MariaAntonia Esporádico
Registrado: 02 Abr 2009 Mensajes: 32 Ubicación: Baleares-ESPAÑA-
|
Publicado:
Mie Abr 08, 2009 9:09 pm Asunto:
LA ULTIMA CENA DEL SEÑOR
Tema: LA ULTIMA CENA DEL SEÑOR |
|
|
Este Jueves Santo nos trae el recuerdo de aquella Última Cena del Señor con los Apostóles. Como en años anteriores, Jesús celebrará la Pascua rodeado de los suyos. Pero ésta vez tendrá características muy singulares, por ser la última Pascua del Señor antes de su tránsito al Padre y por los acontecimientos que en ella tendrán lugar. Todos los momentos de esta Última Cena reflejan la Majestad de Jesús, que sabe que morirá al dia siguiente, y su gran amor y ternura por los hombres.
Jesus encomendó la disposición de lo necesario a sus discípulos predilectos: Pedro y Juan. Los dos apostóles hacen con todo cuidado los preparativos. Llevaron el cordero al Templo y lo inmolaron; luego vuelven para asarlo en la casa donde tendrá lugar la cena, etc...
Estos preparativos nos recuerdan a nosotros la esmerada preparación que hemos de realizar en nosotros mismos cada vez que participamos en la Santa Misa. Se renueva el mismo Sacrificio de Cristo,
que se entregó por nosotros, y nosotros somos también sus discípulos.
El mismo Señor quiso dar a aquella reunión tal plenitud de significado, tal riqueza de recuerdos, tal conmoción de palabras y de sentimientos, tal novedad de actos y de preceptos, que nunca terminaremos de meditarlos y explorarlos.
Es una cena testamentaria; es una cena afectuosa e inmensamente triste. Hoy es un día particularmente apropiado para meditar en ese amor de Jesús por cada uno de nosotros, y en cómo estamos correspondiendo: en el trato asiduo con Él, en el amor a la Iglesia, en los actos de desagravio y reparación , en la caridad con los demás, en la preparación y acción de gracias de la Sagrada Comunión.
Al final, Jesús toma esa actitud trascendente y a la vez sencilla, guarda silencio unos momentos y realiza la institución de la Eucaristía. El Señor anticipa sacramentalmente en el cenáculo, el sacrificio que va a consumar al día siguiente en el Calvario: la inmolación y ofrenda de Sí mismo -Cuerpo y Sangre- al Padre, como cordero sacrificado que inaugura la nueva y definitiva Alianza entre Dios y los hombres, y redime a todos de la esclavitud del pecado y de la muerte eterna.
Jesús se nos da en la Eucaristía para fortalecer nuestra debilidad, acompañar nuestra soledad y como un anticipo del Cielo. Jesús se queda con nosotros para siempre en la Sagrada Eucaristía, con una presencia real, verdadera y sustancial. Jesús es el mismo en el Cenáculo y en el Sagrario.
Aquella noche los discípulos gozaron de la presencia sensible de Jesús, que se entregava por ellos y por todos los hombres. También nosotros ésta tarde, cuando vayamos a adorarle públicamente en el Monumento, nos encontraremos de nuevo con Él; nos ve y nos reconoce. Podemos hablarle como hacían los Apóstoles y contarle lo que nos ilusiona y preocupa, y darle gracias por estar con nosotros, y acompañarle recordando su entrega amorosa.
Siempre nos espera Jesús en el Sagrario.
F.Fernández Carvajal ( Hablar con Dios )[/u] |
|