio y una mayor sensibilidad.
Ver las cosas desde otro punto de vista y ver que mucha de las ofensas nosotros somos los que les damos una súper importancia, pero al momento de ponernos en los zapatos de nuestro prójimo, puedo observar que no era para tanto y que nosotros somos los que atizábamos el fuego y nos poníamos más ofensores que la supuesta ofensa, por que como dice el padre Marcial tomarnos el tiempo para hacer un buen examen de conciencia, para entrar dentro de sí y hacer luz y conciencia.

Tengo que dar las gracias a los organizadores del curso, por el regalo tan maravilloso del tesoro de Monseñor Francisco Ugarte Corcuera y que nos compartieron a Mayra y a Mauricio I. Pérez por que con su voz nos transporto, hizo que tuviéramos mayor conciencia con sus aportaciones, pasajes y por su dedicación y esfuerzo, no tengo más que enviarles todas nuestras bendiciones por tan noble labor, gracias un millón de gracias y de bendiciones a ustedes, también a cada uno de los que participaron en los foros, que nos hicieron ser más concientes y que somos muchos los que estamos en esta transformación de nuestras vidas. Gracias a Dios nuevamente por habernos escogido en este regalo.
Felices Pascuas de Resurrección
_________________
Construir el reino de Dios

[reivajmision]

Buenas tardes desde San Juan del Río Querétaro México

El curso en general me pareció un maravilloso don y regalo que Dios nos dio a mucha gente de forma directa e indirecta, porque muchos de nosotros lo hemos difundido y además por que cambio nuestro estilo de vida y la manera en que ahora vemos las cosas, dejando atrás antivalores, por creer que siempre tenemos la verdad y la razón, pero al desprendernos de otorgar el perdón inició una liberación en mi persona porque al perdonar tenemos el gran premio de cancelar la deuda que contrajo con nosotros, al perdonar y reconciliarnos con los demás y tener un regalote de una paz interior y como resultado un cambio y una mayor sensibilidad.
Ver las cosas desde otro punto de vista y ver que mucha de las ofensas nosotros somos los que les damos una súper importancia, pero al momento de ponernos en los zapatos de nuestro prójimo, puedo observar que no era para tanto y que nosotros somos los que atizábamos el fuego y nos poníamos más ofensores que la supuesta ofensa, por que como dice el padre Marcial tomarnos el tiempo para hacer un buen examen de conciencia, para entrar dentro de sí y hacer luz y conciencia.

Tengo que dar las gracias a los organizadores del curso, por el regalo tan maravilloso del tesoro de Monseñor Francisco Ugarte Corcuera y que nos compartieron a Mayra y a Mauricio I. Pérez por que con su voz nos transporto, hizo que tuviéramos mayor conciencia con sus aportaciones, pasajes y por su dedicación y esfuerzo, no tengo más que enviarles todas nuestras bendiciones por tan noble labor, gracias un millón de gracias y de bendiciones a ustedes, también a cada uno de los que participaron en los foros, que nos hicieron ser más concientes y que somos muchos los que estamos en esta transformación de nuestras vidas. Gracias a Dios nuevamente por habernos escogido en este regalo.
Felices Pascuas de Resurrección
_________________
Construir el reino de Dios

[reivajmision]

Buenas tardes desde San Juan del Río Querétaro México

El curso en general me pareció un maravilloso don y regalo que Dios nos dio a mucha gente de forma directa e indirecta, porque muchos de nosotros lo hemos difundido y además por que cambio nuestro estilo de vida y la manera en que ahora vemos las cosas, dejando atrás antivalores, por creer que siempre tenemos la verdad y la razón, pero al desprendernos de otorgar el perdón inició una liberación en mi persona porque al perdonar tenemos el gran premio de cancelar la deuda que contrajo con nosotros, al perdonar y reconciliarnos con los demás y tener un regalote de una paz interior y como resultado un cambio y una mayor sensibilidad.
Ver las cosas desde otro punto de vista y ver que mucha de las ofensas nosotros somos los que les damos una súper importancia, pero al momento de ponernos en los zapatos de nuestro prójimo, puedo observar que no era para tanto y que nosotros somos los que atizábamos el fuego y nos poníamos más ofensores que la supuesta ofensa, por que como dice el padre Marcial tomarnos el tiempo para hacer un buen examen de conciencia, para entrar dentro de sí y hacer luz y conciencia.

Tengo que dar las gracias a los organizadores del curso, por el regalo tan maravilloso del tesoro de Monseñor Francisco Ugarte Corcuera y que nos compartieron a Mayra y a Mauricio I. Pérez por que con su voz nos transporto, hizo que tuviéramos mayor conciencia con sus aportaciones, pasajes y por su dedicación y esfuerzo, no tengo más que enviarles todas nuestras bendiciones por tan noble labor, gracias un millón de gracias y de bendiciones a ustedes, también a cada uno de los que participaron en los foros, que nos hicieron ser más concientes y que somos muchos los que estamos en esta transformación de nuestras vidas. Gracias a Dios nuevamente por habernos escogido en este regalo.
Felices Pascuas de Resurrección
_________________
Construir el reino de Dios

[Angelitos]

Este curso me ha dejado mucho que reflexionar. Como una conclusión me vino a la cabeza una fracción del Padre Nuestro ..."persona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos..." teniendo en cuenta la Misericordia Divina así debemos perdonar nosotros. También debemos recordar siempre que así como nosotros tenemos necesidad de escuchar que somos perdonados, también las demás personas tienen necesidad de escuchar de nuestros labios ese perdón.

[Maria Dolores Facha M]

1.- ¿Què me ha parecido el curso en general?

Muy bueno, aprendí sobre lo que lo causa, encontré toda la descripción sobre sus consecuencias y mejor aún todos los beneficios y lo enriquecedor que es para todos.

Que debemos comprometernos a que después de tener conocimientos sobre el tema, nos debe impulsar a corregirnos, fortalecer nuestros valores, incrementar la Fé y proponernos no volver a actuar de la misma manera

2.- ¿Què aplicaciones pràcticas ha tenido para mi vida?

*debemos perdonar para no vivir en el resentimiento
*tenemos en el sacramento de la Reconciliacion una gran herramienta para enmendarnos y cambiar
*estar conscientes de que nosotros también hemos causado daño y también necesitamos del perdón del otro.
*debemos cancelar la deuda la perdonar
*ser realistas en el daño de la ofensa que nos han hecho
*que las enseñanzas de Cristo y su ejemplo son la mejor manera de conocer el camino para actuar

3.- Algùn comentario particular...

A cuantos les he comentado sobre el curso y lo que aprendí les ha parecido muy enriquecedor e inclusive se han interesado tanto que me han solicitado darles los enlaces de internet para que lo lean.

Creo que ha cumplido su cometido, ya que modifica las relaciones de las personas y su forma de ver la vida.

La oracion para pedir perdón la han leído personas cercanas mías y les ha ayudado a poder manejar recuerdos tristes.

Sólo me resta agradecerles y desearles que sigan haciendo el bien, que tanto ayuda a todos.

[Alexmi]

El curso fue provechoso, entendi algunas cosas sobre como vivir para ser mejor persona, todo visto desde la palabra de Dios que a veces solo escuchamos pero no ponemos en práctica o que la queremos manejar de acuerdo a lo que pensamos, pero en realidad la palabra de Dios se encarno en Jesús quien unió lo humano con lo divino para que el ser humano comprendiera el infinito y misericordioso amor del Padre; Jesús es el camino, la verdad y la vida y ponerse en los pies de él es empezar a cambiar y ver la vida con ojos de amor y perdón, empezando con nosotros mismos con la ayuda del Espíritu Santo.
En mi vida hay mucho por hacer, lo primero ser más constante en la oración y de ahí creo que el Señor me mostrarña sus grandezas. Ver a los demás como hermanos cuesta, pero poco a poco se puede lograr. Dios nos ama por igual, pero nosotros hacemos diferencias.
Gracias a todos los que eleboraron este curso por ayudarme a refirmar mis valores y Gracias a Dios por hacerme ver en las cosas de la vida el aprender a actuar según su palabra, aunque a veces caigo el me ayuda a levantarme siempre.
"Dios los siga iluminando siempre por siempre".

[Lupita RT]

¿Qué me ha parecido el curso en general?
DE MUCHO VALOR!! su contenido es de mucha ayuda ya que nos ha enseñado no sólo a reconocer los sentimientos negativos que cargamos inútilmente y el daño que nos hacemos si no los desechamos, sino que, los cambiamos por los beneficios que otorga el perdón.
¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?
El saber que el perdón es una decisión y entender mejor lo que es la confesión fueron las herramientas mas valiosas para poder preservar el perdón.
Entender como Dios nos perdona y que grande es su misericordia es algo que voy a tener en mente para perseverar en el camino del perdón
Seguir practicando ilimitadamente con formar mi conciencia, usar los exámenes de conciencia que nos hicieron favor de incluir en las sesiones para no olvidar lo que aprendimos, acercarme a confesar, y aprender más de Jesús hasta que pueda reflejarlo.
Algún comentario particular…
Gracias A Dios y a los que organizaron este curso por llevarnos de la mano y paso a paso aprender lo que es el perdón y la falta que nos hacía practicarlo.

[jguerras100]

Este curso ha sido un taller experiencial maravillosos que me lleva a reconocerme amado y perdonado, asi como reconocer el pecado que vive en mi y que es necesario erradicarlo por el arrepentimiento, el retorno al Padre en el sacramento y reconocer el amor intenso e incomparable de Jesús al morir por mi pecador y perdonarme para que tenga vida y en abundancia.

[Juanmi]

Paz y Bien
Parece que ha llegado el momento de "despedirse". Doy por muy bien entregado mi tiempo a este curso. Ha "muerto" un grano y ha crecido una frondosa espiga. Desde el principio hasta el día de hoy, como un bisturí que limpia un cáncer, tema a tema, he ido tomando consciencia de que el perdón es "piedra angular" en la vida de los amados de Dios que somos cada uno.
Tanto es así que en ausencia de paz interior reviso en qué he causado ofensa o he sido ofendido. Escrutaré, con el tamiz del perdón, la presencia o ausencia de amor, el camino de respuesta y acogida al amor del Padre, el matiz de la oportunidad brindada de imitar al Hermano, a Cristo resucitado.
Ahora mismo, tan resentido como no puedan ustedes imaginar, sólo en sus misericordiosas manos, en su redentora pasión, encuentro descanso y consuelo y surge la súplica dolorida al Padre: que se cumpla en mi tu Santa voluntad, perdón y clemencia Señor, transforma mi corazón que te ofende, sólo tú, Señor, sólo tú, altísimo, camino, verdad y vida.
En este "final" acojo el reto de este tema conclusión: la perseverancia. Todo lo aprendido, ha penetrado, "tomado cuerpo" en nuestro cuerpo, en nuestra vida, de algún modo la ha transformado y no quiero ni deseo otra cosa que ello sea para mayor gloria de Dios y los hijos de su Santa Iglesia.
Quedo agradecido, emocionado por estos instantes que he compartido con ustedes. Cualquier ratito de estos habré de volver a "repetir curso" (je,je), pues es seguro que no he llegado todavía al final del camino y estoy esperanzado de que con la misericordia del Padre, la imitación de su Hijo, la iluminación del Espíritu Santo y la permanente intercesión de la Virgen madre, habré de alcanzar la dicha de que se cumpla en mí Su Santa Voluntad.
Que Dios bendiga por muchos años su acción formadora, su misión.
_________________
paz y bien

[luzmagpe]

¿Qué me ha parecido el curso en general?
El curso me pareció muy bien estructurado, los apuntes claros y motivadores y las preguntas del foro muy abiertas, lo que permitió que cada participante expresara sus respuestas con gran libertad.
¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?
Tema 1:
- Evitar el resentimiento encauzando o rectificando la razón.
- No dar importancia a las ofensas involuntarias
- Esforzarse por ser positivos al juzgar acciones, tanto propias como de los demás y ser optimista.
Tema 2:
- Usar la inteligencia para descubrir motivos o proporcionar razones para evitar o eliminar los resentimientos.
- Usar la voluntad cuando recibimos una agresión, para decidir no retenerla.
- Evitar la maledicencia y no prestar oídos a la misma.
- Cultivar la inteligencia mediante el estudio y la voluntad mediante la renuncia a la gratificación.
Tema 3:
- Pedir ayuda a Dios.
- Dominar la imaginación.
- Evitar quejarse, auto compadecerse y más aún, vengarse.
Tema 4:
- Tratar de ser objetivos.
- Practicar el olvido de sí.
Tema 5:
- Combatir el sentimentalismo y la inseguridad personal.
- Hacer examen de conciencia periódicamente.
Tema 6:
- Ejercitar la gratitud y la generosidad.
- Valorar los esfuerzos de los demás.
- Compartir y estar dispuesto a ayudar.
Tema 7:
- Evitar poner intenciones negativas en las acciones de los demás.
- Reflexionar en la Misericordia de Jesús.
- Orar por las personas que pensamos nos han hecho algún mal.
Tema 8:
- Tratar de cancelar las deudas de nuestros agresores.
- Ser prudente y evitar las ocasiones de que se vuelva a presentar la agresión.
- Querer olvidar, de corazón, las ofensas y actuar como si ya se hubiera olvidado.
Tema 9:
- Recordar que Dios es amor.
- Meditar la Palabra haciendo de ello una oración.
- Acercarse a los sacramentos, en particular en de la Reconciliación.
Tema 10:
- No confundir el perdón con la codependencia.
- No cansarse de perdonar, hacerlo cuantas veces haya ofensa.
Tema 11:
- Comprender que cada persona necesitamos más amor del que merecemos.
- Exceder el derecho.
- Presentar el perdón con prudencia y delicadeza para no mostrar superioridad espiritual.
- Abrirse a la gracia de Dios y pedirla.
- Optar por la vida en este tema del perdón y siempre.
Tema 12:
- Cultivar la paz con Dios, con los demás y con uno mismo
- Valorar la grandeza del perdón de Dios, sobre todo en el momento de recibir la absolución de los pecados.

Gran tarea que tenemos, para llevar a la práctica las apliaciones. Creo que es para toda la vida.

Algún comentario particular…
¡MUCHAS GRACIAS POR ESTE CURSO!
_________________
Dios bendiga a todos.

[juliarote]

El curso me resultó interesante y ameno . Me hizo reflexionar y pensar en Dios y no en mi persona como lo venía haciendo. Me ha ayudado a evaluarme y descubrir muchos defectos. Termino el curso considerando que el perdon es signo de paz en nuestras vidas.
Las aplicaciones practicas ya las estoy implementando. He perdonado a una hermana que me ofendio mucho. Le he hablado y mandado felices Pascuas de resurreccion. Gloria a DIOS!
Finalmente les doy gracias a Dios en primer lugar y luego a ustedes que pusieron en mi camino herramientas para vivir en paz y sentirme amada por EL SEÑOR

_________________
Quiero participar en los foros.

[Jaime I. Gonzalez Beas]

De forma general el curso me hizo reflexionar muchísimo en el perdón, cada tema me fue guiando paso a paso en un crecimiento espiritual que me atrevo a decir que no soy el mismo que inicio el curso, me siento otro hoy que lo concluyo, me ha sido de mucha utilidad el que Dios me allá llamado a este curso, el quiso que lo tomase y me dio tiempo para realizarlo, le agradezco a Dios y a ustedes que comparten estos temas y les deseo lo mejor en Cristo Jesús.

Gracias Señor.

[Ana María Jiménez de Pére]

¿Qué me ha parecido el curso en general? Como exprese en temas anteriores ha sido una oportunidad para ir a mi interior y ubicar que actitud es mi constante de vida si soy rencorosa o resentida, me descubrí estar resentida pero al ir avanzando en los temas y analizando dichas situaciones descubrí que aunque decía haberlas perdonado aún estaban ahí vivas en mi mente y que debía analizarlas y perdonar como Jesús aplicando sus defectos como dice el Arzobispo Nguyên, en pocas palabras analizar aquello que me molesta como pecador y no como justo.
¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida? Me ayudará a ir recobrando la libertar, la felicidad y el amor que por mis malos entendidos he ido acumulando en mi cabeza
Algún comentario particular… Gracias a todos los que participaron en la realización de este curso, y la profesora Mayra Novelo por la realización del mismo. Escuchar los temas en vivo también le ha dado otro sentir a cada tema gracias Mauricio por ese amor a Dios y que compartes con nosotros
_________________
Espíritu Santo, que mi trabajo sea una alabanza al Padre, una medio para unirme a Cristo, una oportunidad de realizarme bajo tu divina protección

[aleli]

¿Qué me ha parecido el curso en general?
Personalmente y como ya he comentado en foros de temas anteriores el curso me ha parecido excelente, desde su contenido hasta su metodología, y lo he vivido como un gran instrumento de Dios en este momento particular de mi vida. Gracias Mayra y todo el equipo por utilizar tan bien los dones que el Espíritu Santo ha puesto en ustedes para edificación del Cuerpo de Cristo y por poner su grano de arena para hacer de los medios de comunicación, medios de evangelización, como lo entendió San Maximiliano Kolbe.Gracias por este y todos los cursos que imparten por esta vía. El Señor les recompense el 100 x 1

¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?
Con sinceridad le digo que mis expectativas al iniciar el curso eran muchas y variadas, pero sobre todo iban en la línea de sumar formación, aprender para ayudar a otros en la pastoral y obviamente crecer en mis actitdes de imitación del Señor, pero a medida que se iban sucediendo las sesiones me fui dando cuenta de lo profundas que eran las resonancias de cada tema en mi interior y del tiempo que debía dedicar primero "empezando por casa", revisando mi interior y vigilando mis actitudes cotidianas, tratando de aprovechar cada ocasión como oportunidad para poner en práctica el perdón.
Al principio me atrajo el tema de tener el certificado al finalizar, pero luego esto pasó a un segundo plano, de hecho sigo trabajando para profundizar algunas sesiones por lo cual no subi aún mis respuestas...
Creo firmemente que Dios dispone de todas las cosas para bien de os que lo aman, como nos dice San Pablo en su carta a los Romanos, por eso entiendo que este curso fe providencial en esta etapa que transito en mi vida, viviendo los primeros años de formación de una familia y estrenando mi maternidad, así como también el hecho de que las ultimas sesiones coincidieran con un tiempo tan rico en gracias y propicio para la reflexion como lo es la cuaresma y la Semana Santa.
Además del dia a dia, otro fruto es la decisión de comenzar un proceso de psicoterapia, ya que me di cuenta de lo importante de trabajar sobre la propia emotividad para que los sentimietos realmente esten al servicio de la inteligencia y la voluntad. (es una gracia poder contar con psicólogos cristianos que pongan su profesión al servicio del Reino de Dios)
Algún comentario particular…
Es muy rico confirmar través de estos medios virtuales que entre hermanos en la fe no existen ni las fronteras ni las distancias, para mi que estoy en Argentina es muy valioso contar con los recursos que ustedes nos brindan. De nuevo Gracias

[INESGLZZ]

Con este curso he aprendido donde encontrar la felicidad, este curso me ayudo a conocer el verdadero perdon, ha llevar a cabo las acciones necesarias para comprender a las demas personas y no ser tan sentida y mal entender las intensiones de los demas.
Me ha ayudado a crecer mas espiritualmente, a ser mas tolerante a valorar a la gente.

Agradezco el curso y como lo dije en las primeras sesiones, este curso supero mis expectativas.

[Silvina Baez]

Hola a todos: Gracias a Dios por proveernos de los medios para crecer en nuestra fe y gracias Mayra por ser instrumento del Espiritu Santo.
Que me ha parecido el tema?
Desde el principio, uno se interesa, porque va descubriendo y conociendo lo que nos impide perdonar y llegar a la Paz que Dios nos ofrece, cada tema complementa el anterior, de manera que vamos prograsando en el camino para conseguir la tranquilidad, el resentimiento, sus aliados y como combatirlo; perdonar y disculpar, la Misericordia de Dios, todos son ayudas para la santificacion.
Que aplicaciones ha tenido en mi vida?
Muchisimas, pensaba que no tenia rencores, pero a lo largo del curso, fui descubriendo cosas que estaban en el cajon de los recuerdos, ciertamente no podemos olvidar, pero el reiterar el perdon, nos va liberando cada vez mas, no cancelamos la deuda una solo vez, sino que debemos repetirlo varias veces, para asegurarnos que la deuda queda hasta borrada del deudor. Con el pasar del tiempo, volvi a contestar las preguntas de las primeras semanas y las respuestas cambian. Gracias a Dios por este medio de sanacion, y espero que hayan mas cursos donde podamos enriquecernos mas. Dios los bendiga.

[jose de jesus Vizcarra]

¿Qué me ha parecido el curso en general?

Exelententemente bueno para mi vida

¿Qué aplicaciones prácticas ha tenido para mi vida?

Muchas, por que despues de aver vivido este importante Curso descubro que no soy tan devil si tengo a Dios con migo, que tengo muchas armas para peliar contra el rencor el egoismo y el odio y la mejor aplicacion practica que encuentro en este curso para contrarestar todo lo malo es sigiendo a Cristo atraves del AMOR y buscando esa PAZ INTERIOR que solo de Dios EMANA atraves de el amor de mis HERMANOS EN CRISTO

Algún comentario particular…

SOLO AGRADESERLES POR QUE APRENDI MUCHAS COSAS QUE ME ALLUDARAN EN MI VIDA Y ASI LO ARE CON CON LAS PERSONAS QUE ME RODEAN QUE MI PADRE DIOS LOS SIGA ALLUDANDO Y SU SANTO ESPIRITO LOS ILUMINE

JESUS
Aunque pecador travajador de Dios
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jesus: