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TonyF Asiduo
Registrado: 21 Jun 2006 Mensajes: 435 Ubicación: Ontario, Canada
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Vie Jun 30, 2006 2:05 pm Asunto:
Como Orar
Tema: Como Orar |
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he estado participando activamente en este foro por mas de una semana y lo he encontrado sumamente valioso por la diversidad , variedad y multiculturalismo que en el encuentro en nuestra relacion con Dios.
Y pense seguramente yo no podria orar como fulana o mengana sus palabras tan floridas no van conmigo me hace reaccionar en vez de atraerme ...
Claro que respeto su forma de ser y comprendo que para Dios eso no cuenta y que en cierta forma otros reaccionan a mis articulos y presentaciones... pero en si he ahi la belleza de todo
Somos diferente ... oramos diferente... hablamos diferente (aun usando el español) la sintaxis, la gramatica e inclusive el vocabulario (como profesor de idiomas) me confunde a veces. Pero lo mas bello es que tiene un comun denominador que todos tratamos de conversar con Dios y estamos orgulloso de ello y por consecuencia se lo decimos con alegria a todos..
Asi que me puse a investigar como orar.. justamente aca en el internet ... Decidi exponer e invitar a otros a exponer las distintas formas de orar y dedicar este tema a compartir las formas de orar
y asi...
encontre varias formas de los expertos por ejemplo
Pere Borrás S.J. encontre lo siguiente
Hasta los veintiséis años, Ignacio de Loyola vivió muy centrado en sí mismo buscando el prestigio, el honor y el «quedar bien». Pero, tras haber sido herido en Pamplona, durante una larga convalecencia en su casa, empezó a ver que su vida no había tenido sentido y que quería ofrecerla a Jesús. A partir de entonces, inició un largo camino de búsqueda de la voluntad de Dios. Primero lo hizo solo y más tarde con un grupo de compañeros (compañeros de Jesús), porque su ideal era seguirle.
Al principio, pensó que lo mejor para estar con Jesús era ir a Jerusalén, lugar en el que había vivido y donde había sido crucificado, pero, después, fue descubriendo que Jerusalén era todo el mundo. Jesús vive en todo el mundo y todo el mundo necesita la luz de Jesús. Y así, él y sus compañeros -se ofrecieron a ser como los apóstoles, enviados a anunciar el Evangelio en cualquier lugar o situación de la vida,
Pero antes de todo esto, Ignacio hizo un largo itinerario geográfico y también espiritual: Loyola, Montserrat, Manresa, Barcelona, Alcalá, Salamanca, París, Venecia, Roma... Y hasta el final con los ojos puestos en Jerusalén, la tierra de Jesús. Deseo de entrega, tentaciones, penitencia, ayuda a los más pobres, pobreza, oración, persecuciones, hambre, enfermedad, estudio, anuncio de¡ Evangelio, grupo de compañeros... Y siempre consciente de que Dios le trataba de la misma manera que trata un maestro de escuela a un niño, enseñándole.
Y San Ignacio iba escribiendo todo lo que vivía. Tomaba notas. Iba descubriendo qué venia de Dios y qué era tentación de volver a vivir centrado en sí mismo. Más tarde, ordenó estas notas de forma pedagógica y las propuso a otros que querían hacer un camino espiritual profundo. Esto son los Ejercicios Espirituales.
En estas páginas te propongo dos cosas: En primer lugar, conocer para practicar algunos métodos de oración que Ignacio propone en los Ejercicios Espirituales. Pueden parecerte, a primera vista, demasiado estructurados. Pero no es así. Son muy sencillos y expresan una relación con Dios muy profunda. También es importante que busques a alguien que te ayude a entender y practicar estos métodos. En segundo lugar, he recogido algunas oraciones de los Ejercicios; unas son literales y otras inspiradas que también te ayudarán a orar con San Ignacio de Loyola.
I. MANERAS DE ORAR
Para orar hay tantas maneras como personas. El hecho de poder entrar en relación personal con Dios es un don de¡ Espíritu. Por lo tanto, los métodos o maneras no agotan ni pueden limitar la acción de Dios, pero sí son ayudas, y como tales hay que tomarlas. Ofrecemos a continuación diversas maneras que propone San Ignacio en el libro de los Ejercicios Espirituales, adaptándolas y traduciéndolas a nuestro momento. Por eso no son presentadas literalmente, pero intentan ser fieles a la pedagogía ignaciana.
1. ACTITUDES FUNDAMENTALES
1. PREPARACION
Tranquilizarse, relajarse. Se puede hacer escuchando música suave, fijando la vista en un objeto de la habitación, mirando por la ventana, sintiendo los latidos de¡ corazón, paseando, leyendo un poema, etc. A medida que el espíritu se va caminando, ir pensando tranquilamente qué voy a hacer, el Señor me espera, etc. (Esta preparación se hará siempre que se empiece una oración).
1. Preparar el material necesario: Aquí será coger una lista o un texto sencillo que exprese actitudes fundamentales cristianas. Citemos algunos ejemplos: las Bienaventuranzas, los Diez Mandamientos, un texto preparatorio de una liturgia penitencial o (cualquier texto antiguo o moderno en que se revisen aspectos básicos de la vida cristiana, etc.
2. Oración preparatoria: Pedir a Dios luz para comprender el mensaje que se me dirige y fuerza para cambiar en mi corazón y en mi vida aquello que me aleja de Jesús.
2. ORACION
Leer todo el texto despacio. Una vez leído, empezar por cada uno de los puntos e ir viendo cómo los vivo en mi vida. Considerar que la acción de Dios, y por lo tanto su liberación, abarca toda la persona: mis pensamientos, los sentidos, la manera de relacionarme con los demás, con Dios...
Cuando se detecta una falta, conviene considerar lo contrario. Por ejemplo, si pretendo imponer siempre mi voluntad a los demás, pensar cómo cambiaría mi vida si los escuchara más.
Dar gracias a Dios por todo lo bueno que hay en mí y pedir perdón y fuerzas para modificar en mi vida lo que me esclaviza. Y esta acción de gracias y este arrepentimiento hacerlos en diálogo con el Señor. No se trate de angustiarse por lo que no funciona en mi vida, sino de tener un diálogo con Dios sobre ella.
3. EXAMEN
Dar gracias a Dios por la actitud más positiva de mi vida y pedir perdón por la más negativa. Revisar cómo ha ido la preparación, qué me ha ayudado más, etc.
Disposiciones necesarias para orar
Autor: Catholic.net
Una vez un señor quería encontrar trabajo. Todos los días salía a buscarlo. Al inicio de cada jornada elevaba esta oración a Dios: “Señor, que yo consiga trabajo, pero, por favor, que no sea hoy.”
Para hacer cualquier cosa es necesario tener buenas disposiciones. Lo mismo pasa con la oración: para hacer oración es necesario tener las disposiciones correctas.
Las disposiciones
1:- Querer hacer oración.
2.- Escuchar a Dios.
3.- Mantener puro el corazón.
4.- Cultivar una actitud de fe.
.Mostrando el mapa de Aprende a orar
Categorías de Aprende a orar:
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Habla con Dios
Devocionario
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(Para ver los temas de click sobre las categorías) de Catholic.net
de otras fuentes
vemos que orar es mucho más que hablar con Dios. Orar es:
- Proclamar la santidad, soberanía, reino y señorío de nuestro Dios
- Acercarse a Dios buscando: Ser transformados a la imagen de Cristo; su dirección para nuestras vidas; su provisión a nuestra necesidad, y su bendición en todo.
- Influir para que la mano de Dios se mueva a favor de otros: nuestra familia, el ministerio, la iglesia, la nación, etc.
- Confesar el triunfo de Cristo en la Cruz, despojando a los principados y potestades de Satanás; ejercer la autoridad de Cristo, sometiendo y resistiendo la obra del enemigo.
... se continuara _________________ "Una vez le pregunté a Jesús: -¿Cuánto me amas? Y él me respondió: -así te amo. Y abrió sus brazos y murió por mí". elangeltuyo@yahoo.com.mx
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TonyF Asiduo
Registrado: 21 Jun 2006 Mensajes: 435 Ubicación: Ontario, Canada
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Publicado:
Vie Jun 30, 2006 2:07 pm Asunto:
Tema: Como Orar |
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Oración
Aprendiendo a orar
¿QUÉ ES LA ORACIÓN?
Para empezar me gustaría distinguir entre rezar y orar.
Entiendo por rezar el hecho de recitar de memoria frases u oraciones aprendidas con anterioridad.
Para la oración, sin embargo, no es necesario ejercicio alguno del intelecto. Se trata de una disposición interior y afectiva que busca solamente un encuentro en la intimidad con el Señor. Para ello no hace falta construir frases, ni poner en marcha la memoria. Sobran las palabras, basta únicamente la voluntad: "Le quiero y quiero estar con Él".
En este sentido podemos afirmar que la oración es un diálogo profundo con Dios, y, como en todo diálogo, se hace imprescindible la escucha, la actitud abierta y receptiva hacia Aquel de quien lo esperamos todo, en quien confiamos y a quien entregamos nuestra vida.
Si la oración es comunicación con el Señor debemos ser conscientes de que, más esencial que lo que nosotros digamos es lo que Dios nos puede trasmitir, y más importante aún que el mensaje siempre será el Emisor. Toda comunicación es válida en tanto en cuanto favorece el encuentro, de esta forma la mejor finalidad de la oración será procurar el encuentro íntimo y personal con el Señor.
¿POR QUÉ HAY QUE HACER ORACIÓN?
Hay un proverbio oriental que dice: "Si tienes un amigo recorre con frecuencia el camino hacia su casa, de lo contrario corres el peligro de que crezca la maleza y no encuentres el camino".
No encuentro frase mejor para expresar la importancia de la oración. La amistad/el amor es un regalo, el mejor regalo que nos podemos hacer los seres humanos, es por tanto gratuidad total y absoluta: nadie nos puede exigir amistad/amor ni nosotros se la podemos exigir a nadie. Sin embargo la amistad, una vez que se tiene, requiere ser cultivada, cuidada y atendida. Se convierte, de esta forma, en una tarea. El amor se alimenta con la presencia del amado. Es necesario encontrar tiempo para estar con él. No es suficiente verlo y hablarle entre el barullo de la gente, hay que reservar un espacio para la intimidad, para estar a solas, para compartir la existencia con quien quieres. Cuando esto no se hace o se abandona, al principio se echa en falta, después la amistad va enfriándose poco a poco y al final la distancia y la lejanía provocan que estas personas acaben viéndose como extraños y desconocidos. La presencia del otro ya no dice nada, desapareció el afecto, murió el amor.
En nuestras relaciones con Dios nos puede pasar exactamente lo mismo. Más de una vez habremos observado a personas cercanas, comprometidas con el Evangelio y que, al volcarse en una activismo desenfrenado, empiezan descuidando la oración y acaban perdiendo la fe.
La oración, junto a la Eucaristía alimenta la fe, consolida la esperanza, acrecienta al amor. Si dejamos de hacer oración es como si dejáramos de comer. Al principio se siente hambre, pero después ésta desaparece (anorexia) y entramos en el plano inclinado de la muerte. En el caso de la falta de oración será muerte espiritual.
¿CÓMO SE DEBE ORAR?
Al tratar la forma de orar debemos diferenciar la disposición externa, la interna y el método.
En primer lugar debemos resaltar la importancia de la postura corporal. Para el ser humano el cuerpo es un medio de comunicación, nos expresamos a través de él. Todo gesto es una manifestación de nuestra persona y a cada gesto le corresponde, además, una vivencia interior. No expresamos ni sentimos lo mismo cuando estamos de rodillas, o elevando las manos, o cuando inclinamos la cabeza hacia abajo, etc. De esta forma la expresión corporal acompaña nuestra oración dándole forma e intensificándola.
Es aconsejable, entonces, buscar y adoptar siempre la postura más adecuada al tipo de oración que estemos realizando: adoración, alabanza, súplica, etc.
En segundo lugar hacemos constar el valor del silencio como disposición interna necesaria en la oración. Antes de entrar en comunicación con Dios, y como medio de llegar al encuentro con Él, es conveniente callar todos los ruidos, preocupaciones, pensamientos y distracciones que impidan centrar la atención solo y exclusivamente en su persona.
Este silencio exterior e interior debe ir acompañado de una actitud de disponibilidad y entrega. Abiertos siempre a la voluntad del Padre.
En cuanto al método, no consideramos oportuno hacer una exposición exhaustiva de cada una de las técnicas de oración, ni siquiera vemos provechoso detallar cada uno de los diferentes estilos. Nos limitamos solamente a enumerar algunas posibilidades:
Orar con la Biblia. A partir de la meditación de textos del A.T. o del N.T.
Orar con los salmos.
Orar ayudados por la lectura de textos de espiritualidad.
Orar con canciones religiosas.
Orar a partir de noticias de actualidad.
Orar con Iconos e imágenes sagradas.
Orar desde la contemplación de la naturaleza.
Orar desde el vacío interior total como espacio reservado solo para Dios.
¿CUÁNDO SE DEBE ORAR?
Se debe orar siempre, en toda ocasión. Podríamos, incluso, afirmar que la vida del cristiano, es toda ella oración, si, en verdad, es una vida vivida para Dios y en relación a Él. Pero también podemos caer en el error de pensar que como toda acción, vivida desde la fe, es oración, no es necesario dedicar momentos para perderlos "a solas con el Señor".
Para un padre de familia no basta con que todo cuanto realiza lo haga por su mujer y sus hijos, será también básico que dedique tiempo a estar con su mujer y con sus hijos. Del mismo modo no basta con que nosotros lo hagamos todo por Dios, sino que también será elemental el que dediquemos tiempo a estar con Él.
Cada día debemos reservar unos momentos para la oración, para la intimidad con el Señor, para el sosiego espiritual. Este momento no surge sino está previsto, preparado. Fijemos para cada día nuestra cita con el Señor, y no faltemos a ella.
¿DÓNDE ORAR?
Lo más sencillo sería decir: "en cualquier sitio". Cualquier lugar es bueno para encontrarse con Dios, para la oración. Esto es cierto; podemos orar en el trabajo, en la fábrica, en el taller, en la universidad. Podemos encontrarnos con Dios en la calle, en el cine, en la fiesta, etc.
Pero también es verdad que no todos los lugares favorecen de la misma manera este encuentro con Jesucristo. La oración se puede hacer menos difícil si procuramos un ambiente adecuado. Lugar apropiado sería aquel que facilite la soledad, el silencio; un sitio donde no haya apenas elementos que desvíen la atención. La meditación y la contemplación pueden verse favorecidas cuando el sujeto se encuentra en un paraje natural: junto a un río, en una montaña alta, frente al mar, o cuando nos encontramos en una habitación desnuda de adornos, o frente a la luz tenue de una vela, etc. Nunca olvidemos que un lugar privilegiado será siempre delante del sagrario, donde Cristo está realmente presente en el sacramento de la Eucaristía. _________________ "Una vez le pregunté a Jesús: -¿Cuánto me amas? Y él me respondió: -así te amo. Y abrió sus brazos y murió por mí". elangeltuyo@yahoo.com.mx
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TonyF Asiduo
Registrado: 21 Jun 2006 Mensajes: 435 Ubicación: Ontario, Canada
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Publicado:
Vie Jun 30, 2006 2:10 pm Asunto:
Tema: Como Orar |
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¿ Por qué orar ?
ARTICULO
Hace mas de 5 años en Estados Unidos se hizo un estudio de estadísticas y encuestas en el que se comprobó que todas las personas después de haber cometido un pecado o hacer algo malo, o al estar pasado por una dificultad especial; siempre recurren a algún amigo confesor, psicólogo o algún medio que les diera una respuesta y alivio a su situación y de hecho se fundó una institución en este país, donde se daba un servicio en un lugar, donde la gente hablaba y contaba sus fallas, sus dificultades, etc.., Actualmente sabemos que en muchos países se da este servicio, a diferentes personas, pero siempre con la finalidad de dar a la gente la oportunidad de ser escuchadas y saberse acompañadas o aconsejadas ante sus problemas y que siempre recurran a alguien que los escuchará.
Y es que todo hombre desea situarse y saber que terreno pisa y que trabajos nuevos debe de emprender. ¡Qué seguridad le da al hombre saber que esta tratando con alguien que lo conoce, y que más cuando es conocido en su totalidad!
Cuando un hombre alcanza con otro una profunda amistad, crece la confianza y la necesidad de abrir su corazón, de expresar sus alegrías, sus tristezas, sus ilusiones, sus diferentes experiencias de vida y el impacto que han causado en el. ¿Cuántos jóvenes hubieran dejado el suicidio si hubieran tenido alguien en quien confiar?
Y es aquí cuando podemos ver que nos hemos olvidado de Alguien que el mundo ha tratado de borrar de nuestra vida, llenándonos de materialismo, racionalismo, tecnología o superficialidad.
Hace más de quinientos años existió un hombre que gracias a su vida interior se convirtió en un gigante de la oración y con ella dió grandes pasos hacia la felicidad tanto para él, como para el mundo entero. Y bueno, antes de decirles su nombre, les compartiré un poco de lo que había en su corazón, un día como todos, escribió así:
Rezar es departir con el Maestro,
es echarse a sus plantas en la hierba,
o entrar en la casita de Betania para escuchar las charlas de su cena,
rezar es informarle de un fracaso,
decirle que me invade la tristeza,
rezar es invitarle a nuestra barca mientras la red largamos a la pesca,
y mullirle en la almohada sobre un banquillo en popa nuestra vera,
y, si acaso duerme,
no aflojar el timón mientras el duerma;
y es rezar despertarle si de pronto,
la mar se embraveciera,
y es rezar - ¿ qué es rezar - decir ‘te quiero- y lo es
- ¿ no lo iba ser decir " me pesa
y el "quiero ver" del ciego,
y el límpiame angustioso de la lepra,
la lagrima sin verbo de la viuda,
y el no hay vino en Caná de Galilea
y es oración con la mirada gacha
y después de un desamor
gemir me pesa, que pena!
Cualquier sincero suspirar del alma,
cualquier contarle a Dios nuestra tristezas,
cualquier poner en El nuestra confianza. -
y esta vida está tan llena de cualquieras,
todo tierno decir a Nuestro Padre,
todo es rezar... Y ahí gente que no reza! , que pena.
El autor de este pensamiento es San Francisco de Asís y es muy bonito cuanto nos hace ver en él, porque en el podemos descubrir el tesoro de la oración, que en definitiva es el tesoro de la amistad de Dios, de platicar con Él y compartirle cuanto somos y vivimos. Y este pensamiento nos permite ver como hay mucha gente que no reza, sin saber que esta dejando pasar ante su vida la mejor de las experiencias, la de conocer el amor.
FINAL, PORQUÉ ORAR:
* Espíritu Santo, y la comunión, ver el ejemplo de Cristo:
-Después de la multiplicación de los panes, oro toda la noche por Su Iglesia, cuando lo querían nombrar rey.
-Desierto, al empezar su misión * TENTACIONES, PELIGRO. (Sta.Teresa, Cristo..),
-Oración del huerto, donde más cercano tenemos a Cristo, lo demás fue por ya haber aceptado el dolor.
-Lugar donde debemos de conocer la voluntad de Dios y surgen las más grandes iniciativas.. los más grandes apóstoles.
-Oraciones que unifican la Iglesia...
-Lugar donde se conoce a Cristo como persona..
¿ Y por qué no reza la gente?
Podemos ver que en toda la gente existe el pensar que: rezar, es perder el tiempo, que no sentimos a Dios " o simplemente que no sabemos rezar. Pero Dios no necesita que nosotros sepamos nada, si El sólo quiere platicar, todos sabemos platicar; Dios sólo quiere compartir, todos deseamos compartir, porque así amamos y nos sabemos amados.
Cuando un hombre cuenta su dinero rectifica varias veces para rescatar todos los centavos, y jamás piensa que ese es tiempo perdido, pero cuando un hombre va al templo generalmente tiene bien medidas las horas.. j Y cual de estos es el verdadero y eterno tesoro?
* ángeles- hora 25- mas apostolado, oraban los mismos que antes ya lo hacían, conclusión, el tiempo para orar es cuestión de amor.
¿ Qué no es orar?
Orar no es un narcisismo, un egocentrismo en buscarnos a nosotros mismos, en dejarnos llevar por los sentimientos y si sentimos rezamos y sino no; vemos que orar es algo muy distinto a esto, es compartir, es platicar con Jesucristo, es abrir nuestro corazón para confiarle, para alabarle, para agradecerle y abandonarnos en sus manos.
¿ Cómo orar?
Lo primero que se necesita es reconocer que estamos delante de otra persona, y esa persona ES DIOS, teniendo eso presente no vamos a caer en pensar y soñar con el amor entre los hombres, pero sin saber como se vive. Con esto no vamos a mendigar el aplauso y reconocimiento de la gente, porque sabremos valorar y admirarnos de que Dios nos ame. Si tenemos presente que estamos frente al mejor de los amigos, frente al mas fino y fiel amante de nuestra alma, saldrá de natural el abrir el corazón y decir:
Hola, Jesús, ¿ Como estas?, la verdad yo no se rezar, sólo se decirte gracias por tu amistad, sólo se decirte que te quiero _________________ "Una vez le pregunté a Jesús: -¿Cuánto me amas? Y él me respondió: -así te amo. Y abrió sus brazos y murió por mí". elangeltuyo@yahoo.com.mx
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TonyF Asiduo
Registrado: 21 Jun 2006 Mensajes: 435 Ubicación: Ontario, Canada
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Publicado:
Vie Jun 30, 2006 2:30 pm Asunto:
Tema: Como Orar |
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¿Qué es la oración?
No podemos hacer oración bien si primero no sabemos qué es. Descubre la oración y qué es exactamente
La oración es a la vez algo fácil y difícil. Fácil porque hablar con Dios es algo que podemos hacer en cualquier momento, prácticamente en cualquier circunstancia. Y es difícil porque a veces no sabemos exactamente qué es hacer oración, porque las ocupaciones diarias nos absorben o simplemente porque hay una gran resistencia a sentarse un rato para hablar con Dios.
Para poder hacer bien la oración, para rezar bien, es importante entender qué es la oración.
Orar es hablar con Dios, de tú a tú, como le habla un hijo a un padre. Y a Dios podemos decirle cualquier cosa: lo que vivimos, nuestras preocupaciones, lo que hemos logrado, en lo que necesitamos su ayuda, incluso platicarle nuestro día tal y como lo haríamos con la gente a la que le tenemos confianza y le queremos. La oración es un dirigirse a Dios para alabarlo, agradecerle, reconocerlo y pedirle cosas que sean para nuestro bien.
Es buena idea conocer las definición de oración de algunos autores espirituales, santos, doctores de la Iglesia y el Santo Padre:
• No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama (SANTA TERESA, Vida, 8, 2).
• La oración es la elevación del alma hacia Dios y la petición de lo que se necesita de Dios. (SAN PEDRO DAMIAN, en Catena Aurea, vol. III, p. 304)
• La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador.(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración)
• La adoración es el acto por el que uno se dirige a Dios con ánimo de alabarle (ORIGENES, Trat. sobre la oración, 14).
• La oración es el acto propio de la criatura racional. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, 2-2, q. 83, a. 10)
• La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por tanto, no podemos menos de abandonarnos a El, nuestro Creador y Señor, con plena y total confianza [...]. La oración es, ante todo, un acto de inteligencia, un sentimiento de humildad y reconocimiento, una actitud de confianza y de abandono en Aquel que nos ha dado la vida por amor. La oración es un diálogo misterioso, pero real, con Dios, un diálogo de confianza y amor. (JUAN PABLO II, Aloc. 14-III-1979)
El Catecismo de la Iglesia Católica nos explica en síntesis que "La oración es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" (CEC 2590), es decir, pedirle lo que es bueno para nuestra alma y nuestra salvación. Cualquier cosa que sea contraria a esto, por supuesto que no nos la concederá, porque ante todo nos ama y nunca haría nada para hacernos daño.
En las definiciones anteriores encontramos varias palabras "clave" en el concepto de la oración: diálogo, elevación, adoración, tratamiento de amistad. En la oración nuestra mente se eleva a Dios para alabarlo y pedirle cosas convenientes a nuestra salvación.
Ya sabemos qué es la oración, aunque hay muchos tipos diferentes. Mencionaremos las clases de oración más importantes:
En primer lugrar, muchos pueden preguntarse qué diferencia hay entre la oración que se hace por ejemplo en la Santa Misa y la que hacemos solos frente al Sagrario o en nuestra casa, esto es la diferencia entre la oración privada y la pública. Explicaremos la primera:
Algunos recordarán que Jesucristo nos dijo "...cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. " Mt 6,6 Esta es una oración privada, personal en la que solamente estamos a solas con Dios. Esta oración es fundamental, verdaderamente el pilar de la vida interior. Con ella nos acercamos a Dios y nos dirigimos a Él que es persona. Dios, nuestro Padre en el cielo está siempre presente y lo puede todo (es omnipotente y omnipresente), y cuando Jesús nos indica que vayamos a nuestro aposento y cerremos la puerta para orar privadamente, es porque Dios quiere vernos a solas, como una Padre se sienta a hablar cariñosamente con su hijo sobre las cosas más privadas, más trascendentes y más importantes. Jesús comprende nuestra necesidad de consuelo, de ayuda y nos invita a que en la intimidad, nos dirijamos con toda la confianza del mundo a nuestro Padre para pedirle cuanto nos haga falta.
Jesucristo nos da testimonio de que está en continua comunicación con su Padre y nos invita a hacerlo. Jesús ora en el Bautismo (Lc3,21); en su primera manifestación en Cafarnaún (Mc 1 ,35; Lc 5,16); en la elección de los Apóstoles (Lc 6,12). Noches enteras pasa el Señor en diálogo de oración con su Padre (Lc 3,21; 5,16; 6,12; 9,29; 10,21 ss.). Jesús enseñará a sus discípulos que han de orar en todo tiempo (Lc 18,1). La plegaria de Jesús pone de manifiesto su confianza filial con Dios-Padre que se traducirá en la familiar expresión de Abba, Padre (Mc 14,36). Lo mismo sucede con las diversas peticiones que formula en la oración sacerdotal ( lo 17), poco antes de su Pasión (Mt 26,36-46; Mc 14,32-42; Lc 22,40-46), y en la petición por sus verdugos (Lc 23,34). Jesús -ante la pregunta de uno de sus discípulos- ha dejado a los cristianos no sólo el modelo de su propia oración, sino también el cómo y la manera de hacerla (Lc 11,1-4). El Señor instruye a sus discípulos para que hagan bien la ORACIÓN, sin charlatanería (Mt 6,5-15); con una postura de humildad, tal y como nos lo señala la parábola del fariseo y el publicano (Lc 18,9-14); en unión de la fe y la con- fianza, como requisitos de eficacia para él orante (Mt 11 , 24; Lc 17 ,5 ss.).
Como podemos ver, esta oración privada es fundamental en la vida de piedad de todo católico. Ahora bien, no debemos olvidar que todos los bautizados formamos parte de la Iglesia (y en ese sentido somos parte del cuerpo místico de Cristo); el Señor nos dijo que "donde están dos o tres reunidos en mi nombre , allí estoy yo en medio de ellos." Mt 18,20 La oración también puede hacerse en conjunto con otras personas, incluso Jesucristo le da tanto valor que promete "estar en medio de nosotros" cuando lo hagamos. Esa es la oración pública, la que se hace en nombre de la Iglesia, por un ministro destinado legítimamente a este fin (CIC, can. 1256; v. III). Este tipo de oración suele tener un carácter eminentemente litúrgico, como le ocurre al rezo del Oficio divino. Santo Tomás le llamaba a esta oración común; y considera que debe realizarse en voz alta para que el pueblo fiel tenga conocimiento de ella. La oración privada es la que ofrece la persona individual por sí misma o por los demás.
Una vez que hemos entendido la diferencia entre oración pública y oración privada, llega el momento de comentar la oración que se expresa hacia afuera de forma visible y externa (o sea con palabras) y la oración que hacemos sin palabras, sin que nada en nuestro exterior lo exprese, pero que se da dentro de nuestra mente como un acto de raciocinio. Cuando la oración se exterioriza con palabras se le llama oración vocal.
Don Antonio Royo Marín, O.P. nos dice en su Teología Moral para Seglares que "La oración vocal está al alcance de todos. No se requiere de una fórmula determinada, si bien la ofrece insuperable el Padrenuestro. Para que sea verdadera oración es preciso que se haga con iatención (toda distracción voluntaria es un pecado venial de irreverencia) y con profunda piedad."
La la oración es interior, sin que existan palabras habladas, se le llama oración mental. En ella el diálogo con Dios se realiza mediante nuestra razón y nos dirigimos a Dios hablándole con nuestra mente. Esta oración puede ser un diálogo con el Señor (recordemos que para el católico la oración no es necesariamente un monólogo) y en ese sentido la oración mental se llama discursiva porque, en efecto, es un discurso.
La oración, nos enseña Santo Tomás de Aquino, es una un acto de raciocinio, sin olvidar que nuestros sentimientos y afectos forman parte de dicha acción. La oración debe dejarnos una resolución práctica y concreta. La oración en la que predominan los afectos sobre el entenidmiento es afectiva que cada vez qeu se simplifica más se convierte en oración de sencillez.
Ahora bien, además de la oración discursiva, hay otro tipo de oración mental que es la contemplativa. En ella se da un total recogimiento de los sentidos y un "silencio interior" que nos permite escuchar mejor a Dios. Es, efectivamente, como contemplar a Dios, pero no es un contemplarle con la vista, sino una contemplación del alma.
La oración contemplativa (también conocida como mística), es de gran profundidad. Las almas con un gran avance espiritual pueden recibir de Dios grandes dones y un inmenso gozo en la oración contemplativa. En esta oración, Dios puede permitir que nuestra alma tenga un recogimiento, una paz y un sosiego excepcionales. Con ello llega una quietud derivada de la presencia de Dios que cautiva la voluntad y llena el alma y el cuerpo con una suavidad y un deleite imposibles de describir con palabras.
Hay un punto en la vida de oración en la cual se puede dar una unión intensa en la que todas las potencias del almas se cautiven y estén absortas en Dios. Esta unión puede ser tan fuerte e intensa que se suspenden los sentidos internos y externos. El alma no ve nada ni oye nada de lo que ocurre en el exterior. Es lo que se llama una unión extática. Y el alma que ha logrado traspasar todas estas corrientes de la vida interior, llega a una transformación total en Dios, en donde ambas partes se entregan totalmente la una a la otra.
Todo cristiano puede llegar a estos puntos en una cumbre de la vida interior. La santidad está al alcance de toda alma que sea verdaderamente fiel a la gracia y generosa al servicio de Dios. Todo lo que hemos descrito en el párrafo anterior no está reservado para unos pocos aristócratas del espíritu, por el contrario, en el desarrollo progresivo y normal de la gracia santificante ocurre. La unión con Dios en un sentido pleno debería ser el preludio normal de la visión beatífica, alcanzado en este mundo por todos los fieles bautizados. Esto nos lo enseña Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, plenamente de acuerdo con los principios más firmes de la teología católica. El concilio Vaticano II ha proclamado con fuerza el llamamiento universal a la santidad para todos los hombres sin excepción (Constitución Lumen gentium c.5).
Hemos recorrido un buen camino hasta ahora, pero no nos perdamos de la vía principal. Hay muchos tipos de oración, y conforme se avanza en ella la Gracia de Dios comienza a actuar más y más en el alma, pero no olvidemos nuestro concepto fundamental. Y respondiendo a la primera pregunta ¿Qué es la oración? recordemos que
"La oración es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" (CEC 2590)
Tomado de www.encuentra.com _________________ "Una vez le pregunté a Jesús: -¿Cuánto me amas? Y él me respondió: -así te amo. Y abrió sus brazos y murió por mí". elangeltuyo@yahoo.com.mx
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