Pensando en San José, joven generoso

[Orpam Saretnoc Laverz]

Celebrando litúrgicamente la fiesta de José, esposo de María, y padre (en la tierra) de Jesús, su casa sería desde luego, como he leído hoy mismo, el primer Santuario, el Hijo de Dios vivía en su casa, la Madre de Jesús vivía en su casa y él les cuidaba y sustentaba. Con este ejemplo ¿qué familia es la nuestra, amigos? Os presento una cita muy buena:
"La visión evangélica presenta en la familia de Nazaret el auténtico modelo al que toda familia puede aspirar. Ella es camino de humanización del Hijo de Dios. María y José acogen y acompañan la vida de Jesús, la orientan hacia la autonomía en el descubrimiento del proyecto del Padre, la apoyan aún cuando no comprenden las opciones del Hijo. En aquella familia - dice Lucas -Jesús crecía en edad, sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres (2, 52). El fragmento del evangelio citado puede constituir la base para una relectura del principio de la encarnación en nuestro proyecto familiar...". Y, pensemos en esto:
"Cuando la familia sirve a la vida, cuando forma a los ciudadanos de mañana introduciendo a los hijos en la sociedad, juega un papel esencial: es patrimonio común de la humanidad: Como primer santuario de la vida, está llamada a anunciar, celebrar, servir al evangelio de la vida".
¡Casi nada! ¿verdad? Como me gustó mucho el contenido parcial de esta carta de la Superiora General de un Instituto mundial, a sus colaboradores, sobre todo a sus miembros, por eso os la transmito. Creo que nos puede ayudar en nuestra obra como educadores, como familia, como guías de las "personitas" que van creciendo a nuestro alrededor. Orpam Saretnoc Laverz