Tommy Asiduo
Registrado: 27 Dic 2005 Mensajes: 333 Ubicación: Santo Domingo, Republica Dominicana
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Publicado:
Mie May 24, 2006 2:42 pm Asunto:
Tema: QUE PODEMOS HACER CONTRA EL ABANDONO DE LOS ANCIANOS? |
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bueeno en mi opinion.. en el caso de ti Tia Abuela yo te diria k hables con sus hijos para k asuman la responsabilidad con ella, ya sea viviendo con ellos en su casa o entre todos sus hijos k le pagen una casa y k la visiten periodicamente, y k tengan contacto con ella todos los dias por telefono.
pk no hay nada peor cuando todos tus hijos te dan la espalda, tu k sacrificaste todo por ellos y ellos no hacen nada por ti (claro no conosco tu situacion o la de tus primos, y si de alguna manera ofendo no es mi intencion).
Dios te Bendiga _________________ Todo Lo Puedo En Cristo k Me Fortalece
Nuestra Señora de la Altagracia, Patrona de la Republica Dominicana.
Cariñosamente "Doña Tatica, la de Higüey" |
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EduaRod Veterano
Registrado: 21 Ene 2006 Mensajes: 3275
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Publicado:
Mie May 24, 2006 3:12 pm Asunto:
Re: QUE PODEMOS HACER CONTRA EL ABANDONO DE LOS ANCIANOS?
Tema: QUE PODEMOS HACER CONTRA EL ABANDONO DE LOS ANCIANOS? |
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danbest escribió: | Hola a todos. Ya estoy mejor. Ese dia cuando estaba fatal me acorde de mi tia abuela que esta en una residencia abandonada por sus hijos y me fui a verla. A partir de ahi se me quitaron los malos rollos. Eso si que es tristeza. No la mia, tengo salud ,familia ,amor y eso creo es lo fundamental. Lo que me preocupa es el trato que se le da a la gente anciana en estos tiempos. que creen ustedes que se puede hacer contra esto? |
Estimado en Cristo danbest:
No sabes el gusto que me da verte tan recuperado...¡y mucho más por que fue gracias al ejercicio de la Caridad (Amor) del Señor!
En cuanto a los ancianos, tienes toda la razón. Nuestra sociedad vana y orgullosa que tan solo aprecia aquello que es productivo desde sus equívocos criterios, y que no entiende del valor de la experiencia y mucho menos el valor intrínseco de la vida humana, muestra por las personas mayores un desprecio que es verdaderamente escandaloso.
Y la locura de este criterio tan torcido llega al grado de que muchos considerarían más pertinente acabar con la vida de estas personas, sobre todo si padecen de alguna enfermedad que "disminuye su calidad de vida" o no permite que realicen más alguna "actividad productiva".
Esto indudablemente es parte de la cultura de la muerte que tantas veces denunció el Siervo de Dios Juan Pablo II:
Cita: | 64. En el otro extremo de la existencia, el hombre se encuentra ante el misterio de la muerte. Hoy, debido a los progresos de la medicina y en un contexto cultural con frecuencia cerrado a la trascendencia, la experiencia de la muerte se presenta con algunas características nuevas. En efecto, cuando prevalece la tendencia a apreciar la vida sólo en la medida en que da placer y bienestar, el sufrimiento aparece como una amenaza insoportable, de la que es preciso librarse a toda costa. La muerte, considerada « absurda » cuando interrumpe por sorpresa una vida todavía abierta a un futuro rico de posibles experiencias interesantes, se convierte por el contrario en una « liberación reivindicada » cuando se considera que la existencia carece ya de sentido por estar sumergida en el dolor e inexorablemente condenada a un sufrimiento posterior más agudo.
Además, el hombre, rechazando u olvidando su relación fundamental con Dios, cree ser criterio y norma de sí mismo y piensa tener el derecho de pedir incluso a la sociedad que le garantice posibilidades y modos de decidir sobre la propia vida en plena y total autonomía. Es particularmente el hombre que vive en países desarrollados quien se comporta así: se siente también movido a ello por los continuos progresos de la medicina y por sus técnicas cada vez más avanzadas. Mediante sistemas y aparatos extremadamente sofisticados, la ciencia y la práctica médica son hoy capaces no sólo de resolver casos antes sin solución y de mitigar o eliminar el dolor, sino también de sostener y prolongar la vida incluso en situaciones de extrema debilidad, de reanimar artificialmente a personas que perdieron de modo repentino sus funciones biológicas elementales, de intervenir para disponer de órganos para trasplantes.
En semejante contexto es cada vez más fuerte la tentación de la eutanasia, esto es, adueñarse de la muerte, procurándola de modo anticipado y poniendo así fin « dulcemente » a la propia vida o a la de otros. En realidad, lo que podría parecer lógico y humano, al considerarlo en profundidad se presenta absurdo e inhumano. Estamos aquí ante uno de los síntomas más alarmantes de la « cultura de la muerte », que avanza sobre todo en las sociedades del bienestar, caracterizadas por una mentalidad eficientista que presenta el creciente número de personas ancianas y debilitadas como algo demasiado gravoso e insoportable. Muy a menudo, éstas se ven aisladas por la familia y la sociedad, organizadas casi exclusivamente sobre la base de criterios de eficiencia productiva, según los cuales una vida irremediablemente inhábil no tiene ya valor alguno.
IOANNES PAULUS PP. II
EVANGELIUM VITAE
a los Obispos
a los Sacerdotes y Diaconos
a los Religiosos y Religiosas
a los Fieles laicos
y a todas las Personas de Buena Voluntad
sobre el Valor y el Caracter Inviolable
de la Vida Humana |
denuncias que evidentemente ha continuado el Santo Padre Benedicto XVI:
Cita: | Y ahora, si reflexionamos, podemos decir que también en nuestro tiempo es necesario decir un "no" a la cultura de la muerte, ampliamente dominante. Una "anticultura" que se manifiesta, por ejemplo, en la droga, en la huida de lo real hacia lo ilusorio, hacia una felicidad falsa que se expresa en la mentira, en el fraude, en la injusticia, en el desprecio del otro, de la solidaridad, de la responsabilidad con respecto a los pobres y los que sufren; que se expresa en una sexualidad que se convierte en pura diversión sin responsabilidad, que se transforma en "cosificación" —por decirlo así— del hombre, al que ya no se considera persona, digno de un amor personal que exige fidelidad, sino que se convierte en mercancía, en un mero objeto. A esta promesa de aparente felicidad, a esta "pompa" de una vida aparente, que en realidad sólo es instrumento de muerte, a esta "anticultura" le decimos "no", para cultivar la cultura de la vida. Por eso, el "sí" cristiano, desde los tiempos antiguos hasta hoy, es un gran "sí" a la vida. Este es nuestro "sí" a Cristo, el "sí" al vencedor de la muerte y el "sí" a la vida en el tiempo y en la eternidad.
SANTA MISA EN LA CAPILLA SIXTINA Y ADMINISTRACIÓN
DEL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Fiesta del Bautismo del Señor
Domingo 8 de enero de 2006
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La solución entonces no es nada simple a nivel social, se trata del trabajo general que todos vamos realizando en favor de que la razón de la cultura de la vida se imponga por su propio peso sobre el hedonismo y la irracionalidad de la cultura de la muerte.
Desde luego que ese trabajo toma múltiples formas, y la asistencia y valoración a los ancianos es en verdad una de las más valiosas.
Verdaderamente doy gracias al Señor por haberte indicado este camino, mi estimado danbest ¿lo ves? ya te lo decía yo ¡estás siendo como el Cirineo! ¡ayudando a Cristo a cargar su cruz en la persona de los ancianos! ¡Alabado sea Jesucristo!
Quizá aquí es donde todo adquiere sentido: tal vez por eso el Señor permitió que fueran precisamente esos criterios irracionales y hedonistas de otras personas que buscan sólo su propio bien los que finalmente acabaran con tu trabajo anterior, para que sufrieras en carne propia la injusticia del mundo y dispusieras tu corazón para aprovechar el tiempo que esta situación te da ahora en favor de aquellos a los que tal injusticia golpea con mucho mayor serveridad. Aprovecha ahora que tienes algo de tiempo y no tienes compromisos más graves como podría ser la necesidad de sostener a una familia. Ve y visítalos.
Tal vez organizar un grupo parroquial para dar mayor continuidad y solidez a esta noble labor más allá de lo que tu puedas hacer cuando consigas un nuevo empleo podría ser una buena idea. Piénsalo. ¿Porqué no buscas a tu párroco y lo comentas con él?
Doy una vez más gracias a Nuestro Señor Jesucristo por su gracia en tí manifestada.
Que Dios te bendiga. |
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