*Primavera
Veterano
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 Publicado:
Mie Abr 19, 2006 2:12 pm Asunto:
Tema: La llegada de un nuevo hijo |
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Querida Bedoyita:
¡Sí, soy muy dichosa! Mucho. Muchas gracias.
Dos de mis amados hijos, están muertos, uno murió a los siete meses y diez días de nacer, estaba inválido y ciego; tuvo problemas, ya durante el embarazo y parto y despues.
Lo operarón de los ureters y de dos hernias, pero cogió una hidrocefalia, por estar tantos meses en la encubadora.
Cuando nació, no respiraba. Fue en verano, y la doctora que ya tenía programado atenderme, de paso, hacía suplencias en la sección de ecografías, así que me iban alargando el parto para que ella pudiera hacer su suplencia.
Al sacarmelo con prisas; al ver que se moria, le rompieron el femur, así que luego de "sobrevivirlo", se lo enyesaron y tenía que tener la pierna alzada.
Como debían de operarle de los ureters, pues, como estaba debil, "lo iban dejando", y un médico, "tuvo la feliz idea" de que no eran los ureters, sino que por problemas de mente no "queria" hacer pipí. Así que le pusieron unos drenajes y de vez en cuando se los vaciaban, pero "querian", que el solo hiciera pipí.
Pero, resulta que durante el embarazo, ya en la ecografría vió el doctor que tenía los riñones llenos de líquido, y fui a varios médicos, "logicamente", querian que abortasemos, pero logicamente nos negamos.
Asi que, vez en cuando, con una aguja de unos 20 ctms. me la clavaban en la barriga, sin anestesia, para alcanzar sus riñones, (de mi amado hijo Ricard), y se los vaciaban con una jeringa "al reves" (en vez de inyectar, sacaban líquido), era muy doloroso, para mi y me imagino que para él; pobrecito.
Pues, como os cuento, luego dijeron "los sabios de turno" que no, que no habia problemas con los ureters, sino que era todo debido a la mente, y debido a eso, en 18 días, se quedó a mitad de peso, y tenía una infección y estaba deshidratado.
Nos lo llevamos, contra su voluntad, de dicho hospital, y lo llevamos a otro, que el doctor que lo visitó, al cabo de varios días y despues de buscarlo nosotros por el hospital; ya que del otro hospital, los llamarón y los médicos de cabecera, seguian con que era debido a su cabeza, pues, al encontrar, mi amado esposo y una servidora, al doctor especialista, este lo visitó, y evidentemente tenía los ureters taponados, pero nos dijo que se iba de vacaciones y pasó el informe.
Nadie hizo nada y seguian con lo de la cabeza, y muy "ocupados" en que la rotura del femur cictrizara correctamente.
Pasaban las semanas, y regresó el doctor, y fuimos de nuevo a verlo y nos dijo: "¿Cómo es que esté niño aún esté aquí".
Este buen doctor, lo preparó todo y lo operó a los pocos días; una operación de 5 horas, mi amado bebé, tenía dos meses y medio, viviendo siempre en el hospital, y despues de un mes, le dieron el alta.
Pero, al estar tanto tiempo en la incubadora, cogió, como ya he dicho, una hidrocefalia. Sí, la cabeza se le hinchaba: estaba el craneo lleno de agua, y esto le produjo también la ceguera, y a parte estaba inválido.
Fuimos, pagando, a un renobrado doctgor, para que lo operase de la hidrocefalia, y le conectó una válvula en la parte de atrás de la cabeza, con un tubo que iba a parar cerca de vesicula (creo que era alli, ahora no lo recuerdo muy bien) y él mismo tenía que tirar el agua sucia de su cabeza, pero el agua le quedó encarchada.
Mi amado esposo le pidió a ese doctor, de tanto renombre, que le quitara el agua, como hicierón con el agua de los riñones, cuando lo tenía yo en mi vientre, pero este doctor se negó y le dijo a mi amado esposo: "¡No querrá venir ahora usted a decirme lo que tengo hacer! Usted escribe libros de jardineria y no de mi tema".
Pasarón los días en el hospital, tras la operación, y nuestro amado hijo, cogió una infección, y sufría mucho y lloraba continuamente, y pedí que le dieran algún calmante, pero, no le encontraban las venas para inyectarle ningún calmante, así que sufría continuamente, mientras le iban pinchado por todo el cuerpo para "encontrar" una vena por la cual inyectarle calmante.
Murió, ese día, de la infección, pero en el informe médico, dijerón que tuvo un paro cardiaco: Claro, como todo el mundo que se muere.
Mi amado hijo Ricard, es el hijo número 12, luego nacierón cuatro más.
Antes de Ricard, murió, nuestro amado hijo, número 11, al que llamamos José, pero que no llegó a nacer, ya que murió a los tres meses de gestación. Bueno, a los tres meses es cuando me encontre mal y me lo sacarón, pero, me dijeron que debía hacer un mes que ya estaba muerto. Lloré muchisimo, también, por la perdida de este amado hijo.
Todos los otros embarazos y partos habian sido bastante nornales, bueno, los cinco primeros hijos, más Ricard, tuve el parto natural, sin anestesia peridural. El segundo hijo, nació, con zorceps (creo que se escribe así) y el último, el número 16, por cesarea. Luego, ya no tuve más la mestruación, ya en el tiempo que tuve los últimos tres hijos no siempre tenía la mestruación: ya estaba en proceso de la menopausia. Pero al tener la última, ¡se acabó! ya no pude ser más madre. Me lo pasé muy mal ya que amaba mi vocación de madre; de compromiso con Dios de PERMITIRLE DAR ALMAS AL MUNDO, PARA QUE TUVIERAN LA OPORTUNIDAD DE AMARLE Y SER SANTAS.
Así que tuve años de tristeza, (Ocurre que el doctor siempre me dijo que podría tener hijos hasta los 49 ó 50 años, y me lo creía, pero a los 42, ya no puede ser más madre) y, además, muchos sofocos y mal estar; como es natural en toda mujer que está en la menopausia.
Con el tiempo, he aprendido a aceptar la voluntad de Dios. Bueno, a veces, no me acuerdo de aceptarla, y me rebelo contra cosas que pasan en la vida, en la familia o en mi misma. Creo sinceramente que me falta más oración, más unión con Dios. Espero corregirlo, espero unirme más al Amado, y que me acuerde de cumplirlo.
Rezad por mí, mis queridos hermanos.
Ah, os cuento, que despues de nacer nuestro amado hijo número 10, estaba yo leyendo un libro; no recuerdo de quien, pero, explicaba esa alma, lo mucho que Dios había sufrido por nosotros en la Cruz, y me invadi de una profunda, muy profunda tristeza, acompañada de un dolor muy grande, al ver lo pecadora de mi persona y la bondad y amor de Dios; me dije:
"No lo amo, como él nos amó. Dios "fue a por todas", por nosotros, por cada uno de nosotros, pero ¿que hago yo por Dios? ¿Lo amo lo suficiente?", y vi que no.
Ví que no amaba a Dios como debe amarse a Dios, y me llené de más tristeza y más dolor, y lloraba, por mis pecados, por mis faltas.
Y, se me ocurrió una idea, pensé:
"Si, ofrecemos a Dios, el nuevo hijo que posiblemente, despues de la cuarentena, quizás Dios, nos lo conceda, para la salvación del mundo, a lo mejor, este hijo, podría ser un gran apostol, quizás un sacerdote, y salvar así muchas almas. Ya que yo, por mis pecados, no sería un buen apostol, y con mi amado esposo y nuestra situación, creía sinceramente que sólo ibamos a perjudicar a Dios. Pero, él, este hijo, nosotros lo ayudaríamos a ser siempre bueno y podría ser un magnifico apostol y salvar almas para Dios".
Y, le escribí esa feliz idea a mi amado esposo, y le dejé la nota en la mesa de su estudio. Cuando él llegó, la leyó, y por la noche, despues de rezar nuestras oraciones, hablamos de ella, y él, mi amado esposo, estuvo de acuerdo, y así se lo prometimos a Dios.
Pasó el tiempo de la cuarentena, despues de nacer mi último hijo, el número 10, y al voler a tener vida intima matrimonial, quedé en estado de buena esperanza.
¡Estabamos tan felices! podríamos hacer algo por Dios, despues de todo lo que Él hace por nosotros.
Y quede en estado, pero, como os he contado, mi hijo número 11, "Josep", murió antes de nacer.
Lloramos mucho por él, y pensé, que Dios no había aceptado nuestro ofrecimiento para la salvación del mundo.
Pero, lo volvimos hablar con mi amado esposo y decidimos que volvíamos a ofrecer de nuevo la misma promesa:
"Un hijo, para la salvación del mundo".
Y este nuevo embarazo fue el de Ricard, que murió, despues de sufrir tanto.
Luego ya no volvimos hacer de nuevo la promesa, porque vimos que Dios, acepta, y Él, cree en que la cruz salva al mundo, más que en el apostolado.
¡Dios es amor en la cruz!
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*Primavera
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anitavela1
Asiduo
Registrado: 31 Oct 2005
Mensajes: 274
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Publicado:
Mie Abr 19, 2006 10:36 pm Asunto:
Tema: La llegada de un nuevo hijo |
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Contestando a tus preguntas renatta, bueno, no precisamente tus preguntas, te platicaré mi historia personal.
Yo me embaracé de Gema mi hija mayor que tiene 6 años, en junio cumplirá 7 , antes de casarme por la Iglesia con mi esposo, teníamos unos días de casados al civil cuando la concebí, recuerdo, jeje. Pero cuando me casé, pues tenía 18 años y tenía un concepto muy equivocado del matrimonio, decidí que no tendría más hijos hasta no tener una carrera profesional o una posición "más holgada económicamente", tomé pastillas como por 4 años, pero gracias a Dios, nos permitió caer al fondo del fango a mi esposo y a mí y sacarnos de ahí, decidí, que no tomaría más pastillas, ni evitaría tener hijos, me embaracé de Gianna, que tiene 1 año 7 meses, ahora estoy embarazada de un varón, tengo 5 meses, pero ahora lo que tenemos que pensar bien mi esposo y yo, es sobre otro embarazo, pues han sido cesáreas y éste también está programado para cesárea, así que como padres responsables que somos tenemos que pensar en qué haremos, claro que nos debemos cuidar para ya no tener familia o tener un cuarto y último embarazo, según lo que nos diga el doctor cuando me esté realizando la operación, porque mi responsabilidad es cuidar de mis hijos y no arriesgar mi vida sin pensar en mi familia.
En lo personal creo que si estamos dispuestas a aprender a dar amor Dios nos va indicando el camino, porque así como tu dices que te sientes incapacitada para amar a los dos que tienes, sólo es cuestión de "buscar" a Cristo, a través de las personas, la Iglesia peregrina, no sé, hay tantas pistas que Dios nos va dando para ser más serviciales.
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"Dios mío, concédeme la Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, Valor para cambiar las que puedo y Sabiduría para discernir la diferencia. Hágase Tu Voluntad, no la mía"
¡Jesús yo confío en ti!
Ana Claudia Velázquez González |
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*Primavera
Veterano
Registrado: 02 Oct 2005
Mensajes: 2918
Ubicación: España
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Publicado:
Jue Abr 20, 2006 9:37 am Asunto:
Tema: La llegada de un nuevo hijo |
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Querida Renatta:
Bueno, niña, mi vida es todo un grueso tomo de historia verdadera, jeje. Hoy estoy un poco mal de salud, para ir a contarla, pero cadavez estoy pensando más es escribirla, en forma rápida, aunque será larga, y guardarla en un Word, e ir pasándola. Bueno, te cuento, que ¡soy feliz! que estoy super-enamorada de mi amado esposo; que amo con locura a cada uno de mis 16 hijos y a todos juntos. Que amo a TODO EL MUNDO, sin discriminación, aceptando su libertad y haciendo valer la mía, ¡faltaría más! jajaja. Sí, soy feliz, feliz de vivir, feliz de Amar a Dios Uno y Trino, a Mamá María, a mi ángel de la guarda, y a todos los ángeles y santos. No sé que me pasa, pero AMO. No puedo evitarlo: Me quema el amor.
En cuanto a la cuestión de los hijos, mi consejo, es que tengais TODOS LOS QUE DIOS OS DÉ. Es maravilloso amar al esposo y por este maravilloso, sublime, romántico y apasionado amor, dar a DIOS la oportunidad de crear ALMAS. Confiando en la Divina Providencia, por la salud y el dinero. Y, es que no hay NADIE MÁS GENEROSO QUE DIOS. Fijaros: Dió SU VIDA, por CADA UNO de nosotros. ¡¡Es de locura su amor!!, y creo que me ha contagiado Su Maravillosa Locura, porque no tuve miedo de tener 16 hijos, es más, me habría gustado tanto tener más. Sí, más almas que puedan vivir eternamente en el Cielo. Pobres almas, si nadie les dá vida, no tienen oportunidad de IR AL CIELO, y estar eternamente en los brazos de Dios, siendo amados por el único que AMA DE VERDAD, ¡¡Dios!!.
Perdonad, pero, es que cuando hablo de este tema, me emociono, porque, pienso en mis hijos, en que por amor y con amor, tienen la OPORTUNIDAD de que con su libertad puedan VIVIR PARA SIEMPRE CON DIOS.
Claro que hemos pasado apuros, y a veces aún los pasamos, claro que hemos tenido y tenemos que trabajar mucho, y renunciar a muchas cosas, y estar siempre pendientes de SERVIR, de dar; NEGANDONOS A NUESTROS ANTOJOS, y sacando fuerzas de nuestra devilidad. Apoyandonos con nuestra fe para renunciar al MIEDO, y vivir DÍA A DÍA, el hoy de la entrega por amor, amor, al esposo, a los hijos, a nosotros mismos, por amar con LOCURA a Dios MISMO.
¡Es maravilloso sufrir por AMOR, y con amor!
OS INVITO A SUFRIR POR LA LOCURA DE AMAR A DIOS Y A VUESTRO CONYUGUE.
¡¡Sí!! A SUFRIR, a renunciar a todo, y a aceptar todo lo que Dios te dá. Y, ¡te dá cada sorpresa! ¡Es maravilloso! te prueba, uff, si te prueba, pero no te falta jamás el amor Suyo, ni el del conyugue, ni el de los hijos, y ERES TAN FELIZ!!!
Apostad por la verdadera felicidad del Amor. Olvidarós de lo material e incluso de lo licito. Claro que hay pruebas, y duras pruebas, pero DIOS, también te recompensa con DINERO, con TRABAJO, con SALUD. Porque Dios, por nuestra oración, AÚN HOY SIGUE HACIENDO MILAGROS. ¡¡Sííííí!!
Os diria tantas cosas, oh, almas gemelas. Os diria que estoy "loca" de amor por Dios. ¡Síííí! y que esta "locura" ME HACE TAN FELIZ.
No renuncio a nada, porque sólo espero el AMOR, ese amor que jamás se paga con dinero o con nada material, porque es EL AMOR QUE JAMÁS ACABA, EL AMOR ETERNO DE AMAR A DIOS Y A NUESTROS SEMEJANTES COMO A NOSOTROS MISMOS. ¡¡Oléééé!!
¡No tengas miedo! ¿Para qué deseas el miedo? ¡Aléjalo de ti, niña!, que el miedo, no nos deja disfrutar de la vida, ni del matgrimonio, de la paternidad responsabe, de ser coherentes con nuestra fe.
Os paso a copiar, unas palabras en las que hay incluidas, las palabras del Santo que tanto amo: San Josemaria. ¡¡Viva el fundador del Opus Dei!!
4. Me he referido antes a los frutos espirituales, que el Beato Josemaría esperaba de Torreciudad: en primer lugar, la conversión personal, sellada con el sacramento de la Reconciliación; y, como consecuencia inmediata, la pacificación de las familias y de los hogares, mediante la paz y la alegría de Jesucristo.
De este modo —decía el Fundador del Opus Dei—, los esposos cristianos «recibirán con agradecimiento los hijos que el cielo les mande, usando noblemente del amor matrimonial, que les hace participar del poder creador de Dios»15 ¡No tengáis miedo a los hijos que Dios quiera enviaros! Cooperad generosa y responsablemente con el Creador en la transmisión de la vida humana! Entonces, como señalaba el Beato Josemaría, «Dios no fracasará en esos hogares, cuando Él les honre escogiendo almas que se dediquen, con personal y libre dedicación, al servicio de los intereses divinos»16.
Acercaos también a la Virgen en vuestras vicisitudes familiares. Cada familia cristiana ha de ser un trasunto de la de Nazaret. De este modo, aun en medio de las dificultades que podáis atravesar, aseguraréis la alegría y la paz de vuestras casas. Si os abandonáis confiadamente en María, Ella os concederá que vuestro hogar sea siempre un refugio amable para cada miembro de la familia, donde palpe siempre un ambiente de entrega generosa a los demás, que va forjando el alma para los grandes ideales humanos y divinos.
Si alguna vez el egoísmo acecha la unidad de vuestra familia o trata de introducir en vuestro corazón afectos que pueden enturbiar el amor hermoso, del que María es Madre, adeamus cum fiducia...! : ¡volved inmediatamente al Trono de la gracia y de la gloria, para alcanzar misericordia!
Información sacada de:
ROMANA, Boletín de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei
http://es.romana.org/?s=3.4&n=29&ID=1
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