EduaRod Veterano
Registrado: 21 Ene 2006 Mensajes: 3275
|
Publicado:
Mie Abr 08, 2009 11:14 pm Asunto:
Respuesta sobre recibir la Sagrada Comunión en la mano
Tema: Respuesta sobre recibir la Sagrada Comunión en la mano |
|
|
Estimados hermanos en Cristo:
Desafortunadamente al apropiadamente mover el hermano RT el tema al foro de liturgia, no ha sido posible ya responder al mismo, por tanto les comparto esta respuesta aquí, la cual desde luego los moderadores pueden mover también o incorporar al otro tema según estimen conveniente.
Saludos y bendiciones.
Bien, ahora la respuesta:
pablo123 escribió: | He visto en los ultimos años, que las personas empiezan a recibir la Sagrada Hostia en la mano, algunos sacerdotes simplemente no lo permiten, otros si.... a mi parecer es de muy mal gusto, hasta cierto punto sacrilego, por que la reciben en las manos?? si creen que por "higiene" pues que falta de realidad y fe pues a quien recibimos en la Hostia es Jesus en todo su cuerpo y sangre, si lo reciben en la mano porque es mas simple pues igual creo que es malo, la Iglesia deberia regular eso, no creo que alguien se sienta digno de poder tomar a Jesus con las manos como si fuera un alimento comun, yo que no sere el mas santo de todos simplemente me da indignacion que las personas hagan algo asi.... por eso pregunto a los que lo hacen, por que??? |
Estimado en Cristo pablo123:
El asunto está en buena medida regulado por la Iglesia. Y digo en buena medida, porque las disposiciones eclesiales al respecto no siempre son respetadas, por lo que manifestaciones concretas de esta práctica pueden no estar permitidas y/o no seguir la forma apropiada.
En realidad este es uno de esos puntos en los que los promotores de esta práctica la convirtieron en un hecho consumado mucho antes de que fuese aprobada. Habiendo sido originalmente dada la aprobación más bien como una licencia para evitar un mal mayor, que como algo realmente querido por la Iglesia.
Ahora bien, la aprobación en sí misma nos indica que, en contra de lo que algunos pretenden, NO HAY NADA INTRÍNSECAMENTE MALO en esa práctica: algo intrínsecamente malo no podría ser aprobado por la Iglesia ni siquiera por razones muy graves.
Sin embargo, el que no sea intrínsecamente malo, no significa tampoco en automático que sea la manera más respetuosa, más digna o más apropiada en la que un católico pueda acercarse a la Sagrada Eucaristía.
De hecho, la Instrucción Memoriale Domini, donde originalmente se abrió la puerta para que las conferencias episcopales que consideraran tener necesidad de ello solicitaran la aprobación, dice:
Cita: | Cambio del uso primitivo
Por eso, en seguida el oficio de llevar la Eucaristía a los ausentes fue confiado exclusivamente a los ministros sagrados, para asegurar mejor la reverencia debida al Cuerpo de Cristo y servir al mismo tiempo a la necesidad de los fieles. Andando el tiempo, después de estudiar más a fondo la verdad del misterio eucarístico, su eficacia y la presencia de Cristo en el mismo, bajo el impulso ya de la reverencia hacia este Santísimo Sacramento, ya de la humildad con que debe ser recibido, se introdujo la costumbre de que el ministro por si mismo depositase en la lengua de los que recibían la comunión una partícula del pan consagrado
Este modo de distribuir la santa comunión, considerando en su conjunto el estado actual de la Iglesia, debe ser conservado no solamente porque se apoya en un uso tradicional de muchos siglos, sino, principalmente, porque significa la reverencia de los fieles cristianos hacia la Eucaristía. Este uso no quita nada a la dignidad personal de los que se acercan a tan gran sacramento, y es parte de aquella preparación que se requiere para recibir el Cuerpo del Señor del modo más fructuoso (6).
Esta reverencia significa la comunión, no de «pan y bebida común» (7), sino del Cuerpo y la Sangre del Señor, por la cual «el pueblo de Dios participa los bienes del sacrificio pascual, renueva la nueva alianza con los hombres, establecida por Dios de una vez para siempre en la Sangre de Cristo, y prefigura y anticipa en la fe y la esperanza el banquete escatológico en el reino del Padre» (8 ).
Por lo demás, con este modo de obrar, que se ha de considerar ya común, se garantiza con mayor eficacia la distribución de la Sagrada Comunión, con la reverencia, el decoro y la dignidad que convienen, para alejar todo peligro de profanación de las especies eucarísticas, en las que «de manera singular está presente todo y entero Cristo, Dios y hombre, sustancial y permanentemente» (9); y para tener, finalmente, con lo mismos fragmentos del pan consagrado el cuidado diligente que la Iglesia ha recomendado siempre: «Porque si dejas caer algo, piensa que es como si lo perdieses de tus propios miembros» (10).
MEMORIALE DOMINI
DEBE CONSERVARSE EL USO TRADICIONAL DE ADMINISTRAR LA COMUNIÓN
INSTRUCCIÓN DE LA SAGRADA CONGRECACIÓN PARA EL CULTO DIVINO |
Como vemos, la Iglesia considera que la Sagrada Comunión en la boca, si bien no era la costumbre universal desde un inicio, surgió y se universalizó por una profundización en el respeto debido al Misterio Eucarístico.
En consecuencia, un retorno a la costumbre anterior de recibir la Sagrada Comunión en la mano, necesariamente representa una pérdida en ese sentido.
Sin embargo, la praxis ya impuesta por algunos claramente denotaba que la pérdida no era mermente teórica o posible, sino ya presente y real.
Por tanto, pareció más adecuado permitir a los obispos que tuvieran la necesidad, el permitir y regular esa práctica de tal forma que se salvaguardara al máximo posible el respeto debido a la Eucaristía y se evitara el peligro de profanación.
Así, hoy en día esta práctica esta autorizada en muchísimas regiones, pero igualmente está regulada y de ningun modo sustituye ni puede pretender sustituir a la práctica más adecuada de recibir la Sagrada Comunión en la boca. De tal suerte que, si en algún lugar no se permite a algún fiel recibir la Sagrada Comunión en la boca, esto es sin lugar a dudas un grave abuso.
Ahora bien, parte de la regulación pertinente es la manera concreta en la que se ha de recibir la Sagrada Comunión en la mano:
Usualmente se recomienda que se reciba en la mano izquierda con la mano derecha debajo de ella, formando como un trono con la mano izquierda en el cual se recibirá al Señor. Posteriormente la persona se debe hacer a un lado mirando de frente, y sin retirarse, tomar con su mano derecha la Sagrada Forma y con ella llevarla a la boca. Pudiendo hasta entonces retirarse.
Desafortunadamente y contra lo dispuesto por la autorización, es raro en muchos lugares que se dé la catequesis apropiada y que la gente tenga siquiera conocimiento de esta forma correcta de recibir la Sagrada Comunión en la mano.
Como último punto, la razón de que se comenzara a tratar de retomar la práctica antigua fué porque algunos pensaron que de esa manera el pueblo tenía una participación más activa en la Eucaristía. Que de algún modo no era un pasivo recibir el Sacramento casi como si fuese impuesto por otros; sino era una manera en que la persona manifestaba su participación y aceptación activa al momento de recibir el Santísimo Sacramento. Como puedes ver, no se trata de un mero aspecto práctico o de higiene, aunque algunos no muy instruidos defensores de esa práctica incluso lo han llegado a equivocadamente considerar así.
Sin embargo, es precisamente contra ese argumento que la Instrucción dice:
Cita: | Este uso [recibir la Sagrada Comunión en la boca] no quita nada a la dignidad personal de los que se acercan a tan gran sacramento, y es parte de aquella preparación que se requiere para recibir el Cuerpo del Señor del modo más fructuoso. |
Como vemos, para quien entiende lo que hace, recibir la Sagrada Comunión en la boca de ningún modo es la participación pasiva que pretenden los defensores de recibirla en la mano. Sino al contrario, es parte de la ACTIVA preparación de quien se dispone a recibir con el máximo fruto un Don tan grande.
Pero es preciso reconocer que hoy en día hay muchas personas que no entienden eso, y es por ello que se ha concedido la autorización, para que aquellos que no tengan una visión tan profunda del Misterio Eucarístico puedan recibirlo de la manera más digna y participativa que su nivel de comprensión del Augusto Misterio les permite.
Que Dios te bendiga. |
|