OTRO HOMBRE QUE LLORA, ORA Y ¡¡PIDE AYUDA!!

[José María]

Hola, mis hermanitos y hermanitas.


Mi historia lleva más de 15 años. Profesional, casado solo por lo civil. 44 años de edad, 15 de casado. Dos chicos: el varón de 15, la chica de 13. Desde el inicio muchos arrebatos, mucho desentendimiento, mucha inmadurez. Pleitos por todo y por nada. Celos de ella por toda compañera de trabajo o de estudios. Me considero un hombre de casa, no de parrandas. Pero tanta asfixia me alejaba siempre del hogar. Hubo varios abandonos de mi parte, no lo niego. Cada vez era más inhóspita la casa. Ella me violentaba con palabras, acusaciones y reclamos histéricos. Yo mejor salía disparado. Mis hijos entre fuego cruzado. Ella siempre de víctima, y yo de villano. De padres y de iglesia nada. Yo solo creía en consejeros y psicólogos.

Sucede que la última vez que la abandoné (hace más de un año), de común acuerdo y después de tantas discusiones, a los meses descubrí que tenía un amigo que la consolaba en mi ausencia. Al principio lo negó con violencia y palabras soeces, pero aparecieron evidencias y más evidencias hasta que –acorralada con pruebas– lo confesó todo. Pero incluso ante el adulterio comprobado, me acusó de haberla empujado a eso. Defendiendo como siempre su rol de víctima, y acusándome de todo su sufrimiento. Yo me sentí morir, pues lo confieso, hace muchos, muchos años le fui infiel. Fue la experiencia más horrible que tuve con alguna mujer. Sentí repulsión, asco de mí mismo y pronto corté ese desliz. Incluso yo mismo se lo confesé. No podía vivir con eso. Nunca más volví a caer, ¡nunca!, gracias a Dios. He amado a mi esposa siempre, y le tengo mucho respeto a mi matrimonio, a mis hijos y a mí mismo. He llorado (y lloro) amargamente. Intenté fallidamente el suicidio (o tal vez solo fue mi solicitud extrema de auxilio y consuelo). Mis depresiones no terminan.

Una señora entregada a Cristo y a la Iglesia, totalmente devota, practicante y comprometida, me presentó al Señor Jesús. En medio de mis llantos invocaba al Espíritu para que me diera paz, descanso y esperanzas. He perseverado en la oración y ahora amo devotamente a mi Señor. No soy santo ni mucho menos, pero estoy entregado a Él. ¡Tengo fe! (por días ni del tamaño de una grano de mostaza). Lucho por disminuir yo para que Él crezca. Me congrego solo en un movimiento de matrimonios. Incluso me han llamado a servir, y con gusto lo hago. Me deleito en la misa diaria, en la lectura diaria y en los estudios de preparación bíblica. ¡He vuelto a nacer! Mi esposa no se lo cree y me llama de farsante, embustero e hipócrita. Mis hijos igual desconfían. Le llevo flores, le escribo versos, le hago sorpresas. Pero su corazón parece de piedra, como fue el mío en el pasado. Ahora lo reflexiono con cierta serenidad, pero la herida sigue sangrando. Siempre la quise y la he querido. Pero nuestra relación ha sido tormentosa. Por ella y por mí. Yo la he perdonado, pero ella a mí quizás no. ¿O será que ella misma no se perdona? La invito a ir a un retiro, pero nunca puede. A misa tampoco me acompaña. Siempre está inventando excusas. Por veces me pide permisos para salir con sus amigas, quienes casualmente son separadas, divorciadas y una hasta vive en evidente adulterio. Algunas veces ha regresado ebria a medianoche, y yo solo me guardo mi dolor y mi rabia. De mí ya no se preocupa ni me atiende en nada. Ni en la mesa ni en la cama. En ciertos días está tranquila y controlada, pero en otros es una total histérica violenta. De su boca salen culebras, sapos y otras cosas inmencionables. Muchas veces me aguanto, pero en un par de ocasiones su ira me envuelve. Llevo más de un año en este peregrinar, y mis hermanos de comunidad me dan aliento diciéndome que el Señor no desprecia un corazón contrito y humillado.
¿Qué me dicen? ¿Valdrá la pena seguir luchando, seguir orando? ¿Será que mi infierno se convertirá en un pedazo de paraíso? Ella no me dice qué es lo que quiere. A veces lloro y ella me consuela, pero me dice que no puede hacer nada, que no sabe lo que siente. En febrero le obsequié un anillo de compromiso (cosa que no hice al principio por la misma premura con que sucedieron las cosas). Lo usaba solo cuando la llevaba al trabajo, luego se lo quitaba. En uno de sus arrebatos me lo lanzó lejos. Entre llantos lo recogí y se lo quité por un tiempo, pero a los días me lo pidió. No lo usa y no sé adónde lo tiene. Le pido que nos casemos pero me dice que no. Le digo que vayamos con un sacerdote y me dice que no. Le digo que vayamos juntos a la congregación y me dice que no. Estoy que me vuelvo loco... ¡ayuda, por favor!
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"Vuestra tristeza se convertirá en gozo"
Juan 16,

[Rosa M Ibáñez]

Te recomiendo lo siguiente:

1) Presencia (siempre estar presente con tu mujer y tus hijos, como ya lo vienes haciendo)
2) Silencio (una presencia silenciosa, sin pedir nada, nisiquiera que vaya a misa contigo. Pero seguir de vez en cuando con detalles como flores, poemas...)
3) ORACION y PERSEVERANCIA hasta la muerte (estas son las mas importantes, no debes de darte por vencido NUNCA. La muerte es la unica que puede separar a un matrimonio)\

Orare por ti!

Bendiciones,
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Rosa Eme

"Suéltame, que ha rayado el alba." Jacob respondió: "No te suelto hasta que no me hayas bendecido." ....
Jacob le preguntó: "Dime por favor tu nombre." - "¿ Para qué preguntas por mi nombre?" Y le bendijo

[María Esther]

Aoreciado en Cristo, Jose María:

¡Qué hermoso nombre tienes y qué santos patrones: José y María!

No desesperes. Ya sabes que Dios escribe derecho en renglones torcidos. Y nadie puede jactarse de escribir solo su historia: es Dios qQuien la escribe si nosotros se lo permitimos.

¿Ya intentaste proponerle Matrimonio a tu esposa? Es que el amor humano es tan fragil, tan lleno de egoismos, tan voluble... en cambio el Amor Divino es inquebrantable, se entrega en donación perfecta. Y eso solo lo puede lograr, una pareja, mediante el Sacramento.

Corre a los pies del Santísimo; postra tu alma ante el Señor Sacramentado y pídele que conquiste el corazón de tu esposa para el Sacramento del Matrimonio. Así la llamarás Esposa ante Dios y te entregarás nuevamente a ella pero completo. Su donación estará mediada y presidida por el Eterno Amor, por el Señor del Amor.

Dios desea habitar en los hogares. ¿Imaginas el gozo de los ángeles? ¿Imaginas el agradecimiento de tus hijos y el inmenso Testimonio que darías al hacer verdaderamente tuya a tu esposa y al ser, tu mismo, verdaderamente suyo?

Entonces podrás decir al Señor: "hágase Tu Voluntad"...

Diois te bendiga y la Virgen Santísima y San José hagan de tu familia un Hogar luminoso como el umilde y Santo Hogar de Nazareth.

[andresgran]

Tranquilo, querido amigo, Dios te está usando; por medio de ti va a hacer cosas maravillosas. Aguanta. Te espera una corona. La maravilla que Dios va a sacar de todo este dolor será infinitamente mayor que todo lo que estás pasando. No le falles. No tires la toalla. Dios te necesita. Necesita de un hombre como tú, que aguante estoicamente (cristianamente). Tus reacciones creativas son conmovedoras, pero no confíes en ellas, es Dios el que va a sacar de todo ésto su gloria. Luego estarás orgulloso de haber sido ese instrumento que Dios necesitaba y tu llanto se trocará en alegría. Pídele fuerzas y alegría para sobrellevar tanta aflicción (somos los afligidos siempre alegres), no fallará en ese suministro vital, estate seguro. Que Dios te bendiga y te guarde.

Andrés

[LYN]

Hola José María:
Gracias por compatir tu experiencia con nosotros aqui en los foros...
Muy pocos son los que realmente reconocen sus errores, tú ya lo has hecho y te has entregado a la misericordia de Dios... eso es muy bueno... y traerá su RECOMPENSA!!!...
Claro que vale la pena seguir luchando, seguir orando!!!... Estoy segura que "tu infierno" como dices se convertirá en un pedazo de paraíso con la perseverancia...
Verás como poco a poco tu esposa irá transformándose para bien...

Tal vez te pueda ayudar leer el libro "Las mujeres son de marte y los hombres de venus", ya que muchas veces tanto varones como mujeres no reaccionamos iguales frente a ciertas circunstancias, ni pensamos igual... podrías leérselo en voz alta a tu esposa en algún momentito que tengan juntos, quizás con esas lecturas entiendan reacciones que adoptan los varones de "encerrarse en su cueva"... mientras que las mujeres nos desahogamos hablando y hablando sin medir muchas veces las consecuencias de ello...

José María sigue perseverando y dale mucho cariño y amor a tu esposa y a tus hijos... abrazalos en silencio...
EL AMOR LO VENCE TODO!!!
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A tu montaña Te ayudaré a llegar!!!
Animo!!!

[*Primavera]

Hola José María:

Me sabe mal que sufrais tanto todos. He rezado a Dios y a Santa María para que os socorran y os den la paz, el amor y la alegría.

Dices: ¿Qué me dicen? ¿Valdrá la pena seguir luchando, seguir orando? ¿Será que mi infierno se convertirá en un pedazo de paraíso?

Y te digo: Ay, amigo, muchos querrian estar en tu lugar, porque hay algún cónyugue que aún sufre más que tú.

Si dices que ni las flores, ni los poemas, ni las citas le conmueven pues ya sé:

ÚNETE A TUS HIJOS. Vive por tus hijos, GÁNATELOS para la causa, y la causa será ganada.

Ninguna madre puede ir contra las personas que aman en verdad a sus hijos.

Me uno al consejo de todas, pero quiero remarcar el de Rosa, sí, amigo José María, a veces el silencio, sin dejar la educación es el mejor medio para que las heridas cicatricen. Por eso te aconsejo que "la dejes un tanto tranquila, sin abandonarla" y mientras tanto te unes a tu hijos, miras con ellos alguna película, mientras os comeis una pitza, o palomitas, con refresco. Te los llevas a misa a ellos, o algún acto religioso. Empieza a rezar el santo rosario con ellos, pídeles que se unan a esta preciosa y maravillosa oración, para que su madre y tú, os unais como nunca y seais felices. Pídeles consejo: "¿Qué me aconsejais para que haga feliz a vuestra madre? la amo, necesito vuestra ayuda, por favor"

También busca "ayuda" con personas amigas que puedan apoyarte, al hablar a ella de ti. ¿Y los padres de ella? Busca personas que le puedan decir que eres bueno, que la amas.

Ya no llores más José María, nadie se enamora de un ser debil o derrotado. Debes ir con la CONFIANZA de vivir en gracia de Dios, de saberte su hijo, de saber lo mucho que Dios te ama.

Piensa que hay muchos otros, en situaciones peores que la tuya. Quizás están metidos en otras relaciones, con otro hijo, y anhelan a la esposa.

Lo que no he entendido es si vives con tu esposa o no.

Creo sinceramente que tienes el amor de tu esposa, sí, ya sé que te grita, pero esto a veces es preferible a la frialdad de una indiferencia, o verla feliz en otros brazos, con otro marido y otros hijos.

Hoy es un día menos que te falta para llegar a la felicidad total.

Acercate a un buen sacerdote y déjate aconsejar por él.

Sigo rezando por ti, amigo.

¡Queda con Dios!
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*Primavera
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http://www.catholicosonline.com

[J__L]

Hola José María.

Mi consejo y humilde opinión.

Has estado mucho tiempo lejos de Dios, entonces ahora debes de dejar todo y dedicarte solo a Dios, es decir, vas ha tener un retiro espiritual personal en el que te dedicarás solo a llenarte de Dios sin hacerle ningún tipo de sugerencias de reeconciliación a tu esposa pero sí estarás abierto a esa posibilidad o escucharla cuando ella quiera hablar con tigo y cuando tú quieras hablar con ella será solo para decir lo que tengas que decir de parte de Dios .

Esto que nos pasa a todos, estos sufrimientos tan grandes, se deben solo a una razón, que núnca ponemos a Dios en primer plano y es por eso que no has dejado de sufrir.

Claro que no debes de claudicar en la lucha por llegar a unir con Dios a esa familia, Dios les dirá cuándo deberán de casarse por la iglesia para así llegar a tener una felicidad en únión con Dios.

Recuerda que la clave de tu exito va a ser cuando dejes de mirar a tu esposa y tus sufrimientos y fijes sólo la mirada en Jesucristo (todas, todas, todas sus enseñanzas).

Debes de guiar tus pasos y tu mirada solamente hacia Dios y todas tus inquietudes y preocupasiones se irán resolviendo a su debido tiempo con absoluta integridad y veracidad.

Debes de preocuparte por estar bien con Dios antes de dar cualquier paso que quieras que sea acertado, para mejores resultados, confiesate, comulga (si te lo permite el padre) y a empezar.

Saludos y que Dios nos ilumine.

De buena voluntad J__L


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Si a la VIDA

[José María]

Hola, bendiciones a todos y todas:

Gracias por estar conmigo en esta prueba. De verdad que me siento mucho mejor al darme cuenta que ustedes se unen a mí y no me dejan solo. Es horrible no poder externar lo que siento.

Bueno, Rosa Ibáñez. Te digo que sigo los 3 pasos que me recomiendas. ESTOY PRESENTE en mi hogar todo el tiempo. Solo me desaperzco para ir a visitar a mis padres los sábados por la tarde, pero hasta eso estoy disminuyendo para estar más con mi familia. Desde hace unos meses para acá trato de estar en SILENCIO. Venía presionandola mucho, pero la verdad que he comprendido que solo Dios la puede cambiar no yo. A veces pierdo la paciencia porque me provoca, me insulta, me grita, y le grita a mis chicos. Pero pido a Dios que me dé fortaleza para que no me permita reaccionar enojado. Y PERSEVERANCIA es lo que no me falta. En eso estoy firme, gracias a Dios.

María Ester, sí, ya le propuse matrimonio a mi esposa. Yo creí que la iba a impresionar y que ella iba a caer emocionada. ¡Pero nada! Creo que en vez de sentirse feliz, se sintió comprometida. Y de eso no quiere saber nada. Y menos si es frente al altar. ¿Qué le pasa? No soy ningún Brad Pitt, pero creo que no me faltaría una mujer que quisiera casarse conmigo. Hay tantas y tantas en mi país que lo tienen todo: casa, auto, empleo bien remunerado, posición y renombre, viajes, lujos, pero no tienen la compañía de un “esposo”. No me jacto, pero creo que no soy tan feito.

Gracias Andres. Pues yo de “tirar la toalla” con Dios nada. Solo que si mi esposa no me considera digno, pues tampoco voy a estar con alguien a la fuerza. Obligado ni las vacunas son buenas, dicen. A mí me parece que ella siempre se ha creido de altura. De hecho su familia se cree sangre azul. No sé de donde si son seres humanos como todos. Creo que por ser su padre médico y su madre una señora con ciertas influencias en el medio social, ellos se creen superiores. Pero eso nunca me ha impresionado a mí. Yo no dependo de ellos, me valgo de lo que gano honradamente. Y ahora entiendo que vivo de lo que Dios me envía.


Hola LYN.

Comparto con ustedes mi situación porque sé que me pueden ayudar y de hecho ya lo están haciendo. Con solo tomarse el tiempo para leer y responderme con sabios consejos, es una bendicion para mí. Sé y siento que todos ustedes tienen algo que Dios les ha dado para que lo compartan con los que necesitamos.

Veré si puedo conseguir el libro que me recomiendas y lo compartiré con ella.

Respecto a darle cariño a mi esposa, pues ni hablar, se lo he dado hasta el cansancio. Y que conste que sin recibir nada a cambio, je je! Aunque sí te digo que es muy duro estar entregandolo todo por nada. Y a veces me resulta tremendamente dificil darle cariño cuando ella me desprecia tanto. Hasta pareciera que no le despierto lo más mínimo. ¡es muy duro!

Entiendo que EL AMOR LO VENCE TODO, pero uno tambien tiene que disponerse. Si el hijo pródigo nunca hubiese decidido volver a la casa del padre, el padre nunca lo habría perdonado ni recibido. Siento que mi esposa no quiere ser amada por Dios, no entiendo por que tanta negatividad, tanta soberbia. ¿es que no cree necesitarlo?


Hola Maria José*.

Sabes que me encanta tu dulzura y tu firmeza. Eres directa, clara pero muy tierna en tus comentarios. Creo que es un don que el Señor te ha dado y que bien compartes con nosotros. Nos levantas! (aunque he leído que a algunas no les gusta que le llames “adulterio” a ciertas amistades adúlteras).

Te aclaro de entrada que desde ese fatidico momento en que descubri lo que descubri no he faltado en casa. Solo me he ausentado para actividades de la Iglesia. En la vigilia de Semana Santa, que fue una belleza y otra vez que serví en mi comunidad en un retiro de esposos. No sé realmente si otros hombres (o mujeres) querrán estar en mi pellejo. Es muy pero muy dificil dormir con alguien por el que te derrites, y no puedes ni tocarlo porque te repele. Muy duro! Es cierto que su carne está cerca de la mía, pero siento a veces que ya no le significo mayor cosa, y que su mente está en otros lares. Hasta creo que solo le sirvo por meras cuestiones materiales.
Con mis hijos soy un padre, trato de ser amigo, pero siento que mi esposa se ha quejado tanto y por tanto tiempo, que ellos me ven con los ojos de un enemigo del que hay que desconfiar. Me ha gritado tanto delante de ellos, me llamaba (antes de) de infiel e irresponsable, que ellos me tienen por eso. Me duele en el alma, porque me he entregado a trabajar por mi familia, y nada más que por mi familia. Trato de ganarmelos pero siento que se aprovechan. De hecho no creo que me tengan mucho respeto, mi hijo incluso se ha querido liar a golpes conmigo.

Respecto a recurrir a sus padres, no lo sé. Ellos me han tenido como ella se los ha dicho. Un irresponsable, adultero, borracho, machista y etc. Y creo que ellos por eso me tienen. Caso perdido! Ademas, a ellos parece moverlos el interés, la apariencia, el que dirán.

Hola, J_L:

Bien dices que he vivido mucho tiempo sin Dios. Yo diría demasiado. Solo por su misericordia aún tengo una familia con una esposa linda y unos hijos preciosos.

Sí, creo que me he obsecionado con mi esposa. Quizás la veo más a ella que a Jesús. Debo invertir eso. Y lo intento, pero soy débil. (he sido débil). Estoy luchando por entregarme y abandonarme en Dios. Dejárselo todo a Él. Pero me es dificil.

No sabes cuanto disfruto esta nueva vida donde Dios es mi centro. Sé que es una peregrinación hasta el resto de mis días, pero no voy a desistir.

Gracias por tus consejos.

Josema[/b]
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"Vuestra tristeza se convertirá en gozo"
Juan 16,

[*Primavera]

Querido José María:

Pues ya va siendo hora de que sepan que has cambiado.

Te sujiero, amigo mío, que hagas una DECLARACIÓN (en un papel) y expongas:

HAGO SABER:

He cambiado y quiero que lo sepais y me deis la oportunidad de daros todo mi amor.

He encontrado a Cristo, el amor verdadero.

Sólo pienso en vosotros, mi familia, a la que amo con toda mi alma.

Quiero a mi buena esposa y deseo que seamos un matrimonio unido y FELIZ.

Os quiero mucho hijos míos, y deseo ser un buen padre y un buen ejemplo para vosotros.

Me queda poco tiempo de vida y deseo haceros felices y serviros con amor y bondad. (NOTA: Bueno, si piensan por un momento que te vas a morir, José María, pues, no pasa nada, a lo mejor les va bien, jeje).

SOLICITO:

Respeto a esta nueva persona que soy, para que pueda daros todo de mí.

Ayuda, para seguir, por el camino propuesto, lo que me resta de vida.

Libertad, para ser lo que soy ahora.

Amor, para poder compartir el mío, con todos vosotros.

Perdón, para que olvideis mis errores y me deis la oportunidad de ser lo que soy: Un hijo de Dios, un buen esposo y un buen padre.

Firmado:

José María
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Bueno, José María, más o menos, algo así. Y lo enganchas con celo en la nevera. (Todo el mundo acude a la nevera, jaja)

Y, a ver que pasa.

Desde luego, no puede seguir así la cosa. Debes poder dar todo el amor que sientes por los tuyos. ¡Faltaría más!

Y, hablando de cosas; otra cosa: Muchas gracias, amigo José María, por todo lo que piensas de mi. Rézale a Dios para que sea santa, ¿vale? Yo lo hago por ti: "Dios Padre, por Jesús y con Santa María y San José, te pido por José María, que sea santo. Amén".

¡Dios es maravilloso!
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*Primavera
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