LocoPorCRisto Nuevo
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Publicado:
Vie Mar 24, 2006 11:23 pm Asunto:
LA PIEDRA ¿PEDRO?
Tema: LA PIEDRA ¿PEDRO? |
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La religión católica, al igual que otras de denominación cristiana, se basa en fragmentos de la Palabra de Dios, tomándola en sentido estricto, para demostrar su legitimidad como única y verdadera Iglesia instaurada por Cristo. Esto se hace sobretodo patente cuando se refieren al pasaje en el que "supuestamente" y según ellos, Cristo instaura su iglesia sobre Pedro: "y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella" (Mateo 16.1 , lo hacen sin caer en la cuenta que hay cientos de referencias, tanto en el Antiguo Testamento como en el nuevo a la piedra: PIEDRA o ROCA = CRISTO = DIOS.
Vamos a comenzar recopilando las referencias que el propio Pedro hace en sus escritos, sobretodo en su 1ª carta, definiendo la palabra Piedra. Hay que señalar que esta carta es general, para todos los discípulos del Señor, todos los que son limpios por la Sangre de Cristo, elegidos por Dios para obedecerle: "Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que viven como extranjeros en la Dispersión: en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre, con la acción santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre. A vosotros gracia y paz abundantes" (1ª de Pedro 1.1-2). No es una carta particular, dirigida por el supuesto jefe de una Iglesia a sus subordinados.
Después de exhortarnos a perseverar fieles al Señor, nos anima a reconocer a Dios como piedra viva: "Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios" (1ª de Pedro 2.4) y reconoce a todo cristiano como piedra viva edificada por el mismo Dios que edificó a Pedro como piedra: "también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo" (1ª de Pedro 2.5).
Por tanto no parece que Pedro diga: ¡cuidado, la piedra soy yo y tenéis que obedecerme, hay que creer en mi como representante de Cristo en la tierra!. Hace todo lo contrario, reconocer que Cristo es la Piedra y que todo hombre que crea y nazca de nuevo en Él, será salvo: "pues habéis sido reengendrados de un germen no corruptible, sino incorruptible, por medio de la Palabra de Dios viva y permanente" (1ª de Pedro 1.23) y tiene a Cristo en su corazón, por tanto son edificados por Él como Piedras Vivas y Sacerdotes del Dios altísimo.
Pero aún va más lejos y advierte que todo el que no crea en Cristo tropezará en la propia palabra de Dios, siendo confundidos: "en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la Palabra; para esto han sido destinados" (1ª carta de Pedro 2. .
Los católicos han preferido utilizar como Piedra a Pedro (que es y se considera él mismo un apóstol de Cristo) antes que a su jefe, el Señor, que es la Piedra que los dirigentes, de ésta y otras religiones, han rechazado: "Para vosotros, pues, creyentes, el honor; pero para los incrédulos, la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido" (1ª carta de Pedro 2.7).
En realidad cuando Cristo llama a Simón Pedro, cambiándole el nombre, está diciendo que le hace un trozo de piedra (Pedro, del latín Petrus y del griego Petros, que significa: trozo de piedra), es decir, un trozo de Él mismo, que es la Roca y que Pedro va a formar parte de su Iglesia con las demás piedras vivas.
Podemos comprenderlo mejor haciendo el siguiente paralelismo:
CRISTIANO ES A CRISTO
COMO
PEDRO ES A PIEDRA
Así como el que es petreo, no es la piedra, sino hecho de la piedra.
Por tanto está claro que Cristo es la Piedra sobre la que está formada la Iglesia.
Antes de pasar a otros libros bíblicos referidos también a la Piedra = Cristo, quiero aprovechar para señalar que Pedro nunca se atrevió a desafiar a Dios haciendo que le llamara "Padre". El supuesto sucesor de Pedro, que no de Cristo, como jefe de la "Iglesia" se hace llamar "Papa" que significa padre, desobedeciendo al mismo Señor cuando nos ordena que "no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos" (Mateo 23.9). Por lo tanto el supuesto papa no sólo no es representante de Cristo en la tierra, sino que tampoco es seguidor del discípulo de Jesús, Pedro.
El "Papa" católico goza, de supuesta "infalibilidad", es decir, que sus decisiones y actos no son cuestionables o reprendibles puesto que es "Sumo Pontífice" y "representante de Dios en la tierra", según la definición de "Papa" del diccionario de la Real Academia de la Lengua española. Por supuesto, Pedro sabía que él no era infalible y que si quería entrar en le Reino de Dios debía ser humilde y aceptar sus equivocaciones siempre que cualquier cristiano le amonestase con la Sabiduría y Espíritu de Dios. Esto lo podemos comprobar leyendo los siguientes pasajes de las Escrituras: "Mas, cuando vino Pedro a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno de reprensión. Pues antes que llegaran algunos del grupo de Santiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, se le vio recatarse y separarse por temor de los circuncisos. Y los demás judíos le imitaron en su simulación, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio arrastrado por la simulación de ellos. Pero en cuanto vi que no procedían con rectitud, según la verdad del Evangelio, dije a Pedro en presencia de todos: Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?" (Gálatas 2.11-14).
Pablo reprende a Pedro por desviarse del Espíritu, haciendo caso a los que quieren apresar a los hombres en mandamientos de hombres y no dejándolos libres en el Señor. Pedro en ese momento seguro que recordó la conversación mantenida con Cristo en la fiesta de Pascua: "sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido. Llega a Simón Pedro; éste le dice: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?, Jesús le respondió: Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde. Le dice Pedro: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo. Le dice Simón Pedro: Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza..... Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros" (Juan 13.3-9 y 14).
Pablo lava los pies de Pedro, porque todo el que anda por el mundo se ensucia los pies y necesita que el Señor, por medio de cualquier cristiano, se los lave. El mismo Pablo nos advierte que en cualquier momento un hermano en el Señor puede equivocarse, y si esto sucede, nuestra obligación es reprenderle y no aceptar lo que nos diga si es contrario a las Escrituras: "Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!. Como lo tenemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os anuncia un evangelio distinto del que habéis recibido, ¡sea anatema!" (Gálatas 1.8-9)
Como vemos el "Papa" y sus "Obispos" están predicando un evangelio distinto al que viene en las escrituras, pues si cambian aún lo más grande, la jerarquía de Cristo en su Iglesia o la anulación del Segundo Mandamiento de la Ley de Dios, que ya ha sido tratado en otro artículo, por poner dos ejemplos, ¿qué no se atreverán a cambiar en lo más pequeño?. Por tanto y te digo, al igual que Pablo, que los deseches y sigas el verdadero Evangelio predicado por el mismo Jesucristo y los Apóstoles, unidos por el Espíritu de Verdad.
El que permanece fiel en el evangelio no tropezará en esta Piedra, que es Cristo: "Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo" (Efesios 2.19-20), mas los que se atreven a cambiar y desvirtuar su mensaje son confundidos y aplastado por Ella:
"Para vosotros, pues, creyentes, el honor; pero para los incrédulos, la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido, en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la Palabra; para esto han sido destinados." (1ª de Pedro 2.7-
"Será un santuario y piedra de tropiezo y peña de escándalo para entrambas Casas de Israel; lazo y trampa para los moradores de Jerusalén. Allí tropezarán muchos, caerán, se estrellarán y serán atrapados y presos" (Isaías 8.14)
"¿Qué diremos, pues? Que los gentiles, que no buscaban la justicia, han hallado la justicia - la justicia de la fe - mientras Israel, buscando una ley de justicia, no llegó a cumplir la ley. ¿Por qué? Porque la buscaba no en la fe sino en las obras. Tropezaron contra la piedra de tropiezo, como dice la Escritura: He aquí que pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de escándalo; mas el que crea en él, no será confundido." (Romanos 9.30-33).
"Por eso, así dice el Señor YHWH: He aquí que yo pongo por fundamento en Sión una piedra elegida, angular, preciosa y fundamental: quien tuviere fe en ella no vacilará" (Isaías 28.16)
"Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca" (Mateo 7. 24-25)
"y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo" (1ª de Corintios 10.4)
Quiero terminar con una cita del propio Jesucristo, en la cual nos anima a seguir el camino que te he hecho ver, el cual está abierto a todo el que quiera ver y oír: "Bienaventurado es aquel que no haya tropiezo en Mi" (Lucas 7.23).
Que el Señor te guíe y guarde. |
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