Dios actúa de maneras misteriosas

[Bedoyita]

Hola a todos!!!.

Antes que nada, permítanme presentarme.
Me llamo Jessica, soy de México y tengo 30 años.

El motivo de este tema es para contarles una cosa muy curiosa que me sucedió y que me cambió la vida por completo.

Hasta hace poco yo era una católica completamente indolente y confundida. Había perdido la fé y me estaba dejando contaminar con ideas anti católicas. Hace años que no iba a misa únicamente por flojera, no recuerdo cuando fué la última vez que me confesé, no hacía oración y me estaba llenando de dudas por andar leyendo cosas y haciendo caso a gente que nunca debí de haber leído o escuchado.

Estuve leyendo basuras como las de Chick, páginas esotéricas, tendenciosas y demás porquerías. Buscando otra cosa en internet (no recuerdo qué la verdad) me encontré este foro, por curiosidad entré a ésta área, apologética, empecé a leer las acertadas respuestas y comentarios que les dan a nuestros hermanos separados y poco a poco se fueron esfumando mis dudas y se fueron "evaporando" las ideas raras y dudas que había obtenido gracias a las porquerías que estuve leyendo.

Hace unos dias un primo más joven que yo tuvo un accidente en su automóvil y desgraciadamente falleció instantáneamente. Esto me impresionó muchísimo y ya saben, empecé a pensar "qué injusto es Dios, se lleva a un muchacho tan joven y tan bueno en lugar de llevarse a tanto borracho que hay o a gente que hace tanto mal como los pedofílicos, violadores y demás".

Cuando fué el accidente yo no estaba en la ciudad y no pude (y la verdad no quería) asistir al funeral ni al sepelio, llegué el dia siguiente y como estimaba a este primo y estimo a sus papás por compromiso moral me hice el propósito de asistir a todas sus misas de novenario.

Y así lo hice, he estado llendo a todas las misas aunque sea de "oyente" por tantos años de indolencia y alejamiento de la iglesia.

Pero al estar en la misa empecé a sentir "algo". No me sentía cómoda al estar nadamás oyendo sin participar de la eucaristía y aparte las palabras del sacerdote me empezaron a calar. Empecé a meditar en la certeza de que nadie sabe cuando se vá a morir, que más vale estar preparados, qué cuentas le iba a entregar a nuestro Señor cuando me tocara estar delante de él después de tantos años de alejamiento, de dudar de él y criticarlo.

Empecé a meditar en la posibilidad de confesarme para "hacer las paces" con Dios pero ya saben, la decidia... "mañana hago el exámen de conciencia", "a ver si el padre no me avienta un zapato", "mañana averiguo que padre no es regañón" y así.

En este mismo foro me encontré éste magnífico artículo y lo leí completamente, pero clásico... "mañana me pongo a hacer la lista".

Ayer fuí de nuevo a misa la cual oí con devoción y parece que el padre había preparado el sermón especialmente para mi, sus palabras me llegaron al corazón y salí de la iglesia emocionada.

Y por lo visto Dios ya había tramado algo por que "casualmente" a la salida estaba parado el padre. Pasé frente a él y como llevo dreadlocks (cabello en mechas como Bob Marley) y tengo perforaciones, le llamé la atención y me saludó. Me acerqué a saludarlo y de sopetón me soltó "mañana te confieso. Llega 10 minutos antes de misa, te espero" .

Por supuesto que le dije que si .

No he dejado de pensar que ésto es una señal de Dios. El quiere que me acerque a él, me facilitó las cosas y hasta me mandó a este padre. Si esto no es una señal de Dios yo no sé que es por que no creo en las casualidades y sería una estúpida si lo rechazara.

Así que aprovechando que todos en casa están dormidos me puse a hacer mi lista de pecados escrita (por que no quiero que a la hora de la hora se me olvide algo), muy extensa por cierto y al rato primero Dios me voy a deshacer de todos ellos para poder participar de la eucaristía y ser una católica devota volviendo a orar y acercarme mucho más a Dios, que había tenido tan abandonado .

Al rato les cuento qué tal me fué en mi confesión y, si me lo permiten, voy a empezar a participar en este foro para que me ayuden a encaminarme y retomar por completo mi fé para no volver a ofender a Dios y alejarme de él.