VOLAR POR ENCIMA DE LA MEDIOCRIDAD

[Orpam Saretnoc Laverz]

Mi amigo de Córdoba (España) envía muchos mensajes con contenido válido. Ahora os presento uno, que puede hacernos pensar colegas.

"La mediocridad se instala en ocasiones en el alma de los humanos y difícilmente arrancamos el vuelo hacia la perfección, verdadera meta de nuestra existencia.
La mediocridad no sólo nos deja pasivos en nuestra pobreza sino que deja a nuestras cualidades atrofiadas y calladas, seguros en nuestra ignorancia y satisfechos en nuestros arpegios.
¡Cuántas veces la mediocridad nos hiela sin remedio y nos sumerge en las más diminutas metas, que no son más que nuestra familia de sangre y el apego a nuestras pequeñas cosas!
¡Cuántas veces la mediocridad nos divide por dentro y nos ciega en nuestra comodidad y pereza, sin oír en el más profundo centro aquellas palabras de Cristo que llevaron a hombres y mujeres a romper con ella y lanzarlos a metas imperecederas:
"Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt 5,4.

Creo, compañeros de mi historia personal, en esta red internacional, que todo lo bueno que encontremos si lo vivimos y lo difundimos, nos librará del peso de la mediocridad. ¿Estáis conmigo en esto?

Orpam Saretnoc Laverz

[midka]

Me quedo con una hermosa definición de la mediocridad que me dio Tessie, mi esposa. La mediocridad es la ignorancia de no saber lo que tenemos. Y no hablo de las cosas materiales, pasajeras y banales que puede uno poseer. Sino de aquellas que elevan nuestra alma hasta el infinito, más allá de la mediocridad.

Cuando sé sabe lo que se posee en este aspecto, uno puede entonces entregarse en cuerpo y alma a vivir la vida; a arriesgarse a amar aunque salga uno lastimado; a darse a los demás sin importar quedarse sin nada. No existe ese miedo paralizante que nos provoca la duda. No existe el temor al que va a pasar mañana, sino que se vive el momento. No existe situación que mengüe nuestro espíritu.

Y es que al final de cuentas cuando uno sabe que se tiene a Dios en nuestros hogares, podremos superar cualquier problema que se nos presente, ya que el Divino Padre siempre nos proveerá de lo necesario para salir adelante.

Cuando uno sabe que se tiene a Dios Espíritu Santo, en nuestras obras, podremos hacer nuestro trabajo con el esmero y la calidad, que nos distinga como hijos de Dios, y no sólo eso sino que compartiremos ese Espíritu con nuestros compañeros.

Cuando uno sabe que se tiene a Jesús como compañero del camino, podremos llegar hasta el final de éste, confiados en que nunca estaremos solos. Que siempre tendremos la mano amiga de Cristo que nos levantará cuando nos hayamos caído y que nos ayudará a cargar nuestra cruz cuando no podamos más.

Cuando uno sabe que tiene estos tesoros reflejados en los amigos, en la familia, en el trabajo, en la vida, no puede uno pensar que se es mediocre, y es lo que nos da la fuerza necesaria para aspirar a más. Para trascender en el Amor de Dios.
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Miguel Angel Montaño