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Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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acmargalef
Asiduo


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Mensajes: 227

MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 12:41 am    Asunto: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

Centro de Estudios Cívicos Tomás Moro escribió:
Módulo I

Análisis del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia


Pontificio Consejo de “Justicia y Paz”.(2005)
Card. Renato Raffaele Martino
Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz


Este documento presenta, de una manera completa y sistemática, aunque sintética, la enseñanza social de la Iglesia. Constituye un cuadro de conjunto sobre el cuerpo doctrinal, con un método orgánico, para la búsqueda de soluciones a los problemas del orden temporal. Pretende responder a los desafíos de hoy:

-la verdad misma del ser-hombre
-el pluralismo
-la globalización

La Iglesia es entre los hombres la tienda del encuentro con Dios. El hombre no está sólo; lo acompaña la Iglesia, servidora de la Salvación, en el contexto del mundo en que vive el hombre. La Iglesia, con su doctrina social, quiere anunciar el Evangelio para fecundar y fermentar la sociedad, pues no es indiferente a la vida social.

La doctrina social quiere evangelizar el ámbito social: promover una sociedad a medida del hombre, y construir una ciudad más humana, más conforme al Reino de Dios. Con su doctrina social, la Iglesia no se aleja de su misión; es estrictamente fiel a ella, puesto que lo sobrenatural no debe ser concebido como un espacio que comienza donde termina lo natural, sino como la elevación de éste.

Nada de lo humano le es extraño a la Iglesia. La doctrina social no es algo marginal, que se añade a su misión, está en el corazón mismo de su ministerio. Es cierto que la misión que Cristo le confió es de orden religioso, pero de esa misma misión derivan luces y energías para consolidar la comunidad según la Ley Divina.
La DSI no pertenece al ámbito de la ideología sino al de la teología, más precisamente, a la teología moral. No es una tercera vía entre el liberalismo y el marxismo. Tiene una categoría propia, y su objetivo es orientar la conducta humana en sociedad.

Refleja los tres niveles de la enseñanza teológico-moral:

Nivel Fundante: de las motivaciones
Nivel Directivo: de las normas de la vida social
Nivel Deliberativo: de la conciencia, para aplicar las normas a las situaciones concretas.

Conjuga Fides et ratio, la fe y la razón son las dos vías cognoscitivas de la DSI Las dos fuentes que la nutren son la Revelación y la Naturaleza humana. Recuerda el Compendio el pasaje evangélico, en que Jesús le recomienda al joven rico (Mt 19, 18) que cumpla los mandamientos. Es que los diez mandamientos constituyen las reglas primordiales de toda vida social (Veritatis splendor, 97). Pero, además utiliza los conocimientos aportados por las ciencias humanas, que le permiten tener actualizado un diagnóstico preciso de la realidad.

Participa en la elaboración de la doctrina social toda la comunidad eclesial: sacerdotes-religiosos-laicos; siendo expuesta por quienes tienen la autoridad para enseñar, conferida por Cristo: el Papa y los Obispos en comunión con él.

Pío XII explicó (2) que la DSI:

a) es obligatoria para todo católico, y
b) está fijada definitivamente, de manera unívoca, en sus principios fundamentales, pero es suficientemente amplia para adaptarse y aplicarse a las situaciones cambiantes de la realidad (Alocución, 29-4-1945). Ninguna encíclica aislada, puede pretender ser indiscutida, pero, cuando hay continuidad en varios documentos y en sucesivos papas, no puede dudarse de la autenticidad de la doctrina (LG, 25).

Conviene tener en cuenta algunas reglas para la correcta interpretación de los documentos:

a) utilizar el texto oficial, que se publica en el Osservatore Romano. Un ejemplo típico de deformación del texto, ocurrió con la encíclica Mater et Magistra, de Juan XXIII; el concepto de socialización -entendido como incremento de las relaciones sociales- fue traducido en algunas ediciones por socialismo.

b) comparar textos sobre el mismo tema - por ejemplo la. propiedad-, en distintos documentos, para verificar la continuidad de la doctrina.

c) distinguir lo doctrinal de lo prudencial, que sólo puede aplicarse a una situación o país determinado.

La doctrina social realiza una tarea de anuncio y de denuncia. Anuncio de lo que la Iglesia posee como propio: una visión global del hombre y de la humanidad. Denuncia de los pecados de injusticia y de violencia que se cometen en la sociedad. Abarca:

1) Una síntesis teórica sobre todos los temas de la vida social.
2) Posee un alcance práctico, ya que la teoría es elaborada para ser aplicada. Una teoría para la acción de los católicos.
3) Como ya dijimos, es obligatoria para los católicos, pero está abierta a los hombres de buena voluntad, frase que se coloca en la portada de las encíclicas, desde 1963, con la encíclica Pacem in terris, de Juan XXIII.

Su contenido, incluye:

Principios de reflexión, sobre valores permanentes.
Criterios de juicio, para evaluar las situaciones, las estructuras y los sistemas, vigentes en la sociedad.
Directrices para la acción, puesto que los medios deben ser coherentes con los fines. La Iglesia no tiene soluciones técnicas para ofrecer, pero es experta en humanidad.

Los Principios de la Doctrina Social de la Iglesia

Estos principios brotan del encuentro del mensaje evangélico con los problemas de la vida en sociedad. La Iglesia, en el curso de la historia, ha podido dar a tales principios una fundamentación y configuración cada vez más exactas. La DSI se caracteriza por la continuidad y por la renovación. La continuidad de una enseñanza que se fundamenta en los valores universales que derivan de la Revelación y de la naturaleza humana. La doctrina social recorre la historia sin sufrir sus condicionamientos, ni correr el riesgo de la disolución. Pero, la firmeza en los principios no la convierte en un sistema rígido de enseñanza, sino sometida a las necesarias y oportunas adaptaciones sugeridas por la variación de las condiciones históricas.

El Compendio incluye una sección denominada “apuntes históricos”, para recordar algunas de las principales encíclicas, desde la Rerum novarum, de León XIII, de 1891, que comienza un desarrollo orgánico de la enseñanza en el campo social. La Iglesia ha considerado tan importante dicho documento, que periódicamente se lo recuerda y actualiza.

Al cumplirse los 40 años, Pío XI, aprueba la Quadragesimo Anno (1931).
A los 50 años, Pío XII, produce el Radiomensaje La Solemnità (1941).
A los 70 años, Juan XXIII, promulga la Mater et Magistra (1961).
A los 80 años, Pablo VI, alumbra la Octogesima adveniens (1971).
A los 90 años, Juan Pablo II, dedica al trabajo humano la Laborem Exercens (1981).
Finalmente, a los 100 años, el mismo Papa, aprueba la última encíclica social, la Centesimus annus (1991). En la introducción a éste documento, señala su deseo de mostrar “como la rica savia, que sube desde aquella raíz no se ha agotado con el paso de los años, sino que por el contrario, se ha hecho más fecunda”.


Analiza a continuación el Compendio, cada uno de los principios.

1. Dignidad de la persona humana


El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, lo que fundamenta la dignidad de la persona humana, y el significado del actuar humano en el mundo, que está ligado al descubrimiento y al respeto de las leyes de la naturaleza que Dios ha impreso en el universo. La persona es un ser dotado de cuerpo y alma, con facultades únicas entre los seres corpóreos: inteligencia, libertad y voluntad. En la dimensión interior del hombre radica, en definitiva, el compromiso por la justicia y la solidaridad, para la edificación de una vida social, económica y política conforme al designio de Dios.

El hombre es un ser social por naturaleza, que necesita la relación con otros, lo que da origen a un pluralismo social. Existen grupos necesarios: la familia, el Estado, la Iglesia. Y otros formados por libre iniciativa: empresas, sindicatos, asociaciones de todo tipo, que contribuyen a una vida más plena.

2. Bien común

Es el conjunto de condiciones sociales que hacen posible a cada hombre y a cada grupo, el logro de la propia perfección. No es la suma de los bienes particulares, constituye un nuevo valor.
El bien común es la misión del Estado y base de la legitimidad política. Por eso, según Sto. Tomás, el bien común debe cumplir tres condiciones:

1) Que asegure la paz en la comunidad. La paz, como definió San Agustín, es la tranquilidad en el orden, sin injusticias ni desigualdades irritantes.

2) Que permita una convivencia virtuosa; pues la ciudad existe para vivir bien (Aristóteles).

3) Que todos los miembros de la comunidad tengan bienes materiales y espirituales, en el más alto grado que permita la realidad.


3. Destino universal de los bienes

Dios dio la tierra al género humano, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno, pues todo hombre necesita bienes materiales. De la apropiación por medio del trabajo, nace la propiedad privada, que es un derecho natural secundario, pues está subordinado al derecho natural primario que es el destino universal de los bienes. De modo que nunca puede admitirse la propiedad como un derecho absoluto; por el contrario, como afirmó Juan Pablo II: sobre toda propiedad privada grava una hipoteca social.
La doctrina exige un recto uso de los bienes, lo que fundamenta el sentido auténtico de la bienaventuranza de los pobres: el desapego de los bienes y la obligación moral de ayudar a los necesitados.

4. Subsidiariedad

Es imposible la dignidad personal o de los grupos, si todo queda sujeto a la decisión de una instancia única, por ejemplo, el Estado. Por eso, al definir este principio, la Quadragesimo Anno, de Pio XI, enseñaba que no es lícito quitar a las personas ni a los grupos menores lo que pueden hacer por si mismos, así como absorberlos o destruirlos.

Con este principio, la Iglesia se opone a todo colectivismo. Puede entenderse mejor el concepto, si lo contraponemos al sistema totalitario, que responde al enfoque que precisó Musolini para el Estado Fascista:

“Todo en el Estado, todo para el Estado, nada fuera del Estado”.

Una sociedad sana está integrada por un conjunto de grupos intermedios, que se denominan así, por encontrarse entre la familia y el Estado. Esos grupos actúan con autonomía de acuerdo a sus propias normas. La subsidiariedad opera de dos formas:

Negativa: implica abstenerse de interferir en la vida interna de los grupos. Un ejemplo clásico de lo que debe evitarse es la Ley Le Chapelier, promulgada durante la Revolución Francesa, que prohibió la existencia de cualquier asociación que pretendiera representar a un grupo de ciudadanos.

Positiva: es la ayuda brindada desde el Estado, para auxiliar a determinadas personas -jubilados, indigentes- y a determinados sectores o grupos sociales -desgravaciones impositivas, tarifas de fomento.

5. Participación

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye a la vida cultura, económica, política, de la sociedad en que vive. La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para el logro del bien común.
En el plano político, la Centesimus Annus afirma que la Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en cuanto los ciudadanos participan en la elección de los gobernantes, en su control y su sustitución por vías pacíficas. Es claro que, para la Iglesia, la democracia se entiende como régimen político o forma de Estado opuesta al totalitarismo, y por lo tanto es compatible con cualquier forma de gobierno. Apunta más al tipo de relaciones entre los gobernantes y los ciudadanos, que a una forma determinada de organización jurídica.

6. Solidaridad

La solidaridad confiere particular relieve a la intrínseca sociabilidad de las personas, a la igualdad de todos en dignidad y derechos, al camino común de los hombres y de los pueblos hacia una unidad cada vez más convencida. El proceso de aceleración de la interdependencia entre las personas y los pueblos debe estar acompañado por un crecimiento en el plano ético-social igualmente intenso, para así evitar las nefastas consecuencias de una situación de injusticia de dimensiones planetarias, con repercusiones negativas incluso en los mismos países actualmente más favorecidos.

La fuente de este principio es el vínculo filial entre todos los hombres, que tenemos el mismo Padre. Es, a la vez:

-principio social, ordenador de la convivencia en paz, que favorece la concordia.
-virtud moral: consistente en la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, lo que hace a todos responsables de todos.

Evitando el individualismo y el sectarismo, implica el reconocimiento de la deuda que tenemos con la sociedad: cultura, bienes colectivos, que facilitan la existencia humana.
En el mensaje de Cristo encontramos un nexo de solidaridad y caridad, que nos enseña a mar al prójimo, hasta el extremo de dar la vida por los hermanos.

Doctrina Social y Acción Eclesial

Es absolutamente indispensable -sobre todo para los fieles laicos comprometidos de diversos modos en el campo social y político- un conocimiento más exacto de la doctrina social de la Iglesia (Christifideles laici, 60). Este patrimonio doctrinal no se enseña ni se conoce adecuadamente: esta es una de las razones por las que no se traduce pertinentemente en un comportamiento concreto.

Es importante, sobre todo en el contexto de la catequesis, que la enseñanza de la doctrina social se oriente a motivar la acción para evangelizar y humanizar las realidades temporales. La doctrina social ha de estar a la base de una intensa y constante obra de formación, sobre todo de aquella dirigida a los cristianos laicos. Esta formación debe tener en cuenta su compromiso en la vida civil; “A los seglares les corresponde, con su libre iniciativa y sin esperar pasivamente consignas y directrices, penetrar de espíritu cristiano la mentalidad y las costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en que viven” (Populorum progresio, 81).

El primer nivel de la obra formativa dirigida a los cristianos laicos debe capacitarlos para encauzar eficazmente las tareas cotidianas en los ámbitos culturales, sociales, económicos y políticos, desarrollando en ellos el sentido del deber practicado al servicio del bien común.

El segundo nivel se refiere a la formación de la conciencia política para preparar a los cristianos laicos al ejercicio del poder político: “Quienes son o pueden llegar a ser capaces de ejercer ese arte tan difícil y tan noble que es la política, prepárense para ella y procuren ejercitarla con olvido del propio interés y de toda ganancia venal” (Gaudium et spes, 75).

Con especial referencia a la realidad local, el Obispo tiene la responsabilidad de promover la enseñanza y difusión de la doctrina social, a la que provee mediante instituciones apropiadas.
Con la programación de oportunos itinerarios formativos, el presbítero debe dar a conocer la doctrina social y promover en los miembros de su comunidad la conciencia del derecho y el deber de ser sujetos activos de esta doctrina.

Un ámbito especial de discernimiento para los fieles laicos concierne a la elección de los instrumentos políticos, o la adhesión a un partido y a las demás expresiones de la participación política. Es necesario efectuar una opción coherente con los valores, teniendo en cuenta las circunstancias reales.

El cristiano no puede encontrar un partido político que responda plenamente a las exigencias éticas que nacen de la fe y de la pertenencia a la Iglesia: su adhesión a una formación política no será nunca ideológica, sino siempre crítica, a fin de que el partido y su proyecto político resulten estimulados a realizar formas cada vez más atentas a lograr el bien común, incluido el fin espiritual del hombre.

Conclusiones

I.
El Compendio constituye un aporte a los fieles, comparable al Catecismo, y está estructurado en una forma similar, con un Índice Analítico de 158 páginas, que facilita la búsqueda de los temas.

II. Se aclara que: “Las aportaciones múltiples y multiformes -que son también expresión del sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo- son asumidas, interpretadas y unificadas por el Magisterio, que promulga la enseñanza social como doctrina de la Iglesia” (79). No han faltado, hasta ahora, fieles -laicos y religiosos- que estimaban que no existía una doctrina social, sino que cada Pontífice expresaba en los documentos su propia opinión. Si bien era una tesis sin fundamento, a partir del Compendio queda ratificada la validez y obligatoriedad de la Doctrina Social de la Iglesia. “Es Magisterio auténtico, que exige la aceptación y adhesión de los fieles” (80).

III. “El peso doctrinal de las diversas enseñanzas y el asenso que requieren depende de su naturaleza, de su grado de independencia respecto a elementos contingentes y variables, y de la frecuencia con la cual son invocadas” (80). Esta regla interpretativa nos lleva a considerar necesario distinguir en cada artículo del Compendio:

a) Frases que están avaladas por un documento pontificio, citado a pie de página.
b) Frases que comentan o amplían una referencia doctrinaria, del tipo anterior, o son colocadas como epígrafe, al comenzar un artículo.

Estimamos que las frases del segundo tipo (“b”) pueden suscitar dudas y hasta objeciones lícitas, si tienen una sintaxis confusa o contienen un concepto contradictorio con la doctrina tradicional.


IV. Nos permitimos señalar un ejemplo concreto: el epígrafe al artículo 395: “El sujeto de la autoridad política es el pueblo, considerado en su totalidad, como titular de la soberanía”.

Esta frase no está avalada por ninguna referencia, y contradice explícitamente varios textos pontificios:

León XIII, Inmortale Dei, 2:

”Autoridad que, como la misma sociedad, surge y deriva de la Naturaleza, y, por tanto, del mismo Dios, que es su autor. De donde se sigue que el poder público, en sí mismo considerado, no proviene sino de Dios. Sólo Dios es el verdadero y supremo Señor de las cosas. Todo lo existente ha de someterse y obedecer necesariamente a Dios. Hasta tal punto, que todos los que tienen el derecho de mandar, de ningún otro reciben este derecho si no es de Dios, Príncipe supremo de todos. No hay autoridad sino por Dios (Rom, 13,1)”

León XIII, Diuturnum illud,:

“Muchos de nuestros contemporáneos, siguiendo las huellas de aquellos que en el siglo pasado se dieron a sí mismos el nombre de filósofos, afirman que todo poder viene del pueblo. Por lo cual, los que ejercen el poder no lo ejercen como cosa propia, sino como mandato o delegación del pueblo y de tal manera que tiene rango de ley la afirmación de que la misma voluntad popular que entregó el poder puede revocarlo a su antojo. Muy diferente es en este punto la doctrina católica, que pone en Dios, como en principio natural y necesario, el origen del poder político”. (3)

“Es importante advertir en este punto que los que han de gobernar los Estados pueden ser elegidos, en determinadas circunstancias, por la voluntad y juicio de la multitud, sin que la doctrina católica se oponga o contradiga esta elección. Con esta elección se designa el gobernante, pero no se confieren los derechos del poder. Ni se entrega el poder como un mandato, sino que se establece la persona que lo ha de ejercer” (4).

“De aquella herejía [Reforma] nacieron en el siglo pasado una filosofía falsa, el llamado derecho nuevo, la soberanía popular y una descontrolada licencia, que muchos consideran como la única libertad” (17).

San Pío X alertó en Notre Charge apostolique, que la Iglesia:

“Ha condenado una democracia que llega al grado de perversidad que consiste en atribuir en la sociedad la soberanía al pueblo” (9).


V.Otro ejemplo, es la errónea interpretación del concepto de corporativismo en dos artículos, al asignar a los vocablos utilizados, un significado distinto al adoptado por el Magisterio e incluso, a la acepción correcta en el idioma castellano:
“La empresa debe ser una comunidad solidaria no encerrada en los intereses corporativos…” (p. 340).

“El sindicato…debe vencer las tentaciones del corporativismo…” (p. 306).

Textos del Magisterio:

“Pues igual que siguiendo el impulso de la naturaleza, los que se hallan vinculados por la vecindad de lugar constituyen municipios, así ha ocurrido que cuantos se ocupan en un mismo oficio o profesión –sea ésta económica o de otra índole- constituyen ciertos colegios o corporaciones, hasta el punto de que tales agrupaciones, regidas por un derecho propio, llegaran a ser consideradas por muchos, si no como esenciales, sí, al menos, como connaturales a la sociedad civil” (Enc. Quadragesimo Anno, Pío XI, 84).

“No cabe duda de que, en las actuales circunstancias, la forma corporativa de la vida social y, especialmente, de la vida económica, favorece prácticamente la doctrina cristiana en lo concerniente a la persona, a la comunidad, al trabajo y a la propiedad privada” (Pío XII, Carta a la 33º Semana Social de Francia, 1946).

“Otro tanto ocurre con nuestra posición respecto a la organización profesional o corporativa, que ha sido tironeada en diversos sentidos en las polémicas públicas, quizá por haber sido mal entendida por algunos. Ella también corresponde a la enseñanza de la Encíclica Quadragesimo anno y está por encima de toda recriminación de entrometimiento en los asuntos puramente políticos del tiempo presente” (Pío XII, Carta a la 34º Semana Social de Francia, 1947).


VI. Llama la atención que el Compendio no haya incluido un capítulo para analizar la doctrina sobre la educación.


VII. Asimismo, en el Índice Analítico no se han incluido temas importantes, como: liberalismo, marxismo, socialismo, comunismo, secularismo y teología de la liberación. En la Agenda Social, que fue una primera versión del Compendio, publicada en 2002, figuraron en el Índice Temático: socialismo, marxismo y comunismo.

Da la impresión que se ha preferido hablar de individualismo, en lugar de liberalismo, y de colectivismo, en lugar de marxismo, socialismo o comunismo. Esto deja un vacío conceptual y puede confundir a quienes lean el Compendio sin preparación previa.

Por eso, es importante recordar el peligro de las ideologías, y afirmar como lo hizo Pablo VI, en la Octogesima adveniens:

“El cristiano que quiere vivir su fe en una acción política concebida como servicio, no puede adherirse, sin contradecirse a sí mismo, a sistemas ideológicos que se oponen, radicalmente o en puntos sustanciales, a su fe y a su concepción del hombre. No es lícito, por tanto, favorecer a la ideología marxista....Tampoco apoya el cristiano la ideología liberal...” (26).
“¿Es necesario subrayar las posibles ambigüedades de toda ideología social?” (27)
Centro de Estudios Cívicos


Fuentes

Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”; Buenos Aires, Conferencia Episcopal Argentina, 2005, 570 págs.
Sacheri, Carlos. “La Iglesia y lo social”; Bahía Blanca, La Nueva Provincia, 1972, págs. 11/14.


Notas

1) Preparado por el Centro de Estudios Cívicos, 26-1-09.
2) Alocución, 24-5-1945.




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1) Cuáles son los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?




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rpclau
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Registrado: 09 Jul 2008
Mensajes: 8

MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 4:39 am    Asunto: Tema 1
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia>
1. Dignidad de la persona (a semejanza de Dios)
2. Bien común
3. Destino universal de los bienes
4. Subsidiaridad
5. Participación
6. Solidaridad

Claudia
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marta aguirre
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Registrado: 11 Feb 2007
Mensajes: 83

MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 11:48 am    Asunto: Doctrina Social de la Iglesia - Modulo: !
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

1) Cuáles son los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?

Los Principios de la Doctrina Social son 6, yo le agregaria EL AMOR MISERICORDIOSO....

1: DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
2: BIEN COMUN
3:DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES
4: SUBSIDIARIDAD (deseraria ampliar el concepto)
5: PARTICIPACION (¿EN LA IGLESIA O FUERA DE ELLA?)
6: SOLIDARIDAD (¿CON LOS CRISTIANOS? O CON TODOS LOS HOMBRE DEL MUNDO?)

La Doctrina Social de la Iglesia, es un punto clave para vivir la fe coerentemente, no podemos juzgar a la ligera, sabemos que hay muchas ideas, muchas formas de pensar y de ver la vida, la dignidad humana se mide de muchas formas y maneras, el bien común ¿es uno en la iglesia y otro fuera de ella? Los que trabajamos en Caritas, vemos como muchos hermanos ponen el dinero en bellos adornos para el altar, u otros menesteres que nos vendrian muy bien para ayudar más y mejor a nuestros pobre, se que Jesús nos dijo: "a los pobres los tendreis siempre a mi me estais preparando para mi último viaje", muchos hermanos tienen actitudes poco amables para con esos pobres.
....Jesucristo ha resucitado hace más de 2000 años y es hora que demos frutos de CARIDAD, que dejemos al ESPIRITU SANTO rezar por nosotros gimiendo y pidiendo por el REINO DE CRISTO, el que vino a servir, a lavarnos los pies,el que muriendo en la Crzu pidio perdon por todos nosotros diciendo: Perdonalos, porquen o saben los que hacen.
Debemos ilustrar e iluminar las mentes de los hombres/mujeres/niños/ancianos con la DOCTRINA DEL AMOR MISERICORDIOSO, ES LA MEJOR DOCTRINA QUE PODEMOS ENSEÑAR ¿se puede separar el mensaje Evangelico del mensaje social?, no lo creo, Jesus nos enseño el AMOR DESINTERESADO, dijo: "el Hijo del Hombre no tiene donde apoyar la cabeza", vivio haciendo el bien y no dejó nada al morir, solo su maravillosa doctrina, nos regalo a su Madre y sus vestidos fueron rifados, NOS DIJO QUE NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE, que debemos amarnos los unos a los otros....nos enseño los mandamientos, uno de los principales es el NO MATARAS, no mataras a tus propios hijos, tampoco mataras a los que piensan distinto a ti, a los que son diferentes, que aman a Dios como tu lo haces, pero de distinta forma, porque nacieron en otros hogares ¿será que Dios lo ha dispuesto asi?, nos dijo LIBRATE DE JUZGAR PARA NO SER JUZGADO.....AMA A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PROJIMO COMO A TI MISMO ¿NO SERA QUE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA AMA A LA IGLESIA MAS QUE JESUCRISTO? Marta Aguirre
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marta aguirre
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Registrado: 11 Feb 2007
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 11:48 am    Asunto: Doctrina Social de la Iglesia - Modulo: !
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

1) Cuáles son los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?

Los Principios de la Doctrina Social son 6, yo le agregaria EL AMOR MISERICORDIOSO....

1: DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
2: BIEN COMUN
3:DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES
4: SUBSIDIARIDAD (deseraria ampliar el concepto)
5: PARTICIPACION (¿EN LA IGLESIA O FUERA DE ELLA?)
6: SOLIDARIDAD (¿CON LOS CRISTIANOS? O CON TODOS LOS HOMBRE DEL MUNDO?)

La Doctrina Social de la Iglesia, es un punto clave para vivir la fe coerentemente, no podemos juzgar a la ligera, sabemos que hay muchas ideas, muchas formas de pensar y de ver la vida, la dignidad humana se mide de muchas formas y maneras, el bien común ¿es uno en la iglesia y otro fuera de ella? Los que trabajamos en Caritas, vemos como muchos hermanos ponen el dinero en bellos adornos para el altar, u otros menesteres que nos vendrian muy bien para ayudar más y mejor a nuestros pobre, se que Jesús nos dijo: "a los pobres los tendreis siempre a mi me estais preparando para mi último viaje", muchos hermanos tienen actitudes poco amables para con esos pobres.
....Jesucristo ha resucitado hace más de 2000 años y es hora que demos frutos de CARIDAD, que dejemos al ESPIRITU SANTO rezar por nosotros gimiendo y pidiendo por el REINO DE CRISTO, el que vino a servir, a lavarnos los pies,el que muriendo en la Crzu pidio perdon por todos nosotros diciendo: Perdonalos, porquen o saben los que hacen.
Debemos ilustrar e iluminar las mentes de los hombres/mujeres/niños/ancianos con la DOCTRINA DEL AMOR MISERICORDIOSO, ES LA MEJOR DOCTRINA QUE PODEMOS ENSEÑAR ¿se puede separar el mensaje Evangelico del mensaje social?, no lo creo, Jesus nos enseño el AMOR DESINTERESADO, dijo: "el Hijo del Hombre no tiene donde apoyar la cabeza", vivio haciendo el bien y no dejó nada al morir, solo su maravillosa doctrina, nos regalo a su Madre y sus vestidos fueron rifados, NOS DIJO QUE NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE, que debemos amarnos los unos a los otros....nos enseño los mandamientos, uno de los principales es el NO MATARAS, no mataras a tus propios hijos, tampoco mataras a los que piensan distinto a ti, a los que son diferentes, que aman a Dios como tu lo haces, pero de distinta forma, porque nacieron en otros hogares ¿será que Dios lo ha dispuesto asi?, nos dijo LIBRATE DE JUZGAR PARA NO SER JUZGADO.....AMA A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PROJIMO COMO A TI MISMO ¿NO SERA QUE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA AMA A LA IGLESIA MAS QUE JESUCRISTO? Marta Aguirre
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Carlos Enrique Millones C
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Registrado: 02 Jun 2009
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 2:13 pm    Asunto: Modulo I: Doctrina Social de la Iglesia
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Los principios éticos para la vida social tienen por objeto una ordenación de la sociedad que respete la dignidad y libertad del hombre y que sea propicia para un auténtico desarrollo humano. De estos principios, surgen criterios de juicios sobre situaciones, estructuras y sistemas sociales.

Al reconocimiento de la dignidad y libertad del hombre y al concepto de bien común, están unidos cuatro principios fundamentales de la DSI referentes al orden social. Por una parte los principios de solidaridad y subsidiaridad, que indican cómo ha de realizarse la cooperación en la vida social. Por otra, los principios de autoridad y participación, que se refieren al modo de ejercer la responsabilidad en la vida social.
Junto con estos principios, se ha de considerar con un quinto e importante el amor fraterno cristiano, que conlleva un mejor trato humano, pero con vistas esperanzadoras, es decir, "tratar a los demás como quieres que te traten a ti"; buscando con esto un premio celestial.
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Gracias por la correcta formación que nos brindan
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Héctor Sampieri
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 2:32 pm    Asunto: Respuesta
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Los principios son 6:

1. Dignidad de la persona humana.
2. Bien comun.
3. Destino universal de los bienes.
4. Subsidiariedad
5. Participación
6. Solidaridad

Me queda claro que a través de las fuentes de la DSI se han fundamentado y conformado estos principios como criterios de reflexión, juicio y acción.

Considero sin embargo, que la reflexión sobre los mismos, por parte de los laicos comprometidos debe adaptarse a cada uno de los contextos específicos como la misma DSI lo indica, y por ello pregunto ¿hay una serie de recomendaciones u orientaciones para su enseñanza y promoción dentro de la Iglesia Doméstica?

Considero que si con nuestros hijos podemos abordar estos principios, desde las edades más pequeñas, será más fácil cooperar en la generación de ciudadanos y laicos comprometidos que sean luz en el mundo y no vela en un cajón.

Saludos a todos.
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Héctor Sampieri
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jguerras100
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 2:40 pm    Asunto: Re: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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1) Cuáles son los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?
Orientar la conducta humana en sociedad.
1. Dignidad de la persona humana
2. Bien común
3. Destino universal de los bienes
4. Subsidiariedad
5. Participación
6. Solidaridad
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jsa182
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 2:57 pm    Asunto: Respuesta Uno
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia son 6 y son:

1. Dignidad de la persona humana
El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, es un ser dotado de cuerpo y alma, con facultades únicas entre los seres corpóreos: inteligencia, libertad y voluntad.

2. Bien común

Es el conjunto de condiciones sociales que hacen posible a cada hombre y a cada grupo, el logro de la propia perfección. El bien común debe cumplir tres condiciones:

1) Que asegure la paz en la comunidad.

2) Que permita una convivencia virtuosa

3) Que todos los miembros de la comunidad tengan bienes materiales y espirituales, en el más alto grado que permita la realidad.

3. Destino universal de los bienes

Dios dio la tierra al género humano, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno, pues todo hombre necesita bienes materiales.

4. Subsidiariedad

Es imposible la dignidad personal o de los grupos, si todo queda sujeto a la decisión de una instancia única, por ejemplo, el Estado, no es lícito quitar a las personas ni a los grupos menores lo que pueden hacer por si mismos, así como absorberlos o destruirlos.

5. Participación

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye a la vida cultura, económica, política, de la sociedad en que vive. La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para el logro del bien común.

6. Solidaridad

En el mensaje de Cristo encontramos un nexo de solidaridad y caridad, que nos enseña a amar al prójimo, hasta el extremo de dar la vida por los hermanos.
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toñoCIJ
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 3:34 pm    Asunto: Principios de la Doctrina Social de la Iglesia
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Smile Los Principios de la Doctrina Social de la Iglesia
Brotan del encuentro del mensaje evangélico con los problemas de la vida en sociedad
se caracterizan por la continuidad y por la renovación.

1.- Dignidad de la persona humana.- Somos dignificados desde que fuimos creados, ya que somos imagen y semejanza de Dios, buscamos relacionarnos con los demás, pero mas aún esa búsqueda debe ir en conjunto para encontrar justicia y solidaridad.

2.- El bien común es lograr que toda la sociedad pueda salir adelante (esté satisfecha) sin buscar atesorar bienes materiales y sin pensar el los demás.

3.- Destino universal de los bienes.- como dije anteriormente no buscar atesorar y tenerlo todo, sino utilizar lo que tengo para el bienestar de mi comunidad (familia, calle, colonia, delegación, estado, país, mundo, universo).

4.- Subsidiariedad un claro ejemplo negativo que veo son los sindicatos, sin ahondar mas, siempre los extremos son malos.

5.- Participación.- es una necesidad para el ser humano, debemos estar haciendo algo, dinamys.

6.- Solidaridad.- Como hermanos en Cristo y creados a imagen y semejanza de Dios, debemos apoyarnos entre nosotros, está fresca la celebración de pentecostés.

Tomo la invitación que nos hace el sacerdote al final de la celebración eucarística: Vayamos y pongamos en práctica lo aprendido.
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PATRICIA ZOWADA
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 5:55 pm    Asunto: Re: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

acmargalef escribió:
Centro de Estudios Cívicos Tomás Moro escribió:
Módulo I

Análisis del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia


Pontificio Consejo de “Justicia y Paz”.(2005)
Card. Renato Raffaele Martino
Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz


Este documento presenta, de una manera completa y sistemática, aunque sintética, la enseñanza social de la Iglesia. Constituye un cuadro de conjunto sobre el cuerpo doctrinal, con un método orgánico, para la búsqueda de soluciones a los problemas del orden temporal. Pretende responder a los desafíos de hoy:

-la verdad misma del ser-hombre
-el pluralismo
-la globalización

La Iglesia es entre los hombres la tienda del encuentro con Dios. El hombre no está sólo; lo acompaña la Iglesia, servidora de la Salvación, en el contexto del mundo en que vive el hombre. La Iglesia, con su doctrina social, quiere anunciar el Evangelio para fecundar y fermentar la sociedad, pues no es indiferente a la vida social.

La doctrina social quiere evangelizar el ámbito social: promover una sociedad a medida del hombre, y construir una ciudad más humana, más conforme al Reino de Dios. Con su doctrina social, la Iglesia no se aleja de su misión; es estrictamente fiel a ella, puesto que lo sobrenatural no debe ser concebido como un espacio que comienza donde termina lo natural, sino como la elevación de éste.

Nada de lo humano le es extraño a la Iglesia. La doctrina social no es algo marginal, que se añade a su misión, está en el corazón mismo de su ministerio. Es cierto que la misión que Cristo le confió es de orden religioso, pero de esa misma misión derivan luces y energías para consolidar la comunidad según la Ley Divina.
La DSI no pertenece al ámbito de la ideología sino al de la teología, más precisamente, a la teología moral. No es una tercera vía entre el liberalismo y el marxismo. Tiene una categoría propia, y su objetivo es orientar la conducta humana en sociedad.

Refleja los tres niveles de la enseñanza teológico-moral:

Nivel Fundante: de las motivaciones
Nivel Directivo: de las normas de la vida social
Nivel Deliberativo: de la conciencia, para aplicar las normas a las situaciones concretas.

Conjuga Fides et ratio, la fe y la razón son las dos vías cognoscitivas de la DSI Las dos fuentes que la nutren son la Revelación y la Naturaleza humana. Recuerda el Compendio el pasaje evangélico, en que Jesús le recomienda al joven rico (Mt 19, 1Cool que cumpla los mandamientos. Es que los diez mandamientos constituyen las reglas primordiales de toda vida social (Veritatis splendor, 97). Pero, además utiliza los conocimientos aportados por las ciencias humanas, que le permiten tener actualizado un diagnóstico preciso de la realidad.

Participa en la elaboración de la doctrina social toda la comunidad eclesial: sacerdotes-religiosos-laicos; siendo expuesta por quienes tienen la autoridad para enseñar, conferida por Cristo: el Papa y los Obispos en comunión con él.

Pío XII explicó (2) que la DSI:

a) es obligatoria para todo católico, y
b) está fijada definitivamente, de manera unívoca, en sus principios fundamentales, pero es suficientemente amplia para adaptarse y aplicarse a las situaciones cambiantes de la realidad (Alocución, 29-4-1945). Ninguna encíclica aislada, puede pretender ser indiscutida, pero, cuando hay continuidad en varios documentos y en sucesivos papas, no puede dudarse de la autenticidad de la doctrina (LG, 25).

Conviene tener en cuenta algunas reglas para la correcta interpretación de los documentos:

a) utilizar el texto oficial, que se publica en el Osservatore Romano. Un ejemplo típico de deformación del texto, ocurrió con la encíclica Mater et Magistra, de Juan XXIII; el concepto de socialización -entendido como incremento de las relaciones sociales- fue traducido en algunas ediciones por socialismo.

b) comparar textos sobre el mismo tema - por ejemplo la. propiedad-, en distintos documentos, para verificar la continuidad de la doctrina.

c) distinguir lo doctrinal de lo prudencial, que sólo puede aplicarse a una situación o país determinado.

La doctrina social realiza una tarea de anuncio y de denuncia. Anuncio de lo que la Iglesia posee como propio: una visión global del hombre y de la humanidad. Denuncia de los pecados de injusticia y de violencia que se cometen en la sociedad. Abarca:

1) Una síntesis teórica sobre todos los temas de la vida social.
2) Posee un alcance práctico, ya que la teoría es elaborada para ser aplicada. Una teoría para la acción de los católicos.
3) Como ya dijimos, es obligatoria para los católicos, pero está abierta a los hombres de buena voluntad, frase que se coloca en la portada de las encíclicas, desde 1963, con la encíclica Pacem in terris, de Juan XXIII.

Su contenido, incluye:

Principios de reflexión, sobre valores permanentes.
Criterios de juicio, para evaluar las situaciones, las estructuras y los sistemas, vigentes en la sociedad.
Directrices para la acción, puesto que los medios deben ser coherentes con los fines. La Iglesia no tiene soluciones técnicas para ofrecer, pero es experta en humanidad.

Los Principios de la Doctrina Social de la Iglesia

Estos principios brotan del encuentro del mensaje evangélico con los problemas de la vida en sociedad. La Iglesia, en el curso de la historia, ha podido dar a tales principios una fundamentación y configuración cada vez más exactas. La DSI se caracteriza por la continuidad y por la renovación. La continuidad de una enseñanza que se fundamenta en los valores universales que derivan de la Revelación y de la naturaleza humana. La doctrina social recorre la historia sin sufrir sus condicionamientos, ni correr el riesgo de la disolución. Pero, la firmeza en los principios no la convierte en un sistema rígido de enseñanza, sino sometida a las necesarias y oportunas adaptaciones sugeridas por la variación de las condiciones históricas.

El Compendio incluye una sección denominada “apuntes históricos”, para recordar algunas de las principales encíclicas, desde la Rerum novarum, de León XIII, de 1891, que comienza un desarrollo orgánico de la enseñanza en el campo social. La Iglesia ha considerado tan importante dicho documento, que periódicamente se lo recuerda y actualiza.

Al cumplirse los 40 años, Pío XI, aprueba la Quadragesimo Anno (1931).
A los 50 años, Pío XII, produce el Radiomensaje La Solemnità (1941).
A los 70 años, Juan XXIII, promulga la Mater et Magistra (1961).
A los 80 años, Pablo VI, alumbra la Octogesima adveniens (1971).
A los 90 años, Juan Pablo II, dedica al trabajo humano la Laborem Exercens (1981).
Finalmente, a los 100 años, el mismo Papa, aprueba la última encíclica social, la Centesimus annus (1991). En la introducción a éste documento, señala su deseo de mostrar “como la rica savia, que sube desde aquella raíz no se ha agotado con el paso de los años, sino que por el contrario, se ha hecho más fecunda”.


Analiza a continuación el Compendio, cada uno de los principios.

1. Dignidad de la persona humana


El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, lo que fundamenta la dignidad de la persona humana, y el significado del actuar humano en el mundo, que está ligado al descubrimiento y al respeto de las leyes de la naturaleza que Dios ha impreso en el universo. La persona es un ser dotado de cuerpo y alma, con facultades únicas entre los seres corpóreos: inteligencia, libertad y voluntad. En la dimensión interior del hombre radica, en definitiva, el compromiso por la justicia y la solidaridad, para la edificación de una vida social, económica y política conforme al designio de Dios.

El hombre es un ser social por naturaleza, que necesita la relación con otros, lo que da origen a un pluralismo social. Existen grupos necesarios: la familia, el Estado, la Iglesia. Y otros formados por libre iniciativa: empresas, sindicatos, asociaciones de todo tipo, que contribuyen a una vida más plena.

2. Bien común

Es el conjunto de condiciones sociales que hacen posible a cada hombre y a cada grupo, el logro de la propia perfección. No es la suma de los bienes particulares, constituye un nuevo valor.
El bien común es la misión del Estado y base de la legitimidad política. Por eso, según Sto. Tomás, el bien común debe cumplir tres condiciones:

1) Que asegure la paz en la comunidad. La paz, como definió San Agustín, es la tranquilidad en el orden, sin injusticias ni desigualdades irritantes.

2) Que permita una convivencia virtuosa; pues la ciudad existe para vivir bien (Aristóteles).

3) Que todos los miembros de la comunidad tengan bienes materiales y espirituales, en el más alto grado que permita la realidad.


3. Destino universal de los bienes

Dios dio la tierra al género humano, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno, pues todo hombre necesita bienes materiales. De la apropiación por medio del trabajo, nace la propiedad privada, que es un derecho natural secundario, pues está subordinado al derecho natural primario que es el destino universal de los bienes. De modo que nunca puede admitirse la propiedad como un derecho absoluto; por el contrario, como afirmó Juan Pablo II: sobre toda propiedad privada grava una hipoteca social.
La doctrina exige un recto uso de los bienes, lo que fundamenta el sentido auténtico de la bienaventuranza de los pobres: el desapego de los bienes y la obligación moral de ayudar a los necesitados.

4. Subsidiariedad

Es imposible la dignidad personal o de los grupos, si todo queda sujeto a la decisión de una instancia única, por ejemplo, el Estado. Por eso, al definir este principio, la Quadragesimo Anno, de Pio XI, enseñaba que no es lícito quitar a las personas ni a los grupos menores lo que pueden hacer por si mismos, así como absorberlos o destruirlos.

Con este principio, la Iglesia se opone a todo colectivismo. Puede entenderse mejor el concepto, si lo contraponemos al sistema totalitario, que responde al enfoque que precisó Musolini para el Estado Fascista:

“Todo en el Estado, todo para el Estado, nada fuera del Estado”.

Una sociedad sana está integrada por un conjunto de grupos intermedios, que se denominan así, por encontrarse entre la familia y el Estado. Esos grupos actúan con autonomía de acuerdo a sus propias normas. La subsidiariedad opera de dos formas:

Negativa: implica abstenerse de interferir en la vida interna de los grupos. Un ejemplo clásico de lo que debe evitarse es la Ley Le Chapelier, promulgada durante la Revolución Francesa, que prohibió la existencia de cualquier asociación que pretendiera representar a un grupo de ciudadanos.

Positiva: es la ayuda brindada desde el Estado, para auxiliar a determinadas personas -jubilados, indigentes- y a determinados sectores o grupos sociales -desgravaciones impositivas, tarifas de fomento.

5. Participación

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye a la vida cultura, económica, política, de la sociedad en que vive. La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para el logro del bien común.
En el plano político, la Centesimus Annus afirma que la Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en cuanto los ciudadanos participan en la elección de los gobernantes, en su control y su sustitución por vías pacíficas. Es claro que, para la Iglesia, la democracia se entiende como régimen político o forma de Estado opuesta al totalitarismo, y por lo tanto es compatible con cualquier forma de gobierno. Apunta más al tipo de relaciones entre los gobernantes y los ciudadanos, que a una forma determinada de organización jurídica.

6. Solidaridad

La solidaridad confiere particular relieve a la intrínseca sociabilidad de las personas, a la igualdad de todos en dignidad y derechos, al camino común de los hombres y de los pueblos hacia una unidad cada vez más convencida. El proceso de aceleración de la interdependencia entre las personas y los pueblos debe estar acompañado por un crecimiento en el plano ético-social igualmente intenso, para así evitar las nefastas consecuencias de una situación de injusticia de dimensiones planetarias, con repercusiones negativas incluso en los mismos países actualmente más favorecidos.

La fuente de este principio es el vínculo filial entre todos los hombres, que tenemos el mismo Padre. Es, a la vez:

-principio social, ordenador de la convivencia en paz, que favorece la concordia.
-virtud moral: consistente en la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, lo que hace a todos responsables de todos.

Evitando el individualismo y el sectarismo, implica el reconocimiento de la deuda que tenemos con la sociedad: cultura, bienes colectivos, que facilitan la existencia humana.
En el mensaje de Cristo encontramos un nexo de solidaridad y caridad, que nos enseña a mar al prójimo, hasta el extremo de dar la vida por los hermanos.

Doctrina Social y Acción Eclesial

Es absolutamente indispensable -sobre todo para los fieles laicos comprometidos de diversos modos en el campo social y político- un conocimiento más exacto de la doctrina social de la Iglesia (Christifideles laici, 60). Este patrimonio doctrinal no se enseña ni se conoce adecuadamente: esta es una de las razones por las que no se traduce pertinentemente en un comportamiento concreto.

Es importante, sobre todo en el contexto de la catequesis, que la enseñanza de la doctrina social se oriente a motivar la acción para evangelizar y humanizar las realidades temporales. La doctrina social ha de estar a la base de una intensa y constante obra de formación, sobre todo de aquella dirigida a los cristianos laicos. Esta formación debe tener en cuenta su compromiso en la vida civil; “A los seglares les corresponde, con su libre iniciativa y sin esperar pasivamente consignas y directrices, penetrar de espíritu cristiano la mentalidad y las costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en que viven” (Populorum progresio, 81).

El primer nivel de la obra formativa dirigida a los cristianos laicos debe capacitarlos para encauzar eficazmente las tareas cotidianas en los ámbitos culturales, sociales, económicos y políticos, desarrollando en ellos el sentido del deber practicado al servicio del bien común.

El segundo nivel se refiere a la formación de la conciencia política para preparar a los cristianos laicos al ejercicio del poder político: “Quienes son o pueden llegar a ser capaces de ejercer ese arte tan difícil y tan noble que es la política, prepárense para ella y procuren ejercitarla con olvido del propio interés y de toda ganancia venal” (Gaudium et spes, 75).

Con especial referencia a la realidad local, el Obispo tiene la responsabilidad de promover la enseñanza y difusión de la doctrina social, a la que provee mediante instituciones apropiadas.
Con la programación de oportunos itinerarios formativos, el presbítero debe dar a conocer la doctrina social y promover en los miembros de su comunidad la conciencia del derecho y el deber de ser sujetos activos de esta doctrina.

Un ámbito especial de discernimiento para los fieles laicos concierne a la elección de los instrumentos políticos, o la adhesión a un partido y a las demás expresiones de la participación política. Es necesario efectuar una opción coherente con los valores, teniendo en cuenta las circunstancias reales.

El cristiano no puede encontrar un partido político que responda plenamente a las exigencias éticas que nacen de la fe y de la pertenencia a la Iglesia: su adhesión a una formación política no será nunca ideológica, sino siempre crítica, a fin de que el partido y su proyecto político resulten estimulados a realizar formas cada vez más atentas a lograr el bien común, incluido el fin espiritual del hombre.

Conclusiones

I.
El Compendio constituye un aporte a los fieles, comparable al Catecismo, y está estructurado en una forma similar, con un Índice Analítico de 158 páginas, que facilita la búsqueda de los temas.

II. Se aclara que: “Las aportaciones múltiples y multiformes -que son también expresión del sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo- son asumidas, interpretadas y unificadas por el Magisterio, que promulga la enseñanza social como doctrina de la Iglesia” (79). No han faltado, hasta ahora, fieles -laicos y religiosos- que estimaban que no existía una doctrina social, sino que cada Pontífice expresaba en los documentos su propia opinión. Si bien era una tesis sin fundamento, a partir del Compendio queda ratificada la validez y obligatoriedad de la Doctrina Social de la Iglesia. “Es Magisterio auténtico, que exige la aceptación y adhesión de los fieles” (80).

III. “El peso doctrinal de las diversas enseñanzas y el asenso que requieren depende de su naturaleza, de su grado de independencia respecto a elementos contingentes y variables, y de la frecuencia con la cual son invocadas” (80). Esta regla interpretativa nos lleva a considerar necesario distinguir en cada artículo del Compendio:

a) Frases que están avaladas por un documento pontificio, citado a pie de página.
b) Frases que comentan o amplían una referencia doctrinaria, del tipo anterior, o son colocadas como epígrafe, al comenzar un artículo.

Estimamos que las frases del segundo tipo (“b”) pueden suscitar dudas y hasta objeciones lícitas, si tienen una sintaxis confusa o contienen un concepto contradictorio con la doctrina tradicional.


IV. Nos permitimos señalar un ejemplo concreto: el epígrafe al artículo 395: “El sujeto de la autoridad política es el pueblo, considerado en su totalidad, como titular de la soberanía”.

Esta frase no está avalada por ninguna referencia, y contradice explícitamente varios textos pontificios:

León XIII, Inmortale Dei, 2:

”Autoridad que, como la misma sociedad, surge y deriva de la Naturaleza, y, por tanto, del mismo Dios, que es su autor. De donde se sigue que el poder público, en sí mismo considerado, no proviene sino de Dios. Sólo Dios es el verdadero y supremo Señor de las cosas. Todo lo existente ha de someterse y obedecer necesariamente a Dios. Hasta tal punto, que todos los que tienen el derecho de mandar, de ningún otro reciben este derecho si no es de Dios, Príncipe supremo de todos. No hay autoridad sino por Dios (Rom, 13,1)”

León XIII, Diuturnum illud,:

“Muchos de nuestros contemporáneos, siguiendo las huellas de aquellos que en el siglo pasado se dieron a sí mismos el nombre de filósofos, afirman que todo poder viene del pueblo. Por lo cual, los que ejercen el poder no lo ejercen como cosa propia, sino como mandato o delegación del pueblo y de tal manera que tiene rango de ley la afirmación de que la misma voluntad popular que entregó el poder puede revocarlo a su antojo. Muy diferente es en este punto la doctrina católica, que pone en Dios, como en principio natural y necesario, el origen del poder político”. (3)

“Es importante advertir en este punto que los que han de gobernar los Estados pueden ser elegidos, en determinadas circunstancias, por la voluntad y juicio de la multitud, sin que la doctrina católica se oponga o contradiga esta elección. Con esta elección se designa el gobernante, pero no se confieren los derechos del poder. Ni se entrega el poder como un mandato, sino que se establece la persona que lo ha de ejercer” (4).

“De aquella herejía [Reforma] nacieron en el siglo pasado una filosofía falsa, el llamado derecho nuevo, la soberanía popular y una descontrolada licencia, que muchos consideran como la única libertad” (17).

San Pío X alertó en Notre Charge apostolique, que la Iglesia:

“Ha condenado una democracia que llega al grado de perversidad que consiste en atribuir en la sociedad la soberanía al pueblo” (9).


V.Otro ejemplo, es la errónea interpretación del concepto de corporativismo en dos artículos, al asignar a los vocablos utilizados, un significado distinto al adoptado por el Magisterio e incluso, a la acepción correcta en el idioma castellano:
“La empresa debe ser una comunidad solidaria no encerrada en los intereses corporativos…” (p. 340).

“El sindicato…debe vencer las tentaciones del corporativismo…” (p. 306).

Textos del Magisterio:

“Pues igual que siguiendo el impulso de la naturaleza, los que se hallan vinculados por la vecindad de lugar constituyen municipios, así ha ocurrido que cuantos se ocupan en un mismo oficio o profesión –sea ésta económica o de otra índole- constituyen ciertos colegios o corporaciones, hasta el punto de que tales agrupaciones, regidas por un derecho propio, llegaran a ser consideradas por muchos, si no como esenciales, sí, al menos, como connaturales a la sociedad civil” (Enc. Quadragesimo Anno, Pío XI, 84).

“No cabe duda de que, en las actuales circunstancias, la forma corporativa de la vida social y, especialmente, de la vida económica, favorece prácticamente la doctrina cristiana en lo concerniente a la persona, a la comunidad, al trabajo y a la propiedad privada” (Pío XII, Carta a la 33º Semana Social de Francia, 1946).

“Otro tanto ocurre con nuestra posición respecto a la organización profesional o corporativa, que ha sido tironeada en diversos sentidos en las polémicas públicas, quizá por haber sido mal entendida por algunos. Ella también corresponde a la enseñanza de la Encíclica Quadragesimo anno y está por encima de toda recriminación de entrometimiento en los asuntos puramente políticos del tiempo presente” (Pío XII, Carta a la 34º Semana Social de Francia, 1947).


VI. Llama la atención que el Compendio no haya incluido un capítulo para analizar la doctrina sobre la educación.


VII. Asimismo, en el Índice Analítico no se han incluido temas importantes, como: liberalismo, marxismo, socialismo, comunismo, secularismo y teología de la liberación. En la Agenda Social, que fue una primera versión del Compendio, publicada en 2002, figuraron en el Índice Temático: socialismo, marxismo y comunismo.

Da la impresión que se ha preferido hablar de individualismo, en lugar de liberalismo, y de colectivismo, en lugar de marxismo, socialismo o comunismo. Esto deja un vacío conceptual y puede confundir a quienes lean el Compendio sin preparación previa.

Por eso, es importante recordar el peligro de las ideologías, y afirmar como lo hizo Pablo VI, en la Octogesima adveniens:

“El cristiano que quiere vivir su fe en una acción política concebida como servicio, no puede adherirse, sin contradecirse a sí mismo, a sistemas ideológicos que se oponen, radicalmente o en puntos sustanciales, a su fe y a su concepción del hombre. No es lícito, por tanto, favorecer a la ideología marxista....Tampoco apoya el cristiano la ideología liberal...” (26).
“¿Es necesario subrayar las posibles ambigüedades de toda ideología social?” (27)
Centro de Estudios Cívicos


Fuentes

Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”; Buenos Aires, Conferencia Episcopal Argentina, 2005, 570 págs.
Sacheri, Carlos. “La Iglesia y lo social”; Bahía Blanca, La Nueva Provincia, 1972, págs. 11/14.


Notas

1) Preparado por el Centro de Estudios Cívicos, 26-1-09.
2) Alocución, 24-5-1945.




Participación en el foro


1) Cuáles son los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?


LOS PRINICPIOS DE LA DOCTRINA SOCIAL SON:
DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
BIEN COMUN
DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES
SUBSIDIARIEDAD
PARTICIPACION
SOLIDARIDAD

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PATRICIA ZOWADA
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 5:58 pm    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Respuesta a la pregunta de
Cuáles son los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?
1 dignidad de la persona
2 bien comun
3 destino unoversal de los bienes
4 subsidiariedad
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sergio m compañ cadena
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 6:01 pm    Asunto: respuesta
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1. Dignidad de la persona humana

2. Bien común

3. Destino universal de los bienes

4. Subsidiariedad

5. Participación

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jorge rodriguez huayna
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 6:14 pm    Asunto: Principios de la Doctrina Social
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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1. Dignidad de la persona humana
El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, lo que fundamenta la dignidad de la persona
La persona es un ser dotado de cuerpo y alma, con facultades únicas entre los seres corpóreos: inteligencia, libertad y voluntad. En la dimensión interior del hombre radica, en definitiva, el compromiso por la justicia y la solidaridad, para la edificación de una vida social, económica y política conforme al designio de Dios.
2. Bien común
Es el conjunto de condiciones sociales que hacen posible a cada hombre y a cada grupo, el logro de la propia perfección. No es la suma de los bienes particulares. Es un nuevo valor El bien común es la misión del Estado y base de la legitimidad política. Por eso, según Sto. Tomás, el bien común debe cumplir tres condiciones:
1) Que asegure la paz en la comunidad. La paz, como definió San Agustín, es la tranquilidad en el orden, sin injusticias ni desigualdades irritantes.
2) Que permita una convivencia virtuosa; pues la ciudad existe para vivir bien (Aristóteles).
3) Que todos los miembros de la comunidad tengan bienes materiales y espirituales, en el más alto grado que permita la realidad.
3. Destino universal de los bienes
Dios dio la tierra al género humano, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno, pues todo hombre necesita bienes materiales. De la apropiación por medio del trabajo, nace la propiedad privada, que es un derecho natural secundario, pues está subordinado al derecho natural primario que es el destino universal de los bienes. De modo que nunca puede admitirse la propiedad como un derecho absoluto; por el contrario, como afirmó Juan Pablo II: sobre toda propiedad privada grava una hipoteca social.
La doctrina exige un recto uso de los bienes, lo que fundamenta el sentido auténtico de la bienaventuranza de los pobres: el desapego de los bienes y la obligación moral de ayudar a los necesitados.
4.- Subsidiariedad

Con este principio, la Iglesia se opone a todo colectivismo
La Quadragesimo Anno, de Pio XI, enseñaba que no es lícito quitar a las personas ni a los grupos menores lo que pueden hacer por sí mismos, así como absorberlos o destruirlos.
Negativa: implica abstenerse de interferir en la vida interna de los grupos. Un ejemplo clásico de lo que debe evitarse es la Ley Le Chapelier, promulgada durante la Revolución Francesa, que prohibió la existencia de cualquier asociación que pretendiera representar a un grupo de ciudadanos.
Positiva: es la ayuda brindada desde el Estado, para auxiliar a determinadas personas -jubilados, indigentes- y a determinados sectores o grupos sociales -desgravaciones impositivas, tarifas de fomento.
5. Participación
El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye a la vida cultura, económica, política, de la sociedad en que vive. La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para el logro del bien común.
La Centesimus Annus afirma que la Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en cuanto los ciudadanos participan en la elección de los gobernantes, en su control y su sustitución por vías pacíficas.
6. Solidaridad
La fuente de este principio es el vínculo filial entre todos los hombres, que tenemos el mismo Padre. Es, a la vez:
• Principio social, ordenador de la convivencia en paz, que favorece la concordia.
• Virtud moral: consistente en la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, lo que hace a todos responsables de todos.
Evitando el individualismo y el sectarismo, implica el reconocimiento de la deuda que tenemos con la sociedad: cultura, bienes colectivos, que facilitan la existencia humana.
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Jose Villalobos Guerra
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 6:28 pm    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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1. Dignidad de la persona humana:

Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza, lo cual fundamenta su dignidad y el siginficado de su actuar humano en el mundo, estado éste ligado al descubrimiento y respeto de las leyes de la naturaleza que Dios ha impreso en el Universo.

2. Bien Común:

Se refiere al conjunto de condiciones sociales que hacen posible a cada hombre y a cada grupo el logro de su propia perfección.
En la práctica, serían una serie de normas de convivencia y cooperación que tenga por objetivo el beneficio de la colectividad.


3. Destino Universal de los Bienes:

La doctrina exige un recto uso de los bienes, si bien Dios creo al hombre y le otorgó la tierra (sin excluir a nadie pues todo hombre necesita bienes materiales) la propiedad no debe ser concebida como un derecho absoluto, tal como lo dijo Juan Pablo II:
"Sobre toda propiedad privada esta gravada una hipoteca social".

4. Subsidiariedad:

Con este principio, la Iglesia se opone a todo colectivismo, afirmando que es imposible la existencia de la dignidad personal o de los grupos, si todo queda sujeto a una instancia única, por ejemplo el Estado.
Una sociedad sana está integrada por un conjunto de grupos intermedios, que se denominan así, por encontrarse entre la familia y el Estado.
La Subsidiariedad opera de dos formas:

- Positiva: Es la ayuda brindada por el Estado hacia un grupo de personas que lo precisen, cumpliendo así desgravaciones impositivas o tarifas de fomento para la población.

- Negativa: Implica abstenerse de interferir en la vida interna de los grupos, mediante el cual el Estado debe limitarse en sus funciones y permitir el libre desenvolvimiento y el desarrollo de dichos grupos.

5. Participación:

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye con la vida cultural, política y económica de la sociedad donde vive.
La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para lograr el bien común.

6. Solidaridad:

La solidaridad esta relacionada intrínsecamente con la sociabilidad de las personas, a la igualdad de derechos y al respeto hacia la dignidad de todos, al camino de los hombres y de los pueblos hacia una uidad cada vez más convencida.

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Jose Villalobos Guerra
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 6:29 pm    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

1. Dignidad de la persona humana:

Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza, lo cual fundamenta su dignidad y el siginficado de su actuar humano en el mundo, estado éste ligado al descubrimiento y respeto de las leyes de la naturaleza que Dios ha impreso en el Universo.

2. Bien Común:

Se refiere al conjunto de condiciones sociales que hacen posible a cada hombre y a cada grupo el logro de su propia perfección.
En la práctica, serían una serie de normas de convivencia y cooperación que tenga por objetivo el beneficio de la colectividad.


3. Destino Universal de los Bienes:

La doctrina exige un recto uso de los bienes, si bien Dios creo al hombre y le otorgó la tierra (sin excluir a nadie pues todo hombre necesita bienes materiales) la propiedad no debe ser concebida como un derecho absoluto, tal como lo dijo Juan Pablo II:
"Sobre toda propiedad privada esta gravada una hipoteca social".

4. Subsidiariedad:

Con este principio, la Iglesia se opone a todo colectivismo, afirmando que es imposible la existencia de la dignidad personal o de los grupos, si todo queda sujeto a una instancia única, por ejemplo el Estado.
Una sociedad sana está integrada por un conjunto de grupos intermedios, que se denominan así, por encontrarse entre la familia y el Estado.
La Subsidiariedad opera de dos formas:

- Positiva: Es la ayuda brindada por el Estado hacia un grupo de personas que lo precisen, cumpliendo así desgravaciones impositivas o tarifas de fomento para la población.

- Negativa: Implica abstenerse de interferir en la vida interna de los grupos, mediante el cual el Estado debe limitarse en sus funciones y permitir el libre desenvolvimiento y el desarrollo de dichos grupos.

5. Participación:

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye con la vida cultural, política y económica de la sociedad donde vive.
La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para lograr el bien común.

6. Solidaridad:

La solidaridad esta relacionada intrínsecamente con la sociabilidad de las personas, a la igualdad de derechos y al respeto hacia la dignidad de todos, al camino de los hombres y de los pueblos hacia una uidad cada vez más convencida.

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Jose Villalobos Guerra
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Registrado: 04 Mar 2009
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 6:30 pm    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

1. Dignidad de la persona humana:

Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza, lo cual fundamenta su dignidad y el siginficado de su actuar humano en el mundo, estado éste ligado al descubrimiento y respeto de las leyes de la naturaleza que Dios ha impreso en el Universo.

2. Bien Común:

Se refiere al conjunto de condiciones sociales que hacen posible a cada hombre y a cada grupo el logro de su propia perfección.
En la práctica, serían una serie de normas de convivencia y cooperación que tenga por objetivo el beneficio de la colectividad.


3. Destino Universal de los Bienes:

La doctrina exige un recto uso de los bienes, si bien Dios creo al hombre y le otorgó la tierra (sin excluir a nadie pues todo hombre necesita bienes materiales) la propiedad no debe ser concebida como un derecho absoluto, tal como lo dijo Juan Pablo II:
"Sobre toda propiedad privada esta gravada una hipoteca social".

4. Subsidiariedad:

Con este principio, la Iglesia se opone a todo colectivismo, afirmando que es imposible la existencia de la dignidad personal o de los grupos, si todo queda sujeto a una instancia única, por ejemplo el Estado.
Una sociedad sana está integrada por un conjunto de grupos intermedios, que se denominan así, por encontrarse entre la familia y el Estado.
La Subsidiariedad opera de dos formas:

- Positiva: Es la ayuda brindada por el Estado hacia un grupo de personas que lo precisen, cumpliendo así desgravaciones impositivas o tarifas de fomento para la población.

- Negativa: Implica abstenerse de interferir en la vida interna de los grupos, mediante el cual el Estado debe limitarse en sus funciones y permitir el libre desenvolvimiento y el desarrollo de dichos grupos.

5. Participación:

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye con la vida cultural, política y económica de la sociedad donde vive.
La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para lograr el bien común.

6. Solidaridad:

La solidaridad esta relacionada intrínsecamente con la sociabilidad de las personas, a la igualdad de derechos y al respeto hacia la dignidad de todos, al camino de los hombres y de los pueblos hacia una uidad cada vez más convencida.

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CatalinaT
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MensajePublicado: Mar Jun 02, 2009 9:12 pm    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Son 6:
Dignidad de la persona humana
Bien común
Destino universal de los bienes
Subsidiariedad
Participación
Solidaridad
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MARYBPER
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 12:41 am    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Cuáles son los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?

Los Principios de la Doctrina Social son 6

1: DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
2: BIEN COMUN
3: DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES
4: SUBSIDIARIDAD
5: PARTICIPACION
6: SOLIDARIDAD

Considero que pese a que se nos presentan como unos principios generales, como católicos debemos ahondar mas en ellos y ponerlos en práctica y darlos a conocer, para que no se queden simplemente en meros enunciados que al final todos a conciencia sabemos que a diario no se cumplen, que actualmente vemos muchas desigualdades, que en el caso de nuestros gobernantes no piensan en el bien Común sino en el propio, no hay participación activa de la clase menos favorecida, la solidaridad cada día es mas escasa en nuestras vidas, y lo que es peor vemos a que poco y nada importa la dignidad de las personas, al menos en mi país la violación de derechos humanos es el pan nuestro de cada día, considero que en todo esto falta que aprendamos a imitar el ejemplo que Jesús nos enseño, y nos dejo como Mandamiento QUE NOS AMEMOS.
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MARYBPER
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 12:42 am    Asunto: MARYBEL
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

Cuáles son los principios de la Doctrina Social de la Iglesia?

Los Principios de la Doctrina Social son 6

1: DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
2: BIEN COMUN
3: DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES
4: SUBSIDIARIDAD
5: PARTICIPACION
6: SOLIDARIDAD

Considero que pese a que se nos presentan como unos principios generales, como católicos debemos ahondar mas en ellos y ponerlos en práctica y darlos a conocer, para que no se queden simplemente en meros enunciados que al final todos a conciencia sabemos que a diario no se cumplen, que actualmente vemos muchas desigualdades, que en el caso de nuestros gobernantes no piensan en el bien Común sino en el propio, no hay participación activa de la clase menos favorecida, la solidaridad cada día es mas escasa en nuestras vidas, y lo que es peor vemos a que poco y nada importa la dignidad de las personas, al menos en mi país la violación de derechos humanos es el pan nuestro de cada día, considero que en todo esto falta que aprendamos a imitar el ejemplo que Jesús nos enseño, y nos dejo como Mandamiento QUE NOS AMEMOS.
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MA. GUADALUPE MONARES V
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 12:54 am    Asunto: RESPUESTAS
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Son 6 : Very Happy
1.-Dignidad de la persona humana
2.-Bien común
3.-Destino universal de los bienes
4.-Subsidiariedad
5.-Participación
6.-Solidaridad.
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escritora catolica
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 1:26 am    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

LOS PRINCIPIOS SON:
1- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA.
2- EL BIEN COMUN.
3- DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES.
4- SUBSIDIARIDAD.
5-PARTICIPACION.
6- SOLIDARIDAD.

SER PARTE DE LA IGLESIA SIN AMAR AL PROJIMO ES SER SEMILLA SIN GERMINAR... PASARAN SUS DIA EN LA TIERRA Y NO VERA FLORECER LAS ROSAS DE LA ETERNIDAD LAS QUE NO SE MARCHITAN Y QUE SE LLEVAN EN EL ALMA AL MORIR, SOLO LAS LLEVAN LOS QUE BUSCAN LA SANTIDAD.. Y TODOS ESTAMOS LLAMADOS A ESE BELLO CAMINO PORQUE PERDER LA OPRTUNIDAD DE CONOCER A JESUS Y TRABAJAR POR EL Y CON EL AQUI Y EN EL CIELO? APLICA ESTOS PRINCIPIOS EN TU VIDA YA QUE LA IGLESIA EL PRIMER TEMPLO A CUIDAR ERES TU MISMO EN EL MORA EL ESPIRTU SANTO. eliana1052@hotmail.com
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escritora catolica
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 1:27 am    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

LOS PRINCIPIOS SON:
1- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA.
2- EL BIEN COMUN.
3- DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES.
4- SUBSIDIARIDAD.
5-PARTICIPACION.
6- SOLIDARIDAD.

SER PARTE DE LA IGLESIA SIN AMAR AL PROJIMO ES SER SEMILLA SIN GERMINAR... PASARAN SUS DIA EN LA TIERRA Y NO VERA FLORECER LAS ROSAS DE LA ETERNIDAD LAS QUE NO SE MARCHITAN Y QUE SE LLEVAN EN EL ALMA AL MORIR, SOLO LAS LLEVAN LOS QUE BUSCAN LA SANTIDAD.. Y TODOS ESTAMOS LLAMADOS A ESE BELLO CAMINO PORQUE PERDER LA OPRTUNIDAD DE CONOCER A JESUS Y TRABAJAR POR EL Y CON EL AQUI Y EN EL CIELO? APLICA ESTOS PRINCIPIOS EN TU VIDA YA QUE LA IGLESIA EL PRIMER TEMPLO A CUIDAR ERES TU MISMO EN EL MORA EL ESPIRTU SANTO. eliana1052@hotmail.com
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Miguel Ángel Díaz
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 2:57 am    Asunto: Módulo 1. Los principios de la DSI
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia son:

1. Dignidad de la persona humana

2. Bien común
Debe cumplir tres condiciones:
a) Que asegure la paz en la comunidad. La paz, como definió San Agustín, es la tranquilidad en el orden, sin injusticias ni desigualdades irritantes.
a) Que permita una convivencia virtuosa; pues la ciudad existe para vivir bien (Aristóteles).
c) Que todos los miembros de la comunidad tengan bienes materiales y espirituales, en el más alto grado que permita la realidad.

3. Destino universal de los bienes

Dios dio la tierra al género humano, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno, pues todo hombre necesita bienes materiales. De la apropiación por medio del trabajo, nace la propiedad privada, que es un derecho natural secundario, pues está subordinado al derecho natural primario que es el destino universal de los bienes. De modo que nunca puede admitirse la propiedad como un derecho absoluto; por el contrario, como afirmó Juan Pablo II: sobre toda propiedad privada grava una hipoteca social.

4. Subsidiariedad

No es lícito quitar a las personas ni a los grupos menores lo que pueden hacer por si mismos, así como absorberlos o destruirlos.
Una sociedad sana está integrada por un conjunto de grupos intermedios, que se denominan así, por encontrarse entre la familia y el Estado. Esos grupos actúan con autonomía de acuerdo a sus propias normas.

5. Participación

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye a la vida cultura, económica, política, de la sociedad en que vive. La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para el logro del bien común.
La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en cuanto los ciudadanos participan en la elección de los gobernantes, en su control y su sustitución por vías pacíficas.

6. Solidaridad

Podrían agregarse:

7. El principio de la dignidad de la persona humana

Es el principio básico de la doctrina social católica.

Cada persona, cualesquiera que sean su raza, su sexo, edad, su nacionalidad de origen, su religión, su orientación sexual, su estatus con relación al empleo, su nivel económico, su salud, su inteligencia, sus logros o cualquier otra característica que sea causa de diferencias, es digna de respeto. No es lo que ustedes hacen o tienen lo que les da derecho a ser respetados, sino el simple hecho de ser un ser humano es el que establece su dignidad. Debido a esta dignidad, la persona humana, en la óptica católica, no es nunca un medio, sino siempre un fin.


8. El principio del respeto a la vida humana

Toda persona, desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, tiene una dignidad inherente y un derecho a la vida en conformidad con esta dignidad .
La vida humana, en cada etapa de su desarrollo y de su declinar, es valiosa y, por tanto, digna de protección y de respeto. Siempre es culpable atacar directamente una vida humana inocente. La tradición católica ve el carácter sagrado de la vida humana como algo que forma parte de toda la visión moral de una sociedad justa y buena.


9. El principio de la protección preferencial de los pobres v de las personas vulnerables

Por qué un amor preferencial por los pobres? Por qué poner en primer lugar las necesidades de los pobres? Porque el bien común, el bien de la sociedad en su conjunto, lo exige. Lo contrario de rico y poderoso es pobre y sin poder. Si el bien de todos, el bien común debe prevalecer, debe orientarse una opción preferencial hacía los que sufren por ausencia de poder y por los efectos de la privación. De otro modo, el equilibrio necesario para mantener el tejido de la sociedad se romperá en detrimento de todos.


10. El principio de la igualdad humana

La igualdad de todas las personas viene de su dignidad esencial. Si las diferencias de talentos forman parte del plan de Dios, la discriminación social y cultural frente a los derechos fundamentales no es compatible con el designio de Dios.

Estos son los diez principios.

Para los cristianos, no hay solamenente verdades que creer, sino tambien verdades que hay que poner en práctica
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Emiliogf
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 3:03 am    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

En general, todos han dado por respuesta que
LOS PRINCIPIOS SON:
1- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA.
2- EL BIEN COMUN.
3- DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES.
4- SUBSIDIARIDAD.
5-PARTICIPACION.
6- SOLIDARIDAD. "

En realidad, considero que el primer Principio es teológico, y consiste en el fundamento de la misma dignidad de la Persona humana, da sentido al Bien Común y al uso de los bienes materiales en el destino universal de los bienes, fundamenta el principio de subsidiariedad, de participación y solidaridad.

En efecto, desde mi óptica, que trato que siempre sea basada en el Magisterio, se está olvidando el primer principio, que es el reconocimiento de la Realeza Social de Jesucristo, en quien todo debe instaurarse.

Considero asimismo, que el hecho de que la Doctrina Social, que se dirige a creyentes o no creyentes, no debe hacernos olvidar que es de la Iglesia, y por tanto su sentido mismo proviene de Jesucristo.

La dignidad de la Persona humana es explicada teológicamente por Dios mismo que se hace hombre. Porque... Qué es el hombre para que Dios se acuerde de él? Precisamente, el Verbo Encarnado es el que explica tal dignidad, que no proviene de la misma persona, sino que le es dada por Dios mismo, al crear al hombre a Su imagen y semejanza.

Dios habla en plural al crear al hombre, al decir:"Hagamos al hombre a Nuestra Imagen y Semejanza", tal como relata el Génesis.

Es más, la solidaridad viene de nuestra filiación adoptiva de Dios Padre, de nuestra hermandad con Jesucristo, y del Amor de Dios que es el Espíritu Santo.

Es decir, la visión teológica jamás puede ser separada de los contenidos de la Doctrina Social de la Iglesia, por más que se esté hablando de la colocación de semáforos en una esquina donde transitan muchos vehículos o se debata la velocidad máxima en las autopistas.

"Sin Mi nada podéis hacer", dijo Jesucristo.
Y es en este marco y en este fundamento, que digo que son SIETE los Principios de la Doctrina Social de la Iglesia, ya que hay que sumar el RECONOCIMIENTO DE CRISTO REY DEL UNIVERSO, que da sentido a toda persona y a toda sociedad y Nación, ya que un día juzgará no solamente a las personas en el Juicio Particular, sino que también a las Naciones en el Juicio Universal.

CRISTO REY, EN QUIEN TODO DEBE SER INSTAURADO, es el primer principio de la Doctrina Social de la Iglesia.
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Miguel Ángel Díaz
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 3:06 am    Asunto:
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia son:

1. Dignidad de la persona humana

2. Bien común
Debe cumplir tres condiciones:
a) Que asegure la paz en la comunidad. La paz, como definió San Agustín, es la tranquilidad en el orden, sin injusticias ni desigualdades irritantes.
a) Que permita una convivencia virtuosa; pues la ciudad existe para vivir bien (Aristóteles).
c) Que todos los miembros de la comunidad tengan bienes materiales y espirituales, en el más alto grado que permita la realidad.

3. Destino universal de los bienes

Dios dio la tierra al género humano, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno, pues todo hombre necesita bienes materiales. De la apropiación por medio del trabajo, nace la propiedad privada, que es un derecho natural secundario, pues está subordinado al derecho natural primario que es el destino universal de los bienes. De modo que nunca puede admitirse la propiedad como un derecho absoluto; por el contrario, como afirmó Juan Pablo II: sobre toda propiedad privada grava una hipoteca social.

4. Subsidiariedad

No es lícito quitar a las personas ni a los grupos menores lo que pueden hacer por si mismos, así como absorberlos o destruirlos.
Una sociedad sana está integrada por un conjunto de grupos intermedios, que se denominan así, por encontrarse entre la familia y el Estado. Esos grupos actúan con autonomía de acuerdo a sus propias normas.

5. Participación

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye a la vida cultura, económica, política, de la sociedad en que vive. La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para el logro del bien común.
La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en cuanto los ciudadanos participan en la elección de los gobernantes, en su control y su sustitución por vías pacíficas.

6. Solidaridad

Podrían agregarse:

7. El principio de la protección preferencial de los pobres v de las personas vulnerables

¿Por qué un amor preferencial por los pobres? ¿Por qué poner en primer lugar las necesidades de los pobres? Porque el bien común, el bien de la sociedad en su conjunto, lo exige. Lo contrario de rico y poderoso es pobre y sin poder. Si el bien de todos, el bien común debe prevalecer, debe orientarse una opción preferencial hacía los que sufren por ausencia de poder y por los efectos de la privación. De otro modo, el equilibrio necesario para mantener el tejido de la sociedad se romperá en detrimento de todos.


8. El principio de la igualdad humana

La igualdad de todas las personas viene de su dignidad esencial. Si las diferencias de talentos forman parte del plan de Dios, la discriminación social y cultural frente a los derechos fundamentales no es compatible con el designio de Dios.
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Miguel Ángel Díaz
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 3:07 am    Asunto: Módulo 1. Los principios de la DSI
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia son:

1. Dignidad de la persona humana

2. Bien común
Debe cumplir tres condiciones:
a) Que asegure la paz en la comunidad. La paz, como definió San Agustín, es la tranquilidad en el orden, sin injusticias ni desigualdades irritantes.
a) Que permita una convivencia virtuosa; pues la ciudad existe para vivir bien (Aristóteles).
c) Que todos los miembros de la comunidad tengan bienes materiales y espirituales, en el más alto grado que permita la realidad.

3. Destino universal de los bienes

Dios dio la tierra al género humano, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno, pues todo hombre necesita bienes materiales. De la apropiación por medio del trabajo, nace la propiedad privada, que es un derecho natural secundario, pues está subordinado al derecho natural primario que es el destino universal de los bienes. De modo que nunca puede admitirse la propiedad como un derecho absoluto; por el contrario, como afirmó Juan Pablo II: sobre toda propiedad privada grava una hipoteca social.

4. Subsidiariedad

No es lícito quitar a las personas ni a los grupos menores lo que pueden hacer por si mismos, así como absorberlos o destruirlos.
Una sociedad sana está integrada por un conjunto de grupos intermedios, que se denominan así, por encontrarse entre la familia y el Estado. Esos grupos actúan con autonomía de acuerdo a sus propias normas.

5. Participación

El hombre, sólo o asociado con otros, contribuye a la vida cultura, económica, política, de la sociedad en que vive. La participación comunitaria es una aspiración legítima y una exigencia necesaria para el logro del bien común.
La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en cuanto los ciudadanos participan en la elección de los gobernantes, en su control y su sustitución por vías pacíficas.

6. Solidaridad

Podrían agregarse:

7. El principio de la protección preferencial de los pobres v de las personas vulnerables

¿Por qué un amor preferencial por los pobres? ¿Por qué poner en primer lugar las necesidades de los pobres? Porque el bien común, el bien de la sociedad en su conjunto, lo exige. Lo contrario de rico y poderoso es pobre y sin poder. Si el bien de todos, el bien común debe prevalecer, debe orientarse una opción preferencial hacía los que sufren por ausencia de poder y por los efectos de la privación. De otro modo, el equilibrio necesario para mantener el tejido de la sociedad se romperá en detrimento de todos.


8. El principio de la igualdad humana

La igualdad de todas las personas viene de su dignidad esencial. Si las diferencias de talentos forman parte del plan de Dios, la discriminación social y cultural frente a los derechos fundamentales no es compatible con el designio de Dios.
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Joel Vargas
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 3:15 am    Asunto: Doctrina Política católica (Respuesta)
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

Los principios mencionados son:

1. Dignidad de la persona humana. El hombre como ser social como naturaleza, ser dotado de cuerpo y alma, con facultades únicas entre los seres.
2. Bien Común. Misión del Estado.
3. Destino universal de los bienes. El desapego de estos y la obligación de ayudar.
4. Subsidiariedad. El apoyo al colectivismo.
5. Participación. Apoyo al sistema de la democracia.
6. Soldaridad. Evitando el individualismo y el sectarismo.

Saludos.

Joel.
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Adriana G. de Islas
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 3:42 am    Asunto: Doctrina Social de la Iglesia
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

Los principios son:
Dignidad de la persona humana
Bien comùn
Destino Universal de los Bienes
Subsidiariedad
Participaciòn
Solidaridad.

Creo que es muy importante tomar conciencia de la importancia de conocer, asimilar y practicar la DSI para ser testimonio vivo de Jesucristo.
Gracias por ofrecernos este curso. Dios los bendiga.
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Carlsg7
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 4:54 am    Asunto: Los Principios de la Dotrina Social de la Iglesia
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
Responder citando

1 La Dignidad Humana; El hombre fue creado a imagen y semejanza de DIOS. Eso le da al ser humano, en naturaleza y en esencia, un carácter no solo natural si no también espiritual y esto a su vez nos hace seres más complejos de lo que sería si fuecemos solo materia.
Por tanto, defender la dignidad propia y reconocer y respetar la dignidad de los demás seres humanos y no solo de los miembros de mi clase social, sector social, nacionalidad, rasa, ETC. Es un deber, un derecho y un mandato para todos los humanos y no digamos de los Católicos. Cristo nos mostró en más de una ocasión su privilección por los más debiles, porque son estos los que más sufren al no reconocerse ni respetarse su dignidad humana.

2 Bien Común: Conjunto de condiciones sociales que le permiten a cada hombre y a cada grupo alcanzar y satisfacer sus propias necesidades y aspiraciones. Es muy fácil, atribuir a nuestro exfuerzo nuestros éxitos, también es muy fácil atribuir a la dejadez, la iresponsabilidad, ETC. El fracaso de los demás. Y si bien es cierto que en algunos casos no todos saben aprovechar adecuadamente los dones y bondades materiales y de otros tipos que han recibido. También es cierto que muchas veces nuestros éxitos no dependen solo de nuestros exfuerzos, la soberbia nos hace creer lo contrario, pero la verdad, es que además del exfuerzo también contribuyen al éxito un conjunto de factores de distintos tipos como el económico, el ambiente familiar, el ejemplo recibido, la educación y formación, habilidades intelectuales ETC. Que son regalos de DIOS y por tanto son también para ponerlas a disposición de los demás y no solo de uno mismo. De la misma manera el fracaso también suele ser influenciado por factores externos al ser humano tal como lo puede ser una deficiente educación, la pobreza, ETC. Por tanto, es deber de todo católico, defender y luchar por todo aquello que ayude a alcanzar condiciones adecuadas para todos.

3 Destino Universal de los Bienes: Todo es de DIOS, nada es de los hombres. Nosotros somos simples administradores de los bienes que hemos recibido fruto de la Divina Providencia y de nuestro trabajo. Por tanto, aunque tenemos disposición de ellos, tal disposición no puede ser absoluta. Quienes destruyen el recurso tierra o agua, porque son propietarios de los mismos, cometen un crimen que lamentablemnte no es castigado hoy en día, pero eso no hace que el crimen deje de ser un crimen. ¿Por qué?. Por que sencillamente su abuso en el ejercicio de un derecho reconocido por la ley humana, produce la destrucción de la creación de DIOS, la destrucción de recursos indispensables para la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras, ETC.

4. Sussidiaridad: Todo ser humano es capaz, tiene por don divino de DIOS, poder para hacer, y forma parte de la realización de todo ser humano descubrir, desarrollar y ejercer las habilidades que a cada cual DIOS le a otorgado. Por tanto toda ayuda o apoyo, debe ser solo en la medida que sea necesario para suplir las deficiencias que una persona o grupo de personas presente y nunca bajo ningún consepto, la ayuda o apoyo debe tener como efecto el que se limite o impida el desarrollo y ejercicio de las habilidades y destrezas indicadas.

5. Participación: El hombre es un ser social, su felicidad depende en gran medida de la interacción con las demás personas, por tanto debe fomentarse y contribuir a los procesos que ayuden a las personas a asociarse con otras personas para la resolución de problemas comunes, esto aplica a nivel pequeño y grande, local e internacional. geográfico o cectorial.

6 Solidaridad: No es lo mismo que dar limosna, como sintiendonos superiores y con derecho a ver a los demás por debajo de nosotros. Se trata de colaborar con los demás cuando y de la forma que estos lo necesiten entendiendo que ya en algún momento alguien nos a dado una mano y que en el futuro alguien nos la volvera a dar.
La gran diferencia estriba, que cuando hablamos de solidaridad nos referimos a todo el genero humano y no solo a los que dependen de nosotros por causas naturales o afectivas. Pero la idea es la misma.
No creo que se trate de una deuda social, lo siento más como el reconocimiento de la dignidad humana y de que todos somos hijos de DIOS y por tanto somos humanos.
Nadie dice que cuando le da comida a sus hijos o ayuda a sus hermanos, lo hace por su deuda social o familiar. Lo hace porque es su deber por tratarse de su misma sangre. En el ambito social, ese deber no es menor porque somos hermanos en Cristo, porque es mandato de Cristo y porque si DIOS nos a confiado bienes y habilidades como dige antes, lo hizo para que nos sirvieramos de ellas pero también para que las pusieramos a servicio de los demás.
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MensajePublicado: Mie Jun 03, 2009 1:28 pm    Asunto: Respuesta Módulo 1.
Tema: Módulo I:Análisis del Compendio de la Doctrina Social
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Saludos. Envío respuesta.

La doctrina social quiere evangelizar el ámbito social: promover una sociedad a medida del hombre, y construir una ciudad más humana, más conforme al Reino de Dios. Con su doctrina social, la Iglesia no se aleja de su misión; es estrictamente fiel a ella, puesto que lo sobrenatural no debe ser concebido como un espacio que comienza donde termina lo natural, sino como la elevación de éste.

Los principios de la Doctrina Social de la Iglesia:

1. Dignidad de la persona (a semejanza de Dios)
2. Bien común
3. Destino universal de los bienes
4. Subsidiaridad
5. Participación
6. Solidaridad

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