Rezar y trabajar son dos cosas distintas.

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros y Ausilia Ch. coreana, Asunción extremeña y Assunta italiana leo en unas hojas ciclostiladas, de unas charlas para seguir unos ejercicios itinerantes en Tierra Santa, lo que sigue:
"Nuestra ciencia más eminente es conocer a Jesucristo, y la alegría más profunda es revelar a todos las insondables riquezas de su misterio" haciéndose eco de San Pablo, Apóstol.
Estando en el tiempo cercano a Pentecostés "hemos de invocar sin pausas estos días al Espíritu Santo con oraciones y jaculatorias breves, que hacemos nosotros mismos, como acompañando nuestra respiración" como decía esta mañana al hablar de la forma de rezar; añade aún el autor "y el ritmo de nuestros pasos; jaculatorias sentidas y frecuentes, como el ritmo de nuestra respiración" . Véis que insiste.
Como lo he visto tan oportuno os lo transmito a vosotros, amigos y a cuantos quieran unirse a nosotros.
Pero para el tema enunciado nos explica Bonhoeffer:
"La oración no ha de verse impedida por la acción, pero tampoco la acción a la inversa. La oración requiere su tiempo, pero toda la jornada pertenece a la acción. Sólo ahí donde cada uno de esos aspectos se hace justicia es visible la unidad inseparable de ambas. Sin el trabajo diario la oración no es tal; y sin ella, el trabajo no es trabajo. Esto lo sabe únicamente el cristiano. De esta manera se revela la unidad de las dos, precisamente en su nítida diferenciación".
Orpam Saretnoc Laverz