La fe no se aprende en la biblioteca

[Orpam Saretnoc Laverz]

Ya hace bastante tiempo aprendí, o mejor dicho me gustó una oración que dice así: "Señor, cuando algo me impacte, al leer alguna página de la Palabra de Dios o de un escrito espiritual, que lo saboree, que me detenga, que no vaya adelante, sino que me pare en esa idea que tengo ante mí. De manera que aproveche para mi vida espiritual".
Por eso al leer este pensamiento pensé en transmitirlo: "La fe no se aprende en la biblioteca y ni siquiera en la sede universitaria. Es el testimonio que grita con la propia vida: yo lo he encontrado y desde entonces todo ha cambiado en mí y para mí, para hacer vislumbrar la fuente a la que ir a sacar agua para saciar la propia sed. No, Cristo no se narra; Cristo se da en la medida en que se vive", decía un comentario. Por eso surge espontánea una oración: Señor, hazme consciente de que tú cada día me fijas una cita y dejarla con ligereza es perder la ocasión de aquel único encuentro capaz de dar sentido a mi vida y credibilidad a mi ser cristiano".
Aquí cabe el refrán "lo que puedas hacer hoy no lo dejes para mañana". ¿No os parece? Orpam Saretnoc Laverz

[AURORA]