LIGIAGIMENA Nuevo
Registrado: 26 Feb 2009 Mensajes: 1
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Publicado:
Jue Feb 26, 2009 5:24 pm Asunto:
[color=violet][size=18]VIVIR NUESTRA VOCACION IMPLICA CONFIA
Tema: [color=violet][size=18]VIVIR NUESTRA VOCACION IMPLICA CONFIA |
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[color=violet]"VOLAR ES NO TENER DE DONDE AGARRARSE..."
Desde aca quisiera partir...
Hace cinco años soy Hermana del Niño Jesús y en mi misión soy testigo del crecimiento de muchos adolescentes y jòvenes... Muchos de ellos en algùn momento se cuestionan sobre la vocación... el llamado se hace fuerte, hay muchas busquedas, acompañamientos, discernimientos... pero finalmente pocas veces se dan pasos...
¿qué es lo que màs cuesta dejar? ¿arriesgar? me cuesta entender que no permite a los jòvenes dar el paso y decidirse...
Como religiosa me pregunto ¿que es màs significativo de nuestra vida? (si es que es significativa para la humanidad de hoy)
¿porque nos cuesta tanto crecer, ser protagonistas de nuestra historia sagrada?
DIOS DISPONE TODO PARA EL BIEN DE LO QUE AMA... Y EN DIOS VIVIMOS, NOS MOVEMOS Y EXISTIMOS...
Soy LIGIA, escribanme sus opiniones... me interesan mucho...
ligiadelpueyo@hotmail.com[/color]
[color=violet][/color] _________________ SOLO TEMO MORIR SIN AMAR |
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midka Constante
Registrado: 29 Abr 2008 Mensajes: 748 Ubicación: México
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Publicado:
Sab Feb 28, 2009 6:57 pm Asunto:
Tema: [color=violet][size=18]VIVIR NUESTRA VOCACION IMPLICA CONFIA |
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Hermana Ligia las interrogantes que hace sobre la vocación religiosa son complejas y antiguas. Uno de los puntos que más le ha costado a la Iglesia resolver es sobre las vocaciones sacerdotales y religiosas. Y más aún en estos tiempos "postmodernos" donde los valores ya no tiene el mismo peso que tenían antes.
Por ejemplo, no en mi generación pero si dos o tres generaciones anteriores, a mediados del siglo pasado, la figura sacerdotal era respetada y valorada. Si en una familia había alguien que quisiera ser sacerdote o religioso, sea hombre o mujer, se tenía una gran alegría y la familia se consideraba bendita; hoy en día si un muchacho o una chica de 16 o 17 años le dice eso a sus padres lo más seguro es que ellos lloren pero no de felicidad. Y es que de alguna forma la figura sacerdotal ha perdido mucho penso en la sociedad. Remontándome a esos años, el sacerdote tenía gran influencia sobre las decisiones de las personas, era un personaje querido y respetado por todos, hasta por los que estaban ajenos a la Iglesia. Hoy en día, es criticado, jusgado, desvalorado, incomprendido. Creo que ante este panoráma, los jovenes de hoy no se sienten tan atraidos por una figura que pueden hasta considerar de perdedora.
Y más aún cuando la Iglesia misma pide la renuncia de tantas cosas materiales que la juventud de hoy toma como valores. Renunciar a una posición económica olgada, para predicar entre los pobres. Renunciar a la belleza del cuerpo para conquistar la belleza del alma. Renunciar a la compañía de los seres queridos, para hermandarse con todos aquellos abandonados por la sociedad, pero que son los hijos predilectos de Dios. Cuesta trabajo tratar de hacer tantas renuncias, sin lograr una recompensa en este mundo. Y es que a la hora de poner todo en la balanza, parece que el que pierde es uno.
Pudiera creer que todo lo anterior se puede resumir en la sencilla razón de que no ponemos a Dios en el centro de nuestras vidas. De que nos cuesta trabajo ver a Jesús como la meta de nuestro trabajo. Y desgraciadamente esto lo vemos fuera del clero como dentro de él. Amar a Jesús puede tener muchos significados para cada uno de nosotros, pero el que sea el centro de nuestra vida sólo tiene un significado: Que todo debe girar en torno a Dios: nuestra conducta, nuestro amor, nuestros bienes, nuestros valores. Y es aquí donde debemos educar a los niños y jovenes,; y es aquí donde, nosotros los que hemos descubierto el amor y la bondad de Dios, debemos de testimoniar, más con los actos que con la palabra.
Antes que buscar en el corazón de nuestro semejante esa vocación escondida, debemos encontrar ese amor a Dios, que trata de salir pero que por miles de miedos, prefiere estar escondido. Cuando tengamos más familias comprometidas en el amor de Dios, posiblemente tendremos más jovenes y niños que quieran consagrase al Dios del Amor.
Es fácil dejar de ser el protagonista de nuestras vidas, es fácil dejarnos llevar por las modas, es fácil estar inmersos en una sociedad mediatica y superfluo. Lo díficil es que la gente vea en nosotros esa luz que Jesús nos dio para iluminar a los demás. Y la oración puede ser gran fuente para que tengamos la creatividad y el valor para difundir esa luz.
Mil bendiciones tenga hermana Ligia. _________________
Miguel Angel Montaño |
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