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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Vie Mar 24, 2006 10:19 pm Asunto:
MADRES... CON SONRISA
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Querid@s tod@s!!
Papás y mamás, deseo compartir con tod@s un librito que herede de mi amada suegra. Espero que os guste y os sea de utilidad.
MADRES… CON SONRISA
MARIE FRANCE
MADRES… CON SONRISA
MADRES… CON ALEGRÍA
MADRES… CON TERNURA
MADRES… CON MENOS CANSANCIO
MADRES… CON LEALTAD
Estos cinco tomitos, cortos, de gratísima lectura y bien presentados, pueden parecer a primera vista una colección de amenos y pequeños acontecimientos, recogidos en la vida misma. Pero su objeto es profundamente serio y práctico; y sus efectos pueden ser de incalculable valor para quien sepa leerlos y ponerlos en práctica.
La autora MARIE FRANCE, es una madre de familia y una educadora, perfectamente competente en cuestiones de niños y de adolescentes, tanto en el campo de la enseñanza como en el de las organizaciones asistenciales y recreativas. Con estos libritos, se ha propuesto educar y reeducar a las madres. Su método, fruto de la experiencia y de largas meditaciones, fue estudiado por ella con el mayor cariño, para ponerlo al alcance de todas las mujeres de buena voluntad.
Cada capítulo se abre con la narración de un hecho real, de un caso en la vida de las madres y de los hijos. Al episodio, en que la madre resuelve -o no sabe resolver- algunos de sus diarios problemas, sigue siempre amable crítica que explica porque la madre procede bien o procede mal, y cuáles fueron las consecuencias, con frecuencia de grandísima importancia, de su comportamiento; consecuencias que difícilmente podía ella prever. Se concluye el capítulo con la receta del día; las reglas y normas que se pueden deducir del caso observado.
El método práctico consiste en dedicar cinco minutos al día a la atenta lectura de cada capítulo, leyendo no solo el día y aplicando la receta a los casos adecuados. La autora asegura –y parece imposible dudarlo- que las madres que han seguido su sistema con constancia, han obtenido resultados sorprendentes para la felicidad propia y de toda la familia. No hay ni una sola madre joven que no pueda encontrar en estos libritos guías seguras, capaces de sostenerla en las más diversas dificultades y pruebas; y hasta aquellas que han errado el camino en la educación de sus hijos, podrán, con la ayuda de Marie France, reeducarse a sí mismas y reeducar a sus hijos, llevando a su casa la serenidad.
Escritos en años recientísimos, en medio de todas las dificultades de la postguerra y del difícil período que venimos atravesando, estos modernos libritos, de grata lectura y nacidos al calor de la experiencia, están destinados a dirigir, a confortar y desde luego a transformar la vida de todas las madres jóvenes, que los podrán leer de conformidad con sus deseos y con el amor que por sus hijos sientan.
Marzo de l.957 _________________ *Primavera
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Ultima edición por *Primavera el Vie Mar 24, 2006 10:25 pm, editado 1 vez |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Vie Mar 24, 2006 10:21 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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MI QUERIDA AMIGA:
Nunca te he visto ni he cruzado contigo la palabra; a pesar de lo cual, te conozco perfectamente. Eres una madre. ¿Necesito saber más? Me basta mirar a mi pobre corazón –que es maternal como todo corazón de mujer- para saberlo todo de ti.
En primer lugar, ¡que cansada estás a determinadas horas de tanto trabajar, qué decepcionada por tu falta de éxito, que agobiada por el desaliento!
¡Tienes tantas preocupaciones!... Y a veces, ¡las cosas van tan mal!
Desde aquí te estoy oyendo decir: “¿Los niños? ¡Es preciso estar siempre encima de ellos, repetirles continuamente las mismas cosas, reñirles o castigarles sin cesar! ¡Son tan descuidados, tan desordenados, tan ligeros, tan ardientes y tan desobedientes!...”
Bueno, no continúes. Lo sé… y aún no hemos dicho lo peor. Algunos días, las cosas van tan mal, que nos echaríamos a llorar.
Es que tenemos en el corazón una gran ambición. Querríamos hacer de nuestros hijos algo muy bueno. Querríamos hacer de ellos pequeños mozos de quienes pudiéramos estar orgullosos ante Dios y ante los hombres.
Lo malo es que en manera alguna se nos ha enseñado nuestro hermoso oficio de madre. En el colegio, nos fueron revelados los secretos de la regla de tres y del análisis gramatical. En el curso casero –si hemos tenido la suerte de seguir alguno- se nos enseñó el modo de preparar la carne a la borgoñesa y la salsa mayonesa. Pero ¿Quién nos ha enseñado la forma de hacer hombres de nuestros hijos?
Reconozcámoslo, querida amiga. Tú, y yo, y la mayor parte de las madres, somos terriblemente ignorantes o terriblemente torpes en el arte de la educación que para nosotras, mujeres, es a la vez el arte más delicado y el más útil. Es indudable que en nuestro amoroso corazón de madre encontramos algo de esa ciencia que nadie nos ha enseñado y que nos sería de una utilidad infinitamente mayor que la geografía o que la química. Pero, ¡cuánto mejores resultados obtendríamos –con mucho menos trabajo- si alguien nos diera a conocer un día los medios de triunfar en nuestra tarea de madres; algo así como fórmulas, si se puede emplear esta palabra, para una cosa tan delicada como es la educación de un niño!
Esto es lo que he intentado hacer en tu favor, al escribir este pequeño libro. Yo sé que lo has abierto con interés y confianza. Sientes confusamente que tu vida se verá tal vez completamente transformada, que tu tarea será más fácil y que serán más grandes las alegrías que te den tus pequeños, si yo no te he engañado y resultan buenas las fórmulas que hoy te entrego.
Las he ido espigando poco a poco para ti; las he estudiado y las he experimentado. Y te digo sin vacilar: “Ten confianza; estas fórmulas te facilitarán con seguridad tu misión, y hasta muy probablemente te permitirán obtener sorprendentes resultados, sin excluir a tus hijos de más difícil carácter”.
Pero… - ¡siempre ha de haber algún pero! Ello ha de ser con tres condiciones:
1ª.- Que si lo empiezas hoy, no te leas de un tirón – ni aún en una semana, en diversas veces- este librito.
2º.- Que no leas una fórmula al azar cuando abras el libro, sino que las vayas revisando una tras otra en el orden en que yo las he puesto.
¿Sabría guisar la carne a la borgoñesa conforme a la fórmula, el ama de casa que leyera dicha fórmula en la página 153 de su libro de cocina antes de haber aprendido en la página 27 cómo se hace un asado?
Las formulas para obtener éxito con los niños, son como las fórmulas de cocina. Es preciso comenzar por el Principio y por cosas muy sencillas.
3ª.- y última condición…
Pero déjame que te cuente antes un cuento: el cuento de “la mujercita a la que le faltaba tiempo para todo”.
Había una vez una mujercita que estaba siempre tan ocupada, tan ocupada, que nunca tenía tiempo para hacerlo todo: el arreglo de la casa, la colada de la ropa, el cosido de la misma, la compra, fregar los platos… Todo ello con cinco niños pequeños… y sin contar algún trabajillo de modista que hacia en casa para conseguir equilibrar su presupuesto.
Estaba tan cansada, tan abatida y tan falta de tiempo que no sabía cómo salir del aprieto, ¡Ah, si los días tuvieran siquiera cuarenta y ocho horas!...
No pudiendo más, marchó un día a casa de su madre, la cual había educado nada menos que nueve hijos sin que tan pesada tarea pareciera en manera alguna haberla agobiado; su madre, a la que la hija recordaba haber visto siempre llena de actividad, sin dejarse nunca abatir y en todo momento tan sosegada y sonriente: “¡Mamá, mamá, dime tu secreto! ¿Cómo te las arreglas para salir de apuros? Yo tengo demasiado que hacer y estoy que estallo. ¿Qué podría suprimir en la vida para que no me falte tiempo para todo?”
La anciana madre reflexionó un momento, no muy largo, y en seguida le dijo: “¡Mira, es muy sencillo! Pero, ¿tendrás el valor de hacerlo? Tómate cinco minutos todos los días, a ser posible por la mañana, en el rato en que tengas más probabilidades de estar sola y no ser molestada por los niños, y durante esos cinco minutos, no hagas nada, absolutamente nada”.
La hija encontró a primera vista aquel consejo extraordinariamente gracioso. Pero como tenía ciega confianza en su madre, hizo lo que le decía.
Y se encontró con que, al cabo de algún tiempo, las cosas iban de tal manera mejor que nunca se encontraba apurada; que sus pequeños la proporcionaban toda clase de alegrías; y que el buen papá se quedaba turulato al ver cómo había cambiado la casa.
¿Qué era lo que había ocurrido?
¿Por qué aquellos cinco minutos “perdidos” por la mañana habían transformado hasta tal punto la vida de la pequeña madre? Era que los había empleado en reflexionar y que, al hacerlo así había adquirido mucha mayor habilidad para desempeñar su papel de madre.
¿Y tú?
¿Estás dispuesta a tomarte (conste que no digo perder) cinco minutos todos los días?
Y no me digas “No tengo tiempo”. Cuanto más ocupada estés, más necesario resulta que sepas tomarte esos cinco minutos.
Si no estás decidida a hacerlo, cierra inmediatamente este libro y tíralo al fuego (o más bien dáselo a cualquiera amiga que tal vez sepa sacar provecho de él) y no sigas adelante. Perderías el tiempo, o poco menos.
Pero estás decidida. Has comprendido en qué grado pueden transformar tu vida esos cinco minutos, ayudándote a triunfar en tu hermosa misión de madre.
Si es así, piensa inmediatamente en qué momento del día te tomarás cinco minutos, cualquiera que sea la urgencia de tu trabajo, para leer una fórmula, y solamente una.
Bien entendido que habrás de elegir el momento más favorable. El momento en que menos probabilidades tengas de ser interrumpida. Y que a toda costa, mantendrás tu propósito.
Si al cabo de un mes no has sacado provecho alguno, si sigues teniendo las mismas preocupaciones con tus pequeños, habrás de pensar que yo estoy equivocada y abandonarás la partida.
Pero estoy bien tranquila. Es imposible que no obtengas resultados apreciables, aun en un solo mes, siempre a condición de que guardes una fidelidad a toda prueba a tus cinco minutos diarios de lectura.
¿No tienes confianza en los medicamentos que tomas? Y cuando comienzas un tratamiento, ¿no te impones como un deber seguirlo con exactitud?
Este librito no es como los otros libros. Es preciso seguir las instrucciones en él dadas, o cerrarlo para siempre.
Por grande que sea la curiosidad –que te impulsará tal vez a recorrer las páginas de la obra entera- lee la primera fórmula y no sigas adelante. Mañana leerás la segunda, con toda exactitud a la hora que para ello hayas fijado; y continúa haciéndolo así todos los días.
Al cabo de algún tiempo- claro está que no inmediatamente- comprobarás en tus pequeños una transformación tal, que no saldrás de tu asombro.
De acuerdo, pues, tú y yo en nuestro trabajo, estamos dispuestas a conseguir en nuestra misión de madres, éxitos tan asombrosos que se hablará de ellos, no solamente en nuestro país, sino hasta más allá de las fronteras. Y ello hará más a favor de la paz del mundo que todas las políticas de todos los partidos.
MARIE FRANCE _________________ *Primavera
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Vie Mar 24, 2006 10:22 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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1º día
LA HISTORIA DE UNA MADRE
QUE SE PONÍA NERVIOSA
Estamos en la calle. Dos niños marchan juntos a la escuela, hablando de un gran paseo que querrían darse el jueves. El paseo será delicioso, pero es preciso obtener antes la autorización de las mamás.
PABLO.- La mía estoy seguro de que me deja, con la única condición de que no vuelva demasiado tarde. ¿Y la tuya?
PEDRO.- ¿La mía? ¡Mira chico! ¡Lo que es hoy, no le pido permiso! ¡Hoy está nerviosa!...
He aquí toda la conversación. Y ten por seguro que no la he inventado yo.
Podemos, desde luego, reconocerlo, puesto que estamos entre mujeres, entre madres. Si de cuando en cuando, todo marcha mal a nuestro alrededor, si no nos desenvolvemos con mayor facilidad, es porque nos ponemos demasiado nerviosas.
La verdad es que para ello tenemos toda clase de pretextos. El cansancio, el trabajo, las preocupaciones, las inquietudes del mañana… las mil pequeñas dificultades de todos los días… ¡Y eso sin hablar de grandes disgustos!
Consecuencia de ello es que, con frecuencia, con demasiada frecuencia, son los nervios los que mandan en nosotras. Y el resultado son las impaciencias, los continuos regaños y chillerías, y, ¿quién sabe –reconozcámoslo muy bajito- si alguna que otra bofetada o pescozón?...
¡Pobres de nosotras! ¡Como si una madre no tuviera el deber de obedecer a su corazón y a su inteligencia, en lugar de obedecer a sus nervios, los más detestables consejeros, responsables de gran número de reveses y sufrimientos!
Estamos completamente de acuerdo, ¿no es verdad? Pues entonces, lo más urgente, si queremos tener éxito en el trato con nuestros pequeños, es no pedirles a ellos un esfuerzo sobre nosotras mismas; un esfuerzo sobre nuestros nervios.
.- ¡Es que mis nervios son más fuertes que yo! – me dirás.
¡Estás en un error! ¡En un completo error!
Los nervios se curan con mucha mayor facilidad que una tifoidea o una escarlatina. Y resulta tan indispensable curar la nerviosidad como el tratar cualquiera de estas enfermedades, porque, de la misma forma que ellas, la nerviosidad es extremadamente contagiosa.
Si existe en ti como enfermedad crónica –es decir, si te ataca más o menos a cada instante- es que, como dirían los médicos para ciertas enfermedades, hay una “fuente de microbios”.
¿Eres tú misma esa fuente de microbios? Busca bien, busca lealmente, manteniendo los ojos cerrados para ver mejor…
… … … … … … … … … … … … … … … …
(Cada vez que encuentres en una de nuestras fórmulas una línea de puntos como la presente, adopta la costumbre de suspender un instante la lectura ara meditar un poco. Es una de las condiciones más importantes del éxito en nuestra empresa).
… … … … … … … … … … … … … … … …
¿Reconoces que está dentro de ti misma la “fuente de microbios” de la nerviosidad? Mira, pues, lo urgente que es ponerte en cura.
Puede darse el caso de que la “fuente de microbios” sea alguna otra persona. ¿Tal vez tu marido, o una pariente que vive con vosotros, o aluno de tus niños? Y tú te has contaminado… Razón de más para reconquistar la dominación de tus nervios. Porque sólo tu calma podrá ir neutralizando poco a poco la acción nefasta de los “microbios”.
De cualquier manera que sea, comienza hoy mismo en ti el tratamiento y hazlo con la misma exactitud y conciencia que pondrías en el cumplimiento de una orden dada por el médico, si estuvieras enferma.
Para curar la nerviosidad, hay medios muy diversos. He aquí uno, el de más fácil aplicación para ti. Obsérvale desde hoy mismo.
RECETA DEL DIA
En el momento en que te encuentres nerviosa, que estés a punto de demostrarlo o de impacientarte, interrumpe durante algunos segundos tu trabajo o tu conversación y respira varias veces seguida a fondo, un poco como se hace en el transcurso de una lección de gimnasia, pero sin hacer gesto alguno. El aire, inspirado en mayor cantidad, revivificará tu sangre; tu sistema nervioso, beneficiado por este tratamiento, recobrará casi en el acto su equilibrio.
Ya ves lo sencillo que es.
Pero sobre todo, no te digas “eso es una estupidez”, porque se trate de una cosa muy sencilla. Estás decidida a seguir mis instrucciones. Ten confianza. Por lo demás, un médico te explicaría por qué es excelente esta primera receta. Gracias a ella, hoy mismo estarás ya un poco menos nerviosa, y sabrás entenderte un poco mejor con tus pequeños. Las cosas marcharán ya un poco mejor.
Pero deja que pase algún tiempo y… ¡ya verás! ¡ya verás! _________________ *Primavera
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Ultima edición por *Primavera el Vie Mar 24, 2006 10:52 pm, editado 1 vez |
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MAVI Esporádico
Registrado: 04 Oct 2005 Mensajes: 33 Ubicación: Asunción - Paraguay
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Publicado:
Vie Mar 24, 2006 10:44 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Querida María José:
Me encantó la lectura, gracias por alegrar nuestro día con algo tan hermoso y sencillo, pues creo que todas queremos ser mejores mamá de lo que somos ahora y necesitamos de mucha instrucción en este campo.
Nuevamente gracias por todo.
Dios te bendiga abundantemente. _________________ Mavi |
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Hilda Lucía Quintero Sern Esporádico
Registrado: 20 Feb 2006 Mensajes: 38
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Publicado:
Lun Mar 27, 2006 6:45 pm Asunto:
Agradecer
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Gracias María josé por compartir esta riqueza con nostoras, te doy las gracias por mí (no sabes cuanto lo necesitaba) y también por las amigas con quienes compartiré estos textos
Que el Señor te siga bendiciendo
HILDA LUCIA
"Señor, dame valor para hacer lo que me pides luego pídeme lo que quieras" |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Mar Mar 28, 2006 3:17 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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2º día
¡QUE BURRO ERES!
Con los codos apoyados en la mesa, Santiago está pasándolas negras con su estudio. Por tres veces le ha explicado la mamá – a su manera- aquel problema de los robinetes. Santiago no ha comprendido gran cosa, como no sea el que a su parecer (y en ello no va descaminado), resulta una simpleza el hacer caer el agua en un depósito por un robinete que deja pasar diez litros por minuto, mientras que por otro robinete se deja salir el agua a razón de ocho litros por minuto. ¿A que conduce –piensa Santiago- tomarse tanto trabajo para calcular en cuántas horas se llenaría el depósito, cuando sería mucho más rápido y más económico el cerrar el robinete de abajo?
Entre tanto, se abre un tercer robinete; el de las lágrimas de Santiago… el cual no facilita en lo más mínimo la solución del problema.
Mamá está que le saltan los nervios; y al fin estalla:
.-¡Que burro eres! ¡No tienes mollera ni para hacer un miserable problema! ¡Nunca llegarás a ser nada, ¿me oyes?, nade de provecho…
El problema de los robinetes no ha quedado resuelto; pero en cambio el de las lágrimas se complica y Santiago se echa a llorar a rienda suelta. Y no es porque sienta mayor pena, no; en cierta forma, hasta se siente más consolado y aliviado de un gran peso. El peso del problema, el cual renuncia definitivamente a resolver. ¿Para qué molestarse, puesto que es un burro – mamá se lo acaba de decir – que en su vida llegará a ser nada?
En vista de ello, y llorando a lágrima viva, puesto que es conveniente llorar cuando mamá se enfada, Santiago se repite para sus adentros lo que mamá le ha dicho: Yo no llegaré nunca a ser nada, nunca a ser nada, nunca… Y a fuerza de repetírselo, acaba por creérselo con absoluta seguridad.
x x x
He aquí una pequeña historia que va a llevarnos como de la mano a una fórmula de extraordinaria importancia, a una fórmula muy fácil de aplicar y de grandes resultados:
Supongamos que la mamá de Santiago, en lugar de dejarse dominar por los nervios, hubiera tenido el acierto de hablarle de otra manera: - ¡Vamos, querido, si tú lo comprendes!... veo que lo estás comprendiendo… eres completamente capaz de comprenderlo… un buen mozo de tanto talento como tú, no puede menos que comprenderlo…
¿Qué se habría dicho Santiago? De seguro que habría pensado: - ¡Vaya, no soy tan tonto!...
En lugar de hacerlo así, la mamá le ha dicho en todos los tonos que era un burro. Y Santiago se ha resignado a creerlo, aun cuando ello nunca resulte grato, porque, provisionalmente, le hacía el servicio de justificar su pereza. A pesar de lo cual, tal cosa no es verdad. Santiago no es unimbécil, y está muy lejos de serlo. (Y si tú o yo le dijéramos a su madre que lo era, ya te puedes imaginar lo que nos respondería).
Conclusión:
Con repetir a los niños que tienen un defecto, les quitamos todo deseo de corregirse de él, puesto que les persuadimos de que “así son, y no hay remedio”.
Asegurándoles, en cambio, que tienen una buena cualidad – o por lo menos que les sería muy fácil adquirirla y desarrollarla hasta un alto grado, - estimulamos su buena voluntad y provocamos en ellos un esfuerzo casi espontáneo.
Y esto es tan verdad para ellos, como para nosotros mismos. Vamos a experimentarlo hoy mismo, a propósito de ese nerviosismo, el cual solamente ayer hemos comprobado que era el primero y el más grande obstáculo para obtener éxito con nuestros hijos.
RECETA DEL DIA
En lugar de repetir sin cesar: - ¡Estoy toda nerviosa… no puedo más!... – Lo que da como resultado el ponerse más nerviosa todavía, esfuérzate en repetir hoy – y ni que decir tiene que todos los días en adelante – con toda calma y con la mayor flema, en el momento en que te das cuenta de que tus nervios se alborotan: - Estoy tranquila…, estoy muy tranquila… la verdad es que estoy completamente tranquila.
Lo cual no habrás de impedir el que recurras de cuándo en cuándo a la receta de ayer, respirando repetidas veces a fondo.
Se trata de un pequeño truco de ninguna importancia y que, según las apariencias, nada tiene que ver con la educación de nuestros hijos. Y sin embargo, desde el momento en que aprendemos a dominarnos, hemos ya resueltamente encaminados por las vías del éxito. _________________ *Primavera
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Ultima edición por *Primavera el Mie Mar 29, 2006 10:10 am, editado 1 vez |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Mar Mar 28, 2006 4:25 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Hola Maria José Quierida!
¡Cuánto me ha gstado este material! Y cuánto me ha servido.
Las mamás solemos estar cansadas porque todo es importante, urgente, todo ocurre al tiempo!!! Y a veces nos falta una sonrisa para arreglarlo todo!
Una pequeña anécdota familiar:
Mi esposo viajó a Lima el jueves en la noche y no regresó sino hasta el domingo. Mis dos hijas estaban enfermas y una de mis gatitas resultó gatito! Solo imaginen la cantidad de trabajo en casa: además de mis chiquitas enfermitas, de no tener la ayuda grandísima de mi esposo (que me gana como ama de casa) y tener que arreglar dos cuartos gatunos (pues tuvimos que mantenerlos separados hasta el lunes que logré hacer operar a mi gata), estaba todo el oficio de la casa.
Cuando mi esposo viaja mis papás nos "adptan"... pero la dicha termina en la noche cuando volvemos a casa y continua el trajín sin atenuantes.
Esta introducción solo para que imaginen el panorama.
El sábado llegamos a casa como a las siete de la noche y comencé a hacer oficio. Debajo del lavaplatos salía un hilito de agua que poco a poco se convirtió en un gran charco. Las niñas tenían hambre y debía prepararles la cena... y el charco crecía... cocinar, secar... secar, cocinar. Los gatos maullaban por turnos... arreglar sus cajitas de arena (¡todo un sacrificio!) y más agua en la cocina.
Finalmente logré conseguir un fontanero que llegó a las 9 de la noche. Las niñas ya tenían sueño... ni pensar en acostarlas aún: siempre rezo con ellas y les leo u fragmento de la vida d algún santo. Pero el fontanero revisaba: "si señora, hay un tubo roto. Se lo puedo arreglar hasta el lunes" Exclamation
De pronto mi hijita menor me dijo: "mami ¿los gatitos pueden volar?" ¡Qué pregunta tan tonta! (menos mal no se lo dije) Tuve la tentación de mandarla a su cuarto para que no me importurnara pero, probablemente mi Santo Ángel logró apaciguarme y, tomando aire le respondí: "no, nenita. Los gatitos no pueden volar ¿por qué?". La chiquita respondió con un sencillo: "es que la ventana de tu cuarto está abierta y no encuentro a Anastasio"...
Seguí al lado del fontanero recibiendo malas noticias cuando sonó el timbre. Se trataba del vigilante y me preguntaba si el gatito que estaba en la terraza era mío. ¡Se había tirado por la ventana!!! Y vivo en un tercer piso...
Rescaté al gato, despaché al fontanero y acosté a mis muñecas que me daban besos como si fuera el más grande superhéroe.
La sonrisa de una mamá alivia cualquier dolor, consuela a un gato aterrado y alcanza para secar charcos de agua durante dos días.
¡Dios quiera que mi Ángel de la Guarda me siga tranquilizando! En momentos así la ayuda del Cielo es inestimable!!! |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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anitavela1 Asiduo
Registrado: 31 Oct 2005 Mensajes: 274 Ubicación: México
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Publicado:
Mar Mar 28, 2006 6:05 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Gracias, gracias María José, María Esther, por sus consejos, por sus experiencias que me enseñan tanto!!!!
Espero las siguientes clases para ser una mamá con sonrisa....jejej _________________ "Dios mío, concédeme la Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, Valor para cambiar las que puedo y Sabiduría para discernir la diferencia. Hágase Tu Voluntad, no la mía"
¡Jesús yo confío en ti!
Ana Claudia Velázquez González |
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Hilda Lucía Quintero Sern Esporádico
Registrado: 20 Feb 2006 Mensajes: 38
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Publicado:
Mar Mar 28, 2006 9:17 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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jajaja Gracias a todas,
Bendiciones.
Hilda Lucia
"Señor, dame valor para hacer lo que me pides, luego pídeme lo que quieras" |
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Sol Esporádico
Registrado: 05 Mar 2006 Mensajes: 42 Ubicación: Mexico
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Publicado:
Mar Mar 28, 2006 9:23 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Ay! Como pude haberme saltado este tema!! Es que esta buenisimo!!
Gracias Maria Jose!!!!
Apenas he leido el primer dia, no me voy a saltar al segundo, seguire las instrucciones  |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Mar Mar 28, 2006 9:48 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Gracias a ti Sol, a Hilda, a Anitavela, a Alejandra, a María Esther, a Mavi, a todas todas. Sois todo SONRISAS jajaja.
Os quiero niñas.
Orden, por favor, un poco de orden, jajaja. _________________ *Primavera
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anitavela1 Asiduo
Registrado: 31 Oct 2005 Mensajes: 274 Ubicación: México
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Publicado:
Mar Mar 28, 2006 10:25 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Pues creo que vamos bien, ya hasta tenemos carcajada jajajajajejejiji, no nada más la sonrisa  _________________ "Dios mío, concédeme la Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, Valor para cambiar las que puedo y Sabiduría para discernir la diferencia. Hágase Tu Voluntad, no la mía"
¡Jesús yo confío en ti!
Ana Claudia Velázquez González |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Mie Mar 29, 2006 11:45 am Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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3º día.
UNA CUCHARADA CADA VEZ
Inesilla, con sus buenos seis añitos, era la desesperación de sus padres. Un verdadero manojo de nervios. No era posible hacerla la menor observación. Y además, unas rabietas… ¡No os digo más!
Adivináis, sin duda, la atmósfera en que vivía la pobre mamá, al lado de una Inesilla que mucho más se parecía a una pila eléctrica que a una niña.
No sabiendo ya que hacer y temiendo que el estado de su hija fuera resultado de una enfermedad, la madre la llevó un día a casa de un gran médico, que auscultó rápidamente a la pequeña nerviosa e hizo muchas preguntas a la madre y a la hija.
.- Me doy cuenta de lo que es – dijo al fin -. Inesilla está, en efecto, enferma; y por esta razón es por lo que no consigue dominar su temperamento. Pero voy a recetarla una poción que la hará un efecto extraordinario y que la permitirá curarse con rapidez -. Y después de escribir la receta, se la entregó a la niña, diciéndola: - Aquí la tienes, pequeña. Cuando te des cuenta de que te va dominando la cólera, pide a tu mamá que te cuente en un vaso de agua de veinticinco gotas de esta poción. En seguida, coges el vaso y te vas a beberlo sola a otra habitación. Pero no vuelvas inmediatamente de tomarla. Cierra los ojos durante el tiempo necesario para contar hasta cincuenta, o para rezar un “Ave María”. Hecho esto, puedes salir de la habitación. Te encontrarás completamente calmada.
Asombrada, la madre y la hija corrieron a la farmacia y comenzaron el tratamiento, cumpliendo con absoluta exactitud lo que el médico había ordenado. Y al cabo de muy poco tiempo, nuestra pequeña Inés se sintió menos nerviosa, mientras que la madre, que iba recuperando la confianza, se mostraba menos impaciente…
Terminada al fin, la botella, la madre cogió la receta para ordenar que se la hiciera de nuevo. Muy intrigada, quiso saber de qué estaba compuesta aquella poción tan eficaz. Pero como la escritura de los médicos resulta totalmente ilegible, cosa bien sabida, nada le fue posible comprender, mucho menos si se tiene en cuenta que estaba escrita en latín: Aqua simplex.
Pero yo voy a ser indiscreta, y os lo voy a traducir. Aqua simplex quiere decir sencillamente agua pura.
¿Cómo era posible que el agua pura hubiera producido tan poderoso efecto sobre la pequeña Inés? Pues, sencillísimo:
1º. La niña, persuadida de que la poción la ayudaría a dominar su nerviosismo, se creía dueña de sí misma aun antes de tomarla.
2º. Habiendo puesto el médico como condición que la niña marchara a tomar su “medicamento” sola en una habitación y que permaneciera sola un momento, Inés se ponía en cada ocasión en las condiciones favorables para la calma; soledad, silencio, alejamiento de la causa momentánea de excitación.
En fin – lo que no resulta nada despreciable – la madre, en lugar de excitarse ella misma después de haberse excitado Inesilla, tenía que hacer en aquel momento un trabajo exacto (contar 25 gotas justas, y no 24 ó 26) lo cual la distraía igualmente su atención de las causas de excitación.
Todo lo cual nos lleva hasta una tercera receta, que nos ayudará en gran manera a dominarnos:
RECETA DEL DIA
Cuando sientas excitados hoy tus nervios – y ni que decir tiene que cualquier otro día – cuenta hasta cincuenta (o reza un “Ave María” por los tuyos, lo que resultará más útil).
Lo que en nada habrá de impedir el que pongas en práctica la receta de ayer; sino que, por el contrario, deberás insistir en ella, repitiendo varias veces y con fe intensa: - Estoy tranquila, estoy muy tranquila, estoy cada vez más tranquila. _________________ *Primavera
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Licamm Esporádico
Registrado: 13 Oct 2005 Mensajes: 41
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Publicado:
Mie Mar 29, 2006 4:09 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Hola María José, yo creo que ésto que nos estás contado es algo que mucho esperabamos todas las mamas y estoy segura nos será de mucha ayuda y..... no quiero olvidar ni un paso: primero es respirar, después pensar en que estamos tranquilas y después es contar o rezar para tranquilizarnos... verdad??? Gracias Maria José, Saludos a todas!!! |
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Hilda Lucía Quintero Sern Esporádico
Registrado: 20 Feb 2006 Mensajes: 38
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Publicado:
Mie Mar 29, 2006 9:53 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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HOLA A TODAS, QUE DIOS LAS BENDIGA
SIGO ATENTA TODO EL RELATO ;SE PONE CADA VEZ MEJOR
GRACIAS MARIA JOSE
HILDA LUCIA
"SEÑOR, DAME VALOR PARA HACER LO QUE ME PIDES, LUEGO PIDEME LO QUE QUIERAS" |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Jue Mar 30, 2006 10:05 am Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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4º día
MOSCAS Y CARACTERES QUE PICAN
¡Cuarenta grados a la sombra! ¡Es cosa de ahogarse literalmente! Pican las moscas, pican los caracteres. Y en la atmósfera se siente una tormenta, una tormenta que viene forjándose desde por la mañana y de la cual se escuchan algunos ecos bajo la forma de sordos bramidos; una tormenta que no estalla, ni estallará seguramente, pero que tiene cargadas de electricidad a las cosas, a los animales y a las personas.
Mucho cuidado, pues, con entrar en la pequeña casa de los Vázquez, si no quieres correr el riesgo de ser electrocutada. Los unos gritan, los otros disputan, y hasta algunos se sacuden el polvo. Los nervios de todos están que arden, sin excluir, por su puesto, los de la señora Vázquez.
No pudiendo más – y la verdad es que hay motivos para ello – la pobre mamá, cuyas sienes se sienten taladradas por una formidable jaqueca, ha echado mano de los grandes recursos. Acaba de infligir a los pequeños el más terrible castigo que puede existir para un niño. Magda, Colasa y Juan Pedro, han sido sentados, cada uno en una silla, con la terminante prohibición de hablar, de jugar y hasta de moverse durante una hora, lo cual les calmará, ¿no es verdad? Y durante este período, la madrecita podrá disfrutar de un poco de paz.
¡Con que sí, eh!... ¡Pobre señora Vázquez, qué mal ha arreglado usted sus asuntos! ¿No sabe que un niño es incapaz, físicamente incapaz, de permanecer inmóvil y silencioso nada menos que durante una hora sin fin, a menos que esté enfermo? ¡Y que si esto es cierto un día normal, se hace mucho más cierto todavía en un día de tormenta! El esperar que se sometieran sin rechistar a tal castigo, equivaldría a exigirles que le pusieran a usted la luna en la mano! ¡Y ahora grita porque no la han obedecido! ¡Vamos!, ¡reflexione un poquitín! Lo que ocurre es que usted misma ha obrado en un momento de excitación; y como no es dueña de sí misma, ha exigido de los demás una cosa imposible.
.- Pero, ¿cómo soportar tal alboroto? ¿Cómo calmar a los niños?
.- Si le he de decir la verdad, yo creo que en el día de hoy era absolutamente imposible conseguir la calma y el silencio. Fíjese usted en las moscas, señora Vázquez, ¿no están desencadenadas y pican que es un primor? ¡Mírese así misma en el espejo! ¿No se da cuenta de que hay días en que es preciso resignarse y aceptar lo inevitable?
Entonces, ¿usted admite que yo les deje desobedecer? ¿A dónde iría a parar mi autoridad?
.- Una madre nunca debe tolerar que se la desobedezca; lo que ocurre que hay días en que el único medio de no ser desobedecida, consiste en no mandar nada – y en todo caso, no mandar cosas imposibles. Mire, ¿sabe lo que yo habría hecho en su lugar? Pues habría organizado yo misma un poco de alboroto. ¡No se asuste! ¿Por qué no? Debe tener en cuenta, señora Vázquez, que desde el momento en que era yo la organizadora del alboroto, ya no había disciplina, sino que el armarlo era obedecer. Tranquilícese, el alboroto duraría poco. Esté segura de que ordenada la bulla, los pequeños sentirían mucha menos gana de armarla, hasta el punto de que al cabo de poco rato, conseguiría usted restablecer la calma, sin que lo pareciera, organizando juegos entretenidos y calmantes; por ejemplo, un concurso que consistiera en hacerse entender durante una hora, solamente por medio de gestos y sin pronunciar una palabra. Magnífica ocasión para suscitar sanas risas llenas de placer que restablecerían el buen humor general y darían a los niños la ocasión de dominar sus propios nervios, sin que llegaran ni aun a darse cuenta de que se les pedía un esfuerzo.
RECETA DEL DIA
Cuando te apercibas de que los niños, sobreexcitados por una causa cualquiera y a veces simplemente por una depresión atmosférica (proximidad de una tempestad, de lluvia o nieve), tienen ganas de hacer los locos, haz tú también la loca con ellos durante un rato. Claro está que esto es un modo de hablar que no significa sino que sepas reír, jugar y bromear; es decir, que tomes en tus manos la dirección de la excitación. _________________ *Primavera
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Vie Mar 31, 2006 10:34 am Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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5º día
MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES
Esto ocurre en casa de los señores de Candil – ya les conoces, los Candiles de la calle del Árbol Seco. Excelentes personas. Vamos de visita a su casa.
Llamamos. Nadie de la menor señal de oír. Volvemos a llamar. La puerta sigue cerrada. Sin embargo, dentro de la casa hay gente, a juzgar por el ruido que hace. ¿Pero qué digo gente?; lo que allí hay es una verdadera multitud que aúlla a través del altavoz de la radio. Se está jugando en el Estadio la final del Campeonato de fútbol. Más de cien mil personas gritan entusiasmadas dentro del pequeño comedor de los Candil. Lo cual resulta demasiadas personas para una habitación de dieciséis metros cuadrados.
Descargamos unos cuantos puñetazos en la puerta, y al fin durante una pequeña calma del micrófono, somos oídos y se nos abre. Pero, ¡santo Dios!; para hacernos oír allí dentro, necesitaríamos a nuestra vez de un altavoz de gran potencia.
En un rincón de la estancia, Julito y Pepita – los dos Candil infantiles – se entretienen jugando a la guerra con el molinillo de café de la familia, transformado en ametralladora: “Tac, - tac, - tac, tac, tac…”
La señora Candil se da cuenta del peligro que corre su precioso utensilio casero. Y en el tono más agudo del que es capaz su garganta, tratando en vano de hacerse oír a través del estruendo de los cien mil espectadores del Estadio, de la voz del señor Candil y del tac – tac de la ametralladora:
.- ¿Pero queréis dejar en su sitio el molinillo?
Y como Julito y Pepita, que no lo han oído, continúan barriendo con sus ráfagas de ametralladora a un enemigo imaginario, la señora Candil cae sobre ellos, largándoles una cachetina que, de cualquier cosa tiene menos de imaginaria.
Y como es natural, los dos mocitos unen sus aullidos a los de la multitud…
El señor Candil y yo tratamos de sostener una conversación a grito pelado. Nuestra charla se parece más a una conferencia pública contradictoria que a un amigable cambio de impresiones; de tal manera nos es preciso elevar la voz. Siento que un terrible jaquecazo se apodera de mí a paso de carga. Resulta agotador el sostener una conversación en tales condiciones.
Al fin un estruendo de bravos y de aullidos de triunfo cubre en absoluto nuestras voces, los regaños de la señora Candil, y los desgarradores sollozos de Julito y Pepita. La emisión ha terminado.
.- ¡Carraspita! – exclama el señor Candil -. ¡No he podido oír nada! Y tendría mucho interés en saber si es el Atlético el que ha ganado. Iba delante por dos tantos a uno…
Me quedo anonadada. De manera que hemos tenido que aguantar aquel estruendo para nada, puesto que el señor Candil no se ha enterado de lo que quería. ¡Al menos, aquello ha terminado! El señor Candil se dispone a dar media vuelta al botoncito; sabremos de una vez lo que es el silencio – el magnífico silencio – el silencio que calma y nos da el descanso de que tanta necesidad física sentíamos.
¡Sí, sí! ¡que te crees tú eso!... Los cinco Magos del Acordeón inician un concierto de música ligera. El aparato receptor del señor Candil no sabe lo que es la jornada de ocho horas, ni la semana inglesa, ni lo que son los días festivos. Funciona desde que la familia se levanta por la mañana hasta la hora en que se acuesta, sin descansar ni aun durante las comidas.
Y cuando me permito indicar con toda amabilidad que tal vez se podría dar media vuelta al botoncito, puesto que el partido ha terminado, la señora de Candil me contesta toda asombrada:
.- ¡Ah!, ¿Qué más da? Ni siquiera lo oímos; estamos ya acostumbrados…
x x x
Este sencillo episodio vivido en casa de los Candil, ¿no creéis que podría ser observado – tal vez un poco menos exagerado, pero idéntico – en las casas de muchas otras familias?
Pues bien; la cosa es grave, mi querida amiga, y tienes que reconocerlo, como yo. ¿Qué por qué es grave? Pues porque el ruido es excitante, querámoslo o no lo queramos. Y sobre todo, los ruidos discordantes, como lo son la mayor parte de los que nos proporcionan las emisiones radiofónicas.
Debes comprender que es imposible tener éxito en la educación de los niños, si dejas entrar en tu casa a todas horas del día o de la noche a una multitud de extraños introducidos por las ondas de la radio. El menor mal que nos hacen, es el excitarnos a todos inútilmente con sus batahola, incluso a las madres, y eso aun en el caso de que no los escuchemos.
RECETA DEL DIA
Esta receta es válida para los días sucesivos:
A partir de hoy mismo, no pondrás en funcionamiento tu aparato de radio más que cuando te parezca que el escucharlo ha de ser útil, interesante o calmante.
Y ten en cuenta que ha dicho escucharla. Lo cual significa que nunca habrá de estar en marcha sin ton ni son. Con ello te economizarás electricidad, no gastarás lámparas, y lo que es mejor aun, no arruinarás los nervios de todos.
Y aun podría ser que, escuchándola tú… Pero esto es otro cuento. Otro día hablaremos de él. _________________ *Primavera
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Hilda Lucía Quintero Sern Esporádico
Registrado: 20 Feb 2006 Mensajes: 38
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Publicado:
Lun Abr 03, 2006 5:01 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Hola Que Dios nos bendiga a todas
Sigo atenta Maria José espero que te encuentres bien y hayas dscansado el fin de semana
Hilda Lucía |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Jue Abr 06, 2006 2:32 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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6º día
LA SEÑORA DONCEL NO LO SABE
Desde hace algunos meses, la familia Doncel anda dolorosamente dislocada. El abuelo ha muerto en el pueblecito en que vivía; y la abuela, privada bruscamente del viejo compañero de su vida, se ha derrumbado por completo. La activa viejecita de ayer que parecía una ardilla, se ha convertido en una lastimosa ruina. No es posible dejarla sola y tiene el corazón demasiado cansado para que pueda pensar en hacerla salir de su casita, ni del pueblo, ni de la triste vecindad del cementerio.
La señora Doncel no ha tenido más remedio que marchar a hacerla compañía, dejando a grandes y pequeños en manos del padre, y confiando al padre a los cuidados de los grandes y de los pequeños. La vida de la casa ha ido delante renqueando a tropezones. Y la cosa va durando más de lo que pensaba.
De cuando en cuando, una vieja parienta va a instalarse algunos días al lado de la enferma. Ni que decir tiene que la maleta de la señora Doncel no se está quieta. La pobre madre, tan dolorosamente compartida por dos grandes deberes, se apresura a hacer su hatillo y coge el tren para pasar unos días con los suyos.
Se produce una gran alegría cuando llega el inesperado telegrama que anuncia su llegada. Las hijas mayores preparan aquel día una comida extraordinaria, y los pequeños ponen en orden sus juguetes. Pedrito corre a casa del peluquero para que mamá no se dé cuenta de la exagerada longitud de su cabellera. Papá lleva un ramo de flores… y aquella tarde todos están en la estación una buena media hora antes de la llegada del tren.
Allí está mamá… ¡Todo se vuelven abrazos y besos! La familia está contenta. ¿Qué digo contenta? La gente se siente en la cumbre de la felicidad, ya que nadie se preocupa de pensar en la próxima e inevitable partida.
¡Magnifico, estupendo! Pero que no se ocurra, ¡por favor!, pasar por casa de los Doncel al día siguiente o a los dos días. Porque la señora Doncel, con su pequeño hogar y con los suyos, ha recuperado todas sus viejas costumbres… ¡Todo sea por Dios!...
.- ¡Rosita!, ¿pero te has creído que la sala es una pista de hielo para que patines por ella?
.- ¿Qué hace aquí esta butaca? ¡Ya sabéis que su sitio es aquel!
.- ¿Por qué habéis comenzado la mermelada de fresa sin decirme nada? ¡Había que comenzar por la de albaricoque! ¡Todo lo estropeáis!
.- ¡Muy bonito! ¡Pedro no ha llegado todavía!... ¡Pues peor para él, porque tendrá que comer en la cocina!...
Las observaciones llueven como un diluvio. Los pequeños no se atreven a mirarse los unos a los otros. Todos están siempre temblando, resultan de cuando en cuando harto más torpes… y desde luego están de pésimo humor. Llenos de prudencia, dejan de contarse mutuamente sus pequeños negocios: “¿Qué dirá mamá?” Y se guardan, como de la peste, de reírse y de bromear en el tono acostumbrado. ¡Y ni hablar de hacer de cuando en cuando alguna pequeña locura, contando con la bondadosa complicidad de papá!
¡Oh!, ¡aquella voz de mamá que les persigue con observaciones tan frecuentemente inútiles o con críticas desagradables, hagan lo que hagan! ¡Y si no fuera más que la voz!... ¡Es que detrás viene la mano, tan lista, tan lista, que… ¡caracoles!
Al fin la vieja parienta Teresa escribe que su permanencia al lado de la abuela toca a su término, y la señora Doncel vuelve a hacer con tristeza su maleta. La familia entera toma de nuevo el camino de la estación. Y Pedrito murmura al oído de Rosita: .- ¡Tiene gracia! Cuando llega mamá todos nos ponemos muy contentos; pero nos ponemos más contentos todavía cuando se vuelve a marchar.
x x x
¡Qué pena causa, querida amiga, esta observación puesta en labios de un niño, que me fue contada hace algunos años, pero que me consta que fue efectivamente hecha…
Y sobre todo, ¡qué pena le causaría a la pobre señora Doncel si la oyera!
Y sin embargo, se trata de una excelente mujer y de una madre modelo, la abnegación en persona, entregada por completo a su misión de madre de familia y capaz de los mayores sacrificios, que ama a sus hijos y es amada por ellos.
Lo malo es que por su carácter y a causa de su extremo nerviosismo que no procura dominar, hace sufrir a sus seres queridos, choca con sus propios hijos y desalienta todos sus buenos deseos.
¿Qué ha conseguido con ello? Ya lo sabéis, como lo sé yo. Ha conseguido la frase cruel: “Nos ponemos más contentos todavía cuando se vuelve a marchar”.
Lo que ocurre, mi querida amiga, es que nos conocemos poco a nosotras mismas. Si alguien, con mala idea, hubiera informado a la señora Doncel de la idea que se le había escapado a su hijo, la pobre señora se habría quedado completamente asombrada.
Quiero tener la confianza de que no habrá muchas mujeres que sean tan nerviosas como ella. Pero, ¿tendremos tú o yo, querida amiga, la desgracia de parecernos en alguna ocasión a la señora Doncel? Afrontemos con valor la verdad. Es lo esencial. Para triunfar, lo primero de todo es ver con claridad. Todo ello nos conduce a la receta del día.
RECETA DEL DIA
Tómate hoy cinco minutos más, aún cuando tu jornada esté excepcionalmente sobrecargada de ocupaciones, y hazte las siguientes preguntas a las cuales habrás de responder con lealtad:
“¿Qué es lo que mis hijos pueden pensar de mí?”
… … … … … … … … … … … … … … … … … … …
(Te recuerdo que la línea de puntos indica una pausa para reflexionar).
“¿Qué dirían de mí al acompañarme a la estación si, encontrándome en el caso de la señora Doncel, tuviera que alejarme de ellos de cuando en cuando?”
… … … … … … … … … … … … … … … … … … …
Este ejemplo, mi querida amiga, nos puede llevar a muy dolorosas comprobaciones. Una madre amante sufre mucho cuando se da cuenta de que ha hecho sufrir a sus seres queridos.
Pero, sobre todo, ¡no hay que desanimarse!
¿No hemos sido como hubiéramos querido y como hubiéramos debido ser? Pues es preciso que la cosa cambie. Y cambiará, porque en el corazón de una madre hay tantos recursos que, por amor a los suyos, es bien capaz de transformarse por completo y con toda rapidez.
Para triunfar con nuestros hijos, es necesario ante todo que tengamos la firme voluntad de triunfar con nosotras mismas. Y de este triunfo puedes estar segura, porque nadie te puede impedir el que cambies si estás resuelta a hacerlo. _________________ *Primavera
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Vie Abr 07, 2006 1:30 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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7º día
CINCO MINUTOS
ANTE LA CUBIERTA DE ESTE LIBRO
(En la foto de la portada se ven dos cabezas muy juntas, la de una guapa y buena madre, que sonríe dulcemente apoyando su cara a la de su hijita de unos dos años, que está enfadada y hace “morritos”)
Un día en una reunión de personajes importantísimos, uno de los hombres más ocupados de Francia se encontró con la redactora de “Ames Vaillantes” (Almas Valientes), una conocidísima revista ilustrada de niños. Y como le fuera presentada, Monseñor… (calla, lengua pecadora, que se te escapa el nombre) exclamó:
.- ¡Ah!, ¿es usted, señorita, la que me hace perder cinco minutos todas las semanas?
Y como la pobre redactora, sin comprender nada, abriera mucho los ojos, toda asombrada, el prelado la explicó:
.- Pues, sí, señorita, sí. ¿Cómo quiere usted, que cuando recibo todos los jueves su delicioso periodiquillo, deje de abandonar lo que estoy haciendo para precipitarme a seguir las aventuras de Perlín y Piín?
Esta pequeña historia, cuya autenticidad garantizo en absoluto, prueba que a todos nos gustan las figuras ante las que nos quedamos con la boca abierta como niños grandes – y que nadie tiene por qué avergonzarse de ello, puesto que nos da el ejemplo un príncipe de la Iglesia.
Hagamos lo que él. Interrumpamos, por la mañana, nuestros urgentes trabajos, y miremos una figura; pero no una figura cualquiera, sino la figura que ilustra la cubierta de este librito.
Tú la conoces bien. Y sin embargo, es bien posible que nunca la hayas mirado con la suficiente atención… ¡y sería una lástima! Porque constituye, sin necesidad de una sola palabra, la mejor receta que se pueda sacar de esta obrita de la cual es un maravilloso resumen.
Mírala una vez más, mi querida amiga, con ojos completamente nuevos como si nunca la hubieras visto.
… … … … … … … … … … … … … … … … … … …
A bien seguro que adivinas como yo la pequeña escena que el dibujante ha querido representar. Lulú (llamémosla Lulú) es presa de un arrebato de cólera… porque sí, porque le da la gana, sin el menor motivo. La mamá es una mamá que sabe lo que se trae entre manos. No se pone a gritar coma harían tantas otras madres: “¡O te callas, o te doy una azotaina para que llores por algo!... Dios mío, qué pecado horrible habré cometido para tener una criatura tan insoportable!”
No; dominando sus nervios, la joven madre sonríe. Y cogiendo en sus brazos a la pequeña, la muestra un cucurucho lleno de bombones, y la dice con el más encantador de los acentos: “Que ricos son los bombones para mi Lulú que está tan guapa riéndose! ¡Está más guapa que un sol, cuando se rie1”
Al cabo de unos segundos Lulú, calmada por la calma y la sonrisa de la madre, olvidará su cólera. Y la olvidará, porque en lugar de hablarla en tono airado, la han hablado de una cosa completamente diferente. Lulú se sonreirá al fin, mientras dos grandes lágrimas, las últimas, se deslizan a lo largo de sus sonrosadas mejillas. Y todo habrá terminado.
Lulú montará en cólera cada vez con menos frecuencia, porque la mamá nunca se pone colérica. De la misma manera que la madre, se irá acostumbrando a aceptarlo todo, hasta las cosas más molestas, con una sonrisa.
¡Qué lección nos da, querida amiga, la mamá de Lulú! ¡Ah, si supiéramos hacer lo que ella!... ¡Cómo cambiaría nuestra vida, y la vida de cuantos nos rodean!
Lo dicho nos da el secreto de una famosa receta:
RECETA DEL DIA
En el día de hoy… - ¡y procura guardarlo para siempre! – cada vez que tengas que hacer una observación a cualquiera de tus pequeños, esfuérzate en hacerla manteniendo una dulce sonrisa… aun cuando para tus adentros te sientas un tanto nerviosa… _________________ *Primavera
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Reyna Sánchez Benítez Constante
Registrado: 06 Oct 2005 Mensajes: 738 Ubicación: ¡Viva México!
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Publicado:
Mar Abr 11, 2006 4:32 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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ahh pero qué despistada !!!!
Pues dónde andaba yo que no había leído esto ???
Ayer, en el Sagrario, le decía a mi Señor, que a veces me siento muy torpe como madre, y le pedía que me alcanzara de Su Santo Espítiru los dones para saber hacer, para gloria de Él, un hombre de bien. Que siempre sea justo, y luchador y..... bueno, todo lo demás.
Copié los 7 días, los voy a imprimir y mañana empiezo... siguiendo las instrucciones, claro.
Gracias a Dios por contar con mi buena María José, tan linda y tan santa. Y gracias a Dios porque siempre me da las respuestas que necesito... y varias veces ha sido por medio de Mari J.
Que Dios nos guíe a todas, queridas hermanas para salir airosas de nuestra súper misión ..
Con todo cariño: _________________ Reyna
Señor... que me pierda en Ti, como la gota en el océano! |
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Karenina Asiduo
Registrado: 06 Oct 2005 Mensajes: 128
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Publicado:
Mar Abr 11, 2006 5:02 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Hola mi querida Maria Jose,
Solo queria preguntarte si aun falta muco del librito?, como ustedes sabran, yo aun no he tenido la dicha de ser madre, pero por algo suceden las cosas no?, le pido a mi Dios me conceda esa gran felicidad, cuando ya todo haya pasado o más bien cuando Él quiera
Pero lo estoy copiando para cuando me toque jiji y más que todo porque quiero regalarles a mis 5 tías este pequeño librito el día de las madres, lo consideré muy útil, al igual que a mis primas y amigas que ya son mamás.
Espero tu respuesta.
Gracias  _________________ Per Crucem ad Lucem
Karenina. |
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Profesora Veterano
Registrado: 04 Oct 2005 Mensajes: 6154 Ubicación: MÉXICO
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Publicado:
Jue Abr 13, 2006 4:22 am Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Querida María José. cuanto me ha gustado lo que has escrito, bello como todo lo que tu escribes, gracias por compartirlo con nosotras.
DIOS TE BENDIGA _________________
A JESUS POR MARIA. |
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Vie Abr 14, 2006 1:29 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Queridas, mis querias almas gemelas:
Estoy enferma, sí, parece que esto no se va a acabar nunca, cuando no es una cosa es otra...
Bueno, aquí viene la lección número 8 de madres con sonrisa:
8º día
LA SONRISA DE LA NOCHE ETERNA
Charito no había dejado de refunfuñar en todo el día, aun cuando sin dejar de prestar a la familia múltiples servicios, pues en manera alguna le falta abnegación. Pero el caso era que, como todos los servicios los prestaba gruñendo, sus hermanos y hermanas que son numerosos, sus padres, y yo que estaba en la casa, nos sentíamos todos, los unos un tanto fastidiados y los otros, bien a su pesar, notablemente entristecidos.
Y sin embargo, ¡qué hermoso día hacía! ¡Uno de esos días esplendorosos del corazón del verano, en que las flores parecían derramar sus aromas con mayor intensidad, en que todos los colores fulguraban con la mayor viveza, el cielo estaba más azul y los árboles frutales se inclinaban bajo el peso de los más ubérrimos frutos.
Y yo, que no soy otra cosa que una vieja habitante de la gran ciudad, gozaba intensamente de tanta belleza como a mi alrededor se difundía; al paso que Charito, que vive todo el año en el campo, ni quería ver nada, ni cesaba de refunfuñar.
.- ¡Bueno; a ver si es posible que nos dejes en paz! – exclamó uno de los hermanos.
.- ¡La verdad es que ya nos estás haciendo un poco la currusca!... – gruñó a su vez una de sus hermanas.
La cosa comenzaba a torcerse… En vista de ello, eché mano de mi colección de “sonrisas”, a fin de distraer un poco la atención y dar de paso mi pequeña lección sin hacer el menor alarde de ello.
Porque yo hago colección de sonrisas, enteramente igual que otras personas hacen colección de sellos de coreos. Es una manía, ¡que queréis!; una manía inocente… aun cuando no tan fácil de satisfacer como parece, ya que las sonrisas verdaderamente bellas son harto más raras que los más raros sellos de correos.
Pero en todo caso, mi manía no me cuesta un céntimo. Un par de tijeretazos en cualquier vieja revista o periódico ilustrado, y heme aquí enriquecida con un nuevo documento.
Una de las piezas más preciosas de mi colección, es la sonrisa de una pobre niña cieguecita. No tengo el placer de conocer a la desgraciada criatura… Pero, ¡cuánto bien me ha hecho sin conocerme!
Aquel día, saqué, pues mi colección. Charito y sus hermanas se lanzaron sobre ella como una bandaba de pájaros. Restablecido el buen humor general, quise tener el placer de ofrecer una fira a cada uno de los presentes:
.- Vamos a ver, amiguitos. Puesto que os gustan, cada uno de vosotros va a elegir una, de la cual le daré una reproducción fotográfica. Pero tenéis que hacer una cosa; que es elegir con mucho cuidado, tomando cada uno, no la sonrisa que le parezca más bonita, sino aquella a la que encuentre mayor mérito.
Hubo no pocas dudas y se produjo una animada discusión.
.- ¡Esta de ninguna manera! – declaró Miguel -. Es una estrella de Hollywood y tiene aire de tonta perdida con su sonrisa de a dos reales…
.- Yo elijo la sonrisa de esta Santa Virgen… ¡Verdad es que la Virgen era también madre!
Charito, muda, no había hecho su elección. Yo la tendí “la sonrisa de la noche eterna”:
.- Mira, querida; ¿Qué te parece de ésta?
Sus hermanos y hermanas se habían marchado ya para colgar sus imágenes en las paredes de su habitación. Ante la pequeña ciega sonriente, quedamos solas la gruñona Charito y yo. Y como Charito, pensativa, nada decía, concluí yo por ella:
.- ¿Sabes, querida, lo que yo haría si estuviera en tu lugar? Pues elegiría esta sonrisa. Y después, cuando sintieras ganas de gruñir – lo que me parece que te ocurre alguna vez y hasta con demasiada frecuencia – lanzaría una mirada a la desgraciada niña que, aun cuando no ve, tiene el valor de sonreírse. Y me sentiría tan dichosa ante el pensamiento de que el buen Dios me ha dejado mis ojos, que jamás volvería a tener el triste valor de gruñir. ¿Estamos de acuerdo?
Charito inclinó la cabeza en señal de afirmación, mientras que en su rostro se dibujaba una pálida sonrisa en la que de un golpe brillaba un montón de remordimientos. Y después de haberme dado un beso, se marchó llevándose su pequeña ciega.
Siempre he pensado, querida amiga, que este emocionante relato, sería capaz de hacer mucho bien a gran número de niños, y a la vez a personas mayores.
Por eso te lo he contado hoy. Si quieres guardar un recuerdo de él, busca entre periódicos o revistas un relato de una niña ciega para recortarlo y conservarlo.
Y si no lo encuentras, créalo con tu imaginación. Crea con tu alma la imagen de la niña cieguecita que, a pesar de estar sumida en la oscuridad de una noche eterna e implacable, es capaz de dibujar en su rostro una sonrisa de celestial felicidad…
RECETA DEL DIA
Haz una colección de sonrisas, o – si lo consideras demasiado infantil para una persona seria como tú – haz que la reúnan tus pequeños.
De cuando en cuando, póntela a la vista para aumentarla. Papá ayudará a pegar las sonrisas, bien ordenadas, en un cuaderno. Mientras se trabaja, se discutirá el mérito de las diferentes sonrisas. Si podéis hallar un grabado que represente a nuestra pequeña amiga ciega, habrá de obtener en vuestra casa los honores de un modesto cuadro. Y de él os serviréis, como yo lo hice con Charito, para con una sola mirada y sin pronunciar una palabra, hacer que nazca de nuevo la sonrisa en los labios y en los ojos de vuestros seres queridos, cuando por desventura haya desaparecido con demasiada rapidez.
Y estad seguros de que, cuando hayan adquirido la costumbre de sonreír a las contrariedades como nuestra amiga cieguecita sonríe a la noche eterna, habréis obtenido un progreso de incalculable importancia. _________________ *Primavera
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*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Jue Abr 20, 2006 3:51 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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9 día
UNA MADRE QUE EXAGERA
La señora de Mirat está muy contenta. Acaba de asistir a una reunión de padres de familia organizada por la dirigente del grupo “Ames Vaillantes” (Almas valientes) del cual forma parte su pequeña y en el cual ha aprendido el secreto de la asombrosa transformación que, desde hace algunos meses, viene observando en su hija. Porque, creáislo o no, Fernanda, la chica más mohína de todas las chicas mohínas del mundo y la más gruñona de todas las gruñonas, se ha convertido – no os diré en un ángel, porque resultaría exagerado -, pero la verdad es que se ha hecho mucho más amable y de carácter mucho más flexible. Una verdadera transformación que hace que a la mamá se le caiga la baba.
¡Ah! ¿Por qué no habría conocido antes la señora Mirat el secreto de tal éxito? Porque el secreto resulta la cosa más sencilla del mundo. Todo él se reduce a una pequeña fórmula absolutamente mágica. No hay más que decir – o gritar: “la sonrisa…”. Las Almas Valientes responden: “¡Siempre!” y después de haberlo dicho, lo prueban. El truquillo ha triunfado, y la sonrisa ha reaparecido.
La cosa resulta de un interés abrumador. Y como Fernanda no es todavía una perfección, y la verdad es que está muy lejos de serlo, pues su carácter de perrillo rabioso tiene frecuentes altibajos, la mamá podrá llamarla al orden, como con tanto éxito lo ha hecho en el Grupo de Almas Valientes.
Fernanda gruñe porque ha llegado la hora de marchar a clase.
“¡La sonrisa!...”
Fernanda pone morros porque la tintorería no ha tenido a tiempo su vestido del domingo que había sido enviado para una limpieza…
“¡La sonrisa!...”
El asunto hasta la fecha va marchando. Y hasta va marchando tan bien, que la señora de Mirat comienza a buscar de la mágica fórmula, sin darse la menor cuenta de ello. Por un sí o por un no, a la menor sombra que se presenta, saca a relucir la famosa palabrita, poniéndola en todas las salsas, ¡valga la comparación!, lo cual no es una buena manera de hacer un buen guisado ni de aplicar una buena fórmula.
Durante toda la tarde de aquel domingo, no se le ha caído de la boca la “sonrisita” para recordar a la hija su deber.
A las primeras veces, Fernanda, con más o menos valor, ha respondido “siempre”, tratando de mostrar en sus labios una valiente sonrisa. Pero bien pronto la sonrisa exigida con demasiada frecuencia, se ha ido convirtiendo en una mueca y al cabo de un largo rato no le ha dado ya la gana de presentarse. Y al fin, como la jornada termina en una atmósfera de drama, cuando la mamá lanza por centésima vez su famosa divisa “La sonrisa…”, Fernanda, que está ya de ella hasta más arriba de la coronilla, responde – cierto que con la mayor insolencia -: “¡Jamás!...”
¡Oh querida señora Mirat! La verdad es que se tiene usted un tanto merecida la insolencia de su hija, y hasta diría que es usted la que la ha provocado. Vamos a ver; si le sirvieran a usted todos los días y en todas las comidas “setas a la provenzal” con el pretexto de que le gustan mucho, ¿seguiría usted comiéndolas con el mismo placer que la primera vez? Casi, casi, me atrevería a asegurar que no tardaría mucho en sentir un terrible cólico de setas.
Pues exactamente lo mismo ocurre con las fórmulas de educación. Las mejores, no son buenas más que con la condición de que no se abuse de ellas. Y usted ha abusado hasta el más extremo grado de un pequeño sistema que en sí es excelente; pero cuyo funcionamiento ha impedido usted misma con su pertinaz insistencia.
RECETA DEL DIA
Y tú, mi querida amiga, ¿Qué piensas de todo esto? Ya sé que estás de completo acuerdo conmigo. Y con ello me es suficiente para hacerte un amable saludo, dejándote que encuentres por ti misma la receta de hoy, para la cual estoy segura de que no encontrarás grandes dificultades. _________________ *Primavera
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Licamm Esporádico
Registrado: 13 Oct 2005 Mensajes: 41
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Publicado:
Mie May 17, 2006 5:46 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Hola María José, éste tema se ha terminado aquí ??????? |
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Reyna Sánchez Benítez Constante
Registrado: 06 Oct 2005 Mensajes: 738 Ubicación: ¡Viva México!
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Publicado:
Jue May 18, 2006 10:31 pm Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Hola a todas !!
Yo también estoy esperando más de este tema.
Querida María José. Ojala y pudieras escribirnos más.
En lo personal, he pasado días muuuy difíciles como madre.
tengo mucho miedo de no estar actuando bien, y por eso estoy ávida de más consejos.
Que Dios nos ilumine a todas las mamás del mundo. _________________ Reyna
Señor... que me pierda en Ti, como la gota en el océano! |
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laura aguilar ramirez Asiduo
Registrado: 09 May 2006 Mensajes: 105
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Publicado:
Vie May 19, 2006 3:22 am Asunto:
Tema: MADRES... CON SONRISA |
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Hola a todas: He leido todos y cada uno de los comentarios y me han parecido FABULOSOS!! Me hicieron recordar a mi hijo, un joven de 21 anos actualmente, todo ocupado con los estudios, el trabajo, la novia, los amigos, tratando de hacer malabares con su vida (al igual que su madre a su edad e igual que su madre actualmente e igual que su madre en el inter). Sera una enfermedad hereditaria? Como pasa el tiempo. Recuerdo una ocasion cuando en un 10 de Mayo toda su preocupacion era que su mama la pasara bien, tenia 10 anos. Fue un dia fabuloso:Fiesta con regalo en la escuela, gane en una rifa, su papa le dio para llevarme a comer junto con mi otro nino. Y alla fuimos: " Pide lo que quieras" (muy formal el)Despues de comer,pidio la cuenta, saco su billetote (de 100 pesos de antes) yo solo vi como se puso rojo, blanco, amarillo... Me miro entre angustiado, apenado. La cuenta era de $185.00.!!! Yo tome discretamente la cuenta, la revise y le hice notar su error: el 1 era en realidad un "$"( Mala letra de algunos meseros) Volvio a respirar. Pago muy orgulloso el y todavia nos sobro para un dulce y el taxi (Faltaba mas, no iba a llevar a su mami en autobus)!!!Que tiempos!!! _________________ "Felices los de corazon limpio porque veran a Dios" Mt5-8 |
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