cataeco Constante
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Publicado:
Sab May 27, 2006 3:02 am Asunto:
¿VENCIÓ DAVID AL GIGANTE GOLIAT?
Tema: ¿VENCIÓ DAVID AL GIGANTE GOLIAT? |
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Cuarenta días de terror
Cuando una persona insignificante y débil se enfrenta con otra fuerte y poderosa, solemos hablar de "David y Goliat". Los nombres aluden a una historia bíblica, en la que se cuenta cómo un joven pastor con su pequeña honda logró vencer al acorazado campeón del ejército filisteo (Primer libro de Samuel l7, 1--18,5).
Relata la Biblia que los filisteos, los más temibles enemi¬gos que tuvieron los israelitas, se reunieron cierto día en Efes Damim, en pleno territorio judío, para provocarlos y desa¬fiarlos al combate.
El rey Saúl, que gobernaba Israel por aquel tiempo, reunió entonces a su ejército, acampó frente a los filisteos sobre una pequeña colina, separados ambos por el hermoso Valle del Terebinto, y se preparó para la lucha.
De pronto, de entre las tropas filisteas apareció un gigante¬_ llamado Goliat, que medía 3,5 metros de altura. Llevaba en la cabeza un casco de bronce.
Su pecho y sus piernas estaban cubiertas por una armadura escamada de 84 kilos.
Portaba una enorme jabalina de bronce, y una lanza cuya punta de hierro pesaba 14 kilos. Delante de él marchaba un escudero para protegerlo.
Goliat se paró en medio del valle frente a las tropas israe¬litas y gritó: "¿Para qué se preparan tanto? Que venga alguna de ustedes a pelear conmigo.
Si me vence, nosotros los filisteos pasaremos a ser esclavos de ustedes. Pero si yo lo venzo, ustedes serán esclavos nuestros".
Al oír las palabras del filisteo todo el ejército de Israel tembló de miedo, y durante cuarenta días atrevió a aceptar su desafío.
Durante cuarenta días por la mañana, y por la tarde Goliat se paraba en medio del valle y repetía su propuesta.
Una hija como premio
A 20 kilómetros de allí, en el pueblo de Belén, vivía
un anciano llamado Jesé que tenía ocho hijos.
Los tres mayores estaban enrolados en el ejército del rey Saúl, mientras el menor de todos, David, se había quedado en casa de su padre cuidando las ovejas.
Cierto día Jesé mandó al pequeño David con algunas provisiones para sus hermanos. El joven se puso en camino llegó al campamento israelita justo en el momento en que el gigante Goliat, como todos los días, lanzaba su arrogante desafío a los soldados de Israel: Preguntó entonces quién era ese filisteo que insultaba así al ejército del Dios de Israel, y los soldados le explicaron: "Es el campeón de las tropas filisteas, un experto luchador. A quien logre vencerlo, el rey Saúl prometió colmarlo de riquezas, darle su propia hija como esposa y eximir a toda su familia de pagar los impuestos”
Igual que el león y el oso
Mientras tanto el rey Saúl se había enterado de la llegada_ de David al campamento y de las averiguaciones que hacía sobre Goliat, y lo mandó a llamar. David entonces le dijo rey: "Yo quiero ofrecerme para pelear con él. SaúI exclamó: "No puedes tú salir a combatir. Eres un niño". Pero David replico: "Yo soy pastor de ovejas.
Muchas veces he tenido que enfrentarme con leones y osos para defenderlas. ¿No voy a poder enfrentar ahora a este filisteo, que insulta al ejercito de nuestro Dios? Yahvé, que me libró del león y del oso, me librará también de las manos de ese filisteo".
Admirado por tanta valentía, Saúl ordenó a sus hombres que vistieran a David con su propia armadura y le pusieran sus armas. Pero en cuanto el pequeño intento caminar así vestido, no pudo moverse. Entonces se la quitaron, y David tomó sólo su bastón de pastor, recogió cinco piedras del suelo, y con su honda en la mano se dirigió hacia el filisteo, que seguía parado en medio del valle insultando a los hebreos.
Al verlo venir hacia él, Goliat lo despreció y le dijo: "¿Acaso soy un perro para que me enfrentes con un bastón?". Pero David le contestó: "Tú, vienes contra mí con espada, lanza y jabalina. Yo, en cambio voy contra ti en el nombre del Señor de los ejércitos de Israel, a quien tú, has insultado. Te mataré, y así todos sabrán que Dios no salva con espada ni con lanza".
La cabeza de recuerdo
El filisteo,_indignado, quiso abalanzarse sobre David. Pero este inmediatamente tomó su honda y le arrojó una piedra, que fue a clavarse en medio de la frente de Goliat. Al verlo _caer desplomado, David. se le acercó, tomó su propia espada
le corto La cabeza. Los filisteos entonces huyeron despavoridos, mientras los israelitas salían por detrás de ellos dando gritos y persiguiéndolos.
David, por su parte, tomó la cabeza del gigante muerto y la llevó como trofeo a la ciudad de Jerusalén, mientras que las armas de Goliat las colocó en su tienda.
Al ver Saúl lo que había pasado, preguntó a Abner, jefe de1 ejercito: "De quién es hijo ese joven, Abner?". Este le respondió: "No tengo idea". Fue entonces Abner en busca de David y lo trajo ante el rey, que le preguntó: "¿De quién eres hijo, muchacho?". David contestó: "De Jesé, de. Belén y desde aquel día el rey Saúl lo tomó a David a su servicio y no lo dejó regresar a su casa.
Música para la depresión
Esta bella narración de la batalla entre David y Goliat sirve para explicar cómo este joven e ignoto pastor del pueblito de Belén llegó a conocer al rey Saúl y se quedó a vivir con el en la corte, en la ciudad de Guibeá, donde el monarca tenia su capital. Allí irá creciendo, escalando posiciones; y llegará un día a ser nada menos que el sucesor del rey, y el monarca más grande que jamás haya tenido Israel.
Pero hay un pequeño problema. Antes de narrar la bata1la entre David y Goliat, la Biblia nos da otra explicación distinta sobre cómo David conoció al rey Saúl y llegó al palacio.
Esta otra versión (que se halla en el primer libro de Samuel 16, 14-23), cuenta que el rey Saúl sufría de constantes depresiones, porque se hallaba perturbado por un espíritu maligno que lo atormentaba.
Un día sus servidores le dijeron "Permítenos, señor, que vayamos a buscar a alguien que sepa tocar el arpa, para que cuando te ataque el mal espíritu pueda aliviarte con su música". Y el rey aceptó. Sus funcionarios mandaron mensajeros a Belén y le pidieron al anciano Jesé que enviara a su hijo menor al palacio para que tocara ante el rey. Jesé, lleno de alegría, no sólo lo mandó al hijo sino que envió numerosos regalos al monarca por semejante honor. Y así David llegó por primera vez a la corte del rey Saúl. Este le tomó tanto cariño que lo nombró su escudero, le pidió a su padre Jesé que le permitiera quedarse a vivir con él.
¿Cómo puede ser desconocido?
Evidentemente estos dos relatos, que se encuentran uno a continuación del otro, resultan incoherentes. .
Si primero la Biblia cuenta que David llegó al palacio del rey como músico personal de Saúl, ¿cómo se explica que mas tarde, en la batalla con Goliat, el rey no tenga la menor idea de quién es él? ¿Acaso Saúl se ha olvidado de su arpista personal? ¿No recuerda a su padre Jesé y los regalos que le mandó? ¿Cómo puede ahora reaccionar como si lo viera por primera vez?
Y el general Abner, que debió haberse cruzado infinidad de veces con David en el pequeño palacio donde ambos vivían, ¿puede acaso decide al rey que tampoco lo conoce?
Estamos, evidentemente, frente a dos relatos compuestos por autores distintos, que tratan de exponer, cada uno a su manera, en qué circunstancia David llegó a la corte real de Saúl. Pero como son contradictorios, no podemos aceptar dos como verídicos. ¿Cuál de ellos, entonces, tiene más probabilidades de ser histórico? Los estudiosos de la Biblia, basándose en numerosos indicios, responden que el prime¬ro, es decir, el del arpista.
El verdadero ganador
En primer lugar, porque es el más corto y sabemos que la Biblia las tradiciones más antiguas eran breves, concisas¬, sobrias, más apropiadas para transmitirse oralmente. En época posterior aparecieron los relatos más largos y adornados con detalles y precisiones. Por lo tanto el relato de David y Goliat, tan extenso y lleno de pormenores, tiene que ser una narración más moderna que la de David como música ¬de la corte.
En segundo lugar, por la característica fantasiosa del relato de Goliat. Un gigante de 3, 25 metros de altura, capaz de portar una armadura de 84 kilos y de manejar con destreza una lanza cuya punta pesaba 14 kilos resulta difícil creerlo.
En tercer lugar, por las inexactitudes históricas. Al final del relato, cuando David mata a Goliat, se dice que “tomó la cabeza del filisteo y la llevó a Jerusalén" (1 Sam 17, 54) ¿Cómo podía David entrar en Jerusalén, si la ciudad todavía pertenecía a los cananeos y no había sido aún conquistada por los israelitas? También dice que David "puso las armas de Goliat en su tienda". Pero ¿qué tienda tenía David si acababa de llegar al campamento? Evidentemente el autor de este relato dejó deslizar inadvertidamente esos errores.
Y en cuarto lugar, porque la Biblia misma nos dice en otra parte (2Sam 21, 19) que: "En una batalla que hubo contra los filisteos, Eljanán de Belén mató a Goliat, que tenía una enorme lanza".
Para la historia oficial
¿Qué concluimos, pues, de todo esto? Podemos pensar que las cosas sucedieron así: el pequeño David, hijo de Jesé, oriundo de Belén, llegó un día al palacio real de Guibeá para tocar el arpa y ayudar al rey Saúl en sus estados depresivos. Pero Dios le tenía reservado un puesto mucho más grande en la historia de Israel que el de simple arpista. Con el tiempo se convirtió un hábil guerrero, en un experimentado caudillo al frente del ejército, en un sagaz monarca de las tribus del Sur, y finalmente en rey de todo el país y en el gobernante más grande y famoso que jamás haya tenido Israel.
Algunos años después de la muerte de David (en el siglo X a.C.), alguien quiso escribir su biografía. Para ello tomo las tradiciones y relatos que circulaban sobre el monarca, y se topó con la humilde historia de su llegada al palacio de Guibeá en calidad de arpista de Saúl. Comprendió entonces que en un comienzo tan modesto no concordaba con quien se había convertido en un rey, tan brillante y en el representante máximo de Dios en Israel. Es que según la mentalidad bíblica, cuando Dios elige a alguien para cosas grandes, tiene que dar señales, de su grandeza desde el principio.
Entonces compuso la leyenda del combate con Goliat Pero no la inventó totalmente. Se_ inspiró para ello en el relato de un duelo entre Eljanán, un héroe de Belén, y Goliat, un filisteo famoso por su enorme lanza. Con un poco de imaginación, ,el filisteo de enorme talla se convirtió en un gigante de enorme¬ talla, de enorme fuerza y de enorme armadura. Y Eljanán dejó su lugar a David, para convertirse este en el valeroso pastor que se animó a combatir con el gigante cuando todos los soldados israelitas temblaban" de miedo. Así, el nuevo relato servía para ir anunciando lo que más tarde sería realmente David: el rey que aniquiló mediante numerosas cam¬pañas el poder de los filisteos. Y esta pasó ,a ser la historia oficial que se contó en el palacio.
La muerte del hermano
Pero la primera versión, en la que David llegaba a la cor¬te como simple músico del rey, no desapareció del todo. Se conservó entre muchas otras tradiciones que se contaban de David. Por eso cuando cuatrocientos años más tarde, en el _siglo VII a.C., otro anónimo redactor hebreo quiso recopilar material para componer, no ya una historia sobre David sino la gran historiá de Israel desde Moisés hasta los últimos reyes, encontró las dos versiones sobre la llegada de David a Guibeá. Y aunque vio que eran diferentes, y hasta contradictorias¬, no quiso omitir ninguna de ellas en su obra y las incluyó a las dos. Por eso hoy tenemos en la Biblia .las ( versiones, una a continuación de la otra.
y no sólo conservó estos dos relatos (el de David músico y el de David con Goliat), sino que también conservó la noticia de que: "En otra batalla que hubo contra los filisteos, Eljanán de Belén mató a Goliat, que tenía una enorme lanza" (21, 19), aun cuando ya le había atribuido el triunfo a David.
Finalmente, unos dos siglos más tarde otro autor inspirado escribió los libros de las, Crónicas. En ellos quiso con otra vez la historia de Israel. Y se encontró con las dos noticias sobre Goliat: que había sido muerto por David y que había sido muerto por Eljanán. Ante tal contradicción y queriendo quitarle a David el mérito de semejante luchas arregló de esta manera: "En otra batalla que hubo contra filisteos, Eljanán mató a Lajmí, hermano de Goliat_ que tenía una enorme lanza" (1 Crón 20, 5).
David podía ahora quedarse tranquilo. Eljanán ya no disputaría más la gloria de aquel combate.
La fuerza de Dios
El rey David había tenido una juventud humilde y modesta. Pero la Biblia le atribuye una juventud exitosa y triunfante. Es una manera de decirnos que desde siempre David había sido elegido por Dios para realizar grandes cosas que el mismo David sabía de su grandeza desde el principio no sólo cuando llegó a ser rey.
Es que toda persona ha sido elegida por Dios para algo, goza de algún privilegio divino en este mundo. Muchos se dan cuenta tarde de ello, y toman conciencia después de haberse debatido en medio de angustiosas incógnitas y grandes incertidumbres.Otros en cambio lo comprenden antes. La Sagrada Escritura quiere decirnos que por humilde que parezca nuestra vida, siempre está por detrás de nosotros la elección divina, que nos ha llamado para algo, que nos hace unicos e importantes, y que todos debemos comprenderlo dedes temprano en nuestra vida. O al menos lo antes posible. Pero además, esta magistral historia bíblica pretende enseñarnos que no son los fuertes y prepotentes los que siempre ¬tienen asegurada la victoria. Que no es la violencia ni el poder de las armas lo que garantiza el éxito. Que también el pequeño y el débil, el endeble y el desprotegido, el humilde pobre, pueden imponerse sobre el poderoso. Eso sí: siem¬pre y cuando lo enfrenten con la fuerza y las armas de Dios.
Por eso todo creyente, cuando afronte los grandes problemas de la vida, debe hacer suyas las palabras de David: "Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina. Pero yo voy contra ti en el nombre del Señor de los ejércitos". |
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